Partida Rol por web

Cruces de Sangre

II. Ad utrumque paratus

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11/05/2015, 10:30
Alvar de Hinojosa

Sin duda Zorro hacía honor a su nombre y era un zagal espabilado. Sonreí al ver que sus pensamientos iban por los mismos derroteros que los míos al escuchar aquello del médico judío: sin duda merecía la pena hacerle una visita. Nuevas teorías acudieron a mi mente, ya emperrada en resolver aquel caso, aunque no terminaban de cuadrarme.

No quise comentar delante de la mujer, pues tampoco tenía motivos para fiarme de ella, pero pensé que quizá el médico tuviera algo que ver con el asesinato. Al parecer la comunidad judía de Piedralejo no estaba en el mejor momento después de aquel incidente con "la perra judía", la mujer que Marta había curado. Ningún habitante cristiano (de los que habíamos conocido, al menos) parecía proferirles especial cariño. ¿Y si el asesinato de la mujer del Barón no fue si no una venganza de los judíos contra su exclusión? De hecho, el médico tenía bastantes papeletas para ser el asesino en esta teoría: la mujer de don Diego fue asesinada con un arma pequeña y muy afilada, quizá un estilete. Si alguien tenía aquel tipo de instrumento seria sin duda un médico. Maldita sea, ¿cómo no se me ocurrió relacionarlo con un médico cuando lo descubrimos? Podríamos haber acudido al tal Zacarías mucho antes.

Tampoco comenté nada a mis compañeros hasta no estar seguro tras hablar con el tal Zacarías. Si el asesino era el médico, y de nuevo fue un asesinato por cuestiones de odio religioso, ¿qué tenían que ver Alfonso, Manel y los mercenarios en toda esta historia? ¿Y la extraña resurrección de los muertos? ¿O el extraño que visitó a Marta hace unos días, y pensé que podría ser el hijo de la judía?

Esperé paciente a la respuesta de Marta antes de despedirme y agradecerle su tiempo. Aunque algunos datos empezaban por fin a aflorar, aún nos quedaba mucho por descubrir y muchos cabos por atar. Por ahora, sólo teníamos un batiburrillo de pistas, las cuales no me veía capaz de relacionar unas con otras.

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11/05/2015, 17:23
Marta

Muchacho, no sé si habéis estado ya por la calle judía -respondió Marta, invitándoos ya a salir lo más educadamente posible-, empero que vive a mitad de la misma. Puede atender a la gente en la noche si vienen con mucha urgencia... Con Dios, señores.

Et que salísteis de la casa de Marta, y el amanecer ya estaba pronto encima de vosotros. Aquella noche habíais trasnochado casi en su totalidad.

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19/05/2015, 12:46
Alvar de Hinojosa

Una vez en el exterior de casa de Marta, tras una cordial despedida y agradecimiento, comenté con mis compañeros mis pensamientos*.

-(...) Et es por aquesto que pienso que el médico, el tal Zacarías, tiene bastantes posibilidades para ser el asesino: la mujer de don Diego fue asesinada con un arma pequeña y muy afilada, quizá un estilete. Si alguien tiene aquese tipo de instrumento, seria sin duda un médico.

Hice una pausa, dejando que mis compañeros analizaran lo que les acababa de exponer, y luego comencé a andar diligente. A pesar de mi sobrepeso, quería acabar con aquello de una vez.

-Vamos. Vive en mitad de la calle judía, según Marta. Non debe ser difícil de localizar. Et que si alguien pregunta qué facemos a aquestas horas buscando un médico, dirémosle que non me encuentro bien, que tengo dolor de cabeza et de estómago. Que Lope es el mío guarda, et que a Zorro conocímosle en la taberna et ha pagádome unos maravedíes para viajar en la mía carreta cuando abandone el pueblo, et es por aqueso que acompáñanos.

Notas de juego

*Léase el post anterior. Evito copiarlo entero para no repetir lo mismo.

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19/05/2015, 22:18
El Mal

"¡¡¡ KÍ KIRIKÍIIII !!!"

Los gallos comenzaban a cantar, y eso que aún no había amanecido. Dejásteis entonces la casa de Marta atrás, y volvísteis de nuevo al centro de Piedralejo. Cruzásteis las calles en penumbra aún y fuísteis a dirigiros a la calle larga donde se ubicaban las casas judías. Habría varias familias viviendo allí. A mitad de la calle aproximadamente tocásteis a una puerta. Una voz dirigida desde el interior preguntó quién era, y le explicásteis que buscábais al médico Zacarías, médico de Piedralejo. Dijeron que era justo la casa de al lado.

