Partida Rol por web

Cortejo de Moscas

Capítulo Dos: Consultadlo Con La Almohada.

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21/09/2023, 22:46
Narradora

Las preguntas se abultan en las mentes y labios de los presentes ante lo que acaban de escuchar, aunque nadie interrumpe de momento. El abogado Harper coloca los primeros folios aparte, mostrando un folio anexado junto con un sobre más pequeño. Cuando levanta la mirada para continuar con la lectura del documento, unos golpes ansiosos suenan en la puerta. Pero, si todos los invitados y servicio de la casa se encuentran presentes dentro de la habitación, ¿quien está al otro lado?

Saliendo un poco del estupor ante tan insólito evento, Lucius se dirige a la puerta y luego de dudar con su mano en el pomo, lo gira y abre, al tiempo que un nuevo relámpago cae, iluminando el pasillo. Al otro lado se encuentra una figura femenina, empapada y chorreando agua, que sumado a su extravagante aspecto provoca reacciones distintas entre los presentes. Nadie parece reconocerle, excepto por una persona.

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22/09/2023, 00:00
Margot

Golpeó la puerta como si la vida se le fuera en ello. Como si la estuviera persiguiendo Norman Bates arremangándose el vestido cuchillo en mano, y la cortina de la ducha no fuera a protegerla. En realidad, pasaba algo mucho peor que eso. Mucho peor que un asesino psicótico. Mucho peor que morir en la ducha. Mucho peor que cualquier cliché de película de terror. Estaba en medio de la nada bajo una lluvia torrencial y ni siquiera había traído paraguas.

¡Joder, ya era hora! —Entró tan pronto le abrieron la puerta, sin pedir permiso ni fijarse siquiera quien le había abierto —Tengo hasta el coño empapado con este puto diluvio de mierda —Resopló por la nariz, rodando los ojos como si fuera culpa de quien organizó aquello haber elegido mal el clima.

Lo primero que hizo al entrar, luego de los gruñidos, fue sacudirse como un perro mojado para quitarse un poco de agua de encima. Por supuesto, su esfuerzo era en vano. Incluso su chaqueta de cuero, predominantemente roja pero graffiteada, cosida y parchada, había absorbido tanta agua que ya no le protegía de nada. Se la quitó rápido, tirándola al suelo cerca de la puerta, para agarrarla al salir. Sin contar esa prenda, toda su ropa era negra. Llevaba dos camisetas, guantes, unos pantalones cargo y varios accesorios, de los cuales al menos un 90% eran collares. Por último, calzaba botas negras con plataformas enormes, en cuya punta había pintado fauces.

Recién entonces miró alrededor, y al reconocer a uno de los presentes su rostro de enfado pasó a auténtica alegría. Como si nada, su ceño fruncido se relajó dando paso a ojos brillantes, y sus labios apretados se curvaron en una sonrisa casi tan grande como la altura de sus zapatos.

¡Papiii! —Avanzó rápido hacia uno de los hombres dentro de la habitación, abriendo los brazos. Sus pasos firmes sonaban casi tan fuerte como los truenos, pues a juzgar por el ruido que metían sus bolsillos estos debían alojar varios elementos metálicos y pesados dentro.

Cuando por fin llegó a Rhys, lo estrechó en sus brazos con muchísima fuerza, encogiéndose contra él como una niña pequeña. No era demasiado alta, así que aún con tacones apenas le llegaba al pecho —¡Te eché de menos!

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22/09/2023, 22:21
Rhys Michael Johnson

Escuché con mucha atención la lectura de aquel testamento que me pareció redactado por un demente. ¿Un año, encerrado allí, con toda esa gente desquiciada? ¿Con mi madre? ¿Incomunicado del exterior? Necesitaba el dinero, mi empresa lo necesitaba, pero en cuanto escuché aquello supe que tendría que conseguirlo en otro sitio. No podía quedarme incomunicado durante un año. Tenía una firma que mantener a flote. Tenía hijos, por mucho que no los viese tanto como habría querido. No, no me quedaría.

Miré con extrañeza hacia la puerta cuando alguien llamó. Paseé la mirada por todos los presentes, y no encontré nadie que faltase, así que esperé a que alguien abriese suponiendo que sería algún criado el que estaba llamando. Por eso, al ver que la que estaba al otro lado era mi hija, tuve que pestañear varias veces con incredulidad hasta asimilarlo. Y para entonces ella ya estaba dándome un abrazo que me enterneció más que cualquier cosa que hubiese visto u oído aquel día.

Margot… ¿pero qué…? 

La apreté contra mi pecho durante algunos segundos, pero luego le puse las manos en los hombros para mirarla a la cara. Estaba muy guapa, se parecía más a Monica que a mí, y al pensar en mi exmujer, mis labios se fruncieron en una mueca.

¿Qué haces aquí? ¿Tu madre sabe que has venido? ¿Callum está bien? 

Tenía más preguntas, pero respiré despacio por la nariz y me la quedé mirando, a la espera de que respondiese aquellas. Entonces, de repente, caí en algo y mis ojos se apartaron de ella para mirar a Priscilla. Apreté los labios y arrugué un poco el ceño.

