Partida Rol por web

- Pues voy a ello ahora mismo, y nos vemos en el comedor.- me incorporo para salir de un salto. - Nos vemos, Daichi.

Con una ligera sonrisa por parte de la amabilidad del detective en cederle también la moneda al otro chico, dijo - Está bien Fukumori-san, contamos contigo. Yugure-san, si no te importa te acompaño al comedor. - dijo mientras corría para no perderle de vista.

Entra Maxwell a una habitación vacía. Todos los demás se han ido al comedor al parecer.

Maxwell se sienta apenado en uno de los bancos, particularmente no cree que sea inteligente ir en busca del grupo más grande, sino quedarse por aquí y si tal, revisar el lugar a ver si hay algo de interés, algún arma, o quizás algún libro con más poses de Monokuma. Pero ya estaba algo cansado, así que... se limitó a pasear su vista por encima.

En esta habitación no parece que se haya encontrado ningún arma; pero ves que está examinada de arriba a abajo. Por el ruido que llega desde la enfermería, dirías que un grupo grande de estudiantes está allí.

Pese al ruido que escuchaba, prefirió no adentrarse en aquel lugar abarrotado de gente, por el contrario, tenía ganas de ir al Comedor.

Abandonas el salón de música y vas al comedor

Ambos llegáis al salón de música. La sala está exactamente como la recordáis el día anterior; pero creeis que examinando más detenidamente podéis encontrar algo más.

¿Investigáis?

Kawamoto se va a tocar el piano directamente, ya investigará luego

Maxwell comienza a investigar un poco más el lugar, a la par que habla con su compañero robotizado.

-Kawamoto, con solo tener 2 Monocoins más me es suficiente como para comprar el manga, el cual parece ser la única forma de salir de aquí, o al menos, una pista fundamental para ello. Este es uno de los motivos por el cual he pedido que vinieras, si somos dos, hay más posibilidades de encontrar los 2 monocoins restantes. Además que confío en ti para dejármelos.

-Por otro lado quiero informar que no poseo ningún documento acerca del traidor, pero los que vayan a ir hacia la lavandería serán sospechosos de ser el traidor, a fin de cuentas; eliminar las pruebas que lo señalen ha de ser una prioridad, pues si los que estamos aquí, descubrimos al traidor... no lo tendrá sencillo. Ergo, una trampa infalible.

-Por último, me gustaría comentarte acerca de permanecer juntos, tal y como te he dicho ayer en el juicio. Temo que ahora alguien vaya a por mi... y me fío de ti lo suficiente como para encomendarte esta misión. Si nos mantenemos juntos, nada malo nos pasará.

Llegan Togosaki Miko y Yukiashi Tenko juntos, manteniendo silencio por respeto a los acontecimientos de los últimos días; pero parece que están cómodos el uno con el otro.

Maxwell y Kawamoto parecen estar conversando a voces para poder escucharse mientras investigan cada lado de la habitación. Parece que el sacerdote ha dejado de buscar cosas generales y está buscando en rincones más recónditos, se le nota que ya había investigado aquí con anterioridad.

Maxwell ni levanta la vista ante la entrada de aquellos dos estudiantes en el Salón de Música, está completamente distraído buscando cualquier moneda de Monokuma para añadir a su cuenta, puesto que tan solo necesita 2 más para conseguir el preciado manga, que según su elevado coste, parece ser de vital importancia para desentrañar el verdadero misterio.

-Si venís aquí a investigar, he de decir que ya estamos bien. Si se encuentran monedas, 2 como mínimo serán para mi, si no estáis de acuerdo con eso, os podéis ir por donde habéis venido. Es de vital importancia encontrar esas monedas.

Maxwell levanta la cabeza y mira los dueños de aquellos pasos que había escuchado.

-Oh, Togosaki; un placer verte de nuevo. Un gran trabajo en el juicio. ¿Estás bien?. Te noté algo afectado. Si necesitas hablar de algo, puedo intentar tranquilizarte y llenarte de esperanza.

-Ah... también estás tu, Tenko... ¿Vienes a molestar de nuevo o al final decidiste cambiar de idea y ser parte de nosotros?.

Tenko hace un visible esfuerzo para contenerse y resultar lo más amigable posible.

