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Crónicas Giovanni I- La última cena

Capítulo II- Escena 1- El interrogatorio

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22/01/2015, 16:27
Director

Roderigo os saca de la casa, mientras oís claramente como uno de los soldados informa a Hardestadt que Giovanni ha huido. Os introducen en uno de los mismos grandes carruajes empleados para llevaros a aquella mansión, no así ni a Lucien ni a Alicia, los cuales no salen con vosotros ni les montan en aquel carruaje. Esta vez cierra los pesados postigos, y queda claro que el carruaje está especialmente preparado para que ni un rayo de sol penetre en su interior.

 Me temo que este viaje no será tan cómodo como el primero

Buena parte de la noche y el día siguiente sufrís el continuo traqueteo del largo e incómodo viaje. 

Como precaución adicional, Hardestadt sitúa a tres de sus soldados en el vehículo. Cada uno de ellos tiene instrucciones de eliminar a los otros en cuanto intenten hacer algo contrario a las órdenes. Y una precaución más: los soldados están provistos de “varas de sangrado”, bastones de metal de metro y medio terminados en una afilada cuchilla.

Así pues, os encontráis en un estado de medio adormecimiento y con una sensación de debilidad y malestar general pero no impedidos de hablar con los soldados que os vigilan. 

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22/01/2015, 16:43
Mabuz MacColl

Encadenado y sacado cual criminal de la casa de Giovanni, Mabuz es conducido con el resto hacia los carruajes. Antes de entrar mira hacia atrás, donde queda el lugar que como les anunció Sir Lothar ha cambiado sus vidas...maldito él, su señor y los demonios lunáticos que les habían hecho o que quiera que fuese.

Dentro la oscuridad es total, lo cual no ayuda a tranquilizarle si no todo lo contrario. El viaje es más movido que el que les trajo, al parecer ya no les tienen los mismos miramientos o hay prisa por llegar a algún sitio. Al final consigue quedarse dormido pero es un sueño raro, una especie de vigilia larga que lo mantiene en un estado de sopor en el que percibe cosas pero no es capaz de reaccionar.

Tras lo que parecen días o semanas recupera la consciencia completamente y los sentidos pero algo en su interior se agita. Su cuerpo tiene hambre y sed, parecería que no ha comido o bebido en un mes pero la noche anterior el fue de lo que si probaron los platos ¿cómo puedes tener esa necesidad? Es más, su cuerpo no ha tenido necesidad de orinar o defecar.

Aún imaginándose que esos soldados no les van a hacer caso, decide que su situación ya es lo suficientemente deprimente y denigrante como para no pedir alimento por orgullo.

- Disculpad, necesito beber ¿tenéis agua? ¿Vamos a parar para estirar un poco las piernas y aligerarnos?

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22/01/2015, 17:22
Ewald Jan Eggenberg

Ocultando su vil aspecto tras una amplia capa que le cubre incluso el rostro, Ewald se mantiene en una esquina del carruaje en silencio intentando escuchar palabras de los soldados. Al menos en aquella oscuridad no tendría que ver las miradas de asco, miedo o compasión del resto; en esa oscuridad al menos podría pensar que iba a ser de él: El veneno no le había matado, pero había arruinado su vida por completo, ¿su vida? aquello no era vida.

Para mayor sufrimiento en su interior notaba un hambre desconocida, nada que hubiera comido anterioridad podría saciar aquel hambre, aquella hambre era distinta. Escuchó las palabras de un compañero de cautiverio y medio sonrió:

- Amigo, creo que somos las cabezas de turco de alguién, no nos darán nada, por fortuna nos espera en breve el fínal.

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22/01/2015, 17:23
Carlos Larraz

Carlos siempre intentaba decir algo, incluso en sus estudios siempre murmura para si mismo, subvocalizando las escrituras en latín o cualquier otro idioma.