Tras volver a acometer con los nudillos a la otra madera, se oyeron pasos en el interior. Pasos lentos. Tras unos segundos bastantes largos, la puerta se abrió, y allí surgió una sileta delgada. Era un tipo de piel blanca y pelos lacios, también blancos, fruto de la edad. Seguramente era más mayor que el conde; en realidad era ya viejo. Os miró extrañado a los tres.

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19/05/2015, 22:22
Zacarías

¿Puedo ayudarles? -dijo embebido aún en el sueño que le había sido turbado-. Se quedó mirando vuestros rostros mientras también oteaba el cielo que asomaba a su puerta (negro, aún negro noche).

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20/05/2015, 10:27
Alvar de Hinojosa

-Eso espero -dije, sincero. Ya empezaba a notar el cansancio, y el hecho de ver el sol despuntar en el horizonte me recordó que no había pegado ojo desde hacía demasiadas horas.

Ahora se presentaba un nuevo dilema. ¿Cómo afrontar aquella charla? Acusarle de asesinato, o hacer la más mínima insinuación a ello de buenas a primeras, era una locura, y aún más sin prueba alguna; pero afrontarlo de forma amigable, como el que entabla una conversación casual, tampoco era posible. ¿Qué clase de desconocidos, para más inri forasteros, cristianos de religión, iban a presentarse en casa del médico judío de Piedralejo (aún más viendo cómo estaba la situación con los judíos, que parecía ser tensa por lo que habíamos escuchado) para comentar el asesinato de la mujer del Barón?

De modo que volví a afilar mi ingenio y mi lengua (es decir, que volví a mentir), inventándome otra historia que contarle al tal Zacarías. 

-Comerciante soy, Alvar de Hinojosa, et aquestos son los míos guardas, Lope et Zorro. Quería saber si estaríais interesado en faceros con nuevos filos, nuevos estiletes que sin duda requerís para la vuestra labor. He sido informado de que sois el médico.

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20/05/2015, 13:44
Zorro

El sopor del amanecer golpeaba cada paso que daba hacia la casa del médico, aunque la gravedad y la locura de todo lo que había pasado durante esa noche mantuvo al muchacho tan alerta como un animal que escuchara los perros de caza a lo lejos.

Escuchó a Alvar tratar de vender mercancía al judío a primera hora de la mañana, sacándolo del descanso y pronto se le unió, tratando de reforzar su discurso, que ya sería raro el vendedor que llamara a la puerta cuando el sol estaba todavía saliendo.

-A decir verdad, nos dijeron que sois el médico del pueblo - dijo mientras se rascaba la entrepierna.- Heme que de buena gana me gustaría ver si pudierais quitar este escozor et tortura que me atrapa la entrepierna et que no sé porqué non cesa. Tenemos dineros para pagarle.

Quedó observando Zorro al viejo a la espera y esperanza de que le ayudara con su problema que hasta ahora había llevado en silencio y para sí y ver si con ello además, tuvieran alguna oportunidad para entrar dentro de la casa del médico, de una forma por ahora, normal.

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20/05/2015, 19:38
Alvar de Hinojosa

-Maldita sea, Zorro, ¿es que non aprendes nada de las mías palabras? ¡Non puedes enseñar todas tus cartas antes de empezar un negocio! ¡Et aún menos tocándote los huevos! ¿Cuántas veces he díchote que déjesme fablar a mí? -simplemente, quise seguir con el "teatrillo" ante el médico, intentando distender el ambiente. Suspiré, y luego me dirigí a él con una sonrisa tras el momento de "comedia"-. Er... Sí, disculpad... ¿Zacarías? Por supuesto, vos pensaba facer una rebaja especial en mis estupendos estiletes a cambio de que tratárais al zagal... 

Sin mover un ápice, volví a dirigirme al judío.

-¿Permitiríaisme, de mientras, echar un ojo al vuestro género? Si non deseáis comprar nuevos filos, al menos querréis mantener afilados aquellos de los que disponéis -mi idea era echar un vistazo y comprobar si aquellos estiletes se ajustaban al corte presentado por la baronesa.

