Partida Rol por web

Kuria es posa el contacto de con quien tenéis que hablar, y pocas horas mas tarde estáis hablando con alguien de la familia de ex-nomadas que ahora rige ese rascacielos abandonado. Bueno, realmente no está abandonado, pues están ellos, pero sin duda no son los inquilinos originales.

El edificio de los Rico está situada no muy lejos de la zona 0, donde la mini bomba nuclear de Arasaka estalló a gran altura (y evitando un impacto en el suelo que hubiera devastado toda la ciudad). Esa zona de la ciudad es de las mas dañadas, con rascacielos tumbados, runas, piedras y cascotes por todas partes, así como los restos de lo que fue la ciudad antaño decorando las calles en forma de viejas carrocerías corroídas.

A lo lejos se pueden ver las nuevas arcologias que está levantando la ciudad con la ayuda internacional de las corporaciones (el gobierno de EUA abandono Night City a su suerte), pero en el edificio que os encontráis las cosas distan de ser limpias y preciosas.

Eso si, el tejado del edificio, con una pista de helicópteros/AV en el medio, es un gustazo de mirar.

Los Rico han reconvertido todas las torres de ventilación de lo que había sido un edificio residencial en pequeñas parcelas (o tiestos gigantes, depende de como lo miras) para cultivar hileras e hileras de tomates. $ enromes tragaluces habian sido reconvertidos para cultivar otro tipo de hortalizas y un pequeño grupo de trabajadores de aspecto humilde cuidaban cada una de las plantas que parecían estar en el punto de maduración perfecto.

-Como os decía este es el lugar, donde crece el oro de las plantas que tanto cobijan esos corpos, jeje.-

El hombre se había pavoneado de su pequeño imperio desde que habíais llegado. Empezaba a ser un poco pesado, pero la verdad es que había tenido que luchar con uñas y dientes para conseguir lo que tenia, se había ganado un poco el derecho de alardear.

-El plan es que os quedáis por aquí hasta que realicemos la entrega, pero el ataque creemos que será antes.-

-Como os habrá dicho Kuria, pago generosamente. 760 eddies por cada uno de vosotros al día, gastos pagados en los pisos inferiores cerca de donde está mi familia.-

Sonrió mientras os indicaba que lo siguierais al piso inferior, donde estaba su "oficina".

-Me han dicho que sois buenos.-

-Mi hermano menor está encantado con vosotros. Os lo presentaré.-

Había que reconocer que los ex-nómadas no se lo habían montado mal del todo

Lo iba observando todo. Habría que mantener a alguien de vigilancia aquí arriba por si eso supuestos muertos de hambre tenían alguna forma de entrar por el aire. Deseaba que no fuera así. De haber un tiroteo aquí arriba iba a ser imposible proteger la mercancía que estaba creciendo. Habría que ver cuantos accesos viables al edificio había.

Se limitó a asentir y a seguirlo a cumplir con las presentaciones.

- Mola - dijo Rhys. No recordaba la última vez que comió un tomate, si es que lo había probado alguna vez. Quizá más tarde pudiera pillar uno sin que le vieran.

- ¿Os atacan con frecuencia? - preguntó buscando conversación.

Caminaba mirando con curiosidad alrededor. Convenía saber qué tipo de tecnología manejaba está gente. 

Samir se fijó en la vestimenta que utilizaba la gente que frecuentaba aquel lugar. Si quería camuflarse entre ellos debía imitar su forma de vestir y sus costumbres. Era la única forma de observar lo que sucedía y coger a sus enemigos por sorpresa. 

-El plan es que no hay plan, me temo-dijo fingiendo una mueca de decepción cuando Rico les explicó lo que él llamaba "el plan"-Somos buenos, descuida. Por eso no tienes que preocuparte, pero probablemente, nadie es tan bueno como para esperar a que le tiendan una emboscada a sabiendas de que se va a producir y salir con bien de ella.

¿Como se había metido en aquel embrollo? Esa era una operación de aficionados y estaba claro que lo que buscaba esa gente eran matones, no profesionales especializados como él. ¡Tenía un doctorado por el amor del mesias! ¡Aquel sitio sólo era un gigantesco umglik!

Se rascó la cabeza mirando el mapa.- Doy por descontado que desde abajo no se puede entrar fácilmente- comentó, buscando algo seguro a lo que aferrarse. Si él tuviera que asaltar un sitio como ese, lo intentaria por arriba sin dudarlo, era el sitio de peor defender.- ¿Respondes por todos los trabajadores?- añadió, pensando en maneras de asaltar el complejo

El piso inferior era literalmente un bloque de viviendas adaptado. Y con bastante lujo, todo había que decirlo.

Matias iba respondiendo a vuestras preguntas como poco a poco y sin mucha prisa.

- ¿Os atacan con frecuencia? - preguntó buscando conversación.

