Partida Rol por web

Escuchando las voces, Samir intentó buscar cobertura para recargar su escopeta y enfrentarse a lo que vendría a continuación, asumiendo que al escuchar las disparos, varios de los secuaces de estos atontaos vendrían a ver qué había sido de ellos. 

Kay y Edge se mueven a la siguiente esquina, desde allí pueden ver el pasillo y las oficinas donde habíais hablado con la familia Rico. Hay cosas por el suelo, ventanas rotas y un grupo de hombres montando el AV de nuevo. Estáis a unos 15 metros de la ventana donde está el AV (con Checkmate programando una puerta trasera).

Edge avisa a Kay, tienen a Maria con ellos y la están arrastrando inconsciente.

La situación era desesperada. Si no actuaban ya, se llevarían a María con ellos. No lo iba a permitir. 

-¡Cúbreme!-gritó dirigiéndose a Kay mientras echaba a correr hacia el AV. 

Algo así no se lo iban a esperar. Con Kay cubriéndole las espaldas y dos de ellos cargando con María, no tendrían tiempo para ocuparse de él. Y una vez dentro, sabrían porque le llaman Edge. 

Recogí la granada del cabrón que estaba más cerca mientras Samir arrancaba a correr hacia esos cabrones. Mierda.

- ¡Sácala de ahí! – le gritó de vuelta antes de apuntar a uno de aquellos cabrones y reventarle la cabeza. Eso debería darle la oportunidad a Edge de sacar a María de allí para poder lanzar una granada y reventar el AV.

Me moví para tomar una nueva posición más ventajosa manteniéndome a cubierto.

Los disparos de Kay dan de lleno a uno de los hombres que cargaba con Maria, las balas atraviesan su casco y hay un desagradable ruido húmedo y una nube roja por detrás antes de que este caiga como un saco de patatas.

En otras circunstancias Maria seguramente chillaría, pero afortunadamente estaba inconsciente.

Viendo que Kay había derribado a uno de los tipos que llevaba a María, Samir se acercó y cuando estuvo a bocajarro descerrajó un tiro al otro tipo de cargaba con María.

Edge corre y se lanza entre los dos armarios cibernetizados encastando su escopeta en la cabeza del operativo. La ráfaga de cartuchos que lo sigue destroza la cabeza, cuello y la parte superior del pobre desgraciado convirtiéndolo todo en pulpa gelatinosa y pólvora.

El resultado es aterrador, tal y como son las armas de fuego a fuego a bocajarro.

El problema de Egde, es que ahora es el quien está a bocajarro de los dos otros hombres de operaciones negras. El primero de ellos se gira y empieza a disparar su fusil de asalto a medida que grita acompañando el ensordecedor ruido del arma. Las balas lo atraviesan con facilidad dejando unos buenos agujeros en su carne antes de mandar el cuerpo de Edge al suelo.

El otro cibernetizado se gira hacia Kay y dispara el cañón inferior de su WAA, un lanzagranadas de complemento que tira una bonita unidad de 400 mm en el aire hasta impactar donde se encuentro el mercenario y estalla en una aterradora nube de fósforo blanco prendiéndolo todo.

Rhys sonrió - Estoy den... - la explosión que venía de más abajo le heló la sangre.

- ¡Joder! ¿¡K, Edge!? ¡¿Qué coño está pasando ahí abajo?! - gritó a través de su equipo.
 

-¡¡¡Que cojones ...!!!- Pablo parecía tan sorprendido como Checkmate y se inclinó por encima del murillo para mirar hacía abajo.

-¡Ya es la segunda explosión que resuena, que mierdas está pasando!-

Uno de los tipos que llevaba a María cayó inerte al suelo cuando las postas de la escopea de Samir atravesaron su cabeza en varios puntos. Pero apenas tuvo tiempo de celebrar su logro. Tres balas de alto calibre atravesaron de parte a parte el cuerpo de Samir, antes de que éste se diera cuenta siquiera de dónde se había metido. Los impactos hicieron saltar chorros de sangre en todas direcciones. El cuerpo del nómada convulsionó antes de caer al suelo, escupiendo sangre por la boca. 

