Partida Rol por web

Mientras Monokuma se desesperaba, Togosaki Miko usó su Kit de huellas en aquella corona de espinas que habían encontrado en la escena del crimen; al parecer esta contenía leves restos de sangre en las espinas interiores; pero gracias al Kit de huellas pudo descubrir que las huellas de aquellas espinas eran de: Ichida Risu.

En cuanto a saber de quién era la sangre... esta era rosa. Y ante la falta de otras muestras, un simple Kit de Huellas y demás, no era suficiente como para saber de quién era el propietario de dicha sangre.

 Togosaki escuchó con pesadez el relato de Ichida. Si bien, a esa altura del juicio y con la direccionada evidencia, ya era de esperarse que la profesora fuera la culpable, escucharla relatar los hechos dolía. Aún más cuando el asesinato fue en defensa personal. Y aún más si es que efectivamente la víctima no se encontraba en sus cabales. Tenko había estado expuesto al control mental durante mucho tiempo; quién sabe lo que podía hacerle eso a la cabeza de uno.

 El momento de la votación era inminente, y tanto Miko como sus compañeras tendrían que tomar la última decisión. Aquella que determinaría el futuro mismo del juego. No era algo ligero, y por ello, Togosaki vio acertado compartir una última pieza de información con sus compañeras. Aprovechando que Monokuma estaba histérico y desesperado, Togosaki le paso a ambas una pequeña nota que decía lo siguiente:

...se esperará a finalizar el juicio escolar. Si logra vencer, después de la ejecución del resto, se detendrá el experimento y se estudiará si ha mejorado de forma manual, en caso de que no, todo volverá a empezar; si es que sí, se terminará el experimento por seguridad desechando a todos los robots eliminados. En caso de que pierda, se detendrá manualmente el juego desde la sala de control y no habrá ejecución, se liberará el gas y todo empezará de nuevo hasta que mejore.

La corona de pinchos la cogió Monokuma con sus zarpas y se la volvió a entregar a Ichida Risu, que fue ella la que la había presentado a los demás. Sea como sea todo eso, el oso parecía molesto, aunque ahora algo más convencido de que al parecer nadie iba a hacerle caso con eso de "Votar Ya"... Pero al menos podría usar esas normas arbitrarias.

¡Las pistas son de quien las haya encontrado!

¿¡PODÉIS VOTAR YA!?

Ichida leyó con atención aquella hoja, era evidente que Togosaki había encontrado o recuperado, igual daba, la parte del libro que faltaba sobre: en caso de fuera acusada y juzgada.

Si ganaba el juicio empezaría el juicio de valor sobre el experimento, tal vez podría utilizar aquel momento para buscar una solución y hacer terminar el juego completamente, por otra parte si me elegían culpable el juego terminaría bruscamente y el gas seria soltado, según el libro, si el gas se soltaba las puertas se abrían, puede que nos diera tiempo a correr hasta ellas para poder salir de este lugar... Las opciones eran escasas y en todo caso incierto. Pero lo ultimo que debíamos hacer era provocar que todo empezara de nuevo...

Risu hecho mano a la corona y fue tentada a obligarlos a votar lo que ella pensaba, pero al instante al soltó de nuevo al bolso mirando a sus dos compañeros/alumnos, esta era una decisión a tomar entre tres no solo entre una persona.

A si que que si la votamos a ella esto se acaba ¿No? Miro a Risu con lágrimas en los ojos.

Risu, por favor, no dejes que esto se repita... no otra vez. Acaba con esto y ayudanos a ser libres te lo imploro.

Voto por ella a la espera de que acabe todo y por fin descansar tranquila.

 Ya todo se acababa. Debían votar por Risu, y esperar que ella pudiese cambiar el rumbo de aquellos retorcidos experimentos y liberar de una vez por todas a los alumnos de esa academia del horror. Era un voto de confianza muy grande a dar, especialmente al ser dado a una persona de orígenes tan diferentes a los de los demás participantes del juego como Namine y Togosaki. Pero Miko quería creer en ella, quería creer que había algo por lo que creer y por lo que sacrificarse.

- Ichida-san, tú... tú eres nuestra esperanza.

Ichida vio como sus alumnos votaron por ella y era lógico, no solo porque era la "autora" involuntaria de la "caída" de Tenko, si no porque ademas según la nota, hacerla culpable haría que eso se detuviera manualmente y tuvieran una oportunidad de salir de allí. Así pensaba también ella. Resignada y asustada a partes iguales se dispuso a apretar el botón de su persona.

