Partida Rol por web

Crónica de los Secretos (1): Tiempos de Sangre Tenue

Preludio (Gabriel): El principio del fin

Cargando editor
04/08/2010, 00:27
Director
Cargando pj

JUEVES 6 DE ENERO (19:20 horas)

Empiezas a despertar, bastante más descansado que la noche anterior, tras oír el sonido de unos elefantes a la lejanía, suponías que debido a la proximidad con el zoo, hecho que te hizo recordar todo el tiempo que habías dormido en el bosque, despertandote cada anochezer con algun que otro ruído de la naturaleza.

Para ti, éso era algo realmente importante. Una conjunción entre los humanos y la naturaleza que, pese a la insaciable urbanización, no llegaría nunca a romperse.

En ése momento recordaste las últimas palabras de Jeremías ayer, antes de irte a descansar.

El hecho de que el apartamento estubiera libre sólo para vosotros dos te daba la oportunidad de hacer posible la idea que te iba rondando últimamente por la cabeza: hacer de Lucía tu gohul, una compañera para la eternidad, pero no terminandola de condenar.

Una vez terminaste de dar vueltas a tu cabeza volviste a la realidad.

Aún faltaban dos días para la llegada de Lucía a la ciudad, por lo que tenías tiempo suficiente para decidir que futuro le depararías, ya que ahora, tenías otros dolores de cabeza.

Pocas veces habías estado acostumbrado a los actos sociales, ni al protocolo, pero ahora te veías rodeado de reuniones y visitas.

Cómo en Granada, aquí no sería diferente. Por ahora, que tu supieras, ya tenías que visitar a 3 presonas, y entregar 2 cartas, lo que siempre habías odiado ahora representaba tu destino: ser el recadero de otro vástago.

Pero todo tenía un fin.

De nuevo, la idea de Alejandro, tu sire, te vino a la memoria, llegando a recordar tus primeros andares junto a él en volver a escuchar a los animales, aunque ahora, cómo tu, estubieran en cautividad. Eran ya tantos los años que habías sacrificado en su búsqueda, tantos los problemas que éste caminar te había deparado.

 

Una vez cambiado, saliste de la habitación para ir al salón del piso superior, observando a Jeremías sentado comodamente en el sofá mirando el televisor y tomando un café. En las noticias, daban reportages sobre las cabalgatas de reyes de ayer, pero en verte llegar se levantó, con cara de gran felicidad. Buenos días Gabriel, espero que hayas podido descansar -te dijo gentilmente, mientras posteriormente, te dio las gracias por lo de ayer-, fue la primera vez que alguien me ayudó durante muchos años, realmente le estoy agradecido por el acto.

No te dió ni tiempo a hablar que siguió: Ayer cuando se fue a la cama estube hablando con el señor Moreno. Según me dijo, ya ha hablado con la señorita Sanahuja -dijo refiriendose a Montserrat-, estará hoy en el Elíseo a partir de las doce de la noche, ya me ha dado las indicaciones de cómo llegar. Por sus palabras, si consigue caerle bien la posibilidad de reunirse con Montoya y con el alguacil es mucho mayor.

Por lo visto, ésa mujer tenía mucho más peso en la ciudad de lo que habías imaginado, dandote cuenta que sabías muy poca cosa del sitio dónde tendrías que estar. Tu primera impresión fue que, de nuevo, te encontrabas en otra urbe bajo el poder e influencia principalmente del clan Ventrue, pero luego recordaste que por lo que te llegó a contar José, Montoya era Tremere.

Ventrues y Tremeres, extraña conjunción.

Tambien le comenté por encima la situación de Lucía -esas palabras te preocuparon-. A primera vista, la abierta relación que tenías con la mortal no le había gustado, por lo que el mero hecho de que José lo supiera te podría provocar muchos problemas. Le dije que se trataba de la mortal que quería vincular, pero que teme por su vida antes de que llegue a Barcelona el sabado. Me dijo que le íban a poner vigilancia hasta que estubiera en el aeropuerto por su tranquilidad.

 

Notas de juego

RdS: 10

Nota:

Para crear un gohul necesitas hacer 2 cosas:

1-Debes vincularlo a ti para, con el poder de tu sangre, darle la eternidad, y hacerlo tu esclavo. Para ello debes alimentarle con tu sangre (mínimo un punto) durante tres noches seguidas.

2-Una vez vínculado, o antes (dependiendo de el riesgo que quieras tener), deberás educarle. Un nuevo mundo se abre ante él, tanto por llegar a descubrir secretos de la estirpe cómo debido a sus cambio físicos (la ficha la realizaría yo).

Alimentación: Deben beber de tu sangre almenos una vez cada seis meses para no empezar a sentir "hambre", dónde correrías el riesgo de que se alimentara de otros vástagos, llegando a poder vincularse de ellos. En la Guía introductoria os dejé algo más de información al respeto de éstas cosas. Aún así, sigue siendo humano: sigue respirando, comiendo, bebiendo, puede enfermar y puede llegar a morir.

Si está 1 año y 1 día sin beber de tu sangre, pierde el vinculo que tenía contigo, y el tiempo vuelve a correr por él.

Habilidades Secundarias: veo que aún no has elejido habilidades secundarias. Quería recordarte que todos los jugadores teneis 3 / 2 / 1 puntos para repartir entre las distintas columnas. La lista completa y los requisitos estan en la Guía introductoria, miratela y elije las que desees por ahora. A partir del Capítulo 1, éstas tambien podrán ser compradas con Puntos de Experiencia.

Cargando editor
04/08/2010, 09:43
Gabriel
Cargando pj

Despierto una noche más y me estiro en la cama como de costumbre. Observo tranquilamente alrededor mientras sonidos aislados de animales llegan hasta mis afinados sentidos. Quizá un dia de estos cuando ya haya acabado con las reuniones y visitas pueda visitar el zoo, me gustan los animales pero tampoco fui nunca un experto tratando con ellos como mi sire.

Salgo del cuarto y subo las escaleras para encontrarme con Jeremias - Buenas noches dirás.. -sonrio- Oh, no fue nada.

En el Elíseo a partir de las 12... ¿y qué hora es? -miro mi reloj, como siempre, me levanto temprano- Bueno, aun tengo tiempo de buscarme un trago.

Espero que se me de bien con ella, no soy ningún experto en estas cosas tan... diplomáticas.

Frunzo el ceño cuando nombra a Lucía. Ya casi iba a echarle de nuevo una gran y furiosa bronca por meterse en mi vida personal pero finalmente veo que sus intenciones no eran malas, y que, en cierto modo, esa vigilancia daria la proteccion que necesitaba ella hasta llegar aquí conmigo - Hmpff.. bien, de acuerdo.

Voy a dar una vuelta - digo mientras me enfundo la gabardina y las armas que previamente saco del maletín - Volveré antes de las doce, vete preparando el coche para entonces para ir al Eliseo..

Tras aquello salgo del apartamento y voy dando una vuelta por el barrio, intentando aprenderme las callejuelas y que aquello me suene por si acaso debo huir en algún momento. Estaba en una ciudad nueva y eso siempre era peligroso para el recién llegado desconociendo los peligros.

De paso voy buscando alguna presa aislada, quizás hubiera alguien paseando por los parques que me nombro Jeremias. Cuando se vayan acercando las 12 reemprendo el camino de vuelta, quería acabar con mis "obligaciones" cuanto antes.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Vale, aclarado lo del ghoul.

Lo de las habilidades secundarias es cierto que no cogí, pero es que no cumplo los requisitos de ninguna por lo que vi. Bueno si, de la unica que no tiene requisito (Aficcion) pero no me queda muy claro que es..

Dejo una tirada para la caza, y bebo solo los 2 puntos que me faltan en caso de encontrar victima. Despues va al Eliseo con Jeremias.

