Partida Rol por web

Crónica del Heredero - Episodio II - El Ascenso.

VII - Un encuentro con el pasado

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03/06/2015, 20:13
Morwing

Morwing se había confiado demasiado, y aunque la bolsa de cuero había impactado de lleno sobre la criatura, ésta aún se empeñaba en plantar cara al hechicero sorprendiéndolo con un contragolpe veloz. Varios rasguños quedaron reflejados en su cara tras sus ataques. El dolor no era intenso, pero Morwing, con amplios conocimientos sobre Quasit, sabía que probablemente ya se encontraba contagiado con algún tipo de veneno.

La ira comenzó a invadir al hechicero y al instante su mano derecha comenzó a iluminarse formando en la palma de su mano una esfera eléctrica cada vez más luminosa. – Vasss… a lamentar… esooooo… gruñó entre dientes antes de expulsar la esfera eléctrica contra el diablillo. El impacto fue tan brutal que su cuerpo quedo cubierto de continuas descargas eléctricas que fueron consumiendo poco a poco su miserable vida... 

- Tiradas (5)

Notas de juego

Acción: Conjuro de NIVEL 1: Orbe menor de Electricidad (Descontado)

Para cuando muera... 

Si no hay nadie observando, subo a la carreta y registro el cuerpo. Me tomo mi tiempo... 

Si con la varita de restablecimiento anulo los efectos del veneno, utilizo una carga. La descuento cuando me confirmes ;)

 

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04/06/2015, 23:33
Xceeztuc

Un estertor sacudió al pequeño demonio dejándolo paralizado y obligándolo a posarse sobre uno de los sacos de cereal. Iiissshhh... -  Se quejó mostrando sus afilados dientecillos en actitud amenazante. Sin embargo, pese a la descarga sufrida, el quasit se obligó a cambiar de actitud. Levantó sus escuálidos brazos interponiéndolos frente al anciano. Después de aquel hechizo Xceeztuc se dio cuenta de que no estaba frente a un confiado aprendiz de mago. Se trataba de un mago. Aquello había que manejarlo con tacto. 

¡Ay! ¡Eso ha dolido ¿sabes?! - El pequeño demonio se sacudió como si de un perro se tratase. Aunque sangraba profusamente por su achatada nariz, Morwing, sabía que sus heridas no tardarían en cerrarse gracias a la curación innata que este tipo de demonios poseía. Espera...espera... - Mendigó extendiendo las palmas de las pequeñas garras como haría un niño pequeño. ¡Seguro que no quieres hacer eso! ¡Puedo serte muy útil! Soy muy inteligente y...y...podría servirte bien. - Por si aquello no salía bien, Xceeztuc prefirió adoptar una actitud más modesta. Por favor...no me mates.

Notas de juego

PG: 0/13 -  (Curación rápida 2 pg/asalto)

 

*Cada carga de restablecimiento menor cura 1d4 de una característica dañada. TU destreza se va a reducir 6 puntos por lo que vas a tener que lanzar un par de cargas.

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06/06/2015, 10:07
Morwing

Morwing comenzó a notar levemente un pequeño tembleque en el mismo brazo con el que acababa de lanzar su conjuro. No había lugar a dudas, había sido infectado por algún tipo de veneno tras los ataques del diablillo.

Lo maldijo mil veces antes de subir con más dificultades de lo normal al interior de la carreta, algo que por otro lado quedaba perfecto para el papel de viejo que desempeñaba…

 -¿¿¿Útil???, no sé qué me podría aportar una sanguijuela como tú…, respondió mientras desenfundaba su varita de proyectiles mágicos. -…si tan inteligente eres, sabrás bien que con esto puedo acabar con tu miserable vida de un plumazo, continuó mientras le apuntaba con ella. – Dime que tramabas, convénceme que realmente puedes serme de utilidad y decidiré tu destino…, dijo aproximándose al quasit, - Miente a mis preguntas o trata de engañarme… y esta carreta será tu tumba, concluyó.

