Partida Rol por web

Avanzáis por aquel pasillo, el cual a todas luces son nichos excavados en las paredes los cuales ocultaban los restos de cuerpos enterrados. El tiempo solo ha dejado restos de huesos en aquellos nichos, pero es evidente que fueron enterrados en aquella tumba. A medida que avanzáis os dais cuenta que muchos de esos nichos tienen saeteras ocultas (una buena galería de tiro parecía aquel pasillo).

El pasillo gira a la izquierda, y avanza de nuevo recto. La pared de las catacumbas que da al gran salón tiene un rostro con cuernos similar al de la sala de entrada.

El gran salón es una enorme cámara llena de pilares que termina en un estrado de piedra, sobre el cual se alza un tosco sarcófago también de piedra. La pared tras el sarcófago tiene otra cara con cuernos, pero esta sonríe en lugar de fruncir el ceño.

De los enemigos no hay ni rastro.

Sin ningún enemigo a la vista y haciendo caso de las palabras de Prang, Leokas pone sus sentidos a trabajar para buscar cualquier cosa relevante o peligrosa. -Vamos Cubert,  a ver cómo de fino es tu ojo de comerciante.- Bromeó con el humano justo antes de comenzar la búsqueda. Se fijó en los muros de la estancia tanto como en el suelo de la misma, siempre atento al menor ruido extraño o cualquier parte de la sala que no fuese todo lo normal que debiera. Aunque no hubiese ningún enemigo visible, siempre podrían estar acechando desde algún lugar oculto.

Dado que parecían haber dado con un lugar donde podían separarse y buscar, Prang pensó que en ése momento no tenía demasiado sentido quedarse quieto mirando, así que volvió sobre sus pasos hasta la entrada, para recoger su mochila y mirar que sus caballos seguían en su sitio. A paso ligero podía ir y volver en un santiamén. "Voy a mirar si va todo bien en la entrada y vuelvo...no sea que éstos pasillos hagan un círculo y los malos se nos escabullan por detrás sin que nos demos cuenta...vuelvo enseguida, pero por el otro camino, si es que llega hasta aquí....¿se viene alguien?"

Acto seguido, salió a buen paso hacia la salida de nuevo, si alguien se iba con él, lo seguiría.

De momento el lugar tiene algo extraño, con disparos que han cesado pese a encontrar evidencias de que les podrían estar masacrando. A menos que las saeteras fueran automáticas accionadas por la presión en alguna piedra del suelo por ejemplo, pero a estas alturas tras cruzar un túnel como el anterior, ya la habrían accionado.

De manera similar a Leokes, Rakka intenta involucrar al gnomo en los quehaceres del grupo, para a su vez asegurarse de que el gnomo no prepara alguna sorpresa desagradable mientras nadie se fija en él. Si bien no han hecho nada que provoque la suspicacia del cruzado, no puede evitar pensar que la calma sea debida a que no quieren herir a sus compinches...

Norry! Qué significa esta cara? Os la encontrasteis cuando estuvisteis aquí Cubert y tú? Girándose hacia Prang, se da cuenta de algo. Vuelve a dirigirse al gnomo, bajando la voz aunque suficiente para que sus compañeros les oigan. Por cierto, vosotros ya habíais estado aquí. No nos habéis dicho nada del camino que hemos elegido, es por donde entrasteis vosotros? Están por aquí vuestras mercancías? Os adentrásteis mucho en la tumba?

Uhm, ten cuidado Prang. Te esperamos aquí, pero grita con fuerza si ocurre algo.

Las mercancías deberían estar aquí, en esta sala- responde el gnomo. Por lo que parece, su compañero se ha puesto manos a la obra a investigar por la sala- y si, esas estatuas son parte de este sitio, aunque no se que significan.