Ahora no tiene animos, no tiene nada de que hablar. Y es porque, con las prisas del combate, habia algo que no habia caido en cuenta.
"No está. Ya no" repite en voz muy baja, con el rostro agachado y la mirada perdida en el suelo

Es su corazón. Los apretados grilletes deberían de hacer que el pulso se notase bien fuerte, mas no es el caso. Creía que algún milagro nos había salvado del desangramiento... pero parece que no es así. 

"Sin mi corazón ¿Que ha sido de mi? ¿Mi alma, mi vida? ¿Que somos ahora?" pienso. Me temo que la situación de Ewald simplemente está más a flor de piel que la del resto. Y quizá el resto pronto nos veamos como él.

 

En un momento, con una mirada vacía, casi perdida, le pregunto en tono de súplica a los guardias "¿Donde nos llevais?"

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22/01/2015, 18:34
Imara

Imara se sentia sumida en la depresion del momento, habia sido muy tonto de ella haber esperado un mejor comportamiento de quienes invaden un castillo. Le empezaba a dolor que no viera a Alicia y al hombre callado con ellos, porque eso solo podia significar que se encontraban muertos.

"Que paso con la mujer y el hombre trataron de escapar?" pregunto a los guardias "A quienes trate de ayudar para que se rindieran como el resto." Queria estar complemente segura de su posible final, aun debia estar la posibilidad que los pusieran en otro lado luego de curar sus heridas.

Cuando Mabuz pidio agua, fue cuando se dio cuenta que se encontraba hambrienta y al mismo tiempo cansada, aunque le habia parecido que habia comido suficiente antes de que ocurrira ese funesto ritual de parte de sus anfitriones. Por otro lado miraba con temor hacia donde se encontraba el señor Ewald, su cambio tan dramastico la habia sorprendido bastante cuando los juntaron incluso hizo un esfuerzo para alejarse de él. Aunque ahora se encontraba avergonzada por esa actitud.

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22/01/2015, 21:52
Maeve Woden

-No os preocupéis, señor Roderigo -le respondí cuando el hombre hizo aquel comentario sobre el viaje-, peor que el mío y de Katia seguro que no es...

Al subir al carruaje vi que algunos se apartaban ligeramente de Ewald, así que me senté a su lado sin ningún problema. Había hablado y había demostrado que era el mismo de siempre así que su aspecto físico poco me importaba. Imaginaba lo que debía estar sufriendo internamente... Sin embargo no hablé. Sólo pensaba.

Mi mente daba frenéticas vueltas, una detrás de otra, una detrás de otra. Yo quería ser alquimista. Cuando era pequeña, allí en el Castillo de Inverness, estudiaba duramente todos los días para ello, era mi sueño... Luego, cuando llegaron los hombres del Norte, pensé que mi vida no podría ir peor... pero lo fue. Y luego fue a mejor. Cambió radicalmente mi modo de ver el mundo, mi forma de vida, incluso mi familia. Ahora mi familia era un jarl. Un jarl y todo su pueblo. Y pensaba que aquello era el cambio más radical que podría dar mi vida. 

Pero me equivocaba.

Me equivocaba totalmente. Aquello era peor. Mucho peor. Las leyendas... las leyendas de los pueblos del Norte daban vueltas y vueltas por mi mente... no eran leyendas. Era real. No podía creerlo, pero debía hacerlo. Nunca había sido una persona de mente cerrada, pero aquello era demasiado... Y sin embargo, ahí estábamos. 

Escuchaba vagamente las preguntas y peticiones de mis compañeros. Pero mi mente estaba en otro lado en aquellos momentos. Lo éramos. La sed que sentía en aquellos momentos, lo que mis compañeros decían, sus rostros, el cambio de Ewald, mis sentidos agudizados de pronto, la oscuridad que ya no me molestaba... Lo éramos, estaba claro. 

Pero aún así... no. No podía ser cierto. Todos mis planes, toda mi vida... Thorgrimr... Eoin... todo aquello me sobrepasaba. No podía ser cierto. Y ahora ¿qué les diría? No, ni siquiera eso... ¿podría... podría ir a verlos? ¿Así? ¿Tal y como era ahora? ¿Me aceptarían?

