Partida Rol por web

Danza Macabra. Segundo Episodio: Las Palabras de Ana

1. Una Doncella en Apuros

Cargando editor
04/10/2011, 12:52
Ana de Fonsalba

- ¡No le hagáis caso! yo no estoy loca. Mi padre me encerró en el castillo temeroso a que pudiera perder mi honra - dice con pesar -estuve encerrada durante años. Para hacer más llevadero mi cautiverio, mi padre que no es mala persona, trajo bufones y juglares de todos los confines del reino. Entonces le conocí - véis un brillo en su mirada -uno de esos juglares, un goliardo espabilado y pícaro llamado Erramún, nuestro amor afloró y un día burló a los guardias y me llevó con él.... - sonríe al recordar el momento - estando en un bosque, Erramún fue a cazar y entonces esos tres bestias ¡ me apresaron ! , mi padre les mandó tras nosotros. Pero nuestro amor es puro, soy una mujer casta y vamos a casarnos, debo ir al Monasterio de Irache, Erramún y yo debíamos encontrarnos allí si algo aconteciese... - empieza a llorar -debo irme cuanto antes.

Cargando editor
04/10/2011, 12:59
Don Carlos de Mayoral

- Pero Doña Ana, hijita, ese hombre ese Erramún... si es un Goliardo pertenece a la iglesia, no puede contraer matrimonio con vos.- como diciendo lo obvio.

Cargando editor
04/10/2011, 13:01
Director

No os gusta nada la expresión que aparece en el semblante de Don Carlos, pues  es sinónimo de defensa de una causa perdida. Ya le costó la vida a kalev, y os teméis que quizás comporte una excursión a Irache.

Cargando editor
04/10/2011, 13:06
Aleixo d'Ocampo

Aleixo miró duramente a la mujer. Por ella se había montado todo aquel lío... por su irresponsabilidad. Maldita sea esta juventud.

- Tres hombres han muerto por tu acto, mujer. Espero que lo entiendas... y que puedas vivir con ello. 

Aleixo se arrodilló junto al cadáver y le cerró los ojos colocando las manos entrelazadas sobre el pecho de éste. 

- In nomine patris, et filii et espiritus sancti... amen. - Durante unos instantes rogó por su alma ante el santísimo. Al fin y al cabo aquel hombre sólo servía a su señor. Estuviesen o no justificados sus actos la obediencia ciega no era un pecado en sí misma. - Que el Señor te tenga en su gloria...

Posteriormente se apiadó el Caballero de las heridas del otro hombre. Se separó el paño que cubría su herida y lo colocó en la del contrario. Perdía sangre a borbotones pero acabaría por sobrevivir. - No hables, muchacho... guarda fuerzas que las vas a necesitar.

Y mientras ayudaba al herido, las palabras de la muchacha ardieron en los oídos del Caballero. Todo aquello había tenido lugar por un estúpido amorío... porque aquella niñita mimada había caído rendida bajo las armoniosas palabras de un juglar de tres al cuarto. Alguien que, lejos de honrar a la Iglesia, pretende abandonar la institución definitivamente. De buena gana Aleixo se habría levantado para propinarle a aquella mujer una sonora y bien merecida bofetada. Pero ya bastantes pecados se acumulaban en su haber. No era asunto suyo... pronto regresaría a su ruta con destino Santiago donde el Apóstol, si tenía suerte, le acabaría por otorgar la redención.

Cargando editor
04/10/2011, 13:10
Antón "El recto" Gonzalez

Entiendo tu inquietud muchacha, pero si vuestro padre no acepta a ese goliardo no podéis hacer nada. Don Carlos, tanto vos como yo sabemos que ser Goliardo no implica que ese joven no abandone la iglesia por esta Dama, pero ese no es el problema. Ana, vuestro padre debería tener la última palabra aunque quizás podamos convencerle de las bondades de ese joven pero mas no podemos hacer, sobretodo después de haber matado a uno de sus hombres-dijo serio, tras sentarse junto a Don Carlos.

