Partida Rol por web

 ¡No me lo creo! ¡Todavía salimos de aquí con vida y con la misión cumplida! Ahora sólo tengo que procurar que no me vuelen la tapa de los sesos...

Aprovecho el caos y la confusión, para salir de mi refugio y reunirme con mis compañeros, procuro moverme siempre pegado a escombros, o cualquier otra cobertura que haya

Desde dentro del tanque grito con todas mis fuerzas para que todos puedan oirme :

!!ATENTOS!!¿¿Estamos todos??!! PUES NOS LARGAMOS DE ESTE ANTRO !!

Y dandole gas a tope pongo el tanque en direccion a la salida acordada para largarnos de alli.

 Me acomodo y rezo en silencio, aunque no soy religioso, por salir de aquí con vida

 Dios, si estás ahí, sacanos de este infierno y no nos hagas caer...

No estoy convencido de mis pobres plegarias, pero en momentos de tensión uno pide ayuda a donde sea, y la esperanza es lo unico que queda ahora...

Rápidamente los siete hombres del comando se apiñaron como pudieron en el interior del blindado alemán mientras que Arnold y los otros dos británicos se quedaban en el exterior subidos al chasis. El Panzer arrancó con una sacudida y corrió por la calle bombardeada en dirección a la salida de la ciudad. Se oyeron algunos disparos dispersos, pero la mayor parte de la infantería alemana se encontraba huyendo del campamento para salvar la vida.

En el interior del blindado, Rossi sólo podía taponar las heridas del teniente mientras intentaba no rodar por el suelo debido al traqueteo del vehículo. Sus compañeros se arracimaban a su alrededor haciendo que la atmósfera en el interior del vehículo se volviera irrespirable. El Panzer abandonó el lugar rodando en paralelo por la vía del tren en dirección a Dunkerque. Cuando hubo recorrido unos tres kilómetros, Larkin detuvo el vehículo. El teniente estaba KO y era hora de tomar decisiones...

Con toda la rapidez que los 700 caballos del motor maybach me permiten, enfilo el tanque al punto de escape acordado. En mi interior hay un fuerte sentimiento de supervivencia que crece por momentos, para mis adentros pienso:

No voy a dejar que nos jodan a ninguno en esta lata de sardinas... ! Voy a salir de aqui y lo voy a hacer de una pieza !

Mirando un segundo hacia nuestro doctor le pregunto:

!Doc! ¿Como esta nuestro teniente?¿Saldra de esta?

Todo bien, saldrá de esta. Lo importante ahora es encontrar un lugar donde intervenir con mayor seguridad. Digo con tono firme, mientras miro alrededor...

Tal vez lo mejor sea seguir a pie, pero deberíamos improvisar alguna camilla para transportar al teniente. En cualquier caso debemos estar muy alerta porque ahora mismo tenemos a todos esos cabrones pisándonos los talones.

Yo vigilo la retaguardia usando la mirilla del rifle para ver si nos persiguen.

Bueno, como nadie dice nada yo empiezo a fabricar una camilla improvisada con lo que más tenga a mano. Aunque para usarla seguramente necesitaré otra persona... ¿Hay alguien ahí para echarme una mano?

Como veo que están todos un poco cansados, ayudo a Caparso con la camilla, deseando que no nos ataquen ahora... 

Tras la explosión y la huida de la ciudad, el comando se detiene. Pepe Marquez se baja del panzer y recarga todas sus armas, otra vez listo para el combate. La cosa no ha salido del todo mal, pese a todo el teniente está herido y sus compañeros están construyendo una camilla para llevarlo.

- Lo mejor será dejar el panzer aqui y seguir a pie, con ese trasto los nuestros podrían confundirnos con alemanes y volarnos en pedazos, aunque creo que están muy ocupados intentando llegar a Dunkerke para salvar su culo. Nostros deberíamos hacer lo mismo, salir a toda leche. ¿Que tal si consultamos los mapas para saber donde estamos y nos ponemos en camino cuanto antes?- propone el español al resto del comando.

Mientras ayudo a Caparso con la camilla improvisada, oigo al español hablar, y hago una pausa señalando mi pierna, y la camilla

- Ya, movernos, por eso hacemos una camilla. Un herido y un cojo, nos van a freir. Je... Y a pesar de mi comentario derrotista, sigo la tarea de hacer la camilla

Caparso y Angus empiezan a fabricar una camilla improvisada con mantas de los petates y ramas caídas. José ayuda a Rossi a sacar al teniente inconsciente y tumbarlo en el suelo, cerca del Panzer. Los británicos y Carrick empiezan a hacer acopio de armas y municiones. El español rebusca entre las pertenencias del oficial y extrae los mapas de campaña de una bolsa. Los estudia por un momento y logra establecer la posición del grupo a unos 7 kilómetros al sur de Dunquerke.

Siete kilómetros cargando con un herido parecen demasiados, pero acercarse con un panzer hacia los nuestros parece aún más arriesgado, así que mejor machacarme la espalda en vez de saltar en pedazos por fuego de nuestra propia artillería.

Vamos chicos, que no se diga. Estamos a punto de poner fin a todo este despropósito de misión. Pongámonos en marcha.

Asiento ante las palabras de Caparso, y miro mi pierna preocupado, pero no digo nada

- Siete kilometros cargando con un herido, y moviendo una pierna atravesada... Esto no va a ser un camino de rosas... 

Después de todo lo sucedido, estoy demasiado cansado, demasiado saturado para decir más comentarios sarcásticos. Así que simplemente me enciendo otro cigarrillo para tranquilizarme, y comienzo la caminata en silencio,