Partida Rol por web

Creciste en un Bunker bajo tierra. El mundo exterior era un amasijo de metal y meleza pero salir a buscar comida era algo imprescindible.

Un dia, mientras buscabas algo con tu primo aparecieron los cazadores. En la uida el se rompio un tobillo, tu le cubriste con unos matojos y te dejaste coger para salvarle.

Te llebaron arrastras hasta la parte trasera de un vehiculo y te hicieron abrir las piernas. Comprobar que eras virgen te salvo de esos cinco hombres, pues manteniendote asi podrian venderte mucho mas cara.

Te hicieron caminar durante kilometros, apenas sin agua ni comida. Pronto se unieron mas a la comitiva, chicos fuertes, chicas jovenes...Los que morian por el camino eran parte del menu al dia siguiente.

A empujones, sin entender una palabra del idioma, te metieron en un barco. Dias sin apenas comer o beber, sin permitiros salir ni para hacer vuestras necesidades. El olor a eces y orin se volvio insoportable.

Al llegar a puerto fuisteis apartada de los hombres, cada chica tuvo que pasar una revision a fondo, bastante humillante.

Despues os bañaron y os pusieron tunicas blancas en espera de que alguien quisiera compraros.

Al dia siguiente un guardia entro en el almacen donde os tenian y te tomo por el brazo. Te pusieron una cadena al cuello y marcaron tu brazo con un hierro al rojo. Eras ya propiedad de alguien.

Se te llebo a una increible masion, atravesando una ciudad de altos edificios, donde no parecia que hubiera llegado la guerra, ni el hambre.

- Bienvenida.- dijo el hombre que salio a recibirte.

Al llegar aquel lugar examine al hombre que salia a recogerme, lo mire de arriba abajo apretando la mandibula, no dije palabra pues sabia que apartir de ese momento ya no era libre, ya era como un animal para el con el que divertirse y poder jugar a su antojo.

Solo la idea de que mi primo habia sobrevivido me ayudab a seguir adelante.

Me acercaron al hombre rubio que parecia ser mi dueño. Era un hombre muy alto y con su cuerpo musculado. ME quede a un par de pasos del contemplando como le entregaban mi correa.

- No se si me entiendes, si puedes entenderme asiente con la cabeza. Si no puedes me ocupare personalmente de enseñarte.- digo con una gran sonrisa. Tirando de la correa hacia el baño de mi habitacion.

Abro el grifo de la ducha y le indico lo que espero que haga. Una esclava sucia no es algo que me guste.

Asiento de forma leve, pues entiendo sus palabras pero no todas. O mas bien no se si quiero entender cualquier cosa que me pueda decir... Me lleva por una casa con lujos que no pensaba que existieran y seguramente inutiles del todo, hay bastante gente por la casa y no parecen mirarlo ninguno.

Llegamos a una habitacion que huele como el, tiene una cama mas grande de lo que podia imaginar y de ahi me lleva a un baño, deja salir el agua a una bañera enorme el la que entraria la mitad de la gente con la que vivia.

Aprieto una de mis manos y me quito el vestido blanco que llevaba para meterme despacio en el agua, estaba caliente, relajaba mis musculos. Busque con la mirada el trozo de jabon sin encontrarlo.

Le muestro varios botes, uno de gel y otro de champu. Vierto un poco de gel en el agua para que tu cuerpo se cubra de espuma y luego por señas la indico que el otro es para el pelo.- Dios, son como animales.- pienso mirandola.- Nisiquiera conocen el champu. Espero que al menos sea virgen como me aseguraron.

La dejo sola un rato en el agua y vuelvo con un vestido largo, blanco y elegante que le indico que quiero que se ponga y dejo una bandeja con comida a su alcance. No demasiada pues no quiero que le pase como a las esclavas de mis amigos, que engordan despues de compradas.

Salgo del baño con una toalla tapando mi cuerpo con ela y mi pelo goteando por mis hombros desnudos, mire el vestido arqueando una ceja ¿Me vestira como si fuera su muñeca? Me acerque para ponerme el vestido mientras le tendia la toalla por no saber donde dejarla, todo aprecia mas que limpio.

Entonces un olor delicioso a comida llego a mis fosas nasales... Me gire y mire la bandeja comenzando a comer con rapidez...

La veo comer igual que un animal y comportarse sin una pizca de pudor, hasta el momento no visto nada que me escite de ella.

Tomo una servilleta y le restriego la boca limpiandosela. Nada mas termina la pongo en pie y le doy un cepillo para que se adecente un poco.

 Cuadno me limpia de manera inconsciente aprto mi cara de el, mi cuerpo reaccionaba a la idea de que me tocara por si solo, lo miro esperando qeu me golpeara o algo pero me tiende un cepillo. Lo cojo y lo miro unos segundos pasandomelo por el pelo, manteniendo una distancia con el - ¿Que piensas hacer conmigo? - Le pregunto directamente mientras miro mi hombro un segundo con una marca.

