Capitulo 4: La decisión de un cobarde
Al verla el chico cae al suelo, el horror se ve en sus ojos “¿Que está pasando?” esa pregunta ronda su mente desde el día que su amiga callo del tejado, pero por más que busca respuestas por todos lados solo hay más dudas y ahora frente a él esta su amiga en ese estado, luego de haberla visto flotando en la bañera solo unos minutos antes y diciendo eso, sus músculos están temblando, pero sus ojos se clavan en la mirada de la chica y a su mente viene la imagen de Kenji, entonces toma el poco valor que reside en su corazón se levanta y hace lo que hubiera hecho su amigo, camina hacia Aoi y la abraza.
No sé si debería esperar una tirada de fuerza de voluntad para poder realizar esta acción o si pudiera tomarse como un “gasto fuerza de voluntad para hacerlo”
Instintivamente me llevo una mano a la boca y con la otra agarro a Nao del brazo, asustada por la súbita aparición de Aoi. Una vez los veo, no puedo apartar la mirada de los cortes del cuello. ¿Pero qué estaba pasando?
Apenas puedo procesar nada más. Las palabras de Aoi resuenan en mis oídos carentes de sentido, mientras Rin se levanta a abrazarla. Por un momento, siento que estoy soñando. Pero como llevo haciendo durante los extraños últimos días, me aferro a lo poco de realidad que tengo a mi alrededor. Me suelto de Nao, disculpándome con un ligero movimiento de cabeza por haberla agarrado sin avisar, y me quito la chaqueta del uniforme con movimientos torpes.
-Tenemos que parar la hemorragia rápido.-digo enrollándola, a pesar de que todo lo que sé de medicina me está diciendo que Aoi debería estar ahora mismo muerta.
En todo momento había intentado mantener una actitud bucólica de la situación, riéndose de los comentarios o fingiendo que aquello no le importaba, aunque ahora se hubiera tornado a una seriedad que incluso él mismo sentía.
Era justamente ese “y si” lo que más le atormentaba. ¿Y si realmente había una especie de “cura universal”? ¿Y si Seto conocía la forma de renacer en cuerpo y alma? … ¿Y si había una forma de sobrevivir al Síndrome de Wolff-Parkinson-White? Durante esos largos segundos meditando revivió en flashes de imágenes toda su vida, la parte de sus padres buscando cientos de soluciones, las visitas a los médicos que perfectamente entendía, los ataques cardíacos, la sensación de poder morir en cualquier momento, incluso en ese instante mientras hablaba con Maki.
Su propia enfermedad era algo que había intentado evitar en todo instante, ni siquiera se preocupaba de qué tomaba aunque no le beneficiara, o evitaba llamar a sus padres para informarle sobre sus resultados médicos. Había tomado la opción de rendirse y disfrutar como pudiera de lo que quedaba pero, ¿y si ya no tenía que preocuparse? ¿y si puedo sobrevivir?
Mientras la chica se acercaba entendió justamente el por qué le había llamado tanto la atención desde el principio y el motivo de que, consciente o inconscientemente, no dejara de estar en su cabeza. Era ese sentimiento de supervivencia, de lucha, de poder sobreponerse a la propia muerte lo que había encendido una pequeña llama de esperanza en el propio Sota y ahora se encontraba sumergido.
No quiero morir.- Susurró mientras sus rostros se acercaban lentamente, atreviéndose a decir por fin con su propia voz su miedo más oculto, lo que ni él mismo quería reconocer, sintiendo una fuerte liberación una vez sus labios se juntaron.
Me gusta mucho este "giro" que ha dado la trama, no sólo porque creo que con el pj inicial que creé (el tema de la enfermedad y demás) queda de lujo, sino porque me llama la atención ver cómo se ha llegado a este punto. Sí, puede que ahora lo mate o a saber, pero he disfrutado de este punto xD
Los tres se dirigieron hacia la casa. Las chicas se movían con lentitud, temerosas de lo que pudiesen encontrar, mientras que el periodista avanzó firmemente, con decisión. El interior de la casa estaba oscuro. El silencio, en vez de calmar a Nao, hacía lo contrario: la inquietaba. Aunque no tardaron en oír algunos sonidos de voces y pasos.
Cuando llegaron a la segunda planta, se encontraron con algo afortunadamente normal: a Rin sentado. Pero el momento de tranquilidad se vio interrumpido a los pocos instantes, cuando apareció una Aoi ensangrentada.
Nao se quedó sin habla. Su cuerpo comenzó a temblar. Su respiración se aceleró considerablemente. Ni siquiera notó que Mieko se agarraba a ella, ni oyó lo que decía. Estaba tan estupefacta que no fue capaz ni de gritar. En lugar de eso, simplemente dio unos temblorosos pasos hacia atrás. Finalmente acabó por toparse de espaldas con una de las paredes. A continuación, descendió lentamente, hasta acabar sentada en el suelo. Luego se cubrió la cara con las manos, incapaz de mirar lo que tenía delante, y empezó a sollozar. Lo que había visto habría sido horrible para cualquiera, pero a ella además le traía unos recuerdos terribles de algo que ocurrió cuando ella era pequeña.
