Partida Rol por web

¡¡Hey, chavales!! ¿Podeís ayudarme a bajar? La voz en mi cabeza, dice que nos tenemos que ir.

Yoshio no dijo nada, solo miró a su alrededor y asintió cuando alguien le devolvía la mirada y se dispuso a seguir el camino de baldosas amarillas como un buen novato...

Antes de marchar siguiendo las indicaciones que sonaron, giro sobre mi mismo, observando, de manera expectante, todo a mi alrededor.

-Esto es la bomba...

Tras estar así un par de segundos me doy cuenta de que todos están empezando a salir y decido hacerlo yo también.

He llegado a un lugar muy extraño... me encantaría curiosear un poco, pero será mejor que me dirija cuanto antes al susodicho salón de actos, parece que además no estoy solo, de hecho, ¿que demonios hace ese chico en el aire? No se me dan bien ni mucho menos las presentaciones. Miro a los jóvenes que se encuentran con migo y levantando la mano para saludar me dirijo a ellos.

-¡Hola! me llamo Gustaf Troy, supongo que a parir de ahora seremos compañeros de clase, así que sera bueno que nos llevemos bien, ¿no?

Me dirijo al joven flotando -En seguida busco algo para ayudarte, mi poder es mover objetos con la mente, pero nunca he podido mover seres vivos

Al aparecer miro el área a mi alrededor, a los demás estudiantes y observo como el tal Gustaf intenta ayudar al que flota con una mirada seria y fría. Meto la mano en un bolsillo lateral de mi mochila y saco una caja de Mikado, saco uno y me lo empiezo a comer. Mi hermana no tarda en echarme la bronca diciendo que me los voy a acabar muy rápido como siempre pero haciendo caso omiso empiezo a caminar hacia el chaval. Me paro junto a Gustaf y saco de mi mochila una vara de metal extensible. Le acerco un extremo al chaval que se agarra y tiro de el hacía el suelo. Sin decir ni una sola palabra.

Llegué a esa sala un poco con falta de aire, pero sin perder la sonrisa -Apunte mental: No entrar en más portales corriendo- pensé mientras recuperaba un poco el aliento. Una vez me relaje, vi un poco mi alrededor, una especie de aula de carpintería o taller… eso podría significar que estaba en la Academia. Sonreí ante la idea, y ni siquiera estaba sola, así mucho mejor.

-Hello everybody- grité eufórica para saludar a todo el mundo -Buenos días a todos compañeros- dije a los que yo ya consideraba compañeros de clase; algunos tenían pintas raras… pero seguro que todos son buenas personas, al menos es lo que pienso yo siempre. Después de que se cerrarán los portales, una voz dijo que empezaramos a irnos hacia un salón de actos. Todos iban muy callados y seguían las flechas… BOOOORIIING… parece que alguien tenía que romper el hielo, ¡y quien mejor que yo para hacerlo! -¿Ya os estáis yendo todos? Que prologó más aburrido- les dije, para llamar la atención de los compañeros -Si ni siquiera hemos presentado a los protagonistas de esta actuación que vamos a interpretar… un poco más de vidilla- les dije con un tono dulce y enérgico. -Vamos presentandonos uno a uno, empezando por mi... - les dije con ganas -Soy Julia Barnes, la chica prodigio del teatro; actriz, cantante, directora, guionista, decoradora,... Y ENCANTADA DE DAR ESPECTÁCULO Y DE ESTAR CON VOSOTROS- les dije eufórica, llena de vida y haciendo una reverencia.

Una vez mi grandilocuente presentación, señale a uno de mis compañeros, el alto rubio de 20 años -¿Cual es tu seudónimo compañero? Compártelo antes de irnos a nuestro destino- le dije entusiasmada para animarle a presentarse a él mismo y al resto de personas.

Caigo de bruces al suelo, al parecer no fue tan buena idea saltar hacia el portal y que solo bastaba con caminar, me levanto del suelo mientras me sacudo el polvo de mi ropa.

