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Crónica de los Secretos (1): Tiempos de Sangre Tenue

Revelaciones de la Madre Oscura

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21/08/2010, 10:01
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21/08/2010, 10:17
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LIBRO INTRODUCTORIO:

EL CIRCULO DE LILITH

Prologo

Lilith enseñó la primera y mas poderosa lección: que solo

mediante el dolor se puede adquirir el poder. El dolor es el mayor

maestro, La prueba con la recompensa definitiva.

Aksinya Daclau, Hierofante Lilin

 

 

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21/08/2010, 10:18
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Considerados heréticos por casi todos los Cainitas del Sabbat, los fragmentos de las enseñanzas de Lilith (en ocasiones denominados erróneamente Ciclo de Lilith) muestran una elaborada historian y un mito alternativo sobre la propia Creación. Expulsada del primer jardín por elevarse con los Frutos de la Vida y el Conocimiento, y por buscar ser igualmal hombre y a Dios, Lilith vagó por un mundo muerto y sin formar, conviniéndose en un poder de la creación igual a las viejas deidades. Mediante la tribulación y la agonía descubrió el modo de sobrevivir; con fuego y espinos creó su propio jardín, un espejo del sufrimiento y la iluminación que ella misma padecía.

Arquitecta del poder de Caín, creadora de la magia y madre de dioses, regó las semillas de la sabiduría con su propia sangre, dando poder a cualquiera que atravesara el fuego y nadara en la escarcha para almacenar la revelación de la libertad definitiva y la obtención de la fuerza propia.

Los Bahari, con seguidores entre los vampiros, humanos místicos y otros moradores del mundo oculto, practican las antiguas costumbres heredadas de Lilith. Siguiendo la imagen de la madre-diosa, se elevan por encima de la posición de sus hijos. Como un padre disciplinando a un hijo díscolo, Lilith transmite un legado de dolor que instruye, y de este modo los Bahari tratan de superar la debilidad de sus nacimientos ciegos y desamparados, ascendiendo hasta la comprensión y el poder. Caminando sobre el fuego, clavándose espinas y cuchillas, sufriendo privaciones y sumergiéndose en aguas gélidas, los Bahari excitan sus cuerpos y sus mentes para alcanzar auténticas sensaciones, abriendo su consciencia a todo el universo.

De las alturas del entendimiento y la agonía aprenden la verdadera medida de la creación, descubriendo que pueden tomar la materia informe del mundo y crear con ella nuevas imágenes.

En los Bahari no hay lugar para la compasión o la consciencia. Creen realmente que es necesario aferrar la hoja de la iluminación (y sufrir las heridas) antes de alcanzar la verdad.

Aquellos sin la voluntad o la perspicacia para resistir lo que podrían aprender son apartados a un lado con tristeza, pero sin titubeos. No se pierde ni tiempo ni recursos en los que no sienten la insoportable necesidad que permite sufrir, cambiar y crecer.

Los Hierofantes, vampiros-sacerdotes de Lilith, eligen a aquellos que han oído la canción y los castigan, flagelan y destrozan hasta que alcanzan la cúspide de la consciencia terrorífica y definitiva. Solo entonces se limpian las lagrimas con el cariño de un amante, se alivian las heridas y los suplicantes son admitidos en la plenitud de la gloriosa senda de Lilith, hasta desarrollar un profundo y acurado código ético y moral.

• Solo mediante el dolor nos elevamos.

• Sé maestro, torturador y amante de cualquiera que busque la iluminación.

• Practica lo que aprendas. La sabiduría no tiene sentido si no va acompañada por la acción.

• Cultiva un jardín para poder mostrar el poder de tu propia creación.

• Busca a aquellos al borde de la consciencia e inicialos.

• Reúnete con tus hermanos y hermanas para compartir nuestro conocimiento y angustia.

 

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21/08/2010, 10:19
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Los Bahari llevan vidas rápidas y heréticas, buscando constantemente un nuevo cambio y una nueva oportunidad para aprender. Se acepta cualquier cosa que asombre o enfurezca la sensibilidad de los demás, ya que siempre existe la esperanza de llevar a alguien más allá de las fronteras de lo mundano. Los Bahari disfrutan del desarrollo de la comprensión personal, de modo que se puede encontrar a seguidores de esta senda tanto entre los desahuciados como entre los ricos. Cuando se mueven en la Sociedad mortal, son elegantes y misteriosos.

En sus ceremonias suelen emplear vestimentas religiosas, capas abiertas al viento y máscaras de madera o hueso.

Dentro del Sabbat (y entre los vampiros en general) se los percibe como fanáticos dementes y heréticos. Entre sus seguidores hay todo tipo de Cainitas: algunos Lasombra siguen la senda, así como Tzimisce, Malkavian, Nosferatu y Toreador antítríbu. Curiosamente, también incluyen a algunos de los misteriosos Kiasyd y a varios Heraldos de las Calaveras, que acreditan su comprensión a la sacerdotisa muerta llamada Lamia. Lo que es aún más extraño, existen indicaciones de que la senda tiene seguidores incluso entre los mortales, incluyendo a algunos que nunca han tenido contacto con los vampiros.

Los Bahari modernos han heredado muchas tradiciones de sus antepasados. Los seguidores de la senda no suelen rechazar rituales ni creencias, ya que solo la verdadera comprensión todos los misterios del mundo puede abrir la puerta a la iluminación. Por tanto, los Bahari emplean muchos y variados ritos de devoción. Se suele cultivar el conocimiento oculto de culturas extrañas, y absorben y adaptan rápidamente nuevas prácticas ocultistas.

Debido a esta mente abierta, los Bahari han creado una red de vampiros que intercambia conocimiento místico, llegando a tratar con magos, fantasmas y otros guardianes de antiguos secretos. Los Bahari suelen practicar rituales especiales inquietantes incluso para el Sabbat. Aunque son leales mientras se les deje practicar sus ceremonias, en el fondo solo se sirven a sí mismos.

Simplemente, un Lilin rompe con las convenciones, burlándose de la ‘sociedad aceptada" para obligar a los demás a reevaluar su visión del mundo. Con el hierro de marcar y el látigo imparten dolorosas lecciones, pero los que sobreviven a ellas se hacen más fuertes. Los que quedan al borde de la consciencia son observados cuidadosamente a la espera de la revelación final que despierte sus almas y les dé fuerzas (si no se destruyen a sí mismos). Conocer el dolor, incluso la muerte, es el mayor regalo que puede darse, pues mediante estas pruebas se alcanza la propia comprensión.

Cada uno debe descubrir sus propias semillas interiores del Conocimiento y la Vida para convertirse en un universo propio y en un arquitecto de la creación. El jardín, símbolo de la vida moldeada y cultivada con cuidado, es la manifestación con la que se expresa lo que se ha creado y aprendido.

 

Contrariamente a lo que dicen algunas creencias, la senda no está compuesta exclusivamente por mujeres, aunque sí son clara mayoría. Cualquiera que desee deshacerse de la ignorancia infantil y que esté dispuesto a adoptar la dolorosa madurez es bienvenido al círculo de Lilith. Es posible encontrar miembros de ambos géneros (o de ninguno, en el caso de los Tzimisce...).

 

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21/08/2010, 10:20
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Según historias apócrifas, el culto de Lilith comenzó cuando un Matusalén en busca de antiguos artefactos en África hace milenios descubrió extraños escritos que supuestamente hablaban de la Madre Oscura. Aunque nunca obtuvo los objetos, el Cainita se llevo con él el conocimiento de lo que había visto.

Claramente derrotado por los guardianes mortales y demoníacos de los escritos, se retiró para reunir a otros con el conocimiento necesario para indagar en los misterios. A lo largo de los años, los seguidores de la Senda de Lilith extendieron lentamente su conocimiento arcaico, atrayendo pequeños grupos de eruditos y vampiros interesados en el misticismo. La senda terminó adoptando aspectos religiosos y absorbió los rituales y ceremonias de las tierras nativas de sus seguidores.

Nunca tuvo muchos miembros dentro del Sabbat, donde dominaba la senda antitética de Caín, pero había los suficientes como para asegurar su supervivencia. De hecho, algunos antiguos de la Camarilla comenzaron a seguir esta filosofía.

A medida que aparecen las señales de la Gehena y se acercan las noches finales, cada vez más vampiros se ven atraídos por estas enseñanzas apócrifas.

Las visiones de Caín como un estúpido incompetente, maldito con un increíble poder que se negaba a comprender, atraen a vampiros que buscan un modo alternativo de sobrevivir al Fin de los Tiempos.

Mediante loa auspicios de la Madre Oscura desean elevarse por encima de su propia naturaleza y hacerse intocables para los Antediluvianos.

 

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21/08/2010, 10:21
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Capítulo 1:

El Circulo de la Madre Oscura

Una y otra vez oigo dos sonidos, casi susurros, silenciosos y sibilantes, como la lengua de una serpiente.

