Partida Rol por web

- ¡No os disperséis! He conseguido detectar que no es invisibilidad sino algún tipo de hechizo de teleportación. Volvamos, puede que haya vuelto a su celda... - Alienta el traductor al grupo.

La criatura no estaba en la sala (3) ...

... pero reaparece al cabo de unos segundos.

En sus manos lleva una cimitarra de fuego.

- ¡ENFRENTAROS A LA VERDADERA HIJA DE SARENRAE!

- ¿Sarenrae? Definitivamente viene a por nosotros. Vamos druida, faltas tu... - Avisó a Taio para lanzarle su Maldicion y ayudarle en lo que se avecinaba.

Estaba jugando con nosotros, y por lo menos había conseguido que perdiéramos nuestra ventaja de posicionamiento anterior, si es que de alguna manera la teníamos.

Salí de donde me había ubicado, para reubicarme al lado de mi compañero y poder aguantar ambos la posible envestida.

DEJA DE ESCONDERTE Y VEN SI TE ATREVES ESCORIA

Y lanzo un escupitajo al suelo en forma de desprecio

El elfo no lo dudó y acudió raudo con sus compañeros al encuentro de la extraña criatura. Esperaba escondido detrás de la pared, que la criatura envistiera a sus compañeros y poder atacar desde el lateral.

Al echarse hacia atrás para esconderse detrás de la pared, una de sus dagas roza en la pared, lo que provoca un pequeño ruido en el pasillo. Daeron esperaba que con el grito que dió su compañera bárbara el ruido pasara desapercibido.

El druida ve a la mujer alada en el santuario. Da la orden a raptor para que ataque, pero sabe que no llegara a tiempo para golpearla, está demasiado lejos. Opta por entonar unas breves palabras que le permitirán moverse a gran velocidad.

Viendo que Taio se enfrentaba con su raptor a aquella extraña enemiga, Jonathan no dudó en acercarse y permanecer a distancia prudente pero cercana, a la vez. Bajo el umbral de la puerta.

El espolon del raptor golpea la piel de la criatura ... sin poder hacerle ningún daño.

Gira la cimitarra rapidamente y golpea  a Taio (-11 pg), mientras el raptor evita que su garra izquierda le agarre.

La criatura había aguantado el ataque del raptos, quien no pudo penetrar sus defensas. Por otro lado, se defendió contraatacando, dando un golpe con su espada flamigera y dañando a Taio. Así, el traductor alentó a sus camaradas a entrar en acción cuanto antes y no esperar mas pues el tiempo apremiaba para vencer a su enemigo.

- Vamos, hay que ayudar al druida. Trataré de ponerle las cosas difíciles a esa ramera con espada... - Murmuró mientras se acercaba a la refriega y lanzaba una Maldicion a la mujer de los cuernos, autollamada hija de Sarenrae.

A sabiendas de que era imposible llegar hasta donde se encontraba de nuevo la criatura, sin tener que únicamente correr, intento colocarme en la mejor situación para un segundo movimiento después de este.

El druida da un paso y ataca con garras y mordisco. Raptor hace lo mismo.

La monstruosa forma del druida muerde a la mujer demonio acompañada por el raptor ... pero ninguno de los ataques daña a la criatura.

"Es muy extraño, no le hiero! Paladín, brujo quizá vuestras habilidades os permitan hacer algo!"

escuchando la propuesta del druida, Jonathan se concentró para intentar recordar donde había leído algo relativo al enemigo que tenían delante.

La bella criatura demoníaca retrocede (5 pies) y señala a Eorsten, le sonrie y murmura unas palabras ...

- Tu, me amas ... ¡pelea por mí!