Madre —llamé—. Te presento a tu nieta.

Y vaya, estaba completamente seguro de que Priscilla no iba a aprobar nada en mi hija. La juzgaría y censuraría, como hacía siempre con todo. Pero qué demonios. Si había un momento para que Priscilla Bartou mostrase una pizca de sentimiento, debía ser aquel.

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23/09/2023, 12:07
Thomas Collins Bartou

Thomas se quedó visiblemente perplejo por unos largos instantes tras la lectura del testamento, realmente le habían sorprendido aquellas clausulas y debía meditarlo pausadamente, estaba en un momento profesional muy bueno y no estaba seguro de que pudiera permitirse perder un año de su carrera por un asunto tan extraño y aún más extraña compañía. En verdad era algo que no le convenía en absoluto, tal vez fuera mejor irse y dejar las cosas como estaban.

Entonces, como producto de la lluvia y la tempestad irrumpió aquella nueva presencia, la excéntrica jovencita que no tardó en revelarse como la hija de Rhys. La perplejidad y el asombro dieron paso a la curiosidad y de ahí a recuperar su habitual talante y encanto, dando dos pasos hacia la recien llegada al tiempo que se sacaba la americana de su traje de piloto y hacía amago de ofrecérsela a la chica, deteniéndose educadamente antes de invadir su espacio vital.

-Hola- la saluda amablemente con una sonrisa divertida y simpática el hombre rubio.- Soy Thomas, tu primo bueno, uno de ellos. Puedes coger mu chaqueta si quieres, estamos sin luz y no quiero que cojas frío con la caladura que llevas.

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24/09/2023, 10:53
Rosalind Bartou

La rocambolesca del testamento se aclaró una vez lo leyó el abogado. Dejó todo a su familia y descendientes, lo cual era de esperar. Pero la lista de condiciones para ello fue una petición chocante por parte de mi padre... aunque eso aclaraba el tema de las circunstancias exigidas por él durante su funeral... 

-¿Mi padre quiso que nos quedásemos aquí... incomunicados durante un año?... - el resto no me parecía tan anormal, pero ese punto era de lo más extraño. Entonces me sorprendió el trueno repentino y la aparición tan escandalosa de la chica pintada de negro, que me hizo girarme en mi asiento de un sobresalto.

Nada más verla y oírla hablar se me abrió la boca de la sorpresa y shock, con una expresión de desconcierto absoluto. Y va y se presenta como la hija de Rhys. ¿ESA era la hija de Rhys?... cielos santo como había cambiado la pobre criatura. Hice una oración para mis adentros y mis ojos abiertos pasaron directamente a Priscilla. A saber qué iba a decir al respecto. 

Desde luego yo no dije nada. Cerré la boca apretando los labios, algo desconcertada como de costumbre. Bastantes preocupaciones tenía en mente tratando de comprender en qué estaba pensando mi padre con todo aquello.

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25/09/2023, 01:19
Edward "Ed" Bartou

Edward hizo un gesto de desagrado después de la lectura del testamento. La petición que había hecho Marceló le resultaba tan rocambolesca que no había forma de que la aceptara. En su caso, ni siquiera podía intentarlo.

A esas alturas de su carrera, dirigiendo películas con mejor o peor suerte desde el inicio de la década de los 2000, el cineasta ya había reunido un buen pellizco y podía permitirse vivir en una mansión, por lo que no necesitaba de la fortuna familiar de su primo.

-¿Quedarnos incomunicados aquí todo un año? -expresó la parte que sabía que no podía cumplir. Y a la vista del comentario de Rosalind, él no era el único al que aquella condición no le agradaba-. Me temo que yo no podré. No me importa renunciar a mi parte de la herencia, pero no puedo quedarme viviendo en este lugar por todo el año -declaró, cruzando sus fuertes brazos sobre el pecho, en una pose propia de portero de discoteca. Y tenía los músculos, aunque desde luego no la altura-. Tengo que rodar una película para Netflix. Me toca seguir unos plazos, estar en el set de rodaje una serie de días... no puedo dejar de rodar así como así.

Ed estaba dispuesto a hacer malabares con las cláusulas del testamento, buscarle la letra pequeña para poder rodar su peli de naves espaciales para Netflix a la vez que permanecía en el hogar de Marceló, pero no veía cómo poder hacer ambas cosas a la vez. Era, literalmente, imposible.

​​​​​Era tal el mazazo de la noticia que había recibido Ed con la lectura del testamento que apenas prestó atención a la recién llegada hija de Rhys. Edward tenía serios problemas para comprender a los veinteañeros y adolescentes. El afamado aunque poco talentoso director tenía ocho hijos, cuatro de un primer matrimonio de los cuales ninguno le hablaba, dos del segundo y dos más adoptados cuando Brad y Angelina pusieron de moda lo de adoptar niños extranjeros. Pese a ello, la mayor parte del tiempo, Edward la pasaba rodando o ejercitándose en el gimnasio, por lo que se le podría considerar un padre ausente.​​

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25/09/2023, 12:20
Priscilla Bartou

No tenía sentido. ¿Su hermano se había vuelto definitivamente loco? Ya lo suponía después de la muerte de Dorotea y su excéntrico encierro en la Mansión. Las circunstancias que habían rodeado su propia muerte también eran sospechosas de algo más que una defunción "normal". Pero ahora, la lectura del testamento y sus condiciones eran simplemente la confirmación de una total perturbación mental. Desquiciado, completamente desquiciado.

