Partida Rol por web

Crónicas del Fin I: Camino Sin Retorno

Prólogo: El Descanso del Guerrero

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09/07/2018, 02:49
Gorsha

El orco era lo bastante listo como para pillar las indirectas… Eso estaba bien, significaba que sería lo suficientemente inteligente como para saber qué hacer para complacer a una hembra.

 -Gorsha Ugrak, del clan Quiebrarrocas de las tribus de las montañas del norte de Altairea.

El se había presentado, justo era que ella hiciera lo mismo.

 -Y estupendo entonces. Vamos, busquemos un lugar en el que poder “charlar” sin ser molestados.

Y junto con aquel inmenso orco, Gorsha se preparó para pasar una noche tan interesante como movida.

Notas de juego

Y fundido a negro :D.

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09/07/2018, 02:52
[Muerta] Syndra
Sólo para el director

Cuando la elfa respondió a sus palabras con una cierta expresión de sorpresa, al abrir sus ojos, la hechicera le dedicó una sonrisa divertida por la reacción de la misma, a pesar del hecho de que la mujer se mostrara tan silenciosa, como si no deseara conversar. ¿Acaso no le gustaban las mujeres? ¿Era eso? Más que posible, aunque bueno, los elfos podían tener una mentalidad de lo más variopinta, dependiendo de cuánto hubieran vivido, por lo que era difícil comprender lo que podía estar pasando por la cabeza de la misma. No obstante, la sombría nunca se había rendido con facilidad, por lo que no estaba dispuesta a aceptar la derrota, cuando aún no había dado lo mejor de ella. - Ah, gracias, eres muy amable, querida. - Aún así, a pesar de que la pelirroja no pareciera una persona de muchas palabras, ésta no rechazó la presencia de Syndra, aceptando que se sentara a su lado, algo que la sombría no dudó en hacer, aun manteniendo aquella sonrisa usual en ella, mientras sus ojos risueños brillaban ante la tentación de conocer algo más sobre la silenciosa mujer.

Por un momento, pareció que la extraña no diría palabra alguna, demasiado concentrada tal vez en su comida, o posiblemente porque no deseaba conversar. Cualquiera fuera el motivo, la hechicera sentía que necesitaba hacer uso de todos sus medios para provocar una nueva reacción en su compañera de barra. Tenía que tener un punto débil, todos lo tenían, sólo debía buscarlo y derretir aquel caparazón de hielo. ¿Por qué tantas molestias? Simplemente porque hacía bastante que no veía a otra elfa, incluso si no pertenecía a su pueblo, y además de que era una pelirroja, eso era razón suficiente para la sombría, quien adoraba ese color tan intenso. Ella era como una especie de coleccionista, y las pelirrojas siempre habían sido sus favoritas... bueno, las rubias también, por eso había posado sus ojos en la camarera. Y por sobre todo, incluso si no era alguien de su pueblo, era mucho mejor que la compañía de un orco o un maldito enano. Su mirada, mientras esperaba la respuesta de la elfa a su pregunta, se desvió hacia Terah, quien parecía ocupada atendiendo al resto de los clientes, algo que la sombría podía comprender, aunque realmente esperaba que aceptara su invitación, aunque no estuviera segura. Los humanos no eran siempre tan aventurados, prefiriendo conformarse con patéticas vidas, en vez de buscar algo mejor. De cualquier modo, ya recibiría una respuesta cuando se acercara a tomar su pedido.

Cuando por fin la pelirroja respondió, pronunciando de manera simple su nombre, la hechicera volvió a sonreír, aunque ésta vez era una sonrisa aún más encantadora, como si aquello hubiera sido como una especie de victoria para ella, teniendo en cuenta la personalidad de la mujer. Era incluso más callada y reservada que el anciano hechicero de la otra mesa. La diferencia era que la elfa era bastante atractiva, incluso si no hablaba mucho. - Hermoso nombre, Aelirenn. ¿Estás conforme con tu desayuno? Tal vez podría invitarte a algo mejor, si eso deseas... - Expresó en un tono suave, seductor, en el momento en el que miraba lo que la mujer se encontraba comiendo como desayuno. No era algo malo, pero era posible que en la posada tuvieran algo mejor, y pudiera invitarla para ganarse el agrado de la elfa. Aquel pensamiento se confirmó aún más, cuando pudo observar aquella punta de flecha. Estaba claro, era una montaraz. Durante un breve instante, la sombría no pudo evitar sentir cierta pena por la pobre mujer, siendo parte de una agrupación tan... caída en la decadencia, tan dependiente de memorias de tiempos pasados. ¿Quién podía desear perder el tiempo en algo así? A diferencia de la Orden, la elfa no temía aquella agrupación de ilusos, incluso si podían verla como un monstruo, a su modo. No, lo más probable, era que la mujer podía tener hambre, y anhelar algo mejor para comer, por lo que era una oportunidad para la hechicera.