- ¡Edge! ¡Puto loco! – grité justo un instante antes de ver como las tres balas lo tumbaban en el suelo como un muñeco de trapo.

No tuve tiempo de prepararme para cagarme en la puta madre que parió a esos dos hijos de puta cuando uno me disparó con un puto lanzagranadas. Hijos de la grandísima puta. ¡Un puto lanzagranadas dentro de un edificio!

Corrí lo más rápido que pude lanzándome al aire cuando oí el impacto detrás de mí. Sentí la onda expansiva antes de que los trozos de ladrillo y viga me alcanzasen. Debo tener un puto trébol de cuatro hojas en el culo porque caí justo detrás de una mesa de metal de esas que pesan un quintal y eso me cubrió del puto napalm que lanzaba esa mierda de granada.

- ¡Se han cargado a Edge! ¡Tienen a María! ¡Son dos hijos de puta totalmente mecanizados! ¡Tienen lanzagranadas! ¡Necesitamos al Doc aquí ya! – grité por el agente recobrando el resuello y pensando aceleradamente qué coño podía hacer ahora.

- Pablo, estos no vienen a por tomates. Están secuestrando a María - dijo Rhys fijándose en la reacción del hombre-
 

- Necesitan apoyo, id tirando para abajo pero ya, yo me quedo guardando la azotea.

Silenció el micrófono para ese canal y abrió el de Matías.

- Jefe, hemos repelido el ataque de los punks que venían a por los tomates, pero hay otros hijos de puta armados hasta los dientes con un AV nuevecito dos plantas más abajo. Se han cargado a uno de los míos y están secuestrando a María. Si estás cerca aprienta el acelerador y recógeme en la azotea.

Mientras esperaba la respuesta de Matías empezó a preparar una ruta alternativa para cargar en el GPS, por si los de abajo fallaban. El AV subiría por la parte Sur del edificio y se pondría a dar vueltas sobre la azotea.

Eisner es el primero en salir hacía el ascensor y Pablo lo sigue después. Sin embargo el doctor no tiene la paciencia de esperar a que el ascensor suba y simplemente fuerza la puerta abierta y se lanza a los cables de este, deslizándose hacia abajo cómo todo un profesional.

Aunque como veterano del TT seguramente ya había realizado acciones de ese tipo.

Pablo en ese turno se queda titubeando, y finalmente va a la puerta de al lado y llama al otro ascensor. 

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Unos pisos mas abajo Kay se recompone y se apoya en la pared para recuperar el resuello mientras avisaba a Checkmate. Detrás de el, donde había estado a penas hacía unos segundos, había un infierno de fósforo blanco quemándolo todo con aterradora virulencia.

El humo empezaba a llenar la zona y era irrespirable, haciendo que los pulmones quemaran, por no decir las cenizas subiendo por todos lados, con virutas de fuego que flotaban en el aire como si estuviera lloviendo fuego dentro de la sala.

Malditos hijos de puta… no quedaba otra. Disparar a ciegas por la nube de humo era jugársela a darle a María sin querer y prefería que la secuestraran y después poder rescatarla que cargársela, que eso no tenía remedio.

Miré la pared que tenía en frente. Solté una ráfaga que reventó ladrillo por doquiera, lo suficiente para que al empujarlo con una de las mesas que había por la zona la pared tuviera un boquete por el que caber y aparecer en un puto cuarto de baño. Maldita sea.

Retomé el resuello preparándome mentalmente para abrir la puerta y disparar antes de que me reventaran con sus armas.

Las balas de Kay hacen cuenta rápida en la pobre pared de las "oficinas" y lo poco que queda de ella se desmorona del todo cuando la atraviesa a la fuerza cual Hulk.

Eisner se descuelga del ascensor, encontrándolo lleno de agujeros de bala y entra en la sala viendo la humareda que está despidiendo la granada incendiaria. Al ver a Kay corre hacia el con su pistola apunto pero sin decir mucho.