Partida Rol por web

El Sarcessian intentó devolver el ataque a Twaku pero también falló. La misma suerte corrió Cid-2, por lo que sólo el ataque de Karzar logró hacerle daño.

Esta vez la programación de combate de CID-2 rindió sus frutos. Su espada logró golpear al enemigo con fiereza.

Distraído mientras protegía a Twaku, Karzar falló su ataque, gruñiendo bajo cuando su puñó simplemente rozó a su oponente.

El siguiente ataque de Twaku fue efectivo, causándole un daño considerable.

El sarcessian respondió al ataque de Twaku, causándole algo de daño. Pero ya estaba demasiado herido y sus posibilidades de salir victorioso eran escasas.

CID-2 volvió a fallar, pero aprovechó un momento para lanzar una amenaza.

- Ríndete, o nuestro Vesk aquí te hará lo que un sapo le hace a una mariposa -

Se pensó un poco lo que dijo y agregó: - No es que te considere un sapo, estimado Karzar, ¡pero sí te considero una frágil mariposa, Sarcesiano! -

El vesk levantó el enorme puño de su armadura y con un rápido movimiento de cadera asestó un golpe con este a su oponente, aplastando cualquier tipo de defense que este osara poner entremedio. Tras eso, levantó la cabeza para mirar a CID-2 oyendo lo que decía.

-¡Espero que un sapo sea alguna criatura grande y con muchos dientes, CID!-Gritó con altos ánimos-¿Es una de esas a las que los humanos llaman dinosaurios?

El golpe de Karzar fue fulminante. Cuando el sarcesian cayó, una lápida emergió de la tierra, mostrando su imagen en un holograma. El epitafio rendía homenaje al General Hevapetomel.

El resto del viaje continuó sin mayores problemas.

Cuando ya estaban cerca de la fábrica, pudieron escuchar una interesante conversación. Un líder de guerra shobbhad hablaba en su idioma con una extraña criatura.
 

-Muy bien, capataz. -le respondió al shobbhab- En este pendrive encontrará las coordenadas de la Umbra Galáctica en Eox. Deberá enviar allí el cargamento.

Y con éstas palabras, el comandante le entregó el pendrive, se subió a una nave y partió.
 

El capataz dijo:

Comandante, ya casi tenemos listo el próximo cargamento de semillas. En cuanto llegue el carguero comenzaremos el embarque.

Sólo tú entendiste lo que dijo.

CID-2 se encaró a sus compañeros. 

- Entendí lo que dijo el shobbhab, tienen semillas cósmicas aquí, y están esperando un carguero. Si robamos ese pendrive podemos llegar hasta la base de los Devoradores -

- Vamos a necesitar un plan, no podemos sólo lanzarnos al ataque... -

CID-2 revisó el lugar, buscando cosas que pudieran provocar una distracción.

Karzar se cruzó de brazos y bajó la cabeza, emitiendo un sonido grave similar un tarareo. Unos segundos más tarde la levantó y en su rostro se atisbaba un poco de vergüenza.

-Lo siento CID-2, pensar no es lo mío-Dijo con una leve risa-Tenemos que robar el pen drive y hacernos con las semillas... Arrasar este lugar con los cañones de la nave queda descartado y mi cabeza mucho más lejos no llega.

Negó con la cabeza y observó de nuevo en dirección a la fábrica.

-A no ser que consigamos sacarlos al exterior... Entonces sería más fácil no desintegrar lo que nos interesa.

Una vez que el "Jefe" partió, el capataz recorrió un pequeño sendero, sorteando algunos tanques de combustible abandonados y volvió a ingresar al interior de la fábrica. A lo lejos, podían escucharlo vociferar en un tono nada amistoso. Posiblemente le estaría ordenando a sus subordinados que trabajen más.

El procesador táctico de CID-2 computó diversas opciones de acuerdo a la información que tenía. Estimó daños potenciales, consecuencias inmediatas, colaterales y riesgos. Corroboró esos resultados con su archivo histórico de estrategias y buscó similitudes que hayan sido efectivas. Todo ese análisis le llevó unos 25 milisegundos.

- Bien, éste es el plan - dijo CID-2 al grupo - Twaku puede adelantarse con sigilo para ganar la retaguardia. Yo uso el rifle del Sarcesiano para detonar aquellos tanques de combustible. Eso dejará a la mayoría de los trabajadores, y tal vez algunos guardias, ocupados. Usamos esa distracción para entrar y atacar al capataz. Karzar y yo de frente, Twaku usando la sorpresa. ¿Les parece bien? -

Twaku asintió con la cabeza. Habría que esperar la respuesta de Karzar.

-Me parece bien-Contestó el vesk asientiendo-¡Vamos a aplastar algunas cabezas!

- Bien, tomemos posiciones -

CID-2 tomó el rifle de francotirador y trató de adecuarse a su peso y balance. Era un arma bellísima, y casi sin mencionarlo demasiado decidió que iba a quedárselo.*

Le dio un tiempo a Twaku para cubrirse y preparar la emboscada. Cuando todo estuvo listo ajustó la mira electrónica, inspiró y sostuvo la respiración. Acarició el gatillo, apuntando al depósito de combustible.

A Cid-2 le bastó sólo un disparo para causar un gran incendio en las afueras de la fábrica. Un grupo de trabajadores ikeshti no tardó en llegar para intentar aplacar las llamas. Estaban demasiado ocupados con el fuego para prestar atención a los héroes que se escabulleron fácilmente hacia los pasillos de las instalaciones. 

Al pasar por los distintos compartimientos de la fábrica, pudieron encontrar viejas cintas transportadoras. Alguna vez habrían servido para transportar productos por la cadena de montaje. Ahora transportaban semillas cósmicas. Por la cantidad de semillas en aquel lugar podían especular que cientos, tal vez miles de personas, guardianes y no guardianes, tuvieron que morir para obtenerlas.

De cualquier manera, dado que el capataz no había salido aún, supusieron que los estaría esperando adentro. Twaku tomó un camino alternativo para intentar sorprenderlo. Finalmente, llegaron a lo que parecía un gran almacén. Probablemente en las cajas apiladas hasta el techo guardarían las semillas para su posterior embarque. En medio de la sala, el capataz los recibió abriendo fuego.

CID-2 activó los implantes hidráulicos de sus piernas y corrió como una centella hasta las cajas cerca del capataz.