La aguda voz del búho chillando al ocaso, agachándose en los límites de la cordura, robándoles el aliento a los bebés y espantando la semilla de los soñadores. El tacto de cada vergüenza. el brillo de los dientes de un amante que nadie quiere reconocer pero que todos desean.

La Reina Oscura que se alzara para reclamar su reinado en el fín del mundo.

La he visto. La habéis visto. Un culto de sus devotos celebra su ejemplo. e innumerables libros, panfletos, canciones, escrituras y folletos se han creado para condenar, divinizar o defenderla.

Incluso los mortales disfrutan de su propia manifestación de Lilith, según la cual las mujeres rompen con su papel de trofeos y defienden su feminidad con canciones en nombre de Lilith.

De acuerdo con la tradición rabínica y los antiguos testimonios de Babilonia, Lilith fue la Primera Mujer, la derecha de la izquierda de Adán. Su igual creada a partir de su espalda, carne de su carne junto a ella, Eva, la "madre de todos", es un pálido espectro. Como parte de los Dos Originales, Lilith heredó dones mágicos y aprendió grandes artes. Se consideraba la igual a Adán; como muchos hombres, el veía las cosas de modo distinto.

Cuando él la violó, Lilith apeló al Altísimo. quien la saco del Eden y la expulsó a las tierras informes. A partir de este momento, se dice que se convirtió en un demonio vengativo, matando niños, robando cosechas y acosando a hombres virtuosos. La suya no es una, digamos, historia desconocida.

En la cultura de Caín. nuestro bien amado sire. Lilith se convierte en la madre que le enseñó las artes dela noche. Llevada por la compasión lo llevó con ella cuando Dios y hombre lo habían expulsado.

Su recompensa fue ser demonizada como la "Madre Oscura"; durante trece generaciones, la progenie de Caín ha conspirado en su contra, incluso mientras lo hacían los mortales. Se han realizado encantamientos, se han convocado cazas de sangre y se han destruido líneas de sangre enteras en nombre de esta campaña genocida.

Algunas personas, asombradas del valor legendario de esta mujer, se sienten impelidas a saber “¿Es real?", como si ese conocimiento les proporcionara una visita repentina.

Otros preguntan “¿Qué es ella? ¿Un vampiro? ¿Una maga? ¿Alguna diosa o criatura bendecida por la Luna?".

Solo puedo decir con certeza que Lilith es Lilith ...Y que no se limitara a una serie de clasificaciones arbitrarias.

¿Es Lilith real?

Uno puede preguntarse lo mismo de Jesús de Nazaret. o de Moisés, O de Gautama Buda o del millar de otras figuras cuasi históricas cuyas imágenes generan devoción y terror.

Si vuestra pregunta es: "¿Puedes demostrar que Lilith camino sobre la tierra?"

Mi respuesta es no. No puedo señalar a un esqueleto o a una serie de huellas o una lista de estadísticas y decir; "Ésta es Lilith".

Debo señalar, sin embargo, que todo es posible en este extraño mundo nuestro, y que la mitología tiene un modo desagradable de saltarte encima cuando menos te lo esperas y de hundirte sus colmillos en el cuello.

Según nuestros antiguos, Lilith representa una gran amenaza.

Sus cultos, cuando han sido descubiertos entre los de nuestra especie, han sido eliminados con la ternura que hemos llegado a asociar con nuestra estirpe fratricida.

Nuestras "sagradas escrituras" (tan amablemente codificadas por nuestro es- timado Aristotle de Laurent) la visten con dos mantos completamente distintos: la compasiva mentor de nuestro sire, y la “reina oscura" que luchará con él en el fin de los tiempos. Qué apropiado: una madre nutricia y una puta demoníaca.

Tanto crédito se da a los poderes transformadores del Abrazo.

La historia de Lilith es la historia de todos nosotros; no hablo sólo de mis hermanos en las tinieblas, sino de todos los Vástagos. Aquél Quien Abrazo la Noche transmitió una letanía de prohibiciones que cada uno de nosotros desafía cada noche de nuestra existencia, una serie de leyes anticuadas, basadas en la superioridad de los antiguos y la santidad de su eterna sabiduría.

Esas leyes, nos dicen, son esenciales para nuestra supervivencia; enfrentados a una plétora de enemigos mortales y de otro tipo, necesitamos un código de conducta que nos mantenga. ¿Quién mejor para dictar nuestras censuras inmortales que un Gran Padre Oscuro? ¿Qué mejor enemigo que su contrapartida, la Seductora. incestuosa madre que incontables generaciones han aprendido a temer? ¿De qué sirven las censuras sin una amenaza? Mejor aún, ¿Cómo podría nuestra especie continuar reverenciando las leyes de Caín si ese sire existió a la sombra de Aquella Quien Lo Alzo del Polvo?

¿Qué sucedería, me pregunto, si arrojáramos las leyes de Caín a las aguas y siguiéramos nuestros instintos, como nos dice nuestra madre?

Sería el caos, dicen nuestros antiguos, y tendrían razón. Pero hay sabiduría en el caos. El Sabbat reconoce esto, incluso si sucumben al gozo del desorden en lugar de aprender de él. Los magos también lo reconocen; por lo que he podido ver a lo largo de los años, sus constantes luchas provienen de un desacuerdo sobre el nivel de caos necesario para alcanzar la iluminación.

Nosotros los Vástagos somos seres caóticos en nuestra esencia. Incluso desde mi corta experiencia en nuestro estado no-muerto, debo confesar que parecemos estáticos y apagados, inducidos al servicio por una serie de maestros, cada uno de los cuales dice saber qué es lo mejor para nuestra especie. Oprimidos por los mantos de Caín y del clan, vagamos a la sombra de alguna mítica Gehena.

En una noche cercana, nos dicen, se levantarán fantasmas de antaño, nos patearan el culo y prepararan un largo desayuno de almas. Esto es nuestra ley. ¿Y nos consideramos señores de la noche?

Mejor deberíamos quedarnos con ese apodo absurdo y sobre utilizado de hijos de la noche. Sabe Dios que a menudo actuamos de ese modo. Mientras nos acobardamos ante el trono de un ensalzado ancestro ( que puede o no ser pura mitología) y sus dobles principescos, la Madre Oscura nos insta a renunciar a las reglas que hizo nuestro antepasado. Caín estableció leyes que ni siquiera él pudo cumplir; el mismo reconoce, su mayor Lilith le dijo que se alimentara del fruto del Tántalo del poder definitivo. No lo hizo, y logro grandes cosas

¿Debemos hacer lo mismo? ¡Por supuesto! ¿Que promuevo herejías? ¡Dios! La verdad siempre parece herética. Y los que protegen las mentiras siempre intentan mantenerla enterrada.

Perdida. Olvidada. Penada con la muerte. Pero sin la brillante verdad en la herejía, sin un martillazo en los pilares del orden, todos estamos encadenados como perros a las mesas de nuestros amos. Sí. incluso nosotros, los "Señores de la noche": nosotros, quizá más que nadie, estamos aprisionados por nuestra propia mortalidad. Sólo un inmortal puede ser un esclavo durante muchas vidas. Lilith es la antítesis de la esclavitud.

Oh, sí. La Madre Oscura lo es todo sobre el sufrimiento. Ha sufrido, sus hijos han sufrido, sus devotos sufren, y yo sin duda sufriré por osar haber transcrito todo esto.

Puedo ver los pergaminos con mi nombre inscrito con vitae, lanzados a la hoguera para significar una docena de demonios, un millar de cazas de sangre.

Yo he abandonado la esperanza de la inmortalidad. Alguna mañana, seguramente temprano, el sol me reclamará para siempre. Mis asesinos, felicitándose por un trabajo bien hecho, regresarán a las mesas de sus amos, tragarán algunos pedazos y proseguirán su camino, Convencidos de que la noche durará siempre... o al menos hasta la Gehena. Y yo me estaré riendo de vosotros durante todo el viaje hasta el Infierno.

Debido a mi sufrimiento habré alcanzado una intuición que mis asesinos nunca conocerán.

Y esta intuición me hará libre.

Sólo mediante el dolor podemos abrir nuestros ojos.

Entre en el jardín durante una búsqueda para mi sire. Determinada a exponer “Lilithitas" (realmente llamados Bahari) frente el altar de nuestra estimada Camarilla, me zambullí en un mar eterno de conocimiento oculto. Mi premio; el codiciado "Ciclo de Lilith" y, por supuesto, una recompensa carnosa de mi reverenciadísimo creador.

Como podéis ver, me he dado cuenta de lo que muchos de nuestros antiguos no han percibido; que ocultarse a cara descubierta es el modo de actuar de Lilith. En canciones, en libros, en el lenguaje campanudo de los políticos y en el decadente campanario de la sociedad humana. Nuestros antiguos son demasiado estáticos, demasiado viejos, para ver los signos. No comprenden la inmensidad de la cultura moderna, y así las canciones son apartadas como quien no quiere la cosa. Con esa actitud las canciones suben de volumen, hasta que esas arias crecidas anegan el coro polvoriento de la tradición.

