Partida Rol por web

Cosas Bonitas +18

Capítulo 1: -Llegada a "El Gallo Orgulloso"-

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07/02/2018, 10:09
Otto Baumeister

La pregunta de Konrad es pertinente y yo mismo me la he hecho durante el viaje .No sé para mi que era sincero .Pero si nos  ha mentido   haciéndonos  perder tiempo y dinero   te aseguro  que estaré en primera fila para  ver como le ejecutan  ..y disfrutare con ello .

Al cabo de un rato una voz femenina nos responde antes de abrir la puerta y amenazar con llamar a su marido .La muchacha es la mas rápida  al decirle que a venimos .Entonces,¿ conoce a un tal  Emmerich Handlel o nos hemos confundido ?Pregunto mirando a la mujer mientras intento  averiguar si simplemente  intenta hacer que nos vayamos  porque esta asustada o de verdad su marido esta en casa 

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07/02/2018, 22:11
Heidi Handler

Con una mueca de asombro el rostro de la mujer palideció al escuchar vuestras palabras y en un gesto instintivo se llevo la mano al pecho.

E.., Emmerich…, Que…Que ha pasado… -su voz temblaba al hablar y una expresión de terror se empezó a dibujar en su mirada…

En ese momento las nubes cesaron en su llanto y la niebla helada de los atardeceres primaverales de Talabecland empezó a arrastrase por los callejones embarrados de Gersdorf…

Un silencio incomodo se apoderó de la escena fue entonces cuando el viento en su errático baile arrastraba una plegaria lastimera de una gata en celo y el enano con su agudo oído pudo reconocer el roer de las ratas entre los montones de basura amontonados en la esquina de la taberna.

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08/02/2018, 00:27
Mordrin Drongdorson

Durante unos momentos la reacción de la mujer ante la insistencia de nuestras llamadas, nos deja aun mas helados que el frío viento que atraviesa nuestras ropas ... ¿Su marido está en casa? ... si era así nuestro viaje no había sido mas que una gran perdida de tiempo, y dinero. Estaba apunto de gruñir para que saliese su marido, cuando Otto menciona el nombre del preso y la mujer cambia el gesto de su cara.

Señora, como ha dicho la señorita aquí presente, será mejor que pasemos y hablemos delante de un fuego ... el tiempo ha sido inclemente con nosotros. Puede que necesite sentarse.

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08/02/2018, 08:46
Otto Baumeister

La mujer palidece  y balbucea   demostrando que no nos hemos confundido de casa  y puede que tampoco al confiar en  el prisionero .El enano comenta acertadamente que seria mejor entrar para protegerse del clima   y desde luego habra menos  orejas indiscretas . Una vez dentro  sigo con las preguntas .Aunque sé que ahora mismo quiere saber que esta pasando  le ruego  que tenga paciencia . ¿Podría describir a su marido por favor ?

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09/02/2018, 17:38
Narrador/Director

La mujer empieza a describir a su marido y caeis en la cuenta de que el hombre encerrado en El Gallo Orgulloso parecía decir la verdad... Cuando le hablais de su situación actual(Esperando a ser ajusticiado), la mujer empieza a marearse y habria caído de bruces de no ser por las manos de Otto que rápidamente la sujetan. Al ver el estado de la mujer decidis meterla en la casa y esperar a que vuelva en si. 

 


 

Cuando teneis a Heidi recostada en el suelo de la cocína empieza a volver en si, es en ese momento cuando una niña de unos cinco años entra en la habitación y al ver a su madre semiinconsciente comienza a llorar y a llamar a su madre. Una vez recuperada la consciencia y explicado todo la mujer sale de la habitación rapidamente y regresa con una bolsa en la que empieza a meter sus pertenencias y las de la niña en ella.

Ya que el bote para viajar de vuelta no sale hasta mañana decidis pernoctar en casa de la mujer y salir con urgencia al alba.

Una sopa de col hervida, unos trozos de pan duro y algo de cecina seca os son ofrecidos poe la mujer a la hora de la cena. La niña pequeña no ha visto un enano en su corta vida y esta intrigada por las barbas del mismo...

