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Crónicas de los Condenados. [+18] Cap 2: Intrigas Palaciegas

Krista - Ladrona

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23/01/2018, 20:50
Director

Imagen de Krista

Descripción: Krista pertenece a la raza de los Semielfos, una mestiza de ambas culturas, su altura es la media, apenas sobrepasa el metro sesenta, y uno de sus rasgos más llamativos es su cabello, largo y espeso, por debajo de las caderas, de un color llamativamente rojizo, casi al borde del carmesí, que parece moverse con vida propia.
Sus labios, en forma de corazón, siempre están del mismo color que sus pelo, haciendo juego, y resaltando sus ojos, grandes, acuosos y verdes cual esmeraldas.

Viste normalmente con cuero oscuro, muchas correas, y hebillas, botas grises, y un corsé apretado que marca su delgada cintura, y resalta sus pechos, que aunque no excesivamente grandes, contrastan con su delgado cuerpo, resaltando,su muy agradable forma de gota.

Cuando lo desea, no usa la capa, permitiendo que se noten sus largas piernas que terminan en mostrando la curva de sus caderas, que el pantalón a rayas que lleva no deja mucho a la imaginación.

Aunque sus vestimentas no suelen servir para mostrar su femineidad, sabe vestir llegada la ocasión.

[Descripción Íntima]

El personaje tiene pocas marcas, pequeñas cicatrices debido a combates, accidentes, pero nada demasiado claro que delate su identidad:
Un corte en el antebrazo derecho realizado con un cuchillo debido a una pelea de taberna , una quemadura en el muslo izquierdo por la parte exterior cuando la golpearon con una antorcha al intentar escabullirse por unos túneles tras un robo, un pequeño corte en el lateral derecho de la cintura pero que apenas se nota y poco más.
Lleva los pezones perforados con aros pero por simple placer, los cuales se los puede poner o quitar cuando le plazca. En momentos de placer o bailes eróticos se coloca esos aros unidos por una cadenita plateada decorando así sus pechos.

Historia Base:
Tras una larga travesía, huyendo de Meridian, donde su cabeza tenia precio entre ciudadanos e invasores, por fin llego a Vania. En su huida había oído hablar de un gremio de ladrones y de cómo contactarlos, pensaba buscarlos para poder iniciar su vida de nuevo, con escasas monedas en el bolsillo pero con mucha convicción se dirigió a al primer transeúnte que vio

- Disculpe caballero- con una voz sensual y inocente- ¿podría indicarme donde se encuentra la taberna “ El cuerno dorado” por favor?
El pobre joven imberbe no pudo mas que sonrojarse y señalar con el dedo hacia una posada a pie de calle al ver esa sonrisa cálida enmarcada por un cabello rojizo y hermosos ojos verdes, sus ropajes aunque no eran llamativos enmarcaban una figura grácil y elegante. Krista sonrió de lado dando las gracias y se dirigió hacia allí
- Pobrecito.. una sonrisa mas y habría empezado a babear- pensaba mientras se reía de forma traviesa – bueno, vayamos para allá-
Abrió las puertas de la taberna y atravesó el gentío en dirección a la barra mientras disfrutaba del olor de carnes asadas y licores afrutados
- Buenos días, quisiera tomar un zumo de uva en un vaso sin agujero ( vaya contraseña mas imbécil..)-
- Acompáñeme por favor- le dijo el tabernero, el cual parecía mas un cerdo con delantal que un ser humano
Cruzaron la cocina, el almacén y fueron a la bodega, donde una trampilla oculta les introducía en una gran sala iluminada con antorchas,
- Espera aquí- dijo el tabernero.. y desapareció por donde había venido. Al poco vino otro hombre y sin mediar palabra , sin presentación, y sin ningún formalismo le entrego una nota y dijo “ cofre pequeño con ribetes de metal” y se fue por donde vino Krista extrañada, con una ceja levantada y cara de no saber que estaba pasando, tomo la nota y la leyó. En resumen era un trabajo que en caso de ser exitoso le dispondría para una reunión formal. Solo debía conseguir ese cofre y traerlo aquí en menos de dos días
Se quedo en la taberna hasta que cayó la noche y decidió no demorar mas el trabajo.
Su silueta se dibujaba a través de los tejados bajo la luz de la luna. Sus movimientos eran como los de un gato, ágiles y certeros. Esa sombra esbelta se paro justo debajo del ventanal de un conocido comerciante de la ciudad, conocido por sus estafas claro.
Krista esperó a que las linternas se apagasen y se comenzaran a oír los sonidos que indicarían que el comerciante estaba disfrutando de sus esclavas. Justo en ese momento amarro una cuerda de su cinto a un saliente y se desprendió por el lateral de la casa hasta llegar al balcón que daba al salón de la vivienda. Sin emitir un solo ruido y con una sonrisa sesgada se colo entre las cortinas,
- Veamos si mi primer trabajo en esta ciudad sale bien, como me dijo... un pequeño cofre ribeteado de metal.. - Hablaba para si misma mientras oteaba a lo largo y ancho de la estancia, hasta que dio con el cofre ubicado en una estantería, un pequeño joyero que le cabía en la mano. Colocó el pequeño cofre en su bolsa y miro hacia el balcón asegurándose la salida
- Antes de eso veamos si puedo llevarme algo mas, todo trabajo debe tener su recompensa- pensó para si misma mientras se reía codiciosa

Empezó a meter en su bolsa pequeños objetos de valor que encontraba por la habitación, alguna piedra, alguna joya, estar en casa de un joyero le iba a salir rentable, al menos si todo aquello no le reportaba un pago habría salido beneficiada . Sonreía y su pulso se aceleraba al pensar en las riquezas que podría haber en el resto de la casa. Volvió a mirar el cortinaje pero su codicia le pudo y no se dio cuenta de que los sonidos de placer del cuarto contiguo se habían terminado. Abrió la puerta del salón para buscar más profundamente en la casa dando de cara con el comerciante

- ¿¡Pero que cojones!!!!? - La agarró por la ropa y la empotró contra la pared, sujetando las manos sobre su cabeza, para ser un comerciante era muy fuerte y casi la sostenía en vilo- ¡Guardias!!! ¡Guardias!!!-
Ella siguió forcejeando sin éxito.
- Mierda de codicia. Siempre me trae problemas- pensó mientras intentaba zafarse sin resultado alguno, en cuestión de segundos estaba rodeada pro guardia armados - que puto comerciante tiene guardias armados en su casa???? aquí hay gato encerrado...- Pensó