Partida Rol por web

Cruces de Sangre

I. Hoc Voluerunt

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22/11/2014, 10:48
Felipe

Si, así son todos -os respondió-. Aunque éste suele venir a menudo aquí, et que ya le veis el suyo comportamiento: no quisiera que me incendiaran el local por cobrarles un pellejo o un desayuno... ¡Malditos judíos! -dijo lanzando con rabia su trapo contra el tablón que hacía de barra-, ¡ellos nos han traído este mal! -Zorro ya se sabía éste discurso-, ¡y esa perra judía! ¡Seguro que tras echarla de su casa los ha mandado venir! ¡Grrrr!

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24/11/2014, 17:18
Alvar de Hinojosa

-¿Qué sucede con los judíos, buen omne? -pregunté, curioso, incorporándome sobre el asiento. Era el momento de tirarle de la lengua, ahora que parecía haber relajado sus nervios una vez se hubo ido aquel bestia-. A menudo fago tratos con comerciantes judíos non lejos de por aquí, que buenas materias venden, ¡et bien caras los muy perros! Mas nada han comentádome que agite a la suya comunidad -nunca estaba de más adornar más mi imagen.

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24/11/2014, 19:20
Felipe

Grrr... -masculló Felipe-. Si queréis saber más, preguntadle a este rapaz -dijo señalando con la cabeza a Zorro, que había llegado un rato antes que Álvar y Lope a la taberna-: yo ya he perdido cuartos suficientes.

Lejos de recriminaros nada o de ser grosero con vosotros, no tenía más gana de hablar del tema, fuera con fuera. Tomó su trapo y se marchó a la cocina.

Notas de juego

Nota: podría decirse que esta partida es de "investigación" (muy entrecomilladamente). Esto es, que yo dirigiré más bien poco el camino de las acciones, y seréis vosotros tres quienes habréis de averiguar cosas. Os aconsejo dos cosas: tener una buena iniciativa en lo que hacer o no hacer y releer lo ya escrito en esta escena para refrescaros la memoria acerca de lo que estáis haciendo o haya pasado.
 

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27/11/2014, 13:51
Lope

En cuanto el tabernero se fue a la cocina hícele un gesto a Zorro con la cabeza.

-Bien parece, por lo que el tal Felipe cuenta, que algo más que nosotros ya sabes. Anda y cuenta que para esto estamos aquí.

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27/11/2014, 19:41
Alvar de Hinojosa

Asentí las palabras de Lope, esperando a ver qué nos contaba Zorro, ahora que podíamos hablar con relativa tranquilidad sin que nadie nos relacionase como compañeros (pues el mismo posadero fue quien nos indicó que lo hiciéramos, y bien se había tragado que no nos conocíamos de nada).

Aquellos bastardos parecían más bárbaros que hombres, o es la impresión que me daba. Estaba por ver si se confirmaba, pero, si seguíamos el plan establecido, habría que extremar el cuidado cuando nos presentásemos Lope y yo a hablar con ellos el asunto de las armas.

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27/11/2014, 20:31
Zorro

Viróse desde la finestra al escutar el toque de atención et sonrió con algo de sorna asintiendo. - Por supuesto que sí, mis señores, con gusto compartiré lo que el buen tabernero me contara mientras compartimos un buen desayuno que vostras mercerdes tendrán a bien en obsequiarme et que olvidaron tomar con la llegada de la bestia parda. -Miró al tabernero entonces levantando el dedo para pedir otros huevos revueltos a cuenta de los adineraos et tomó su vino et asiento con los nuevos parroquianos contándoles lo que supiera.

-Pues lo que me ha contao non tiene desperdicio, dice que esos tipos non están lejos de aquí, en un huerto, et piensa que los judíos los han contratao para poder seguir sembrando el miedo et poder continuar urgando en los cementerios. Que quitando lo que pasó con dos campesinos muertos et un soldao montao en una pica, los mercenarios non les fazen nada, excepto cagarlos de miedo.

Bebió un trago del vino entonces, esperando el qué dirán.

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27/11/2014, 21:22
Alvar de Hinojosa

-¿Pero qué tienen que ver los judíos en aqueste desaguisado? -poco me contó Zorro que no hubiese dilucidado ya de las palabras del tabernero. Quizá los judíos fuesen la clave de todo aquello: ¿Acaso habría algún asunto pendiente con ellos  que nuestro empleador hubiese olvidado mencionar? Haciendo memoria, no recordaba que don Diego hubiese dicho nada sobre el por qué del asentamiento de los mercenarios justo en este pueblo.

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28/11/2014, 12:53
Lope

Aquello de los judíos era desconcertante. ¿Por qué no atacaban y se dedicaban solo a asustar? Y de aquesta forma quedé meditando. Más al momento, el recuerdo de las palabras del posadero me volvieron a la sesera.

- Oye Zorro. ¿Y qué es lo que decir quería cuando hablaba de una judía?- Le pregunté casi sin escuchar lo que dijo el de Hinojosa. Mis pensamientos volvieron hasta encontrarme con la figura de Ruth caminando por la callejuela. - ¿Sabes algo de eso?

