Partida Rol por web

-¡Alimaña traidora! -grita la paladina desde la orilla de la laguna. -¡Venid, está hablando con un hombre lagarto! 

No hay un momento de tranquilidad, ahora aparecen hombres lagarto! Esto es una colección de bichos raros sin parar, ahora pueden que nos ataquen los salvajes estos, quizás si golpeamos primero.

- En guardia, lo que faltaba ahora, lagartos!

El grito de la mujer le sobresalto, además de sobremanera, era todo un temperamento. Salió corriendo junto a Cecil para ver lo que ocurría desde una distancia prudente y lo que vio no le pareció para tanto. La criatura parecía conversar con otra de aspecto lagartuno, pero ninguna de las dos parecía tener intenciones de atacar. O al menos por el momento por lo que se mantuvo alerta con las manos cerca de su bolsa de componentes de conjuros.

Raunix salió detrás de Harde, y Cecil ya que parecía que se iba a iniciar un combate...pero de nuevo era otro ser extraño que no parecía hablar su idioma. Por lo menos acababan de descubrir que los seres podían mantener conversaciones por lo que era cuestión de buscar algún tipo de idioma en común que permitiera poder avanzar en la comunicación.

Puso la mano en la empuñadura de la espada, solamente como advertencia para el recién llegado.

-Pensemos por un momento en lo encontrado, por ahora tenemos una capa que no sabemos para que vale, y un pergamino que no hemos intentado leer. Déjamelo ver Freith. Necesitamos hallar la manera de hablar con ellos o cada vez los problemas serán mayores.

Has visto alguno de los jeroglíficos escritos en algunos templos antiguos pero solo alcanzas a conocer que se trata de dos hechizos, uno por cada lado del pergamino. 

"Kreo que se están poniendo nerbiososbbb.. ¿Nos vas a ayudar? esto te erbbeneficia a ti tamvien rrbb, no keremos mal entendidos entre nuestra jente ¿berdad? lo que ataco a esta aldea podria atacar a la tulla ay que encontrar al culpabbble"   

Unas burbujas comienzan a salir del centro del lago.

No sabía si tenía que aprestarse al combate, pero ella, por si acaso, y como siempre, estaba lista.

Si el sapito era amigo del lagartijo, podría comunicarse, así que no dudó en tomar al hobre rana como rehén, agarrándolo por detrás, y apoyándole la lanza en el "lomo". Protegió su cuerpo con el del "capturado", y a este con el escudo embrazado. No deseaba hacerle daño, pero en estos momentos, decepcionada por haberles traicionado ... no tendría reparos ensartarlo de lado a lado. Algo le decía que esto no era más que una presentación. No un enemigo llegado, sino ... un amigo, bicho raro, al igual que Gnoso. Aún con eso, empezó a retirar, arrastrando de su prisionero, hacia atrás.

- No me la juegues o te pincho. Amenazó. En estos momentos se sentía engañada, pero no sería una loca que se lanza a matar gente, como los compañeros habían pesado en su última aventura. No lo era. Helm exige ser valiente, pero luchar con cabeza, no con el corazón nada más. Sus compañeros jamás entrarían al culto, y si lo hacían, por su cobardía demostrada, y desconfianza en un representante de su Dios, no llegarían muy lejos en la congregación. Además, se sentía aún resentida con ellos por su "traición".

Inovaz ya empezó a comportarse como la loca que solía ser, pero puede que esta vez la locura fuera útil, de momento seguramente la atención iría para ella, lo que le daba tiempo para buscar más amenazas y estar preparado, luego le tendría que preguntar si amenazar por la espalda entraba dentro de los mandatos de su dios, como paladina era más rara que un perro verde.

- Atentos a los flancos, veamos como termina esto.

Te zambulles en el agua y los ves. 5 bestias enormes, con muchos tentáculos y armadas con hachas y tridentes. En un primer momento cuentas 4 pero con tus ojos entrenados consigues distinguir un quinto camuflado con el color verdoso de la laguna. 

Das un grito y alertas tanto a Gonso como al Hombre Lagarto, los cuáles se sobresaltan como tu.

Los tako, pulpos evolucionados con la magia de los Antiguos Batrachi, fueron creados para defender las aguas profundas del Imperio de los enemigos del Emperador. Tu eres un bullywug, miembro del Imperio, por lo que a ti no te van a hacer nada.

Escuchó a Raunix y echó un vistazo al pergamino que este llevaba, parecían dos conjuros pero necesitaría estudiarlos durante un buen rato, rato que no iban a tener. Helm debía tener en mucha estima a aquella paladín para dejarla actuar así. Que mosca le habría picado ahora para coger a la criatura de rehen y amenazar su vida. No la entendía ni la conseguiría entender. Echó un rápido vistazo a Raunix y Cecil se puso ante él para protegerlo.

- Quizá debamos de descifrar este pergamino más tarde. dijo señalando con la cabeza a la paladin.

Fijando la vista en el agua pudo observar unas extrañas figuras en el agua, en un principio le habían parecido unos simples pulpos, pero un extraño brillo en los tentáculos lo alerto, tenían armas! Eran cinco y tenían muy mala leche.

- Me cago en la puta! Hay pulpos con armas en el agua! Como se acerquen con esos tentáculos los aso y me los como!

Preparo un virote pero el agua hace que salga muy desviado.

Cuando Inovaz me agarra y siento el punzante tacto de su arma le digo sorprendido: "Erbb No!..brbr No!" 

Veo a los pulpos que antes no estaban allí y de pronto me invade la ira, quiero intentar comunicarme con alguno de ellos.

Con una ira poco contenida le susurra al oído a su amigo sapito: - ¿Qué está pasando?¿Nos has traído a una emboscada? Su comportamiento tácticamente era exagerado, pero había que ponerse en el peor de los casos, aunque algo le decía que Gonso también era víctima, ya que si habían masacrado su poblado, el podría ser el siguiente objetivo. Igual tendría que disculparse ante él, y no quería decir nada de lo poco apreciativos de los "sensibles". - Joder, sin capaces de sentir las líneas de poder invisibles, flotando por el aire y no son capaces de ver lo que evidencia ante sus ojos. Por eso mantenía, como podía el escudo sobre Gonso también. Si algo era lanzado no deseaba que su "escudo/rehén/y todo eso" fuera herido también. Además no le apetecía ver si su sangre era verde, azul, roja o vete a saber.

-¡Muerte al lagarto y a los primates! ¡Bullywug, sal de aquí!

-Freith, Hardem agrupémonos para el combate, alejémonos del lago y que sean ellos los que tengan que combatir en tierra, seguramente les será más difícil. -dijo a sus compañeros mientras desenvainaba la espada adoptando posición defensiva y reculando.

-¡Inovaz!-gritó. -Retrocede con tu valioso rehén y déjalo libre. No es una amenaza, quiero ver como actúa en combate. -dijo con una sonrisa malvada en el rostro. Parecía que estaban atrapados en una lucha contra seres con los que no se podían comunicar.