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Crónicas del Fin I: Camino Sin Retorno

Capítulo I: Hacia el Norte

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17/08/2018, 13:19
Brogg Urzog

Al llegar delante del todo, el orco se bajó de un salto de su montura, lo cual era de agradecer tanto para el caballo como para los demás, que de lo contrario habrían tenido que retrocer el cuello hasta lo imposible para poder ver al mercenario a la cara. El Gorrión cogió de las riendas a su animal y se arrimó hacia Gorsha, sin importarle si los demás estaban en su camino o no - ¿A qué reino vais, orca de las montañas? Quizás podemos intercambiar más cultura por el camino - dijo, mostrando una sonrisa que pocos salvo los de su misma especie calificarían de atractiva.

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17/08/2018, 13:27
Dalton

El otro mercenario también se acercó hasta el grupo delantero, pero se mantuvo sobre su caballo - Vamos, Brogg - dijo, como un padre que regaña a su hijo pero de buenas, para que aprenda una lección - No avasalles a estos viajeros, hay que ser educado con los desconocidos - el orco soltó un gruñido por toda respuesta, aunque se apartó un poco de Gorsha.

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17/08/2018, 13:46
Yriel Alessar

Pronto el grupo que trotaba con energía se mostró como el de los seis gorriones. Un grupo pequeño para ser una compañía mercenaria mas en efecto parecían tener una cierta experiencia. Que Petyr comentara acerca de la zona de guerra tan sólo consiguió que se encogiera de hombros.

- No creo que todo el Norte a la vez esté en guerra. Dependerá de hacia dónde se muevan los ejércitos, por lo que confío en que no tenemos porqué encontrar problemas.

Explicó al mercenario. Yriel no creía que fueran a terminar justo entre dos bandos, o que fueran a haber saqueos indiscriminados al menos no todavía. Según parecía los enfrentamientos estaban por empezar.

- Disculpadme pero voy a avanzar un poco. Erizo quedó aislado y de paso a ver si puedo tener una charla con Gwyl.

Dijo a sus compañeros y redujo la distancia con la cabecera.

Notas de juego

 

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17/08/2018, 14:16
[Muerta] Syndra

Exceptuando un par, parecía que el resto habían prestado atención a sus palabras de advertencia, aunque a la elfa le dio igual, ya que, incluso si no la escuchaban, sería problema de ellos si los masacraban a todos. Por su parte, seguiría su camino con la consciencia limpia de haberles avisado a tiempo. No era una santa, por lo que no esperaba ayudar a todo el mundo, bastante con que les había advertido, deberían de estar lo suficientemente agradecidos. Por otro lado, parecía que los enanos habían decidido ignorarla. Típicos enanos. Se adentraban en una conversación, y no había quién los sacara de lo suyo. Puro músculo, nada de cerebro. De cualquier manera, la persona que más le interesaba cuidar de aquel grupo, estaba con ella montando su caballo, por lo que sería bastante fácil protegerla de la mayoría de los males.

No obstante, al ver llegar al grupo de seis, la hechicera no se sorprendió demasiado al ver que se trataba de aquellos mercenarios que había visto en la posada. Era normal, habían quedado atrás, por lo que, si se dirigían también a los Pequeños Reinos, no tardarían en alcanzarles por el camino. Aún así, siempre era mejor estar atentos a todo. Además, el hecho de que fueran mercenarios, dejaba en claro que no podían confiarse por completo en estos. Algunos mercenarios eran capaces de vender hasta sus propias madres con tal de tener algo de oro en sus manos. No había que olvidar tampoco el hecho de que eran razas inferiores. ¿Tenía eso algo que ver con el hecho de que no fueran de confiar? Tal vez no, pero todo sumaba.

La sombría tuvo que reprimir una risa al ver al orco sobre aquel caballo, que parecía más un pony bajo éste, que un caballo realmente. La única razón por la cual no se rió a gusto, fue porque no hubiera sido propio de alguien como ella. Alguien de la nobleza no debía de reírse de esa manera tan poco refinada, incluso si la vista del orco había sido bastante graciosa. De cualquier manera, no tardó mucho para que uno de los mercenarios se acercara hacia ella, así como el mestizo que había decidido ir a la retaguardia. Lo que faltaba, ahora tendría que soportar una presencia indeseada, que arruinaba el momento a solas con la mercader. Malditos humanos.