Mientras iba escuchando Priscilla iba pasando la mirada del maldito papel, a Rhys, y a... ¿Lucius? Eso parecía. La mujer estaba evidentemente perpleja, y no podía articular palabra. Sopesaba. ¿Qué iba, qué podía hacer? ¿Acaso le preocupaba que se le escapara su pellizco de la inmensa fortuna que estaba sobre la mesa? Si no se quedaba en la casa, incomunicada durante un año entero, perdería ese descomunal pellizco. ¿Era eso lo que le importaba a la anciana matriarca...?

Quizá hubiera hablado, quizá habría dado alguna pauta de lo que realmente la preocupaba, si no hubiera sido por la llegada tan oportuna como inesperada de... ¿La hija de Rhys?

Un monigote de negro. Así la vio Priscilla, una muñeca mojada hasta las pestañas de negro maquillaje goteando mejillas abajo, los pies alzados por las suelas enormes que ni así conseguían elevarla a la altura del resto, danzando como un esperpento incongruente en la Casa de la Muerte en la que la Mansión Bartou se acababa de convertir. O quizá su disfraz era el más indicado, después de todo.

Y, para colmo, la presentación que Rhys acababa de hacer, como si esperara que la recibiera con alguna ternura, con los brazos abiertos. ¿Es que él también estaba perdiendo el juicio?

La miró ceñuda, altiva, desaprobadora.

-No te pareces a tu padre, querida. En nada.

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25/09/2023, 14:02
Margot

Ante las preguntas de su padre, Margot negó con la cabeza e hizo un gesto con la mano, como restándole importancia a esos asuntos. Lo único que sí respondió fue la interrogante sobre el friki de su hermano, a la que no tardó en asentir con una pequeña sonrisa en la comisura de los labios. Sabía que Rhys se preocuparía si no contestaba a eso.

La verdad era que le hacía un poco de ilusión conocer al resto de la familia, por lo que sus ojos recorrieron la sala con curiosidad y expectativa, buscando a quien llamaba su padre. Esa habitación estaba llena de misterios, y nada le gustaba más a la joven que investigar lo desconocido.

Por supuesto, la mirada que la recibió no fue la que se esperaba. Divertida por las palabras de la señora, alzó una ceja y ladeó la sonrisa.

Es verdad, todo el mundo dice que soy igualita a mi madre —Le concedió —No me había dado cuenta del cumplido que era eso hasta que te conocí a ti —Amplió un poquito la mueca en sus labios— ¡Menos mal que no salí a mi abuela!

Entonces notó al chico guapete que se acercaba y dejó de prestarle atención a la vieja. No solía gustarle mucho la gente con uniforme, pero ese en concreto tenía una sonrisa muy bonita. Además, un piloto era distinto a un policía. Podía caerle bien alguien que estaba acostumbrado a vivir en las nubes.

Ay, que majo, muchas gracias —La expresión de Margot se suavizó volviendo a iluminar sus ojos con alegría mientras recibía la chaqueta —Afuera hace un frío que te cagas —aseguró, abrigándose bien y acurrucándose un poco dentro de la americana. Le quedaba grande, pero eso solo significaba que podía enterrarse un poco más.

Me gusta tu perfume —aprobó con un asentimiento lento, antes de mirar a su padre otra vez —Bueno, ¿y? Que alguien me ponga al día, ¿qué me perdí? —Diría que tenían cara de funeral, pero...

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25/09/2023, 21:51
Rosalind Bartou

Lancé una mirada fulminante a la recién llegada hija de Rhys. Soltar semejante comentario a su abuela! ¿Es que Rhys no le había enseñado ni un mínimo de modales o actitud?. Estaba totalmente fuera de lugar teniendo en cuenta que estábamos todos de luto por la muerte de mi padre. Este día iba de mal en peor. Deseando para mis adentros que su propio padre demostrase tener algo de dignidad para comentarle a su niña adolescente que se controlase, y con mi rigidez acumulada por todo lo ocurrido, miré de nuevo al abogado tratando de ignorar lo que acababa de pasar.

-A efectos inmediatos... ¿después del funeral, supongo? Un funeral que todavía tenemos que REALIZAR - recalqué la palabra con fuerza, como dando a entender que no teníamos aún enterrado a mi padre y ya estaban hablando de herencias. Y para recordar a algunos que estábamos aquí para enterrar a Marcelo. Aunque después de oír el testamento no me cupo duda de que ahora lo querrían enterrado cuanto antes. 