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28/11/2014, 16:20
El Mal

Notas de juego

Sigo vuestra conversación ;) En cualquier momento podéis descontaros 2 maravedíes por el desayuno. :D

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28/11/2014, 16:38
Zorro

Fizo una mueca con la boca negando a Lope, al non tener idea de judía alguna. -Vas a tener que preguntar la tabernero quando nos venga con los huevos, que non dijo nada acerca de ella.

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28/11/2014, 18:04
Alvar de Hinojosa

-¡Tabernero! ¡Cobraos esto! -llamé en voz algo más alta al dueño del local mientras sacaba de mi bolsa cuatro maravedíes, por el desayuno, y los depositaba sobre la madera de la mesa. Afilé mi lengua, pero tampoco cerré del todo el nudo de  la pequeña bolsa donde guardaba el dinero. Puede que, si mis palabras no conseguían la información, algo de oro sí que lo hiciera. Siempre lo hacía...

Notas de juego

Descontados. Me quito 4 (pago también el desayuno de Lope, pues como "mi sirviente" que es, le mantengo ante los ojos del tabernero).

Ya me los devolverás, Lope :)

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28/11/2014, 19:19
Felipe

El tabernero llegó con el desayuno y mucho pan tostado en lumbre. Su rostro era impasible, ahora apesadumbrado por perder dineros con lo del vino y ese bruto que había ídose sin pagar. Os puso el desayuno como de mala gana, y ante vuestra insistencia con lo de "la judía", soltó su lengua, aunque fuera para desahogarse...

Esa asquerosa... -replicó como acordándose de alguien-. A mi me huele que fue ella. Que fue quien mandó llamar a esos perros -comentó-. Su casa era la del final, la que ahora está en ruinas. Tuvo que huir de Piedralejo por.... ¡por puta y maliciosa! Y luego su casa salió ardiendo o la quemaron, o qué se yo... -el gesto del hombre era claramente negativo y desesperado: ¡diantres!, no eran dineros lo que había perdido... ¡sino unos cuantos maravedíes en vino!-.

Notas de juego

Pues quítate 4 Álvar, y tu dirás si invitas a joven Zorro xD

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29/11/2014, 01:30
Alvar de Hinojosa

-Veréis, como vos digo, tratos tengo con los judíos -dije, bajando la voz, aun sabiendo que no había nadie más allí que nosotros tres y él-. Et conoscer algún que otro trapo sucio de la suya comunidad quizá pudiere suponerme algún beneficio. Contadme algo más sobre esa judía, que historia con miga paresce, buen omne, et dejad de preocuparvos por los dineros. Aquí tenéis el desayuno del zagal... Et tres maravedíes de más, para quitarvos el disgusto -deslicé cinco maravedíes más hacia el hombre, esperando que aquello soltase su lengua.

Notas de juego

Me quito otros 5 maravedíes.

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01/12/2014, 10:49
Felipe

Gracias señor... -le dijo el tabenero Felipe guardándose los dineros de Álvar. Una sonrisilla de alegría pareció esbozar el hombre-. Esa mujer... Mmmm... -se puso a pensar un poco-. No recuerdo su nombre, pero vivió aquí cuando yo era más jóven, hace ya bastantes años... ¿tal vez diez? -se preguntó a sí mismo-. Nosé, quizá alguno más... El caso es que fue la primera judía que llegó a este pueblo, antes que el resto. Y dió la casualidad -se notó el acento sarcástico saliendo de su boca- que ese mismo año en que llegó casi todas las cosechas del pueblo se echaron a perder, et que las que hubo, fueron malas. Rondaba por Piedralejo el rumor de que si era viuda o si había abandonado al marido, quién sabe. Eso sí: tenía un chiquillo, y tras ser acusada de bruja la muy impía, los vecinos le quemaron la casa, y tuvo que huir con su retoño. A mi creer que era bruja... como os lo digo -dijo muy convencido-.

El tabernero se guardó las monedas extras y el pago del desayuno.

Notas de juego

Me quito otros 5 maravedíes.

Ok, réstatelos.

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01/12/2014, 16:57
Alvar de Hinojosa

-¿Et creéis entonces que los judíos son quienes han enviado a aquestos omnes para atormentar a los pueblos, en venganza por la faena que se ficiera a aquella mujer, bruxa o no, diez años ha?

Repiqué con los dedos en la mesa de madera, un pequeño tamborileo que solía aporrear cuando pensaba en algo, pues me ayudaba a relajarme.

-Desde luego que los judíos son más ratas que omnes, et bien posible es que guardaren rencor durante una década, mas non deja de parescerme extraño que tómense tantas molestias por una muxer que, además de muxer,viuda... Quizás si hubiere sido un rabino, pudiere entenderlo, pero algo non cuádrame...

Otro repiqueteo sobre la mesa, esta vez con un golpe final de nudillos, dió por terminada mi intervención, junto a un suspiro. Aquel hombre no podría decirnos mucho más, quizás tendríamos que hablar con alguien más viejo y que tuviera más luces cuando todo sucedió. Y aquello habría de ser trabajo de Zorro, que mientras, mi "guardia" y yo teníamos que ir a indagar sobre los mercenarios hablando con ellos.

