Partida Rol por web

Constantinopla Nocturno - El sueño perdido

Enero de 1260 - Lámpsaco

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22/10/2014, 20:40
Natalya Svyatoslav

— Me encuentro perfectamente, ¿acaso os parezco incomodada o cansada?— pregunta, extrañada. 

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22/10/2014, 20:44
Tiberius Fabius Lupus

- Oh, ya veo. - añado con cierto tono de dolor de nuevo muy bien fingido. - Sólo lo preguntaba porque me he percatado de que no habéis hecho la más mínima inclinación o saludo al llegar, ni tan siquiera con la cabeza. Y puesto que no os consideraba capaz de una descortesía semejante cuando habéis sido invitada a un feudo que no es el vuestro, supuse que estaríais herida y por evitaros el dolor habíais preferido no moveros, algo perfectamente comprensible. –

Evito sonreír aunque las ganas me pueden. Es ella misma quien me ha dado pie a señalar remarcadamente sus faltas de educación y etiqueta. Sigue siendo una bárbara embutida en algo que cree que es una armadura, y que piensa que tiene algo de líder. En fin, los sueños y aspiraciones de grandeza cuando los tiene la gente que no tiene posibilidades, no son más que eso, sueños. Pero no seré yo quien aplaste sus aspiraciones. No. Eso sería una grosería. Al menos por ahora.

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22/10/2014, 20:51
Natalya Svyatoslav

Natalya se limitó a sonreir de nuevo y mirar a Ana— Querida, no sabía que precisabas de los servicios de un bufón en tus reuniones. Si querías amenizarlas con chanzas baratas, conozco a unos cuantos mejores que ese lacayo tuyo. Podrías habérmelo dicho para traerlos conmigo en el viaje. 

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22/10/2014, 20:55
Tiberius Fabius Lupus

Me miro de arriba a abajo con detenimiento. Paro y luego reviso la indumentaria y el aspecto de Natalya. Finalmente me encojo de hombros y pregunto a Ana antes de recostarme en mi sitio. - ¿De verdad parezco yo el bufón?

Tú misma te pones la soga al cuello, Natalya Svyatoslav.

- Poseéis un sentido del humor de lo más peculiar, querida. - Sonrío y espero decidido a no intervenir mucho más por ahora.

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22/10/2014, 21:03
Beatrice Lasso de Gamboa

La mirada de Beatrice se apartó de las personas con las que se encontraba hablando junto a Diego al escuchar la puerta abrirse. El silencio que de inmediato se apoderó de la sala llamó su atención y sus ojos recorrieron a los presentes, hasta detenerse en Ana y su acompañante. La expectación por su encuentro con Natalya Svyatoslav era casi palpable y no le parecía para menos teniendo en cuenta de quién se trataba, sus motivos para estar allí y la rivalidad que mantenía con Ana y que ninguna de las dos se esforzaba por disimular.

Beatrice asistió al intercambio entre la recién llegada, la anfitriona y Tiberius con la misma expresión inalterablemente cortés que había portado desde que entró en el lugar y sin embargo, ante las últimas palabras que se dijeron su ceja derecha se enarcó levemente y las comisuras de sus labios se estiraron de forma casi imperceptible desvelando para los ojos más observadores que la cainita se sentía de alguna manera divertida por la situación. 

Permaneció en silencio, manteniéndose todo el rato cerca de Diego, y cuando le pareció que los saludos cargados de dagas afiladas habían terminado por el momento, volvió su mirada a los tres hombres que acompañaban a Natalya, fijándose en ellos y recuperando su expresión, sobria pero cordial.

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22/10/2014, 23:11
Gulam Akropolites

Cuando los recién llegados hacen acto de presencia en la sala, me dispongo a saludar, antes de que el torneo oficial de lanzamiento de cuchillos comience entre Tiberius y Anna. Sonrío abiertamente.