-Lucius, como va... el tema de las luces? Podrías confirmar si va a durar mucho el apagón? - intenté no perder el foco de lo que estaba pasando. Si seguían pasando imprevistos y sorpresas una tras otra, me veía al borde de un colapso.

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26/09/2023, 10:09
Cletus

Cletus aún estaba sorprendido por lo que había escuchado como requisito para reclamar la herencia pensando en qué clase de persona habría dispuesto algo así. No había crecido con un gran concepto de aquella parte de su familia y cosas así solo hacían aumentar su sensación de que había gente bastante excéntrica. Se había quedado repasando mentalmente los pros y los contras aunque no había tardado más de unos segundos en saber que una cantidad de dinero, fuera cual fuera, no compensaba cumplir los caprichos del fallecido y entrar en el juego de la gente que siempre se salía con la suya manipulando a los demás. Era pobre, incluso algunos dirían que alguien marginal, pero había aprendido a vivir sin dinero, nunca había sido su principal motivación y ahora no iba a renunciar a un año de su vida por eso. Tampoco era que hubiera que vender el alma al diablo o algo parecido, incluso poder conocer a algunas de aquellas personas que eran parte de su familia algo más le resultaba atractivo, pero bajo aquellas restricciones y como una obligación no iba a disfrutar la experiencia.

Y luego está Clem.

Aquel fugaz pensamiento le arrancó una sonrisa. Era irónico que estuviera dispuesto a regresar con ella poniéndola por encima de su propia familia, pero no podía dejarla sola, no en aquellas circunstancias. Así que la decisión estaba tomada y no era necesario alargar más todo aquello. Sus pensamientos se interrumpieron con la llegada de una extraña chica, que también le arrancó una sonrisa por lo diferente que era al resto de su familia.

No se parece nada a su padre, ni a su abuela... ¿Es que ni siquiera la conoce?

Rhys se la acababa de presentar a su madre, parecía que no era el único que se estaba poniendo al día de los asuntos familiares.

-¡Vaya primo Rhys, vaya hija más guapa y enérgica que tienes! -Le dijo intentando hacerle un cumplido y que no hubiera tensión en el ambiente. Se acercó para presentarse.- Hola, soy tu tío Cletus, encantado de conocerte, aunque sea por poco tiempo.

Debía dejar que la reunión siguiera su curso y que el resto procediera con su vida, ya fuera quedándose en la casa o renunciando como él estaba a punto de hacer.

-Yo me voy a marchar, ha sido un placer conoceros -Y sorprendentemente en la mayoría de los casos era verdad.- pero no puedo aceptar las condiciones del testamento, así que renuncio. Espero que podamos seguir en contacto aunque sea dentro de un año. -Dijo con cierta ironía para los que decidieran quedarse allí encerrados.- Tenéis mi número y sabéis donde vivo, siempre seréis bienvenidos en Perdido. -Los que habían tenido interés en coger su número y dirección ya lo habían hecho y aprovechó aquella despedida para dar su contacto a todo el que no lo hubiera hecho y quisiera.- ¡Espero que os vaya todo muy bien! -Dijo con sinceridad, algunos le caían mejor y otros peor pero no guardaba ningún rencor hacia nadie, por su parte el pasado había quedado atrás y deseaba forjar nuevos lazos con esa parte de la familia siempre que el resto quisiera. Se fue despidiendo a la europea dispensando besos y abrazos a quien estuviera dispuesto a recibirlos o un simple apretón de manos o un gesto con la cabeza a los que se mostraran más fríos.- Ed, espero que te vaya muy bien en tu nuevo proyecto y ya sabes, si buscas nuevos escenarios, inspiración o un protagonista guapo para tu nueva película puedes ir a verme jajajaja. -Era un tipo entrañable y apasionado, como músico entendía lo que sentía Ed por sus películas y la emoción con la que hablaba de ellas.- Querida sobrina Margot, aunque nos acabamos de conocer y quizás te sorprenda un poco todo esto, si cuando termines todo este asunto quieres seguir haciendo turismo por Alabama ya sabes que puedes contar con tu tío Cletus. -Aquella chica desprendía energía y parecía que podía poner más incómodos a algunos que él mismo.- Señorita Odette, ha sido todo un placer conocerla, espero que no cambies nunca y sigas siendo una chica tan alegre y sincera. Ya sabes que si necesitas algo aquí tienes alguien a quien puedes llamar. -Sin duda la más dulce de todos, la siguiente sin embargo era el trago amargo de la reunión.- Tía Priscila, ha sido interesante conocerla, se que probablemente no lo hará pero si algún día va hacia el sur... Y no se preocupe, en cuanto llegue a casa le enviaré de vuelta la ropa del tío Marcelo. -Menuda herencia se llevaba, ni siquiera le quedaba bien, pero tampoco quería que su tía pensara que tenía interés en quedarse aquella ropa.- Primo Rhys, ha sido un placer y si algún día te cansas de la ciudad ya sabes que tienes una caravana a todo lujo en Alabama. -Lo del lujo era irónico, pero a pesar de que no tenían nada que ver había hecho buenas migas con su primo y no le importaría volver a verlo de nuevo en otras circunstancias.- Prima Rosalind, siento que nos hayamos conocido en estas circunstancias y si alguna vez quieres ir a verme estaré encantado de recibirte. -Su prima no había parado de atender los pormenores del funeral y apenas había podido estar con ella, así que podían conocerse mejor en un futuro si se daba la ocasión.- ¡Thomas, mi sobrino piloto favorito! No te olvides de esos billetes de avión eh!! Jajajajaja. Nahhhh, en serio, si alguna vez haces escala cerca de tu tío Cletus ni se te ocurra no pasar a verme ¡Eh!

