Partida Rol por web

La reuñion habia terminado tan subitamente como habia empezado, fueron pocos los que se animaron a hablar y yo extrañamente estaba entre ellos.Sin embargo ahora se presentaba la situacion de volver cada uno a lo suyo, pero yo decidi ir al lugar donde la gente de este pueblo pasaba mas tiempo -Me pregunto porque pierden tanto su tiempo alli.- El sauce gris.

Mientras iba saliendo crei escuchar que el verdugo decia algo sobre Patrick, sin duda unas palabras interesantes.

Escondida entres las sombras, Natalie había estado observando a todos los parroquianos y no pudo evitar una sonrisa irónica al ver entrar a Sean vaya, vaya... no creo que tenga intención de redimirse de sus pecados precisamente.

En lugar de la habitual misa lo que Patrick hizo fue una alegato en contra del alcohol, como si todo lo que estaba sucediendo en la aldea fuera por su culpa. Parecía que en esta ocasión los lugareños no estaban de acuerdo con esa decisión, a excepción de las cuatro beatas de siempre.

La discusión terminó abruptamente con la salida del mercenario que se alojaba en la taberna no me gusta nada este tipo, ¿qué intenciones tendrá? Salió de la iglesia intentando pasar desapercibida y sin detenerse a charlar con los que se encontraba, seguro que la mayoría se dirigiría al Sauce Gris y había muchas cosas que hacer.

Joven Thomas.- Dice la monja, al ver que éste salía de la Iglesia para dirigirse al Sauce.- Antes de retiraros ¿ Podéis ayudarme un momento con estos bancos? Mis viejos huesos ya no son lo que eran, me temo, y si las cosas son como menciona nuestro hermano Patrick, posiblemente necesitaremos espacio.

A la vez que pronuncia tal petición al joven, se acerca a él. Una vez a su lado le refiere:- No os ocuparé mucho tiempo, solo quiero que me ayudéis brevemente en unos menesteres.- dice a la vez que observa precavidamente como el cura y Marie se dirigen al confesionario. Una vez, lejos de sus oídos y de otras posibles indiscreciones, mientras se afana en ordenar la Iglesia, le pregunta:

¿Cómo estáis, Thomas? ¿Se os hace árdua la tarea de servir a Nuestro Señor en esta pequeña comunidad? He oído que sois un joven muy espabilado y comprenderéis que, a tenor de las palabras del párroco, seguramente se acercan tiempos difíciles. Tiempos para tomar decisiones.

Dessie Wilmot, la monja...Si, ella misma me habia detenido en mi camino hacia la salida.

-Ayudarla a ordenar la iglesia? Sus ojos esconden otras intenciones, intenciones que intenta esconder con sus palabras, de eso estoy seguro.- Sin embargo mostre una pequeña sonrisa y conteste a su primera peticion -Claro que si.-

Sin dejar de escucharla, me dedique a ayudarla a ordenar -Muy espabilado hermana? Yo solo soy un joven que intenta comprender los comportamientos de las masas.Sin embargo tiene razon, se acercan tiempos de tomar desiciones, y yo mas que nadie me asegurare de que aquellas desiciones se las tome para el bien de el pueblo, de nuestra gente, y por supuesto de mi Padrastro.- Suspire -Por que cree usted que nos este pasando esto hermana? Las desapariciones de todas esas personas, realmente quisiera saber si es Nuestro Señor el que nos castiga.-

Dessie levanta la cabeza claramente sorprendida. Las caracajadas frescas y espontáneas que brotan de su ancho pecho rebotan por todas las paredes de la Iglesia.

¡Virgen Santa!.- Exclama, a la vez que intenta aguantar la risa.- ¡Con tanta suspicacia seguro que pronto estaréis en el Cardenalato!. Vuestro padrastro sabe cuidarse solo, os lo puedo asegurar. En nombradas ocasiones me lo demostró cuando coincidimos en la capital.- dice sonriendo, con la mirada perdida recordando viejos tiempos.

