Partida Rol por web

Nuestra silenciosa compañía de valientes iba camino del Norte de la ciudad, todos con los ojos abiertos en busca de una señal de secuaces Belial o incluso de algún miembro de VII... El silencio era total en el ambiente. Poco a poco, se van abriendo camino a un paso adecuado para la cautela, nadie deja de vigilar ni por un instante, lo que hace aún mayor el silencio de la noche, mientras se hace palpable que esa noche no hay un solo mortal fuera de sus casas, como si sus pobres almas mortales les dijeran que esa noche había demonios corriendo por la ciudad.

Todos habían escuchado las voces en uno de los callejones algo más al norte de su posición, lo que parecía ser gente discutiendo algo de repente, mientras uno de ellos llamaba la atención del resto en guardar silencio con voz rasposa. Damien sentía su olor llegar hasta sus fosas nasales, el hedor de la corrupción, la sangre reseca, la suciedad y las ropas andrajosas de mala calidad; por lo que su instinto le decía, eran cuatro, un número equilibrado, pero nadie sabe qué puede pasar cuando están los Belial involucrados.

La noche era merecedora de un baño de sangre. El silencio en la ciudad, la ausencia absoluta de mortales, el frio de la noche en Jerusalem, todo eso me instaba a mantenerme alerta, a no perder la cautela, pues el peligro acechaba en cada una de las esquinas de aqullas estrechas calles. Saqué mis grandes hachas de mi espalda, portando una enorme hacha afilada de dos filos y varias libras de peso en cada una de mis manos. El acero de sus filos reflejaba con furia el resplandor de la luna en aquella noche despejada.

El ambiente estaba impregnado de silencio cuando escuchamos aquellas voces en un callejón. La discusión al otro lado de la esquina despertó en mi la ira y la cara de mis compañeros, especialmente la de Damian me indicaba que acababamos de encontrar lo que buscabamos. Giré hacia mis compañeros, levantando mis hachas a la altura de mi cabeza y mostrandoles una sonrisa que no pudieron ver por el yelmo que cubre mi cabeza. Solo vieron la aterradora imagen de la mascara del Clan Nosferatu y sus rasgos violentos y deformes, sonriendo y mostrando los colmillos como tambien lo hacia yo por debajo de la mascara. Sin hacer ruido alguno, pues habia oido la detección de nuestros enemigos acerca de nuestra presencia, indiqué con la cabeza que debiamos ir y realizar nuestro trabajo.

"Malditos Vampiros de mierda, cochinos infernalistas. Les demostraré que soy más terrible que el demonio que tanto adoran."

Espero la señal de apoyo de mis compañeros para acercarnos y revelarnos al unisono.

 Solo sonrio un segundo antes de qeu todo se desencadene, el viaje ha sido tranquilo, muy tranquilo. He pasado el tiempo meditando en la cabina y ahora...

Damien y Bella adoptan posiciones defensivas con sus armas y avanzan como todos a la espera de encontrarse con los Belial. Los otros dos marcan el paso calle arriba, intentando coger a esos infernalistas sin previo aviso enfrascados en su discusión. Alatos y Khalan parecían competir por ver quien tenía más ganas de hacer un baño de sangre infernalista, mientras Damien centraba sus esfuerzos en mantener a Bella a salvo, al igual que Di Angelo, silencioso y preparado, que no dejaba que nada tocara a su Domina.

Finalmente los encontráis, algo más alejados de lo que esperábais, pero lógico contando el tiempo que habéis tardado en cogerles. El que parecía el lider iba armado con un hacha de batalla de aspecto labrado, raro en un tipejo de Belial...

- ¡Gusanos! Creo que hoy tendremos una cena a la altura... El Yelmo del Rey Silente, no esperaba encontrármelo en este lugar. - Miró a los otros cultistas, y nuestros héroes creyeron ver una chispa de ánimo en sus ojos entre tanta ira.- ¡Atacad!, pero el tipo del Yelmo de Silente es mio.

Giro rapidamente la esquina junto a mi grupo, solo para ver a un grupo de infernalistas mejor preparados de lo que pensé. Me inunda la felicidad al ver que son enemigos dignos de mi duro entrenamiento y de mi inagotable sed de sangre. Cuando menciona el Yelmo de un tal Rey Silente, me pregunto si se refiere al que yo poseo, por lo que respondo a sus palabras:

- "Do you are telling about my mask? Come for it if you can! I'll be your challenger. THE TRUE DEATH IS WAITING FOR YOU!!!"

Grito mis palabras al lider, con notoria emoción y alegria implicita en el desafio.

"¡Te destrozaré, y cuando haya acabado contigo, seguiré con tus insignificantes seguidores hasta extinguir todo tu puto culto uno por uno!"

Me mantengo fiero y listo para comenzar mi ataque