Cargando editor
04/10/2011, 13:25
Ana de Fonsalba

- ¡Pero él prometió que renunciaría a sus votos para casarse conmigo! , dejaría de pertenecer a la iglesia por tanto.

Cargando editor
04/10/2011, 13:26
Antón "El recto" Gonzalez

No te das cuenta que da igual lo que el quiera, si vuestro padre no lo acepta no podreis casaros-la espetó alzando la voz- Hacedme caso, si no cuidais lo que haceis hareis que maten a ese hombre-pensaba en la posibilidad de que su padre le aprisionara o lo matara para evitar su matrimonio.

Cargando editor
04/10/2011, 14:48
Don Carlos de Mayoral

Véis como Don Carlos mira con ternura a la chica, el hidalgo no deja de ser un alma cándida atrapada en un mundo de bastardos... o eso es lo que cree él al menos. Pero lo que es seguro es que el caballero parece fuera de su mundo. Se acerca a Ostatxu y deposita un puñado de monedas encima de la mesa - esto cubrirá los destrozos, lo que hemos degustado aquí mis compañeros , yo y ese caballero de allí. - Se retira y entonces se acuerda que le falta algo -y el enterramiento y cuantas curas puedan necesitar estos.- Volviendo a donde está la pequeña dama- Como bien dice Mi Señor, nosotros poco podemos interferir en este asunto. Lo más que podemos hacer es escoltarte hasta el monasterio, que vamos de peregrinaje y no nos hace desviarnos en demasía.

Cargando editor
04/10/2011, 16:08
Samuel Sanchez

Roderigo quería perserguir a aquel pendenciero moribundo, que bastante suerte había tenido de poder moverse para huir. Sin embargo, a la vista había quedado que todo aquello había sido un malentendido, así que lo mejor era dejarle marchar. Seguramente le contaría a su señor que un caballero y unos cuantos más habían matado a sus dos compañeros para arrebatarles a la chica, cosa que no era falsa del todo, pero si lo hubieramos matado el señor habría recibido las noticias tarde o temprano.

- Déjalo, Roderigo, tal y como está ese hombre no creo que llegue muy lejos. Y los de Ibarrela si nos buscan que nos busquen, ahora que como nos encuentren se van a enterar... que ya les tengo yo ganas por lo que le hicieron al pobre Kalev!

Cargando editor
04/10/2011, 17:15
Roderigo de Lorca

Roderigo desistió de su intento ante tal abrumadora cantidad de información.

Tras asimilarlo todo, Roderigo reflexionó sobre la situación:
Resulta que la chiquilla se había escapado de casa de su señor padre, para irse casar con un goliardo... lo que hay que ver. Aún por encima de una manera u otra ha provocado la muerte de un hombre y nos ha puesto a nosotros y a ese caballero en una situación bastante comprometida. Por si todo esto no fuera poco, ahora Don Carlos, quieren llevar a la muchacha a su cita...en buena compañía me he metido

Viendo que los hechos empiezan a parecerse a Ibarrela con los nobles intentando dárselas de héroes ante causas perdidas, Roderigo estalla:

-Con mil perdones por adelantado Don Carlos, el matrimonio de esta muchacha corresponde solamente a su padre. Como bien dice Don Antón, hemos de llevarla a su casa, no al monasterio. Hemos participado en la muerte de ese hombre -dice señalando el cadáver que hay en la taberna- que es hombre de su padre, y aun por encima vos queréis aumentar el agravio y llevarla a casarla nada más y nada menos que con un miembro de la Iglesia en cuyos votos dice que no puede casarse, agraviando así de paso a la propia Iglesia. Puedo entender lo que hicimos en Ibarrela, donde recuerdo que hemos perdido a un compañero y los demás nos hemos jugado la vida sin ser asunto nuestro lo que allí sucedía, pero tener por cierto que no me voy a jugar la vida por el capricho de una señorita, desde luego que no. Se supone que debíamos acompañarlo hasta Santiago, no intentar que nos maten en cada pueblo que paremos.

