Partida Rol por web

No tengo tiempo a reaccionar. Aquello no lo había visto a venir.

Mierda. ¡¡Mierda, mierda mierda!!

Joder, ¿cómo ha ocurrido esto? ¿Quién puede habernos detectado tan rápidamente en un pueblucho de mierda?

este es el peor chiste de la historia. Si mi existencia acaba aquí, en manos de un puto cazador sería la azaña más ridícula jamás contada.

Joder, quitadme esa estaca de una vez y os voy a partir por la mitad. Malditos mortales y sus puñeteros trucos.

Das una vuelta por la cidad. Te quedan claro solo dos cosas. Que la gente parece saber lo que sois, o almenos que sois monstruos, y que no sois bien recibidos en la ciudad.

Sé que clase de criaturas sois mi señor. Por supuesto que podeis ser peligrosos, y seguro que alguno lo es. Pero no sois el primero que me encuentro, por eso sé que puedo encontrar de todo en vuestra sociedad.

Ves como un hombre de unos 30 años, te carga al hombro una vez estacado y te va portando hasta la posada. Habla con el posadero y te acerca a la habitación de los demás. Se acerca a ti y te susurra al oído.

Marchaos de la ciudad en cuenta te quiten la estaca tus amigos, o la proxima vez solo sereis cenizas.

El hombre se marcha y al minuto o así aparece el posadero que golpea la puerta.

Han dejado a vuestro amigo en al puerta, podeis recogerlo?

Oíis que pican a la puerta y reconoceis la voz del tabernero.

Han dejado a vuestro amigo en la puerta, podeis recogerlo?

Tras largo rato desaparecido Ramírez regresa en busca de sus compañeros

Tras el avisodel tabernero, me levanto poniendo una gesto de interrogacion a Markus y me dirijo hacia la puerta.
Desde luego resulta preocupante que "hayan dejado a nuestro amigo en la puerta".

Markus asiente a Teodor con la misma cara de interrogante y lo acompaña a ver a que compañero han dejado. Desde luego no esperaba que fuera porque tuviera una borrachera. 

Os encontrais los cuatro justo a la entrada de vuestra habitación. Todos estas bien excepto Lazar, al cual veis en el suelo estacado, aun que no parece que esté mucho más herido.

Ramírez no parece sorprendido al ver aquello, pero si que mira a su alrededor escidriñando las sombras con los ojos entrecerrados.
Con un susorro apenas audible dice -Escuchad - a la vez que, tras asegurarse de que no hay nadie viendo o escuchando, se aproxima a Lazar y saca la estaca de su pecho, no sin antes taparle la boca con la zurda para que no haga ruido ni hable.

--En esta ciudad saben lo que somos, o al menos tienen una idea bastante clara, y esto lo confirma--dice sacudiendo la estaca en el aire.
--Venia a advertiros en cuanto lo he descubierto, pero es que además, como podéis ver no somos bienvenidos aquí... -- vuelta a vigilar a su alrededor.
--Según parece en la ciudad hay un "cazador" que protege a los humanos y da caza a "los monstruos"... Si ha sido el que ha atacado a Lazar no se porque sigue vivo, pero esta claro que deberíamos partir antes del amanecer.

Teodor ve que Ramírez sigue moviendo los labios, pero no oye nada

mis músculos se destensan de golpe cuando Ramirez me quita la estaca del cuerpo y mi entrecejo se frunce en una expresión de ira desmedida.

Balbuceo unos ruidos ahogados por la mano del corsario que me tapa la boca.

Cuando consigo quitarme la mano de encima, maldigo contrariado

- ¿¡Antes del amanecer?! ¡Cazarlo a él es lo que deberíamos hacer!

Me pongo en pié como puedo, y aprieto los puños

- Ese gusano abyecto esperó que nos separáramos para apuñalarme por la espalda. ¡Pues voy a incendiar la maldita ciudad y cargarme a cada puto saco de carne hasta que de la cara!

Un rugido en mi interior clamaba sangre y destrucción. Los ecos de la bestia retumbaban en las catacumbas de su prisión. 

Matei asintió con la cabeza sopesando las palabras Sherazinha con calma, era evidente que algo tenía que saber esa mujer, pero le sorprendieron sus palabras:

- Si, muchas criaturas como nosotros son peligrosas, pero me complacería en sumo grado que confiarais en mí, puesto que cuanto más sepa de vos y vuestras circunstancias, mejor podré protegeros. De modo que...si pudierais hablarme de estas otras criaturas con las que os habéis encontrado...

--Calmaos y recordad porque estamos aquí y lo que está en juego... -- en referencia a los sires.
-- Os recuerdo que tenemos prisa, ya habrá tiempo de volver aquí y ajustar cuentas.

Ramírez permanece serio, muy serio ante las palabras de Markus para finalmente hablar en tono igualmente serio.
--Lo siento camaradas pero no, no pienso contrubuir ni perder el tiempo en mas persecuciones de ganado motivadas por sentimientos mortales-- mira a la esclava --Este ejercicio ya lo hemos practicado una vez y no creo que tenga que recordaros como acabo ¿o si? -- deja ahi el asunto y sigue --No se nos ha perdido nada aquí, solo hemos venido a repostar, y seguir adelante con nuestra misión, que os recuerdo que parte importante de la misión es llegar los primeros al final de nuestro camino, asi que no pienso buscar cazadores, ni pactar con ellos, ni darles caza, ni quemar ciudades... -- corta el aire con la mano en gesto tajante.
--Yo voy a ver como estan los caballos y los sirvientes, y si estan listos para partir, partire de inmediato. La última vez no me hiciateis caso y la cosa no salio demasiado bien, y esta vez no creo que este el sire de Lazar para sacarnos las castañas del fuego.

Markus contesta a Ramirez con igual tono serio, pero tranquilo y amable.

- Creo que para salir triunfantes de esta empresa habremos de trabajar coordinados y tomar las decisiones conjuntamente, en lugar de andar dispersos cada uno por su lado. Por favor, esperad a oir la opinion de los demas y actuemos en concierto. Por mi parte acatare la decision con la que este de acuerdo la mayoria, me guste esta más o menos. 

Me he mantenido silencioso desde que encontrasemos a Lazar estacado, desde luego no era lo que esperaba de nuestra estancia en la ciudad.

-Opino como Ramirez, lo mejor seria partir cuanto antes, pero me escama atravesar el bosque durante la noche, peligro seguro contra peligros inciertos...
Sin embargo, ¿Recuerdais algo de vuestro encuentro Lazar? Está claro que lo que sea que os atacó, no queria destruiros, pues habria tenido la opción de remataros o incluso dejaros a la intemperie hasta el amanecer, tal vez solo era un aviso...

"Maldita sea, el corsario era más razonable de lo que habría imaginado. Pero y a mí qué la razón! ese cabrón me la clavó bien clavada y hay que vengarse."

- ¡Tsk! ...claro que deberíamos dar con ese tipo.

murmuro en referencia a la opinión de Markus, levantando la barbilla y caminando en círculos airado.

- Habló en plural como si fueran varios, o quizás se refería a las gentes de la ciudad.

Digo pensativo. Y de repente como si hubiera recordado algo, señalo a la puerta.

- ¡El posadero lo vio! hablaron un momento antes de tirarme aquí, seguro que se conocen.

Les explico esperando que nos pongamos en marcha de inmediato a pedirle explicaciones al hombre que nos aloja.