Partida Rol por web

Era evidente qué algo estaba pasando, por lo que Namine la cual estaba al lado de las luces se dispuso a encenderlas, a fin de cuentas, sea lo que sea que estuviera pasando, alguien tendría que responder, en particular por los motivos por los cuales esto estaba pasando, probablemente le tirarían de los pelos a Maxwell pero... algo hizo que todos los presentes se quedaran de piedra cuando las luces se encendieron y pudieron ver qué era lo que estaba haciendo ese ruido.

No era otro que el difunto Hyudo Makoto dando leves saltos con sus brazos en forma de cruz, en la más que conocida "T-Pose" como si quisiera llegar más alto, su expresión en el rostro no mostraba emoción o sentimiento alguno, el tan solo se encontraba haciendo una cosa, saltar una y otra vez en el sitio, como si quisiera alcanzar altura.

Enrico Maxwell tampoco mostrando emoción alguna, tan solo resopló mientras comprobaba que en esta ocasión no había sangre manchándole su ropa, ya había sido empapado a causa de la sangre de Makoto una vez y no deseaba que ocurriera lo mismo nuevamente, por lo que, volviendo en sí, este habló mientras sacaba un cuchillo serrado de su espalda, al parecer lo tenía ahí escondido desde el día anterior.

-Bueno... -Comentó con cierto recelo- ¿Quién quiere hacer los honores?.

Sin siquiera perder un segundo, le otorga a Namine el cuchillo.

-Tenía una herida en la espalda a la altura del corazón por parte de Daichi... y... y... -Eso le iba a costar- una herida en el cuello que le provocó la muerte... -No dijo quién era el culpable.

Que no me cayeras demasiado bien no quiere decir que fuera de piedra. Me acerque a él.

Igual deberías dejarnoslo a nosotros esta vez. No pareces estar muy bien.

 La aparición de Makoto en aquellugar le tomó por sorpresa a Togosaki, a pesar de que era evidente cuál era la razón por la que estaban en el Cuarto de Generadores. Mas a diferencia de los otros dos casos, aquí la víctima se mostraba caminando entre ellos y yendo al mismo punto de asesinato por voluntad propia. Incluso saltando para poder alcanzar la posición en la que estaba el cuerpo cuando se dio aquel asesinato.

 Una escena tétrica que al joven forense le revolvió las tripas. Y el hecho de que tuvieran que recrear las heridas era incluso más perturbador.

- E-e-espera... P-parece estar v-vivo. N-no consciente, pero es el Makoto que cono-conocíamos de antes. Seguros de que... ¿Seguros de que está bien hacer esto?

Oye ¿Estas seguro de que apuñalarlo  es la solución? No se si quiero hacer esto.  Era un idiota pero de ahi a apuñalarlo. 

-Sí. -Comentó Maxwell haciendo el movimiento con la mano- Ñeque, ñeque.

Pffff espero que sepas lo que estas haciendo y que no sea un truco para matarnos a todos.

Me acerque a Makoto temblando, nunca había hecho nada así. Me acerque y lo apuñale en el lugar en el que lo habí apuñalado Daichi. Me aleje a la espera de ver que ocurria.

Nada parecía cambiar, pues Hyudo Makoto seguía dando leves saltos con sus brazos en forma de cruz, en la más que conocida "T-Pose" como si quisiera llegar más alto, su expresión en el rostro no mostraba emoción o sentimiento alguno, el tan solo se encontraba haciendo una cosa, saltar una y otra vez en el sitio, como si quisiera alcanzar altura.

Viendo que no pasaba nada, respire hondo y le corte en el cuello justo donde fué la anterior herida y solté el cuchillo con aprensión.

Y...ya... es... ta.

Y tras cortarle el cuello a Hyudo este cayó desplomado en... cima de Maxwell. En efecto, el cuerpo catatónico del estudiante, el cual ahora tenía un corte en todo el cuello del cual brotaba a grandes cantidad de sangre cayó encima del Ultimate Bishop, el cual, al parecer se había alejado un par de pasos extras "por si acaso".

Maxwell trataría de levantarse, pero su pequeña estatura y fuerza se lo impedían y este rapidamente terminó empapado de sangre, al parecer le va a dar un auténtico ataque de nervios, sus ojos comienzan a llenarse de lágrimas, pese a lo mucho que intenta contenerse; no por la muerte de Makoto, que sinceramente si por él fuera, la celebraría, sino porque está completamente empapado.

¡SACADME DE AQUÍ DE UNA MALDITA VEZ!

La televisión de la sala se enciende y aparece el adorable director del colegio junto con una melodía de inicio de anuncio.

Ding, dong, dong, ding

     Monokuma (vídeo):

¡Un cadáver ha sido descubierto! ¡Después de un cierto período de tiempo, el cual podéis usar como más os guste, empezará el juicio escolar!

Escuchar la confirmación de Monokuma os aseguraba que vuestro compañero estaba muerto, alguno de vosotros había terminado con su vida.

Si quieres que te saque debajo de ese fiambr... vas a tener que empezar por explicarnos cosas... y el que no aparezcas en el juicio no creo que sea bueno para ti...

Tenko cruzó los brazos y miró al resto en plan, a ver quien se atreve... este no sale sin empezar a aclarar las cosas...

AGGG por el amor de Dios ¡¿En serio?! ¡¿Por que no te alejaste si ya sabias lo que iba a pasar?! 

Me acerco a el y le levanto el cadaver de encima.

 A pesar de alejarse del cadáver e intentar evitar que se repitiese la historia, Maxwell terminó nuevamente debajo de Makoto. Como si no se pudieran evitar los caminos establecidos. Miko rápidamente arrastró al pequeño obispo para sacarlo debajo del cadáver, aprovechando que Namine lo estaba levantando.

- ¡Enri-kun! ¡Descuida, te sa-sacaremos!

 Una vez liberado, Togosaki intentó tranquilizar a su conmocionado compañero. Empezando con limpiarle la sangre de la cara con un pañuelo.

- R-respira... tran-tranquilo...

 En realidad, el forense estaba más nervioso que el obispo. Pero era extraño verlo tan nerviosa a aquella persona tan astuta y calculadora como era Maxwell.

Ichida no pudo hacer mas que mirar a otro lado mientras todo aquello se daba de nuevo. Incluso cerro los ojos con fuerza cuando Namine se acerco a Makoto y hundió la cabeza en sus brazos cuando escucho el caer del cuerpo, el mensaje del Director y los gritos de Maxwell.

Una vez mas no podía hacer nada por sus compañeros, por sus alumnos, era tal la impotencia que sentía que no era capaz de moverse o articular palabra. Sabia que todo ello debía producirse de nuevo, quien sabe porque razón exactamente pero eso no lo hacia menos difícil de soportar.

Una vez libre este no dudó ni un momento, molesto con todo y todos, decidió marcharse del lugar, aún empapado en sangre, ya había sobrevivido a que un maldito cadaver cayera sobre él, como para tener que experimentar por la cara otro de los cadáveres cayendo sobre él... o al menos, el mismo, como sea, esa situación era extraña.

-Yo solo sé lo que es evidente, cabeza hueca. -Le dijo a Tenko- Y es que estamos repitiendo los crímenes, mismos crímenes, mismos culpables, mismos resultados. Incluso alguien como tu sabrá resolverlo. Yo me voy a cambiar.

Enrico Maxwell abandonó la estancia dejando un rastro de sangre.

Espera, voy contigo, yo tambien tengo que lavarme.