- Yo no estaría tan segura, Yriel. Los saqueos siempre son muy común en momentos de guerra. Más aún en un lugar lleno de bárbaros como el norte. - Le aclaró al mestizo, llamándole ahora por el nombre, principalmente porque le había caído un poco mejor, ahora que este le había dedicado aquel hermoso poema. Aún así, cuando éste decidió volver al frente, probablemente para continuar su cortejo con la humana idiota, la sombría se encogió de hombros, como si le diera igual. No iba a obligar a nadie a estar cerca de ella, mucho menos a un hombre.

No obstante, las palabras del mercenario, Petyr, la habían molestado, principalmente porque parecía que el humano pensaba que la hechicera no era capaz de defenderse por sí misma. Aunque bueno, era verdad que él no sabía que ella era una hechicera, claro. Era mejor así, no pretendía iluminar a los ignorantes, en especial a uno que se había dignado a hablarle sin presentarse siquiera. Estaba claro que la falta de educación era común entre los mercenarios, aunque a Gorsha la había perdonado, principalmente por su atractivo... exótico. En este caso, la sombría puso los ojos en blanco por un momento, antes de suspirar y decidir responderle. - ¿En serio? Y yo que pensaba que me dirigía a una zona de juegos y baile. Incluso tenía preparado mi vestido de gala y la máscara para el baile de disfraces. - Respondió al humano con un tono que dejaba en claro lo obvio de su pregunta. Sólo un idiota no sabría a qué clase de lugar se dirigía al visitar el norte, en especial los Pequeños Reinos. - Una dama tiene sus secretos. Por cierto, no he escuchado tu nombre aún. Yo soy Syndra. - Se presentó ante el mercenario, suponiendo que el mercenario pretendía quedarse a charlar, y tendría que soportarlo o congelarle en el acto. Teniendo en cuenta que sus amigos se enojarían con ella si le congelaba, tenía que evitar la segunda opción, incluso si tenía muchos deseos de hacerlo. No quería arruinar la paz del viaje por culpa de un hombre. Más cuando estaba disfrutando la cercanía de la mediana.

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17/08/2018, 14:22
Yriel Alessar

El grupo de gorriones no había tardado en alcanzarles. Yriel respondió al leve saludo de su líder. Notó que se distribuían junto a ellos de manera que podía ser que quisieran compartir viaje durante algún tiempo al menos.

Tras una breve charla con Petyr, el semielfo espoleó con suavidad a Brioso y pudo avanzar por el camino. Se dirigió ahora a la cabecera del grupo, bajando de su caballo para poder caminar junto a ellos. En realidad había visto que uno de los lados había quedado un poco abandonado mas ahora mismo su intención era tratar de charlar con Gwyl, a quien parecía haber ofendido.

Yriel fue hasta su lado esperando no interrumpir ninguna conversación pero deseando a la par que no se hubiera iniciado ninguna y también, queriendo que la joven estuviera dispuesta a charlar con él.

- Gwyl, me gustaría hablar contigo.

Le comentó con una suave sonrisa y dejó el tema en sus manos.

Notas de juego

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17/08/2018, 14:26
Atheld "la Petirroja"

Al cruzar a través de toda la caravana, Yriel notó como la pelirroja, Atheld, primero se lo quedaba mirado y luego lo seguía con la mirada, pero no dijo nada.

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17/08/2018, 14:30
Yriel Alessar

Finalmente se aproximó un poco más hacia la joven viavennesa.

- Apartémonos un poco, me quiero disculpar contigo.

Le indicó con un susurro escueto, no pudiendo profundizar más.

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18/08/2018, 15:14
[Muerto] Wülf Audersner

Wülf estuvo escuchando las palabras que llegaban hasta su posición, que iban y venían. Conversaciones que no le producían el menor interés, otras qué tal vez pudieran ser interesantes, pero en resumen no había ninguna en la que intervenir. Una vez hubo recibido la respuesta de la hechicera no hizo más que un breve gesto con la cabeza que seguramente no habría podido vislumbrar. Él se internó en sus pensamientos una vez más, en silencio. Sabía que hablar mientras caminaba era una pérdida de energía, y debía reservarse para el largo viaje.

