Partida Rol por web

La cabeza de Bernini oscilaba de un lado al otro como un péndulo horrible y deforme.

Sonreía de una forma poco sana mientras miraba a los lobos con sus ojos afiebrados por el inminente peligro que olfateaba en el aire.

Sin percatarse de ello, sus colmillos filosos habían crecido de forma nada humana y llevaba la boca abierta como una bestia peligrosa y asustada.

Las bestias eran un serio peligro pero algo en su interior le decía que aquella niña era incluso peor y por lo tanto se acerco a ella, con toda la rapidez que fue capaz de reunir y mientras decía:

Que hermosos gatitos tienes “chica”, le dijo lanzándose sobre ella con los brazos por delante, yo también me siento a veces un gatito, acoto, un gatito que quiere zamparse una ratita concluyo mientras rompía en carcajadas divertido por su broma sin gracia.

En cuanto le saltas encima, la chica se empuja con las manos y se desliza hacia atrás en la mesa, esquivando el agarre de tus zarpas. 

El lobo que estaba en frente arruga la nariz rabioso y avanza unos pasos amenazante. Detrás escuchas también un rugido gutural del otro y notas como ambos contienen las ganas de saltarte encima y despedazarte.

Al momento, Freya inca una rodilla encima del propio mueble a la vez que lanza su brazo extendido dibujando un arco ascendente. Tienes el tiempo justo para ver en su mano como una fusta de cuero trenzado se dirige violentamente hacia tu cara a toda velocidad.*

Ay ay ay, esto no le había pasado nunca antes. Antes, cuando vivo, solía colarse en silencio tras las mozas humanas que servían a sus amos.
Muchachas jóvenes y pobres que se ofrecían como empleadas “de lo que hiciera falta”, con tal de tener algo para comer, bebida para aplacar la sed y un techo bajo el cual cobijarse de la intemperie.
Y Bernini, como buen hijo de puta que era, las atormentaba constantemente, apareciendo tras ellas en silencio y a continuación colando una mano bajo sus faldas o escote abajo mientras acariciaba el canalillo de turno desvergonzadamente.
Aquellas muchachas gritaban, al principio, pero luego, la mayoría al menos, entendía que si querían quedarse por allí tenían que abrir las piernas y soportar lo que viniese.
Y venia. A menudo y profusamente pues Bernini era un puto sexopata de los cojones.
Sin embargo, esta chica de ahora, aunque le recordaba en parte a esas de sus tiempo como ser vivo, se movía con una rapidez de mil demonios o tenia algún tipo de poder oscuro del cual Bernini no tenía ni puta idea.
Le sorprendió aquello, malamente para que mentir, pero no dudo mucho en su próximo movimiento pues los “gatitos” ronroneaban de forma amenazadora y eso no le hacía ni puta gracia.
Serás…mastico entre los dientes saltando hacia ella como buenamente pudo mientras intentaba esquivarla de la mejor forma posible.
 

Sav inclinó la cabeza en señal de despedida Ha sido un placer tras lo cual volvió su atención a lo que en verdad les había traído a aquel lugar.

Giani no tardo en romper el hielo y llevar la conversación sin rodeos a donde queriamos ir a parar, Sav escucho con atención

La fusta pasa silbando a escasos centímetros de tu cara, pero habías interpretado correctamente su trayectoria y logras esquivarla sin demasiada complicación. Sin embargo, antes de que puedas si quiera alegrarte por tu logro, algo te golpea fuertemente en la otra mejilla y te gira la cara con una fuerza que no logras entender. Era otra vez esa maldita fusta, pero ¿Cómo era posible que se hubiera movido tan rápido? Sus dos golpes habían caído como una ráfaga.

 - Te voy a explicar las reglas. Tienes 10 segundos de ventaja y luego te voy a cazar.

La chica con expresión seria empieza a contar.

- 10... 9...

Se escuchan los gruñidos de los lobos que empiezan a flanquearte.

Mallote vuelve a sentarse y se cruza de piernas.

Acariciándose el bigote con los dedos os mira intrigado.

- Vosotros diréis.

¡Joder con la jodida juventud no muerta!, pensó Bernini cuando aquella fusta le dio de lleno en todo el puto careto.

Había esperado que aquello no doliese tanto, por eso de que ahora estaba muerto y  tal pero, de alguna manera, parecía que era más bien todo lo contrario.

Le escocía la cara como si toda una puta colonia de hormigas se estuviera dando un festín con su mejilla y eso no auguraba nada bueno.

¡No señor!, ¡no por sus cojones!.

Era momento de tomar una decisión valiente, de caballeros y por sobre todas las cosas, unos con un buen par de redaños (de los gordos y peludos).

Y por ello, fiel a su estilo, se dio la vuelta y gritando como una puta cría comenzó a correr con los brazos en aspas mientras intentaba dejar atrás a los “gatitos” y a esa moza que era tan rápida como la luz.

Un arma, un arma, un arma, iba pensando mientras intentaba dejar atrás todo.

