Partida Rol por web

Cuando Nauj se acercó junto a él, el pequeño goblin pareció relajarse unos instantes. Al parecer todo estaba decidido, y el viaje empezaría en breves momentos. La verdad es que Bolg ansiaba respirar de nuevo el aire libre y partir de aquel lugar, aunque se había sentido extrañamente cómodo.

Estaba listo para acompañar a Nauj en aquel viaje, y esta vez, no pasarían hambre.

Andrue levantó una ceja y nada dijo con respecto a los comentarios anteriores. Era obvio que los asuntos de comida no le interesaban en lo mas mínimo por obvias razones. El vampiro se cruzó de brazos y con su actitud altiva usual se dispuso a seguir a la comitiva, sumido en sus propios pensamientos.

Todas las preparaciones estaban listas. Sekh hizo un gesto con la cabeza y comenzó a caminar al exterior, sin preocuparse de si le seguían o no. En la barra el despacho fue inusualmente rápido (como era de esperar dado al nerviosismo por un lado y al agradecimiento por otro) y el odre estuvo listo junto con un paquete de bocaditos que se apegaban a lo que Syara había solicitado. Andrue fue el primero en salir tras el joven de la cicatriz, mirandole intrigado probablemente preguntandose que planeaba hacer.

Por su parte, el muchacho camino hasta el borde del pueblo, donde las miradas eran casi nulas.

-No me siento nada bien... -susurró quejandose una voz conocida para ti, aunque no podías ver a su dueña.

-¿En serio?- El peso de otro contratiempo cayó sobre él. El cansancio psicologico se empezaba a notar, y lo peor estaba por venir…

-Dime. ¿Què te pasa?- Contestó con un suave susurro mientras seguía andando, con la moral y los hombros mas bajos, sin girarse hacia ella.

-Con un poco de suerte solo se desmaya....-

-No es nada grave, solo fueron los nervios mezclados con el hedor de ese estanque. Creí que iba a encontrarme ese animal...¿donde estamos yendo?

Espere a que Syara llegara para levantarme, sonreírle y en silencio salir del lugar, caminando detrás de los que se habían levantado y tomando fuertemente el bastón…una última vez…

Nauj caminó en silencio siguiendo al mago hacia los exteriores del pueblo, que parecía haber recuperado una cierta normalidad tras la batalla. A pocos pasos de él, Manzana le acompañaba, entretenido en husmear cuanto encontraba a su paso.

El camino les guiaba de nuevo hacia Orem, y el encapuchado no podía dejar de sentir una cierta ilusión por retornar a su tierra natal.

Conforme avanzaba aquel pequeño grupo en sus decisión, cada cual estaba inmerso en su propio mar de pensamientos. Aparentemente se aproximaban mas a aquel objetivo, confuso y tenue como un velo de seda que con suaves caricias les instaba a seguirlo de algún modo. El joven se detuvo en el límite del pueblo, donde apenas y se divisaban algunas personas que aparentemente no prestaban mayor atención a lo que ahí acontecía. Los ojos verdes y profundos se posaron de forma neutral en la agrupción que ahora mismo estaba delante de si:

Una mujer con capa de piel de oso, unmago de su misma tierra, un vampiro, un muchacho de aspecto frágil, un goblin, un perro y un encapuchado.

Sekh ladeó la cabeza tras contemplar el cielo, azul y claro que prometía un día abrasador. Ya era una mañana calurosa.

-Si no hay mas preparaciones...cuando quieras.

Colocó los brazos en jarras mirando a Seryu, esperando por su acción. La capa ondeaba levemente, mecida por una casual brisa muy tenue.

A lo lejos, se avistaba una cara conocida. Nada mas ni nada menos que el bueno de Inzar, que les había acompañado durante la batalla y desde Seiní. Ahora se veía un tanto diferente, no traía sus protecciones de hueso ni el espadón y estaba medio colgado de un tejado aparentemente ayudando en las reparaciones de la estructura dañada del pueblo. Debía estar muy ocupado en su labor porque ni siquiera les vió en su alejamiento. ¿Sería lo mejor avisarle, o dejarle allí en la ignorancia por su bien?