-Una vez al mes como mínimo, sea por la comida o por que se creen capaces de robar y llevar el negocio, siempre hay gente desesperada dispuesta a apostar su vida por una estupidez. Aunque no los culpa, la vida en la calle es dura.- 

Se rascó la cabeza mirando el mapa.- Doy por descontado que desde abajo no se puede entrar fácilmente-

-No, efectivamente. La entrada está limitada y en caso de apuro se pueden bloquear los ascensores así como el acceso por las escaleras.- Decía Matias con una sonrisa sedosa.

- ¿Respondes por todos los trabajadores?- añadió, pensando en maneras de asaltar el complejo

-No.-

-Los trabajadores cambian a menudo, depende como realicen el trabajo y mas de uno no ha intentado robar o planear con alguien de fuera un ataque. Pero en general, son cobardes y no traen problemas de forma directa.-

En la zona donde entrabais, lo que Matias consideraba su oficina, era tranquila y ni uno de esos pordioseros trabajadores se pasaba por allí. En ese despacho lleno de muebles caros y decoraciones un tanto exóticas también estaban una mujer y otro hombre.

Matias abrazó y dio un beso a la mujer, que por como se comportaba parecía ser su esposa.

-Esta es Maria, mi mujer y Pablo, mi hermano menor.-

Maria se acercó a cada uno de vosotros para daros un cordial beso en la mejilla. 

-¡Encantada de conoceros!-

-Desde que Pablo se peleara con el anterior grupo de protección, que nos sentíamos desprotegidos. Es un consuelo tener a mas gente trabajando aquí.- Maria parecía ser inherentemente bondadosa.

-Bah! Eran unos patanes, no como ellos!- Dijo alegremente y con aliento a alcohol el hermano pequeño de Matias.

-¡Kuria me contó algunas de vuestras hazañas! Los vamos a pasar en grande.-

-Tienes una curiosa interpretación de lo que es pasarlo en grande-dijo Samir-Si las cosas salen como Kuria las ha previsto, esto no va a ser agradable. Espero que podamos plantarle cara a esos maleantes, pero no va a ser fácil evitar que muera alguno de vosotros.

Samir se encogio de hombros.

-...aunque supongo que eso no os cogerá de sorpresa. Cuando empiece el lío, poneros a cubierto. Necesitaremos mezclarnos entre vuestra gente. Que no sospechen que somos vigilantes.

Samir echó un vistazo a la zona. Probablemente si se colocaban en determinados puestos pudiesen cubrir mejor la zona. Tampoco estaba de más localizar las salidas y alguna zona por la cual pudieran evacuar a la gente para intentar minimizar las bajas. Era importante organizar un itinerario de emergencia.

- ¿Por dónde han intentado entrar hasta ahora? ¿Por arriba o por abajo? ¿Qué armas tenían? – conocer las estrategias anteriores les podría dar una idea de que esperar.

Siguió andando con Matías mientras les explicaba.

- ¿Hay alguno de los actuales trabajadores del que podáis tener alguna sospecha? – pregunto con el mismo tono frío. Siempre era bueno saber si tenían que tener un poco de atención extra sobre alguno.

Aceptó el beso en la mejilla de Maria un poco extrañado por esa familiaridad, pero sin decir nada ni reaccionar a ello. Se giró a Pablo evitando arrugar la nariz por el olor de alcohol; tener a alguien haciendo el loco por ir hasta arriba de lo que fuera siempre era un buen elemento para un desastre, pero ellos pagaban.

- Le venía preguntando a tu hermano por tácticas y armamento que hubieran usado en anteriores ocasiones para atacaros. – le comentó.

Anotó mentalmente el comentario de sentirse desprotegidos si habían sido capaces de repeler los anteriores ataques o que había pasado en su defecto con los anteriores extras de protección como ellos. En cualquier caso, no veía la necesidad de meterles miedo en el cuerpo con una franqueza tan cruda como la de Samir.

Oh genial, encima los trabajadores no eran de fiar. La misión no dejaba de complicarse.- ¿Como funciona con los trabajadores entonces? ¿como se mueven por aquí?- pregunta. Algun sistema de seguridad tendrán, no les darán paso libre de cualquier manera.

-Oh venga, Maria!- Dijo Pablo con una carcajada y abriendo los brazos. -Tampoco estábamos tan desprotegidos!-

Abrió su chaqueta para mostrar una pistola pesada en la sobaquera y soltó una carcajada.

-Además nunca atacarían cuando la cosecha no está a punto.- Os mira a vosotros con expresión de "estúpidas mujeres".

Matias interrumpió a su hermano intentando poner algo mas de seriedad. Incluso llevó cuatro vasos bajos y una buena botella de whisky. Aunque sin hielo.

-No te emociones tanto Pablo.- Intentó frenarlo. -Y guarda tu paloma.-

-Pero lo que dice es verdad. Si hay asaltos, se producen cuando se hace la cosecha. Que es cuando contratamos al grueso de gente del barrio de chabolas.-

Se sentó para hablar con seriedad mientras Maria se sentaba a su lado en el reposabrazos de su silla.