Notas de juego

Si necesitas alguna tirada para reforzar el dialogo me dices

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08/06/2015, 14:49
Xceeztuc

Xceeztuc asintió repetidamente, solícito, cuando vio la oportunidad de salir con vida de aquel inesperado encuentro. Sí mi señor, sé lo que es eso. No tendrás que usarlo, descuida. Seré bueno. - Dijo con cierta amargura en su voz por aquellas palabras que tanto le desagradaban. Aunque le dolía tener que reconocerlo, sabía que sus facultades no estaban a la altura de las que podía desarrollar aquel anciano con su dominio de la magia; tendría que ceder. Mi nombre es Xceeztuc y...voy en dirección a la gran ciudad del oeste a la que llamáis Athkatla. - Comentó mientras se encaramaba al pescante de la carreta totalmente dolorido. Quería colarme a través de sus puertas escondido en ese saco porque a los granjeros no se los suele examinar con magia. - Aquello daba a entender a Morwing que el demonio conocía mucho sobre la Ciudad de la Moneda para ser un ser que venía de otro plano. El hechicero no podía deducir cuánto tiempo llevaba viviendo fuera de su plano de origen pero, desde luego, no era poco. ¡Podría ser tu sirviente! - Exclamó sacando de sus pensamientos al falso anciano. ¡Puedo hacer lo que me ordenes mi señor, seguro que no encontrarás ningún familiar más atento e inteligente que yo!

 

Notas de juego

No, no hace falta tirada alguna por ahora.

¿Has lanzado las 2 cargas de Restablecimiento menor?

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08/06/2015, 21:02
Morwing

-Ese ofrecimiento es algo que barajaré cuando respondas a mis preguntas, respondió Morwing con tono serio mientras agitaba la varita para que tuviera muy presente que su vida estaba en sus manos.

-…¿y qué se le ha perdido a un ser del abismo en la gran ciudad? ¿Qué intenciones tenías al llegar allí? ¿Estás siguiendo las órdenes de alguien?, preguntó.

Notas de juego

Aun no use la varita de restablecimiento...

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08/06/2015, 22:28
Xceeztuc

El quasit, suspicaz, no quitaba ojo a la varita que portaba el anciano. Quería encontrar riquezas y... quién sabe, un amo justo y atento a quien servir, tal vez. Aunque, qué sorpresa tan agradable haberlo encontrado mucho antes de llegar allí. - Las palabras del demonio, lejos de toda veracidad, como bien imaginaba Morwing, iban dirigidas a otra clase de persona, aquella a la cual Morwing había dejado de pertenecer mucho tiempo atrás.

¿Órdenes de alguien? No, no...¿por qué seguiría yo órdenes de alguien? - Añadió.

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08/06/2015, 23:15
Morwing

Morwing entrecerró los ojos tras la respuesta de Xceeztuc.

- No debes ser tan inteligente como alardeas cuando… ¡¡intentas tomarme por un ingenuo!!, dijo alzando levemente la voz y claramente enojado. - ¿Acaso crees que soy un estúpido? ¿Riquezas? No me hagas reír… te daré una última oportunidad antes de meter tu miserable cuerpo sin vida en uno de esos jodidos sacos… Dime… qué… pretendías hacer en Atkhatla… y quien es tu amo…, concluyó apuntando con firmeza la varita contra él. 

- Tiradas (1)
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09/06/2015, 19:35
Xceeztuc

El quasit no pudo hacer más que retroceder ante la intensidad de las palabras del anciano cayendo de espalda en los sacos de cereal. Miró nervioso en derredor temiendo que las voces alertasen a alguien más y se convirtiese él, quien había procurado pasar desapercibido hasta la llegada a Athkatla, en una atracción para todos los huéspedes de la posada.

Está bien…está bien… ¡Tranquilo mi señor!Contestó sumiso y visiblemente asustado. Aunque sus heridas curaban rápidamente sabía que por mucho que quisiese no era rival para el anciano. Había que rendirse ante la evidencia. Mi amo…está muerto… lo mataron unos aventureros en Nashkel hace dos ciclos. – Dijo refiriéndose a los dos días que habían pasado desde el combate contra el Vrock.

Tengo que ir a Athkatla porque allí…allí podré ponerme en contacto con nuestro señor…con el Heredero. – Contestó enigmático creyendo que aquel nombre era totalmente desconocido para el anciano. Él me dirá qué hacer y a quién servir hasta su llegada…pero ahora estás tú mi señor. Está en tu mano tomarme como fiel seguidor…

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09/06/2015, 21:27
Morwing

- Vaya, vaya, vaya…, pensó, parecía que Tymora obsequió al hechicero con un guiño haciendo que su camino se cruzase con el mismo quasit que no consiguieron atrapar cuando acabaron con Ight-Zim-Xal. Y no sólo quedaba ahí los caprichos del destino, Xceezyuc hablaba abiertamente del Heredero gracias a la fachada engañosa de Morwing.

