Partida Rol por web

Te habían dejado encerrado en una celda.

Con tu espada.

¿Qué más se podía pedir?

Buscas algún punto vulnerable en aquella celda... Aunque no encuentras ninguna... Así que empuñas la espada con fuerza y golpeas contra una de las paredes.

Al tocarla, una descarga eléctrica te recorre el cuerpo desde la punta de los dedos con los que sujetas la espada hasta la punta de los pies, notando como se van calentando cada poro y pelo de tu piel. 

El impacto te da aunque no te hace demasiado daño.

Por suerte, la parte de la celda que habías golpeado tiene una hendidura provocada por el impacto.

Tras recuperarme de la descarga me acerco con precaución a la pequeña hendidura que había provocado y observo que ocurre a mi alrededor.

Estaba claro que volver a golpear las paredes no sería una opción pero quizás sacara alguna pista del exterior que me pudiera ayudar a escapar.

Miras tanto por la hendidura... Y la oscuridad te recibe al otro lado. 

Nada.

Oscuridad.

De echo, ahora que te fijas, en aquella celda en la que te encuentras solo está iluminada por el líquido de la pequeña poción que os habían dejado. Pero, salvo esto, todo lo demás era oscuridad.

Pero no todo se percibe por los ojos.

-¿Qué hacemos? -escuchas la voz de un hombre en la distancia.

-Aquella mujer quería que le encerrásemos un par de días -en esta ocasión hablaba una mujer.

-Ya, pero... ¿por qué? ¿No sería más fácil encerrarlo ella misma?

-No vamos a hacer lo que ella quiere -escuchas a un tercer hombre.

Tras esto hay un par de segundos de silencio.

-¿Y qué haremos entonces?

-¿Le soltamos? ¿Le matamos? ¿Se lo damos de comer a Jack? 

De nuevo un par de segundos de silencio.

-Ya veremos.

Para bien o para mal había descubierto que quizás mis oportunidades de escapar de allí con vida se estaban reduciendo. Después de encontrarme con aquel extraño hombre en la arena, no tenía ganas de conocer a Jack, mas aun tras haber recibido tanto daño.

Para bien o para mal tenía decidido comenzar a actuar lo antes posible, confiando en sorprender a mis captores.

Sabiendo que la celda esta electrificada y que los hombres de fuera pueden escucharme gracias a la rendija, me desato una de las botas y la lanzo con todas mis fuerzas contra la pared para provocar un fuerte ruido.

Tras lo cual grito de dolor y me tumbo cerca de la puerta haciendo también un fuerte ruido

Con suerte, y viendo que aquellas personas tienen más ganas de deshacerse de mi que de mantenerme con vida, echaran un vistazo para ver si yo mismo he acabado con sus problemas ( o al menos tengo la esperanza de que así suceda, pero tras los últimos acontecimientos cualquier cosa puede ocurrir)

Una vez la puerta abierta la diosa de la fortuna decidirá quién es el vencedor

Viendo que había una opción para salir de allí, tenías que aprovecharla.

Así que una vez montas aquel "teatro" y esperas en el suelo.

Tras unos segundos de espera, aproximadamente treinta, escuchas como se acercan unos pasos y ves como se abre una de las rejas de aquella jaula.

Sin embargo, cuando te fijas, ves una barrera mágica en el mismo lugar donde estaba la puerta. De manera que, aunque parecería abierta para cualquier otra persona, tus ojos son capaces de ver esa fina pantalla mágica. 

Al otro lado ves tres pares de pies.

Unos son unas zapatillas antiguas y gastadas, al lado de lo que parece el extremo de un bastón.

Otro par son unos tacones de cuero negro y femeninos.

Mientras que el tercero eran unos zapatos oscuros y el bajo de un pantalón liso que parece bastante bueno.

El engaño parecía que había conseguido el efecto deseado, pero de nuevo los captores tenían una nueva sorpresa.

Tras comprobar que había una barrera mágica, mi única salida era continuar fingiendo estar inconsciente  y conseguir que fueran mis captores los que me sacaran de aquella celda.

Seguramente lo más sensato sería acabar con aquella farsa y dejar mi suerte en manos de aquellas misteriosas personas, pero había llegado demasiado lejos y no podía rendirme tan pronto.

Esperas allí un momento, esperando a ver qué podía ocurrir.