La oscuridad te engulle mientras sales corriendo por la puerta y a medida que avanzas a toda velocidad por el pasillo, todo se hace aún más oscuro. Decides tomar una de las puertas contiguas en busca de una escapatoria, un arma, tus compañeros... ¡algo!

Tus ojos se esfuerzan por enfocar y por unas décimas de segundos tu visión sobrenatural se amplia y te permite ver los contornos de aquello que te rodea: una mesa, armarios, verduras. Eso tiene que ser la cocina.

La vista vuelve a oscurecerse. Todavía no controlas tus poderes a placer.

Si hay algún sitio donde puedas encontrar cuchillos o armas es en la cocina, pero tienes que darte prisa, pues escuchas jadeos animales acercándose.

Tus manos nerviosas empiezan a palpar por encima de los muebles en busca de algún objeto contundente, algo que te sirva para defenderte; pero no encuentras armas, ni cuchillos. Solo un montón de verduras, carne y hierbas aromáticas amontonadas en una esquina. De un momento a otro, tus perseguidores aparecerán por la puerta. Lo sabes. Lo sientes.

Sentandome como Mallotte hago un esfuerzo por mirarle a los ojos pese a las sombras que parecen querer llamar mi atención en los rincones oscuros

-Un libro fue robado en la biblioteca del Vaticano, un libro peligroso. El ladrón fue Ambrogino Giovanni y su rastro nos ha traido a esta ciudad. Hardestadt han declarado una caza de sangre contra el y nos ha ordenado llevarla a cobo y recuperar el libro-

Hago una pausa para dejar que valore la información

-alguien en Suiza nos recomendo hablar con usted-

La desesperación va en aumento y te parece oír las pezuñas de los animales acercarse por el pasillo cuando con todas tus fuerzas tratas de entornar los ojos y la oscuridad azulada de la habitación se aclara levemente. Tu vista se acentúa hasta el punto que eres capaz de ver las motas de polvo en suspensión. No significa que veas la habitación con absoluta nitidez, pero la oscuridad ahora no es tan negra y aterradora.

Rápidamente te diriges hacia uno de los armarios y lo empujas con fuerza para atrancar la puerta. Justo cuando el pesado mueble traba el acceso, escuchas un golpe seco des del otro lado que hace temblar el marco de madera. Oyes rasguños en la puerta. Ya han llegado.

Tu visión sigue funcionando a pleno rendimiento, y ahora distingues más elementos en la habitación: utensilios de cocina, animales muertos colgados del revés, un gran caldero en la chimenea. Tus ojos van de un lado a otro buscando una salida, mientras el sonido de las pezuñas rasgando la puerta te pone más y más nervioso. Es entonces cuando te das cuenta de algo sospechoso. Al lado de unos cestos llenos de patatas hay unas telas tapando una especie de panel secreto. Apartas los cestos y ¡bingo! un pasadizo baja hasta el sótano. ¿Qué podría salir mal?

Te metes sin pensarlo hasta que finalmente llegas a una habitación a oscuras con varias jaulas. Un acre olor a orina y heces ensucia el aire.

Tres de las jaulas están vacías, pero en la cuarta hay una figura postrada: se trata de Rose, la muchacha de la taberna. Es obvio que está pasando por la transformación, la metamorfosis de humano a vampiro. Tu mismo sabes bien lo que es eso, pues lo has vivido recientemente.

Algunos desechos corporales salpican el suelo de la celda, y entre ellos yace la pálida e inmóvil forma de una niña pequeña. Su garganta ha sido desgarrada por completo, y algunas vértebras asoman entre los restos de su cuello... el frenesí del despertar de Rose, exacerbado por su rabia contra Hopkins, ha sido verdaderamente brutal.

Giani puso las cartas encima de la mesa, Sav se fijo en el rostro de Mallote intentando interpretar lo que su cara mostraba. Ya habíamos perdido mucho tiempo y era hora de sacar algo de utilidad a la visita, al menos antes de que Bernini hiciera una de las suyas y fastidiara todo.

“Entra al sótano” decía la vocecita, “entra al sótano, ¿Qué podría salir mal?”.

Y Bernini entro.

Por más que el aire hedía a muerte y podredumbre. Ignorando los delicados aromas a Eau de pis y extracto de heces con jazmines silvestres. Entro sin importarle la oscuridad, las siniestras jaulas de hierro que pendían oscilantes desde las cadenas sujetas al techo de piedra. Entro, aunque incluso parecía que la oscuridad reinante le pedía que no lo haga.

Poco a poco sus ojos fueron acostumbrándose a esa semi-penumbra, o tal vez fuera su poder no lo sabía.

Sorprendido y bastante preocupado, finalmente quiso la mala ventura que su mirada se detuviese en la última de las jaulas – la ocupada –y a cuyos pies estaba el cadáver de la niña entre una pila de desechos asquerosos.