Un antiguo no puede oír las canciones que yo oigo. No puede ver las visiones que he visto. Lilith esta ahora entre nosotros. Sus devotos son una legión; muchos no comprenden a que sirven, y adoran su altar de dolor con abandono absoluto y no debido a un conjunto de escrituras arcaicas.

Los verdaderos cultos de Lilith, colectivamente llamados Bahari, son sociedades minúsculas, infinitesimales, tanto entre los Condenados como entre los vivos, pero los verdaderos seguidores de Lilith están en todas partes; siempre que la gente expulse sus miedos y entre en el campo de los proscritos, Lilith sonríe desde las sombras. En esos campos ella sabe que aprenderan o que morirán. A menudo ambas cosas.

Me di cuenta de esto mientras miraba el desfile diario de horrores en mi pantalla de televisión. Seducida, me deshice de mis ropas civilizadas y me sumergí en el Mar Eterno. En los cánticos de las musas Bahari sentí crecer el calor de la fe como los moratones en la piel apaleada. En los arañazos de adolescentes alocados, en los vómitos bulímicos de las futuras niñas-muñeca, en las agujas de heroína de aquellos cuya única plegaria es el olvido, empecé a oír su gentil refrán. Vive. Aprende. Sufre. Y Asciende.

Y así lo hice.

 

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21/08/2010, 10:24
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Fui a rocas enhiestas en el cenit de la luna llena; bailé junto a las brujas y bebí sus amargas pocimas; me mee en las raíces de árboles que estaban en territorio lupino y bebí la sangre de anticuarios mortales. Siempre que me era posible, participaba de los abismos del exceso humano (tortura en Bosnia, ritos satánicos en Berkeley, orgías infantiles en Tailandia y frenesí de drogas en Berlín) mientras tomaba notas mentales de las canciones que surgían en mi mente cada vez que tentaba mis límites inhumanos. Cada experiencia volvió las palabras un poco más claras. hasta que las oí por doquier. "Alabemos todos a Lilith".

Ahora que reconozco la Sentencia, la veo por doquier en epigramas, en canciones de danzas populares, en mensajes subliminales dentro de los anuncios y vestidos con los demacrados cadáveres de "modelos de moda" emancipadas. Mediante el dolor. he sido iniciada en una hermandad surreal que puede o no conocer la lealtad que profesa.

Desde este momento de reconocimiento no he podido experimentar suficientes sensaciones. Me han azotado con correas ardientes, marcado con hierros al rojo, restregado desnuda sobre pedazos de cristal e igualmente sumergido bajo tempanos de hielo. Las sensaciones no hacen mas que fortalecer el coro en mi cabeza. Un coro tan fuerte que invade mis horas de sueño diurno. Este coro se lleva consigo los miedos que antaño fueran mi herencia como Vástago; ya no me aguardan mas terrores en el infierno. Aunque este muerta, he aprendido a vivir más libre de lo que nunca fuera. Mediante amigos eruditos, peones dominados y sacrificios de carne y espíritu. he abierto mis oídos a los canticos de Lilith. Lo que esperaba que fuera un documento sobre nuestros enemigos se convirtió en una antorcha, quemándome desde dentro incluso mientras intentaba transcribir la llameante canción.

Lilith quiere que nos incineremos. Que oscurezcamos la piel de nuestros espíritus tal y como se quemó el suyo en el desierto entre los mundos. Que nos caigamos y rasguemos nuestras rodillas y nos consolemos con nuestra propia sangre, vertiéndose desde nuestras heridas. Que bebamos de las lagrimas de nuestra condenación. Porque en el dolor aprendemos. En el Sufrimiento nos fortalecemos. En el desafío prosperamos, como una planta podada por las manos de un jardinero.

Lilith es este jardinero, la madre cruel, la espina en la rosa de nuestra supervivencia. Sin dolor no se enseña, ya nada importa. Sin un grito en la noche, nuestras voces se asfixian en la quietud de la eternidad.

Mi búsqueda de la Madre Oscura ha apartado las sombras de mis ojos y me ha obligado a enfrentarme a la verdad que a tantos antiguos ha enloquecido.

Nuestras leyes son mentiras. Nuestra existencia es una broma. Nuestro sire era un peón en un juego contra Dios, y Dios es un pálido reflejo en un breve destello de existencia en medio dela nada interminable. Lilith lo comprende. Sus devotos (quienes toman el nombre de Bahari como tributo a Ba`hara, el tercer jardín plantado por la Madre Oscura) también lo comprenden. Su estirpe, condenados como demonios y muertos desde hace miles de años, lo ve desde los brotes de los árboles plantados en su honor en el tercer jardín dela Madre Oscura. Sin dolor, sin Cambio, la existencia no tiene sentido.

El confort es decadencia. El poder es la gota de lluvia que cae en el calor del desierto. La agonía es el umbral del éxtasis. Lilith es nuestra madre en el sentido real de la palabra. Mediante el desafío, se convirtió en una diosa. Mediante el amor, devastó el Edén. Es la gran serpiente enroscada en las raíces de los Árboles de la Vida y el Conocimiento, y su veneno es la sabiduría Fluyendo por la savia y barboteando en el fruto.

Aunque su esfera es la luna, el contacto de sus besos es fuego de napalm.

Confieso que el fuego me ha dejado quemada, y me alegro de ello. He dilapidado el limitado pero estimable efectivo que he reunido en mi no-vida. y lo he gastado en la impresión de 200.000 copias de esta pequeña diatriba heretica, y la he mandado a librerías de alrededor del mundo.

Jodeos, que se joda vuestra patética "Mascarada", y que se jodan vuestros ridículos juegos políticos que tanto personifican vuestra existencia. Soy libre de todos ellos.

Mis últimas noches las pasaré con la mas clara visión que jamás haya tenido. Quizá otros sigan mi ejemplo.

Se que mi existencia a partir de este momento Se contara en días o semanas. por lo que escojo gastar mis posesiones en un regalo a la Madre Oscura.

Llamadlo una lección desde el crepúsculo, una andanada disparada desde un barco que se hunde lanzada a la línea de flotación de sus supuestos conquistadores. He aprendido que el método de Lilith es enseñar con el dolor. Es echar a un lado las consecuencias mortales de la libertad para poder abrazar las lecciones que aprendes en tu camino hacia el olvido.

La misma Lilith ha sobrevivido (asumiendo. por supuesto, que haya sobrevivido) sólo por la gracia del destino, la inmortalidad de sus artes, y el brillante ejemplo que da a aquéllos con el valor necesario para seguirlo.

No puedo esperar hacer lo mismo, por lo que doy la bienvenida a los rayos del sol con brazos, corazón y espíritu abiertos.

Destrozadme hasta convertirme en cenizas si queréis.

Puedo soportarlo.

Ahí hay Lilith

 

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21/08/2010, 10:25
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Los Tres Ciclos de Lilith

De Laurent se refiere al elusivo ‛‛Ciclo de Lilith", del cual no pudo asegurar nada excepto la mención más parca y fugaz. Existe una razón para esto: dicho documento no existe. Lo que vio (si de verdad su hermosa historia es algo más que una fantasía romántica) fue un fragmento Bahari, un engaño o una versión Cainita del encuentro a partir del punto de vista de nuestro sire.

Según mi punto de vista, el llamado ‛‛Ciclo" tiene, de hecho, como mínimo nueve versiones distintas; muchas de éstas incluyen cuatro partes: un rito de invierno, una invocación de primavera, una observancia de verano y un ritual de otoño que lleva al invierno, que a su vez empieza de nuevo el Ciclo.

Como la Crónica de Caín, este informe puede tomarse de dos maneras: como una recreación literal de antiguos semidioses y sus asuntos domésticos; o como un testamento simbólico de culturas matriarcales cosechando mar, vientre y cultivos hasta que los hombres, celosos, las derrocaron, mataron a sus familias y dispersaron sus tribus. De cual- quier modo, Lilith permanece como una figura intimidante e inspiradora.

Trasciende su papel, aprende de sus tormentos y se alza de nuevo, más fuerte que antes pero cubierta de sombras y dedicada por completo a la venganza.

El Ciclo es, de algún modo, mi propia creación; la Madre prefiere la imaginación al dogma.

Los propios Bahari evitan componer ‛‛escrituras" de las acciones de Lilith tras la plantación de Ba‛hara. Alguna canción ocasional o un mito regional hablan de lo que pudo haber sucedido, pero las ‛‛escrituras'‛ formales guardan silencio sobre las noches entre la Maldición y las Mareas Crecientes. En este silencio, un Ba‛ham debe sacar sus propias conclusiones.

Lilith no hace promesas, ni permanece sobre una colina y declarar su existencia o sus intenciones. Una vez que las semillas de Ba'hara han sido esparcidas, Lilith se sumerge en la noche", probablemente para esperar bajo las olas, siendo más probable que pase junto a nosotros como una mortal, tomando aspectos engañosos hasta que su juego fructifique.