Entonces fue cuando la elfa los alertó. El curandero se hizo a un lado junto al carro. Intuyó que aquello no sería para hacerles paso, sino para que, de ser un ataque, no pudieran ir por todos los flancos y así centrar las fuerzas en uno. Así parecía lógico, al menos. Por su parte, él se mantuvo igual, cargado y sin sacar nada parecido a un arma. Si alguien saliese herido, necesitaría las plantas para intentar curarle.

Finalmente se hicieron presentes los jinetes, y entonces reconoció al líder -que, de mera casualidad, lo había visto-. La forma en la que fueron hablando era curiosa, superando las expectativas del viajero. Sin duda había algo en esas formas que le agradaban. Aún así no confiaba demasiado. - Sin duda, este lugar no dispone demasiados caminos como para perderse. - Hubo respondido a Logan mientras avanzaba un poco para poder observarle de forma directa. - Tampoco sería muy extraño encontrarse con más viajeros.. - Esbozó una pequeña sonrisa tras decir eso, aunque no se alejó demasiado del carro.

Posteriormente hablaron un orco, y después otro hombre. A ellos no los conocía, ni había escuchado a sus compañeros hablar de ellos. - Espero que los Pequeños Reinos os traten bien. - Dijo a modo de cortesía, sabiendo quiénes eran bienvenidos tras sus límites. Y, tras haber pronunciado la última palabra, miró hacia el último gorrión que había hablado. Era el mayor, pero portaba un espadón. Seguramente sería un hombre fuerte que mantuvo su salud. Al menos, eso pensó él.

Wülf sacó algo de pecho, presa de la desconfianza, e intentó parecer más seguro de sí mismo. Sin distanciarse de la seguridad de sus aliados, pretendía no parecer una blanco fácil a pesar de su equipamiento, aunque tampoco buscaba ser hostil. Simplemente alguien que aparente estar seguro de quién es... Y se mantendría alerta por si acaso.

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18/08/2018, 16:54
Ussia

En cuanto oyó los pasos de los jinetes, Ussia se aferró más a las riendas del caballo, temiendo que Syndra decidiera acelerar el paso. Ya bastante le costaba mantener el equilibrio en él como para empezar a galopar directamente. Sin embargo, cuando el grupo de los gorriones apareció, la mediana consiguió tranquilizarse un poco. Esperaba encontrarse con los encapuchados de la noche anterior, quienes también eran seis. Y aun en esta situación, no podía sentirse a salvo. Recordaba lo ocurrido la noche anterior y la vergüenza que pasó al tener que pedirles ayuda de esa forma. Por suerte, parecía que se habían olvidado de ello.

- Si tuviese aquí mi pony, otro gallo cantaría. - sonrió, poniendo la mano encima de la de Syndra para que no se lo tomase a mal. Miedo le daba que a la elfa le diese por congelarlo - Algunos tenemos negocios allí. - respondió encogiéndose de hombros. No le apetecía pensar mucho en el peligro que corría allí - Pero la guerra no es extraña en ningún sitio, así que ¿a qué "cosas verdaderamente extrañas" te refieres? Tenía entendido que no había mucho que ver en estos reinos...

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20/08/2018, 00:10
[Muerta] Gwyl

Gwyl permaneció en silencio, pensando en que aquel reino que dominaba al resto, Odrin, sería un buen lugar donde comenzar su búsqueda. Frunció el ceño pensando que más adelante, cuando hicieran el alto en el pueblo de Wülf, hablaría con el al respeto... Si un grupo de sus compañeros iba a dirigirse hacia allí sería mejor ir con ellos, pues desconocía aquellas tierras y siempre era mejor tener aliados... Por endebles que fueran las alianzas. Yriel le dijo algo que apenas escuchó ensimismada como estaba... Pero luego la elfa anunció que se acercaban jinetes, consiguiendo sacarla de su cabeza.

La muchacha levantó la vista, aguzando sus ojos negros con una rápida mirada hacia la retaguardia y descolgó su arco del hombro para llevarlo en la mano... En un gesto casi involuntario la mano que tenía libre se posó sobre la empuñadura de una de sus dagas con una rapidez silenciosa y felina. No obstante, la tensión en su cuerpo no duró mucho, pues al cabo de unos instantes, los Gorriones hicieron acto de presencia. La mestiza suspiró con cierto alivio volviendo a colgarse el arco al hombro y relajando su postura. El hecho de que el borracho de la noche anterior estuviera entre los mercenarios no hacía mucha gracia a Gwyl, pero la presencia de un grupo de guerreros con los que, en principio, estaban en buenos términos, era hasta cierto punto una buena noticia.. Y tanto la mujer pelirroja como el lider de la banda le habían caído bien. Saludó a sus nuevos compañeros con un saludo mientras analizaba la forma en que se habían distribuído a lo largo de la comitiva. Claramente iban a acompañarlos un trecho.