¡Saludos, Maxwell-san! Lo cierto es que no he venido a buscar Monokoins, te las dejo todas para ti. Y si bien no tengo intención de hacerme parte de tu sec...

Tenko se abofetea levemente en la cara.

¡Sec... seccionador de sangre! ¡Mosquito! Ya lo he matado... Como iba diciendo, no me interesa formar parte de tu religión, Maxwell-san, pero agradezco tu ofrecimiento. Has estado brillante en este último juicio. Gracias.

Yukiashi traga saliva con temor a morir por acumulación de humores, pero continúa hablando.

No pretendo molestaros. Estaremos junto al piano hablando en voz baja.

Maxwell volvió a bajar la cabeza y a seguir buscando por sus preciadas monedas, su preciado tesoro. Pero aún así se dio de cuenta de algo y sin levantar la cabeza, sacó su mano derecha y señaló hacia el piano, en donde estaba Kawamoto Yuichi tocando una pieza musical... o intentándolo al menos.

-No se te ocurra interrumpir la música... Kawamoto está tocando...

Volviendo a recuperar su brazo en la búsqueda de las monedas, el joven Obispo continuó investigando el lugar con ahínco.

-Agradezco los elogios, aunque he de admitir que no he dicho nada que otros no hubieran podido sacar en claro si tuvieran el tiempo suficiente para pensar en la respuesta. A fin de cuentas, ninguna de mis pistas halladas fueron únicas, pues Daichi también las tenía.

Maxwell encontró una pelusa... siguió buscando...

-Por suerte para todos los presentes, los verdaderos héroes son los que contribuyen para cimentar el camino de las teorías, sin ellos; nunca se podría alcanzar la verdad. Y con esto quiero decir: Hikari Yugure y Togosaki Miko. Sin su detección de huellas y sin las autopsias de los cuerpos apenas sabríamos nada.

-Por ejemplo, si no hubiera huellas en el cuchillo; Matsuno Ichie podía haber dicho que fue al Baño de las Chicas y escuchó como alguien entraba en el lugar, vertía algo en el suelo, y se iba. Pero sin ver quién había sido. A fin de cuentas, el cuchillo pudo haber sido clavado por el asesino, siendo este, en la historia de Matsuno, Ichida Risu.

-En el caso anterior, otro ejemplo de la necesidad de estos dos es cuando se descubrió que el arma del crimen no era el plumero con filo, sino el cuchillo. Si no fuera por la investigación del cuerpo por parte de Togosaki, jamás hubieramos sabido que había otra arma del crimen, o en caso de haberla encontrado aún tendríamos dudas de cuál sería.

Maxwell encontró una pelusa, el joven Obispo cree que es la misma que antes... sigue buscando...

-En este último caso, una figura relevante también fue Striker-Tanaka Joaquin, puesto que él tiene un sexto sentido para encontrar las habitaciones con pistas. Y claro, a medida que haya más y más habitaciones abiertas, así como menos personas inocentes para cubrirlas... su habilidad innata será de vital importancia. Puesto que el culpable bien puede ir solo a las habitaciones a eliminar las pistas que no hubo eliminado, o bien que directamente nadie haya pasado por dichas habitaciones.

Maxwell encontró una pelusa, por tercera vez consecutiva. Así que levantándose agarrándose el bajo de la espalda, se movió al otro lado de la estancia para seguir investigando, o al menos deseando que aquella maldita pelusa dejara de seguirle allá donde vaya.

-Por eso me alegra tener a Joaquin y a Togosaki a mi lado, y al lado de Kawamoto; pues sabemos que si nos mantenemos juntos, podremos superar cualquier adversidad. Kawamoto tiene la suficiente fuerza como para protegernos y yo tengo la suficiente fortaleza mental para mantenerlos calmados y esperanzados... Así ellos pueden seguir usando sus conocimientos y habilidades en beneficio de la Verdad y de la Justicia.

-Por eso mismo quería atraer a Hikari Yugure, puesto que no estoy seguro acerca de su seguridad. Así como me hubiera gustado atraer a Hikari Namine para que pudiera ayudarnos a defender a estas valiosas mentes.

-Lo de Daichi, el quería unirse y es de buen Cristiano aceptar a todos aquellos que necesitan ayuda...