La pequeña Diana se sienta en el regazo de Myrcella y cada vez que cruza una mirada con Mordrin rie inocentemente como solo una niña sabe hacer...

Notas de juego

Podeís partir el post en 2 partes con la linea de marras para dividirlo. 1ero el post de lo que haceis mientras esta la mujer tirada en la cocina y 2o conversacion durante la cena

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11/02/2018, 00:58
Myrcella

Me sorprendí al ver la precisión y detalle con que la mujer describió a su marido. No tuve ninguna duda de que el encarcelado era su esposo y que ésta no sabía de su situación actual. Me entristecí y dudé si debía guardar en secreto el hecho por el momento, no quería atemorizarla de no ser necesario. Sin embargo, Otto fue directo al grano y en cuanto la señora fue siendo consciente de lo que ocurría se sintió mareada y acabo desmayándose.

Parece que ha sido más de lo que podía soportar. Sea como sea entremos en la casa hasta que recupere el sentido y ya después terminaremos de dar la explicación.- dije sospensando la situación.

La casa era pequeña pero acogedora. Antiguos muebles rústicos, a los que el tiempo había ido haciendo mella, adornaban el pequeño salón y la vieja cocina. Una cálida hoguera con un par de troncos a medio consumir crepitaba dentro de la chimenea y al fondo, en un hueco en la pared, había amontonados troncos y ramas secas de roble y sauco. Las escaleras daban a la parte de arriba, probablemente los dormitorios.

Konrad y Otto la llevaron a hombros hasta la cocina y le ofrecieron agua, parecía que estaba volviendo en si. De pronto, un hermosa niña de ojos verdes como la madre irrumpió bajando las escaleras. Viendo la extraña comitiva y a la madre sin responder echó a llorar.

No te asustes, tu mamá está bien. Estaba un poquito mareada y le hemos llevado a la cocina para darle de beber. ¡Fíjate, ya está sonriendo!- le susurré con cariño acariciándole su revuelto cabello castaño.

El color de pelo es idéntico a su padre y los ojos a los de su madre

La pequeña abrazó a su madre y sonrió. Había dejado de llorar. Justo entonces se percató de que había entre nosotros un enano y lo miró con cara de sorprendida. Al parecer le fascinaba la enorme barba de nuestro compañero de viaje.

La señora me ofreció amablemente un viejo pijama y una manta raída mientras mis ropas se secaban cerca del fuego. A pesar de que me venía un poco largo le agradecí el gesto. Me acomodé junto al fuego y la niña se sentó en mi regazo. Al parecer se sentía cómoda conmigo.

Hablamos distendidamente durante la cena de temas triviales hasta que la pequeña se acabó durmiendo acurrucada en mi pecho. Una vez acostada abordamos el tema con seriedad. Tras un par de preguntas de mis compañeros me lancé a preguntar.

¿Tienes algún documento que pueda ayudarte a demostrar que Emmerich es tu marido? De cuando nació la pequeña o de cuando contragisteis matrimonio. Eso sería prueba más que suficiente y no se le acusaría de los delitos del tal Gerber.

Se que puede resultarte incómodo pero es necesario que te lo preguntemos.¿Tienes certeza absoluta de que tu esposo no haya podido cometer algún robo? Estoy convencida de que es inocente respecto a los delitos de los que se le acusan a Gerber. De demostrarlo no lo condenarán a muerte pero puede que sea imputable algún delito menor. ¿Deseas que tú hija nos acompañe? Quizás prefieras dejarla con algún conocido.

Era preferible valorar todas las posibilidades. Aunque si venía con nosotros tenía la intención de hacerme cargo de ella, de cuidarla pasase lo que pasase. Me recordaba demasiado a mí de pequeña.

Cuando me acosté dispuesta a dormir me envolví con la manta y me acerqué a Konrad. Parecía dormir plácidamente aunque no lo sabía con seguridad. Me quedé observándole unos minutos en silencio y sonreí. Mis labios estaban a escasos centímetros de los suyos pero no me atreví a besarle. Me dormí.