No lo sabía.

Sí. Puede.

No. Seguro que no... Eoin... bueno, quizá entendiera algo. Pero Thorgrimr... ¿Sí? ¿No? No lo sabía... Ahora mismo, lo único que sentía y tenía en mi cabeza era incertidumbre. Pura, absoluta y negra incertidumbre...

Porque estaba claro. Sólo una palabra me vino a la cabeza y sólo una palabra pronunciaron mis labios; sincera, clara y alta:

-Draugr*.

Notas de juego

*No sé si debería explicar lo que significa esto o dejarlo así a ver si algún Pj o PNj me pregunta... XD

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22/01/2015, 22:25
Damir

Le trato es tal cuales animales los trasladan al zoo o a una casa de sacrificios, malos derroteros empieza a tomar esto, no se si ha sido buena idea el habernos rendido. Es mejor morir peleando que no sacrificado y encadenado. Muchos baivenes, el carromato no para de tambalearse, estoy débil, cansado y con sueño, como el viaje dure mucho no hará falta ni sacrificarme, moriré ahí dentro. Por ahí una voz pide agua la verdad es que estoy muerto de sed y de hambre, lo cual aumenta las posibilidades de perecer en breves instantes, salvo que.... me empiece a comer a los demás... seria capaz de comer carne humana? sere capar de incarcale el diente a un ser vivo y comérmelo crudo¿?...sino como moriré igualmente Reconoci la voz de carlos diciendo

Cita:

"Sin mi corazón ¿Que ha sido de mi? ¿Mi alma, mi vida? ¿Que somos ahora?"

, intente dejar de respirar para sentir como mi corazón se aceleraría pero...Que pasa aquí, intento sentir mi corazón, dejo de respirar y no me ahogo, no me asfixio, estoy muerto ya? ¿Que clase de maldición ha caído sobre nosotros....?

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23/01/2015, 15:41
Temujin

Manso cual res apaleada, el extraño personaje cuyo origen era más misterioso que el propio destino se dejaba llevar, no parecía tener miedo, no parecía sentir rencor y seguro que no parecía estar siquiera vivo, solo un lastre carnoso cuyo único interés era desvelar las dudas de un entramado mundo que creía conocer. Su mirada deambulaba una vez más como la de un niño de apenas un año de vida, como si todo fuera nuevo y de todo pudiera aprender. En efecto todo parecía diferente a su alrededor, cuando en realidad era su interior lo que había cambiado drásticamente. En su desbordada curiosidad, llamó enormemente su atención aquella delgada línea de luz que bordeaba las compuertas de las ventanas, diseñadas precisamente para evitar su intrusión. ¿Puedo ver el sol? Sus ganas aumentaban con fuerza ante un temor innato de su durmiente corazón, pero consciente que no era de ese banal músculo el verdadero origen de ese miedo. Esa sensación era tan potente como cuando uno se asoma por un enorme precipicio. Serian esas ganas de saltar las que provocan el vértigo, las consecuencias, fuera lo que fuera, sus manos se dirigían a la ventana lentamente, presas de un deseo incapaz de controlar.

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24/01/2015, 02:45
Águeda Valverde

Con la cabeza gacha, había seguido el camino que nos obligaban a tomar en dirección al carruaje. Hasta éste había cambiado.

El traqueteo y la situación en sí, hacían que casi pudiese ponerme en lugar de Moisés cuando cruzó el desierto. No entendía el por qué, pero mi cuerpo no parecía ser mío. Aquel cansancio y malestar no eran normales. Había sido una noche traumática pero aún así... ¿Acaso me estaba sentando mal la cena?... O... ¿había sido aquello? Tragué saliva y me relamí, recordando el sabor metálico que había inundado mi boca cuando creí morir. ¿Por qué tenía tanta hambre?
Las leyendas de las que había hablado Maeve, y las palabras de los documentos que yo misma había leído tiempo atrás aparecieron en mi mente, haciendo que mi malestar aumentase.

