Partida Rol por web

Zahra se encogio de hombros levemente.- Tenia que intentarlo. Como usted mande, señora.- Comprendia en parte la terquedad de la embajadora, rendirse ante el miedo ya era una victoria para el enemigo, seria mostrar debilidad. Pero como miembro de su seguridad, no era una buena noticia precisamente.

Mientras avanzan por los pasillos siguiendo a Maara y su sequito, Zahra se acerco un poco a Vera y le comento en voz baja.- Espero que tu... condicion te de unos sentidos mas agudos que los de un humano normal, por que los vamos a necesitar.

Vera observó las miradas de los Tohaa hacia ella, que devolvió con igual insolencia, casi en desafío. No le gustaba ser el centro de atención, era algo que en Ariadna había aprendido muy bien, donde los de su clase tenían suerte si una mirada de desprecio era todo lo que se ganaban. Sin embargo, no se dejaba amilanar por nadie. No había nada más tentador para un abusón que una presa que se siente víctima, y la dogface experimentó por las malas aquello muy pronto, razón por la que respondía a toda agresión con otra. En su psique, que veía las relaciones en términos distintos a los de los simples humanos, la vida era una cuestión de supervivencia. Por ello ante aquella extraña especie, actuaba como si fueran rivales, posicionándose dentro del grupo para ganarse su lugar y hacerse respetar.

Escuchó el comentario de la haquislamita. Parecía andarse con mucho tiento al hablar de su parte instintiva.

-Suelo ser más sensible que vosotros, incluso en forma humana, pero no son tan aguzados cómo crees, a menos que cambie mi forma, pero no tengo buenas experiencias en público como para hacerlo. -miró a su compañera mientras suspiraba- Y no es una condición, Alizadeh, de la misma manera que tu fe es una parte de ti o tu adiestramiento como agente. Son distintas facetas de la persona que eres.

Había intentado explicárselo, a su manera, pero dudaba que la muchacha lo entendiese. Ella era una Cazadora dentro de la sociedad. Podía cambiar su cuerpo, adaptarlo a sus necesidades, a su naturaleza como guerrera y perseguidora de presas. Pero la transición de su forma reflejaba siempre algo más: el cambio de mentalidad. De la misma manera que un equipo se ponía su uniforme para jugar y su atención se centraba en la competición, la mestiza se volvía mucho más instintiva, despiadada y dispuesta para la guerra. Seguía siendo ella, sólo que su espíritu y mente estaban volcados en el enfrentamiento, permitiéndole darlo todo. De la misma manera que un policía o un militar en servicio activo eran distintos que cuando estaban con su familia.

Muchos ariadnos se limitaban a demonizar a los mestizos, hablando de su lado salvaje, del Lobo, como si una entidad alienígena se tratase. Aunque algunos seguían esa doctrina, eran sólo un porcentaje pequeño, que o bien para encajar entre los humanos fingían, o realmente estaban locos (o se les había lavado el cerebro) y habían creado una personalidad independiente. Eran éstos los que peor fama daban a los suyos: los mestizos en sintonía consigo mismos se dominaban mucho mejor de lo que los medios esperaban y las malas lenguas decían, más interesadas en los titulares llamativos que en subrayar el bajo porcentaje de muertes en comparación con los ariadnos "puros".

Entiendo, supongo que era mucho pedir.- Respondio Zahra haciendo una leve mueca de decepcion.- y perdona si te he ofendido, no era mi intencion.- Añadio intentado arreglar un poco su pequeña cagada con Vera, definitivamente no queria enfrentarse con la pelirroja. No solo porque era miembro de su equipo, sino porque ademas si se transformaba y la tomaba con ella, tenia serias dudas de que fuese a contarlo. Que puñetas pensaba el alto mando ariadno mandando a alguien asi?!

Tras ver la mueca de la haquislamita, le dio un pequeño codazo amistoso para atraer su atención.