Pues el plan de Lilith es un juego, un enfrentamiento con el dios que la creó, el amante que la abandonó y el ingrato desgraciado que alcanzó la inmortalidad por su mano pero asesinó a sus hijos por despecho. Las Semillas de Lilith (los Bahari y sus mantras de dolor e iluminación) avanzan hacia los mundos de los mortales y los espíritus, llevando frutos de tentación, socorro y revelación. El mundo que vemos a nuestro alrededor es el resultado de este juego: un gambito que Lilith está ganando.

Jehová es una estatua rota; Lucifer tiene devotos, pero su percepción se ha Oscurecido, como su amor de antaño, tras un muro de rencor; Caín ha desaparecido y sus chiquillos se devoran unos a otros en una búsqueda ciega por el oro ilusorio.

¿Podéis oír las olas tras la puerta? Os lo aseguro, Yo sí puedo.

 

 

 

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21/08/2010, 10:30
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Capitulo 2:

Las Bahari

Los heraldos de esas olas (sino las olas mismas) se llaman ‛‛Bahari"; cada Ba'ham se considera el fruto del tercer jardín de la Madre.

Como tal, estas descendientes cultivan orquídeas de dolor y arboledas de iluminación, nutriendo crisis a su alrededor, cuidando luego de los supervivientes y enseñándoles a aprender de su dolor.

Las herramientas de cada jardinera son tan individuales como el pecado. Algunas emplean la rudeza de la tortura física, y moran en las grietas libres de gusanos de las grandes ciudades, zonas de guerra y el hampa; otras prefieren la mano constante del sembrador, plantando intrigas y rumores, y luego fertilizándolo con indirectas; algunas podan las ramas de los árboles, trabajando como confidentes y sanadoras entre los caminantes heridos, recortándolos con pequeños cortes y luego reformando los tallos con palabras gentiles.

A pesar de esta metodología, la verdadera Ba‛ham cuida de sus ‛‛proyectos’‛ con amabilidad y ánimos; el dolor no tiene sentido a menos que quien lo sufre aprenda algo de éste. La destrucción no es la intención ni la prerrogativa de una Ba'ham. La Madre Oscura se ocupará de tales cosas a su debido momento.

Hasta entonces, cada Ba'ham planta las semillas de la iluminación, y luego las ayuda a crecer.

Uno podría asumir, dado el sexo de la Madre Oscura, que todos los Bahari son mujeres. Eso sería un craso error.

Al igual que los hombres asisten a menudo a los templos de María o a los ensangrentados altares de Kali (que podrían representar distintas facetas de la Madre Oscura), los hombres también podan los árboles del jardín de Lilith.

Teniendo en cuenta los vínculos de Lilith con Caín y las misteriosas Lamias , alguien de fuera puede asumir también que los Bahari son vampiros. No es así.

A pesar de que es cierto que los adoradores de la Madre Oscura se alimentan de Sangre y se consideran renacidos mediante ésta, no son Vástagos en el sentido estricto de la palabra. Muchos son mortales sin poderes dignos de mención; algunos son mortales elevados, magos con los poderes ocultos de la propia Madre; un puñado son verdaderos vampiros, pero esos ‛‛Vástagos" han renegado de sus ataduras a la estirpe de Caín.

Al beber la sangre de Lilith, rompen simbólicamente sus conexiones con quien la traicionó y se alzan por encima de los descendientes de Eva.

Dando el nombre de ‛‛secta'‛, uno podría deducir que todas las Baharí trabajan juntas como un todo unificado. De nuevo, erróneo. A pesar de que los frutos y las flores de Lilith proceden de semillas similares, crecen según sea su voluntad. Muchas se congregan en pequeños setos (cultos de entre tres y siete miembros) u operan ‛‛raíces" que envían correspondencia a través del correo, los medios e Internet, pero mantienen alejadas a sus ramas.

Muchas crecen cual árboles en sus pequeños rincones, alimentándose con misterios pequeños pero potentes. Otras imitan alas malas yerbas, esparciendo pequeñas iluminaciones y mayores agonías, con estallidos rápidos y generalizados. Algunas sectas son profundamente formales, poseyendo ornadas jerarquías y protocolos; otras son Coros de una sola voz. El jardín de la Madre tiene lugar para todos ellos,siempre que continúen expandiéndolo.

Presentada con el paradigma bíblico que he escogido, un observador puede vincular a Lilith con la tradición religiosa occidental. De nuevo, no es así.

Mientras que nosotros los Vástagos permanecemos anclados en nuestro culto de los mitos bíblicos, las enseñanzas de Lilith son universales. Cierto, a menudo las describo mediante los patriarcales términos familiares de Jehová, Adán, Lucifer; aunque muchos de los propios seguidores de la Madre Oscura recurren a estos mitos, este puede deberse simplemente a una influencia generalizada de Occidente. Prefiero ver la saga de Lilith como parte de una mayor tradición: la de la Gran madre Oscura que nutre con amor, y luego castiga con la muerte.

Esta tradición es universal: veo la faz de Lilith en la brillante espada de Ishtar, en los pozos de Kali, en las redes de la Mujer Araña, e incluso en el suave pero remoto abrazo de María. Y en cuanto veo los rostros, las Bahari los reverencian. He bailado por entre jardines africanos, bebido sangre mezclada con especias, proclamado gritos de placer a la noche tibetana. La Madre está por doquier... igual que sus hijas.

 

Aunque su vinculación a Lilith pueda hacer aparecer a las Bahari como feministas naturales, la verdad es mucho más compleja. Ser mujer no equivale necesariamente a la exaltación. Al contrario: la mayoría de las mujeres, según el punto de vista Baharí, son descendientes de Eva, la tercera e inferior mujer. Creada a partir de Adán, y careciendo de los dones originales de Lilith y de su divina gestación, estas mujeres realmente son las criaturas inferiores que los misóginos mortifican. Hasta que una mujer no consume la sangre de la Madre y toma Su juramento, esta mujer es un animal; digno a su manera, pero mucho por debajo de las Bahari.

 

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21/08/2010, 10:32
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Iniciación

“Convertirse” en una Ba'ham es a menudo un proceso simple pero mortificante.

Del mismo modo que Lilith, una postulante a Ba‛ham empieza como una persona favorecida: rica, quizá, o hermosa, o popular o bendecida de algún otro modo. De repente, un suceso cataclísmico lo devasta todo y la deja tambaleándose en un desierto de dolor. Allí alcanza una visión de la vasta e infinita naturaleza del mundo: algunas tienen una visión literal de la Madre Oscura, o sueñan con vagar en un yermo vacío y reseco, Otras ven los ojos interminables del Ser Ancestral mirando a un vacío ciclópeo; incluso otras caen en coma o vagan literalmente en un estado de semi-muerte (a menudo embarazadas, como Lilith) hasta que una segunda catástrofe las saca del estupor. Hasta que se producen esta ordalía y esta visión, la futura Ba’ham permanece fuera del jardín; sólo lanzándose contra las espinas de las puertas puede alcanzar el dulce néctar del interior. Hasta ese momento, puede hablar en nombre de la Madre, realizar sus ritos, e incluso cuidar de su jardín, pero permaneciendo fuera de éste, tal y como Lilith fue exiliada del Edén.

El dolor es la iniciación, la agonía y las visiones los adoquines del Camino. Si tiene suerte, esta desafortunada puede descubrir a los seguidores de Lilith (o ser descubierta por ellos). Los rituales que utilizan para enseñar e iniciar dependen de los antojos y la cultura de las Bahari. Las llamadas ‛‛brujas" utilizan los arreos de la wicca, la santería y otros pasatiempos modernos; los cultos aborígenes murmuran y gruñen sobre deidades de pesadilla y bailan en círculos con amuletos de huesos y entrañas; las devotas seculares prefieren hablar con símbolos de matriarcas y madres crueles, mientras los renegados del cristianismo, islamismo y especialmente del judaísmo usan los nombres más familiares de todos. En los lejanos monasterios de budistas renegados y tántricos siniestros, las velas iluminan a las devotas copulando y a sus mutilados siervos ¿Cuáles son las verdaderas Bahari? ;Todas ellas, por supuesto!

El dolor, la visión, el juramento y la jardinería son lo único en común.

La Sangre de Lilith consagra una iniciación. De igual modo que la Eucaristía cristiana, esta sangre forma un puente simbólico entre la diosa y la jardinera; al contrario que la Ostia, esta sangre es real, a menudo obtenida del iniciando, el iniciante, un sacrificio incruento y uno cruento, y luego todo esto es mezclado en una no muy agradable poción, y trás beberla, la nueva Ba‛ham recita una variación del juramento de Lílith, y entonces recibe cualesquiera votos, estudios o tormentos que su iniciante considere apropiados.

Muchas Bahari aprenden las runas llamadas Ba‛l'iara, el lenguaje simbólico de la secta; muchas otras no lo hacen.