- Oh, una montaraz. ¿Cazando monstruos en las tierras del norte? ¿Hacia dónde te diriges? Permíteme que te invite algo más para comer o... beber. Lo que quieras. - Le aseguró aún hablando en su lengua a la pelirroja, antes de mirarla con aquel brillo en sus ojos, mientras sonreía con cierto encanto, buscando endulzar a la elfa, quien había llamado su atención. Por un momento, se preguntó si había posibilidad de corromper a una mujer así, alejarla de sus principios, del código que se había comprometido a seguir. Era una idea interesante, sin duda, al menos para alguien como la hechicera. Ah... las pelirrojas eran una de sus perdiciones.

- Tiradas (1)

Notas de juego

*Tsk* No mucha suerte con la montaraz al parecer xD
 

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09/07/2018, 02:50
Gorsha

A pesar de que no es que hubiera dormido gran cosa, Gorsha se levantó como si hubiera pasado toda la noche en los brazos del dios del sueño como un bebé. Había hecho bien en tirarle la caña a aquel guerrero, ¡realmente había sabido manejarse con una hembra como todo un experto! Así que se merecía una sonrisa y un guiño como respuesta a los gestos que le dedicó al verse en el salón común.

 -Buenos días compañeros.

Gorsha había ido derecha a la mesa donde estaban volviendo a juntarse los viajeros que habían estado juntos durante la cena.

 -¿Qué tal habéis descansado? ¿Estáis planeando ya vuestra próxima etapa de viaje? Ya sabéis que si necesitáis músculo extra, Gorsha Ugrak está a vuestro servicio. Y como me habéis caído bien, si compartimos destino las primeras cuatro jornadas os saldrán gratis.

Notas de juego

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09/07/2018, 16:22
[Muerta] Gwyl

Gwyl asintió en silencio. Las fechas, más o menos coincidían. Pero ¿por qué se hubiera separado Mildred de su hijo? Estaba claro que debía ser su medio hermano, no es que fuera normal que los niños altaireanos pijos viajaran al norte. Quizás el disfraz de la mujer era muy bueno (esa arpía era muy lista) o quizás había sido una estrategia para despistar a sus perseguidores. Podía ser incluso que hubiera muerto y hubiera dejado al niño a cargo de otra persona. -El niño debe ser él - le respondió al buen dueño de la posada, frunciendo el ceño con preocupación, para luego sonreír al hombre con calidez. - Te agradezco la información. Ese niño y esa mujer son gente muy importante para mi. Ella es mi querida madrastra que me crió como si fuera suya y él es mi medio hermano. Como podréis deducir por mi aspecto mi situación en la familia era complicada y tuve que marchar... Pero les tengo mucho cariño y ahora que están en apuros quería ayudar.... Esperemos que pueda dar con el pequeño al menos, el norte es peligroso. - le comentó al hombre, mintiendo como una vil bellaca y con la expresión más convincente de hermana preocupada que era capaz de poner. No era casual. Dudaba que el hombre tuviera más información... Pero si la tenía, su conmovedor relato podía ayudar a que finalmente soltara la lengua antes de que marcharan.

- Bueno, ¿me llevas el desayuno y las provisiones que te pedí a la mesa? Voy a reunirme con mis compañeros - le dijo relajando la expresión y señalando a la mesa donde el grupo se estaba congregando, mientras se alejaba en su dirección.

Mientras caminaba, la chica se preguntó que haría con el hijo de Mildred, el pequeño Aidan Domhnall, una vez que los encontrara. Había una parte de ella, visceral y peligrosa, que odiaba a ese niño desconocido por intentar quedarse con la vida que debería haber sido suya. Pero también era consciente de que el niño no era culpable de la horrible madre que tenía... Tenía solo  seis años y probablemente ignoraba todas las atrocidades que su madre había realizado para otorgarle el título de Barón de Domhnall. ¿Qué haría con él? En su interior, ya había decidido que matarlo no era una opción, y en el fondo, aunque su lado más vengativo renegara, sabía que abandonarlo era casi peor que acabar con el pequeño. Quizás podría matar a Mildred sin que el pequeño se enterara, y luego llevarlo con sus padres al bosque. Sin duda ellos sabrían hacer de el un niño de provecho... Pero por alguna razón estas respuestas no terminaban de satisfacerla. La verdad, pocas veces se había planteado el asunto, pues en su mente prefería evitarlo y era como si su futuro se detuviera en el momento en que cobrara venganza... Pero quizás iba siendo la hora de hacerlo.