-En fin, ¿qué impórtanme a mí las intrigas judías? ¡Mercenarios son, al fin et al cabo, comándelos quien comándelos! ¡Et a buen seguro que necesitarán de mis mercancias! -me levanté, despacio, de la mesa, y me dirigí a la puerta-. Venga, Lope, fablemos con ellos. En cuanto vean los filos que adquirimos el otro día, de acero toledano, non querrán volver a empuñar otra cosa en la suya vida -lancé una mirada cómplice a Zorro, esperando que cumpliera su labor indagando por el pueblo mientras estábamos fuera, y luego saludé al tabernero con la mano-. Gracias, buen omne. Et non olvide de fablar a los suyos parroquianos que el buen Álvar de Hinojosa está en la ciudad, et que a la suya disposición están los más finos bienes que podrán comprar por la región.

Notas de juego

Espero a una posible respuesta del tabernero mientras Lope se levanta y me acompaña. Si no hay más que decir, partimos al campamento.

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01/12/2014, 17:21
Zorro

Non levantó la cabeça en ningún momento del plato, pan en una mano y cuchara en la otra, sin dejar de escutar al mercader. Todo se andaría quando el momento fuera propicio, et este sin duda, era el del buen jantar. Ciertamente, que al muchacho le apetescia más moverse entre judíos et ciudadanos de a pie que entre mercenarios armaos et violentos, que al menos a los campesinos siempre les podía amenazar et jugar con el miedo o el robo sin tanto perigros.

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03/12/2014, 11:46
El Mal

El tabernero Felipe agradeció vuestra visita, y en poco tiempo Álvar y Lope se largaron de allí. Et que allí quedó el fiero de Zorro, que parecía menos espabilado de lo que aparentaba.

Notas de juego

Zorro postea sólo.
Álvar y Lope por otro lado.

Tu dirás, Zorro, lo que quieres hacer/dónde ir.

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03/12/2014, 11:49
El Mal

Tras recorrer Piedralejo, os internásteis por una vereda estrecha. El carro de Álvar iba dando traqueteos, en creyendo que por muy poco no se saldrían las ruedas por tanto movimiento. El castillo de don Diego giraba a medida que flanqueábais la falda del monte donde se ubicaba y pronto vísteis una masa negra no muy lejos de la localidad, colocada en una huerta. Eran muchos hombres desperdigados por el terreno, y unas cuantas tiendas de campaña emplazadas en pleno prado.

Una vez que estuvísteis a su altura, aquellos tipos que eran mercenarios os salieron extrañados al paso, como si nunca hubiera recibio una visita y aquello simplemente fueran hostilidades. Rodearon el caballo de Lope y la carreta de Álvar, hasta casi rozarlas con el cuerpo, y llegó un momento en que avanzar se os hizo pesado. Hachas, espadas y ballestas era lo que más abundaba entre sus manos. Un tipo que os resultaba familiar se os interpuso firmemente. Media hora antes había irrumpido en la taberna de Felipe.

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03/12/2014, 11:49
Manel

No me digáis que venísme a cobrar el vino -dijo con un intento de sarcasmo-. ¿Qué buscáis aquí? -se volvió serio, y su cara refulgía como enfado, aunque realmente fuera que su simpatía fuera siempre aquella-.

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04/12/2014, 00:29
Alvar de Hinojosa

-A las buenas -saludé, ignorando la implícita agresividad en las palabras del mercenario-. Non he podido evitar preguntar al posadero quién érais, pues omne curioso habíaisme parescido... Et non equivócome, por lo que contóme el posadero et por lo que puedo ver aquí, pues mercenario, como sospechaba, sois. Álvar es el mi nombre, et en la mía labor como comerciante, véome obligado a ofrecervos de los míos servicios: los más preciados bienes que rondaren jamás por Castilla, Aragón et Granada.

Caminé un par de pasos, entrelazando mis manos tras la espalda. Sabía que en aquel momento era el centro de atención, y debía aprovechar para que todo el mundo me creyera, me tomara por un vendedor charlatán y no sospecharan, ni de lejos, mi relación con la autoridad local.

-He de suponer -por lo que he visto- que non andaréis necesitados de comida o bebida por aquestos lares, ¿eequivocome? -me acerqué al corpulento hombre y bajé un poco la voz, no para que no me escucharan, si no como en broma- Et bien que facéis, que bien caro cobra el bastado para la bazofia que ofrece... -una sonrisa iluminaba mi rostro, dando a entender el tono jocoso de mi comentario-. Mas, non vos ofendáis: las vuestras armas... Non parescen estar a la vuestra altura -levanté un poco la voz, para que los mercenarios de alrededor escucharan mis palabras. Quizá, aunque no consiguiera convencer al que parecía su líder, les convenciera a ellos, que podrían ejercer presión sobre él-. Igual que un labrador necesita un buen arado, un herrero necesita una buena fragua et un cazador de buen ojo, un omne de armas necesita buenas armas. Yo mesmo podría proporcionaros aquesos filos, por un módico precio, por supuesto.

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