La oportunidad que se le presentaba era inmejorable. De poder hacerlo seguramente se estaría frotando las manos ante la fuente de información que tenía delante… aunque tan sólo lo evidenció con una pequeña muesca de satisfacción.

- ¿Ves? Eso está mucho mejor…, dijo con tono más diplomático aunque sin dejar de apuntarle con la varita de proyectiles. – Si finalmente te permito caminar a mi lado, necesito saber si realmente serias un fiel servidor, apuntó. – ¿Y qué trabajos hacías con tu anterior amo? Si lo mataron un grupo de aventureros imagino que se trataría de algo grande, ¿no?. ¿Y ese tal Heredero de quién se trata? Jamás he oído hablar de él… y ese detalle que hayas dicho “nuestro señor” me ha llenado de curiosidad. ¿Cómo tenías pensado ponerte en contacto con él? ¿Acaso está en Athkatla?¿Vive allí?, preguntó aparentando un afán desinteresado. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Por cierto...cuantos asaltos llevamos hablando?? Que no se como calculariamos eso...

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10/06/2015, 15:59
Xceeztuc

!Sí, sí mi amo¡ Seré un buen servidor. - Respondió al instante. Hmmm mis trabajos no eran muy apreciados. - Dijo con un tinte amargo en su voz. Solía espiar reuniones y buscar presas débiles para Ight. - Añadió en tono más bajo, como si aquel demonio pudiese escucharle desde su plano natal únicamente por invocar su nombre. Sí...grrrr, esos aventureros. ¿No has oído hablar del Heredero? - Preguntó sonriendo y mostrando sus afilados dientes amarillentos. ¡Oh, no tienes que preocuparte, pronto, cuando llegue, será muy famoso! ¡Es un demonio muy poderoso! ¡El hijo menor de nuestro señor Belial! Sí... - Susurró relamiéndose. Fierna no lo quiere Phlegethos porque llegará a ser tan poderoso como su padre...por eso quieren mandarlo aquí.

Notas de juego

Llevamos 3 asaltos hablando, con lo que el quasit ha restablecido 6 puntos de golpe su salud. (No está en actitud hostil)

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10/06/2015, 21:49
Morwing

Con el ambiente más calmado gracias a la buena participación del quasit, Morwing aprovechó para acomodarse sentando encima de uno de los sacos de trigo mientras su nuevo “amigo” le facilitaba información. Después apartó la varita de proyectiles, no para guardarla ni mucho menos, sino para sacar otra que llevaba para tratar de anular el veneno que ahora corría por sus venas. – Casi me sacas un ojo, ¿sabes?, bromeó tras hacer uso de ella.

-¡Que cosa más interesante!, añadió a los comentarios de Xceeztuc. – Así que el gran Belial tiene un descendiente menor a Fierna aunque, como dices, su poder pueda ser incluso mayor a ella…, comentó simulando entusiasmo, - Y ese nombre de Heredero, es por el poder que conseguirá al llegar aquí… ¿o por otro motivo? ¿Acaso no tiene nombre propio?, preguntó extrañado. – ¿Y cómo y cuándo tiene intención de llegar? Si es un ser tan poderoso imagino que será una misión complicada conseguirlo... y por cierto..., continuó pensativo, - cómo podrías ponerte en contacto con él si sigue allí en Phlegethos…

- Tiradas (1)

Notas de juego

Descontadas 2 cargas de reestablecimiento menor (Quedan 46)

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10/06/2015, 22:37
Xceeztuc

Fue sin querer...- Mintió el pequeño demonio con una mal disimulada sonrisa.

Sí...- Entrecerró los ojos. Se llama Lorevor y... nuestro grande y poderoso señor Belial ha decidido concederle su apoyo para venir con un gran ejército de nuestros hermanos. Será lo más grande que han visto estas tierras infectas. - Comentó ilusionado el Quasit dando palmas debido a la excitación. Nunca le habíamos llamado Heredero hasta que un débil humano llegó a nuestro hogar. Se hacía llamar el Heredero y quería el apoyo de nuestro señor para devolverle lo que era suyo o algo así. Aquello hizo gracia a mi señor y desde entonces debemos llamarlo Heredero. - Explicó como si aquello fuese algo que todo el mundo sabía.