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11/02/2018, 21:23
Konrad Metzger

Cuando Otto y Myrcella le cuentan a la mujer el estado en que se encuentra su marido, su alterado estado pasa a catatonico en pocos segundos. No dejo de pensar que yo se lo habria dicho directamente en la puerta tras saber que era la esposa del prisionero, pero por suerte hay gente mas capacitada para el tacto social entre mis compañeros.

Ayudé a Otto a transportarla hasta la cocina, para que se repusiera, pero una vez que la sentamos intente mantenerme a parte, para no molestar mas que nada. La cara de preocupación de la mujer me daba cierta compasión, pero lo que me preocupó de verdad era la niña. Era demasiado pequeña para enterarse de lo que estaba pasando, pero al parecer Myrcella tenia mano para calmarla.

Tras la decision de pasar la noche en la casa de la mujer, y la cena, decidi encargarme de mantener el fuego. Acumular la leña y tenerla cerca del fuego para que se secara la humedad de la lluvia llevaria un rato. Con el tiempo no puedo evitar caer dormido con la chaqueta de cuero sobre los hombros a modo de manta.

Cuando volví a despertarme para revisar el fuego, este casi se había apagado, y Myrcella se habia arrebujado contra mi para dormir. No pude evitar enarcar una ceja con curiosidad.

Nunca entenderé a las mujeres...

La tape con la chaqueta y volví a avivar las brasas.

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12/02/2018, 00:12
Mordrin Drongdorson

Aunque la humana había demostrado una entereza encomiable cuando se enfrentaba a unos desconocidos en su puerta, las noticias sobre la situación de su marido fueron demasiado para ella y como había temido en un principio, hubiese sido mejor esperar a que se sentara para darla las noticias.

Por un pelo, no hemos visto como se abre la cabeza. Otto, esta claro que el tacto no es lo tuyo.

Sin que nadie pusiera objeción entramos en la casa de la mujer inconsciente antes de llamar mas la atención, aunque en un día como este nadie saldría a la calle por gusto. Tras dejar a la mujer recostada tan cómoda como podíamos, nos hicimos dueños de la cocina, al menos fué así hasta que otra pequeña humana hizo acto de presencia. Es Myrcella quien calma a la hija de la dueña antes de que esto se vuelva todo un drama ... gracias a Valaya por eso. 


El tiempo todo lo cura y tras unos instantes la mujer vuelve en sí, con una energía que muchos envidiarían. Empaca sus pertenencias y se prepara para viajar junto a nosotros ... estaba claro que ese era su marido y no dejaría que acabase en la horca. 

Myrcella tiene razón señora, el viaje no está exento de peligros y no sería juicioso llevar a su pequeña.

Desde la aparición de la niña, esta no me había quitado los ojos de encima, hacía mucho que no veía seres pequeños desde tan cerca ... los enanos no éramos tan proclives a reproducirnos como los humanos y había pocos niños en nuestros enclaves. Su inocente risa hace que incluso yo, sonría de vez en cuando ... aun así se, que no tardará en ser un suspiro en el tiempo, la niñez no dura mucho y al igual que la vida de los humanos, no es nada para la vida de un enano.

El fuego se va apagando, nuestras conversaciones van muriendo, mientras el cansancio va haciendo mella en nosotros, cerca del fuego, arrebujados en capas y mantas los humanos descansan. Por mi parte, busco un lugar junto a la puerta de la pequeña casa, no esperaba que nada ocurriese esa noche ... pero ya había dicho, que algo turbio se estaba cebando con esta familia.    

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12/02/2018, 15:03
Myrcella
Sólo para el director

Notas de juego

Quiero visitar algún templo o santuario dedicado a Shallya antes de nuestro viaje al alba. Despierto entorno a una hora antes del amanecer, aún hay oscuridad.
- Si alguno de mis compañeros está despierto lo pondría al corriente sin despertar al resto.
- Si la mujer ya está despierta le preguntaría directamente donde se encuentra el santuario y le pediría que cuando despierten mis compañeros les avise.
- En caso de que todos estén durmiendo solo despertaré a Konrad con cariño y le pondré al tanto para que no se preocupen si no me ven al despertar.