Observo a mi alrededor, veo la cupula, los edificios... -¿Que lugar es este?- musito para mi mismo

Una voz me "despierta" y dejo de observar los edificios para fijarme en las personas que hay junto a mi

-¿Han viajado como yo? ¿van a ser her...- mis pensamientos se cortan por la llamada de un chaval que se encuentra flotando, no distingo bien si esta asustado o molesto. Otro chaval le responde, tiene el pelo blanco y por lo que dice se llama Gustaff.

-¿Acaba de decir que su poder es mover objetos? ¿Telequinesia?- el mero hecho de pensar en la telequinesia me estremece, poder mover objetos o personas a distancia sin que nadie sepa que fuiste tu... espero que no tenga maldad...

Un chico moreno se acerca a Gustaf, saca lo que parece una vara de su mochila y ayuda al "astronauta".

Me coloco mi bufanda y las gafas para ocultar mi rostro, no es por parecer el chico misterioso, es para tapar mi cara de nervioso que tengo... la gente pocas veces es buena conmigo... ¿seran amables? no lo se, pero estan ayudando a alguien que acaban de conocer, asi que si, seran amables...

-Ho... Hola ¿os echo una mano?- digo en voz alta.

-AH! pronunció Yoshio antes de que sus labios y parpados empezasen a moverse a velocidades increíbles durante 3 segundos mientras decía algo impronunciable por nadie más, -BPLIN! o eso os pareció oir mientras algunos dirías que en ese tiempo parpadeó unas 12 veces, aunque en realidad eran má de un centenar. Tras ese lapso empezó a ocurrir todo lo contrario y empezasteis a comprender mientras escuchabais su voz parecía eterna...

-Uuuuuuuuuuuuuunnnnnnnnnnnnnnnnnnnn tardó medio minuto en pronunciar...
-ppppppppppllllllllllllllllllllllaaaaaaaaaaaaaaaaaaccccccccccccccceeeeeeeeeeeeeeeeeeeerrrrrrrr. Dijo en el siguiente medio minuto antes de recobrar la normalidad -Soy Yoshio.

Dicho eso se quedó en blanco al pensar que se había olvidado su cartera de estudiante, aunque claro tampoco habían dicho que la tenía que llevar

Algo confundido por la "Teletransportación" la cual le resulto diferente a lo que había imaginado, cuando porfin pudo ver el lugar donde se encontraba se sorprendió, no había visto nada igual en su vida, en eso ve a un niño volando el cual le pide ayuda a los demás alumnos y antes de que pueda decir algo Gustaf le trata de brindar ayuda, a lo que Kuroe dice: -Intentaría, pero a menos que quieras inmolarte en una gran bola de fuego, me quedare observando..... ah soy Kuroe Castle, gusto en conoceros y tu eres?- mientras ve como se vuela descontroladamente el niño desconocido. 

Nonononono, no me toques con eso...

En cuanto, la vara de Rin toca al chico, esta empiezó a subir hacia arriba, como si una fuerza tirase de ella. Desde luego era algo todavía más raro.

ah soy Kuroe Castle, gusto en conoceros y tu eres?

Preferiría presentarme cuando toque el suelo, si no te molesta. Teneis que tocarme alguno. Eso ha bastado el resto de veces. -dijo el chico bastante asustado. 

El chico que estaba olisqueando de repente se levantó y se acerca a Julia.

Encantado Julia, tienes un olor muy peculiar. Hueles como a flores.... lavanda diría incluso....

Uuuuuuuuuuuuuunnnnnnnnnnnnnnnnnnnn tardó medio minuto en pronunciar...
ppppppppppllllllllllllllllllllllaaaaaaaaaaaaaaaaaaccccccccccccccceeeeeeeeeeeeeeeeeeeerrrrrrrr. Dijo en el siguiente medio minuto antes de recobrar la normalidad -Soy Yoshio.

 ¿Que narices le pasa a este tipo? ¿Es tan vergonzoso?

A lo que iba, no quería molestar pero a Pekoms, le gusta investigar y a veces se sale del collar. De repente, un resplandor aparece en su collar de huesos. Vuelvo a empezar *ejem* Mi nombre es Adwin Kamdem. Encantado de conoceros Julia y ¿Yoshio?. Espero que nos llevemos bien.