Estaba pensando en esto cuando Yriel se le acercó pidiéndole hablar. Gwyl suspiró mirando sus pies algo incómoda, pero asintió al semielfo y se apartó un poco con el para poder hablar en privado.

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20/08/2018, 12:51
Yriel Alessar

El espadachín se apartó ligeramente, pudiendo observar el nuevo ánimo de la joven. Le sorprendió que estuviera mirando hacia abajo de aquél modo, oscurecida, cuando a él le gustaría verla jovial como antes. Le gustaba que tuviera energía y que se la contagiara.

- Qué te ocurre, ¿no me vas a dar un codazo o algo? ¿acaso se te comió la lengua el gato?

Yriel enarcó la ceja derecha pensando qué podía hacer para que olvidara lo que parecía haber sido una mala experiencia.

- Syndra estaba sugiriendo que era imbécil y no le podía dejar seguir por ese camino. La poesía era para que me tratara con respeto, porque a los elfos les encantan. No había otra intención.

Esperaba que Gwyl entendiera aquello, que lo que había intentado era cambiar la situación y no agradarla porque la gustara. En realidad, no sabía cuánto podía haberle gustado él a la joven, pero en estos momentos el semielfo sentía la necesidad de agradarla de nuevo.

- Mira, córtame si quieres, pero lo más bello de tí es tu sonrisa, ¿dónde la tienes ahora guardada? la quiero ir a buscar. ¿Ayudarían unos poemas?

Sin dejarla responder el semielfo se dedicó a recitar, quizá lograra despertar de nuevo su jovialidad.

"Por una sonrisa tuya,
movería el cielo y la tierra,
y volando con el viento
subiría a una estrella.

Desde arriba, quizas te vea
en el marco de tu ventana,
y te mandaría un beso grande
junto a mi corazón en llamas.

Por una sonrisa tuya,
vendería hasta mi alma,
volaría a tu alcoba
a la calidez de tu cama."

Sin detenerse, buscó de inmediato otra poesía y siguió con el pequeño recital.

"Si la vida me destroza mis más bellas ilusiones,
cuando sufro los embates de bajezas y traiciones...
Siento un bálsamo que aflora mi alegría...
Es tu risa..

Si mi alma languidece por culpa de las acciones,
de aquellos que me lastiman y me llenan de dolores...
Noto algo que me cura, vida mía...
Es tu risa...

Si me hundo en la tristeza, sin sentir mis emociones,
cuando paso de las cosas, cuando no miro a las flores...
Sólo vuelvo a descubrir la luz del día,
con tu risa...

Panacea que cura todos mis males,
aire puro que me sabe a fresca brisa,
me pregunto de mi vida que sería
sin tu risa..

No me niegues, amor mío, ese don que Dios te dio.
No me dejes, no me olvides, no me hundas.
Dame lo único que alivia mi agonía...
Tu sonrisa.... "

Tras las dos poesías esperó un momento por ver qué había logrado, ya fuera bueno o malo, algo le acabaría diciendo.

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20/08/2018, 13:04
Therm Wedrun

El joven enano no sabía responder a las pregunta que le lanzaba Belandir. El anciano guerrero le sacaba doscientos años de edad y él jamás había salido de su Reino con anterioridad. Therm trataba de articular palabras, pero estas se resistían a salir de su garganta, ya que no tenía claro que podía decir que satisfaciera a su interlocutor, hasta que oyó la siguiente pregunta - ¡Bueno, por supuesto! Las leyendas de Kazad Drakk se remontan a centenares de años atrás! Es cierto que desde antes de que yo naciera ya hubo un tiempo en que se perdió el contacto con el Rey Dulfar, pero su historia es muy extensa - la actitud algo incierta del joven cambió entonces, mientras bebía de las vívidas descripciones que hacía Belandir sobre los combates en los que había tomado parte, recreándolos en su mente.