Mi intención es ir sola pero si se ofrece Konrad a acompañarme no sería ningún problema. En ese caso ambos daríamos explicaciones al volver.

Si necesitas tiradas házmelo saber.

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12/02/2018, 21:16
Otto Baumeister

Cuando los demás me acusan de falta de tacto me encojo de hombros antes de responder.¿ De que vale andar con rodeos cuando el tiempo corre en nuestra contra ?Que viniera ella no serviría nada necesitaríamos que nos acompañara una autoridad o un sacerdote local. Alguien cuya palabra tenga algún valor Pregunto a la mujer .¿ Conoce alguien así en la ciudad que pueda ayudarnos ?

_______________________________________________________________________
Buena gana de maltratar a nuestra ya de por si nuestra maltrecha economía buscando una posada y mas cuando la buena mujer nos ofrece un techo para pasar la noche y una cena caliente . La comida no es nada del otro mundo pero al menos nos llena el estomago y nos permite recuperar fuerzas .Cuando termino de vaciar mi plato también me pronuncio sobre que la niña nos acompañe Habrá que salir temprano y la niña puede ver cosas desagradables así que mejor seria dejarla con alguien de confianza

Notas de juego

los carnavales son duros :)

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14/02/2018, 13:04
Narrador/Director

Año Imperial 2520     23º Labrario

Amanece en Gersdorf y una fina niebla aun recorre las calles, el roció de la mañana empaña los cristales de la habitación común en la que os encontráis. En la calle corre el rumor producido por los animales de tiro y los comerciantes que empiezan con su quehacer diario.

Después de preparar algo de comida para el viaje ya os encontráis listos para partir hacia los muelles, la mujer cargada con un petate al hombro abre la puerta y hace un gesto a su hija para que deje de jugar con la jovencita y se acerque.

Cariño… -Dice con voz suave a la niña.- Mama va a tener que ir a buscar a papa con estos señores…, así que tu, lucero mío tendrás que quedarte en la ciudad con la tía Gretchen… ¿De acuerdo mi vida? Entonces besa a la niña en la mejilla y acaricia su rostro menudo.

El sol brilla débilmente en el cielo primaveral moteado y alguna nube oscura de aspecto amenazante que hace recordar al aguacero caído la noche anterior le acompaña en el firmamento.

 Una vez que estáis de camino, algunos vecinos salen a la puerta a preguntar por la curiosa compañía de la mujer, y al oír sus motivos algunos se llevan las manos a la cabeza y otros quedan bastante aturdidos y desean que Shallya os bendiga en vuestra misión.


Al pasar por un edificio de madera pequeño con una gran paloma blanca pintada en un tosco cartel que tambalea debido a la brisa, la mujer hace un gesto para que paréis y llama a la puerta.

Allí os abre una mujer joven vestida con una túnica blanca con capucha y un corazón bordado en oro sobre la parte izquierda del pecho.

Hola hermana Helga. – Dice Heidi a la Shallyana.- ¿Podríais por favor, avisar a mi hermana?,  debo hablar con ella hermana .  

La mujer asiente y abre la puerta para que entréis.

El edificio esta adecuado para el tratamiento de los enfermos y para el cuidado de pobres, con jergones de paja en alguna esquina donde dormita algún febril paciente. Al fondo un enorme corazón con una gota de sangre está pintado en la pared y la débil luz matutina que entra por las ventanas se refleja en el.

Heidi se acerca a una de las mujeres que allí se mueven de un lado a otro atendiendo a los enfermos y tras darse un fuerte abrazo comienzan una ajetreada conversación.


Unos veinte minutos después y habiendo dejado a la pequeña al cargo de su tía (Una de las monjas del templo), seguís vuestro camino hacia el muelle pasáis por algunos puestos que contienen carne asándose en algún espeto y hombres armados con cuchillos cortan trozos de ellas y los sirven en pan a cambio de 1 penique. Otros venden amuletos que dicen ser reliquias de héroes imperiales e incluso pasáis por delante de varios puestos de armas donde veis a los herreros golpeando con mano firme piezas de metal que luego se convertirán en hachas, espadas y demás armamento.