Bien, creo que nadie se ha fijado especialmente en mí. Miro ésta sala con artilugios en la pizarra y gente rara con calma, mirando sin prisa, integrando ese edificio en mi cabeza. También quiero recordar a la gente, sobretodo a la gente. Éste es, sin duda, el lugar más raro en el ue he estado. La voz nos dice que marchemos a un salón de actos. Podría enfadarme porque nos den órdenes de ésta manera o algo, pero acabo de atravesar un portal y estoy en un sitio completamente nuevo, así que sigo mirando y escuchando y sigo a la gente. Sigo mirando.

Y mientras camino,

A ver...está el que le gusta olfatear, haha, uno con 6 brazos! a ver quien más... Oigo la grandilocuente presentación de Julia desde la distancia mental de estar unos cuantos pasos más atrás y no puedo evitar sonreir poquito mientras la miro. Haha, me cae bien, es como muy... teatral... Pero no un poco, muy teatral. Es divertida, y por lo que parece el tío ese (nota mental: decidir si me parece que su problema de socialización es adorable o enfermizo. Espera Sara, y tú aquí mirando, qué?) le pone un poquiiiito nervioso la teatralidad. Haha, pero solo un poco. Me cae bin este sitio.

Camino ya sin miedo, me está empezando a gustar este sitio. La gente es acogedora. Mira mira, el que le gusta olfatear cosas ya está haciendo alarde de su rollo raro olfateador, como que tiene un perro como espiritual, como astral como que no sé qué quiere insinuarnos con el collarito brillante. O igual está loco y tiene un collarito brillante. Oh, que divertido, me siento como en un shonen. Sonrío ota vez, pero no mucho otra vez, y sigo caminando. Sigo mirando la llegada de la actriz teatral, el tipo tímido (decidido, si me acepto a mi misma como sana socialmente a pesar de estar mirando la vida de la gente como si fuera una peli en vez de vivir la mía, los tics nerviosos de ese tipo son adorables) y el olfateador. Parecen gente divertida de mirar. 
 

Al ir saliendo de esa especie de taller en la que estaba, me fijo en la chica pelirroja que, a pesar de haber pasado por un portal como el mio, parecía estar a rebosar de energía. Me fijo tambien en el pintorescl grupo a su al rededor: un tío de unos 20 años cuyo poder, posiblemente, esté relacionado con la supervelocidad, un chico que, a mi parecer, tenía un gran problema con olfatear TODO y lo que, por como les miraba, parecia ser una chica con ganas de unirseles bastante mona un par de pasos por detras de la pelirroja. "Pintoresco, ciertamente..." fue lo único que me vino a la cabeza tras verles. 

Observaba en silencio aquel extraño portal que se hallaba frente a mi pero ¿Que se pensaban que iba a hacer? ¿Entrar allí directamente llevando solo la toalla atada a la cintura? No iba a pasar por esas... Rápidamente me acerqué a mi armario, tomando de este la ropa interior, unos pantalones vaqueros ligeramente anchos para estar cómodo e igual una camisa blanca junto con una chaqueta negra, aprovechando que era de noche y hacía calor la chaqueta la llevaba sobre el brazo bien colocada para evitar que se arrugase de mala manera.

Una vez vestido marché a peinarme en silencio, asegurándome que no quedase ningún mechón mal colocado o pelo rebelde fuera de sitio me lavé bien la cara, pasándome la toalla para tener el rostro seco, tomando después de ello las gafas y, ya completamente arreglado volví a observar el portal, frunciendo ligeramente el ceño y dando un paso hacia delante, dejando escapar un suspiro para calmarme al pasar por este, dirección al otro lado sin saber siquiera que podría encontrarme ¿Quizás la academia? ¿O quizás estaría en algún tipo de reunión multitudinaria fuera de esta?