Pero entonces... algo en su corazón le decía que eso estaba mal, si ella era elegida... se pararía manualmente, MANUAL no de modo automático y ¡Sinichi-san estaba muerto! ¿Quien lo pararía? ¿Y si moría quien detendría este sistema roto? ¡Sus alumnos revivirían esa semana una y otra vez sin fin!

Miró a ambos con temor en los ojos. _{-Esto no terminara nunca...}

Temblado saco la corona de su bolso y se la coloco en la cabeza... -Togosaki Miko, Hikari Namine, cambiar vuestro voto por Enrico Maxwell. -Ordeno tras activar la corona, a la vez que ella votaba por el comatoso y no dejaba de mirar a sus compañeros/alumnos, esperando que entendieran su actuación.

-Gomen, juro que no descansare hasta sacaros de aquí.

La corona de pinchos, con la sangre rosa de Enrico Maxwell, rapidamente fue puesta por la Profesora, dañando levemente su frente y cabeza; eran momentos desesperados, y las lágrimas de Ichida Risu mostraban que, en efecto, así era lo que esta muchacha sentía, desesperación pura.

Probablemente un pensamiento fortuito acerca del significado de "manualmente", pues era evidente que NADIE podía pararlo, puesto que Sinichi-san ya había fallecido, de hecho, a manos del Obispo. Aunque esa muerte nadie la contó puesto que no participaba en el juego de la muerte.

Pulsando el rostro sonriente de Enrico Maxwell en el panel y dando la orden a aquellos dos robots, la muchacha esperó a que estos alzaran sus brazos en contra de su voluntad, siendo controlados por ella; y finalmente votaran también por el Obispo, lo que causaría la muerte de todos los Robots... a fin de cuentas, Ichida Risu... ya había mejorado.

Ahora solo quedaba esperar por Togosaki Miko y por Hikari Namine...

Esperar...

Esperar...

Esperar...

Y nada pasó... ni Hikari Naminé ni Togosaki Miku cambiaron sus votos; tan solo se quedaron mirando como Ichida Risu, esperaba a que estos cumplieran sus órdenes. Pero no hicieron más. La situación era tensa, tanto que cuando una gota de sangre roja carmesí recorrió la frente de la muchacha, nadie hizo mención al color "anormal" de la Profesora.

Cuando todos los alumnos han votado, las pantallas son reemplazadas por una imagen de una ruleta dando vueltas, presentada por el director.

La ruleta va dando vueltas con las caras de todos los alumnos hasta que por fin, se para en la de Ichida Risu, mostrando el resultado de la votación.

 Monokuma:

¡Y el último culpable del Juego de Matanza Mútua es "Ichida Risu"!. ¡La Ultimate Robotics!. ¡Espero que haya valido la pena ese último asesinato!. ¡Porque de seguro que sera tu último!.

Era lógico que Ichida Risu no supiera muy bien qué era lo que había pasado, al contrario, esto pareciera que iba en contra de lo que esta había planeado para usar la Corona. A fin de cuentas; ella sabía que Enrico Maxwell se las había agenciado para dar a todos los alumnos con vida una cruz de madera, un sensor controlador.

¿Qué era lo que había pasado?

¿Por qué no funcionaba?

¿Acaso la corona de pinchos se había roto?

Quizás lo que la Profesora no sabía era que Enrico Maxwell, antes incluso del ser casi asesinado por Monokuma, hubo quitado a ambos compañeros de clase las cruces que este había entregado de forma pública. Siendo por tanto el motivo por el cual, ni Hikari Namine ni Togosaki Miko fueron controlados por los designios de la corona de pinchos.

Un último movimiento por parte del Obispo para sentenciar definitivamente a la profesora a caer bajo las garras del juego que ella misma había creado.

Una vez más, la correa usada en las demás ejecuciones apresa a Ichida Risu por el cuello y le arrastra hasta la pared del fondo, la cual se abre para mostrar un pasillo en donde el elemento de la ejecución estaba siendo preparado, una prensa hidráulica para aplastar metal y demás deshechos.

Antes de que pudieseis reaccionar, Monokuma le da a un botón y nuevas correas atrapan a Hikari Namine como a Togosaki Miko, llevando a ambos a primera línea de visión e impidiendo que estos se movieran.