-Parece que no era tan listo -escuchas que dice el anciano.

El silencio sigue sus palabras, solo roto por un suspiro.

-¿Qué hacemos con él?

De nuevo silencio, al menos durante algunos segundos.

-Si no despierta en un par de horas, dárselo a Jack.

Al momento escuchas como la puerta de la celda se vuelve a cerrar. 

Parecía que en cierto modo había funcionado. No tenía ganas de conocer a ese tal Jack, pero si tenía suerte en un par de horas vendrían a recogerme solo uno o dos hombres. Era una pena dejar escapar al anciano ahora que lo tenía tan cerca pero estaba seguro que me detendrían antes de poner un solo dedo encima de él.

Ahora solo quedaba esperar tumbado bien preparado, con la katana agarrada a mi cinturón para que no se me callera si me sacaban de la celda y así tenerla cerca una vez iniciada la huida.

En el suelo, con la Katana a mano, decides esperar.

Esperar.

Y esperar.

Y es que, llegado al momento, cuando fueran a por ti, a llevarte al tal "Jack", aprovecharías para salir de allí. Así que... Esperas...

...

Transcurrido un tiempo, vuelves a escuchar pasos. Y, a los pocos segundos, escuchas como la puerta se abre. 

De un rápido vistazo ves que, así es, la puerta de la celda se ha abierto, pero aquella barrera mágica sigue presente.

-¿Sigue inconsciente? -escuchas preguntar al anciano.

-Eso parece. 

-Bueno... Entonces tendremos que hacer lo que dijo el jefe, ¿no?

Me había arriesgado demasiado para llegar hasta aquí, y a pesar de las dudas era demasiado tarde para echarse a tras.

El gran problema era la aparente barrera que se  encontraba en la puerta y no tenía muy claro si jugarme todo a una carta al intentar atravesarla por mi propia cuenta…pero aquel maldito anciano…

Tras una breve reflexión decido continuar con la farsa, no tenía muy claro como harían para sacarme de la celda, pero ese momento era el que esperaba para intentar escapar de aquel infierno

Decides mantener aquella farsa un poco más, así que te mantienes en el suelo quieto, esperando tu oportunidad para atacar.

Sin embargo, escuchas perfectamente como cierran la puerta y, de nuevo, aquel pequeño traqueteo de movimiento en la celda. Lo notas así durante unos breves minutos...

Tras los cuales, la celda se detiene.

Y, en un instante, el suelo de la misma cede.

Caes al vacío y, de forma instintiva, giras en el aire e intentas recuperar el equilibrio... Caes y caes varios metros hasta que tus pies tocan el suelo, aunque, por desgracia, te tuerces ligeramente el tobillo. Por suerte no es nada grave.

Al mirar a tu alrededor te encuentras en una especie de mazmorra oscura y un fuerte olor a humedad penetra por tus fosas nasales.

Hay algunas escaleras y pasillos que entraban y salían de allí.

Por suerte o por desgracia, no eras el único allí.

Había una especie de persona, gorda, con cara de bonachón, sentado en el suelo... El cual te mira al caer y sonríe.

Después de todo lo ocurrido no tenia intención de quedarme allí a hacer amigos, debía aprovechar y escapar lo antes posible.

Tras examinar rápidamente aquel lugar en busca de alguna salida me alejo lentamente de mi nuevo compañero sin darle la espalda, preparado en todo momento si se iniciaba un nuevo combate

Mientras te mantienes en guardia, echas un vistazo a tu alrededor.

Estabas en una especie de catacumbas o mazmorras... No veías ventanas ni trampillas que indicaran una salida clara. De echo, la única luz que ilumina el lugar es la procedente de las antorchas que había por el lugar.

Había pequeños cubículos o celdas, aunque no parecía haber nadie en el interior. 

Por lo que ves hay unas escaleras que suben. Aunque, por desgracia, esta gira y te impide ver a donde llega o qué hay al otro lado.

Por otro lado ves otras dos puertas o arcos que, en este caso, conducían a unas escaleras que descendían. Una tenía una antorcha a su lado, mientras que, en la otra, el hueco de la antorcha está vacío.

Y, mientras observas todas las opciones, tampoco pierdes ojo de aquella persona que estaba allí. 

El hombre, te sonríe y ves como alza una mano a modo de saludo.