Con uno de los vaivenes del carruaje, cerré los ojos brevemente y apoyé mi mano en la pared del carruaje, buscando apoyo.

- ¿Qué es eso? -Pregunté cuando la norteña dijo aquella palabra en su extraña lengua. Tenía que distraerme con algo. Tenía que apartar mi mente de mi malestar y... del curso que mis propios pensamientos estaban tomando.

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25/01/2015, 19:35
Director

A pesar de vuestras preguntas, los guardias no hacen ningún amago por contestaros, todo lo contrario, os ignoran completamente. 

El viaje continúa, agitado y agobiante para todos vosotros. Finalmente, los vehículos se detienen en la parte trasera de una pequeña y retorcida fortaleza aferrada a una abrupta ladera. 

Aún seguís desorientados cuando los guardias abren las puertas de vuestro carruaje y os comienzan a sacar uno a uno a fuera. Una docena de ellos con antorchas os escoltan hacia el interior de la misma. Tras caminar unos pocos pasos, comenzáis a bajar por una estrecha escalera colgante que bajaa a los más profundos niveles de la estructura. Observados por Hardestadt y una mujer que no sabéis quien es, los guardias os dejan en una gran celda sin ventilación, cubierta de paja podrida y heces casi petrificadas.

Tras ser encadenados a la pared y despojados de cualquier objeto que pudierais llevar encima, os abandonan allí donde pasan las horas y la mañana da paso al mediodía y este a la tarde hasta llegar de nuevo la noche. ¿Que será de vosotros? Es lo único que podéis preguntaros.

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25/01/2015, 19:45
Hardestadt

De pronto, la puerta se abre con violencia y Hardestadt entra pomposamente en la celda y os examina. Se inclina con ironía y habla

Bueno, bueno, bueno... he aquí los grandes conspiradores. No viviréis para tramar nada más contra vuestros superiores. El castigo por vuestro crimen contra las Tradiciones de Caín es una muerte lenta y dolorosa a la luz del sol... Pero si contestáis con sinceridad a mis preguntas, os puedo prometer una muerte rápida y sin dolor: una oferta realmente admirable, que os sugiero aceptéis.

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25/01/2015, 21:07
Maeve Woden

Miro con gravedad a Águeda, sopesando mi respuesta...
- Eso, amiga mía - respondí finalmente, sin demasiadas ganas de hablar- es lo que somos nosotros ahora.

Notas de juego

Perdonad el post tan escueto, estoy desde el móvil y me cuesta mucho. Mañana cuando coja el ordenador contesto a lo de la celda y a Hardestadt.

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25/01/2015, 21:51
Mabuz MacColl

Mabuz observa a Hardestadt cuando aparece; algo dentro de él le está enfureciendo, se siente lleno de ira...una ira casi irracional y tiene que hacer acopio de voluntad para poder hablar con respeto a su captor.

- Mi señor, habéis cometido un malentendido probablemente fomentado por ese tal Giovanni. Nosotros fuimos engañados, recibimos una invitación para una cena su casa y lo que hemos conseguido es que nos sometan a prueba peligrosas y denigrantes, nos desangren casi hasta la muerte y ahora vos nos apreséis - expone de forma abreviada para no dar excesivos detalles. Roderigo puede confirmar nuestra versión pues él nos llevó desde la posada en que se nos citó hasta la mansión de Giovanni.

Notas de juego

Han pasado 2 noches, tenemos 0 de sangre O_O

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26/01/2015, 00:58
Damir

Notas de juego

Con la ficha al pie de la letra hasta con 2 puntos de sangre, debería de haber entrado en frenesí..., de echo no habría problema máster en materializar esos frenesis y que salgan a la luz algún rasgo físico...