Asintió enérgicamente cuando el guerrero le preguntó - ¿Uno a diez? ¡Menudo combate tuvo que ser! Cualquiera que podáis relatarme servirá, tampoco quiero importunaros en demasía, venerable - finalizó con el título con el que los jovenes enanos hornaban a los de más edad entre los suyos, una muestra de gran respeto hacia la sabiduría que contenían los antiguos.

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20/08/2018, 13:19
[Muerta] Gwyl

Gwyl escuchó los poemas, algo patidifusa. Notaba el calor en su cara que indicaba que había enrojecido y balanceaba su peso de un pie a otro como si no supiera que hacer con su cuerpo mientras desviaba la vista desesperada por no encontrar donde fijarla. De pronto parecía bastante más joven e inexperta que de costumbre. Pero es que no estaba acostumbrada a ese tipo de trato. Sin embargo para cuando el semielfo hubo terminado, ya se había repuesto, adoptando su habitual sonrisa de autosuficiencia y enarcando una ceja.

- Muy bonito - dijo dando un par de aplausos. - La paliducha esa tiene razón, se te da bien esto. Seguro que las damas vienavenessas suspiraban a tu paso. - La muchacha suspiró y su expresión se volvió más seria y sincera - En realidad creo que la que te debe una disculpa soy yo. Estoy enredando mucho las cosas - dijo entonces con sencillez, esbozando sonrisa cálida, y algo triste.

Gwyl se mantuvo en silencio por unos instantes. Creía que le debía un par de explicaciones al mestizo, pero al mismo tiempo se sentía torpe e infantil, sumamente afectada por un hombre mayor que había conocido la noche anterior y que probablemente hacía estas cosas con cualquier chica le pareciera atractiva. Quizás estaba dándole demasiadas vueltas a todo aquello y le prestaba más atención al asunto de la que verdaderamente merecía. Miró detenidamente el rostro del semielfo que esperaba a que continuara con un gesto serio. ¿Cuánto debería contarle? Probablemente no mucho, lo justo para que entendiera la situación.

- Mira Yriel - dijo al fin con un suspiro, llevándose una mano a la nuca, dubitativa. - Yo... Es que.... Mira, Seré honesta contigo. Me agradas. Es decir, nos conocimos ayer solo y eso, pero bueno, siendo honesta, pues si, me agradas. Me agradas lo suficiente como para no hacer tonterías contigo de forma imprudente y querer que las cosas sean más... Naturales, y profundas, supongo. - dejó escapar un gruñido de frustración, no estaba sabiendo hablar. - Y creo que yo también te agrado, no por los poemas, si no porque estás muy pendiente de mi.... En cierta forma eso es lindo y se siente bien, y es muy divertido jugar contigo y ver como te alteras, confundes...etc. - Se rió un poco - Tu cara cuando Ussia sacó tu desayuno - recordó la muchacha risueña - Eso si que fue un poema. Maravilloso... - En este punto la mirada de Gwyl se ensombreció de forma palpable, lo mismo que el tono de su voz. - Pero la cosa es que yo no estoy aquí de paseo. Estoy aquí por una tarea fea, desagradable, peligrosa y muy jodida. Y sería feo de mi parte mezclar a nadie en ella, ¿entiendes? Entonces cuando nos ponemos a coquetear y me lo paso también, hay una parte de mi que se siente ansiosa y culpable, porque no debería estar entrando en estas cosas cuando tengo que hacer algo así .... -

 

La muchacha se quedó mirando a Yriel en silencio, espectante. Sabía que si el semielfo era listo, y creía que lo era, lo más probable es que se alejara y cortara con todo aquello. Pero una parte de ella deseaba que no fuera así.

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20/08/2018, 13:47
Thorskar Wedrun

Thoskar dejó de reír al escuchar las sinceras palabras de su acompañante, y se lo quedó mirando unos momentos antes de continuar hablando - Me honras, Thánur. Sé que nos conocemos de ahce poco, pero encontraré la manera de corresponder a tu amabilidad, lo juro por el honor de mi clan - giró la cabeza para fijarse en Belandir y Therm, y volvió a reír - ¡Ah! Eso es bueno. Aunque mi hijo quiere seguir los pasos de su padre, todavía es joven y le llaman mucho la atención las historias sobre guerreros legendarios y batallas famosas. Se llevarán bien.