Cuando os acercáis al muelle este ya se encuentra lleno de marineros de aquí para allá llevando bultos de un barco a otro o calafateando algún bote pequeño.

 El barquero se encuentra ya acabando de cargar el bote y os hace unos gestos para que os acerquéis a él.

 

Notas de juego

Lo de siempre partid en 2 el post con la linea.

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14/02/2018, 14:49
Myrcella

Desperté. El salón aún estaba calentito aunque las brasas ya se hubieran consumido. Supuse que Konrad se levantó un par de veces durante la noche para avivar las llamas y que así se mantuviera la estancia cálida. Su chaqueta me cubría y pude sentir su olor fuerte, a madera, a los bosques de Ostermark, al "Gran Bosque". Me gustaba ese olor.

Konrad seguía dormido a mi lado y le abrigué con su chaqueta. Cuando abrió los ojos le sonreí y le dije con dulzura:
¡Buenos días dormilón!

Me sonrió. No pude evitar ruborizarme. No sabía que más decir y empecé a ponerme nerviosa. Tras unos instantes que me parecieron eternos logré decir tartamudeando:
¡Gr..Gracias por la cha...chaqueta!

La pequeña irrumpió en el salón bajando a toda velocidad las escaleras y con una energía envidiable para las horas que eran se lanzó a mis brazos y me dió un cálido beso en la mejilla. La abracé.
¡Buenos días cielo! ¿has dormido bien? Vamos a preparar el desayuno, ¿vale? - le dije incorporándome y sosteniendo su mano.

Tras desayunar y charlar con todos le pregunté a Heidi si había cerca un santuario dedicado a Shallya y me respondió que si, que quería dejar a Diana con su hermana y que por tanto, nos venía de paso.

Al abandonar la casa la gente nos observó con intriga y recelo. Sin embargo, la mujer explicó su situación y muchos nos dieron muestras de apoyo y agradecimiento por ayudarla en esta dura situación. Avanzamos hasta llegar al viejo edificio con el símbolo de la diosa Shallya, una hermosa paloma blanca. En el umbral me detuve a observar su dintel, de madera de roble fuerte y con marcas.

Una vez dentro acompañé a Heidi y su hermana. Y separándome del resto le entregué cinco chelines a la sacerdotisa para que hicieran buen uso de ellos atendiendo a los necesitados. Me sentí bien conmigo misma y recé a Shallya para que bendiga nuestro camino. Salí sigilosamente por la parte de atrás.

Cuando me reencontré con mis compañeros unos veinte minutos después me despedí de la pequeña y su tía. Me comí una porción de carne asada de un tenderete y observé una daga de buena calidad que me llamó la atención.
No puedo permitírmela ahora mismo. Tendrá que esperar. Pero quizá un yesquero...¿he visto alguno viniendo hacia aquí?

Maese Mordrin, ¿hay buenas armas de dónde tú procedes? Cuéntame más de la antigua raza. Tengo curiosidad - le pregunté con cariño

Finalmente nos acercamos al barquero.

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14/02/2018, 17:16
Myrcella
Sólo para el director

En el umbral del santuario dedicado a Shallya observé disimuladamente el dintel y las jambas buscando alguna marca que hubiera podido dejar el informante del gremio de ladrones. En una esquina superior reconocí una marca en forma de rombo con líneas horizontales dentro de un rectángulo en su interior.

Sabía que significaba "escondite" en nuestro código y en cuanto me fue posible apartarme del grupo y pasar desapercibida me escabullí por la parte de atrás del edificio donde encontré un pequeño huerto con plantas medicinales, un pequeño pozo y escondida entre unos matorrales una trampilla.
Seguramente conduce al sótano del edificio. Confío en que sea el lugar de encuentro que acordamos.