Jajajajajaja - mi risa se puede escuchar en la sala. - Parece que la guerra va a llegar a estas tierras antes que a Constantinopla. Es curioso, para cuatro palabras que se cruzan, son insultos y pullas. Me siento como en casa, hemos vuelto al Triumvarato. ¿Donde está el Draconiano? ¿Escondido con algún libro? ¿Rezando?

Me acerco caminando al Nosferatu, pues probablemente, era al que más aprecio podía tener en la sala. Mi mano va al pecho, aunque esta vez no me arrodillo. - Saludos, Malaquita. Me alegra verte entre los presentes.

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22/10/2014, 23:40
Iacobos Prosopophoros

Al entrar lo hago en silencio, dirigiendo una reverencia en cuanto es adecuado a nuestros anfitriones.

Señorías...

Me fijo en que Natalya no hace lo propio, pero estoy acostumbrado a su porte. No obstante, yo no soy capaz de faltar a las formas allá donde vaya, por lo que me mantengo al margen. El intercambio que empieza a darse entre Natalya y los anfitriones me hace girar la cabeza con sorpresa hacia la Brujah, y luego hacia mi sire. No me meteré si no es absolutamente necesario, pero encuentro terriblemente desafortunado lo que está ocurriendo: un primer encuentro entre vástagos de nuestra categoría debería ser un intercambio cortés de saludos e intenciones, mas no veo sino rencillas más propias de neonatos embriagados por las pasiones de la Vitae recién descubierta.

Bajo la cabeza ligeramente hasta que la voz de un hombre de aspecto asalvajado dirigiéndose a Malaquita llama mi atención. Miro hacia mi creador esperando alguna seña que me diga si debo o no estar atento a él. Mis manos se mantienen relajadas a sabiendas de que bajo la protección de la Pax Vampirica no hará falta defender físicamente a nadie; pero con tantas nuevas personalidades a mi alrededor, no me queda del todo claro qué debo esperar de cada uno.

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22/10/2014, 23:49
Iacobos Prosopophoros
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Inteligencia + Posición

Dificultad: 6

Tirada (5 dados): 3, 3, 5, 8, 5

Éxitos: 1

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23/10/2014, 11:27
Naida

Naida asintió ante las palabras de Nabuk, esbozando una suave sonrisa y volvió su mirada hacia las puertas, al sentir que estas se abrían y los presentes guardaban silencio.

Observó con curiosidad a los recién llegados, sobre todo a la mujer que portaba aquella armadura. Miró de reojo a Nabuk y arqueó suavemente una ceja, extrañada. Pero antes de llegar a susurrarle nada, vio como la mujer saludaba a su anfitriona. Se mantuvo en silencio, sin apartarse de su sire, y contemplando el duelo dialectal que se estaba llevando a cabo. La tensión se podía cortar con un cuchillo, pero al menos, la atención de Tiberius había cambiado de objetivo. 

Menos mal... Le ponía muy nerviosa aquella mirada penetrante y el rostro que parecía cincelado en la piedra más dura que se pudiera encontrar. 

Escuchó una risa reverberar por toda la sala. Miró hacia el Gólem de Krujas y una suave sonrisa se perfiló en sus labios. Aunque se mantuvo en silencio, expectante. 

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23/10/2014, 12:33
Ana Comnena

Ante aquel intercambio verbal, muchos de los presentes parecían espectantes o divertidos. Sin embargo, otros parecían incomodados o preocupados. 

Ana, que había sido incapaz de no esbozar una leve sonrisa hilarante ante el espectáculo, se esforzó en adquirir un semblante más neutro— Bien, ya basta, vosotros dos. Os encontráis en mi casa, y como tal debéis respetarla. Aunque algunas de vuestras chanzas jueguen a mi favor. —dijo, bajándose de la tarima con paso grácil y elegante— Lo que nos traemos entre manos es lo suficiéntemente importante como para dejar nuestras diferencias a un lado, al menos temporalmente— miró entonces a Natalya, más cerca ahora de ella— ¿Coincides al menos en eso conmigo, Natalya?