No, Thomas. Sabéis bien que es el Hombre quien se castiga a si mismo.- continúa, cogiendo lo que parecen ser unas vendas y unos tarros de ungüentos extraños.- El diablo nunca actúa solo, es cobarde, ladino, pero muy poderoso, y siempre busca secuaces que le hagan el trabajo sucio. De nosotros, la Iglesia, depende la extinción de sus "obras", y el Señor nos da un poder tremendo para nuestra labor; fe, soldados... magia. Pero el uso de estos recursos depende del corazón de los hombres. Hombres como el que pronto os convertiréis vos, joven Thomas. Y seréis vos, y nadie más, quien llegado el momento tenga que rendir cuentas ante el Altísimo.- Entonces, con una expresión seria, vieja, y con una determinación propia de un ejercito que se sabe vencedor, añade.- Y os puedo asegurar que el Señor no admite excusas contra los seguidores del Mal.

Dicho esto, su expresión se relaja, y bajando levemente la cabeza se aleja del joven acólito, acercándose a la puerta tranquilamente, parándose antes de salir.- Disculpadme si os he ofendido o asustado. En fin. Me voy al Sauce, donde las putas abren sus piernas a los pecadores. Y si entre las piernas de las prostitutas se encuentra el pecado, allí es donde la Iglesia tiene que meter las narices.- Guiñándole un ojo a Thomas, a la vez que le muestra las vendas.- Si nadie limpia "eso", pronto tendremos enfermedades por todo el pueblo.

Mientras sale a aire fresco le dice.- Si queréis, podéis acompañarme. Así nadie sacará "conclusiones" sobre la presencia de un joven acólito en una taberna.

Un comportamiento interesante era el que mostraba la hermana, sin embargo mi mirada seguia manteniendo la misma seriedad, fria y calculadora, de siempre. -Magia, acaso dijo magia?- Esa palabra me llamo la atencion, fue extraño que la nombrara.

Aquella mujer habia llegado al pueblo cuando comenzaron estos extraños eventos, esto podria ser casualidad o no, sin embargo desde entonces ha estado vigilando a Patrick sin ningun cuidado.Yo mismo la he visto saliendo de su despacho cuando el no estaba y solo logro preguntarme -Que trama contra Patrick?.- No lograba fiarme de ella, sin embargo su camino era el mismo que el mio en estos momentos, aunque no con las mismas intenciones.

Sin mas me dedique a seguirla -No, no me senti ofendido ni asustado Hermana.- Sonrei levemente -Aunque usted no fuera casualmente me dirijia hacia alli, asi que espero que no le moleste mi nerviosismo, es la primera ves que voy a un lugar como ese.-

Ya estaba decidido, llegaria a las mismas entrañas de este misterio, encontrare el origen de estas desapariciones yo mismo.Para eso, debo dejar los temores que todo joven tiene a mi edad y convertirme en algo mas. -Dessie Wilmot, sin duda tu estaras involucrada en esto.-

-Hermana Dessie yo le ayudare con los bancos después de todo es parte del trabajo de un sacerdote condicionar su iglesia, Camina hacia uno de los bancos donde se encuentra la hermana y lo sujeta del asiento y el reposa espaldas esperando para alzarlo

Mientras el párroco atendía a sus feligreses en los confesionarios, la monja y el acólito arreglan brevemente la Iglesia. Charlan distendidamente. En un momento dado la monja suelta una carcajada, y posteriormente recoge unos ungüentos y vendas para finalmente dirigirse a la salida de la Iglesia.

Thomas, parece ser que le comenta algo más y posteriormente sale después de la monja, ambos en dirección al Sauce, dejando la Iglesia vacía.

La enorme mano de Elliot abre la puerta de la Iglesia, tras entrar Marie entraría el.
Primero se santiguaría con agua bendita, dejando caer su capucha.

-Vos id a hablar con quien queráis, yo voy a rezar un rato. 

Toscamente, el verdugo se sentaría en uno de los bancos, y con las manos sobre las rodillas miraría la cruz central mientras rezaría en silencio.