Justo en ese momento Leokas da con dos detalles interesantes. Al fondo de la sala hay una puerta secreta, y justo a uno de los lados de este enorme sitio otra. En ninguna hay trampa alguna. La sala de al lado lleva a una pequeña habitación con lo que parece tener un ataud en medio de la sala. La puerta secreta del fondo conduce a un largo pasillo pero no ves muy bien hacia donde lleva.

Y tras este descubrimiento, Prang vuelve, comprobando que todo afuera está en orden y sobretodo, que por el otro pasillo -que conecta al igual que por donde habéis entrado con esa sala- no hay ningún enemigo a tener en cuenta.

Encogiéndose de hombros, Rakka pone al día al recién regresado paladín. Por lo visto las mercancías de los comerciantes deberían estar en esta sala. Pero no hay rastro. Tu mochila seguía en su sitio o también la han robado los misteriosos acechadores de la tumba? Este sitio me está poniendo de mal humor... rezonga el cruzado.

Leokas les llama la atención acerca de sus descubrimientos. Vaya, al menos hemos encontrado algo que se suponía debía permanecer oculto a nuestros ojos. Algo de buenas noticias. Miremos si han apilado algo al lado de la tumba, pero por lo demás yo dejaría descansar a los muertos. Que sepamos, ellos no nos han hecho nada. Pausa. Todavía.

Señalando la otra puerta, termina, Después sigamos por ese pasillo. Os parece bien compañeros? Blaze, podrías intentar detectar magia en esa sala? Cabecea hacia la habitación de la tumba.

De nuevo la agudeza visual de Leonas se hacía valer al descubrir un par de puertas ocultas. En principio, no parecía haber peligro alguno en ellas y no dudó en echar un vistazo para ver qué se escondía detrás de cada una. -Un vistazo rápido no puede hacer mal a nadie. A lo mejor hasta averiguamos quien tuvo el honor de ser enterrado aquí.- Dijo con una sonrisa burlona para luego internarse en la la sala a la que se accedía por una de las puertas secretas. De nuevo los ojos del semielfo buscaron cualquier inscripción, signo o recoveco que pudiera resultar sospechoso, interesante o ambas. 

Prang llegó a la salida, recogió su mochila de entre las piedras donde la había dejado su compañero, se la puso, se pertrechó de nuevo con todo, salió al exterior unos pasos, comprobó que los caballos seguían en su sitio, pegó  un vistazo alrededor y volvió por el otro camino, escudo preparado y hacha más preparada aún.

Nada. Todo tranquilo.

Al llegar a la sala con todos de nuevo, Prang parecía perplejo..."Vaya, esperaba escuchar pelea o gritos...ver caballos alejándose, los nuestros.....nada. ¿Las flechas de la entrada, serían una trampa...verdad? No tiene sentido otra cosa."

Al constatarle el resto que las mercancías de los comerciantes deberían haber estado aquí y que no había rastro de ellas, ni de los supuestos asaltantes, Prang no dudó. "Os las han robado, evidentemente. Pero han sido más rápidos que nosotros.". Paseó la mirada por los rostros esculpidos en la roca y se acercó al sarcófago, intentado dilucidar a qué religión pertenecería aquel lugar.

"Si es que habían mercancías que robar..." pensó mientras andaba, pero se guardó muy mucho de decirlo o de que su expresión cambiara. Tenían que seguir manteniendo bajo vigilancia a aquellos dos.

"Estoy de acuerdo con saber a quién pertenece ésta tumba, estos dioses y si no hay ningún peligro en ésa sala, y para eso hay que mirar...pero también estoy de acuerdo en dejar tranquilos a los muertos. No hemos venido a expoliar ninguna tumba....a menos que logremos identificar a qué iglesia pertenece y si es conveniente, llevárselo para que lo guarden en un sitio más seguro y menos solitario que éste....o destruirlo si pertenece a la Iglesia que no toque." dijo el enano, mirando alrededor y sintiendo la antigüedad del lugar.

Alzó la mano e intentó detectar el mal en la sala del ataúd, donde su compañero Leokas investigaba. "Oh, Gorm Gultyn....concédeme tu favor."