Cargando editor
04/08/2010, 19:47
Director
Cargando pj

Las calles del barrio de marina realmente estaban tranquilas.

Se respiraba paz en todo ése ambiente, observando cómo paseaba la gente saliendo de trabajar o volviendo hacia casa.

Te fijaste que a poco más de diez minutos, había una boca de metro con escaleras dirigiendo hacia un sitio de transporte. Habías oído alguna vez hablar de dicha forma de transporte moderna, pero aún no habías tenido la posibilidad de montar en ninguno. Aún así, por la cantidad de ganado que salía de ésa estación, te percataste de que seguramente era algo de bastante envergadura.

 

Seguiste andando, tranquilo, buscando algo que llevarte a la boca para almorzar.

Aún no te sentías para nada hambriento, pero por nada del mundo querrías llegar a tener ésa posibilidad, ésa noche no, en una nueva ciudad y encima teniendo que conocer a vástagos influyentes.

 

No fue hasta que llegaste a una zona próxima a la playa que viste a una joven que parecía algo perdida, cómo si fuera extranjera, algo que también te pasaba a ti en ésa ciudad.

Por un cartel cercano a otra boca de metro, pudiste leer que estabas en el Bogatell, en medio de una extraña plaza de arena fina, con columpios y una grande estructura de hierro a modo decorativo.

Te acercaste poco a poco a la chica por detrás, percatándote que se dirigía hacia un pequeño callejón. Intentaste en ningún momento perder el punto de referencia de dónde habías iniciado el paseo, tu nuevo refugio, siguiendo a ésa joven sin ni siquiera saber en que idioma hablaría cuando se encontrara contigo, pero poco importaba, ya que tampoco lo tenías nada a decir.

Solamente, cuando estuviste seguro de vuestra soledad en el lugar te abalanzaste sobre ella, sorbiendo parte de su sangre a través de la yugular que, una vez servido, tapaste, relamiendo los bordes de la carne.

Seguramente no se acordaría de nada cuando se levantara de ése pequeño adormecimiento que padecía.

 

Miraste el reloj y te percataste de que aún era temprano. Sólo eran las diez menos cuarto de la noche, y no habías quedado con Jeremías en casa hasta más tarde, para así llegar al Elíseo a la hora acordada.

Eran miles las preguntas que tenías en tu mente mientras andabas por las cercanías del lugar hasta que un coche se paró a tu lado, barrandote un poco el camino cómo para que siguieras andando sin llamar la atención de nadie.

Se trataba de un coche bastante lujoso de color negro, con las ventanillas laterales de color oscuro, cómo tintados. Te fijaste en que no había nadie más a vuestro alrededor, la calle parecía desierta, y si se habían parado para preguntar alguna dirección lo llevaban claro.

Aún así, al poco se abrió una de las puertas traseras, justamente la que quedaba a tu lado, saliendo un hombre de unos treinta años, cabello negro corto, enfundado con un traje del mismo color y unas gafas de sol, que, acercándose a ti se quito diciéndote: Creo que no le había visto nunca por aquí caballero, ¿se ha perdido?

Podías oler en el ambiente la fuerte presencia de la Bestia que había, tanto en ése ser cómo en el interior del coche.

No pudiste hacer nada pero. Al poco, antes de poder llegar a obtener ninguna reacción, sólo una palabra oíste de la boca de ése cainita: Quieto

Perdiste totalmente la posibilidad de realizar ningún movimiento, quedándote allí, estático mientras el extraño que tenías enfrente ponía una mano encima de tu hombro y, señalándote el coche con la mano libre te murmuró: ¿sería tan amable de acompañarme? A continuación, no entendiendo ni cómo ni por qué, entraste sin oponer ninguna resistencia dentro del coche, quedando claro que tu mente, ahora, no controlaba tu cuerpo.

Dentro del coche había otro hombre del que sólo llegaste a ver la silueta mientras te ponía la cabeza dentro de una bolsa de cuero y notabas cómo, mientras el coche se ponía en marcha, cómo el vástago que viste antes te empezaba a atar las manos detrás de la espalda mientras, desde enfrente, un hombre te daba una descarga en la espalda que te dejó inconsciente.

 

No recobraste el sentido hasta que sentiste un fuerte golpe en la cara que te devolvió a la realidad e hizo caer al suelo la silla dónde estabas atado y sentado.

No podías mover ni piernas ni brazos, mientras notabas cómo desde detrás tuyo volvían a levantar la silla, dejándola en su lugar. Buenas noches caballero -oíste enfrente tuyo-. Seguías llevando el saco y no podías ver nada, pero ésa voz parecía diferente a la de antes, y además, oíste pasos detrás tuyo. Estaba claro que no estabais solos en ése lugar, lo que no entendías, era porqué estabas tu allí.

Bienvenido a Barcelona señor... -paro a la espera de que le dijeras cómo se debía dirigir a ti, cuando, notaste otro golpe en la cabeza por detrás, cogiéndote del pelo a través del saco del cuero-. Seguías oliendo la Bestia en tu alrededor cuando de nuevo volvió a hablar. Bueno, dejémonos de formalismo -te dijo mientras oíste cómo ponía con fuerza, dando un golpe en el suelo, para después sentarse en ella-, ¿Quien eres tu? ¿que has venido a hacer en la ciudad?

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ok, entendido lo de las habilidades secundarias. Guardatelas para cuando cumplas los requisitos para cojerlos.

Aprovecho para recordarte que tienes 28 puntos de experiencia aún por gastar, que puedes usarlos cuando quieras y yo te los añadiré en el siguiente despertar.

Cargando editor
05/08/2010, 01:45
Gabriel
Sólo para el director

Relamo mis labios limpiando los últimos rastros de sangre de la muchacha y salgo andando, dando un pequeño paseo de vuelta. Un coche negro, un hombre saliendo, una orden, ya estoy dentro, oscuridad...

Es todo lo que recuerdo. Todo ocurre demasiado rápido.

Un brutal golpe me hace despertar de nuevo y caer violentamente al suelo - Joder.. ¿como has caido tan facilmente en la trampa, Gabriel?- me pregunto, eso me hace recordar que no soy mas que un chiquillo comparado con las bestias que siento aquí. Son muy intensas, y por sus métodos, o son locos del Sabbat o los perros del príncipe. Pero uno de ellos es Ventrue seguro, lo que le quita peso a la teoria del Sabbat. Que cojones.. quiza solo son simples locos.

Cita:

Bienvenido a Barcelona señor...

Tu puta madre, cabrón! -respondo cada vez más furioso por todo aquello y el segundo golpe no se hace tardar, me hubiera dejado sin aliento si aún respirara pero ahora sólo me hace tragarme mi orgullo. Por las pisadas sé que son varios, joder, va a ser imposible escapar sin luchar.

Venía de turismo.. no te jode -sonrio y escupo algo de sangre tosiendo con fuerza. 

Otro golpe.

¿Sois amiguitos del principe que está furioso por que no me haya presentado? Pero si acabo de llegar.. - pregunto cuidadosamente. Esa pregunta no me ponía de parte ni de un bando ni de otro y tampoco insultaba a ninguno. Era lo más cauto que podía hacer ahora, averiguar de donde eran mis enemigos.

¿Por qué no me quitais la bolsa? Por lo menos quiero ver la cara de los maricones que apalean a un hombre maniatado.  O también os acojona eso?

Les espeto desafiante, no era mi estilo hundirme en estas situaciones, sino hacerles ver que no conseguirían nada de mí con sus bravuconerias. Lo que más miedo me daba era que encontraran las cartas. No recordaba si las había metido en la gabardina o se habian quedado en el apartamento hasta que volviera con Jeremias. Jeremias. Con lo paranoico que es ya debe estar preocupandose ¿qué hora era? cuanto llevo incosciente?