- Asi que hablas mi idioma.- digo complacido.- Eres mi esclava ¿Que crees que quiero hacerte? o mejor dicho ¿que estas dispuesta a hacer para que no me aburra de ti y te regale a mis amigos?

- Aprendi hablarlo hace tiempo para salvar a niños de mi pueblo... - Le digo con rabia mientras apretaba el peine con fuerza, deseando tirarselo a la cabeza y salir de alli corriendo. - Me da igual quien me haya comprado... y no se si tus amigos son mas despreciables que tu... asi que para mi seria lo mismo, otro hombre quitandome mi libertad y usandome como si fuera un perro. - Le digo sin mas con rabia en mis ojos.

¿Asi que eres una fierecilla por domar? Esta bien, es mejor que una muñequita sumusa.- comento mas animado.-Yo no te he quitado la libertad, pequeña, tu has nacido esclava, culpa a tu destino.

Las fieras muerden y atacan... y estoy apunto de hacer lo mismo... Pienso mientras lo miro con mis ojos ardiendo - ¿Destino? Yo vivia tranquila en mi pueblo hasta que los tuyos llegaraon arrasandolo todo y tomando a las mujeres y los niños... - Niños... Espero que este bien... Que esto haya valido la pena... - Eso no es destino...- Chasquee la lengua molenta - Golpeame, violame, o matame de hambre pero nunca sere tuya...- le espeto con asco, casi escupiendo mis palabras.

- Un pueblo de mierda en mitad de la nada ¿cuanto abriais sobrevivido?¿Hasta que la lluvia acida os derritiera la piel?¿Hasta que los forajidos os incluyeran en el menu? Piensalo, has tenido mucha suerte. Aqui tendras comida, agua potable, ropa...y ¿Todo a cambio de que? De lo que habrias echo por mendigar unas migajas.

Me acerco a ella y le susurro en el oido, sin tocarla.- Si te violara te haria mia, eso no tiene sentido... pero te propongo un trato. Si durante un año no entras en mi cama por propia voluntad te dare la libertad que tanto pareces querer.

Iba a contestarle cuando de golpe se acerco a mi para susurrarme algo al oido, tube que gastar toda mi fuerza de voluntad para no golpearlo con la madera del cepillo o con una de mis rodillas en seguramente el miembro que ams parecie de su cuerpo.

Al escuchar sus palabras sonrei de medio lado - Un año desde hoy...- Digo dejando claro qeu aceptaba Parece que aparte de un dictador tambien es un engreido...

Desde hoy.- repito reafirmandome en mi propuesta. Esto puede ser divertido.- pienso.- Pero a escepcion de eso sigues siendo mi esclava, si te pido que me laves los pies con la lengua lo haras por que he pagado mucho dinero por ti ¿Comprendido? Otra cosa, no quiero verte fea. Siempre que estes ante mi iras bien vestida y peinada.

Lo mire de nuevo dandome cuenta que aun no habia creado distancias, que aun estaba pegado a mi cuerpo aunque sin tocarlo con sus manos - Accedere a todo lo que me pidas como uan buena esclava, si cumples tu trato y nunca me golpeas - Sabia que no estaba en posicion de pedir y que los mas seguro es que ahora mismo me cruzara la cara, pero, tampoco perdia nada.

- Aprendere vustras costumbres, vuestra forma de vestir, lo que comeis y hasta tus gustos si hace falta... - Cometno sin apartar la mirada ni demostras el menor miedo.

- Nada de golpes.- prometo levantando las manos, dejandolas bien a la vista.- Sigeme, te mostrare tu cuarto.- digo con una sonrisa enorme.- Es un cuarto de esclavas, solo tiene una cama y un cajon debajo, para meter tus cosas, es poco mas que un armario.- Afirmo mostrando que en realidad parece un gran armario empotrado, dentro de mi propio cuarto, sin ventanas ni luz.

Sonrio satisfecha ante el trato que habiamos echo, solo esperando que el lo cumpliera. Cuando me lleva a la que sera mi habitacion lo miro todo unos segundos - Es mas que suficiente... solo tendre las pertenencias que tu quieras darme - afirmo de manera tranquila pues no tenia nada conmigo.

Me quedo unos segundo mirandolo - Como quieres que te llame, pues no me lo has dicho ¿Amo? - Pregunto sabiendo que el me llamara como le venga en gana.

Señor sera sufiente.- le digo dejandole espacio.- Amo es muy... degradante para ti. ¿No crees? Lo cual me plantea que no se tu nombre, si lo has dicho no lo recuerdo. Preferiria oirlo antes de llamarte esclava.