Thorskar fijó la vista al frente, observando más allá de donde estaban Wülf, Erin, Gorsha, y ahora también Gwyl, pensando en lo que les esperaba allí donde el Paso terminaba - Que los Pequeños Reinos es una zona peligrosa lo sabe todo el mundo. Me preocupa más la cambiante voluntad de algún reyezuelo que crea que puede tomar lo que quiera por la fuerza, como es la costumbre entre los norteños. En cuanto a tu segunda pregunta... - el comerciante hizo una pausa, como si se estuviera tomando su tiempo para decidir si responder adecuadamente a Thánur o callarse. Tras un rato de deliberación, volvió a hablar - Lo lamento, amigo mío. Hay cosas que escapan a la voluntad de meros individuos y que pueden tener repercusiones más grandes de lo que podríamos imaginar. Tu compañía y la de los tuyos es bienvenida, pero por favor, no vuelvas a inquirir sobre este asunto - dijo, seriamente, antes de que los Gorriones aparecieran y se unieran a la caravana.

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20/08/2018, 14:34
Petyr "el Raudo"

El arquero asintió ante las palabras de Syndra sobre lo que sucedería en el Norte, dándole la razón en contraposición a lo que pensaba Yriel - No hay ejércitos como los que se pueden ver en el sur, en los Pequeños Reinos las tierras se plagan con bandas de guerreros y mercenarios que arrasan con todo lo que se les ponga por delante y no sea del rey que les esté pagando en ese momento. Así que vayáis donde vayáis, acabaréis econtrándoos problemas - se encogió de hombros - A más ver - se despidió de Yriel cuando este se alejó hacia la parte delantera.

Notas de juego

No marquéis a Yriel para responder

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20/08/2018, 14:40
Petyr "el Raudo"

El mercenario levantó una ceja, extrañado - ¿Eso no es un vestido de gala? - dijo, señalando con la cabeza las vestiduras de Syndra - Y si conocéis el lugar al que os dirigís, ¿Porque no lleváis, ya sabes... armadura? - entonces se giró hacia Ussia - A ver... - empezó a decir, mientras pensaba - Si en alguna otra parte de Achaea puedes encontrar a miembros de todas las razas y variantes, cooperando juntas, aunque sea para partirse la cara con otros, avísame. Por no hablar de lo cerrados que son los lugareños incluso entre ellos mismos... Aunque no me extraña, claro. Entre la mierda que deben de aguantar en los llanos, y la mierda que deben de aguantar en los bosques...

- Mi nombre, bella y misteriosa Syndra, es Petyr, y no encontraréis a nadie que dispare un arco tan deprisa o tan certeramente desde Gunvor hasta los confines del Mar Boreal - dijo, con orgullo en la voz.

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20/08/2018, 18:25
Yriel Alessar

Ya había notado que a la joven le gustaba ponerle en situaciones comprometidas pero la palma al final se la había llevado la mediana con el traicionero bocadillo. Creía que había salvado la situación pero Gwyl estaba más atenta a esos detalles en su rostro que Ussia. El semielfo tuvo que elevar un poco los hombros, a su entender no era normal lo que había pasado con lo del desayuno y él había resuelto bien las cosas.

El resto de las palabras exponían una situación bastante compleja aunque en el momento actual Yriel había hecho un gran borrado de su vida anterior y quizá por eso estaba receptivo a cualquier cosa. La miró un tanto preocupado, tratando después de ser natural de nuevo.

- Y esa cosa tan fea vas a hacerla a alguien que se lo merece, entiendo.

No quería equivocarse con Gwyl pero no le parecía tan mala persona, no como para ser una asesina despiadada. Por lo que había podido apreciar ella actuaba como cualquier otro, no era una loca, aunque sí traviesa. El semielfo negó un momento con la cabeza.

-  Escucha... si hay un motivo de peso puede ser asumible. Incluso si hay mucho dinero por medio y lo necesitas. Si crees que soy un inocentón, no lo soy, en Viavenna no está nadie libre de pecado. Pero creo que te han contratado para hacerlo y si no te convence ese contrato también tienes la opción de simplemente olvidarlo. Achaea es muy grande, habrá dinero en más lugares, haciendo otras cosas.

Yriel la observó con más detenimiento. Era cierto que tenía una sonrisa preciosa pero ahora se había esfumado para dar paso a asuntos graves que unas cuantas poesías no podían mejorar. Aún así, él sabía bastante sobre sombras y por eso no la quería juzgar sin más.