Me pregunto que habra pasado con mis armas. Las grandes seguro que me las han quitado ya, el revolver creo que me servira de poco. Gracias a dios que tomé un tentempie antes de venir. Me temo que voy a necesitar todo el poder de la sangre para salir de esta. De momento intento reventar mis ataduras para quitarme la maldita bolsa y ver mejor el percal.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Se pone interesante la cosa !! De nuevo no me lo esperaba xD.

Lo de los puntos de experiencia es verdad, creo que los gastare en autocontrol o algo para resitir el frenesi. Ya lo miro mañana. Estaba esperando para ver si averiguaba que disciplina es esa que aprendi y si me interesaba gastar algun puntillo en ella.

Y de habilidades secundarias no hay algunas mas relacionadas con Fuerza y Resistencia?  

3 exitos en fuerza para romper las ataduras. No se si deberia haber tirado tambien atletismo , creo que no.

Cargando editor
06/08/2010, 22:06
Director
Cargando pj

Cuando intentaste romper tus ataduras notaste que algo extraño había en ellas, algo que hacía que rozaran más y más contra tu piel, sin llegar ni siquiera a aflojarlas, sino que, debido al impulso furioso que les diste empezaron a apretar algo más.

Deseabas ser despojado almenos de la mordaja, para ver la cara de tus agresores y a la vez, librandote de esa humedad probocada por las sangre allí impregnada fruto de tus escupidos y de los golpes.

En ése momento, oíste unos pasos acercandose hacia ti. Estabais en un lugar bastante grande, notando que el enterno hacía resonar hasta el mero vuelo de una mosca, con suelo de piedra por el típo de sonido que hacian sus pies al andar, cómo una cueva o algo parecido. En que es un turista, lo veo, pues le informo que Montoya es bastante reacio a ser visitado por forasteros. Primero los analiza e investiga -dijo acercandose a ti y notando cómo íba poniendo su mano en tu nuca-, después -prosiguió-, si le interesan, les honra con su presencia.

Observabas que ése hombre, fuera quien fuera, conocía bien las costumbres del monarca de la ciudad, algo que tu desconocías. No llegabas aún a comprender las intenciones de ése "comité de bienvenida", pero visto lo visto, no se trataba de ningún castigo para no haber ido a presentarte.

Normalmente no dejo que los presentes aquí tengan los ojos libres para observar, pero me has caido bien... En ése momento hizo un chasquido con los dedos, y oíste unos pasos tras tuyo, que, justo en el momento en que ése extraño cainita dejaba tu nunca empezaba a tirar del saco. Aún así, todo a tu alrededor era oscuridad, una negrura impenetrable en la que ni un apice de luz veías, algo que te podía hacer temer por una ceguera si no fuera porqué llegaste a ver la silla de madera dónde estabas maniatado.

Aun y que tus inicios, han sido un poco molesto... un Ventrue... ¿pero que te has creido? Oías su vez, llegar desde todos los rincones de la oscurecida sala, observando que ése ser había podido penetrar en todo momento dentro de tus pensamientos. Pero bien, podemos seguir hablando. Es temprano, aún falta una hora para que tengas que volver a casa para dirigirte a tu cita... tenemos tiempo. Según parecía, a ése vástago no se le escapaba ni un segundo de lo que pasaba en ésa ciudad. ¿El principe? no lo creías. Hubiera sido demasiado dantesco que el monarca de esa ciudad usara la tercera persona para hablar de si mismo, además de que, por lo que te dijo Jose de él, parecía cuerdo. ¿Pero si no era él, quien era? ¿quien podía estar interesado en ti? ¿en tus movimientos?.

No nos temas Gabriel -siguió con total seguridad ése vástago, con ésa voz grabe que resonaba por todo tu entorno, haciendo un leve eco en sus paradas-, no queremos hacerte daño. Por tus pertenencias no te preocupes, a la salida te las devolveran,... ahora dime hijo... ¿que has venido a hacer a Barcelona? ¿por qué un simple diabolista está tan interesado en ésta ciudad? Sus preguntas se íban repitiendo, juntandose entre ellas entre final y principio, un eco que empezaba a descarrar tu mente, y a la vez alterar tus nervios. Mis hombres antes, quizás se sobrepasaron. Perdonales, no les gustan los infernalistas, igual que ha Javier, y aunque la ciudad no sea solamente suya, a mi tampoco me gusta tener a según quien paseando a sus anchas, no hasta saber lo que pretende.

Tras ésa dura sentencia el silencio volvió a inundar la sala. No oías nada, ni pasos, ni voces, ni la presencia de la Bestia,... era cómo si estubieras sólo allí, aún y notar que unos ojos estaban fijados en ti.

Notas de juego

-RdS: 11 (pierdes un punto de sangre por los golpes, y tu nivel de salud desciende a lastimado)

-Por ahora las únicas habilidades secundarias que hay son las que estan mostradas en la lista. Aún así es probable que a la larga desarrolle algunas más, pero esto ya sería más hacia la segunda parte de la Crónica.

Cargando editor
08/08/2010, 17:05
Gabriel
Cargando pj

Intento romper mis ataduras sin éxito. Bien duras y de buen material tienen que ser para resistir la presión de mis poderosos brazos. Dejo de intentarlo, pues a este paso solo voy a conseguir abrirme heridas en las muñecas y perder más sangre.

Me quitan la bolsa de la cabeza y todo es oscuridad. Creen que en la oscuridad voy a ser incapaz de verles pero me han menospreciado. Me concentro y lentamente mis ojos van volviéndose rojos como los de un demonio. Observo alrededor para quedarme bien con la cara de todos y cada uno de esos cabrones.

Para colmo es capaz de leer mis pensamientos. Eso si que no me lo esperaba, joder. Intento poner la mente en blanco pero no puedo, asi que intento pensar en cosas alejadas de mis verdaderas intenciones aqui, me concentro en el odio que me dan ahora mismo estos tipos y el como poder escapar. Aunque parece que no tienen intención de retenerme mucho tiempo.

Si sabes que tengo una cita y puedes leer mi mente ya lo sabrás todo - sonrio con fastidio.

Y no soy ningun diabolista.. fue.. un accidente. He venido aqui a buscar información sobre mi sire Alejandro.. -escupo un poco más de sangre, Alejandros había muchos asi que tampoco era una información reveladora. 

¿Si no servis al principe quienes sois? ¿Sabbat? Independientes? Si tus hombres no querían hacerme daño parece que se han esforzado por lo contrario

Notas de juego

Activo N1 - Los Ojos de la Bestia
El vampiro puede ver perfectamente en la oscuridad total: no necesita luz para percibir detalles incluso en la cueva o en el sótano más oscuro. La Bestia será evidente en sus ojos de color rojo brillante, algo que con seguridad asustará a los mortales.

 

Una preguntilla, los ojos estos brillan en la oscuridad o solo se ven con luz? Yo creo que lo segundo pero no lo sé.
 

Cargando editor
09/08/2010, 02:37
Director
Cargando pj

Pese a tu poder, y notar a la Béstia en ti, mirando a través de tus ojos, ésa oscuridad no disminuía en absoluto, sin llegar a percibir ni un poco de luz, ni ninguna silueta, escuchando cómo, tras una breve risa, ése hombre volvía a hablar.

Dejemoslo en que para que una ciudad se sustente, a veces, no basta sólo con una fuerza -empezó diciendo en alusión a tu pregunta sobre de que facción bebían. ¿A caso hace falta pertenecer a un grupo para ser alguien?

Ésas últimas palabras, además de la extraña oscuridad que había a tu alrededor empezaron a desconcertarte, cuando de nuevo añadió. A ojos de la Camarilla, eres tan diabolista cómo cualquier otro. El error no existe cuando se violan sus amadas tradiciones.