Leokas inspecciona la zona, no encontrando mas trampas -ni ningún tipo de mercancias, ya puestos- en la zona. El enano aprovecha para investigar algo más la tumba. Desgraciadamente no logra identificar nada de ella. Aquel lugar era demasiado antiguo para que pudiera sonarle de algo. 

No ves nada inusual, pero justo en el momento en que te acercas a la tumba y la observas, el gnomo y el humano se miran rápidamente entre ellos. Ha sido solo un segundo, pero si lo suficiente para detectar ¿preocupación? No logras identificarlo, pero algo extraño hay en ese comportamiento. 

Prang no lograba dilucidar a qué dioses pertenecía la fe que profesaban los muertos enterrados en aquella tumba, probablemente debido a que no habían utilizado los símbolos más genéricos...o simple y llanamente porque Prang no lo sabía...habían demasiadas religiones, entre humanas, élficas, orcas...y cada una con sus variantes y diferencias, incluso en la misma iglesia. Meneó la cabeza disgustado, sabedor que, en el fondo, debería haber prestado más atención a los libros....debería solucionarlo, pero ahora mismo no era el momento.

Levantó la cabeza para concentrarse en la sala de la tumba donde Leokas había entrado, empleando el poder garantizado de su Dios, cuando vio con claridad algo que le preocupó. Demasiados secretos. Aquello tenía que acabar.

Prang aprovechó que el Gnomo estaba cerca de la puerta secreta donde su amigo Leokas se había metido, para ir en ésa dirección con cierto disimulo, sin decir nada.*

Una vez llegó al lado del Gnomo, la voz profunda del Enano resonó en la estancia de forma grave. Ya no solo por las dimensiones de la sala, si no por el tono y el sentimiento de hastío y pesadumbre que emanaban de la misma. Era un tono firme, seco, fueron palabras ecuánimes pero dichas de tal forma que no daban pie a que se cometiera una equivocación, a riesgo de que el Enano se enfadara. "Amigo....sabéis algo más sobre éste lugar, o nos escondéis algo, es el momento más adecuado para decirlo o confesar...y es muy posible que os perdonemos el deslíz. Normalmente tengo más paciencia que un guardia de puerta de ciudad....y te aseguro que no quieres verme enfadado. Somos buena gente, pero tenemos cosas que hacer y no nos gusta que nos tomen el pelo, en cualquier sentido. No ME gusta que me tomen por tonto. Habla. Y seguiremos siendo amigos."

No hizo ningún movimiento amenazante, incluso separó ligeramente el escudo de su corpachón, al igual que bajó el hacha mostrando que lo que quería era hablar...por ahora.

Dado que él se había acercado al Gnomo, esperaba que Rakka fuera lo suficientemente inteligente y, tras escuchar sus palabras, se pusiera cerca del otro "amigo", por si intentaban algo raro. También esperó que el resto de compañeros se pusieran alerta tras escucharle. Allí pasaba algo y éstos dos sabían más de lo que aparentaban. 

Rakka se fija en que Prang no da ninguna información de la zona de la tumba; por su rostro, habitualmente transparente, deduce que no ha averiguado nada. Como después se pone a hablar con el gnomo, Rakka no le presta atención porque no parece una de aquellas ocasiones en que "enseñan el hacha". Bah, que aburrimiento. Decidido a ser de utilidad mientras tanto, prueba suerte investigando él mismo la tumba, pues como clérigo de Tempus, también recibió enseñanzas en el pasado -cuando llegó a un asentamiento humano siendo joven y fue formado por otro clérigo- y podría averiguar algo en caso de hallar símbolos u otros motivos y adornos.
 

Descubres unas marcas en la tumba que indica que esta se ha "forzado". La tumba ha sido abierta anteriormente. Por lo demás no distingues a que dios o religion pudiera pertenecer aquel templo y el féretro.