- Y si estás segura de eso, yo no soy quién para entrometerme. Creo que hay una larga historia detrás o no te habrías implicado en algo así. Quizás me la quieras contar luego.

En estas circunstancias, caminando con el resto, no creía que fuera a poder relatarle los verdaderos motivos. Sin saberlos, él tampoco se podía decidir por nada. Yriel sonrió con suavidad un momento, creyendo que si ella quería le hablaría más, aunque quizás no ahora.

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20/08/2018, 18:52
[Muerto] Erizo

Al escuchar la advertencia de la elfa sombría, acerca de los caballos que se oían a su espalda, Erizo intentó volverse casi invisible, intentando no llamar la atención. Probablemente fueran otros viajeros que tomaban aquel paso, pero no podía quitarse de la cabeza a los seis encapuchados de la noche anterior.

Rodeó el carro, y se colocó detrás, flanqueando a los guardias enanos. Fingió que no se había enterado que aparecerían viajeros por la espalda, utilizando el astuto truco que usaba Kwinyth la Honesta, la capitana de caballería de la vieja compañía, cuando había una batalla en las calles de alguna ciudad, y asomar por una esquina podía significar un virote de ballesta en la frente. Retiró un trozo de tela con la que cubría su brazal, y descubrió la parte interna de la pieza de armadura, pulida con esmero y pericia hasta convertirla en un burdo espejo. Lo orientó hacia el camino, y vigiló la llegada de los jinetes.

Cuando vio que eran los Gorriones, se relajó un poco. No demasiado, después de todo, no conocía de verdad a aquellos tipos. Tampoco conozco de verdad a ninguno de los que viajan conmigo. Volvió a cubrir el brazal con la tela oscura, y se adelantó hasta alcanzar al jefe de la banda, que cabalgaba junto a la pelirroja y el calvo que había buscado riña la noche pasada.

—Saludos de nuevo. Con esos caballos suyos, nos dejan atrás fácilmente. Se quedarán con todos los buenos contratos, si llegan primero. ¿Saben a que reino acudirán a vender sus espadas, o lo planean ver sobre la marcha?

Notas de juego

Erizo ya no está en la parte derecha del carro, se sentía solo allí. Ahora está a la izquierda.

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20/08/2018, 20:29
[Muerta] Gwyl

Las palabras del semielfo la sorprendieron un poco. ¿Hacer otra cosa? Desde que había sabido del paradero de Mildred no se había planteado la posibilidad de hacer otra cosa. No al menos hasta la noche anterior... Ahora que estaba tan cerca de su objetivo. Sonrió negando con la cabeza, algo conmovida por la reacción del hombre que caminaba junto con ella... Que aún con una revelación así creyera que no era una mala persona, que pensara que se trataba de dinero... De alguna forma era tierno.

- No es por dinero - dijo negando suavemente con la cabeza. - Si lo fuera Viavenna es bastante más interesante, créeme, es increíble la mierda que se cuece allí. - Gwyl guardó silencio un momento, en el cual sus labios y sus puños se apretaron al unísono. - Es de esas cosas que te marcan de tan manera que no te puedes deshacer de ellas, ¿entiendes? Como para ti tener esas preciosas orejas puntiagudas sin ser elfo, y para mi tener esta saludable piel morena habiendo nacido en Altairea. Aunque quisiera olvidarlo no podría. No lo decidí yo. Lo decidió ella, con sus acciones.... - Era así, ¿no?

La muchacha guardó silencio otro instante, clavando sus ojos oscuros en el camino. Luego se volvió otra vez al mestizo con una sonrisa abierta - Pero en realidad estoy feliz de que creas en mi. Más tarde te contaré un cuento, el mío. Considéralo un pago por los poemas - le dijo con calidez.

 

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20/08/2018, 20:53
Dalton

El hombre de pelo y bigotes canos se giró hacia Wülf al escuchar su cortés saludo - Al contrario, joven. Si nos trataran bien, no tendríamos nada que llevarnos a la boca luego. Espero que estas tierras se sigan comportando como la vieja puta que son. Mejor malo conocido que bueno por conocer, que se suele decir. Mi nombre es Dalton, por cierto - entonces llegó Yriel desde la parte trasera y llevó a Gywl a un lado para charlar a solas.