-Si te sirve de algo, uso mi olfato todo el tiempo. Por ejemplo, ya me estoy quedando con el de ellos -dijo señalando con la cabeza hacia los Tohaa. Si tenían suerte, se habría acostumbrado lo suficiente a la fragancia que desprendían aquellos alienígenas como para detectar el olor del asesino cuando andase cerca. Sonrió con divertida expresión lobuna a Alizadeh -Y olvidaré lo que has dicho si traes mañana esos dulces tan ricos que llevastes para desayunar. -dijo mientras humedecía los labios con la lengua recordando el sabor.

Ya fuera porque no tenía un especial interés en enfrentarse a un alienígena con una merecida fama de ser un asesino despiadado, o por cualquier otra razón, Won Li no vio nada raro en ese pequeño almacén. Alonzo en cambio se fijó en que en el suelo había un bote de material de limpieza...que atravesaba la pared del fondo, como si el muro hubiera sido construido alrededor...Y en ese momento el Mel bot se calló con dicho bote...atravesando la pared como si de un fantasma se tratara.

Ya habían tenido que esperar mientras vigilaban una de las reuniones de la embajadora, que al menos no fue muy larga. Saliendo por una de las zonas públicas, tanto Vera como Zahra se dieron cuenta que, bajo un pequeño banco, había una especie de paquete pegado...

- Merdé.- Alonzo apenas habia conseguido acercarse al maldito bote, cuando el bot de mantenimiento asignado a la reverenda trastabillaba sobre el y atravesaba un mamparo como si fuese un holograma. Por instinto, el Padre-Caballero echó pie a tierra y encañó la sección por la que habia desaparecido el pequeño asistente.- ¿Pero qué...?

- Melissa, descarga archivos de los planos de la sección en la nos hallamos.- Con lentitud, el sacerdote avanzó, desenvainando su espada mientras lo hacia, sin dejar de apuntar al lugar por donde se habia desvanecido el bot.- Cubranme. Reverenda, ¿tiene la señal de su bot? ¿Está bien?

Alonzo se volvió a arrodillar, mientras examinaba el área, en busca de trampas explosivas o alguna otra sorpresa.

Algo extraño pasaba en esa habitación.

- Melissa, bloquea la puerta- exclamó Won, sombrío, al tiempo que sacaba el lanzallamas.- De aquí no sale nadie solo- afirmó.- Ándate con cuidado, panoco, y que nadie salga de nuestro campo visual.- advirtió, al tiempo que apartaba una caja para poder ver toda la pared a la vez. Si el álien se escondía detrás, no podría salir sin que lo vieran.

Zahra silbaba distraida, como si esperase para una cita con un amigo o coger el transporte publico, aunque evidentemente estaba mas que atenta a su alrededor, ojo a vizor para detectar la mas minima amenaza o irregularidad. La escolta hasta ahora de la embajadora habia sido tranquila, puede que incluso ligeramente tediosa, pero lo preferia asi. Al menos tenia a Vera para darle un poco de conversacion.

Donde tu casa suele nevar a menudo? La verdad es que lo que mas conozco es desierto y calor..- Comento a su compañera por mantener una conversacion amistosa. Fue entonces cuando la agente se percato del paquete bajo el asiento.- Un momento, has visto eso? Debajo de ese asiento, pegado por debajo- Pregunto preocupada. Inmediatamente se acerco a la embajadora y sus escoltas alienigenas y les comunico.- Acabo de ver un paquete sospechoso. Aguarden a cubierto unos instantes.

Mirando en todas direcciones, por si veia a alguien sospechoso, Zahra se agacho junto al asiento y observo mas de cerca el paquete.

-¿Nevar? No, donde me crié sólo había jungla por todos lados y mucho calor todo el año. Pero sí he estado en lugares nevados.

Vera había visto casi al mismo tiempo que su compañera el extraño paquete que había. Mientras su compañera se agachaba para inspeccionar de más cerca aquel misterioso objeto, observó los alrededores, por si aquello se convertía en una distracción con tal de cogerlas desprevenidas a ambas y el equipo de los Tohaa.

-Te cubro.

En el momento en el que Zahra hizo el comentario la escolta Tohaa de la embajadora se apuró en protegerla, rodeándola y vigilando todas direcciones lo cual alarmó un poco a la gente que pasaba por ahí.