Debe hacerse constar que miles, quizá millones, de devotas adoran el altar de Lilith sin siquiera saber qué es lo que están haciendo. Aunque no sean formalmente Bahari, estas ‛‛acolitas‛’ reverencian el dolor, gozan del ocultismo y se esfuerzan para que ambos prosperen.

Aunque nunca me inicié formalmente en la hermandad Bahari, tuve el privilegio de conocer a algunos miembros de la secta en una librería ocultista del Solio, en Nueva York.

Dos de ellos eran Vástagos (o, como debiera enfatizar, Lilins, puesto que los de la Sangre Bahari no se consideran a sí mismos Vástagos); otros tres eran mortales. Estos fascinantes y carismáticos personajes me llevaron a un torbellino de dolor y absolución; en su compañía me encontré a otros Bahari, conocí a innumerables seguidores de la Madre que no sabían qué era lo que estaban haciendo, viajé a sitios programados y perseguí los pictogramas Bahari que dan sustancia a estos escritos.

Supe, mientras me sumergía en el conocimiento de la Madre, que mis gozos conducirían a otros Vástagos hacia mis tutores. Como acto de compasión, los maté a casi todos; es mejor que la muerte venga de unas manos amantes que no de los tratos brutales de los Arcontes o las violaciones mentales de los Brujos. Por respeto a mis profesores, no profanaré sus nombres con ningún pseudónimo. Que aquéllos que nos han precedido en la noche saquen sus propias conclusiones. Yo permanezco en silencio.

Mis exquisitos guías me impartieron lecciones igualmente exquisitas. Uno de ellos, un magus, me llevó tan lejos hacia mi interior que creí que se me quebraba la mente. Sus manos sostenían la promesa del amor eterno, pero demostró ser más inconstante en sus afecciones que cualquier Vástago. Lo destripé mientras copulaba con una de sus conquistas, un chico de doce años que dejé vivo para que aprendiera de su experiencia.

Una antigua Toreador me cantó las canciones de una monja de clausura Bahari del Milán del siglo XII. Las devociones de la monja fueron consideradas himnos a María hasta que un erudito descubrió su verdadero significado. Como cabría esperar, la monja fue quemada en una pira de sus propios himnos. Lamentablemente, todas las copias fueron destruidas; mi musa las cantaba de memoria. Cuando ella misma se convirtió en cenizas frente al sol de la mañana, el último registro de las composiciones de la monja se fueron con ella.

Una vagabunda Sin-Clan hacía que se me erizara la piel. Ruda como un chacal, parecía enorgullecerse de cómo la abusábamos. Su boca (inusualmente grande, tanto literal como metafóricamente) nunca se cerraba. Cuando la lancé a una trituradora de madera fue el único asesinato del que he disfrutado en años.

Desollé vivo al viejo. Él me había pedido que lo hiciera, y yo accedí, derramando lágrimas de sangre mientras lo hacía. Qué desperdicio. Su latín era perfecto como el de un erudito romano, y su Colección de libros (desde novelas basura hasta manuscritos clásicos) era considerable, aunque sólo fuera por su variedad. El viejo no era muy sociable, debo confesarlo, y esto lo convertía en el objetivo de nuestras travesuras. Se lo tomaba con humor, pero parecía nutrir un agravio que nunca satisfizo.

Una vez secada, su piel se utilizó como encuadernación de la edición Original de este libro. Él lo hubiera deseado así.

A una Chica la dejé sobrevivir. Aún hoy no me puedo explicar el impulso que me guió hacia este acto de crueldad. También mortal, la chica parecía vagamente familiar. Descubrí más tarde el origen de esa familiaridad en una Crónica de conocimiento mágico. Puede haber sido una coincidencia, pero se parecía mucho a una pupila de Caligostro y a una consorte de Aleister Crowley. Sumisa por inclinación, tenía la mayor tolerancia al dolor que he visto en mortal alguno.

La líder del grupo, una mujer berlinesa de edad indeterminada, era una mortal. Su carisma, sin embargo, era como un ser vivo. Aunque por lo que vi no poseía poderes místicos, mantenía al resto hechizado con cada palabra que pronunciaba. También la dejé vivir. Hay demasiados pocos como ella. Aunque ha jurado vengarse de mí por matar a sus compañeros, me agradeció que lo hiciera.

¡La Madre Oscura se mueve de forma extraña!

 

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21/08/2010, 10:34
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Epílogo

El Juramento de Lilith:

La primera vez que probé el fruto de los Árboles

sentí a las semillas de la Vida y el Conocimiento

quemar dentro de mí;

juré ese día que no volvería atrás.

La primera vez que probé la carne de la muerte

sentí el sabor de la sangre

y el crujir de los huesos;

juré ese día que no moriría.

La primera vez que probé mi propia sangre

sentí la urgencia y la agitación

de mi propia vida en mis labios;

juré ese día amarme a mi misma/ sobre todas las cosas.

La primera vez que probé la luz de la luna

sentí su brillo en mi vientre

y su salvaje ternura;

juré ese día que caminaría de noche.

La primera vez que probé el amor

de un dios

sentí el desgarrador alzarse de canción y fuego;

juré ese día que acariciaría la carne.

La primera vez que probé la sal del mar

sentí mi sangre convertirse en agua

mientras el cielo caía tras de mí;

juré ése día que descendería

y regresaría con maravillas.

La primera vez que probé el amor de un niño

grité con la alegría de una nueva vida

como antes abrazara la muerte.

Juro por tres veces tres veces tres

que éstos siete momentos serán míos

y que nada que transpira,

ni dios, ni hombre ni bestia, me los quitará.

Lo juro por mí misma

y por mi inmortalidad.

 

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21/08/2010, 10:35
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PRIMER CIRCULO: El Libro de la Serpiente

El fragmento del Génesis:

I. La Creación.

Una vez hubo silencio y quietud. Ése fue el Tiempo de la Nada, cuando el Ser Ancestral descansaba Sus ojos y no se movía. Cada 55.555 años, el Ser Ancestral rompe Su sueño y abre Sus ojos, para ver qué no estaba antes allí. Cada 55.555 años, cierra de nuevo Sus ojos, y todo vuelve silencio y quietud de nuevo.

Entonces fue cuando el Ser Ancestral abrió Sus ojos por 333ª vez, y un relámpago de Luz rompió la oscuridad. De allí proviene [Jehová] y los otros Seres Luminosos. Para complacer los ojos del Ser Ancestral, Hablaron grandes Palabras, y cantaron grandes Canciones, y así fue como tejieron el mundo en la existencia.

Hacia las conchas de los 332 Viejos Mundos se dirigieron, y las criaturas de esos mundos ulularon y dirigieron hacia las tierras salvajes.

Cada uno de ellos cultivó un jardín, creando plantas y bestias en su interior. Dentro de cada jardín, la tierra proveyó sustento para los entes que crecían, y el fuego quemaba en los cielos día y noche, y el aire fluía como palabras de divinidad, y las aguas nutrieron las flores y plantas y todos los seres vivos.

Y Jehová, el Primogénito, cultivó el mayor Jardín de todos ellos en la tierra entre los ríos. Y Él cultivó dos Árboles dentro de ese Jardín, el Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal. Y cada Árbol produjo frutos de siete semillas cada uno, y cada semilla contenía las grandes verdades de los Seres Luminosos.

Pasó el tiempo, y las bestias del jardín de Jehová se alimentaron de las semillas de los Árboles y supieron las grandes verdades, pero eso no les importaba. Estaban desnudos, pero no les importaba. Estaban saciados, pero eso no importaba. Las bestias se alimentaron de las semillas, de la yerba, y de ellos mismos, pues así es Como Son Todas las Cosas. Y eso estaba bien.

Pero Jehová tenía ansiedad. Se alimentó de los frutos de ambos Árboles, pero no Lo saciaron. Bebió de los dos ríos, y de la sal de los grandes mares, pero no Lo saciaron. Se alimentó en los jardines de Lucifer y Gabriel y Astarte y Bel, pero aun así no estuvo satisfecho. Su vientre tronaba y las bestias se escondían temerosas, tan grande era el ansia del Primogénito. Pero no tenía hambre de carne, ni de frutas, ni de la compañía de Sus primos. Jehová ansiaba compañía.

Jehová se lamentaba, y Sus gemidos eran como las tormentas. Lloró, y Sus lágrimas humedecieron la Vera Tierra en el centro de Su Jardín. Y cayeron sobre las semillas de los Árboles de la Vida y del Conocimiento, y produjeron un extraño, maravilloso fruto.

Macho y hembra se alzaron del lodo de la Vera Tierra, unidos por las espaldas, y lucharon por tenerse en pie, pero no pudieron. Hasta que Jehová pasó Su mano entre ellos y los convirtió den Dos; iguales y fuertes Él Los hizo.

Y el Ser Ancestral no vio estas cosas. Pero sin embargo parecía sonreír.

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21/08/2010, 10:36
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II. El Jardín.