-¡Hola! -dice con un tono infantil- ¿Qué tal?

Tras precipitarme por la trampilla la actitud de aquel hombre me había dejado completamente descolocado, desde un primer momento me había preparado para un combate que parecía no llegar.

Lentamente tomo una postura más relajada y bajo la espada (pero sin bajar la guardia del todo). Quizás pueda librarme de un nuevo combate si sigo el juego, lo último que me interesaba era iniciar una nueva lucha tal y como me encontraba en aquel momento.

Holaaa! Digo amigablemente con una amplia sonrisa en mi rostro, esperando a que mi idea surtiera efecto.

Yo me llamo Hattori, como te llamas tu?

Si la respuesta es afirmativa y veo que continúa con una actitud despreocupada continuo

Y que haces por aquí?

El hombre se acerca con una forma de caminar particular, pasando todo el peso de su cuerpo de una pierna a otra.

-Hola -te vuelve a saludar-. Es un placer Hattori... No eres de aquí, ¿verdad? Con ese nombre... Y ese aspecto... 

El hombre se encoge de hombros un momento antes de continuar.

-Me llamo Mace. Y supongo que hago lo mismo que tú: intentar sobrevivir -el hombre se lleva la mano a la cabeza algo avergonzado-. Supongo que hice algo que no le gustó al Jefe y me mandó aquí... He llegado unos pocos segundos antes que tú...

El hombre te mira.

-¿Y tú? ¿Por qué estás aquí?

Mientras mi nuevo compañero habla me muestro interesado en cada una de sus palabras y aprovecho cuando me hace la pregunta para intentar descubrir una manera de salir de aquel lugar.

Al parecer también los enfade un poco, pero es una pena estar aquí. Estoy seguro de que si subimos y les pedimos perdón podremos conseguir que pasen página…Que ganas de volver a ver a los pájaros y tirarme cerca de algún arroyo. Digo con nostalgia

Por casualidad conoces la manera de salir de aquí para poder hablar con el jefe?

El hombre te mira y se ría con cierto nerviosismo.

-¿Qué si sé salir? -pregunta sorprendido-. Te he dicho que llegue apenas unos segundos antes que tú... ¿Cómo pretendes que sepa cómo salir? -tras eso te mira-. ¿Tú sabes salir?

El hombre se vuelve a encoger de hombros.

-Yo por ahora me conformo con salir de aquí, aunque eso signifique salir a una cloaca...

Pero su frase se queda a medias...

Un tremendo rugido agita todo el lugar, haciendo temblar los muros y dejando sin terminar aquella frase.

Y tras aquel rugido busque un lugar donde poder esconderme y observar con cautela la escena. Sé que era un acto cobarde, pero no tenía la intención de luchar a pecho descubierto sin conocer antes a que me enfrentaba.

Una vez resguardado, comienzo a observar con cautela el lugar  desde el que procedía aquel rugido

Tenía que escapar de aquel lugar lo antes posible, si había caído del techo lo mas lógico seria buscar una rampa o unas escaleras. Aunque después de que mi intuición fallara en tantas ocasiones no tenia muy claro si estaría haciendo lo correcto.

Al escuchar aquel rugido decides no pensar demasiado y ocultarte.

Así que te colocas tras una de las columnas de aquel lugar... Y esperas... Y esperas...

Pero no pasa nada.

Es cierto que, en los pasillos que salían de aquel lugar, de algún punto, escuchabas algo avanzando. Pero no tienes claro si era un sonido que se acercaba o alejaba, ya que el propio lugar, el eco... No te permitía saber con seguridad si el sonido se acercaba o se alejaba. Además, tampoco tienes claro de qué "salida" se ocupa. 

En aquel sitio había unas escaleras que subía, y luego dos arcos más... Tres opciones en total. Y no tienes claro por cual podía proceder aquel sonido.

Tras comprobar que de momento seguíamos a salvo me aproximo de nuevo a aquel extraño personaje

Por casualidad sabes quién mas se encuentra por aquí? Seguramente el supiera tanto o menos que yo, pero no perdía nada por intentarlo.

Tras escuchar la respuesta a mi pregunta me aproximo a las escaleras que ascienden

No estoy seguro de a donde se dirigen ni si seguiremos a salvo si continuamos, pero no tengo pensado seguir aquí. Que tienes pensado hacer?