El paquete, aunque sospechoso, no parecía nada peligroso. Era pequeño y no pesaba casi nada.

Melissa no tardó en enviarlos planos de la estación.- Esto no es un pequeño armario, si no un almacen de pequeño tamaño.- Comentó.- Eso que veis debe ser un holograma.

El pequeño Mel-bot lo confirmó al volver y hacer señas para que pasaran.

Más allá del falso muro, el pequeño almacén había sido utilizado. Una especie de artefacto alienígena había sido fijado justo en la pared de en frente. A la izquierda había una pequeña mesa de trabajo plagada de herramientas y sobre ella varios pistolas de asalto. A la derecha la pared estaba plagada de papeles con una escritura extraña y diagramas incomprensibles.

Alonzo consiguió transmitir un educado sentimiento de horror teñido de desprecio incluso a traves de las facciones congeladas de su casco al contemplar el lanzallams del señor Li.

- Obviaré las docenas de disposiciones legales que se ha saltado introduciendo un arma ilegal de esas caracteristicas en esta estación, señor Li.- Se notaba a la legua que esa concesión escocía al Padre-Caballero.- Las circunstancias son excepcionales. Pero, a partir de ahora, me gustaria que quitase la mano del disparador mientras esté delante de usted... Odiaria que hubiese un accidente.

Dicho lo cual, Alonzo obedeció la petición del bot de mantenimiento y entró en lo que parecia un improvisado taller de armero.

- Melissa, por favor, activa sistema de grabación de holovideo.- El panoceano batió la sala con su pistola aturdidora.- Tengan cuidado... Es probable que halla trampas explosivas... ¿Alguien puede traducir las laminas? Melissa, acceso al sistema de traducción del Ejercito Combinado... Y de los Tohaa, por favor.

Tras observar el paquete unos segundos, Zahra decidio que fuese lo que fuese aquel paquete, no tenia pinta de ser una bomba. Para confirmarlo, la joven haqqislamita lo cogio, no sin cierto temor, pero en cuanto lo tuvo en la mano estuvo completamente segura. - Falsa alarma. No es una bomba.- Le comento a Vera, y luego hizo un gesto a la escolta de la Embajadora para indicar que todo estaba bien.

Parece que no es nada, pero al menos hemos comprobado que estamis atentas.- Añadio mientras sopesaba el paquete.- No es algo que se hayan olvidado, estaba deliberadamente escondido... que sera? - Pregunto al aire.- Deberia abrirlo?

- Melisa, confirmame que no se ha abierto la puerta y que no salido nadie de esta habitación desde que ha entrado el intruso- le limita a decir Won, mientras la pequeña llama de plasma se enciende delante de la boca del cañón iluminando ténuamente la estáncia tras el muro holográfico.- El alien sigue aquí, solo que no le vemos- explica.- Atrás- añade, señalando la puerta sin perder de vista a sus compañeros mientras acerca un cigarrillo a la llama,- recordad, que nadie salga del campo visual.

- Señor alienigena- añade, con un tono de voz falsamente cordial pegando una honda calada al cigarrillo sintético nómada.- Contaré hasta cinco dándole la oportunidad de entregarse pacificamente y luego procederé a calcinar este lugar- advirtió, tranquilamente.- Tiene usted la oportunidad única de rendirse ahora y responder por sus crímenes contra el estado-imperio. Le garantizamos que se respetarán sus derechos como forma de vida enemiga capturada en territorio de la Esfera humana que incluyen el derecho a ser escuchado, el derecho a declarar ante un tribunal militar, el derecho a no ser ejecutado fulminantemente sin motivo y el derecho a una vida confortable y un puesto de trabajo de nivel C en caso de que decida traicionar a sus corruptos amos y trabajar para mayor gloria del Estado-Imperio, en pos del bien común, la paz y el progreso de todos los seres sintientes de la galáxia- declaró, de carrerilla.

- Uno- empezó, dándo un paso atrás hacia la puerta.