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23/10/2014, 12:43
Natalya Svyatoslav

Natalya, que había alzado las cejas, y se encontraba dispuesta a responder las palabras de Tiberius, se vio primero interrumpida por las palabras de Gulam, que arrancaron una media sonrisa de su rostro, y seguidamente por el requerimiento de Ana. 

— Sin duda hemos vuelto a los viejos tiempos— concedió al Golem, antes de responder a la mujer que se dirigía a ella— Así sea, Ana. Todo por nuestra bienamada Constantinopla, que es al fin y al cabo, el motivo por el que he acudido a tu llamado.— dedicó una mirada de soslayo a Tiberius, antes de volver a dirigirse a la anfitriona— Espero que semejante esfuerzo sea requerido a otros por igual. No he venido a rendir pleitesía a nadie, y eso bien lo sabes. Tiempo ha que eso no es posible entre nosotras, y quizá deberías explicárselo al caballero que te acompaña—dijo, adoptando una postura más relajada— En cualquier caso, el viaje ha sido largo y tedioso. Si me lo permites, me gustaría retirarme y descansar. 

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23/10/2014, 12:57
Ana Comnena

Ana asintió ante la petición, sin añadir más palabra, y ante el gesto, Natalya se dispuso a abandonar el patio interior, no sin antes dirigirse a sus acompañantes a quienes dedicó unas breves palabras, antes de desaparecer por las puertas nuevamente, acompañada por un criado. 

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23/10/2014, 12:59
Natalya Svyatoslav

Natalya se dirige a vosotros antes de abandonar la reunión— Me gustaría reunirme con vosotros antes de que amanezca. Acudid a mis aposentos cuando decidáis retiraros a descansar. 

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23/10/2014, 13:02
Malaquita

Tras la partida de Natalya, los ánimos parecen relajarse, y los allí presentes reanudan sus conversaciones. 

Uno de los hombres que acompañaba a la dama, sin duda un nosferatu, a juzgar por su aspecto tosco y deformado de piel endurecida y de brillo pedregoso, se acercó a Gulam— Mi buen Golem, es todo un honor encontraros aquí, y bajo el estandarte de esta causa.— algo parecido a una sonrisa surcó su rostro, aunque dadas sus facciones era difícil adivinarlo con exactitud— ¿Cómo se encuentra vuestro sire, el Barón? Recibo noticias suyas asiduamente, pero no me ha dicho si se unirá pronto a nosotros y ciertamente, sería una gran satisfacción que nos acompañase en breve. Sin duda sus más que comprobadas cualidades serían bien recibidas. 

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23/10/2014, 13:10
Malaquita

En un movimiento rápido y disimulado, Malaquita introduce un trozo de pergamino doblado en uno de los pliegues de tu armadura. 

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23/10/2014, 13:18
Demetrios

Llego al lugar con el resto de mi grupo, ataviado de unas ropas elegantes, aunque debido a mi corpulencia queda claro que estoy más habituado a la armadura que a la seda. Nada más llegar mi mirada va directa a la anfitriona del lugar, soy totalmente consciente de las redencillas entre Natalya y ella, y ciertamente no guardo ninguna simpatía por la atractiva Commena.

Aprieto la boca haciendo que los músculos de mi rostro se marquen más que a mi entrada e inclino la cabeza como gesto de saludo a la señora de Nieca.

— Señorías— saludo verbalmente para no provocar mayores tensiones y rápidamente elevo de nuevo la cabeza quedándome en pie y firme justo al lado de Natalya.

No me parece muy correctas las disputas que comienzan, y más teniendo en cuenta que quien está propulsando todo eso no es más que un perro faldero que tan obedientemente ladra ante cualquiera que mire mal a su dueña. Me tengo que morder la lengua para no mandarlo callar o ponerle un bozal, pero estamos ante una empresa demasiado improtante como para que un estúpido o una discusión lo echase todo a perder.