Con este lío en la cabeza, Gwyl se alejó del posadero para reunirse con Yriel y el resto de sus recientes compañeros.

 

Notas de juego

DJ: Emm, creo que has puesto el mensaje dos veces. Como hay algunas variaciones en los textos, no quiero tocar yo nada, de modo que editalo poniéndolo como quieras. Y las negritas para los diálogos, aunque eso sí puedo hacerlo yo.

Hecho c:

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09/07/2018, 16:27
[Muerta] Gwyl

Gwyl se alejó del posadero, con un gesto preocupado, que pronto borró para esbozar una sonrisa vivaracha. -¡Buenos días a todos! - saludó con jovialidad. Se dirigió a los dos enanos sonriente - ¿Qué tal caballeros? Acá mi amiga Ussia me comentó ayer que podría uniros a vosotros durante el trayecto al norte. Me porto bien. A pesar de lo visto ayer, no suelo moder, y se cazar y seguir rastros, por lo que me basto sola para alimentarme y puedo ayudar a alimentar a otros. Mi nombre es Gwyl, para serviros. Como vosotros me dirijo al norte, así que espero que podamos viajar juntos y no ser ninguna carga.- se presentó la muchacha con jovialidad.

Luego se dirigió a Yriel. El semielfo estaba demasiado enigmático y encantado con su juego, con demasiados guiños de ojos y miradas capciosas, buscando segundas lecturas, disfrutando del secreto (realmente inexistente, pues no había ocurrido nada demasiado importante) entre los dos. Esto divertía y fastidiaba a Gwyl a partes iguales. Le dedicó al elfo una mirada significativa y chispeante, para luego apoyarse en el de manera desenfadada y mirarlo hacia arriba con una sonrisa radiante. - Y ahora, Yriel, espero que me invites al desayuno. Ayer me robaste el sueño con tus preocupaciones, y lo prometido es deuda. - le dijo guiñándole un ojo. Al mirarlo hacia arriba se dio cuenta que a la luz del día, y desde ese ángulo, el mestizo también era guapo, por lo que desvió la mirada para que no pudiera adivinar sus pensamientos.

 

Notas de juego

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10/07/2018, 05:40
[Muerto] Erizo

Erizo se despertó temprano, cuando el sol aún no asomaba por el horizonte. Al principio se dijo que se quedaría un rato más tumbado bajo la manta, pero la implacable vejiga le empujaba las tripas desde dentro, ansiosa por librarse de su contenido de cerveza, por lo que se vio obligado a levantarse.

Cuando volvió a la habitación, un par de litros más delgado, se dedicó con calma a su ritual de todas las mañanas. Colocó en semicírculo todas sus armas, cuchillos y piezas de armadura, incluyendo el escudo, y afiló, reparó, ajustó, aceitó y preparó cada una. Las armas son la vida del soldado, son lo más importante, uno podía ver a los mercenarios sucios, mal alimentados y con ropa harapienta, pero sus armas brillarían impecables.

Saludó con un asentimiento y un ocasional gruñido a los compañeros de cuarto a medida que se iban despertando, distraído con la labor de pasar la piedra a sus aceros, suave como la caricia de un amante. Al final quedó solo con la chica a la que había cedido la cama que no usaría, Erin.

Mientras guardaba las armas en sus respectivas fundas, y volvía a ajustarse la multitud de correas y hebillas que mantenían todo en su lugar, se la quedó mirando con el ceño fruncido, ambas cejas juntas en una expresión mezcla de suspicacia e indecisión. Esta muchacha adivinó las intenciones de aquellos bastardos de negro antes que cualquiera de nosotros reaccionase ¿qué se está guardando?

Erizo suponía que los conocía de antes, o que algo le había hecho estar totalmente segura de que intentarían asaltar el carro, tal vez no la noche anterior, pero en algún momento, y si iba a viajar con los enanos quería saber que mierda se traían entre manos los encapuchados. Así que se sentó en una cama vacía, estiró las piernas cruzadas, y miró a la muchacha dormir mientras su respiración constante hacía subir y bajar su pecho, dispuesto a esperar a que se despertara para obtener respuestas.