Aquello que acababa de ver era imposible. Aoi tenía nada menos que tres cortes en el cuello, cualquiera de ellos capaz de matarla por sí solo. ¿Cómo era posible que siguiera consciente, y caminando? ¿Y qué era eso de que no podía morir? ¿Qué estaba pasando? Aquello era una pesadilla.
Los chicos no fueron los únicos en sorprenderse, Sata también se quedo unos momentos paralizado y realmente sorprendido, sin embargo, fue cuando todos empezaron a moverse que el también lo hizo, rápidamente se acerca a donde esta Aoi con Rin mientras dice:
Mieko, dame mejor una toalla.
Le da la toalla a Rin y le dice:
Escuchame atentamente, que se ponga la toalla al cuello y cuando lleguen los servicios médicos solo decidles que la encontramos asi
Sata miraba la herida, en sus ojos podía verse que estaba realmente sorprendido, de reojo mira al interior del baño donde comprueba al igual que cualquiera que mire que la bañera esta llena de agua con sangre y hay sangre por todas partes.
No puede ser… debería…
Justo en ese momento se escuchan pasos apresurados, el inspector Kashiwagi hace aparicion y justo detrás de el dos sanitarios que al ver la escena se alarman, el policía dice:
¿Que ha pasado aquí? Vamos, hay que llevarla al hospital urgentemente
Los dos sanitarios se acercan a Aoi mientras el policía se acerca a Rin y mirando a los demás presentes ahí dice:
Vamos, venid conmigo abajo… ¿que ha pasado aquí?
Sata asiente y mira a los chicos y hace un gesto de silencio
Durante todo el tiempo Aoi permaneció en silencio, podían ver como estaba semi inconsciente, no parecía realmente consciente de lo que estaba sucediendo a su alrededor.
Los labios de los dos chicos se juntan, Sota siente como los labios de Maki a diferencia de lo que pudiera parecer están bastante fríos, la chica en general tiene una temperatura bastante baja, pasan algunos instante unidos hasta que Maki deja de estar de puntillas y vuelve a estar frente a el. La chica se toma unos segundos mirándole y añade:
Morir… eso es algo a lo que algunos no tenemos derecho… aquellos que vivimos en la oscuridad y que somos la oscuridad
La chica mira de reojo hacia atrás y sin prestar atención a lo que hace Sota comienza a caminar para marcharse.
No tiene porque morir, "solo se esta besando con Maki" ;)
Todo es caos. Estoy tan aturdida que hasta me cuesta entener por qué Sata me detiene y me ordena buscar una toalla. No sé como llego y vuelvo del baño, no sé que ha pasado con mi chaqueta, no sé por qué Nao está llorando en el suelo. En cuanto veo que entre Sata y Rin pueden ocuparse de Aoi (o eso quiero creer), corro y me agacho frente a ella. Me tienta el cogerle de los hombros y llamar su atención, pero me detengo al ver lo afectada que está. No creo que sea lo mejor.
—Nao, Nao. ¿Estás bien?—llamo con cuidado, intentando pensar en cómo calmarla. Lo ideal sería no agobiarla, pero con toda la gente desconocida que está llegando, hasta yo me estoy agobiando.
—Todo va bien, todo va bien.—sigo repitiendo a modo de mantra, mientras con busco la mirada de cualquiera de los adultos, preparada para hacer gestos de que se acerquen rápidamente. Necesito que vean si Nao también necesita ayuda.
Sin lugar a dudas aquello había sido una de las cosas más raras que había hecho en mucho tiempo. Se había besado con la chica nueva, el centro de todas las miradas en mitad del instituto guiado mayormente por sus miedos para… ¿conseguir una especie de inmortalidad? Sota no pudo evitar soltar una carcajada al sentirse completamente perdido en aquél mar de dudas que poco a poco le tragaban.
Definitivamente eres muy rara.- Le respondió en voz alta sin sonar precisamente “romántico”, aunque tampoco sabía qué había significado aquél fugaz beso.
Metió las manos en los bolsillos y, creyendo que la chica le daba una indirecta que le siguiera, caminó un par de pasos por detrás de ella hasta colocarse a su lado y saber qué quería enseñarle.
Rin se separa de Aoi luego de que todos comienzan a entrar, aun puede verse el terror en su mirada, tuvo que usar todo su limitado valor para hacer lo que él creía debía hacer, ahora con toda esta gente a su alrededor estaba como aturdido, no sabía que debería hacer después, entonces miro al detective y comenzó a hablar con terror en su voz -Es peligroso para ella ir al hospital, el doctor Seto podría hacerle algo, o su hija-
Seguía pensando en ella, debía haber alguna forma de salvarla, aun cuando sabia claramente que ella no quería ser salvada, pero no podía permitirse abandonarla, la miro directamente a los ojos, a su mente llegaban recuerdos de los momentos que pasaron juntos, en especial cuando era los tres, no podía solo rendirse y ya.