Tas decir esto, Roderigo se arrodilla junto al hombre herido y el caballero que tan bien había luchado, y revisó heridas de ambos, intentando recordar como se curaban aquellas heridas.

- Tiradas (1)

Motivo: Primeros auxilios

Tirada: 1d100

Dificultad: 35-

Resultado: 39 (Fracaso)

Cargando editor
04/10/2011, 17:47
Aleixo d'Ocampo

El discurso con el que aquel villano irrumpió hizo gracia al hidalgo. Aquella extraña comitiva parecía caracterizarse por el hecho de que los vasallos se creían iguales que sus señores y, con ello les hablaban con una familiaridad que sorprendía a Aleixo. No es que él fuese un noble acostumbrado al respeto y los parabienes de los cortesanos y vasallos. Más bien porque precisamente a pesar de su alta cuna, sabía bien lo que el respeto y la obediencia suponían en su vida. No obstante aquellas palabras del tipo, aún sin terminar de entenderlas cuando hacía referencias a hechos pasados, estaban cargadas de razón. Pero también de gracia. Su descaro rompió la concentración de Aleixo en la tarea de curación el tiempo suficiente para que aquel tipo de peculiar talante se hiciese con el paño e hiciese las veces de curandero.

- ¿Van también a Santiago, señores? - preguntó Aleixo refiriendose a los dos nobles de aquel extraño grupo. Ese detalle le había puesto los pelos de punta. No deseaba juntarse con aquella amalgama... si lo hacía corría el riesgo de rajar a uno de los vasallos de arriba a abajo si se tomaba las mismas libertades con él como con sus amos.

Cargando editor
04/10/2011, 18:11
Don Carlos de Mayoral

Visiblemente ofendido por enésima vez desde que acostumbra a ir con estas compañías - me pides perdón por adelantado para ofender mi autoridad agusto... la derrota en Ibarrela, sabed que no fue culpa mía, las líneas se hundieron ,los campesinos murieron por estar peor equipados y... - prefiere no ahondar más en la herida y cambia de tercio - creo que no tienes autoridad para dirigirte a un Hidalgo en esos términos, villano... - escupe la palabra como si fuera un insulto -me acompañáis libremente de peregrinación a Santiago, Irache queda prácticamente de camino, la baronía del padre de esta señora no. En cualquier caso, si el tal Erramún se sale de la iglesia, el matrimonio como todos sabemos, es legal y válido. Yo no dejaré que esta chica se convierta en una desdichada con un padre que la tiene encerrada. No señor, la llevaré a ese monasterio y hablaré con ese Erramún, si es un caradura que no goza de buenas intenciones para con esta muchacha, lo clavaré a un sembrado.

Cargando editor
04/10/2011, 18:15
Antón "El recto" Gonzalez

Silencio. Será mejor que nos calmemos, todos. Don Carlos, nadie os culpa a vos de lo de Ibarrela, es un riesgo que corrimos en pos de la libertad de esas gentes, y el buen Kalev, pese a ser judío dio su vida como el mas valeroso de los heroes pero-dijo, sin poder darle la razón abiertamente a Roderigo con quien compartía su opinión- meternos entre un padre y su hija no es una lid del mismo calibre. Si bien es verdad que no podemos dejar a una Dama en esta posada la llevaremos hasta el monasterio, ya que nos coge de camino, pero después seguiremos adelante y no quiero saber nada de esta pareja sea feliz o desdichada...-afirmó seriamente- Contestando a su pregunta-respondió a Alexio- en efecto nos dirigimos de peregrinaje a Santiago. ¿Por que lo preguntais?

Notas de juego

Master, estamos cerca de una aldea? I need a Sword... :'(

Cargando editor
04/10/2011, 18:23
Aleixo d'Ocampo

- Amén... - apostilló Aleixo. - También yo marcho de camino de regreso a Santiago para reunirme con mi Orden. Y vive Dios que aquestos quehaceres no me importan lo más mínimo pero ya que uno se ha manchado las manos de sangre de vasallo por la locura infantil de esta inconsciente me aseguraré que ésta llega a buen puerto. Si el tal Erramún va de buena fe, yo mismo oficiaré la boda. Si no... - reprendió a la muchacha con gesto duro. - serás devuelta con tu padre y te someterás a su voluntad.