Parecía que lo dijera con cierto desprecio, cómo si en otro tiempo hubiera padecido en si la persecución y condena por tales hechos, pero a fin de cuentas, seguro de si mismo y sabiendo de que hablaba. Aún así, tu tenías la carta de José, el te perdonaba y pedía su perdón a Montoya, además de reconocerte.

Además, éso será lo que te llevará hacia Montoya -siguió diciendo ése ser imperceptible-, y será en ése momento que le darás un mensaje de mi parte. Otra vez siendo un mero recadero, no entendiendo de que les hacía percivir en ti tal visión: pero daselo personalmente todo añadiendo. Dile que Lucius Minicio Natalis ha vuelto.

Una vez terminó de decir ésto, fue poco el tiempo que te dejó para hablar cuando empezaste a notar cómo ésa oscuridad se íba postrando sobre tuyo, apresandote en invisibles paredes que empezaban a asfixiarte, oíendo simplemente un ténue si nunca desearas volver a verme mis hombres vendrán a buscarte, antes de caer de nuevo inconsciente.

 

Notaste unos golpes en la cara justo cuando empezaste a abrir los ojos. De nuevo, la luz estaba presente, notando el duro y a la vez frío suelo a tus espaldas. Una vez recobrado el sentido, víste que los golpes eran de Jeremías, quien, a tu lado, parecía algo preocupado. Gabriel, ¿éstas bien?

Te incorporaste un poco, y viste cómo llevabas puesta la gabardina, y las armas estaban en su sitio. El labio, aparecía sin ningún tipo de magulladura ni daño, cómo si nada de todo éso hubiera pasado. Estabas delante de tu casa, en la calle, cuando Jeremías empezó a hablar. Me tenía preocupado al tardar tanto a volver, hasta que al salir lo encontré en el suelo.

Al parecer no faltaba nada de lo que llevabas al salir de casa, pero sabías que no había sido ningun sueño. Habías vivido todas las sensaciones, y la conversación no era facil de olvidar. Miraste el reloj en el móbil y te percataste de que eran las doce menos diez de la noche. En diez minutos tenías la reunión con Montserrat, y ahora otro mensaje que entregar al Príncipe.

Notas de juego

los ojos de la bestia sólo brillan cuando hay luz, o si otro gangrel lo usa

Puedes postear en las dos partes, hablando con ése vástago y ya de vuelta con Jeremías.

Cargando editor
09/08/2010, 10:36
Gabriel
Cargando pj

La oscuridad no disminuye. No era un experto en ocultismo pero si que conocía unas pocas particularidades de cada clan. Si no era ventrue y esa oscuridad...

Un Lasombra. -pienso ahora sin dudarlo un apice. Aquella oscuridad no era natural, el tono engreido y supuestamente "noble" de mi interlocutor. Joder. Me había metido en un buen lio para variar, no me gusta la idea de pelear contra algo que no puedo ver.

Sigo esforzándome por poner la mente en otros sitios, no quería que descubriese mis cartas de indulto y de entrega - Claro, le daré tu mensaje. Dejame anotada tú dirección también, igual se pasa a tomar el té contigo. - sonrio burlón, dar este mensaje al príncipe de buen seguro me ganaría su cabreo. Pero con un poco de suerte me podría ayudar a vengarme de estos cabrones.

Tranquilo, nos volveremos a ver. Seguro que sí.

De nuevo más golpes y oscuridad.

Despierto en la calle con Jeremias zarandeándome, su rostro es lo primero que veo. Me toco el cuerpo para comprobar estupefacto que no tengo heridas, y que mis armas siguen en su sitio.

¿Habría sido todo un sueño? No, hacía mucho que no soñaba. Aunque podrían habermelo metido todo en la mente.. -maldita sea, tengo que fortalecer mis defensas mentales si quiero ser capaz de tener una minima opcion ante estos vastagos. Miro a Jeremias de nuevo.

Estoy.......bien.-murmuro demorándome en responder. Seguro que Jeremias me encontraba extraño pero no quería contarle nada de lo que había pasado todavía.

Vamos, vamos a llegar tarde... -una vez más compruebo que llevo todas las cartas y sino entro a recogerlas, después me monto en el coche con el ghoul.

 Lucius Minicio Natalis....-aprieto el puño. 

 

Cargando editor
10/08/2010, 17:56
Director
Cargando pj

Efectivamente, las cartas estaban en su sitio, al igual que las armas, el móbil, absolutamente todo, haciendote plantear cada vez más la posibilidad de que nada hubiera sido real, sobretodo cuando, en tocarte el lavio mientras Jeremías iba a por el coche, percatarte de que no había ninguna herida en ella, ni rozaduras en las muñecas.

Algo difícil de entender, ciertamente, y aún más de explicar, pero tenías un nuevo mensaje que entregar, grabado en tu mente, provocando un sentimiento de rábia sin igual, no pudiendo olvidar las últimas risas que oíste de ése ser tras tus sarcásticos comentarios, y ése Por supuesto que, de forma grabe retumbaba en tu mente tras asegurar que la cita volvería a repetirse. ¿A que jugaba? ¿Para que le interesabas? ¿Que clase de broma te estaba haciendo el destino?

Preguntas sin respuesta que fluían por todo tu ser antes de ver llegar al gohul de ése Ventrue llegar con el coche, y abriendote la puerta lateral para que entraras: Creo que aún estamos a tiempo de llegar sin demora -te dijo sonriente mientras entrabas-. 

No querías pensar en todo éso, dándote cuenta de que hoy no habías tenido ninguna noticia de Lucía mientras, al poco empezasteis a llegar al centro de la ciudad, tras las largas Ramblas, sorprendiendote por los cámbios arquitectonicos y de ambiente que tenía esa cosmopolita ciudad de poca distancia, cómo cientos de mundos en un mismo espacio. La señorita Fontrubí no nos podrá atender hoy -te dijo Jeremías sorprendiendote un poco-, por lo visto, se ha tenido que retrasar el Cónclave hasta el sabado 8 y los Consejeros estan bastante atareados en ello. Aún así, la señorita Sanahuja le atenderá gratamente. Te sorprendió ése cambio de planes repentinos, comprobando cómo el gohul había cambiado el plural por el singular, siempre de forma gentil.

 

 

Al poco rato aparcó en un lateral, cerca de unos callejones del Barrio Gótico barcelonés, para, saliendo del coche decir: tenemos que seguir a pie, pero por suerte está cerca -poniendote la mano en el hombro amistosamente, relacionando ése hecho al cansancio y desgaste mental que aparentabas por todo lo vivido en que, en ningun caso, había querido indagar-

Tras cinco minutos andando por la vacia calle y algo oscurecida por falta de iluminación llegasteis frente un antiguo edificio algo deteriorado que parecía abandonado. Aquí está el Eliseo -murmuró Jeremías para posteriormente añadir- A los siervos no nos es permitida la entrada. Cuando llegues, entrega la nota de reconocimiento que te firmó el señor Moreno. En ése momento, dio unos golpecitos en la puerta, una señal que no estuviste a tiempo de llegar a memorizar, y viste cómo abrían la puerta, diciendo el gohul a modo de despedida: cuando salga estaré en el coche esperandole, que haya suerte. Y se fue, justo mientras entrabas, viendo un pequeó salón con una cortina negra al fondo, y un horrendo Nosferatu sentado en un escritorio, que, con voz grabe te dijo: Y bien señor ¿que se le ofrece? Estaba claro, por la vez que estubiste en Granada, que era necesario un reconocimiento de alguien de la ciudad o de la Camarilla para gozar de libre acceso a ésos edificio, añadiendo después. Si de mientras fuera tan amable de irme entregando las armas.

Notas de juego

Te he dividido el post en dos ya que no sabía si dentro del coche querrías entablar algun tipo de conversación o llamar a alguien. Cómo ya vas viendo en éstos casos, puedes intervenir perfectamente en las dos partes del post.