Perdonar he estado muy liado, mañana posteo desde el pc

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26/01/2015, 02:47
Carlos Larraz

El sol me molesta... es más, hasta me duele. Durante las horas del dia siento una mezcla insufrible: Un sopor, una culpabilidad, unos murmullos crueles a mi consciencia... y sed ¡Vaya sed! Una como nunca antes habia conocido. De vez en cuando, en silencio, he mirado a mis compañeros. Quizá si estos grilletes no nos inmobilizasen, esta... bestia, habría hecho que nos revolviesemos los unos contra los otros.

Entonces entró el señor del castillo. Y nos dijo algo que me dejó más estupefacto. Intenté responder con un hilo de voz, plantando cara al hambre, al dolor, y a la agonia

"Mi señor, escuche a nuestro compañero de barbas rojas"

"No somos conspiradores de ningún tipo, más que eso, somos victimas, que apenas nos conocemos de dos dias, situadas entre dos fuegos, y al menos por mi parte, no conozco a más Caín que el de la sagrada Biblia, no conozco ni las leyes ni normas ni tradiciones de ningún Rey Caín"

"Más, lo que si se, es que Giovanni nos traicionó, a todos nosotros. Y haría cualquier cosa con tal de verle caer como se merece"

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26/01/2015, 11:48
Damir

Cada vez la sed va en aumento, empiezo a sentirme raro, ese no es mi cuerpo, me cuesta dominar una serie de impulsos difíciles de describir, los cuales hasta hace unos días, me hubiese sido imposible imaginar el tener esos impulsos o deseos.

Necesito comer, necesito beber, necesito alimentarme, ronda por mi cabeza una y otra vez, cuando me iba de caza podía pasar días enteros sin comer nada perfectamente, pero esta vez no, necesito alimentarme si o si, me entran ganas de hasta matar por beber.

Juraría que tengo fiebre, sudores fríos, color palido, mal estar...

Luego el tío este, con sus amenazas...Les están diciendo la verdad, hace días recibimos una invitacion de Giovanni, nos escribió diciendo que una carroza vendría a buscarnos... entre sollozos sigo nos llevo por separado a una posada ubicada en medio de ningún lugar y luego nos recogió en grupo....necesito agua por favor, luego aparecimos en la mansión de maldito mal nacido, dios desearía matarte con mis manos Giovanni, ahí estaban rodeado de Lady Dimitria y muchos mas barones... estaban de celebración, por alguna traición o algo así.....Aguaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa por favor

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26/01/2015, 13:38
Carlos Larraz

Mi voz es un grajeo. Algo que apenas parece humano ya. Me da incluso miedo la posibilidad de ver mi reflejo en algún espejo de latón, pues me adivino ya como un resto arrugado. Pero lo peor es el monstruo de la sed. Estoy teniendo pensamientos demasiado crueles, demasiado inhumanos...

¡Por los mismos cielos! ¿Es la sangre dentro de mis compañeros lo que estoy OLIENDO? ¿Y como es que la estoy encontrando TAN apetitosa?

"C...confesión" suplico agitado "¡Confesión!" repito, agitando mis grilletes, con los ojos enrojecidos al punto de llorar.

En mi inquietud, ni siquiera caigo en cuenta ¿Muerte al sol? ¿Condenados a secarnos en un desierto? ¡Ni el turco es tan cruel!

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26/01/2015, 15:06
Ewald Jan Eggenberg

Ewald se mantiene en silencio lo más retirado que le permiten las cadenas. Intenta mantenerse distanciado de la conversación pero no puede evitar asentir a la exigencia de Hardestadt.

Hará lo que le pidan con tal de encontrar a la bruja que le había hecho esto, incluso necesitaba vengarse del anfitrión que había organizado aquello. ¿En qué hora desoyó las advertencias de aquel monje...?. Ahora se encontraba con un hambre antinatural, tenía hambre y sed pero era consciente de que nada de lo habitual le podría saciar. Cada vez que un soldado se acercaba a los barrotes notaba que justo era eso lo que él deseaba; incluso el contenido de las ratas era más atrayente que las habituales viandas.