-Tengo miedo que Maki este observando- dijo antes de volver a abrazar a su amiga, su mente intentaba de todas las formas superar el miedo para encontrar una salida, porque debía haber una salida.
Alrededor de Nao se estaba produciendo un alboroto. Se oían voces desconocidas, pero ella no reaccionaba. Lo único que tenía cabida en su mente era aquel doloroso recuerdo: la oscuridad, la sangre cayendo sobre ella… Era algo que nunca había podido olvidar, pero ver tanta sangre había hecho rememorarlo como no lo había hecho en muchos años.
Mieko la zarandeaba para tratar de hacerla volver en sí. Pero ella seguía sin reaccionar apenas. También decía algo, pero su mente no llegaba a procesar lo que oía. Simplemente se quedó allí, con las manos cubriendo su rostro. Inmóvil.
El policía fue el primero en reaccionar ante lo dicho por Rin, mira a todos algo extrañado y dice:
No te preocupes, estará en todo momento vigilada por miembros de la policía y mas ahora que por lo que veo es un intento de suicidio… seguramente que es por lo sucedido con el profesor… no te preocupes, la policía nos encargaremos que no pase nada
Jin se acerca a Sata y durante unos momentos los dos adultos hablan entre ellos en voz baja, Sata parece que asiente y Jin también, este ultimo se acerca al interior del baño junto a los dos sanitarios que habían subido.
Sata se acerca a los chicos y en un tono paternal dice:
Chicos, vamos, levantaos, vamonos de aquí, deberíamos marcharnos al menos fuera a que os de el aire, el inspector Kashiwagi se encargara de todo aquí, venga, deberíamos salir
Comentaba tratando de sonar tranquilizador y para animarles, incluso se fue acercando uno por uno colocándose a su lado para animarles, primero junto a Rin:
No te preocupes, ahora no podemos hacer nada y aunque este observando quien sea, Aoi estará bien, es mejor que salgamos y aclaremos nuestras ideas
Después se acerca a las dos chicas y dice:
Vamos chicas… tranquilas, Aoi no va a pasarle nada
Sota caminaba detrás de Maki, el chico poco a poco iba notando algo, se notaba bien, con mas energías, como si el sueño que tuviese de haberse levantado hubiera desaparecido, el cansancio e incluso se notaba mas fuerte, poco a poco notaba incluso algo mas acelerado, Maki habla entonces:
Seguro que estas empezando a sentirlo, ¿verdad?
Justo en ese instante Sota empieza a notar como su cuerpo se acelera, es como cuando recibes una inyección de adrenalina, sin embargo, parecía que su cuerpo lo generaba automáticamente. La extraña pareja iba caminando hacia el rio, a la zona del margen del rio.
El chico en principio parece no querer alejarse de ella, pero termina por hacerlo, dedicándole una mirada triste a su amiga, comienza a caminar a la salida, pero al llegar a las escaleras decide volver y se dirige rumbo al baño.
Mi intención es buscar al detective y hablar con él, de ser posible estando solos.
Hasta que ella no lo había mencionado, Sota no se percató de que se sentía renovado, liberado… vivo. Aunque pudiera ser un sentimiento habitual para cualquier humano, teniendo en cuenta que él arrastraba una grave enfermedad y tenía que tener cuidado en la distancia que recorría cada día para no sobre esforzar a su corazón, en esta ocasión sentía que podía correr una maratón, o hacer cualquier tipo de deporte.
Se miró una de sus manos, la cual movía los dedos mientras apretaba y soltaba, comprobando que incluso su fuerza parecía haber mejorado, ¿acaso había sido cosa de ella o simplemente un placebo subconsciente?
¿Besos curativos? ¿Eso no formaba parte de las películas de niños? – En otra circunstancia ni siquiera lo había pensado, pero se adelantó a Maki corriendo brevemente sabiendo que era capaz, su cuerpo se lo estaba permitiendo. Intentó colocarse frente a ella para frenar su paso, mirando el río a la lejanía.- ¿Dónde me llevas?
Las palabras de Sata quieren ser tranquilizadoras y firmes, pero en esta situación no puedo hacerles caso. Nao no parece responder a mis palabras ni a nada, sigue temblando y con el rostro escondido entre las manos. Si al principio había pensado que era por el shock de ver a Aoi así, empiezo a pensar que igual hay algo más.
—No responde a lo que le digo, creo que está teniendo un ataque.—le explico, aunque igual ya lo sabe. La vuelvo a mirar, y me pregunto si sacarla al aire le hará tan bien como proponen.
Mieko tenía razón: Nao no reaccionaba. Ni siquiera parecía ser capaz de oír lo que le decían. Ella continuaba respirando muy rápido. Demasiado rápido. Y sus manos estaban temblando.
No importaba lo que hicieran los demás. Ella simplemente no respondería. Si tiraban de ella para obligarla a levantarse, se resistiría. Si cargaban con ella para levantarla del suelo, ella simplemente no reaccionaría.