No sé cuándo llegará, es uno de nuestros hermanos mayores quien está encargándose de todo. - Dijo encogiéndose de hombros. En Athkatla...vive el primer enviado. Su nombre es Ethegax y él tiene contacto directo con nuestro señor. No sé cómo podría encontrarle pero confío en mis poderes para hacerlo.

 

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10/06/2015, 23:45
Morwing

- Looooorevorrrrr…, repitió para sí mismo el hechicero. Sin duda aquel nombre le resultaba familiar y su simple pronunciación le hicieron sumergirse en sus pensamientos más profundos tratando de buscar recuerdos sobre él.

Fue entonces cuando la sobreexcitación del quasit le hizo salir del ensimismamiento en el que se encontraba. El diablillo palmeaba alegre cuando hablaba del ejército de demonios que estaba por venir. Por unos instantes Morwing se imaginó abriendo la boca de aquella criatura mientras descargaba un rayo abrasador sobre su cabeza… apretó el puño con el que sujetaba la varita de proyectiles intentando contenerse de no hacerlo, por muchos deseos que tuviera… - Aún no… aún no...

Comenzaba la disyuntiva de qué hacer con aquel maldito diablillo. Era evidente que además de ser una fuente de información sobre los planes del Heredero, podría tratar de utilizarlo para poder conocer datos tan importantes como la ubicación de Ethegax, los próximos pasos que seguirían para conseguir traer a Lorevor a este plano o incluso destapar alguna nueva figura en toda aquella enredosa trama.

Sin embargo toda moneda tiene dos caras, y el riesgo que tendría que asumir viajando con el quasit era alto teniendo en cuenta que portaba un Crothual y que era un enemigo directo y reconocido de Belial. – Difícil decisión…

Con todo esto en la balanza, Morwing recapacitó sobre la situación actual en la que se encontraba. Sólo, sin los compañeros que le habían acompañado hasta ahora y con la firme idea de continuar con su misión Lo más prudente sería tratar de despistar y por qué no infiltrarse de lleno en el corazón del enemigo. Habría que confiar en los conjuros para continuar manteniendo invisible el medallón hacia esos seres y comenzar a acostumbrarse a la nueva apariencia que había adoptado. No tenía miedo a la muerte, sólo temía no hacer algo contra todos aquellos demonios si en su mano estaba la posibilidad de hacerlo….

-¿Un humano dices?¿En Phlegethos…?, dijo reenganchándose de nuevo a la conversación. – No tendrás idea de cuál era su nombre, ¿no?, preguntó con curiosidad.

Tras su respuesta el anciano quedó pensativo… - Hummm... Quizá puedas serme de utilidad, después de todo…, comenzó diciendo… - Te ayudaré a llegar hasta Athkatla, e incluso a encontrar a ese tal Ethegax y tu…, continuó acercando su cara al diablillo, - ...tu podrías ayudarme a estar en el lado correcto cuando la oscuridad prevalezca... Si el Heredero del Gran Belial está por venir… no me gustaría estar en el bando erróneo, ¿me comprendes?, sentenció guiñando un ojo. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Uops...sorry olvide clicar en oculto

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12/06/2015, 18:48
Xceeztuc

Sí, un humano...bueno, - se corrigió al instante - creo que había más de uno pero nuestro gran señor sólo pudo castigar a ese.- Comentó con una sonrisa. No...no sé cual es su nombre. Vuestros nombres carecen de sentido para mi... - El quasit abrió los ojos esperanzado al escuchar las palabras del anciano. Al instante, entrecerró los ojos con desconfianza, algo propio de su raza. ¿Lo dices en serio? - Aquellos ojos malévolos no podían ocultar el gozo de saber que gracias al supuesto anciano podría seguir con su misión. ¡Sí! ¡Por supuesto que sí! Estarás en el bando correcto buen señor. Estarás en el bando correcto. Yo me encargaré.