Veo mi vara flotar pero tampoco me esfuerzo mucho por evitarlo así de paso comprobaba una cosa si se paraba a la misma altura que el chico significaría que anula la gravedad pero si seguía sería por que afecta en algo el peso. ¿Tocarle? No tardo en que se me ocurra una idea nueva. Miro a Gustaf, muy enclenque como yo, miro a Kuroe, si el es perfecto, me acerco hasta el y le dijo:

-Soy Rin y me gustaría pedir tu ayuda- que difícil se me hacía hablarle- Me puedes subir a tus hombros para ayudarle- apunto con el dedo gordo al chico volador que estaba a mi espalda. No me hizo falta verla para saber que mi hermana estaba sonriendo a mi espalda por hablar tanto.

Solté una leve risita con la reacción de Yoshio -Jiji... encantada Yoshio, pero no te alteres tanto que no muerdo- le dije con una sonrisa en la boca. Vi como el chaval que olisqueaba el suelo me olisqueó a mí, me dijo que olía a lavanda y se presentó -¡A lavanda! Mi flor favorita... muchas gracias por el cumplido Adwin, mucho gusto en conocerte, y que collar más original tienes- le dije muy feliz por el cumplido y devolviendoselo.

Luego miré al resto de presentes -Ya cada vez quedan menos incógnitas en esta habitación; y el siguiente personaje en revelar su identidad será...- dije en voz alta mientras iba señalando uno a uno a los que no se habían presentado aún como si les estuviera escogiendo. Al final me paré en la chica de pelo violeta y gafas -Te ha tocado a ti, ¿podrías satisfacer al público con tu nombre?- le pregunté de forma rimbombante a la chica.

Alzo la vista para ver como la vara se va alejando, me acerco a Kuroe y a Rin

-¿Os puedo ayudar?- digo en voz alta mientras les miro fijamente a traves de mis gafas.

-Quizas esto sea una prueba para que trabajemos en equipo ¿no os parece?- Comento sin pensar en lo que digo, quizas me equivoque y este chaval si este en peligro.

-Ah... no. empieza a responder a Juia evitando el contacto visual -No se me da bien hablar con la gente y eso causa que a veces mis poderes se descontrolen, aun no los domino, por eso estoy aquí, y porque quiero aprovechar mi corta vida para ayudar. Logra decir -Vamos, no es educado hacer esperar.

Me puedes subir a tus hombros para ayudarle. 

-si esta bien, sube- Dice Kuroe mientras se agacha para cargar en los hombros a Rin.

Quizas esto sea una prueba para que trabajemos en equipo ¿no os parece?

-Sea una prueba o no, creo que deberiamos ayudarlo de todos modos- Dice como respuesta Tobby.

Desde luego esta toma de contacto no ha salido como esperaba nunca sale como espero, pero podía haber sido peor, no entiendo esa manía de la gente de dar la mano al saludar, pasándose miles de esos incontrolables gérmenes, parece que todos estamos dispuestos a ayudar a este joven, debe ser muy frustrante quedarse suspendido en el aire depender de alguien para bajar. Sera mejor ofrezca mi ayuda también como ha hecho el chico ninja.

 -Quizá si te cogemos entre todos tengas más estabilidad- Le digo al chico de palitos de chocolate que se ha mostrado tan frío anteriormente. Quizás no debería haber desvelado tan pronto mi poder, he hablado demasiado rápido, no se tan siquiera si son de fiar, quizá habría sido mejor decirles que tan solo puedo mover metales creando campos magnéticos por ejemplo, sus propias inseguridades me hacen sospechar más si cabe... mierda, no sé como me podrá afectar esto. Tras esta reflexión me doy cuenta además que me he ofrecido a levantar alguien, otra vez hablé con la lengua muy larga, la idea de tocar unas zapatillas ajenas en continuo contacto con el suelo hace que me recorra un escalofrío por el cuerpo y no puedo evitar hacer una muesca de asco- O mejor todavía levantadle entre dos y en caso de que caiga alguien evito que choque fuerte con el suelo haciendo levitar tan solo su ropa, espero que esto sirva y no se acaben rompiendo las prendas- Espero que con esto haya podido solucionar mi más tardía imprudencia