Cuando Maxwell sacó el pañuelo de su frente dejó entrever que este tenía unas ligeras heridas y arañazos en la misma que iban de lado a lado hasta que se perdían en el pelo, estas heridas y leves erupciones estaban paralelas sobre sus cejas y hacían una linea recta. Por lo demás, el joven Obispo no presentaba nada extraño o resaltable.

Cuando la gente se giró para ver a Tenko, este mostró una leve cara de sorpresa, pese a ello cuando alzó los brazos para responder, de este cayó del interior de su mano un pequeño espejo de bolsillo roto, y además de eso, un leve chorro de sangre se deslizó por su mano, mostrando que, en efecto, este tenía un corte.

¿Me puedes explicar porque le robaste eso del bolso?

Mientras miro a Maxwell que parece mal y tiene pequeñas heridas en la cabeza, ¿No habra...? Vaya pregunta seguro que si.

En fin Tenko devuelveselo ya, luego hablamos de eso. voto.

 Un tanto sorprendido por la revelación, Togosaki se queda silencioso. Como si no tuviese mucho que decir ante lo ocurrido. Podía ser que la situación fuera más enredada de lo que parecía (dadas las condiciones en las que se veía a Maxwell después del apagón), pero por lo menos no había nada mucho más extraño que un robo entre dos de los compañeros presentes. Por un momento, Miko temio de la presencia de algún extraño individuo o algún ser desconocido, pero por suerte su paranoia no estaba justificada.

 Con un movimiento de mano, apretó el botón para votar en el juicio.

Por su parte Tenko aún se mostraba confuso con todo lo que estaba pasando, aún con todo, votó por Kawamoto, a fin de cuentas, era lo que tenía que hacer, ya no había mucho más por hacer y el reloj que Monokuma ponía para que votaramos sin demorarnos demasiado estaba acercándose peligrosamente al 00:00 y era evidente que no quería ver qué significaría eso cuando llegara a terminar.

Por su parte Risu aún se mostraba molesta con todo lo que estaba pasando, aún con todo, votó por Kawamoto, a fin de cuentas, era lo que tenía que hacer, ya no había mucho más por hacer y el reloj que Monokuma ponía para que votaramos sin demorarnos demasiado estaba acercándose peligrosamente al 00:00 y era evidente que no quería ver qué significaría eso cuando llegara a terminar.

Cuando todos los alumnos han votado, las pantallas son reemplazadas por una imagen de una ruleta dando vueltas, presentada por el director.

La ruleta va dando vueltas con las caras de todos los alumnos hasta que por fin, se para en la de Kawamoto, mostrando el resultado de la votación.

 Monokuma:

¡Una vez más habéis acertado! El culpable y violento asesino que terminó con la vida de Makoto Hyudo, no es más que Kawamoto Yuichi, el Ultimate Guardian.

. . .

Monokuma se ríe al ver la no-reacción de los estudiantes ante la no-confesión del apuesto joven rubio y comienza a bailar para mostrar su total desconexión con la tragedia que están viviendo, no le importa lo más mínimo una persona más a punto de morir.

Finalmente, el director se vuelve a sentar sobre su silla y con una seria voz, espeta:

Monokuma:

Vale, vale, vale, suficiente de esta basura sentimental, ¡es la hora de la diversión! THRILLS, CHILLS, KIIIILLS!

Una vez más, la correa usada en las demás ejecuciones apresa a nadie por el cuello y le arrastra hasta la pared del fondo, que se lo traga entero a absolutamente a nadie.

Antes de que pudieseis reaccionar, Monokuma le da a un botón y las trampillas debajo de vuestras tribunas se abren, haciendo que una vez más os precipitéis al vacío.

Aterrizáis con suavidad en unas colchonetas, podéis ver a nadie, aunque no podéis llegar hasta él, hay un muro de vidrio reforzado que os lo impide.

    Monokuma:

Cuidado con la caída, no me gustaría que la próxima vez alguien se desnuque.

¡He preparado una muerte muy especial para el Ultimate Guardian... IIIIIIT'S PUNISHMENT TIME!