El gnomo sostiene la mirada del enano, mientras que su compañero humano se coloca al lado del mismo. No se podía negar que la relación de ambos personajes era sincera: el tono del enano, si bien no del todo amenazante, si indicaba claramente que algo extraño pasaba, por lo que Cubert se colocó cerca de su amigo por lo que pudiera pasar. Se encontraba relajado, pero no quitaba la mirada del enano en ningún momento. 

Tras este momento algo tenso el gnomo alza las manos.

Haya paz, haya paz. Creo que nadie quiere tener problemas aquí. Me temo que tienes razón, pero no pienses cosas extrañas. Simplemente ocultamos que existía esta sala pero porque aquí guardabamos nuestras mercancías. Sentimos no haber dicho nada pero uno durante tanto tiempo de viaje no sabe en quien confiar, y bueno, digamos que preferíamos mantener esa sala en el anonimato y una vez terminado en este sitio poder recoger nuestras pertenencias y cada cual por su lado. 

Mmm, oye Cubert... interviene de pronto Rakka, con la mirada prendida en la tumba con aire ausente. Las mercancías las guardabais en la estancia, o dentro de la tumba? Esta tumba ha sido abierta anteriormente. Saqueada, supongo. Con estas palabras, la mirada de Rakka se endurece, y parece volver a la realidad. Mira fijamente a Cubert y al gnomo, y cae en la cuenta de la conversación con Prang.

Al escuchar las palabras de Prang, Leokas también adopta una pose de precaución al igual que hizo Cubert antes de que Norry hablase intentando calmar los ánimos. Comprendía en cierto modo la manera de actuar de los dos comerciantes pero, si albergaban esa desconfianza hacia ellos, ¿por qué arriesgarse invitándolos hasta lo que era su escondite? Estaba claro que lo que escondían aquí les es de gran importancia. -Bueno, gracias por sinceraros. Más vale tarde que nunca, como dicen por ahí.- Intervino el semielfo medio en broma. -¿Alguna que otra revelación antes de que continuemos buscando por esta tumba?- Preguntó sin poder evitar cierto tono sarcástico en su voz. 

El gnomo suspira con resignación- en la tumba- dice finalmente. Estaba claro que no quería revelar aquella información- y no, no tenemos mas información de este lugar- sus palabras parecían ser sinceras- a decir verdad, solo queremos coger nuestras mercancías y proseguir con nuestro camino.

La confesión del Gnomo ilusionista y su compañero Humano hicieron que Prang asintiera un par de veces, como confirmando algo que él ya sospechaba..."Bien, bien....¿ves? Mejor así...aunque lo de esa flecha me sigue pareciendo extraño...¿La habrán puesto los que antes estaban aquí? ¿Una sóla trampa? No tiene sentido..".

Pese a todo, no dejaban de estar en una Tumba y de ser un lugar sagrado, aunque Prang ahora mismo no supiera a qué Dios pertenecía éste lugar. La protrera confesíon del Gnomo sobre el uso que le daban a aquel lugar de reposo hizo que Prang ladeara la cabeza sopesando posibilidades. Se quedó en el umbral de la puerta del cuarto donde estaba Leokas, como la piedra que pones para que no se cierre una puerta.... "Creo que lo mejor será echar un vistazo a vuestro botín y dejar éste lugar en paz."

Hizo un movimiento de cabeza a ambos "comerciantes" y les señaló con la barbilla la tumba..."Adelante, mirad si están vuestras cosas."
 

"Rakka....¿tú sabes a qué Dios pertenecía éste lugar?"

No tengo ni la menor idea. No lo relaciono con ninguna deidad ni religión que conozca. Responde Rakka torciendo la boca, incómodo por no poder aportar más información. Bien, veamos qué hay dentro, entonces. El cruzado queda a la espera de que Cubert y Norry levanten la tapa del sarcófago. Por si acaso, sigue vigilando el pasillo, hacha en mano.