Cargando editor
11/08/2010, 12:23
Gabriel
Cargando pj

Monto en el coche y paso todo el trayecto en silencio. Escucho el cambio de planes que me anuncia Jeremias y no me queda muy claro quien era Sanahuja - ¿Esa quién era? - es evidente que mi mente aún está fija en el incidente que acabo de tener con el Lasombra y no recuerdo del todo mi cometido. Jeremias por suerte era más responsable.

Bajamos del coche y seguimos a pie. Memorizo el camino de vuelta y no puedo evitar observar a todos lados, desconfiado. Me siento observado. Observo el viejo edificio cuando llegamos. Otra vez un edificio que parece abandonado, lo normal solían ser castillos o sitios lujosos, pero claro estando en una ciudad tan cosmopolita quiza no era posible.

De acuerdo, nos vemos. Ten cuidado.-digo antes de abrir  las puertas y entrar al Eliseo.

Arrugo un poco la nariz al ver al Nosferatu, nunca era agradable toparse con uno pero trato de poner no mi mejor sonrisa, pero si una normal.

Salud.. vengo a ver a la señorita Sanahuja, vengo de parte del señor Moreno, en Granada. -digo mientras le tiendo la nota que me acredita- Claro, tomad.. aunque la ultima vez.. bueno. -me callo mientras pienso en el Eliseo de Granada, la matanza, las llamas y no me hace gracia entregar las armas. Pero se las entrego, quería acabar con esto de las cartas cuanto antes.- Ahi están

Mi nombre es Gabriel de los Gangrel. Si todo está en orden, me gustaría verla sin demora.

Notas de juego

Si, no hay problema, así mejor ;) 

Cargando editor
11/08/2010, 21:45
Director
Cargando pj

Observaste cómo el Nosferatu frunció la frente -al menos éso creías que era-, trás tu comentario, para posteriormente cojer tus armas y colocandolas delicadamente bajo su escritorio, en el suelo. Notabas una sensación de desconfianza, quizá por tu diablerie, recordada por Lucius en tu anterior cita, o quizá por el hecho de ser forastero, viendo cómo el Nosferatu observaba detenidamente la nota y tras levantarse para dirigirse hacia una puerta tras ésas oscurecidas cortinas le viste hablar con otro vástago, el cual le sustituyo mientras él se íba al interior del local.

Una vez cerrada la puerta, ése hombre de unos treinta años, cabello corto negro y no muy corpulento, bien trajeado, llegó a recordarte por un momento al que te secuestró, observando pero que éso era imposible. Al poco, te pidió que abrieras las piernas y te registró. Éso te parecía mucha seguridad, aunque no fueras muy asiduo a ése tipo de lugares. Según te había dicho Jeremías, la mujer en cuestión se trataba de una Ventrue, hija del representante en la Primogenitura de dicho clan y Consejero, pero ella, a su vez, no dejaba de ser la Directora de Protocolo. Aún así, no terminabas de entender demasiado ésa clase de status jerarquicos tan usados tanto en el mundo mortal cómo cada vez más en el cainita.

Una vez volvió el Nosferatu, hizó un leve gesto de afirmación con la cabeza y te acompañó hacia el interior para una vez en la sala principal, muy similar a la de Granada pero con un poco más de lujo, comentar: La señorita Sanahuja le espera en la sala contigua -para posteriormente dirigirse allí contigo-.

El Elíseo en si estaba formado por una gran sala principal, con parquet y paredes de madera, algo antigua, bastantes mesas rodeadas por sillones junto a una alargada barra, similar a la del sitio dónde trabajaba Lucía. En el centro, había una escalera que conducía a un piso superior, a la vez que "ocultando" una zona más de local tras la barra, dónde obserbaste a dos vástagos, de entre 30 y 40 años, bien vestidos y algo alcoholizados, charlando, cerca de la terraza. A los dos laterales, te fijaste de que había dos puertas, y que os estabais dirigiendo a una de ellas, a la derecha del Eliseo.

Tras abrirte la puerta, te percataste de que se trataba de una sala, algo más pequeña de forma rectangular, con un espejo al fondo enmarcado en algo dorado que parecía oro, junto a unos escritorios y librerías de color blanco, además de un pequeño minibar del mismo color. El suelo, estaba hecho de parquet oscurecido, color caoba, y las paredes estaban enmoquetadas con terciopelo negro, el mismo color que los dos sillones y el sofá que había a un lado, rodeando una mesita de cristal algo ovalada. Justo en el sofá, había sentada una mujer de unos 20 años, de cabello moreno muy corto de mediana estatura vestida con traje. A primera vista, podría llegar a parecer un hombre, pero sus ojos verdosos y sus labios carnosos mostraban su sensualidad y belleza ocultas.

Una vez cerrada la puerta te mostró con la mano el silló que estaba más cerca suyo, para de una forma algo tosca decirte: Por favor, sientese... -y mientras te acercabas añadír- ¿cual es el motivo de la urgencia en verme?

Cargando editor
11/08/2010, 23:14
Gabriel
Cargando pj

Observo como el Nosferatu se pierde entre las cortinas con el sobre lacrado que le entregué. Después le sustituye un hombre que me pide que abra las piernas - Ouch... bueno.. claro amigo. Pero tampoco toques mucho eh - sonrio socarrón y le obedezco, menos mal que las había entregado todas. Aunque siempre me quedan las garras.

Termina el protocolo y sigo al hombre por donde me indican. Un bar.. quizá luego pueda pasar a tomarme algo y relajarme del incidente.

Llegamos a la sala de reunión y observo a la figura trajeada. Se gira y resulta ser la dama que buscaba. Como han cambiado los tiempos.. mujeres vestidas de hombres -sonrio y saludo alzando la mano, como si nos conocieramos de toda la vida, algo que podrían interpretar como maleducado o que me tomo demasiadas confianzas, pero es lo que hay, soy un ignorante en cuanto a etiqueta se refiere y no tengo ningún interés en aprender.

Hola -sonrio examinándola de arriba a abajo con descaro y luego carraspeo sentandome donde me ofrece- soy Gabriel, de los Gangrel. Tú debes de ser la dama Sanahuja.. me envía un hermano de clan vuestro, Jose Moreno, de la resistencia en Granada.. bueno, de la antigua resistencia.

Me detengo y hago una pausa dramática pensando en la mejor manera de decirlo.

El Eliseo sufrió un ataque por parte de una fuerza aún desconocida. Jose y yo teníamos una cita aquella noche en el Eliseo, cuando llegamos las puertas estaban tiradas y decenas de vastagos se hayaban muertos o moribundos por el suelo. Todo el edificio ardía en llamas..  y en medio de todo aquel caos una pantera negra se nos abalanzó encima, seguramente la causante de todo aquello o una de ellos. Entre los dos nos la quitamos de encima, pero todo comenzo a arder en llamas..  perdí la cabeza y.. -me callo y le entrego el sobre sobre mi Diablerie, no tenia ganas de explicarlo más.- Salí de allí aun aturdido, pero Jose se quedó dentro. Por suerte pude salvarle antes de que las llamas le consumieran...

Comento con la mirada fija en el anillo que me dió y cuando termino mi narración de los hechos se lo muestro, además de entregarle el sobre de Moreno.

Pero yo no tenía nada que ver en esto, solo estaba buscando a mi Sire. Por eso he venido aquí, de paso el señor Moreno me encargó su confianza e informaros de lo sucedido en Granada.

Necesito audiencia con el príncipe para contarle esto mismo, y con el primogenito gangrel para mis asuntos.