Con ganas de dejar a cada uno en su sitio, dedico fugazmente la mirada hacia el resto de los vástagos presentes, observando caras más conocidas, menos y dedicando más tiempo para observar a una mujer peculiarmente hermosa hasta que un tipo de aspecto salvaje se acerca a nosotros. Si conoce a Malaquita no creo que suponga un problema para nosotros, y desde luego si el Nosferatu o mi sire me necesitan, saben que solo tienen que decirlo.

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23/10/2014, 13:21
Demetrios

Me quedo mirando unos segundos de más al perro callejero que sigue a Ana y asiento hacia mi sire cuando nos dice que quiere hablar con nosotros.

— Cuenta con ello— respondo con seguridad a mi sire.

Desde luego, Natalya no debe ninguna pleitesía a Ana, y como tal, yo tampoco, pero por ahora más vale aceptar las reglas de juego de la casa de la señora de Nicea, por mucho que me disguste.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Posición

Dificultad: 7

Tirada (4 dados): 4, 2, 5, 7

Éxitos: 1

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23/10/2014, 13:47
Iacobos Prosopophoros

Asiento ante las últimas palabras que Natalya me dirige antes de partir a sus aposentos. Me parece que seguir a Natalya sería una opción cómoda, pero no la más adecuada habiendo sido invitados, y menos aún mientras mi sire permanezca en esta estancia y él no me haya dado permiso.

Al ver que las conversaciones se relajan y se hacen más abiertas, relajo ligeramente mi postura aunque intento mantener aún el porte que me corresponde como noble entre nobles. Puede que ellos no consideren mi nueva sangre Nosferatu tan digna de mención entre las altas esferas como la propia, pero en Constantinopla éramos unos miembros más de la familia Micaelita y estamos todos aquí por el legado del Patriarca, así que espero poder comportarme como sería lo propio.

Recordando a antiguas personalidades con las que me crucé cuando Constantinopla aún era lo que fue, reconozco a Diego de Monferrato. No así a la mujer que lo acompaña. Por los velos y alhajas que porta deduzco que se trata de alguien de buena posición como él; quizás se trate de una chiquilla o protegida. Por un momento pienso en acercarme a él, pero lo cierto es que no recuerdo que tuviéramos especial trato en su momento. Decido que lo más propio es formar parte de las relaciones de mi sire, así que doy unos cuantos pasos discretos en dirección a Malaquita. En cuanto quedo a su lado y delante, por tanto, del hombre al que él se ha referido como «Golem», hago una ligera inclinación de cabeza a modo de sucinto saludo.

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26/10/2014, 18:51
Gulam Akropolites

Sonrío, mostrando mis dientes y colmillos abiertamente.

Mi sire se unirá a nosotros, eso no debe preocuparos. Yo también estoy deseoso de verlo. Hace mucho que no veo al Barón, y me encantará volver a verlo  en medio de la batalla. Sólo ansío ver correr la sangre de los latinos y los cruzados en las calles, tal como ocurrió en el pasado con la de nuestros aliados. 

Giro mi mirada, para ver al recién llegado al lado de Malaquita, mirando con curiosidad a aquella máscara. 

Curioso atuendo, compañero. Acostumbro a ver la cara de Malaquita y los de su clan, pero lo de la máscara es algo a lo que no estoy acostumbrado. ¿He de entender que pertenecéis a la orden de San Lázaro, caballero leproso? - digo, con una sonrisa en la cara. - Jajajaja, no te lo tomes a mal, no he sido con tono despectivo.

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26/10/2014, 21:56
Iacobos Prosopophoros

Inclino la cabeza a modo de saludo.

En absoluto me ofendéis. Porto con orgullo el peso de la máscara y de la regla de la orden por gracia de Dios Nuestro Señor. Mi nombre es Iacobos, caballero leproso de San Lázaro, y me llaman Prosopophoros, portador de máscara —me presento—. Soy chiquillo de Malaquita, chiquillo de Vasilli.