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21/05/2015, 13:18
Lope

Ya se acercaba el alba y aún non habíamos descansado en lugar tranquilo. Pero, aunque me encontraba algo cansado ya, tuve que dar la razón a alvar de que era buena idea intentarlo sin demora con el judío.

Llegamos a sus puerta y Alvar comenzó con el plan. Yo asistía a aquel teatro como un mero espectador tratando de no poner caras extrañas, mientras Alvar y Zorro discutían con el médico judío.

Antes había ladeado la cabeza, a modo de saludo, cuando Alvar me nombró como su protector y me había quedado unos metros detrás vigilando la escena. No debería suceder nada extraño, pero con lo del cementerio ya tenía lleno el saco de las sorpresas para este día.

Así pues dejé que intentaran convencer al tal Zacarías y me dediqué a escudriñar la zona con cierto disimulo.

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21/05/2015, 20:06
Zacarías

Aquel tipo comenzó a mirar de malas maneras a Álvar y Zorro. Lo más prudente, al parecer, parecía ser lo que hacía Lope: callar y nada más.

¿Qué horas son éstas de vender filos, truhán? ¿Venís a vender o a que le mire a aqueste la entrepierna? -dijo extrañado y algo molesto por las horas que eran-. Largaos de aquí antes de que Don Diego, señor d'aqueste pueblo, os cuelgue por incautos y molestosos...

Et que justo entonces Álvar le comentó algo de un estilete. Fue entonces cuando Zacarias, que ya se disponía a cerraros la puerta en las narices, se quedó un poco extrañado.

¿Estiletes? Uhmmm... ¡no! ¡No son horas ni tengo yo porqué enseñar mis enseres! Si querédeis venderme uno de esos filos -se refería al estilete, ¿et sería casualidad aquella pregunta para el judío?- venid más tarde, por la mañana entrada ya. Quizá os compre alguno d'esos cuchillos...

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21/05/2015, 20:30
Zorro

Mas...- la mirada de Zorro quedó rota, como la de un niño al que le niegan la merienda.- ..usted est médico, ¿non es así? Dijeronos que le encontraríamos en aquesta casa et aquesto que vos digo mentira non est! ¡Algo tengo aquí que non deja de picar por más que rasque! Dios sabrá qué será, pero non son pulgas, vos lo juro, que non tengo picaduras. Quizás alguna moça me pasó algo más que besos et caricias la última noche en Burgos. ¿Acaso vais a negar ayuda et auxilio por dormir un poco más...? 

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21/05/2015, 20:53
Alvar de Hinojosa

Puse el rostro serio, y agaché la cabeza. Pensé que el tipo se lo tomaría con más humor, pero se ve que el cansancio ya me hacía mella hasta en el sentido del humor, que no debía tenerlo muy fino.

-Disculpas, disculpas. Si vos molestamos a aquesta hora de prima* es por el zagal -traté de justificarnos-. Mas non he podido evitar ver la oportunidad de facer negocio... Lo llevo en la sangre, ¿sabe? Provengo de una larga estirpe de comerciantes et vendedores... Et en más de una ocasión ha traídome problemas aqueste carácter.

A veces incluso me sorprendía a mí mismo con la cantidad de historias y falacias que me llegaba a inventar al día. Tantos años de experiencia tratando de convencer a los clientes, supongo, que ya me salía casi sin darme cuenta.

Miré a los ojos al médico.

-Ruégole disculpe la mía actitud, et atienda al zagal. Non volveré a molestarle con el tema de los estiletes, si es que realmente non ha necesidad de lo mesmo -fueron aquellas mis palabras, pero no mis pensamientos. El viejo parecía molesto por la hora temprana, pero no por el asunto del estilete. De hecho, casi juraría que estaba dispuesto a comprarme uno. Puede que al fin y al cabo no nos equivocáramos al venir aquí en lugar de ir a descansar...

Notas de juego

*Me refiero a la liturgia. Supongo que andamos más o menos sobre esa hora.

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22/05/2015, 10:06
El Mal

Notas de juego

Álvar, tira por Elocuencia (COM).

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22/05/2015, 11:05
Alvar de Hinojosa
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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22/05/2015, 17:35
Zacarías

 ¿Acaso vais a negar ayuda et auxilio por dormir un poco más...? 