 

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10/07/2018, 13:45
Yriel Alessar

Yriel notó cómo la joven se apoyaba en él y le miraba, regalándole además una sonrisa. Definitivamente no actuaba como otras mujeres que había conocido y ahora empezaba a darse cuenta de que él estaba actuando un poco como se hacía en las celebraciones de Viavenna con las damas. No estaba acostumbrado al mundo que había más allá de aquella fascinante ciudad, que era mucho menos artificioso. El semielfo sonrió con suavidad, disfrutando de la cercanía de ella.

- Claro, te prometí que te invitaría así que ve y pide lo que quieras. Lo de la alarma en todo caso es un buen truco para cuando se está durmiendo en una posada y hay que ser precavido. Por cierto que me encantó robarte un poco de sueño.

Le sonrió y dejó el tema de la invitación en sus manos. Un poco después miró hacia los enanos.

- No me gustó que esos hombres se marcharan a media noche. Es posible que estuvieran interesados en su cargamento. Les vendría bien por eso un poco de protección extra.

Añadió por si existía la opción de que les pagaran por el viaje.

 

Notas de juego

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10/07/2018, 14:32
[Muerto] Wülf Audersner

Wülf esbozó una media sonrisa al escuchar hablar a los enanos. Por algún motivo eran de la mejor compañía que se le ocurría, seguida por los medianos -en especial Ussia-. - Sí, este lugar es cómodo. He visitado esta posada numerosas veces en mis viajes. - Comentó el hombre con un tono agradable hacia el que había hablado. - Generalmente los lugares son agradables, el problema, en cuantiosas ocasiones, son las personas problemáticas. - Añadió con un toque elegante a pesar del veneno con el que cargaban sus palabras. Era consciente de que apenas había visto la cima de la problemática surgida la noche anterior, pero también lo era del perfil que poseían los humanos como él, llenos de odio y clasismo rancio, incapaces de ver a todo ser humano con derechos de nacimiento. Algunos eran menos, otros más; ¿para Wulf? Cada criatura estaba limitada por la muerte, y ante los ojos de tal inexorable acto, éramos de la misma condición. Daba igual cuanto rezases, odiases, amases, hicieses... Al final únicamente quedan las leyendas, los textos, las construcciones, la sabiduría que traspasarás. ¿Y ellos? Únicamente una página en algún libro de historia como uno más del rebaño esclavista, una página que el norteño esperaba que ardiese de forma candente con las décadas.

Es todo un placer, Thorskar y Therm. Espero que el viaje sea apacible para todos. - Él siguió en su infinita educación, incluso impulsada por la presencia de razas como los enanos o los medianos. Su tono era más alegre y jovial que el empleado anoche, y puede que en parte se deba al descanso, pero también a la influencia que ejercían seres que él definía como de corazón noble. Casi incapaz de salir de esa línea, a no ser que hubiese otra desafortunada interrupción, mantuvo una expresión amigable dirigida hacia ellos y el resto del grupo.

Oh, por cierto, ¿qué tal tu descanso, Gwyl? Espero que fuera reparador. Y espero que no haya que aguantar más comentarios provenientes de mentes simples. - Él comprendía lo hirientes que podían llegar a ser, sobretodo por su propia situación y las historias narradas por la herida boca de su madre. También había visto con sus ojos a los esclavos del sur, al os que juró salvar cuando era más inocente y joven, pero todavía no vio ocasión alguna. De todas formas, tras aquello, él se fue rápidamente a pedir una cerveza a la barra y volvió junto al grupo lo más rápido posible. Quedaría de pie, algo nervioso por la presencia de las gentes de anoche, y preparado por si ocurría algo. Eso sí, dejó sus maletas en el suelo y únicamente mantuvo los cinturones por si debía usar sus dagas. 

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10/07/2018, 16:02
[Abandono] Thánur Dangorín

Thánur saludó con un gesto a Thorskar, quién se incorporó pronto a la mesa. Su comentario desinteresado sobre los hombres encapuchados y el hecho que diese por sentado que todos ellos los acompañarían era exactamente lo que esperaba escuchar. Belandir, eres un viejo zorro, pensó. Las inquietudes de Therm fueron parcialmente contestadas por Yriel, quién además sacó el tema de la protección del cargamento, y contempló el diálogo pensativo Pero Thánur es aún mas viejo.