¡POR MIS PUTOS HUEVOS MUERTOS!, exclamo Bernini sin poder evitarlo mientras sentía algo parecido a sus huevos subirle por la garganta.

Tranquilo, se dijo a sí mismo, tranquilo, piensa, ¡tú puedes joputa, anda!, le decía su mente pero que Bernini se tranquilizase era como pedirle al mar que no fuera liquido.

Una mente racional hubiera buscado con premura una salida de allí, pues aquellos que le seguían conocían la casa y el pasaje que el había encontrado para llegar al sótano. Estaba claro que de no poder ingresar por la cocina buscarían la entrada alternativa para llegar hasta este sitio y aquello era igual a problemas de los gordos.

Pero Bernini no tenía una mente racional y por ello, contrario a todo lo esperable, se acerco a la jaula mientras susurraba.

Ey, chiquilla, lanuevavampiramediomuertaqueestaencerrada, te hablo a ti, ¡ey!, abre los ojos chica, di algo.

El rostro de Mallote se torna serio y sus ojos apuntan a algún lugar indeterminado del suelo, pensativo. Preocupado quizás valorando la situación en la que se encuentra. Mentir podía significaría para él encubrir a un profugo, pero decir la verdad podía acarrearle igualmente graves problemas.

- No es ningún libro, sino unos manuscritos lo que buscáis.

El hombre sigue sin miraros, preocupado mientras mesura las palabras que va articulando.

- El fragmento de Lilith y el de Sargón.

Ahora por fin, Andre os mira, primero a Sav y luego a Giani.

- Siento que sois vástagos poderosos, y tengo la impresión que nuestros caminos no se han cruzado por casualidad. Compartimos más de lo que pensáis. - hace una pausa indeciso - Nadie me dijo que ocultara la información que tengo sobre Ambrogino, pero si os digo lo que se, espero poder contar con vuestro favor en el futuro.

Realmente el tiempo que habíais compartido con Mallote parecía haberle dejado al toreador una muy buena impresión de vuestras personas y ahora os daba la sensación que hablaba con sinceridad.

La chiquilla emite un leve gruñido y mira ambos lados, desorientada.

- Quién... ¿quién anda... ahí? 

Notas como la camarera hace un esfuerzo por articular cada palabra. La transformación en vampiro se ha completado.

- Esa voz... te... conozco.

La chica sigue intentando enfocar, pero no consigue verte a pesar de que está4s en frente suyo.

Bernini sabía que tenía algo importante para preguntarle a esa chica vampiro. Algo que era de vital importancia. Pero eso había sido antes de que ella le hablase con aquella voz rota y débil. Aquello le había hecho acordar a las mozas que tanto le gustaban.

Estem…dijo mientras se acercaba a la jaula, me...llamo, emmm, El Poderoso Bernini Dioscuro de mucho poder, me conoces si, nos vimos en el bar de mala muerte donde trabajabas ¿te acuerdas?, yo, bueno, prosiguió atolondrado, quería saber por dónde podría escaparme pues me sigue una chica muy rápida con una fusta y dos grandes gatitos con dientes largos. Los gatitos parecen tener hambre y creo que quieren comerme, la chica darme de fustazos en toda la puta cara. También quiero saber porque te han vuelto una Dioscura si solo eres una simple moza de taberna a menos que no lo seas y tengas una historia increíble para contarme, aunque no tengo tiempo ahora así que te pediría que la resumas y que mas, !ah, si! y si tienes novio, ¿tienes?, le dijo mientras manipulaba la jaula intentando liberarla.

Sin embargo no dejaba de estar atento a los ruidos que pudiera escuchar y miraba hacia todas partes buscando una puerta, una trampilla o cualquier otra cosa que le permitiese marcharse de ese sitio horrible y peligroso.

Los fundadores no consideraron adecuado decirnos el nombre del libro, o manuscritos, que buscabamos. El nombre de Lilith me resulta conocido, la infame primera mujer de Adan, Sargón no tanto así que no creo que sea un personaje bíblico.

Lo que está claro es que Mallotte sabe algo y teme las represarias de Ambrogino y los suyos, supongo que si estará implicado todo el clan Giovanni

-"Les persiguieron por la pendiente de Bet Jorón hasta la llanura. Unos ochocientos sucumbieron y los restantes huyeron al pais de los filisteos. Su nombre llego hasta el rey y en todos los pueblos se comentaban las batallas de Judas" del libro primero de los Macabeos-

-por mi parte podéis contar con mi ayuda si a causa de esto tenéis necesidad de ella- declaro convencido, en algo así no voy a hablar por los demás

Con cierto desengaño en los ojos, Mallote responde en un suspiro.

- Así que vosotros sois Judas Macabeo y Ambrogino es Serón... ¿en qué lugar me deja esto a mi?

Resulta francamente sorprendente que Andre conozca bien la historia bíblica, pues su forma de actuar y pensar no encaja para nada en los cánones del devoto practicante.

Su rostro ahora se tiñe de tristeza.