Aquellas palabras del pequeño demonio hacían aflorar muchas más escenas y sensaciones en los cada vez más coherentes recuerdos de Morwing. No tardó en verse a si mismo, a su mentor y al líder del Círculo del Silencio, el Heredero original, colgados de pies y manos de grandes estalagmitas de piedra ardiente. Sus cuerpos eran flagelados constantemente hasta llevarlos al borde de la muerte. Así, en ese agónico estado, los mantenían durante días, semanas o meses hasta que sus heridas volvían a sanar. Los flageladores, demonios bajo las órdenes de la siempre malévola Fierna, disfrutaban enormemente con cada sesión de torturas y, los espectadores, normalmente Fierna o Belial, los contemplaban desde una isla la lejana que crecía en el mar de lava sobre el que estaban sostenidos. Sin embargo, ajena a aquellos recuerdos, había otro fragmento que recordaba pero que debía ser posterior a aquellos actos. Se veía a él y a su mentor corriendo por unos intrincados pasillos en dirección a un portal azul. Junto a él, un demonio de cuerpo redondeado, grandes alas y cuernos de carnero, los observaba sin moverse con una afilada sonrisa en su gigantesco rostro. ¿Sería ese Lorevor? ¿Por qué no los detuvo?

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12/06/2015, 19:42
Morwing

- Excelente, respondió satisfecho… - Excelente…

- De acuerdo, pasa la noche en ese saco de ahí. Mañana me aseguraré de mantenerte alejado de cualquier  mirada inoportuna y haré que el dueño de la carreta nos haga llegar cuanto antes a Athkatla. Viaja junto a su familia, así que trata de pasar inadvertido hasta que lleguemos… no me gustaría tener que matarlos a mitad de trayecto… lo que sea con tal de no lidiar contra esos malditos bueyes, comentó como guiño particular a la malvada criatura. – Cuando lleguemos… ya buscaremos un lugar tranquilo donde organizarnos…. NO… hagas… que me arrepienta de dejarte con vida, sé hacer cosas mucho peores que arrebatarlas…, advirtió con miraba maquiavélica antes de abandonar el carro.   

El hechicero se fue alejando poco a poco de la carreta, no sin antes echar un último vistazo hacia atrás justo cuando iba a entrar de nuevo en la posada. – Espero no haberme equivocado, Bagul..., comentó en voz baja con su fiel amigo.

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15/06/2015, 21:39
Tampan Bolmare

Con la incertidumbre de si su decisión había sido la correcta rondando la cabeza del hechicero, la noche pasó lentamente. No hubo sobresaltos aunque, Morwing, conocedor de lo que estaría padeciendo Crímmor a esas horas no pudo evitar pensar en los que hasta hacía pocas horas habían sido sus compañeros. ¿Seguirían vivos? ¿Habría caído la ciudad de las carretas bajo el ataque de las tribus orcas? Las preguntas sin respuesta se sucedían en su mente luchando por hacerse notar por encima de las muchas que Morwing tenía acerca de su pasado.

Llegó el alba y con él los primeros ruidos en el salón del Arado Plateado. Pasos, toses, voces y llantos de niños pequeños hicieron que el canto del gallo prácticamente quedase reducido a un leve murmullo. El día había amanecido frío y nuboso, amenazando nieve. Sin embargo, el tono anaranjado de las nubes y el olor a madera quemada daban razones para creer que la climatología sería un problema menor para aquellas gentes en un corto plazo de tiempo.

Cuando el hechicero hubo recogido todo su equipo y adoptado de nuevo la encarnación del viejo tesorero de Nashkel bajó al bullicioso salón. Allí, rodeados por multitud de curiosos, ansiosos éstos por saber el destino de la ciudad, escuchaban el relato de los una familia que había llegado a la posada bien entrada la madrugada. Según el hombre, un Ishaliano que había huido de las hostilidades en el sur de Amn buscando refugio en Crímmor, ellos no habían podido entrar en la ciudad pues el convoy en el que venían llegó a ciudad cuando las primeras catapultas golpeaban las murallas. Las patrullas de orcos montados en gigantescos lobos merodeaban los alrededores de Crímmor atacando a todos aquellos con los que se topaban. No obstante había una buena noticia, al menos en parte, la ciudad seguía en pie aunque totalmente rodeada.

¿Y qué me dices de los tambores que suenan? - Preguntó uno de los curiosos tratando de disimular el pánico de su voz. 