Echas las despedidas con la familia hizo lo mismo con el servicio con los que había coincidido, sobre todo con el hermano Lucius al que le esperaba un año muy entretenido en aquella casa. Esperaría a que terminara el funeral por respeto a la familia y después regresaría a su casa, esperando que la tormenta ya hubiera amainado.

 

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26/09/2023, 10:49
Priscilla Bartou

Así que su nieta era una insolente irrespetuosa. Además de un adefesio vistiendo, eso aparte. Bueno, todo ello corroboraba lo dicho, no se parecía en nada a su padre, y tampoco a ella misma, de modo que no se molestó en contradecirla, ¿para qué, si esa era precisamente la verdad? Aunque el cumplido era justamente que no se pareciera. No podían estar más de acuerdo.

Pero aunque parecía que esa niña quería arrebatar el protagonismo a lo verdaderamente importante, fue primero Edward expresando su intención de abandonar, Rosalind con sus preguntas, y después Cletus también con su renuncia, los que devolvieron el curso de los acontecimientos al cauce que correspondía.

Priscilla no esperó las respuestas del abogado y de Lucius, por mucho que le interesaran. Antes se quedó mirando a los dos hombres que se iban, alternativamente.

-Me apena que no os quedéis, muchachos. Sinceramente. Lo entiendo, cada uno tiene su vida esperándole en algún sitio, personas, trabajos, lugares. Y el... bueno, me temo que hay que decirlo por su nombre... el "capricho" de un difunto no es motivo suficiente para dejar todo a un lado durante un año entero, aún siendo la fortuna que espera tras ese año una excusa tentadora para hacerlo. Yo misma... estoy dudando.

Suspiró, y se la vio abatida por un brevísimo instante. Aunque enseguida recuperó su postura hierática y asintió.

-Me ha encantado conoceros, por fin. A todos. No creo que me quede mucho de vida, no me importa tampoco. Y por lo menos esto Marceló lo ha hecho bien: nos ha reunido, dándonos a todos la oportunidad de conocernos. La familia, eso es lo que importa. A mí me importa. - Por una vez, por primera vez, inició una sonrisa, que aún que no prosperó, quedó ahí. - Edward, espero que triunfes. Aún más, quiero decir. Y Cletus, te equivocas, sí que te aseguro que si algún dia viajo al sur, me tendrás a la puerta de tu caravana. Que espero encontrar limpia y brillante como un cristal de Bohemia. 

Volvió a asentir, esta vez con un gesto de cabeza tan firme que hizo tintinear sus pendientes.

Y entonces sí, volvió a las preguntas, y a su difunto hermano.

-Bien, yo también, como Rosalind, quiero saber más. ¿Qué pasa con los que se mantienen aquí todo un año, sirviendo o lo que sea, y no son parte de la familia, y por tanto de la herencia? ¿Qué compensación reciben por ello? ¿Lucius, por ejemplo, o usted mismo, Harper?

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26/09/2023, 12:43
Thomas Collins Bartou

-Gracias, lo traje de un viaje a Europa, aunque no recuerdo la marca.- acepta el cumplido con humildad, manteniendo el contacto visual con Margot por largos segundos sin pudor. Pasado el momento volvió su atención a sus familiares.

Si tenía alguna opinión sobre cómo estaban recibiendo a la chica, se la guardó para sí, Margot ya había demostrado tener una lengua afilada muy capaz de defenderse solita.

-Yo me quedaré, me vendrá bien este tiempo de desconexión, no tengo familia que dependa de mi en casa y si pierdo mi actual trabajo, bueno, ellos se lo pierden, con mi curriculum puedo postularme para cualquier aerolínea del país sin pestañear.- informa, no con narcisismo, sino con aire tranquilo, como exponiendo una realidad.- Pero entiendo que no todos pueden permitirse el lujo y coincido con Priscila, ha sido un placer tener la oportunidad de volver a coincidir con todos, retomar el contacto y esperemos que esta vez no lo perdamos. -ofrece tarjetas con su número y su e-mail a todos los presentes, empezando por los que habían expresado su deseo de irse- Prometo devolver las llamadas, aunque sea dentro de un año, y visitaros tanto como pueda. 

Cuando Cletus llega hasta él le ofrece un caluroso apretón de manos y una mirada sostenida, clara y encantadora, sonreía con los labios pero también con los ojos.