Con un susurro de voz, desde la esquina en la que se encontraba ocultando su rostro entre las manos, cansado de lamentar su infortunio, se irguió y esperó a que el resto respondieran para replicar al hombre:

- Somos sus prisioneros, sus traidores son nuestros traidores, si eso no le vale para asegurar la máxima de las  sinceridades...- Con gesto de resignación- Por mi parte agradeceré que tras ello cumpla con su palabra y termine con esta tortura...

 

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26/01/2015, 15:47
Imara

Imara se sentia demasiado intranquila como nunca en su vida. La situación iba empeoran con el paso del tiempo y su creencia en un trato justo por parte de Hardestadt iba achicándose junto al tiempo que escuchaba sus palabras. Pero eso esta lejos de ser lo peor, habia algo que nunca habia sentido en su vida que se agitaba con furia en su interior. Sin saber como connovicia que se encontraba con hambre y la hacia sentirse a ella también con hambre, aunque en vez de hacerle desear pan o agua le hacia mirar a sus compañeros de celda y a los guardias que pasaba, queriéndola tentar a que recurra al canibalismo al parecer.

Pero Imara se esforzaba bastante para no dejarse llevar, creyendo que esto era parte de lo que le hicieron en el castillo aunque no terminaba de comprender como lo habían hecho.

“Cual son sus preguntas?” pregunto ignorando la amenaza de su muerte, en parte porque ya estaba cansada de rogar por su vida. Deseaba irse escaparse de ese lugar y alimentarse.

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26/01/2015, 17:20
Maeve Woden

Draugr... aquella palabra no hacía más que rondar por mi mente, volviendo cada vez más sombríos mi humor y mi rostro.

-Draugr... bebedores de sangre... en vuestro idioma... vampiros -musité al escuchar todos los comentarios de mis compañeros; no sabía si me habían escuchado o no, pero me dio igual, continué hablando- aceptadlo de una vez. Ya no somos humanos, nos han hecho convertirnos en aquello que sólo algunos conocíamos y sólo por leyendas... Damir, el agua no va a volver a saciar tu sed, hazte a la idea. Carlos, deja de suplicar esa confesión tuya tan lastimeramente, ¿dónde ha quedado el bravo hombre dispuesto a defender a sus compañeros incluso con un cuchillo de cocina? Tu cielo, al igual que a mí el Valhalla, ya te ha sido negado así que no sigas y abre los ojos de una vez. Por mi parte -continué aquella vez, sosteniendo la mirada de lord Hardestadt-, ruego me disculpéis si incurro en alguna falta de respeto hacia vos pues ni vuestro idioma ni vuestras costumbres conozco demasiado, pero me gustaría explicároslo todo con claridad: como dicen mis compañeros, fuimos engañados por Giovanni y su séquito; en mi caso, una invitación a una cena de un hombre importante no era tan extraña puesto que explorar estas tierras y conseguir alianzas para mi marido Thorgrimr, el jarl de Ribe, son mi cometido aquí. Pero cuál no fue mi sorpresa cuando descubrí, no sólo que no se me permitió volver la noche anterior para dejar órdenes a mis hombres y se me secuestró junto a Katia aquí presente, sino que precisamente se nos había invitado como plato principal de esa cena. De hecho, creo que debemos agradeceros a vos la suerte, o la desgracia, según se mire, de estar en el aquí y el ahora pues, de no ser por la alarma de vuestra llegada que hizo que como plan improvisado nos convirtieran en esto que somos ahora para distraeros, estaríamos todos muertos y desangrados. Así que por mi parte, os doy las gracias y os ofrezco mis servicios en compensación por las molestias causadas, si finalmente decidís no exponernos a la luz del sol.

Que nosotros nos empeñábamos en que no éramos traidores ya estaba claro. Sin embargo, esperaba que con la extensa pero contundente explicación, las dudas del hombre que había frente a nosotros se disiparan, si bien no por completo, al menos en parte.