-Siempre han sido ataques aéreos, bueno hubo unos pordioseros que intentaron entrar por la puerta del edificio, pero esos duraron mas bien poco y después de esa ... eh ... matanza, tan a la vista no lo ha intentando nadie mas.-

-Consiguen un aerodyne o un helicóptero, sea de segunda mano o chatarra abandonada y parcheada.-

-Vuelan hasta la azotea e intentan tomar el control de la azotea para cargar sus vehículos de las cajas de verduras para irse. A veces logran llevarse algo antes de irse con la mitad de los suyos muertos, la mayor parte de las veces hemos podido repudiarlos.-

Hace una pausa para recordar mas preguntas.

-Tenemos a un pequeño numero de trabajadores fieles, que son los que a lo largo de la temporada se cuidan de los tomates. Pero como mencionaba, es cuando los recolectamos que sube la gente mas externa ... intentamos que no sean muy sucios o enfermos, pero no siempre es fácil.-

Samir sonrío enseñando los dientes cuando el tal Pablo bravuconeó enseñando el arma. 

-Amigo, no es llevar una pistola, sino saberla usar lo que te puede sacar de un problema-dijo Samir-Si llevas una pistola y no sabes usarla, es más peligrosa para ti que para los demás. Y no debes saber usarla mucho, porque si no, no nos necesitaríais.

Por suerte el otro que le interrumpió, parecía más sensato que él. 

-Bien, bien. Podremos ir preparando las defensas en tanto no tengáis la cosecha recogida. Ahora en serio, a parte de lo que pongamos nosotros ¿con qué medios contáis?

Tenían algo de tiempo para prepararse y conocer a los nuevos que meterían para la cosecha, evaluar quien podía ser un infiltrado, quien dar problemas, quien ayudar en la defensa… pero defenderse de ataques aéreos iba ser difícil sin armas adecuadas. Habría que improvisar, como siempre.

Se calló sus comentarios sobre su patrón. Aunque coincidiera en que era un idiota, no ganaban nada diciéndoselo a la cara.

- ¿Suelen atacar de noche, de día, o les es indistinto? – empezaba a tener la sensación de que preguntar no les iba a llevar a ninguna parte, pero ayudaba a dar una imagen de profesionalidad.

-Se usar mi pipa.- Dijo Pablo mientras desenfundaba el arma y la blandía cual objeto decorativo. Sin lugar a dudas, las palabras de Samir solo ayudaban a provocarlo y que todo pudiera terminar en un accidente.

-Y me he cargado a unos cuantos bocachanclas.- Añadió orgulloso.

Matias lo miró y apretó los puños mientras soltaba un suspiro.

La mujer de Matias se levantó y puso suavemente su mano en el hombro de Pablo.

-Si, puedo dar fe que puntería no le falta y que nos ha salvado de mas de un problema. Pero por favor Pablo, puedes guardar el arma, ya sabes que me pone nerviosa.- Pablo asintió sonriente y guardó de nuevo su pistola en la funda. -Gracias, eres un sol.-

Maria le dio un leve abrazo y fue a prepararle una copa.

Algo mas calmado Matias se dispuso a hablar de nuevo.

-Bien, bien. Podremos ir preparando las defensas en tanto no tengáis la cosecha recogida. Ahora en serio, a parte de lo que pongamos nosotros ¿con qué medios contáis?

La pregunta incomodaba a Matias y se preguntaba si realmente había contratado al grupo idóneo. ¿Desde cuando al contratar a un grupo mercenario este venia pidiendo por mas equipo? ¿Habían contratado profesionales o a unos punks cualquiera?

El hombre se preguntó si no tenia que haber llamado al C-Team, eran ligeramente mas caros pero era un equipo internacional con aerodynes, cyborgs completos, armas de asalto y capaces de sacarte de la mismísima torre Arasaka. Sin preguntas, sin limosnas.

No quizá no lo había entendido bien.

-No entiendo muy bien la pregunta, ¿que quieres decir?-

-¿No tenéis equipo?

- ¿Suelen atacar de noche, de día, o les es indistinto? – empezaba a tener la sensación de que preguntar no les iba a llevar a ninguna parte, pero ayudaba a dar una imagen de profesionalidad.

-De día, es cuando se hace la recolección y las cajas están listas en la azotea, que es cuando mas fácil es robar.-

-De noche les llevaría mas tiempo y todos quieren hacer un golpe rápido.- Contestó Matias.

-Pero tampoco pondría la mano en el fuego, hay insensatos por todas partes.-

Era una pasta, pero seguía siendo miseria para el doctor, que acostumbraba a cobrar montones de dinero por operar a gente famosa y absurdamente ricos. Pero para el nuevo doctor, para ese desgraciado hijo de puta sin un chavo, aquello era una fortuna. Se permitió un segundo de fantasear con abrir una pequeña consulta para gente honrada. Tal vez no se hiciera de oro, pero podría dejar de recibir balazos como trabajo para variar.

Estaba claro que el hermano sería un problema. Tenía más confianza de la que se podía permitir, creía que todo era un juego y además era un bocazas. La peor combinación de creerse el puto amo. El doctor lo sabía, había estado allí, y al menos él si era el puto amo en lo suyo.

- Nos haremos cargo- confirmó. Si todo iba como habían descrito, tal vez fuera un trabajo fácil, pero rara vez lo era.