Sin duda, tenemos suerte de contar con los compañeros con los que contamos. Lo cierto es que no me imagino a ninguno de los alumnos restantes cediendo a las manipulaciónes y exigencias de Monokuma de nuevo.

Yukiashi sigue dirigiéndose hacia el piano. Una vez allí, se coloca a la espalda de Kawamoto. No sabía que pudiese tocar. Al parecer el joven es una fuente de sorpresas.

-No te lo imaginas dices... Quizás tengas razón y no cedan las buenas gentes que hay por aquí. Pero has de tener en cuenta que no todos los que estamos aquí somos iguales... Puesto que hay un traidor entre nosotros... Me pregunto yo, ¿Que haría el traidor con tal de mantener su secreto oculto?... O incluso... ¿Que haría alguien al descubrir la identidad del traidor?.

-Lo segundo, si seguimos con la lógica que siguió Kurozen Masaru, matarían al traidor. Con lo que respeta que el juego de matanza terminaría, o al menos eso es lo que creía Kurozen.

-Por tanto: Lo primero, el traidor al verse en semejante periplo, debería de actuar, pues a fin de cuentas, es un matar a quienes lo saben, o bien dejarse matar por uno de ellos.

Maxwell sigue encontrándose con más pelusas... ¿Acaso nadie limpiaba ahí?.

-Por suerte el dossier que encontré y escondí dentro de una lavadora-secadora, en una bolsa plástica bien sellada.

-Si un inocente consigue el dossier; entonces él nos dirá la identidad del traidor y este no podrá cometer su crimen contra nadie, pues todos sabrán de su condición de traidor, si es que lo pilla un inocente, claro.

-Y en el caso de que el traidor sea el que coja dicho dossier... no tendrá motivos para matar a nadie, pues comprobará como está completamente sellado y nadie lo leyó; así como nadie atentará contra su vida, pues nadie sabe quién es el traidor.

Maxwell continua buscando, absorto por todo, al parecer solo encuentra pelusas.

-Pase lo que pase, el único afectado negativamente es el traidor, pues en el primer caso un inocente al revelar las pruebas ante todos, puede atraer la mirada de un asesino que tome la justicia por su mano y mate al traidor. Pero bueno... es un traidor, y si con eso se termina todo... cerraré los ojos y rezaré una bendición por su alma.

-Así que espero que el traidor sea más rápido y consiga encontrar el dossier antes que alguien lo haga... ¿Esto es otra pelusa?.

Maxwell se levanta y muestra una pelusa entre sus manos.

Kawamoto para de repente de aporrear el piano.

Maxwell me acaba de venir a la cabeza un sitio que deberíamos investigar qué aún no ha sido y puede ser interesante, te vienes?

Confía en mí.

Quiero llevarme a Maxwell a la sala 18+ Sin q lo sepa jejejeje

Dale las dos putas monedas!!! Q pesado jajajja

Y hay q llevar a makoto a una sala q esté solo con daichi 

-Mientras no sea la lavandería, cuanto más lejos de aquel lugar mejor.

Maxwell se levanta y se queda en el centro de la habitación, dispuesto a seguir a Kawamoto.

 Togosaki se queda en un silencio respetuoso mientras Maxwell hablaba. Se siente alagado cuando este nombra sus dotes de forense; era agradable ser reconocido por su trabajo y Maxwell, por lo menos desde que acepto la cruz, siempre destacaba a Miko y lo reconocía. Si bien el nunca fue un gran fanático de la fe y la religión, le gustaba la idea de ser parte de un grupo con tanto apoyo y camadería como el que formaba el obispo.

- Maxwell-kun, realmente n-no es necesario tan-tanto reconocimiento... t-tal vez haya dado las pistas, pero los ver-verdaderos héroes del caso son los que los re-resuelven... Y p-por favor, no te preocupes por mi estado anímico. Estoy solo un po-poco melancólico, ya se m-me pasara... ¿T-tengo esto, recuerdas?

 Miko agarra su cruz de su bolsillo y la alza en el aire como si de una talismán se tratase. Togosaki en particular era oriundo de una zona muy rural de Japón, donde el cristianismo no había podido expandirse con exito. Así que el joven forense no sabía que hacer con la cruz más que tenerla encima suyo.