- Si pasó algo dices? No mucho, solo que los hombres salieron inmediatamente después que vieron vuestro armamento, a mitad de una noche oscura y helada. Pero porqué habrían de preocuparse, verdad? Los dos guardias que custodiaban el cargamento nos dijeron que tenían todo bajo control- contestó a Therm. Era una descripción inocente para el joven enano, pero cargada de una ironía que sabía que su padre podría percibir. Se volteó luego hacia el líder - Thorskar, me invitaste a acompañarte a mi y a mi compañero, con gusto aceptaremos. Será un placer continuar conversando con ustedes dos sobre nuestros reinos hermanos durante el viaje - dijo, aceptando la propuesta de acompañarlos pero omitiendo pronunciarse acerca del comentario Yriel sobre proteger el cargamento. - Por cierto, a qué asentamiento se dirigen? Tal vez nuestros caminos se unan más allá del paso - dijo.

Luego observó como poco a poco se sumaban alrededor de la mesa varios de los que la noche anterior habían compartido la cena con él y los saludó uno a uno. Apenas podía creer que prefiriesen estar de pie allí en lugar de sentarse a desayunar. Entonces estiró una de sus piernas para patear levemente a Ussia y le susurró - Que les dijiste para que todos quieran estar aquí?- y sonrió con complicidad debajo de su abultada barba.

Notas de juego

Me desoriento un poco con los destinatarios. En la mesa enana hay 4 lugares disponibles, ocupados originalmente por Ussia, Yriel, Wulf y Thanur. Luego Wulf va a la barra y anuncia que queda de pie y asumo que se sienta Belandir en su lugar porque es el siguiente en llegar. Es así?

Entiendo también que Wulf, Gorsha y Gwyl están de pie alrededor de la mesa, no? (es un poco extraño con tantas mesas vacías, los Wedrum se van a sentir estrellas XD). Al resto no lo copio porque Thánur no está gritando. Master, si consideras poner en copia a alguien más, por favor agrégalos. 

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10/07/2018, 16:41
[Abandono] Thánur Dangorín
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

La tirada tiene que ver con el lenguaje indirecto hacia Thorskar, dejando claro que la situación es realmente riesgosa y que él está dispuesto a acompañarlos ( a él y a su hijo). En concreto sería que el líder enano entienda que hay más para hablar que esas simples palabras, y que no lo piensa hablarlo de modo directo en esa mesa rodeado de gente.

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11/07/2018, 00:47
Erin

Erin cerró los ojos, a medida que sus miembros se iban entumeciendo, y su conciencia se fue hundiendo hasta quedar dormida.

En su sueño, estaba en uno de aquellos claros del bosque que le resultaban tan familiares, aunque allí también estaba el edificio de aquella posada. Varias enormes hogueras estaban encendidas, rodeadas de circulos trazados con pedruscos, y el resplandor hacía que las sombras bailasen una danza equívoca sobre los muros del caserón, mientras las llamaradas lamían un cielo oscuro y sin estrellas.

Entre dos de los fuegos, frente a Erin, estaban aquellos hombres vestidos de negro, aunque esta vez su jefe sostenía un escudo de color rojo.

Erin despertó con un gruñido al abrir los ojos, perlada de sudor y respirando agitadamente. Había sido uno de esos sueños desagradables de los que cuesta despegarse. Tardó unos instantes en darse cuenta de dónde estaba, y cogió aire con fuerza. Frente a ella, sentado en una cama, estaba el enorme orco que le había cedido la cama, ya vestido y (detalle de mayor importancia) armado. Soltó el aire, y se frotó la cara.

 - Buenos días, Erizo - musitó Erin. Supuso que le iba a demandar una explicación, pero, no sabiendo muy bien qué decir, se limitó a hacer una pregunta que de inmediato la hizo sentirse como una niña idiota - ¿Qué tal has dormido?

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11/07/2018, 03:40
[Muerto] Belandir

Belandir solo saludo con la mirada a Wedrun, un gesto lento y preciso que coloraba un pequeño tinte de etiqueta para luego ordenar un abundante desayuno y comenzar a preparar su pipa para la primera cata de tabaco mezclado de forma precisa con la hierba que le había comprado la mediana la noche anterior, todo en total silencio y con su característica expresión sombría.