Por fín algo de coherencia y de verdadera nobleza. Cuando los mayores hablan, los niños deberían callar...

Cargando editor
04/10/2011, 18:33
Antón "El recto" Gonzalez

Samuel-dijo tratando de calmar las aguas- ve con Ernesto al pueblo y busca a un herrero, necesito una espada. No quiero verme de nuevo en una situación como esta y no poder hacer nada salvo mirar. Id prestos pues partimos en breve, no quiero que esto demore demasiado nuestro camino.

Mi buen caballero, será un honor tenerle como compañero y un alivio además, viendo como os desenvolveis con esa espada. Eso siempre que a Don Carlos, el verdadero preregrino no le importe-terminó, seguro de que para Don Carlos sería un honor tener la compañia de un caballero de la orden.

Cargando editor
04/10/2011, 18:37
Ana de Fonsalba

Tartamudenado... - s..s..s..sí se...se..señor. Gra...cias...

Cargando editor
04/10/2011, 18:38
Don Carlos de Mayoral

Ya más calmado, las palabras del caballero han agradado profundamente a Don Carlos -no es molestia, agradeceré la compañía de tan valeroso caballero y juntos viajaremos más seguros. Vizconde, perdonad mis palabras para con uno de los vuestros- o eso cree al menos Don Carlos, que Roderigo es uno de los suyos -pero soy un hidalgo chapado a la antigua y no concibo esta villanía moderna tan irrespetuosa y .. ¡ con esas maneras !

Al escuchar el encargo no puede por menos que apuntar - Vizconde , las espadas son caras y excasas allí mismo tenéis una . Su dueño ya no la necesitará.

Cargando editor
04/10/2011, 19:14
Antón "El recto" Gonzalez

No os preocupéis Don Carlos, no me debéis disculpa alguna- se levantó y cogió la espada del desdichado sopesándola en la mano-. Está bien,no parece una mala espada aunque no me sabe bien usar esta espada, de un hombre caído de aquesta forma, pero tenéis razón y no quiero abusar de vuestros bolsillos. Ernesto, quitadle la vaina y dadmela-Despues se sentó en la silla donde estaba y con un poco de tela limpió el filo del arma. Cerró los ojos y rezó un padre nuestro, tratando de explusar ese sentimiento desagradable que tenía en aquel momento.

Cargando editor
04/10/2011, 19:43
Ernesto Rodríguez

-¡Acabáramos! -Pensó Ernesto-. Entonces no solo he dejado más muerto que vivo a un hombre si no que encima era soldado de un barón, ¡Y todo por las chiquilladas de esa rapaza! Si esque...

Ernesto frunce el ceño mirando a la muchacha, intentando contener su furia.

-Ya sabía yo que este pueblucho con nombre de perro ni me iba a deparar nada bueno, si es que lo sabía... -Se dice el cortesano a sí mismo- Además, no basta con el lío en el que estamos, si no que han comenzado rivalidades en el grupo, ¡cómo si fuese el momento más oportuno! Encima se nos ha unido ese caballero que no conocemos de nada. Maldita la hora en la que se le ocurrió a mi Amo comenzar esta misión...

En ese momento su amo, Don Antón, le ordena que le entregue la espada del hombre muerto.

A regañadientes, pero sin que se le note, Ernesto se agacha y siente una punzada en su vientre

-¡Agh! -Se queja-. Lo siento amo, al agacharme me comenzó a doler el vientre, espero que no os lo hayáis tomado como una queja por la orden que acaba de disponerme.

Sin más, le entrega el arma a su amo.

Cargando editor
04/10/2011, 20:07
Antón "El recto" Gonzalez

Ernesto, sentaos y tranquilizaos. No estoy enfadado. Ahora, será mejor que partamos pronto. Don Carlos, vos conoceis la zona, ¿como de lejos se encuentra ese lugar? ¿Hay un camino?-le pregunto sin acritud.