Abrí la trampilla con cuidado y penetré en su interior cerrando la trampilla tras de mí. Una escalera de piedra mal iluminada descendía hasta llegar a una estancia que parecía una especie de biblioteca con libros cubiertos de polvo, pergaminos antiguos, una mesa con mapas carcomidos... Parecía que no hubiera sido usada durante años.

Escuché unos pasos. Parecían alejados, como de la habitación contigua. Me agazapé y escuché atentamente. Saqué mi daga y contuve la respiración sin hacer ningún ruido por lo que pudiese ocurrir. Lentamente una estantería fue removida y vislumbré una sombra...

¿Quién es usted? ¿Nos conocemos? - hice dos preguntas seguidas buscando confirmación de que era mi contacto.

Confié en que su respuesta nombrase "comida". Mis dos preguntas habían tenido relación con "identidad", si era de mi gremio esta vez no quería ambigüedades.

Notas de juego

El código es de Skyrim xD
El lenguaje secreto invención mía. Responde en la siguiente frase con comida y listo :)

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14/02/2018, 21:44
Mordrin Drongdorson

El movimiento en el interior de la casa, hace que el sueño que unos segundos antes me había embriagado ahora no sean mas que jirones marchitos de felicidad, sin saber muy bien donde estoy pierdo el equilibrio de la silla donde había dormitado y a duras apenas evito abrirme la crisma contra el suelo.

- Dita sea ... Muevo el cuello de un lado para otro oyendo como cruje, debería visitar a un practico un día de estos ... Largo día nos espera. La única, que parecía no haber sufrido los estragos de la noche pasada, era la pequeña humana, que ya correteaba hacia los brazos de Myrcella. 


Heidi al fin ha aceptado nuestro consejo y decide dejar a su hija con su hermana, aunque no esperaba que su hermana, fuese huna hermana de la diosa humana de la curación. En un sencillo edificio, las hermanas de la curación se dedican a socorrer a las pobres gentes afligidas, no se si yo tendría el valor de vivir entre la enfermedad y el dolor. Una vez Heidi habla con su hermana, nos despedimos de la niña. - No te preocupes pequeña ... uhm Diana ... nosotros cuidaremos de tu madre. Sonrío para parecer menos amenazador, aunque no sabía porqué los enanos parecíamos amenazadores. - Por cierto señora, un papel sellado de las hermanas de Shallya podría valer para demostrar la identidad de su esposo.


Tras una demasiado larga despedida, nos dirigimos hacia los muelles, no sin antes atravesar el pequeño mercado que tiene la población. Comida, fruslerías y algunas armas, que no tiene sentido mirar. Es entonces cuando Myrcella pregunta por mi pasado y por las artes de mi gente. 

Myrcella, vuestro Imperio fué forjado con la ayuda de nuestras armas. El martillo de Sigmar era un poderoso regalo de mi raza y las espadas de los condes electores un encargo personal a nuestro mejor herrero. Pienso en la era de leyenda, cuando aun la raza humana era joven y los enanos aun nos contábamos por millares. - En nuestras forjas los aprendices hacen dagas y espadas de la mejor calidad, es con lo que entrenamos. Son en las hachas y los martillos donde verías la mano de un maestro enano. Si tuvieses suerte y vivieses lo suficiente podrías llegar a ver un arma gravada con una runa ... silvo ... esas son verdaderas maravillas, pero solo son portadas por grandes reyes o héroes. Me encojo de hombros. - Pero todo cambia, y es en la ingeniería donde los jóvenes ahora marcan el ritmo, cañones, arcabuces ... bueno en eso los humanos sin que nadie nos oiga tampoco sois malos.

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14/02/2018, 22:57
Gustav

Quien soy no importa jovencita. -Dice el hombre aun entre las sombras.- Lo único que importa ahora es si vais a quedaros a cenar...

Tras decir esto echa la mano a la empuñadura de su daga en señal de amenaza esperando tu respuesta.