¿Acaso vos tenéis dinero con el que pagarme? -le respondió el viejo y experimentado judío al zagal mocoso, tal y como él lo veía-. Era en realidad una pregunta retórica, y en realidad pensaba el tal Zacarías que habría el joven metido la entrepierna donde no debiera... empero que la verborrea de Álvar lo hizo calmarse un poco.

Sí necesito un estilete -dijo-. Empero sólo si es fino y preciso, pues no son baladí las curaciones y las operaciones... Hace muy poco, un par de semanas, que me desapareció uno de esos cuchillos. Lo eché en falta a conciencia, pues es uno de mis utensilios de trabajo. Quizá fue alguno de mis pacientes para revenderlo, Felipe, Elías, María..., ¿quién sabe? Pero claro... si empiezo a señalar a cualesquiera, et sin pruebas, me quedo sin negocio por acusar por doquier... En fin. Ven luego, he dicho, buhonero -le dijo a Álvar-. Et veré tu género.

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23/05/2015, 10:58
Alvar de Hinojosa

Vaya, vaya, vaya. Esto sí que era interesante. Un utensilio cortante que desaparece y coincide plenamente con el arma que parece haber asesinado a la mujer de don Diego...

-Gracias, aunque non será temprano, que hemos de descansar. Volveremos más tarde con el género et para que atendáis al zagal, et así arreglaremos los pagos -contesté ante su invitación a pasar más tarde y su mención que no teníamos dinero. Luego, tras una breve pausa, pregunté intrigado-... ¿Et quiénes serían estos Felipe, Elías o María? Bien he de cuidarme de aquestos si son ladrones de manos largas, que podrían echar mano a las mías pertenencias -intenté ser sutil, pero lo que quería era información sobre ellos. Puede que quien robara el estilete fuera el asesino nocturno. O puede que no y quizá nos estuviéramos precipitando, pero desde luego era el único hilo del que se me ocurría tirar en aquella maraña de historias entrelazadas en que se había convertido Piedralejo y el asunto del Barón.

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24/05/2015, 13:44
Zacarías

Son vecinos de aquí, empero que ya digo que sólo eran pacientes. Cualquiera pudo ser, et a cualesquiera no atreveríame yo a señalar por faltar a la verdad. Vinieron a verme Felipe, aquejado de fiebres, Elías, de contusiones. Jeremías, de un fractura de muñeca. Ananías, también de contusiones. El pobre de Jacob, de descalabramiento -hacía memoria bastante buena-, David, de una hemorragia, María, de dolores de parto, et Fernando, de dolores de humores.

Notas de juego

Nota: podéis visitar a todos los pacientes si queréis. Podéis decirme alguno en concreto, o si queréis podéis hacerlos todos a la vez (puesto que sino se va a eternizar la partida).

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25/05/2015, 17:07
Alvar de Hinojosa

-De nuevo, gracias, Zacarías -dije, como despedida-. En fin, habremos de cuidarnos casi de cuantos pacientes haya usted tenido... -lo dije de nuevo en tono jocoso, con una amplia sonrisa para hacerlo evidente, intentando distender el mal humor del judío... Aunque tampoco estaba seguro de que eso fuese posible.

-Volveremos más tarde.

Notas de juego

Pues eso, marchemos.

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26/05/2015, 11:08
El Mal

Nada más cerrar la puerta, marchásteis de nuevo de Piedralejo. Estábais bastante cansados, y el amanecer ya se había impuesto en la zona: era de día de nuevo. Nada más subir por la cuesta del castillo, los pocos centinelas del adarve de la muralla os vieron y os abrieron las puertas. Acto seguido, una vez en el patio, veíais el comienzo del día en la fortaleza, con el ir y venir de criados y soldados. Quisísteis entonces ir a descansar, empero que no pudo ser así. Nadie solía en casa de Diego Azuaga dormir de día, et aún siendo invitados (cosa de mal gusto, por cierto). Et que cuando quisísteis acceder a la alcoba, os encontrásteis de frente en el pasillo con vuestro anfitrión.

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26/05/2015, 11:10
Diego Azuaga

Et bien... ¿qué habéis averiguado, señores? -dijo Diego-. Por favor, decidme algo más de lo que mis soldados me han dicho, que han sido todo respuestas vanas... ¡quiero alguna pista que ponga cara a los asesinos de mi esposa! -tenía el rostro desencajado y grandes ojeras: no había pegado ojo en toda la noche-.