Una vez lista la pipa, el guerrero enano la enciende para dar una enorme calada a aquel humo que emitía un aroma bastante agradable al momento de salir de los túneles pulmonares del enano al mismo tiempo que sus negros e inertes ojos comenzaron con una lenta y serena marcha hacia el resto de los individuos, evaluándolos por primera vez, sin emitir juicio alguno, solo una oscura tranquilidad que era abrazada por el espeso humo que Belandir generaba a su alrededor.

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11/07/2018, 11:19
Ussia

Obviamente, no era la única preocupada por la aparición de los hombres de negro, aunque era de agradecer que nada malo hubiese ocurrido durante la noche. 

- Therm nos invitó a todos los de la mesa de ayer a acompañarles, ya que vamos a cruzar todos el paso igualmente - explicó la mediana pacientemente al todavía soñoliento Wülf. 

Hizo una pausa para saludar a Belandir con respeto cuando éste pasó por su lado haciendo un gesto con la cabeza. Había achacado parte su gesto sombrío al cansancio del camino de la noche anterior, pero por lo visto el enano tenía ese carácter de por sí. Una parte de ella deseaba que esta vez se debiese al cansancio de nada más despertarse, pero otra estaba segura de que no le iba a ver hablar mucho más que anoche.

- Sí, realmente es un sitio muy cómodo. Temo que lo echaré de menos más adelante. - respondió a Therm. 

Luego torció un poco el gesto, pero dejó que Thánur respondiera. Tampoco sabía qué explicarles exactamente. Se habían dejado llevar por simples sospechas, que tal vez no estaban muy alejadas de la verdad, pero tampoco tenían pruebas para corroborarlas.

- Yo soy Ussia, comerciante. Creo que no nos llegamos a presentar ayer. - respondió a Throskar, sonriente.

Luego Gwyl llegó con tal energía a la mesa, que Ussia se sintió mareada. Necesitaba al menos una hora para despertarse del todo, pero estaba claro que la humana la iba a despertar antes. Aunque por lo menos parecía más alegre que durante la noche, y con eso le valía. No había caído antes, pero la humana le recordaba a cierta compañera de viajes que tuvo haría un par de años. Tan vivaracha, tan alegre y a la vez tan... Ussia no sabría describirla, pero un trovador de una taberna la definió como "fuego danzante", y no se alejaba demasiado de la realidad, ni de cómo era Gwyl.

Echó un vistazo a Yriel y luego a ella, curiosa. Algo había pasado aquella noche, y tenía que haber sido muy bueno como para que le debiera un desayuno. "Yo también quiero..." pensó, echando un vistazo de reojo a Wülf. No había hecho nada para merecerlo, pero un desayuno regalado siempre alegraba el día. "Así hay más dinero para un segundo desayuno" sonrió, pensando en qué podría llevarse para almorzar más tarde.

- Sí, no estaría mal tener algo más de protección, por si acaso. Gorsha, nos vendrán muy bien tus músculos. - sonrió a la enorme orca, sin poder evitar echar un vistazo rápido a los que tenía a la vista. Demasiados músculos y demasiado grandes. Sí, perfectos para proteger. Había pasado por alto las intenciones de Yriel, aunque con Gorsha ofreciendo gratis sus servicios, poca oferta había mejorable. Luego sonrió al oír a Thánur susurrando a su lado y le respondió en el mismo tono.

- ¿No te enteraste ayer? Therm invitó a toda la mesa a acompañarles por el paso. Aunque no esperaba que todos tuviesen tantas ganas de venir - se encogió de hombros, echando un vistazo a sus nuevos compañeros de viaje. A pesar de que todavía faltaban algunos por llegar, estaba segura de que decidirían unirse finalmente.

Era mucho más un grupo de aventureros que una cuadrilla de comerciantes, pero se sentía conforme con ellos. Tal vez con su ayuda pudiera encontrar su carromato. Tal vez podrían viajar juntos por toda la región... O por todo el mundo. Quién sabe hasta dónde podría llegar con semejante grupo. A Ussia le gustaba realmente conocer gente amable con la que compartir camino, aunque luego era algo triste cuando tenían que separarse. Su mirada se paseó tranquila por la posada, intentando recordar los detalles de ese momento, y esperando que llegasen los demás. Mas cuando pasó por la zona de la barra, le dio un vuelco el corazón y volvió a fijar la vista sobre la mesa. Miró a Thánur, entre confundida y preocupada y volvió a susurrarle.

- Se me ha olvidado decírselo a la elfa... Como se entere me mata. Aunque tampoco estoy segura de que quiera acompañarnos ni de que quieran que les acompañe...

