Partida Rol por web

El día transcurre sin altibajos y el llegar de una nueva noche lleva consigo la magia que nuevamente anima tu cuerpo. Te levantas de la cama. Estás en una de las cámaras del Monasterio Negro listo para continuar con tu misión.

Sales de tu cámara a investigar un poco mejor el lugar. El monasterio es bastante grande, des de algunas de las ventanas apuntadas de los pasillos laterales ves dos pequeñas edificaciones exteriores independientes: una parece una capilla antigua y la otra son sin duda los establos.

Aunque las salas y habitaciones que recorres cerca de tu dormitorio han sido reamuebladas para hacerlas habitables, varios lugares siguen siendo espartanos como en los tiempos de los agustinos. Además, hay muchas zonas sin iluminación.

Unos pasos te ponen en alerta. Al fondo del corredor, la silueta de Lady Meridie coincide contigo por casualidad; dirías que se dirigía a algún sitio con su paso siempre altivo y diligente. Tu en cambio, sin quererlo quizás, dabas la sensación de estar excesivamente tenso.

Aún seguía envuelto en aquella pesadilla, buscándola un sentido y un motivo “¿Acaso es una premonición?” Descarte esa idea, no era da de esos que creen en esas estupideces. Entonces en el pasillo percibí unos pasos al fondo una silueta, depues de un par de segundos pude comprobar que era de Lady Meridie, parecía ir a algún lado. Como tantos de los suyos andaba altivamente. Los nobles no me agradaban ni vivos ni muertos, pero ahora era un invitado por lo que debía ser lo más educado posible.

Buenas noches My Lady ¿Dando un paseo? Pregunte para abrir la conversación, siendo yo eso era todo un acto caballeroso.

Al levantarme tomo unos minutos en poner en  orden mis ideas y decidir cual sera mi siguiente paso .Si , debo de volver a hablar con ella y pedir que me explique que me enseñe ...pero antes debo de hablar con el resto del grupo.

- Buenas noches. Señor...ummm me tendrá que disculpar, no recuerdo del todo su nombre.

Dijo Meridie alegre tras un breve ademán de saludo formal.
 
 

“¿Señor?” Debía ser su manera de expresarse cortésmente, dado que no era ni de lejos uno de esos estirados.

Perdóneme a mí, mi nombre es Jäger, pero no soy ningún señor My Lady.  Conteste a la dama, no había que ser descortés con una de los anfitriones. Seguia sintiendo curiosidad de que hacía por alli y a donde se dirigía.

- Todos los aquí presentes somos como mínimo señores y señoras de la Noche, ¿no le parece?

Luego abarcandolo todo con sus brazos pregunta

- ¿Cómo es que vos andábais por estos pasillos?

Yo más bien me veía como una bestia de la noche, pero seguramente ella lo veía de otra forma. Llego la pregunta que esperaba y lógicamente sin que ella respondiera a la mía. Para dramatizar la pregunta uso sus largos brazos, dejando claro que aquello era suyo.

Bueno, salí de mi habitación y no sabía orientarme, por lo que decidí comenzar a andar, esperando llegar al salón donde poder tomar algo y encontrarme con mis compañeros. Dije de manera directa. Supongo que en su caso no será así, no creo que ande perdida en su hogar.  

Sonrió ante la divertida idea.

- No, claro que no.

Le hizo un ademán para que la acompañara.

- Me temo que es usted el primero en despertarse...o quizás en salir de la intimidad de su habitación....algo....umm interesante. Acompañeme, le llevaré al salon donde pueda esperarlos y relajarse, Señor Jäger.

Se giró y comenzó a desandar sus pasos.

 Me extraño el tema de ser el primero en salir de la habitación, pero tampoco era algo que pudiera crear sospechas. Aunque después de mi pesadilla no estaba de humor. Seguí a la dama, atento, recordando lo que sucedía en mi sueño.

Paso a paso observe a la dama, desde luego desbordaba clase, no como esas camareras de posada que solía tratar.

Gracias por la ayuda. Pero por lo que veo no os dirigíais al salón si lo deseáis podéis decirme como llegar para seguir con lo que fuera que hicierais. Tenía ganas de saber que haríamos ahora, nuestra busqueda era lo primero, esperaba que no perdieran el tiempo en estupideces.

-Oh! , que gentil, pero no se preocupe usted por mis labores, siendo yo su anfitriona y usted el único huesped despeirto es correcto que desatienda...er... mis labores...sean cuales sean....

Dijo mientras andábais por el monasterio. Poco a poco se notaba que ahora por donde andábais estaba más usado, limpio y adecuado para el paso de personas.

- Jäger, ademas de un Señor y un gentil caballero, ¿os puedo preguntar a qué os dedicais?

“¿Dedicarme?” Pues lo cierto es que esa pregunta era fácil de responder, tan simple como yo mismo.

Básicamente sobrevivo My Lady, trato de no ser un montón de ceniza. “¿Qué más se podía pedir?” Era alguien simple de sencillos gustos y pocos deseos, solo uno pero esa era mío. Aquella conversación vacia la reconocía, era la que alguien usaba para evitar esos incomodos silencios, aunque para mi esos silencios no eran tan molestos.