Y.. yo.. hoy.. he tenido un incidente con un Lasombra.  Lucius Minicio Natalis-repito con rabia- me secuestraron, aun no se muy bien para que. Después me soltaron diciendo que le llevará el mensaje al príncipe de que él ha vuelto - miro a la mujer muy serio. Creo que he hecho bien en decírselo a ella primero, es amiga de Moreno y sabe el carácter del príncipe. Quizás este se enfureciera conmigo por contarselo tan de repente.

¿Quién diablos es.. ? ¿El Sabbat?

 

 

Cargando editor
12/08/2010, 02:50
Director
Cargando pj

Viste a la señorita Sanahuja algo sorprendida tras tu comentario sobre la caduca resistencia granadina, escuchando atentamente todo lo pasado en el Elíseo, murmurando un: ¿por qué no me lo dijo Jose cuando hablamos?. Parecía que entre ellos dos había una relación cómo de familiaridad, llegando a mostrar una gran preocupación en decirle que pudiste salvarle de las llamas: ¿pero él está bien?...

Aún y ésa preocupación tan extraña, que nunca habías visto en los miembros de ningún clan que no fuera el tuyo, aún tenías cosas que contarle, observando una cierta vergüenza por el acto cometido con ésa "mujer-pantera". No te sentías sometido a las Tradiciones, cómo lo estaban los miembros de la Camarilla, pero aún así, te negaste a tener que revivir ésos hechos, entregandole la nota que trás empezar a leerla desconcerto un poco a ésa chica, observando cómo zarandeaba la cabeza en señal de desaprovación, para sólo levemente murmurar un esto dificulta un poco las cosas Gabriel.

Aún así, siguió escuchando con atención tus palabras, observando lo mucho que tenías que contarle a Montoya y que primero le estabas confesando a ella, cómo si hubiera algun tipo de necesidad de despojar todas las dudas que habían en tu mente, hasta que terminaste de comentarle tu anterior encuentro y el mensaje que te habían dado, analizando al detalle cada una de las palabras, para, después, mostrandose tranquila y con un gran temple, empezó a decirte.

Realmente -empezó alzando la nota y tras ponerla dentro del sobre devolvertela-, el contenido que hay aquí es bastante peligroso. No llegabas a entender que clase de problema podía haber en una petición de perdón al monarca de la nueva ciudad dónde estabas, detallando, casi a la perfección, todo lo ocurrido en el incidente ocurrido en Granada. Montoya es muy estricto en éstos temas, siendo difícil su perdón sea cual sea el motivo del amaranto. Es muy estricto en las Tradiciones, especialmente en ésta, considerando una violación de ésta el no poder controlar tus instintos, sea cual sea el motivo. Para tras una breve pausa añadir: has elegido el peor lugar para mostrar tus vetas,...

No era fácil entender, con sus palabras, cómo Moreno había sido capaz de mandarte allí tras lo que hiciste, teniendo además tanto conocimiento y contactos en la capital catalana, pero por tu desconfiada mente llegó a pasar momentaneamente la vaga idea de que todo hubiera sido una encerrona, ¿pero por que?... Muchas eran las elucubraciones que llegaban a vagar por tu pensar, hasta que la joven cinita dijo, volviendo a la realidad y viendo una puerta abierta para poderte librar de la tan temida Caza de Sangre. Aún así no está todo perdido, hay una posibilidad -empezó a murmurar-, una vieja ley del monarca que da una posibilidad, aunque dura, de enmendar los pecados. Es difícil lograr su aceptación, pero si quien lo pide es un antiguo de la ciudad, éso facilita las cosas. Observabas cómo si te estubiera hablando dado por entendido que lo comprendías todo, sin apreciar a la hora de medir sus palabras que eras un recien llegado a la ciudad, pero notando una innata alegría empezar a despertar en tu interior. Aún así, debes prometerme que harás lo posible para tener exito durante el proceso, pues quien pide el indulto corre la misma suerte que el infractor. Para prosiguiendo añadir: ésto tendríamos que prepararlo bien antes de tu posterior cita con Miquel -dijo refiriendose al primogénito gangrel-, ya que el hecho de ser visto con un diabolista antes de ser recivido y valorado por el Principe le podría acarrear serios problemas.

Era en ése momento que estabas empezando a percivir la gravedad de lo ocurrido la otra noche en el Elíseo, pero sin comprender el hecho de que, a veces, la elección de vivir o morir fuera tan complicada. Por cierto ¿quieres tomar algo? -te dijo amablemente la chica, dejando a un lado la frialdad inicial, para añadir con una ligera sonrisa: y por favor, llamame Montserrat

Cargando editor
12/08/2010, 15:17
Gabriel
Cargando pj

Si, Jose está bien. Se recupera de sus heridas poco a poco.

Llega la parte de la diablerie y no se lo toma muy bien, advirtiéndome de las excentricidades del príncipe - Yo no tengo porque demostrar nada a nadie - estoy a punto de decirla, pero sabía lo que eso suponía y bastante mierda tenía ya encima como para encima iniciar una caza de sangre.

Quizás no ha sido una buena idea venir a Barcelona, quizá sería mejor seguir buscando a mi sire por otro lado.. -pienso mientras la ventrue me explica que hay un modo de "redimirse" a ojos del Malkavian, pero que será duro. La miro ceñudo.

¿Qué ley es esa y qué es lo que debería hacer? - pregunto , haciendo enfasis en el debería. No voy a humillarme así que si no lo considero digno o es demasiado peligroso abandonaré la ciudad, pero démosle una oportunidad- Primero cuentame de que se trata y luego veré si acepto y te doy mi palabra.

Me pregunta si quiero tomar algo y sonrio encogiéndome de hombros.

Bueno, una copa de vitae estaría bien si no es inconveniente. De acuerdo, te llamaré  Montserrat entonces..

Tomo la copa que me sirven y doy un sorbo tranquilo, esperando que satisfaga mis dudas sobre aquel peligroso paso que podría poner en peligro la no-vida de dos vástagos a la vez.

Notas de juego

Te respondo un poco corto que tengo visita en casa. La parte del Lasombra no me ha dicho nada, se ha hecho la loca o se te ha pasado? :P Bueno ahi queda! 

Cargando editor
13/08/2010, 20:26
Director
Cargando pj

Observaste cómo en contarle que Jose estaba bien se mostraba un poco más relajada. No sabías que podía ser lo que les unia, si se trataba de algo más que el clan, pero te alegró el hecho de ver ése tipo de sentimientos, pudiendo llegar a pensar que en no todos los vástagos se perdía ésa humanidad necesaria para la amistad.

Sonrió un poco tras tu posterior comentario al interés de saber más sobre la forma de redención que se te estaba abriendo, aún y mostrar cierta desconfianza queriendo saber más antes de comprometerte. Se trata de la ley de las Diez Tareas, o cómo se dice vulgarmente, los Diez Mandamientos de Montoya... -empezó Montserrat para levantarse un momento y abrir la puerta de la sala, llamando la atención del camarero- Una vez se volvió a sentar siguió comentandote en que se trataba todo ése entrecijo redentor. A diferencia de muchos otros Principados, nuestro Principe diseñó esta ley para casos cómo el tuyo. Se trata solamente de "probar" tu honor, y sobretodo, tu espiritu de redención. Dicho ésto, siguió comentandote, sólo parando en el momento en que el vástago que viste antes, tras la barra, entró con una copa helada con sangre tibia dentro. Se notaba que, realmente, sabían tratar a la gente en ése lugar, algo más familiar y todo que en Granada. Además, en abrirse la puerta, pudiste oír bastante alboroto fuera, pero no agresivo sino de forma festiva. No sabías si era el ambiente normal de ése lugar, o propiciado por la festividad de Reyes, pero realmente, tras tu última experiencia en un Elíseo, era de agradecer.