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11/07/2018, 14:21
[Muerto] Erizo

Erizo alzó una ceja ante la pregunta, pero luego sonrió, estirándose apoyado en los talones y la cabeza, haciendo crujir todas las articulaciones.

—Dormí excelente, como en un suelo de plumas. Justo lo que necesita este cuerpo viejo. ¿Viajarás con nosotros y los enanos esta mañana? —le respondió—. Pregunto porque es posible que vuelvan a aparecer tus conocidos, los pintorescos encapuchados de negro, y quieran armar una linda fiesta. De esas que no le permiten a uno recuperarse de la resaca.

—Ayer parecías segura que iban a por los enanos, y te creí. Aún te sigo creyendo, porque se me erizan los pelos de la nuca cuando pienso en ellos desapareciendo en la noche, pero no se como mierda lo sabías —añadió en tono más amable —. Todo el mundo tiene sus secretos, muchacha, ¿y quien soy yo para juzgar lo que otro se guarda? Solo quería saber si tienes algún dato que ayude a mi cuchillo a enterrarse en su corazón, antes que ellos me rajen la garganta.

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11/07/2018, 23:05
Erin

 - Sí - respondió tajante, antes de meditar siquiera en todo lo que implicaba su decisión.

Por algún motivo, se sentía responsable de lo que les ocurriera a aquellos enanos. Además, le agradaba la compañía de los viajeros que había conocido: especialmente de Erizo y de aquella chica de piel oscura.

Y allí estaba, la explicación que sabía que le iban a pedir. ¿Qué podía decir?  Lo mejor era restarle importancia a lo que había ocurrido la víspera.

 - Intuición femenina - contestó con una sonrisa y un encogimiento de sus hombros flacuchos - A ver, era obvio que estaban muy interesados en los enanos; y a cualquiera le daban mala espina unos tipos con ese aspecto: tú mismo dices que te ponían los pelos de punta, y no pareces de los que se asustan con facilidad. Descuida: no dejaré de decirte lo que averigüe sobre ellos, si volvemos a encontrarnos con ellos - añadió fijando sus desiguales ojos en los del orco - Te lo prometo.

En la mente de Erin cobró vida la imagen del grueso cuchillo del orco clavándose hasta el guardamonte en el pecho de otro guerrero, y de sus manos, grandes y nervudas, cubiertas de sangre hasta sus enormes antebrazos, mientras su adversario boqueaba esputando el contenido oscuro y espeso de sus arterias. Extrañamente, aquella visión no le resultó desagradable en absoluto; lo cual era un alivio, porque se moría de ganas de desayunar.

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12/07/2018, 01:15
Thorskar Wedrun

Los dos enanos saludaron también a Gorsha cuando la orca se acercó a la mesa, uniéndose al resto. Thorskar se rió ante la jovialidad con que esta hizo su tentador ofrecimiento. Luego fue Gwyl la que, tras hablar con Flint, completó el grupo, al menos por el momento, ya que Erizo y Erin todavía no bajaban, y Syndra iba a la suya - Un placer igualmente, Gwyl - dijo sonriendo también por la presentación de la muchacha - En efecto, anoche yo hablé con Thánur y mi hijo lo hizo con ¿Ussia? Un placer de nuevo. La propuesta de compartir el camino iba en serio, así que no veo porqué no podrían acompañarnos todos.

Entonces se giró hacia Yriel al escuchar sus palabras, la sonrisa del enano disminuyó un poco pero su tono seguía siendo afable - Joven, ya solo lo que se dice de los enanos hace que siempre que uno de nuestros comerciantes esté de viaje todos los ojos se centren en él. No se preocupe, confío en los guerreros de mi clan - dijo, delcinando cortesmente la propuesta.

Luego se giró hacia Thánur, el último en hablar - Sois más que bienvenidos, seguro que sentados en el pescante de nuestro carro podremos compartir vivencias e información - dedicándole una mirada al venerable enano para indicarle que había entendido. Luego respondió a la pregunta sobre el lugar al que iban - La verdad, no tenemos una dirección concreta. Buscamos comerciar y para ello nos vale cualquiera de los pequeños reyes que nos encontremos por la región. Los más cercanos al Paso son los reinos de Penda, Odrin y Cregan - Thorskar se pasó la mano por la barba, un gesto bastante común entre los enanos cuando se ponían pensativos o trataban de recordar algo - La información que llega del norte hay que tomarla con cautela en el mejor de los casos, pero ha llegado a mis oídos que el año pasado el reino de Odrin se hizo con varias tierras de sus vecinos tras vencerlos, así que lo más probable es que este año los otros dos reinos se unan para recuperar lo perdido, y volver a una situación de equilibrio - así había sido el Norte durante cientos de años, la razón de que año tras año se produjeran guerras y nunca nadie consiguiera imponerse sobre el resto. Antiguas rencillas y feudos familiares se consevaban de un año para otro, creando nuevos cuando se resolvían, por lo que la situación podía compararse con la de la serpiente que se muerde su propia cola - En cuanto al territorio de más allá, no hemos conseguido averiguar nada.