La Reverenda parecía tranquila, aunque con esa tranquilidad de la tormenta a punto de estallar que la caracterizaba.-'Entiende, pues, hoy, que es Jehová tu Dios el que pasa delante de ti como fuego consumidor, que los destruirá y humillará delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás en seguida, como Jehová te ha dicho.' Deuterenomio. Capítulo 9. Versículo 3.- Hizo una breve pausa antes de añadir.- Si bien no se me ocurre mejor manera de purificar este impio lugar, creo que no servirá de nada hacerlo antes de investigar.-Dijo mientras señala una rejilla de ventilación abierta. Seguramente el sitio por el que había huido el shasvastii.- Quiero analizar este artefacto antes de consagrarlo al Señor.- Añadió refiriéndose a lo que había justo en la pared de enfrente a la entrada.

-Si me permite la sugerencia. Déjelo a cargo de otros agentes de la estación, no tengo tiempo que perder en esto. Que le informen con los resultados- Comentó la embajadora con un tono cordial, pero con algo de urgencia en la voz, no le gustaba ir retrasada con sus quehaceres.

- Se ha vuelto loco...- Masculló el Padre-Caballero entre dientes. Resopló y bajo el arma con la que habia estado apuntando a Won Li... Solo un poco. Sin perder de vista la incandescente llama del lanzallamas del agente del Estado-Imperio, Alonzo se acercó a las extrañas inscripciones y a los complejos diagramas. El sonido de la cuenta átras le dejaba poco tiempo para analizarlos, pero...

- Melissa, activa el sistema de holograbación.- Ordenó, antes de colocarse el casco de su servoarmadura e inclinarse a descifrar los diagramas.- No tenemos tiempo que perder...

Con la ayuda de Melissa Alonzo no tardó en descubrir que los diagramas mostraban el plano de Arco de Plata, el lugar donde el día anterior habían asistido al pacto humano-tohaa y donde esa misma noche tendría lugar el evento. Los diagramas mostraban la distribución del sistema de ventilación y como este daba acceso a las estructuras ornamentales que recorrían el techo del lugar.

- Maldita sea nuestra suerte.- La voz del Padre-Caballero sonaba ligeramente distorsionada, pero transmitía perfectamente su crispación.- Ya sabemos donde pretende atacar... Y no me cabe duda que pretende causar el mayor daño posible.

Alonzo manipuló su Com-Log para comprobar que toda la información habia sido correctamente grabada y añadió sus conclusiones en una pista adicional antes de volverse hacia sus compañeros.

- Parece que el hostil planea ejecutar su misión en el lugar donde puede causar más daño. Me dá la sensación de que se trata de una acción suicida... Y ese es soló el menor de nuestros problemas.- Vaticinó.- Un cambio de ubicación de última hora podría retrasar el ataque, pero algo me dice que la embajadora se negara de plano a ceder a la amenaza, lo que nos deja con la tesitura de impedir que esta se llegué a efecto.

Alonzo dió un par de pasos hasta situarse al lado del señor Li, fuera de la supuesta linea de fuego del lanzallamas ilegal que este portaba y que parecía dispuesto a usar.

- Preferiría solicitar un grupo de investigación, señor Li, pero, si esta dispuesto a purificar este lugar, aseguremonos de que no vamos a provocar un incidente aún mayor, ¿no le parece? Sé que no le gusto, pero comprende que tengo razón cuando le digo que un fuego descontrolado en una estación orbital es un asunto muy serio... ¿verdad?.- Preguntó Alonzo.- Asi que, si le parece bien, podriamos pedir a Melissa que anule el aviso que muy probablemente se dará en cuanto este cuarto empiece a arder y que retrase la activación de sistemas contra incendios tres minutos antes de extinguir el fuego... Es posible que el hostil monitorice las comunicaciones, pero tendremos que arriesgarnos.

Lentamente, enfundó su pistola aturdidora, pero mantuvo elocuentemente desenvainada su espada.

- No querría sugerir esto pero, dado que está en los conductos, alguien deberia ir a rastrearlo.- Alonzo se volvió a medias para mirar a la Reverenda y bajó la vista para estudiar al pequeño bot que Melissa había tenido a bien asignarsela para mantenerla controlada.- Reverenda Bartosiewicz, ¿podría prestarnos su bot para que rastree los conductos?