Meridie se para y gira la cara suavemente. Y con la parsimonia que la etiqueta dicta escudriña a su interlocutor de arriba a abajo.

- Pues me parece que vos sois bueno en lo suyo.... aunque lo más interesante de todo puede puede que sea que usted se haya levantado el primero...

Siguió caminando de buen humor.

No tardas en reconocer la zona, estais muy cerca del Salón. Estais en un corredor con ventanas que dan a un jardín frondoso bañado por la cálida y plateada luz de la luna. El jardín muestra señales de ser cuidado, pero por otro lado se ve que está salvaje. Las plantas se ven hermosas...¿puede que un poco más grandes de lo normal?....quizás sean tu imaginación, sabes que tu cabeza de vez en cuando te juega malas pasas, y hoy es un día de "esos".

Puedes ver como Meridie afloja el ritmo de los pasos y se deleita con la visión del jardín, aunque no llega a pararse.

-por supuesto- respondo sin hacer mucho caso a su brusquedad. -aunque con todo esto no me han indicado cuales son mis habitaciones, ¿podría avisar a un sirviente?-

Aunque afable mi atención se va desviando a las sombras en los rincones y pregunto sin mirar a Mendel -este es un edificio muy interesante, ¿que fue de sus ocupantes originales?

Parecía que nos acercábamos al salón, reconocía en parte el lugar. Estábamos en un corredor cuyas ventanas daban a un jardín que parecía cuidado, sus plantas eran de un tamaño demasiado grande, o eso me pareció, aunque no era el día para fiarme al cien por cien de esas cosas, estaba más susceptible de lo normal.

Aunque las palabras de la mujer me descolocaron “¿Por qué le extraña que me levantara el primero? No me conoce no sabe mi sueño” Esa frase me dejo pensativo y no me iba a guardar la duda, no era mi forma de actuar.

¿Por qué os extraña que fuera el primero en levantarme?¿Acaso teníais programado otra cosa? Pregunte, suspicaz, igual habían preparado algo para que no fuera así. Bastante me costaba confiar en mis compañeros y había perdido sangre por ellos, así que con esa gente mi confianza era nula, para mi eran enemigos potenciales, por lo que debía estar atento. Si estaba allí era por nuestra tarea nada más “Encontrar al maldito Giovanni, no hacer amistades”

- No he dicho que me extrañe, sólo que me parece interesante por todo lo que ello pudiese implicar. Nada más.

Dijo queda parandose un segundo.

“¿Implicar?¿Que puede implicar aparte de alimentarme primero?” Aquello empezaba a no gustarme, la mujer se paró un segundo cosa que hice igualmente, atento de reojo por si alguien más venia tras de nosotros. Mi vista viajo raudo abarcando lo que podía.

¿Implicar? ¿Qué puede implicar que despertara yo primero y no otro? Pregunte, atento a los movimientos de la mujer “Evita sus ojos” Me dije, sabia del talento de algunas arpías para sugestionar la cabeza de otros gracias a su mirada. Lo bueno de eso es que al no mirar sus ojos podría tomarlo como una muestra de respeto, pese a que fuera por otro tema.

"¿No estare siendo demasiado suspicaz?" Me dije "No nunca es suficiente" Me conteste yo mismo.

Retomó sus pasos muy lentamente

- Puede implicar que vos sabéis gestionar a vuestra Bestia de una mejor manera que sus compañeros. De ser así  creo que no vos mismo os dais cuenta de lo bueno que sois sobreviviendo...aunque lo veo demasiado impaciente...quizás.... bah... no se preocupes por los delirios de ésta enclaustrada, el retiro hace pen...decir cosas inoportunas.

Abrió las puertas que dán al salón y penetró en él. En principio éste estaba vacío.

Mi suspicacia disminuyo ligeramente, pero aún seguía atento a la mujer. Pero me intrigo sus comentarios, sobre todo lo que evito decir.

My Lady agradezco vuestras palabras. Pero creo que he sobrevivido porque soy más rápido que mis perseguidores. Pero por favor decirme lo que ibais a decir, escuchar vuestra voz es un placer y agradecería oír esos pensamientos. Dije lo más educado que podía, copiando las maneras de alguno de mis compañeros “Vamos maldita di lo que te estas guardando” Eso era lo que realmente hubiera deseado decirla, pero intuía que no hubiera sido buena idea.

- Os equivocáis.

Dijo ya con otra actitud. ¿defraudada? quizás...no parecía tan alegre como al principio.

- Si os gustara oir mi voz no os habría tenido que ir sacando vuestras palabras poco a poco como si de sacar agua de un pozo se tratase...en vez de preguntar sólo las cosas evidente que he puesto sobre vuestras señoriales narices. Habéis pasado por alto el verdadero valor de éste monasterio....no soportaré que en mis dominios se me intente envaucar con injurias tan evidentes....

Tomó aire, pues las ultimas palabras dejaron espacar un dejo de rabia que ella misma trató de ocultar.

- No soy uno de esos nuevos Celotes que campan por el mundo sin recordar el antaño esplendor que ostentábamos.

Dijo mucho más controlada, añadiendole un frio gélido a cada palabra que pronunciaba. Sin decir más se giró y volvió a dirigirse por el camino por el que habíais llegado.