-¿Nervios? ¿Miedo?

Blanca hubiera sacado la daga y se habría preparado para lo peor. Pero Blanca nació de la dureza de las circunstancias y sin sus recuerdos no es Blanca, solo es una joven asustada.

Aunque… si lo fue una vez, puede serlo dos… No debo olvidarlo.-

-Vamos a poner tierra de por medio entre esa bestia y nosotros. Vamos a Idu.- El susurro sonó en tono tranquilizador, ya que iba cargado de la inherente seguridad en si mismo de Shadar.

- He tú, mercenario!! Gritó el goblin nada más ver a Inzar. - ¿Vienez con nozotroz o te quedaz haciendo de granjero en el pueblo?

La mueca de Bolg no era para nada amigable, y un ligero destello brilló en los ojos amarillentos del pequeño guerrero. Bolg se mantenía junto a Nauj, observando la reacción de Inzar.

Ciertamente no sabia si hablar o no decir nada al ver al joven pero los ánimos de Bolg estallaron como era costumbre ante el hombre que siempre tenia en la mira, por momentos pensé en hablar, pero me quede callado, ya las cosas se estaban moviendo solas y me intrigaba saber el desenlace…

Escuché al goblin y no pude reprimir un pequeño amago de risa. Grupo más extraño rara vez podía ser reunido. Pero como le expliqué a ese extraño tipo, la situación requería un sacrificio

¿Qué podíamos perder? ¿La frágil tranquilidad que manteníamos entre nosotros? Se quebraría tarde o temprano, pero mejor era mantenerlo cuanto más tiempo viva posible. Por el bien de todos y el objetivo que perseguíamos

Creía que estaban a punto de partir, cuando el de costumbre callado goblin habló. Bolg le recordaba a una alimaña salvaje. Pequeño, instintivo, constantemente olfateando el aire y enseñando los dientes. En el mejor de los casos le recordaba a un urón. Desde que le conocía apenas le había oído decir tres palabras. Seguía a los demás y lo único que había mostrado era un fuerte instinto de supervivencia. Ahora lanzaba una pulla hacía un mercenario.

Le observó con atención. Era un buen momento para aprender algo mas del introvertido ser.

Bolg no pudo dejar pasar la ocasión de provocar al mercenario. Aún había algo pendiente y ahora la pelota estaba en el tejado de Inzar, nunca mejor dicho. ¿Aceptaría el "ofrecimiento" del goblin o rehuiría del posible enfrentamiento?

Nauj esperó inquieto la respuesta que el muchacho diese desde ese tejado donde se encontraba e impaciente porque el viaje hacia Orem se hiciese efectivo lo antes posible.

-¡Habla quien estuvo roncando a culo aplastado tres días! ¡Mejor granjero que vago!

El muchacho respondió en un grito con un tono jovial aunque cargado de sorna, como si se debatiera entre usar una entonación "amistosa" y una mas acido para tratar a Blog.

Instantaneamente tras intercambiar alguna palabra con alguien mas subido al mismo tejado, bajo con agilidad, se metió en la posada en una veloz carrera. En unos pocos minutos salió con el enorme espadón a la espalda y acomodándose atolondrado algunas piezas de sus protecciones de hueso. Se aproximo entonces.

-Que costumbre de vagos esa de no buscar a la gente ¿eh? ¿Y estos tios quienes son?

Lo último lo dijo mirando a Sekh, Shadar y Andrue con curiosidad.

- ¿Es vuestro compañero, también? - dije intentando aguantar la risa ante semejante elemento

Realmente, era un grupo variado, y muy extravagante. Con su actitud añadida, no me extrañaba que resultaran una atracción para todo tipo de problemas y confrontaciones. Así era pues, como nos habíamos conocido, para suerte o desgracia. El tiempo diría cual de las dos sería la verdadera

"Será verdad que los grandes viajes hacen... extraños compañeros de cama, aunque no sea el caso aún..."

Aguanté la risa, observando a aquel muchacho, veloz y preciso. Tuve a bien no alejar la mano de la empuñadura de mi espada, por si era necesario