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14/02/2018, 23:09
Myrcella
Sólo para el director

Respiré aliviada y bajé la tensión. Finalmente había contactado con el informante y podría hacer frente a la segunda parte de la misión. Bajé mi capucha y me presenté:
Soy la gata del horno. Supongo que habréis oído de mí... Por favor, bajad vuestra arma - dije bajando lentamente la mía.

¿Sabéis por qué estoy aquí, verdad? - comenté aguardando su respuesta.

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14/02/2018, 23:17
Gustav

Al escuchar tus palabras el hombre relaja su postura y avanza hacia adelante. Al hacerlo  retira la capucha de su cabeza y las titilantes llamas de las antorchas dejan ver el  rostro de un hombre de mediana edad marcado de arrugas y cicatrices.

Perdonad mis formas Gata… -Dice el hombre con voz susurrante.- Pero en estos tiempos que corren hay que tomar toda clase de precauciones para proteger el bien del gremio… -Después añade haciendo una simple reverencia.- Mi nombre es Gustav, las noticias del éxito en vuestra misión han llegado en paloma mensajera esta misma mañana…, aquí teneis lo acordado.

Después mete la mano en el bolsillo y te lanza una bolsa de cuero que tintinea cuando la recoges.

Notas de juego

9 Co +1 Co de color NEGRO

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14/02/2018, 23:32
Myrcella
Sólo para el director

Me sorprendí al ver su rostro y recordé las descripciones de algunos de los miembros más antiguos del gremio.

Gustav "el escurridizo", tu leyenda me es conocida. Félix me habló de tí. A pesar de vuestra edad nunca le han visto el rostro haciendo vuestro trabajo. Sois mi modelo a seguir - sonreí y le devolví la reverencia.

Me lanzó la bolsita de cuero y la atrapé al vuelo. Por el peso sabía que estaba lo acordado.

¡Le estoy agradecida! Pero supongo que eso no es todo. Si me habéis dejado ver vuestro rostro debería suponer que tenéis algo más para mí. ¿Me equivoco? - le dije con una risita provocativa.

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14/02/2018, 23:55
Gustav

Deberías revisar su contenido antes de abandonar este pequeño habitáculo Gata, esa moneda negra que hay en su interior os acredita como miembro de pleno derecho del gremio. -dice el hombre volviendo a cubrir su rostro con la capucha.- En cuanto a Félix…, hace semanas que perdimos su pista y cada día que pasa sin tener noticias suyas, nos hace pensar que puede que este cenando con Morr…

Después el hombre hace un gesto con la mano indicándoos que debéis abandonar la estancia. Acto seguido, dándose la vuelta desaparece entre las sombras cerrando la puerta tras de sí.

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15/02/2018, 00:06
Myrcella
Sólo para el director

Félix siempre me dijo que el dinero hacía perder de vista el verdadero objetivo y siguiendo su consejo aguanté la mirada de Gustav.

¿Es esto una prueba más? Venga ya, sabes que estoy preparada...

Sin embargo, al escuchar las palabras ...os acredita como miembro de pleno derecho del gremio... no pude evitar abrir la bolsa de cuero y depositar entre mis manos la brillante corona negra. Sentí verdadera satisfacción. Al fin sería reconocida al llegar a Talabheim y desde hoy podría elegir las misiones que desease del tablón.

Lo siguiente que escuché fue como un jarro de agua fría y me dejó unos momentos en estado de shock.

¡Imposible! Félix había ido a buscar aquel perista reconocido para tasar y descubrir el origen de mi medallón. El único recuerdo que tenía de mis padres...

El hombre se había colocado su capucha y se retiró de la estancia.

¡Esperad! ¡Decidme lo último que sepáis de él! ¿Dónde se le perdió la pista??? - dije asustada y llena de dolor cuando conseguí reaccionar.

No recibí respuesta. El hombre ya se había ido. Mis lágrimas recorrieron mis mejillas.

¡Es por mi culpa! ¡Le ha pasado algo por mi culpa! - no podía dejar de acusarme.

Tardé varios minutos en recobrar la compostura pero finalmente abandoné el lugar y fui a reencontrarme con mis nuevos compañeros. Intentaría no pensar en ello hasta averiguar más sobre el asunto.