Una vez salió el camarero, Montserrat siguió comentandote todo lo referido a ése extraño "tramite legal", comentandote que si se te daba la posibilidad de adherirte a ella, tendrías que hacer diez tareas asignadas directamente por Montoya. No se si conoces la historia de éste joven Principado, sus luchas, sus ataques de garus y sus intentos de desestabilización por parte del Sabbat y los anarquistas, pero éste es el motivo principal de la ley. Te explico que el Principe le gustaba conocer personalmente a las personas que en el pasado habían tenido "deslices" con dicha tradición, y a las que alguno de sus antiguos había confiado en su redención. Diez encargos hechos por Montoya, mucho menos doloroso que padecer una Caza de Sangre y aún y que duro, mucho menos que esperar el perdón del Consejo Interior.

 

Dicho ésto, se hizo un leve momento de silencio, cómo si la señorita Sanahuja quisiera darte tiempo para reflexionar ante todo ello, para, cambiando de tema añadir. En lo referente a ése extraño incidente que has tenido, por ahora no comentes nada a nadie. Realmente, no se de quien se puede tratar, por lo que preferiría saber algo más antes de preocupar a Montoya. No entendías muy bien por qué ése secretismo, pero no paso mucho tiempo antes de que ésa joven añadiera: cómo comprenderás, el Cónclave le tiene muy atareado y preocupado. Su contenido puede importunar a muchos a la vez que salvar la existencia de los vástagos. En ése momento quitó una tarjeta del bolsillo interior de su chaqueta, para entregandote una tarjeta decirte: éste es mi numero privado. Si ocurriera algo llamame.

Notas de juego

Notas: Montoya es Tremere.

Lo de Lucius no se me había pasado, tranquilo, aquí tienes al fin su respuesta n.n

 

Cargando editor
14/08/2010, 14:30
Gabriel
Cargando pj

...la ley de las Diez Tareas...-repito frunciendo más aún el ceño. ¡Diez trabajos! Casi nada.. y todo por capricho del Tremere- Oye, oye.. yo ya he ayudado bastante a la camarilla salvando a vuestro amigo Jose. Creo que mi honor y valor ya estan suficientemente probados... Diez encargos me parece excesivo...

Gruño y murmuro. En ese momento traen la copa de vitae helada y doy un sorbo, calmándome un poco de la mala leche que se me ha puesto al enterarme de que voy a tener que ser el perrito faldero del principe.

Espero que las tareas no me hagan peligrar demasiado.

Suspiro y entrelazo mis manos.

No, no conozco mucho la historia de este principado.. sólo lo que me contó el señor Moreno -asiento escuchándola. Bueno, por probar no pasaba nada ¿no? Ya veremos en que consisten esos mandamientos de Montoya, pienso.

De acuerdo, no diré nada. Pero quiero protección. Y no de ghouls precisamente, ese tipo es peligroso.

Y en cuanto a redimirme.. ¿no me queda otra que aceptar, no? Acepto... 

Tomo la tarjeta que me ofrece y la guardo dentro de la gabardina. Miro a la mujer expectante, para que me contara cual sería mi primer trabajo para el príncipe. De nuevo, me estaba pringando en más mierda política sin quererlo ni beberlo...

Notas de juego

Jode, que cacao tengo con los clanes de la gente jajaj, perdón. Es tremere si.

Imagino que para no descuadrarte la crónica yendome a mi bola lo suyo es que acepte los 10 encargos, así que eso hago, aunque no le haga mucha gracia. 

Cargando editor
14/08/2010, 20:04
Director
Cargando pj

En el momento en que le comentas sobre los Diez encargos ves cómo Montserrat se pone a reír, quedandose mucho más seria en cuando muestas tu preocupación referente a la peligrosidad de éstas: Tranquilo Gabriel -te dice poniendote suavemente la mano en la rodilla-, se que salvando a Jose hiciste un gran acto de honor, y así lo reflejaré ante Montoya, aún así, rompiste una tradición que, para el monarca es crucial. En ése momento empezó a contarte resumidamente la história del principado barcelonés, cómo la ciudad vivió casi todo el renacentismo sumida en el caos bajo un gobierno desestabilizado de raíz anarquista ya que las desconfianzas entre primogenituras y consejeros impedía que la Camarilla se asentara ferreamente en la zona, además de la multitud de ataques perpretados por el Sabbat y los lupinos día si día tambien, terminando en una guerra abierta entre vástagos aprovechando los acontecimientos de la Guerra Civil española. Éso, más que cerrar rencillas abrió muchas más -te dijo realmente decepcionada-, para los vástagos que vivimos ésa época fue una catastrofe. Muchos de nuestros amigos y antiguos fueron exterminados por el atroz acto de la diablerie. Por Barcelona decian -murmuró negando levemente con la cabeza-, pero en realidad, lo hacían por la hipocresía que nos había llevado a todos hasta allí, llegando a hacer peligrar nuestra estirpe con roturas del lebe velo protector de la Mascarada.

Realmente, se la veía afectada por todo ello. Habían pasado poco más de ochenta años ya de todo ello, pero revivirlo mientras te lo contaba parecía estar viendo el rostro de todos los seres queridos que en la Guerra habían perecido. Pero llegó Montoya, no se ni de dónde ni por qué, pero su presencia consiguió volver a poner en orden la ciudad, conviertiendo todo ése caos en un frágil equilibrio. Después de ello, te comentó por encima la distribución del poder que se había realizado para conseguir tales cosas, sorprendente testimonio sobretodo en saber que el legislador real de la sociedad cainita no era él, sino el Consejo: ésta fue la condición que dió cuando Ventrues, Tremere y Toreadores le pedimos tras la Guerra que fuera nuestro Príncipe, teniendo solamente un derecho de veto que nunca ha querido ejercer. Por éso te digo que éste Principado es distinto a los demás.

Si tienes miedo a volverte el recadero de Montoya -dijo pudiendo observar cómo con ésas palabras volvía al tema que realmente te había llegado a preocupar más- te puedo asegurar que estés tranquilo. No se sabe nunca de que se tratan las tareas que designa, sólo que los pocos que han aceptado completarlas todas gozan de un reconocimiento especial en la ciudad: el merecido por alguien con la valentía suficiente y el temple necesario para ser considerado uno de los nuestros.

Hizo una leve pausa, cómo meditando en algo que, pese y creer suficientemente importante para contarte no supiera ni cómo hacerlo hasta que al fin se atrevió, entrecortadamente a decir: el señor Montoya nos enseñó una gran lección, y es que todo el mundo puede cambiar. Dió derechos de Primogenitura y de progenie a los mismos que habían luchado contra su causa, aprendiendo todos que nadie, por muy grabe que haya sido su crimen, es una oveja descarriada. Por éso son tan importantes para él los delicados temas del amaranto y la Yihad, porqué tras la muerte no hay posibilidad de redención.

Era sorprendente la fuerza con la que Montserrat hablaba de su monarca, una relación entre admiración y respeto que difería de todo lo que habías visto y oído hasta ahora. Quizá era verdad, y Montoya era diferente, pero éso no hacía que fuera dificil de creer, hasta que, volviendote a sonreír trás preguntarle por tu primera tarea te dijo: tener paciencia.

Las Diez Tareas te las otorgará directamente Montoya, una vez estés aceptado personalmente por él para realizarlas. Yo, lo único que puedo hacer es presentar tu caso a la espera de que algún antiguo de mi clan, o del que sea, pida para ti ésa posibilidad -te dijo apretandote cariñosamente la rodilla, cómo dándote animos, para añadir posteriormente- Aún así, tu fortaleza y predisposición me honran.

En ése momento levantó su mano de encima de ti, y mirandote a los ojos te dijo, con algo de nostalgia en su mirada: cuentame más sobre el sire que buscas... porque realmente, éstos valores tienen que venir de un gran padre.

Notas de juego

Quería comentarte que si aceptas para no "joder" la crónica que muy mal, jejeje. La Crónica está continuamente abierta, sólo tengo en cuenta algunos puntos importantes de ésta para no perderme, pero nada más.