Jehová llamó a Sus criaturas “Adán” y “Lilith”, y Él les dio grandes Dones. Al hombre, diole Él los poderes de Modelar y Nombrar, a la mujer, diole Él los poderes de la Fertilidad y la Intuición. Cómo se habían originado de la vera Tierra y de las semillas de los Árboles, el hombre y la mujer podían ver y adorar los trabajos de Jehová, y Él estaba muy complacido.

Y Él ordenó que Sus sirvientes, esos serafines y querubines y demonios que mostraran a Adán y a Lilith las maravillas del Jardín, y les enseñaron a usas sus Dones. Le ordenó a Adán que nombrara cada una de las plantas y criaturas que allí moraban, y le ordenó a Lilith que los alimentara; y les ordenó a ambos que tomaran cuanto necesitaran del Jardín.

Lilith pasó el tiempo entre las plantas y los árboles frutales; Adán pasó el tiempo poniéndole nombre a los animales, machos y hembras, que habitaban en el Jardín. Adán aprendió a cazar las criaturas tal y como éstas se cazaban unas a otras, y Lilith aprendió a alimentarse de árboles y plantas, tal y como éstos se fertilizaban unos a otros.

Mientras cuidaba del Jardín, Jehová le prohibió que se alimentara de los Árboles de la Vida y del Conocimiento, diciéndole: “Estos son los frutos de la divinidad. Inmortal como eres, estos frutos te devorarían desde dentro si tú osaras devorarlos antes. Como el relámpago de los Cielos, te cegarían, te desgajarían la piel y las entrañas, y te partirían como el árbol que ha sido alcanzado por él”.

Pero Lilith no creyó a Jehová, pero tampoco Lo puso a prueba. Pero deseó esos frutos, pues era una creación de gran voluntad. Cuando el fruto cayó de los Árboles, ella comió de él, y así se abrieron sus ojos.

Estaba desnuda, pero no se avergonzó de ella. Y se convirtió en un Ser Luminoso, como Jehová, pero no supo como ser igual que Él, y así esperó y observó.

Lilith le intentó explicar a Adán los secretos de las plantas, pero a él no le importaba; lo observó mientras cazaba, y creó herramientas que la ayudarían; e hizo que el lobo, el león y el búho la siguieran. Así fue cómo Lilith sobresalió en las tareas de la caza y la recolección de alimentos. Pero Adán valía, y se fue lejos de donde estaba ella.

En su soledad, Adán conoció a muchas de las bestias hembras, pues deseaba una pareja para sí. Y Jehová le dijo que mirara a la mujer, Lilith, para que fuera su pareja, diciéndole: “Tú estás por encima de las bestias, y es detestable que yazcas con ellas”.

Y así fue cómo Adán fue a buscar a Lilith para que yaciera consigo. Pero Lilith sentía repulsión por él, pues había copulado con las bestias. Él intentó recostarla sobre su espalda para poder penetrarla, pero ella lo rechazó, diciéndole: “¿Por qué debería yacer debajo de ti, sobre mi espalda? Yo también fui creada de la Vera Tierra, y soy tu igual”.

Y Adán se enojó, en su rabia, forzó a Lilith sobre su espalda, debajo de él. Mientras luchaba, él le infligió muchos golpes, hasta que la sangre de Lilith cayó en la tierra junto con la de Adán. Y Adán era impetuoso como un toro desbocado, y su simiente cayó sobre la tierra, y arbustos y yedras crecieron allí, agarrándose a los tobillos de Lilith y Adán.

Adán ensartó a Lilith en el cuerno de su virilidad, pero Lilith aulló el oculto Nombre Verdadero de Jehová y Él la alzó por encima del Jardín hacia los Cielos.

Y Adán se quedó solo, y ahogó su furia y su lujuria en las bestias y las flores. Pero el no había comido del fruto de los Árboles, y no sabía lo que hacía.

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21/08/2010, 10:37
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III. Lilith como consorte de Jehová.

Una vez Lilith fue llevada lejos de Adán, le inquirió Jehová: “¿Cómo supiste el Nombre Oculto de Aquél quien te creó?”. Su voz era trueno. La luz chasqueó en el cielo. Los vientos se derramaron sobre el pelo de Lilith y cubrieron su piel de hielo.

Tenía miedo, pero no lo dijo en alto. En su lugar, Le habló, al trueno, relámpago y viento. Y su miedo fue como la sabiduría y el consuelo contra la tormenta.

Lilith dijo: “He hecho lo que Tú me pediste. Cultivé los frutos del Jardín, y las bestias del bosque. Cuando prosperaron, me nutrí de ellos. Cuando cayeron, los recosté para que reposaran. Los frutos que he comido son los que cayeron por Tu propia mano. Los acepté como un don de amor de Tu abundancia, para que pudiera unirme a Ti en los Cielos”.

Tras decir esto, hizo crecer sus propias flores, flores que no fueron creadas por la mano de Jehová, ni cultivadas por la mano de Lilith. Eran nuevas, y las creó a partir del Firmamento de los Cielos, y se las ofreció a Él.

Y al final la tormenta remitió. Y Jehová permaneció calmado.

Él la llevó a los Cielos, y la conoció como esposa. Durante siete días y siete noches, ella se sentó sobre Su falda y Él dentro de ella.

Y su cópula fue como la tormenta, y ambos estuvieron satisfechos. Y el amor creció entre Jehová y Lilith, como los frutos del Árbol de la Vida.

Pero Él no soportaba compartir Su poder y conocimiento con Lilith. Lilith dijo: “Ahora somos como deberíamos ser, iguales sobre todos los demás”. Al oír esto, Jehová enceló, como hiciera Su creación Adán.

Y así sucedió que Jehová expulsó a Lilith de Su vista, como ya antes expulsara esa Dama que viniera antes que ella. Tras siete días y siete noches, Lilith fue exiliada de los Cielos. Sobre el polvo que había entre los jardines fue exiliada. Proclamó entonces Jehová: “Vagarás por entre las tierras sin crear para siempre”. Tras decir esto, desapareció, dejando sola a Lilith.

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21/08/2010, 10:37
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IV. Lilith sola.

Entonces Lilith se fue al desierto y vagó durante siete veces siete días y noches. Y los días eran cálidos y salvajes, como las llamas, y la oscura piel de Lilith enrojeció, y se secó y cuarteró como el lodo, y su lengua se hinchó, y sus huesos se marcaban bajo su piel, y sus pies se quemaron como si hubieran estado sobre brasas candentes. Pero aun así no se arrepintió, ni buscó el perdón del Señor, ni negó que era como Él.

El fruto que había comido se aposentó en su vientre y de él se alimentó. Pero su corazón y su vientre estaban empeñados por Aquél quien la había traicionado; y Su semilla creció en su vientre hasta que hubo hinchado y fue pesada.

Cuando estaba sedienta, Lilith bebió de su propia sangre, y ésta la alimentó.

Los días le supusieron un tormento, y así aprendió a enterrarse en la tierra y esperar a la caída de la noche. Bajo el suelo, Lilith aprendió a enviar sus sentidos a lo lejos y así descubrió los ríos y jardines de los otros Seres Luminosos. Y cuando el sol se hubo puesto, se alzó de la tierra y continuó hacia el Mar Eterno.

Y Lilith caminó por rocas y arenas, y cruzó montañas y tembló en frías ventiscas, y fue fustigada por el polvo; y cayó muchas veces, pero no se detuvo, sino que se alzó una y otra vez. Pues el dolor era como la sabiduría para ella.

Lejos de las tierras de Jehová, encontró la gran extensión que era el Mar Eterno. Cuando lo alcanzó, Lilith se tiró a las aguas, y nadó hacia sus profundidades; y se convirtió en una de sus propias criaturas; y yació con ellas, como Adán hiciera con las bestias del Jardín; y les dio caza, como hiciera en el Jardín, hasta que se hubo saciado.

Cuando observó los grandes jardines en el fondo del Mar, Lilith se sorprendió.

En su sorpresa, hizo que las plantas florecieran y que las bestias del Mar se reprodujeran; y así se convirtió en la Madre del Mar.

Debajo del Mar Eterno, Lilith aprendió a ser como Jehová, y a dominar sus poderes. Expulsó de su interior Su semilla y la plantó entre los hijos de su vientre y entre la semilla de las criaturas del Mar.

Cuando salió del Mas, su oscura piel se había vuelto ambarina, y su pero se había tornado negro como el alquitrán. Sus ojos eran como la superficie del Mar, y danzaban como la luna sobre sus aguas.

Pero no pudo crear un Jardín como el de Jehová, y se enojó llena de celos. Pues aunque podía realizar grandes maravillas y dar vida a muchas bestias extrañas, Lilith no estaba satisfecha.

Y así fue como dejó el Mar Eterno y volvió de nuevo al desierto.

Anhelaba el fruto del Jardín de Jehová, pues era el más sabroso que jamás hubiera probado.

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21/08/2010, 10:38
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V. Los Jardines de los Elohim.