Al parecer, los orcos avanzan hacia Athkatla por la orilla norte del río Álandor. - Contestó el refugiado. El revuelo se hizo mayor tras las palabras del recién llegado debido a las graves noticias. Puede ser eso por lo que se escuchan esos tambores.

¿Y cómo sabemos que no estamos rodeados ya? - Preguntó una mujer joven que sostenía a un niño aún dormido en brazos pese al alboroto. 

No lo sabemos, pero cuanto antes lleguemos a Athkatla...mejor. - Contestó el que debía ser su marido.

Tampan Bolmare salía en ese momento de la habitación comunal junto con su familia. No le costó demasiado encontrar al anciano entre el gentío allí reunido. En su cara se reflejaba el hecho de que él tampoco había pasado muy buena noche. Probablemente, el no tener aún noticias de su hijo estaría atormentándolo.

¿ha descansado usted señor? - Preguntó cuando estuvo a la altura de Morwing.

Notas de juego

Puntos de experiencia: 300 px (Yo los apunto)

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15/06/2015, 23:37
Morwing

Morwing pasó la noche plácidamente en su habitación individual…bueno, todo lo que las circunstancias lo permitían. Los pensamientos de qué sería de Crimmor y sus antiguos compañeros tras esa noche, acompañados por el estado de su recién “amigo” alado rondaron en su cabeza durante gran parte del descanso.

Al amanecer y escuchar las noticias que llegaban de los distintos viajeros que se agolpaban en el salón de la posada, Morwing sintió una extraña e incómoda sensación en el pecho que le empujaba a regresar junto a su antiguo grupo y apoyarles si aún se encontraban con vida.

Tal locura fue de raíz frenada cuando el bueno de Tampan interrumpió los pensamientos del hechicero recordándole, sólo al verle, el plan que tenía entre manos.

- Ehh…sí…bueno, ya sabe…todo lo bien que los malos momentos que vivimos nos lo permiten, ¿y ustedes?, dijo con aspecto preocupado. - Creo que deberían usted y su familia partir cuanto antes a Athkatla, las noticias que llegan del este no son nada alentadoras. Si me lo permiten y no es mucha molestia me gustaría acompañarles pero en esta ocasión quisiera pagarles por ello. Han sido muy amables habiéndome traído hasta aquí, y ya por eso les estoy muy agradecido… no aceptaré un no por respuesta*, dijo entregando un puñado de monedas al granjero.   

Notas de juego

* Refiriendome al pago... 

Entrego una moneda de oro y 5 de cobre (lo descuento porque imagino que aceptará)

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18/06/2015, 21:10
Tampan Bolmare

El granjero, una vez alejado de su familia, confesó que él tampoco había dormido todo lo bien que le habría gustado. La preocupación sobre lo que podría haberle sucedido a su hijo le atormentaba y, tras las inoportunas noticias de aquellos recién llegados, no podía ocultar cierto temblor en su voz. Resultado de todo ello, Tampam, lucía esa mañana un semblante pálido y mortecino. Tras tomar un frugal desayuno, Morwing y sus nuevos compañeros estuvieron listos para reanudar la marcha. Aunque hizo amago de no querer coger tal cantidad de oro únicamente por llevarlo en su carreta, el hombre se vio obligado a ceder ante la insistencia del anciano.

Una vez en el patio, el carro seguía en el mismo lugar donde la noche anterior Morwing había tenido el encuentro con aquel visitante tan especial. Con disimulo, utilizando su pie para tal efecto, el anciano golpeó con la puntera de sus botas el saco donde Xceeztuc debía haberse escondido. Con cierto alivio notó el bulto correspondiente al pequeño demonio e incluso apreció cierto movimiento y una ligera protesta que nadie más aparte del hechicero escuchó.

