Partida Rol por web

Markus asintió a las palabras de Ramírez y continúo andando con el grueso del grupo ignorando la subasta de esclavos y el noble al que había dedicado su atención. 

Observo al hombre que se me acerca y le miro de arriba a abajo, no parecía la misma clase de desgraciados que tenía alrededor, así que tampoco era tan malo que se me acercase.

Sí.. la verdad es que no merece la pena comprarla. Espero que con suerte haya algo mejor en esta subasta.

Veis como Lazar se mete en la multitud e intercambia unas palabras con el noble.

Mientras estais allí, podeis oir al subastador gritar.

Vendida! Y señala a uno de los hombres de la multitud, con lo cual algunos guardias, la cojen y la arrastran hasta su nuevo amo.

Tras eso, se dirigen de nuevo a la fila de esclavos, y de nuevo es turno de otra mujer. Veis que va sucia y desastrada, pero queda claro que es una "calidad" mejor para cualquier amo dispuesto a pagar por ella.

¿Qué ofrecéis por esta mujer? Virgen e intacta, obediente y deseable.

El subastador se da la vuelta y en ese instante, la esclava alarga el pie y le hace la zancadilla, haciendolo caer en ese instante, con lo cual, el público empieza a reir y ella aprovecha para bajar por el lado más cercano y comienza a huir por un callejón cercano.

Los guardias dudan entre ir o no y la gente sigue riendose del esclavista, con lo cual se quedan en esa zona.

Las risas atraen la atención de Ramírez quien mira sobre su hombro para ver que sucede.
Justo en ese momento una esclava salta de la tarima y escapa por un callejón.
Ramírez no pudo por menos que sonreír, no por la caída del esclavista, sino por osadía de la joven. Empatizaba con ese espíritu libre que luchaba por su libertad, hasta tal punto que si hubiera podido la hubiera ayudado, pero no era el caso, asi que simplemente se encogió de hombros levemente y prosiguió hacia los almacenes.

No puedo contener una carcajada genuina al ver el rebelde descaro de la esclava.

- ¡Esa si es la tuya, amigo!

Le susurro animadamente a mi nuevo amigo Roland, dándole unos golpecitos con el codo, momentos antes de lanzarme a la carrera tras la esclava fugitiva; abriéndome paso entre la multitud y esquivando el gentío.

Basarav había observado el acontecer de los hechos sin inmutar su rostro. Sentía lástima por aquellas almas descarriadas pero era mejor que fueran propiedad de alguien que vagabundos callejeros. Entonces ocurrió la intentona de huida de la desdichada esclava:

-Lastima...no podrá huir muy lejos y cuando la cojan su destino será peor que la muerte...probablemente trabajos forzados.- musitó con una mano sobre el pomo de la espada. Vió la carrera de su compañero y no pudo por menos que llevarse la mano a los ojos en gesto de fastidio- algunos no tienen claras sus prioridades.

Observo la escena con curiosidad, incluso me permito una media sonrisa.

-Al menos lucha por lo que quiere... No es como un cordero conducido a la matanza sin que opongan resistencia alguna.

La alegría de mi nuevo amigo Lazar corta la solemnidad que yo mismo había dado al momento, sacudo levemente la cabeza.

-Tal vez deberia haber ido tras ella, mira Lazar, ni se lo ha pensado, seguro que ha vivido muchas aventuras antes de esta...
Igual deberia arreglarme la barba a su estilo, solo la perilla...

Pienso mientras me atuso mi propia perilla y sigo contemplando la escena de la fallida venta de esclavos.

A pesar de sus palabras, Matei no perdía ojo de las acciones de Lazar hasta que éste quedó oculto por el callejón. Aunque le parecía una locura y que podía meterse en un lío, pensó que era muy noble su intento por ayudar a la muchacha. Si Lazar la convencía, y ese vástago podía ser muy convincente si lo deseaba, de que era mejor volver, seguramente le salvaría la vida. Pero...¿y si los guardias pensaban que Lazar la ayudaba a huir? Eso podía salir muy mal...bueno su sire podría esperar:

-Será mejor que vaya ayudarle, nuestro amigo podría meterse en un lío si la guardia piensa que la esta ayudando a huir.

Dicho y hecho, Matei se abrió paso entre la multitud para ir hacia el callejón por el que habían desaparecido la esclava y Lazar.

--¡Un noble corriendo detras de una esclava, que ni siquiera es suya! Eso si que es algo que no se ve todos los dias -- penso Ramírez sin detener su marcha hacia la reunión.

Markus se paró al ver como Matei también desaparecía tras Lazar.

- Señores – dirigiéndose a sus restantes compañeros – les propongo esperar un poco a que vuelvan nuestros compañeros. Aún tenemos amplio margen para nuestra cita, pues calculo que nos restan más de dos horas hasta la décima hora, que fue la convenida en la misiva. Confío en que una esclava no sea una presa difícil para nuestros amigos. – comentó educadamente.

Personalmente no le veía sentido en salir detrás de una esclava cualquiera. Eso era menester de la guardia o de los sirvientes del mercader en el mejor de los casos. Además, viendo la impulsividad de Lazar no dudaba en que bien pudiera tener una intención distinta a la de traerla de vuelta a su “legítimo” dueño. 

Observaba detenidamente a Lazar marchar tras la esclava junto a los guardias y a aquel noble con una leve sonrisa, ladina, burlona y socarrona inclusive.

-La impaciencia no es una de mis cualidades, pero tampoco quiero hacer esperar demasiado a mi sire. Propongo, como habéis dicho, Markus, que esperemos. Sin embargo si vemos que la persecución se torna cansina y se va de las manos de nuestro compañero, que marchemos a la reunión.-

Dicho aquello observaba detenidamente a los alrededores, pensativo y frotándose la barbilla con suavidad.

- Por supuesto, señor Skorovich – contesta acompañándolo de un asentimiento de cabeza – Soy de la misma opinión.