Lilith vagó durante siete veces siete años, y entonces fue cuando encontró los jardines de Bes; y los viñedos de Dionisio; y los campos de Baal, y todas las maravillas que éstos contenían. Estas maravillas se las mostraron sus propietarios, pues se sorprendieron al ver a alguien tan graciosa y hermosa como Aquella Que Salió del Mar Eterno.

Y hubo grandes celebraciones en los jardines; y en los viñedos, y en los campos, y todos los Seres Luminosos proclamaron: “Lilith no tiene igual, pues es Luminosa con la luz del Ser Ancestral pero ha sido creada con la Vera Tierra de nuestros jardines”.

Pero las celebraciones y liberaciones eran como placeres vacuos. Lilith ansiaba el fruto del gran Jardín de Jehová; los frutos de los árboles de la Vida y el Conocimiento. No habían otros que se les asemejaran, por muy ricos que éstos fueran. Y así se fue de esos jardines, dando gracias a sus anfitriones y obsequiándolos con preciosos frutos.

Y así continuó sola hasta que llegó a las puertas del Edén.

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21/08/2010, 10:39
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VI. Jehová encarga a Lucifer la protección del Edén.

Y sucedió que Jehová supo de los viajes de Lilith hacia los Seres Luminosos, y Él temía que pudiera regresar al Edén y destruir su creación. Así pues, Jehová le encargó a Lucifer que montara guardia en el Edén, por si Lilith regresaba.

Y el Portador de la Luz, quien guardaba a Jehová en su corazón como a un hermano, aceptó el cargo y se apostó en las puertas del Edén con una terrible espada. Y la espada fue creada a partir de la Vera Tierra del edén; y de este modo la espada podía herir a Lilith, pues ella fue creada de la misma Tierra. Pues era terrible para ella, y también para Adán.

Con su gran Visión, Lucifer vio a Lilith desde una gran distancia, la espió desde las nubes diurnas y el brillante disco del sol. Pero su belleza lo hirió como lo heriría un rayo, y cuando ella se le acercó alzó sus manos con la espada aún en ellas. Pero no la hirió.

Y Lilith le dijo: “¿Quien eres tú, que guardas el Jardín del Primogénito?”. “Yo soy la Luz y la Oscuridad”, le contestó Lucifer. “Eres hermoso ante mis ojos”, habló Lilith, y dijo la verdad, pues él es un ser bello, un árbol modelado en contornos que placen a la vista, y su piel es oro bruñido, y sus ojos el color de la luna. Su aliento es el aroma del loto; y sus caricias como un suspiro.

Lucifer dijo: “¿Eres la irrespetuosa creación de mi hermano, que salió del Jardín con odio en su corazón?” “No lo soy”, respondió Lilith. “Soy como tú, y como nuestro hermano; y nunca dañaría nada en Su Jardín, ni siquiera las bestias inferiores a su cuidado. Sólo deseo aprender de los maravillosos Árboles que cultiva”.

Y miró en el interior de su corazón, y vio que decía la verdad. Y su propio corazón se llenó de amor y deseo, como un jardín floreciendo con agua fresca y buenas semillas. Así fue como la dejo pasar Lucifer.

Pero antes de que Lilith entrara, el Portador de la Luz le ofreció un regalo. Lucifer dijo: “Así como soy el Señor de la Luz, tengo también dominio sobre esas esferas que iluminan el cielo. Y de este modo te obsequio estas vestiduras de la Noche, querida hermana, donde están bordadas la luna y las estrellas y todo lo que se puede ver en el cielo nocturno. Llévalo puesto y gobierna la Noche al igual que yo gobierno ahora el Día”.

Y Lilith cogió las vestiduras; y su tez se volvió del color azul oscuro de la noche; y sus cabellos del plateado de las estrellas; y sus ojos brillaron con la suave luz de la luna.

Sobrecogida y sorprendida, Lilith se detuvo. “Amo estos regalos, como amo ahora a quien me los ha entregado”, dijo. “No perturbaré a nuestro hermano, sino que cultivaré mi propio Jardín; y tú podrás venir a visitarme allí, y yo te mostraré todos sus esplendores”.

Tras decir esto, se alejó del Edén. Entonces se cubrió con su manto de noche y se alzó hacia el cielo, a lo lejos.

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21/08/2010, 10:40
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VII. El Primer Jardín de Lilith.

Lilith escogió una tierra rica y fértil, con tres ríos delimitando sus fronteras. Y cubrió esta tierra con su manto de Noche; de sus vestiduras, cogió un puñado de estrellas, y esparció estas estrellas sobre la tierra. Y estas semillas celestiales engendraron maravillosas plantas y árboles frutales y todo tipo de vegetación.

Pero esta vegetación no era la del Edén de Jehová, pues crecerían sólo bajo el abrigo de la Noche, y bajo la luz de la luna de Lilith. Y Lilith caminó a menudo por su Jardín, y alimentó las plantas con su propia sangre, y florecieron y dieron grandes frutos.

En su vientre, Lilith conservaba las semillas de los Árboles de la Vida y el Conocimiento. Ahora plantó estas semillas en la tierra de su jardín. A éstas también las alimentó con el agua de su cuerpo y la sangre de su vida, pero no crecieron.

Y Lilith llenó el aire con lamentos de frustración y tristeza; pues ansiaba los frutos de esos Árboles, y el amor de Jehová, quien la expulsó.

Entonces Lilith se oscureció, y su rabia se alzó como la arena en un fuerte viento; y purgó el lugar donde no crecerían las semillas de los Árboles; donde las semillas yacían aletargadas en la tierra; y maldijo a Jehová por su orgullo. Entonces se maldijo a sí misma por su dolor, y por el amor que sentía por Aquél Que La Traicionó.

Y su primer jardín fue arrasado en su rabia, hasta que dejó de existir.

Entonces Lilith dejó su Jardín de la Noche y se fue hacia el Edén.

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21/08/2010, 10:40
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VIII. La creación de Eva y la Caída.

Cuando Jehová se llevó a Lilith, Adán se llenó de rabia y celos, pues le habían quitado a su pareja. Y en silencio maldijo el nombre de su creador. Pero Jehová lo oyó y le dijo: “No me maldigas a la ligera. Aquélla a quien me llevé de tu lado estaba repleta de espíritus malignos y te habría hecho daño. No temas, pues te daré otra compañera”.

Jehová alzó la Vera Tierra, y tomó un puñado de arena y arrojó sobre él su aliento. Y la arcilla formó los huesos de la mujer, y su piel; y los fluidos y órganos de su interior. Pero Adán estaba consternado, y se sentía enfermo en el jardín; pues había visto las entrañas de su compañera, y no le daría un Nombre.

Así pues, Jehová destruyo Su creación, con un poderoso viento, devastó su piel, y sus entrañas, y sus huesos, y dejó que sus fluidos empaparan el suelo de la Vera Tierra. Y pequeñas criaturas vinieron y devoraron a la hembra, hasta que no quedó ni rastro de ella. Cuando fue anihilada, Adán estuvo satisfecho.

Y Jehová hizo que Adán entrara en un profundo sueño y le quitó una costilla, y de esa costilla creó a Eva. Y Adán estuvo satisfecho, y él le dio el Nombre de Eva, y conoció a Eva; y ella yació con él, pues era un ser inferior, no creado de la Vera Tierra como Lilith, no de la espalda de Adán, sino de su hueso.

Cuando Lilith se fue del Cielo, Jehová lloró de nuevo, y Sus lágrimas fueron como un diluvio sobre el Edén. Lloró durante siete días y siete noches, hasta que todas las criaturas del Jardín gritaron pidiendo clemencia.

A partir de ese momento Jehová no lloró más, excepto una vez más en todos los días y noches de este mundo.

Cuando hubo oído de los actos de Lilith, y de sus visitas a los jardines y los viñedos de Sus hermanos y hermanas, Jehová se sintió muy preocupado. Pues aún pensaba en ella como en Su creación, y Su amor. Y por eso hizo que su más querido hermana guardara el Edén. Pero no le dijo nada a Lucifer sobre Lilith, ni del amor que sentía por ella, no de los poderes que poseía, ni de los frutos que había comido.

Porque el Primogénito tenía miedo.

Y sucedió que Lilith regresó al Edén, vestida en sus ropajes de la Noche, y allí de nuevo se encontró con Lucifer, quien estaba apostado a las puertas del Edén con una fiera espada en sus manos.

“Querido, ¿por qué estás aquí apostado frente a las puertas del jardín de Jehová?”, dijo Lilith. “¿Te has convertido en su sirviente y lacayo?”.

“No”, contestó el Portador de la Luz. “Espero a Aquella Que Fue Expulsada, pues el Primogénito ha dicho que su alma es pequeña y oscura y está llena de espíritus malignos; y que no sería capaz de contemplar mi luz. Y por eso estoy aquí como un favor a Aquél a quien yo amo como a un hermano”.