La jornada transcurrió tranquila. El viaje, lento y tedioso comparado con los peligrosos días que había vivido junto con sus anteriores compañeros, se hizo eterno para Morwing. La conversación, trivial en su mayor parte, trató sobre los negocios de lana y de cómo el precio de ésta se había devaluado debido a las importaciones de lata Tezhyriana, más barata y de una calidad bastante competitiva. El hechicero notó como Tampan evitaba por todos los medios mencionar Crímmor o algo que pudiese hacer recordar a su familia el peligro que estaría corriendo la ciudad. Sin embargo era inevitable pensar en ello. Sólo con el simple hecho de que no hubiesen encontrado ningún viajero que fuese en sentido contrario al suyo decía mucho de la situación. Las noticias deberían haber viajado rápidas como un halcón. La duración del viaje hasta Athkatla, a ritmo de buey, era de cuatro días, cuatro largos e interminables días. La mayoría de viajeros que entablaban conversación con ellos eran refugiados de las pequeñas villas cercanas a Crímmor que habían pensado al igual que ellos. Athkatla sería el mejor lugar para buscar refugio. Sólo gracias a aquellas charlas y encuentros improvisados, el viaje se le hizo un poco más ameno al elfo.

Al atardecer del cuarto día, con un amplio conocimiento adquirido sobre todo lo que tuviese que ver con la lana y la cría de ovejas, Morwing divisó las altas y doradas torres de Athkatla en la lejanía. Desde la loma divisó la llanura que llevaba hasta las murallas de la ciudad y, para su incomodidad, encontró aquel gran espacio, otrora repleto de carretas de mercaderes y de viajeros esperando para entrar en la ciudad, completamente vacío. Además surgía el siguiente inconveniente. Cruzar las puertas con el quasit en el carro podía llegar a ser peligroso si es que examinaban la carga mediante medios mágicos. 

Qué extraño. Es la primera vez que veo esto tan vacío señor Morthen. ¿Cree usted que nos dejarán entrar? - Preguntó con preocupación.

Notas de juego

Han pasado 4 días desde que abandonaste al grupo en Crímmor.

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22/06/2015, 22:56
Morwing

El largo y frio viaje hasta Athkatla fue todo menos placentero. Cuatro largas jornadas acompañadas de aquella familia casi terminaron desquiciando al hechicero, que haciendo de tripas corazón, trataba de evadirse como buenamente podía de las repetitivas conversaciones sobre el mercado de la lana que le brindaba su compañero de viaje. Luchar contra Ethegax armado con una cuchara de madera hubiese sido más sencillo que aquello… resultado, una desproporcionada cantidad de conocimientos nuevos sobre un tema que no le interesaba lo más mínimo.

Por fin llegaron a Athkatla y con la seguridad de que su nuevo y asqueroso “amigo” se encontraba en el saco donde quedaron tras su peliagudo encuentro. El largo viaje había permitido a Morwing recopilar algunas preguntas más que pasó por alto realizar aquella noche. Estaba ansioso por cruzar las murallas y poder tener de nuevo una pequeña conversación con aquella criatura. Antes, sin embargo, habría que conseguir cruzar las puertas y que los guardias no detectasen a su nuevo compañero. El hecho de que hubiese tan poco transito podría dificultar las cosas y animar a la seguridad de la ciudad a investigar más detenidamente la mercancía… habría que pensar en algo rápido…

- Claro, amigo, no te preocupes, contestó palmeando el hombro de Tampan y así tratando de calmarle. – No permitirán que una familia inocente quede aquí fuera e indefensa con las noticias que corren…, comentó a la vez que se despojaba de la manta que la había proporcionado para combatir el frio del viaje. El hechicero, de forma pícara, dejó caer la manta tras su espalda de tal modo que ocultase casi por completo el saco en el que quasit se ocultaba. Con suerte pasarían por alto aquella mercancía si los guardias de la entrada decidían investigar la carreta finalmente.

- Ahora saldremos de dudas…, dijo animando a que continuara hasta la entrada.

Notas de juego

Me tomé la libertad de lo la manta si te parece bien. 

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30/06/2015, 22:09
Soldado de Amn

Como había esperado, dada la inexistencia de carruajes y de personas dispuestas a entrar en la ciudad, Morwing, encontró las puertas grandes puertas de la ciudad cerradas a cal y canto. Algo le dijo, por si aquella desolación no fuese ya evidente, que algo no funcionaba correctamente. un ligero olor a madera quemada llegó hasta su nariz haciéndole torcer el labio. Con paso lento, llevando a los bueyes por las riendas, el granjero y su familia caminaban detrás del anciano, expectantes. 

¡Alto! ¿Quién va? - Gritó un soldado con voz grave desde la parte superior de una de las torres que formaban la barbacana de entrada.