-Cletus, amigo mío, de broma nada, no sólo te mandaré billetes por navidad o por tu cumpleaños, sino que además espero que tengas preparada una maleta de mano en todo momento por si se me ocurre llamar a tu puerta cuando haga escala, de seguro te ofrezco subir en mi cabina y acabaremos en, no se puede que en Toronto o en Phoenix. Dios dirá.- y se ríe con sinceridad. Tras eso le soltó la mano para no incomodarlo ni alargar el contacto más de lo correcto.

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26/09/2023, 20:50
Rhys Michael Johnson

Por supuesto, no podía esperar que la piedra que tenía mi madre en el lugar del corazón se ablandase por conocer a su nieta. Por supuesto, tampoco podía esperar que Margot contuviese su lengua afilada ante una ofensa tan clara. Suspiré entre dientes y le puse una mano en el hombro, en un gesto que era protector, pero con el que también esperaba poder mantenerla algo controlada. Lo que estaba claro era que no podía reñirle por aquel comentario, porque en mi fuero interno me había encantado.

El recibimiento que le dio Thomas me hizo mirarle con algo de suspicacia. Aún no se me había olvidado la cara de Odette cuando los habíamos encontrado juntos y solos, ni el modo en que la chiquilla se me había aferrado, aterrada. Claro que por lo que conocía a mi hija tenía claro que podía manejarse ella sola con cualquier jovenzuelo, pero me incliné hacia ella para dejar unas palabras susurradas en su oído.

Al que sí sonreí fue a Cletus cuando dijo esas cosas de ella. La miré con un destello de orgullo paternal y le froté el hombro mientras asentía.

Sí que lo es. Las dos cosas.

Escuché luego a los que se iban despidiendo y me froté la sien con dos dedos antes de unirme a los que se marcharían.

Yo tampoco puedo quedarme. Tengo un negocio que atender y que depende de mí. No puedo estar un año incomunicado sin avisar y organizar demasiadas cosas. Además, tengo dos hijos. Me alegro de haberos visto, pero volveré a Nueva York en el primer vuelo que encuentre. Primo Cletus, tendré en cuenta esa oferta de caravana. Si algún día viajas a la Gran Manzana, avísame. Tengo habitación de invitados. 

Me giré hacia Priscilla y asentí con la cabeza.

Madre. Estoy seguro de que serás la mejor heredera posible para la empresa familiar. Hablaremos cuando termine este extraño retiro.

Finalmente, apreté un poco los dedos en el hombro de Margot para llamar su atención. Daba por hecho que ella volvería conmigo a Nueva York, ni se me había pasado por la cabeza otra posibilidad.

¿Tienes billete de vuelta o te saco uno para ti?

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27/09/2023, 03:02
Rhys Michael Johnson

Ten cuidado con el piloto —susurró muy bajito en el oído de su hija—. Creo que se propasa con las chicas.

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27/09/2023, 20:18
Margot

Margot no pareció darse por aludida por ninguna mala mirada. Estaba más divertida con la que le daba Thomas, a quien correspondió alzando las cejas con una sonrisilla, o al menos así fue hasta que el susurro de su padre le hizo fruncir el ceño con extrañeza. Sin embargo, aquel gesto apenas duró un instante antes de distraerse con la intervención de su tío Cletus. No debía ser mucho mayor que ella, así que lo saludó con una alegre sonrisa, entusiasmada por conocerlo. ¿Cómo no hacerlo cuando llegaba llamándola guapa y enérgica?

A la chica se le hinchó el pecho de orgullo al escuchar la respuesta de su padre, ver su mirada y sentir ese mimo en su hombro. Ya solo con eso, la escapada y el largo viaje habían valido la pena.

Encantada también —aseguró a su tío, aunque le quedó dando vuelta la duda de por qué se conocerían por poco tiempo. ¿No tenían aún el funeral entero por delante para conversar? Se irían a beber algo luego, ¿no? Para celebrar al muerto o algo.

Aunque nadie le había explicado de que iba toda esa movida, de la despedida y discurso de Cletus, y de las palabras que le siguieron de boca del resto, logró resolver el rompecabezas de lo que se había perdido. No tenía idea de que hubiesen condiciones para el testamento, pero... Si ya había perdido un año, ¿por qué no perder dos e irse de ahí con los bolsillos llenos?

Aceptó todos los números y tarjetas que le dieran, pues sin lugar a dudas querría conservar el contacto una vez se fueran de ahí. O, bueno, con algunos de ellos. Los contactos del resto los anotaría en las puertas de los baños de bares para que los llamaran. Como el de la vieja, si lo obtenía.

¡Seguro! ¡Ahí nos vemos! —Aceptó la invitación de su tío. No es que Alabama fuera el destino más divertido, pero no pasaba nada por ir a conocer unos días, ¿no? Además, ahí había una fábrica de Hyundai. Quizás podía colarse a mirar, o apuntarse a alguna visita.

Los ojos se le entrecerraron al escuchar a su abuela hablar de lo mucho que le importaba la familia. Le recordaba a la vieja de Encanto, aunque al menos esa se había redimido al final. Quien sabe, quizás esta también tenía esperanza y dejaba de amargarse.