Y sus palabras hirieron a Lilith, pues sabía que Jehová había hablado de ella. Pero también se sentía orgullosa por haber hecho que su Creador sucumbiera a la falsedad. Pues como ella procedía de la Vera Tierra del Edén, no podía pasar mientras Lucifer empuñara su espada en su contra. Por lo que le dijo a Lucifer: “Aparta tu espada, amado, y déjame pasar. Pues yo no soy esa. Permanezco dichosa en tu luz, y la reflejo como si fuera mía”.

El Portador de la Luz recordó que Lilith había prometido en una ocasión no causar ningún daño, y fue sincera esa vez. Y por eso la creyó. Y aun así estaba sorprendido por ella, resplandeciente en sus hábitos de Noche.

“¿Por qué has venido entonces aquí, mi amada?”, dijo Lucifer.

Lilith dijo: “También yo he cultivado un jardín, y deseo aprender cómo Jehová logra que sus Árboles de la Vida y el Conocimiento crezcan fuertes y llenos de frutos”. Y ella le mostró las semillas que había salvado, y Lucifer vio que era así. Entonces Lucifer apartó su espada para que Lilith pudiera pasar por las puertas.

Y así Lilith entró en el Edén. Cubriendo con sus vestimentas los árboles, se transformó en una Gran Sierpe, con escamas puntiagudas del color de las plantas a su alrededor, y con grandes alas que surgían de su cuerpo sinuoso, para que pudiera ocultarse de Jehová. La Sierpe era astuta y silenciosa, y se movía invisible a través de las profundas hierbas del Edén.

Y al final llegó al Árbol de la Vida, y acercó su oído a sus raíces y le preguntó: “¿Cómo puedes crecer?”. Y la madera viviente de ese árbol le dijo: “Gracias a las semillas que hacen siete veces siete”. Y le dio las gracias al Árbol, y de él cogió siete frutos, pues cada uno contenía siete semillas.

Entonces llegó al Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal, y le preguntó: “Cómo puedes crecer?”. Y el Árbol le dijo: “Gracias a las semillas que hacen siete veces siete”. Y de nuevo le dio las gracias al Árbol, y de él también cogió siete frutos.

Pero Lilith no estaba sola.

Eva había llegado cuando Lilith se encontraba junto al Árbol del Conocimiento. La tercera mujer llegó y se sentó debajo del Árbol. Y Lilith vio que era un ser inferior, y se apiadó de ella. En su compasión, le dijo a Eva: “Toma el fruto y come de él para que tus ojos puedan abrirse”. Y Eva hizo lo que le había dicho; y tomó el fruto; y comió de él.

Y así los ojos de Eva se abrieron como si fueran cegados por una explosión de fuego; y cayó como si le hubieran dado un golpe; y lloró por las cosas que ahora podía entender. Y Lilith arropó a Eva para consolarla; y Eva abrazó a la Sierpe como a un amante; y se conocieron la una a la otra bajo la sombra del Árbol del Conocimiento.

El sonido de las lágrimas condujo a Adán a ese lugar. Y el búho lo espió, y advirtió a Lilith de su llegada. Y así la Sierpe dejó a la mujer a su hombre; y él se sorprendió cuando la encontró sonriendo pero llena de lágrimas, y él le preguntó: “¿Por qué lloras, esposa?”.

Y siendo la amente de Adán compartió el fruto con él.

Y así fueron malditos el hombre, la mujer, el Portador de la Luz y la Sierpe, malditos.

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21/08/2010, 10:41
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Sólo para el director

IX. La Ira del Señor del Jardín, y sus Siete Maldiciones.

Adán y Eva estaban desnudos, y se avergonzaban de estarlo; y Adán se acordó de sus pecados, y se colmó de remordimientos. Cayó de rodillas frente a la mujer, y lloró y se arrancó la barba; y no dijo palabra alguna, sino que aulló como un animal. Eva lo consoló, y acarició su pelo, pues no comprendía la profundidad de su tristeza ni de qué se arrepentía. Pero el Señor del Jardín oyó su llanto, y estaba airado y sorprendido.

La ira de Jehová fue como un león sobre un niña. Su rugido tumbó los árboles; Sus pasos sacudieron la Vera Tierra, esparciendo sus pedazos; el rechinar de Sus dientes hizo que un tercio de las rocas se quebraran, su saliva era como el fuego, y consumió las flores del Edén.

Y el Árbol de la Vida se marchitó con la furia de Jehová, mientras el hombre, la mujer y Lilith observaban, se convirtió en cenizas y el viento las esparció con la furia del Señor del Jardín.

Pues así el Ciclo había empezado de nuevo. El Vino de la Inmortalidad se había derramado y la copa se había roto en las raíces del Edén. Y el mundo empezó de nuevo; el sueño cayó desde los cielos y se consumió por la furia del Señor del Jardín.

Y Él era prisionero de ese Vino, y no pudo deshacer lo que a había hecho y cuando el Ser Ancestral cerrara los ojos Él también moriría. Incluso Él, el Señor del Jardín.

El Portador de la Luz llegó corriendo. Con un rugido, Jehová hizo que la tierra se partiera y que se tragara a Lucifer, y que lo escupiera al aire. Cuando cayó, Lilith corrió hacia él, y lo socorrió, no ya Sierpe, sino la primera mujer.

Y la espada de Lucifer se partió en dos; una mitad cayó a los pies del Portador de la Luz y el otro a los de Lilith.

La voz de Jehová resonó en los Cielos: “Ésta es la sentencia del Primogénito”.

A Adán y a Eva les dijo: “Porque comisteis del Árbol que os dije que evitarais, seréis malditos”.

A la mujer le dijo: “Te has alzado para tomar el fruto del Altísimo, por eso te inclinarás el resto de tus días. Así pues, te maldigo a los dolores, como tomaste el fruto, así tu vientre lo llevará como si fueran piedras, como esparciste las semillas, así deberás recoger las semillas del hombre el resto de tus días; como derramaste el jugo del fruto; así tus propios jugos fluirán cada cambio de luna; como ansiaste el fruto del Altísimo, así anhelaras el del hombre. El conocimiento del Bien y el Mal descansa en tu interior, pero no lo recordarás”.

Al hombre le dijo: “Te has apartado de la gracia en la que fuiste engendrado. Por eso, te maldigo con el trabajo; como rechazaste la primera compañera que te hice, así serás rechazado de Mi gracia; como te uniste con las bestias del campo, así serás uno con ellos en tu lujuria; como diste Nombre y Forma con tus dones de nacimiento, así darás nombre y forma por toda la eternidad, como te arrodillaste ante la mujer, así te inclinarás siempre ante ella, por fuerte que seas. Te maldigo con la muerte, y a que vuelvas al polvo con el que te creé”.

A Lucifer y a Lilith les dijo: “Porque me habéis desobedecido en Mi Propio Jardín y habéis guiado a Mis creaciones hacia el error, seréis malditos”.

A Lucifer le dijo: “Porqué no has cumplido con tu tarea y no has querido ver lo que sucedía, te maldigo con la cautela. Porque tienes un corazón abierto, te maldigo con la cautela. Porque has mostrado compasión, te convierto en un vasallo de la furia. La espada estará siempre en tus manos, y tu consuelo será como el beso de los gusanos”.

A Lilith le dijo: “Tú has probado el Vino de la Inmortalidad, y por eso no morirás nunca sino que perdurarás hasta que el Ser Ancestral cierre los ojos, al igual que Yo; y morirás en ese instante. Y porque has desdeñado mi amor, no amarás a nadie más, por mucho que lo intentes. Y tu vientre rebosará de hijos, pero no te amarán, ni serán parte de ti, y tus ojos verán de noche, pero se cegarán de día; y tu piel se cuarteará al sol de tu falso amor Lucifer, y se sanarán sólo bajo la luz de la luna. Te has convertido en un Ser luminoso, pero tu luz brillará sólo de noche”.

A ambos les dijo: “Seréis los Segadores de los Campos. Y vuestras espadas de la Vera Tierra acortarán las vidas de Adán y Eva, y de todos los suyos”.

Al final les dijo a todos: “Porque he permitido que esto sucediera me maldigo a mí mismo con celos y exilio. Desde ahora en adelante, no caminaré más entre vosotros si no es como un misterio, no tomaré amor si no es por obligación; no confiaré en nadie, sino que mantendré mis puertas siempre guardadas. Pues mi corazón estuvo abierto ua vez, y por eso tendré que morir”.

Y el hombre y la mujer lloraron, pues no tenían hogar ni consuelo.

Y Lucifer y Lilith dijeron: “¿Quien eres tú para maldecirnos así, hermano? ¡Somos iguales a Ti!”.

La Palabra del Señor fue como el trueno en el viento: No os maldigo. La maldición no es sino vuestras acciones, por las que estamos todos atados”.

“Pero esto os doy: que el nombre y la mujer serán Uno juntos, y la Reina de la Noche y el Señor del Día serán Uno juntos, pero el Señor del jardín será Uno Solo; y Él se aislará de su compañía”.

“Y Él será grande, pero estará siempre solo”.

Lilith lloró al oír esto, y Lucifer también. Y le pidieron que lo reconsiderara, pero Él no lo haría.