El enano se levantó de la mesa, poniendo la mano sobre el hombro de su hijo, que hizo lo mismo - Bien, nosotros hemos acabado aquí, y está claro que necesitan más espacio en la mesa, así que, con permiso, saldremos fuera a ultimar los preparativos para qu podamos partir cuando salgan. Caballeros, señoritas, - se despidieron padre e hijo - hasta pronto - dijeron mientras se dirigían hacia la puerta, antes de desaparecer tras la misma y salir al exterior.

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12/07/2018, 01:56
Aelirenn Feiniel

La elfa terminó de buscar en su cinturón, sacó una pieza de plata de un pequeño saquito de cuero, y lo dejó sobre la barra, empujándolo hacia Flint con el dedo. Al ver que Syndra le seguía hablando, se giró de nuevo hacia la sombría, aparentemente inmune al tono que esta tendía a emplear con aquellos que la complacían - Gracias. Pero ya he comido - respondió, no de manera brusca pero tampoco con un tono que pudiera interpretarse como amigable. Sonaba a alguien resignado ante el hecho de tener que interactuar con otra gente.

La pelirroja desvió la mirada hacía su broche, y luego de nuevo hacia Syndra - Algo así. Voy a donde me lleve un rastro. Si me disculpas - la silvana se levantó del taburete, se ajustó el cinturón y la capa, cogió su equipo del suelo, poniéndose un carcaj lleno y un arco largo a la espalda, y una espada al cinto, y dio dos pasos a hacia la puerta. Entonces se detuvo, y se giró hacia Syndra por última vez - Buen viaje - dijo, con cierta turbación, como si no estuviera acostumbrada a tratar con otros y hasta las fórmulas más básicas de educación fueran algo que le costara. Luego, se puso la capucha y salió de la posada.

Notas de juego

Toma pifia xD

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12/07/2018, 02:08
Narrador

Los dos enanos con los que conversaba el grupo de aventureros se despidieron de ellos y salieron del local. Algo similar hizo la elfa con la que Syndra había tratado de hablar, aunque la silvana no parecía muy por la labor. Finalmente, esta se levantó, recogió sus cosas -un carcaj y un arco largo a su espalda, una espada al cinto-, se giró para decirle unas últimas palabras a la sombría, y luego se puso la capucha de su capa y salió también del lugar.

En el salón tan solo quedaron el hombre de la túnica y el joven que lo acompañaba, que seguían desayunando con calma, los Gorriones, recién servidos por las hijas de Flint, y los propios aventureros. El muchacho lucerano, Óscar, se puso a barrer el suelo, mientras que una de las gemelas se metió en la cocina, cargada de platos sucios. Flint seguía tras la barra, haciendo cuentas y preparando varios sacos con provisiones para viaje. La otra de las rubias, se encaminó hacia la mesa que ocupaba el otro grupo, que contaba con algo más de espacio tras la partida de los enanos.

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12/07/2018, 02:16
Flint Gunder

Mientras preparaba los sacos y iba apuntando números en su pesado libro de contabilidad, Flint vio que Syndra era la única que quedaba sobre la barra pero que nadie la había atendido aún, de modo que se acercó a ella - ¿Puedo ayudaros, señora? Querréis algo para desayunar, me imagino - propuso con su inquebrantable sonrisa.

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12/07/2018, 02:18
Terah

La rubia se acercó a la mesa a la que estaba reunido el otro gran grupo de clientes, dispuesta a atenderlos ahora que había acabado de hacerlo con los mercenarios - ¡Buenos días! - saludó sonriente - ¡Querréis un buen desayuno, supongo! Esta mañana tenemos huevos rotos con tiras de panceta, no es que sea alta cocina precisamente pero sin duda no hay nada mejor para empezar el día con energía. ¡Y la necesitaréis para cruzar el Paso! - la muchacha puso los brazos en jarras, esperando a ver que pedían los aventureros.