Luego del intercambio entre Cletus y Thomas, que le sacó alguna risa, escuchó a su padre y ladeó la cabeza con extrañeza. ¿No pensaba quedarse con ella? Volvió a enderezarse con el apretoncito que le dio Rhys en el hombro, y fue recién al oírlo preguntarle por su pasaje cuando se dio cuenta de que él creía que se marcharía. Pero no lo haría. Margot necesitaba ese dinero. No podía marcharse.

Eso no le evitó ponerse nerviosa y mirar hacia un lado, claro. Es que era una situación un poco incómoda. Pero antes de hablar volvió a clavar sus ojos en los de su padre, tan determinada como solo podía estarlo alguien tan terca como ella misma. Y Rhys sabía que, cuando se le metía algo entre ceja y ceja, nadie podía doblegar su voluntad.

No tengo, pero no necesito —afirmó —Yo me quedo. Total, es solo un año. Ya repetí el anterior, ¿qué hace uno más? Tampoco es que piense ir a la universidad —Se encogió de hombros —Además, si alguien puede aguantar los gritos de mi madre cuando se entere eres tú, que ya los pasaste en el divorcio —Sonrió de oreja a oreja, como si en su lógica adolescente aquel fuera un enorme cumplido a su resiliencia.

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27/09/2023, 21:44
Narradora

La pequeña conmoción causada por la repentina llegada de Margot y consecuentemente las despedidas de algunos de los presentes parece confundir a aquellos pertenecientes al servicio de Marceló. Incluso el padre John parpadeó varias veces mientras estrechaba la mano de Cletus, ajustándose los anteojos. -Que el Padre Todopoderoso te lleve con bien, hijo.- Es su despedida. La señora Smith mira entre hipidos y expresión reprobatoria a la recién llegada, y el mayordomo, la jardinera y su hijo permanecen en un discreto segundo plano. Solo cuando el joven moreno se hubo retirado para empezar a preparar sus maletas, la señorita Charity pareció volver en si.

-Esto ya se salió de control.- Murmura, mirando entre sus papeles con nerviosismo. -N-no creo que la señorita Johnson Bartou deba estar presente en la r-reunión.- Dice, repasando sus notas y señalando una. -Solo aquellos familiares presentes en el funeral pueden optar por la herencia del señor Bartou...-

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27/09/2023, 21:46
Patrick Harper

-Por el contrario, señorita Williams.- Interrumpe el abogado, que ha estado observando las distintas reacciones y la escena en si con el inicio de una lupina sonrisa. -Como acaba de apuntar la señorita Bartou, el funeral aún no ha terminado, y no lo estará hasta que el cuerpo esté bien enterrado, seis metros bajo tierra. Ahora, si me permitís continuar.- Dice, mientras termina de arreglar una vez más los papeles del testamento.

Sin levantar la mirada, señala a Rosalind. -Respondiendo a su pregunta: si, a efectos inmediatos. Como seguramente habéis venido sin intenciones de quedaros más de un día aquí, podréis solicitar a Joel o a Lucius para que os consiga algo de ropa del pueblo, también medicinas si es que tomáis alguna.- Luego señala a Priscilla. -Las preguntas para después que acabe de leer, que igual vuestras respuestas ya están escritas.-

Levanta otro folio y continúa.

'Concerniente a mis bienes, procedo a ennumerarlos:

'b-1. Un monto estimado de quince mil trescientos ochenta millones de dólares (15.380.000.000$) dividido en tres cuentas bancarias.

'b-2. La Mansión Bartou junto con sus hectáreas, estimada en dos mil quinientos millones (2.500.000.000$) más impuestos.

'b-3. El 51% de las acciones de la compañía Bartou, junto con la presidencia de la compañía, la cual será heredada solo por aquel que demuestre el liderazgo suficiente durante el periodo permaneciendo en la mansión.

El abogado continúa enumerando los bienes, en su mayoría acciones en distintas empresas y semanas de vacaciones anuales de forma vitalicia a lugares como Vermont, Cancún, e Islas Canarias. Pasa al siguiente folio, en donde nombra a sus empleados, indica que cada uno recibirá, junto a una carta de referencia que se hará efectiva una vez termine el año, un depósito anual de doce mil dólares (12.000$) más una liquidación de veinte mil dólares (20.000$).

Toma el folio que viene anexado a una carta, y frunce el ceño un momento antes de leer. -La siguiente cláusula fue anexada recientemente. Dice así:

'Clausula final: Una vez inicie el año, los herederos no podrán abandonar la mansión; en caso de hacerlo, deberán enfrentar una demanda por incumplimiento de contrato y no percibirán nada de la herencia. Por tanto, aquellos herederos que no estén seguros, pueden probar primero por una semana si son capaces de cumplir con las condiciones impuestas. Al acabar la semana, se repartirá la mitad de la herencia monetaria entre los herederos que estén en la mansion. La otra mitad, junto con las acciones y las letras de la Mansión Bartou se dividirá entre aquellos que permanezcan el año completo".-

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28/09/2023, 11:19
Thomas Collins Bartou

Thomas recuperó el gesto sereno y concentrado cuando el abogado terminó con la lectura del testamento, cruzándose de brazos dejaba de manifiesto que la camisa le apretaba razonablemente en el cuerpo musculado, nada extravagante pero notable.