La macabra Yincana del Ultimate Robot

Nadie y su Nadie se encuentran en una fortaleza, largos y sinuosos pasillos de ladrillo gris se extienden ante las dos únicas almas en la zona; pero oh, si creían que iban a navegar tranquilos. Al dar un par de pasos, encuentran que el castillo está lleno de trampas: pinchos, cuchillas, agujas, cepos... incluso la típica bola enorme que persigue a Nadie. El reparto de mortales armas no tenía nada que envidiar a una película de terror.

Por suerte, Nadie estaba acostumbrado al esfuerzo físico, pues tenía que estar en forma para poder pertenecer a su banda callejera, sus reflejos estaban afilados y sus modificaciones le ayudaban a calcular las distancias, parecía que nada iba a detenerle, ninguna de las trampas de Monotonto iban a ser suficientes para acabar con su vida, ni siquiera para hacerle un rasguño, mientras Nadie permaneciese en su bolsillo, estaría segura.

Nadie llegan a un estrecho puente, con lava esperándoles abajo, ansiosa por alimentarse de la menor pérdida de concentración. Cruza con decisión Nadie y se escucha un clic bajo sus pies de metal, había activado una trampa. Se abren agujeros de los dos lados y flechas comienzan a surcar de un lado al otro de la habitación, esto era mucho más difícil de esquivar; sin embargo, Nadie podía con ello hasta que... un milisegundo de vacile hace que pierda el equilibrio y su querida Nadie se le caiga del bolsillo. Una flecha está apunto de atravesar su crujiente Nada, Nadie va a ser asesinada.

Las luces se apagan y se vuelven a encender, las flechas han dejado de llover y la cucaracha está bien. Ahí estaba vuestro Nadie, totalmente quieto. Podéis ver como varias saetas le habían impactado en el Nada y estaba sangrando nada, Nadie se había interpuesto en la trayectoria de la que iba dirigida a su fiel compañera Nadie y por ende, había terminado él atravesado a nadie.

Estáis estáticos delante del cristal, no podéis creer que nadie se haya vuelto a sacrificar, esta vez por un nada; mas para nadie, significaba algo más, su vida sólo tenía sentido si protegía a los que le rodean.

Tarda un par de segundos en finalmente derrumbarse nadie de espaldas y caer nadie al foso donde nadie choca contra las lenguas de fuego que le aceptan lentamente, lo último que podéis ver de vuestro nadie es su nada, que no se cierra haciendo un gesto, enviandoos un último mensaje de esperanza.

Estáis pegados al cristal, no podéis creer lo que está pasando. Parece que la cucaracha ha sobrevivido, a fin de cuentas no salió del bolsillo de Maxwell desde el principio de todo eso, desde hace bastantes casos y muertos ya. Es lo que hubiera querido el Ultimate Guardian.

Una repetición muerte más, esta vez del querido y optimista robot. ¿Vale la pena seguir luchando o deberíamos sumirnos en la desesperación?

No hay tiempo de pensar en esto, tenéis que seguir adelante. La puerta hacia la salida se abre, dejando pasar los rayos de luz del pasillo. Una vez más, la atravesáis para volver a vuestro cuarto, donde os echáis a dormir directamente.

Habéis sobrevivido.

Monocoins

Maxwell: 2 Monocoins

Daichi: 2 Monocoins

Goro: 2 Monocoins

Naminé: 1 Monocoin

Yugure: 1 Monocoin

Tanaka: 1 Monocoin por actividad

Miko: 1 Monocoin por buen roleo(eres mi bias)

Entráis juntos por la puerta roja del tercer piso para ver una habitación solitaria con un ascensor al fondo. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que estuvisteis por última vez aquí? Realmente fue ayer, con la muerte de Hyudo Makoto; pero parece que han pasado meses desde que pisasteis el suelo del ascensor, frío e inhospito como siempre.

Os miráis entre vosotros y nadie media una palabra mientras se cierran las puertas a vuestras espaldas. Comenzáis a subir, el silencio se hace cada vez más pesado mientras lo único que lo altera es el traqueteo del ascensor elevándose.

Cuando finalmente se para, llegáis a la misma sala de las otras veces, observáis que hay un montón de tribunas enfrentando las unas a las otras en un gran círculo. Monokuma estaba allí, en un asiento elevado como supervisor y finalmente, como verdugo.