Teneis el 100% de libertad de hacer lo que creais mejor para vosotros, y actuar con el albedrío que creais correspondiente en cada momento. Aunque ponga Director en mis mensajes, yo solamente me limito a Narrar (si pudiera cambiarlo te juro que lo haría jejeje), y adoptar las personalidades de los PNJ's, éso si, teniendo en cuenta que, cómo en la vida, cada decisión trae sus consecuencias, ya sean buenas o malas.

Cargando editor
15/08/2010, 13:10
Gabriel
Cargando pj

 

Escucho la historia del principado barcelonés, guerras, anarquía, sabbat, lupinos...y diablerie en medio de todo aquello. La aparición de Montoya, estabilidad..

Pero me extrañaba que nadie sepa de donde vino o salió Montoya.  Realmente y pensándolo con calma yo no veía algo tan mounstruoso la diablerie, no más alla del asesinato. Pero claro, cuando el asesinato se convierte en defensa propia ¿qué hay de malo? Es otra forma de morir ni mejor ni peor que incinerado o empalado por una estaca.

¿Que me tranquilice por que los encargos son desconocidos por todos menos él? Eso más bien me inquieta.

Yo no creo que todo el mundo tenga capacidad de redención - pienso mirándola y rápidamente sacudo un poco la cabeza. ¿Y si ella también podía leer mis pensamientos? Bueno, se supone que en el Eliseo están prohibidas todas esas cosas pero.. para mi pasan inadvertidas.

¿Debe ser un antiguo el que lo solicite? No podrías ser tú? -eso complicaba las cosas. Aunque si Montserrat hacía bien su trabajo de relaciones vampíricas seguro que no le sería muy complicado encontrar a alguien - Bueno esperaré entonces...imagino que la cita con Montoya se pospondrá hasta tener.. "patrón".

Finalmente me pregunta por mi sire.

Se llama Alejandro Hidalgo de los Gangrel.. aunque por lo visto le conocen por otros nombres también como Alfredo López, es ancillae. Desapareció hace cinco décadas y llevo buscándole desde entonces. La última pista me llevo a Granada y allí hable con otro vástago que dijo verle aquí.

Era un hombre honorable, valiente y con unos grandes valores... yo.. bueno, yo no estoy a su altura. Soy más imperfecto -sonrio con humildad, aunque de veras lo pienso así- No se el motivo de su desaparición con certeza. Por lo que pude ir averiguando buscaba libros y no paraba de hablar de profecías y demas patrañas..

Me extraña que mi sire cayerá en esas cosas. Nunca ha sido de mostrar interés por cuentos de viejas, pero quizá encontró algo de certeza en todo aquello y su espiritu justiciero le ha hecho salir. De todos modos podría habermelo dicho, por eso me inquieta, podría haberle pasado algo, o estar retenido en algún lugar... 
 

En fin..-suspiro y tomo el último sorbo de la copa terminándola.

Notas de juego

No, no tranquilo :P . Si además es el mejor camino de momento para seguir investigando. Si me pide algo muy descabellado ya veré si le sigo el rollo al Tremere o no. Claro que una caza de sangre es casi peor que lo que pueda mandarme jajaj. De momento sigue adelante con esto de las 10 tareas.

Cargando editor
17/08/2010, 03:20
Director
Cargando pj

Viste a Montserrat asintiendo levemente mientras observaba tu "incomodidad" en ver que las cosas se dificultaban: puedo hacerlo si, pero canviara poco a que lo hicieras tu -puntualizando luego- por éso prefiero que llevemos las cosas bien hechas, sobretodo por la amistad que me une a José. Y poniendote nuevamente la mano encima de la rodilla puntualizó, todo murmurando: si el confió en ti yo no seré menos observando en ése momento cómo empezabas ha hablar ilusionado de tu sire, mostrando un cierto interés en comentarle la extraña busqueda que segun oíste mantenía.

Es emotivo ver una relación paterno-filial así, además de que Gabriel, si que tienes un honorable espiritu tu tambien -dijo sorprendiendote, mostrando una mayor madurez de la que ya su imagen desprendía-. Alguien que arriesga tanto por un ideal, por un reencuentro... tantas cosas cambiarian si las cosas fueran siempre así  -murmuró, observando cierta nostalgia en su expresión-.

El nombre no me suena, pero Barcelona acostumbra a ser una ciudad de paso para muchos Gangrel... quizá la sheriff o en los Archivos haya algo, pero primero centremonos en ti -puntualizó, observando que la puerta al reencuentro con Alejandro se mantenía aún ténuamente abierta en ésa ciudad-, poco podrás trabajar si antes no está reconocido.

Intentaré que te puedas reunir con Montoya los más rápido posible, pero a parte de éso, no puedo prometerte nada más, no sería justo -añadió, con algo de resentimiento en el tono de su voz-.

 

En el reloj de la sala ya marcaba casi la una de la madrugada, percatandote de que la conversación mantenida hacía que pareciera que el tiempo corriera mucho más lento, pero viendo que el reloj no había parado en todo momento de avanzar. 

Aún así, la noche aún era joven, encontrandote en una nueva ciudad con mucho por descubrir en un ámbiente que parecía, almenos a primera vista, mucho más disternido que en Granada.

En ése momento Montserrat te recordó que llevaras siempre la nota de José justificando la diablerie y que si ocurriera algo la llamarán, almenos hasta que te encontraras con el Príncipe, algo que, aunque te relajara en un principio ocultaba los muchos peligros con los que podrías encontrarte.

Notas de juego

Cuando quieras puedes dar por finalizada la conversación dobleposteando tranquilamente y diciendo lo que quieres hacer en ése momento. La noche es larga, y Barcelona muy grande xD

RdS: 12

 

Cargando editor
17/08/2010, 20:43
Gabriel
Cargando pj

Sonrio y asiento dando por concluida nuestra conversación. Observo el reloj, la una. Para hablar con la sheriff mejor esperar a que todo estuviera en regla más o menos , tenía mala leche según me dijeron.

Tras despedirme de la dama Montserrat, abandono el Eliseo con calma, la verdad es que no sabía donde ir ahora. Siempre había tenido cosas que hacer, pero ahora me habían ordenado esperar y tener paciencia. Volví a acordarme de Lucía, tampoco estaba aquí todavía. El estómago lo tenía lleno. 

Me encuentro con Jeremías que está afuera esperándome y le miro. Quizá pudiera compartir con él la noche aunque no conozco sus gustos respecto al ocio. Mientras caminamos hacia el coche le miro.

No tengo nada que hacer ahora ni conozco a apenas la ciudad ¿Quieres tomar algo? Seguro que tú sabes moverte mejor.. También necesito empezar a ganar dinero. Con la adquisición de las espadas me quedé sin un duro.

Pero pese a mi sonrisa yo seguía observando alerta, alrededor. Ya no me volvería  a dejar sorprender por ningún coche de cristales tintados o hombres sospechosos. Ya que Montserrat no había conseguido saber quien era el tal Lucius cogí el móvil y le envié un mensaje a Moreno, breve pero conciso. **   Lucius Minicio Natalis, ¿Le conoces? ** No quería alarmarle asi que si le conocía me llamaría preocupado, sino, un simple "no" de respuesta.

Montamos en el coche rumbo a..

 

 

Notas de juego

La noche es larga si.. pero no se me ocurre que hacer xD

Mmmh.. estaría bien algo para ganar dinero.. ¿En Barcelona no hay sitios de lucha clandestinos donde por 600 € te metes en la jaula a pelear en plan WWE? Aunque Jeremias no creo que me diera el visto bueno jajaj. No sé.

Sino a un bar cualquiera a perder el tiempo y conocer mejor la ciudad, no estoy especialmente inspirado.