-O sea, que los que decidan quedarse una semana, sólo una semana, sólo por probar ¿ya van a recibir una parte de esos quince mil trescientos ochenta millones de dólares?- comenta en voz alta, solo por aclarar, se notaba un tinte de sorpresa incrédula en la voz.- Es una buena fortuna sólo por una semana.- añade asintiendo con la cabeza, como si sopesara cosas.

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28/09/2023, 17:16
Rosalind Bartou

Independientemente de lo que algunos mencionaban, era lógico que no pudieran cumplir con semejante exigencia. Mi padre siempre fue un tanto excéntrico y a veces no entendí porqué hizo ciertas cosas o tomó ciertas decisiones. 

Aunque tras pensar ligeramente en todas las condiciones, casi parecía que tenía más sentido que nunca su decisión de mandarme a vivir una vida de clausura con las monjas del convento. De hecho, esto no era más que una clausura. ¿Mi padre había estado pensando en mí todo este tiempo?... incluso en esto?... La ligera idea se me antojaba extraña. Más que nada porque todos los demás también estaban incluidos en esas condiciones y dudaba mucho que fuesen capaces de mantenerse allí por un bien común. Sí, desde luego los que se quedasen lo harían por el dinero.

Apreté los labios. No era mi decisión, era de Marceló. Y como tal pensaba respetarla. - Si esos fueron los deseos finales de mi padre, entonces no tengo ninguna objeción a convivir con alguien. Es más, agradezco que lo haya permitido... esta sigue siendo la casa donde me crié. - tenía la oportunidad de volver a conectar con estas paredes y todo lo que se dejó perdido en el tiempo cuando se encerró Marecló aquí dentro. - Solo espero que todos sepan tener el mínimo de respeto por éste lugar.

Cletus fue el primero en decidir que se marchaba. Asentí y le agradecí que hubiera venido a dar el pésame, aún sin haber conocido a mi padre. - Gracias por haber venido - le dije, junto a los que decidieran marcharse, aunque detrás de mi educación, no dejaba de pensar en la idea de que había venido sólo tras oír la palabra "herencia". Pero él era un hombre libre, no como la mayoría de nosotros. Rhys tampoco aceptó las condiciones. Tampoco era tan importante, pensé, pues si la hija de Rhys o la madre de Rhys se quedaban, seguía siendo un heredero indirecto. Y él tenía ciertas responsabilidades.

Pero quizás cambiaban de parecer ahora que habían leído esa última cláusula final. Una cláusula que hasta le pareció extraña al mismísimo abogado. - Parece que esa cláusula final le haya pillado por sorpresa, señor Harper. Supongo que mi padre sí que pensó en que todos pudieran llevarse una parte al final, sin importar sus exigencias iniciales. - para que luego dijeran que mi padre era demasiado excéntrico, o lo acusaran de cosas peores. Era evidente, siempre fue un gran hombre. A pesar de haber decidido pasar esos últimos años en soledad, sus últimos deseos de repartir sus bienes demostraban sus buenos deseos para toda la familia.

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28/09/2023, 23:36
Rhys Michael Johnson

Ni la mejor de las máscaras podría haber disimulado mi gesto de horror al oír a Margot decir que ella se iba a quedar ahí un año entero. No solo eso, también estaba ahí la promesa de los gritos de Monica, algo de lo que ya había tenido suficiente muchos años atrás. Margot no podía saberlo, era demasiado pequeña cuando eso pasó, pero debía conocer bien a su madre para haber atinado tanto.

Negué con la cabeza, y me iba a oponer también de viva voz, pero entonces empezó a hablar esa mujer que me había dado mala espina desde el primer momento. Charity. La miré con algo de curiosidad, y también con una pizca de esperanza. Si era como ella decía, Margot no tendría motivo para quedarse. Pero me duró poco ese alivio, solo hasta que el abogado borró esa esperanza de un soplido. Escuché hasta que terminó explicando aquella cláusula y entonces volví a mirar a mi hija.

Yo me voy ya. Ya he presentado mis respetos a mi tío. Iré ahora a mi hotel y de ahí al aeropuerto. Pero no te puedes quedar aquí un año. Si lo intentas tu madre vendrá a buscarte y será peor. Sabes que no se va a quedar un año sin hacer nada. Lo revolverá todo y te mandará al ejército. —Negué con la cabeza, pero iba a hacerle una contraoferta—. No puedo cubrirte tanto tiempo, Margot. Pero una semana sí. Quédate una semana. Una semana es más que suficiente. —No solo más que suficiente para conseguir más dinero del que podría gastarse, también era más que suficiente para aguantar a la familia, aunque eso Margot seguramente lo descubriría pronto—. Una semana y te vuelves. Y me encargaré de que tu madre no nos mate a los dos.

Le ofrecí la mano para sellar aquel trato, un gesto que había sido un juego cuando ella era una niña y que no estaba dispuesto a olvidar.