Partida Rol por web

[D&D 3.5] El Caso de Nav Hidad

Capítulo 1. Una Desaparición en la Noche.

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16/12/2017, 12:07
Director

Fue en el preciso instante en que Shalt salió por la puerta de la oficina del Alguacil Nargead cuando vio llegar a un hombre distinguido luciendo unas botas de caña negras, unos calzones abombados y una camisa blanca con un pomposo cuello bajo una chaquetilla color burdeos de botones dorados a juego con una capa con capucha cuya cola llegaba hasta las rodillas. Del cinto pendía la vaina de una espada con empuñadura empedrada, más una decoración que un arma verdadera.

Ese hombre iba acompañado de dos guardias uniformados. Lucían el uniforme de la milicia de la casa Hidad compuesto por una casaca gris y una capa del mismo color que en su centro mostraba el escudo de la familia, un abeto con grandes frutos rojos coronado por una estrella. Completaban el atuendo un tricornio negro emplumado y unos pantalones oscuros a juego con unas botas altas. Iban armados con espadas a la cintura y unas ostentosas alabardas que casi nunca dejaban olvidadas.

Junto a ellos marchaba un cuarto hombre acompañado por una vieja mula. Pese a que Shalt llevaba poco tiempo en la región, lo reconoció de inmediato. Sus rasgos eran indudablemente característicos. Se trataba de un hombre grueso, calvo a excepción de una larga cola de caballo que caía sobre su espalda. Portaba barba larga castaña y de sus orejas y nariz pendían innumerables pendientes metálicos. Su penetrante y oscura mirada era temida entre algunos de los pobladores de Nav Hidad, aunque a nadie le hubiera hecho nunca nada. Si no iba mal creía que respondía al nombre de Hroki Ripfang.

Para cuando aquel extraño grupo estuvo a su altura, Shalt reconoció bajo la caucha color burdeos al Jrag de aquel feudo. Beoric Hidad, señor de aquella aldea se había personado en la oficina del alguacil con gesto de severidad en el rostro y cara de pocos amigos. Al pasar junto a Shalt le hizo una inclinación de cabeza a la que el guardia no pudo responder sino con un saludo militar.

Ya en el interior de la oficina, el Jrag se encontró con tres de los cinco guardias de la ciudad. Dos de ellos eran de reciente incorporación. Un enano de tez pálida y metro y medio de altura. Con prominente barba roja trenzada y ya con alguna que otra cana. Se encontraba junto a otro guardia uniformado con armadura completa y un yelmo adornado con mechones rubios que ocultaba su rostro.

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16/12/2017, 12:08
Stan Nargead

Tras una mesa se hallaba el capitán de la guardia, el alguacil Stan Nargead. Un hombre anciano de pelo y barba blanca rizadas y expresión cansada debido a sus enrojecidos ojos y el color amarillento de la piel fruto del abuso del tabaco y la bebida. Nada más entrar en las dependencias el señor de la ciudad se puso en pie innecesariamente nervioso ocultado la pipa en uno de los bolsillos de su chaquea y golpeando sin querer la botella que ocultaba bajo la mesa, golpeando estruendosamente contra el suelo y derramando en éste su contenido.

- ¡A sus órdenes! – Dijo enseguida Stan.

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16/12/2017, 12:08
Beoric Hidad

- Descanse. – Ordenó el Jrag. – He tenido noticias de una desaparición. La hija de este hombre que fue acogido por el Nav años atrás. Esposo de Branda Himrolt, ahora Ripfang… - Hizo una pequeña pausa y se apartó dando paso al principal interesado. – Que sea él quien os explique algo más acerca del caso… 

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16/12/2017, 16:34
Roht «Martillo Invencible»

El tal Ripfang tenía cara de pocos amigos, pero cuando Roht vió su armadura y armas, comprendió que aquel hombre era un guerrero, a todas luces. Trató de ayudarlo, invitándole a hablar y compartir lo que le aquejaba.

- Hable, señor Ripfang. Explíquenos sobre esa desaparición y nos pondremos a investigar lo sucedido. - Invitó el enorme acorazado al barbudo.

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17/12/2017, 20:46
Shalt Goldfind

Shalt no pudo evitar girar sobre sus pasos y quedarse en el umbral de la puerta para ponerse al día de los últimos acontecimientos de la villa.

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18/12/2017, 10:49
Dragor Melannyn

Vaya, lo siento señor. En seguida nos pondremos a investigar. ¿Cuándo fue la última vez que vió a la chica? ¿Cómo iba vestida? - preguntó Melannyn después de la intervención de Roht Martillo Invencible y haberse puesto a su lado con un paso lateral.

¿Tenía algún tipo de mala relación con alguien especial? ¿algún tipo de enemistad? Parece no tratarse de un secuestro..., ¿verdad?

 

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19/12/2017, 21:15

Ripp no contestó inmediatamente, sino que extrajo una pequeña figurita de su bolsillo, tallada en madera con la forma de una gacela, y la dejó encima de la mesa para que los demás pudieran examinarla si así lo deseaban.

-Esto no tiene nada que ver conmigo, o con mi familia -explicó Ripp-. El enfermo que está detrás de esto ya lo ha hecho antes, en los alrededores de la vecina ciudad independiente de Keatar. Los niños desaparecieron en circunstancias similares a las de mi hija, mientras estaban fuera de casa, jugando en el jardín o haciendo algún recado para su padres.

No era la primera vez en la noche que explicaba aquello. Empezaba a revolverle las tripas. 

-En todos los casos han dejado una figurilla como esta. Nunca han encontrado al responsable ni a los niños. Cosa que pretendo cambiar.

Y meterle dos palmos de acero en el pecho al responsable, también.

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19/12/2017, 21:55
Shalt Goldfind

Apenas sin hacerse notar, en un abrir y cerrar de ojos Shalt se situó frente a la mesa, haciéndose con la figurita tallada para llevarla a pocas pulgadas de su rostro. Cerrando el ojo izquierdo empezó a escudriñar cada centímetro de aquella figura con sumo interés, pues quizá sería capaz de relacionarla con algún tipo concreto de arte regional atendiendo a las proporciones, al material, al acabado o a cualquier otro detalle que pudiese parecer interesante a sus ojos

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20/12/2017, 08:03
Roht «Martillo Invencible»

- Mmmmmm. - el enorme Roht adoptó una postura pensativa, manteniendo los brazos cruzados. Desde su posición pudo ver como Shalt se tiraba a por aquella figurilla, como una hiena, que no había probado bocado en un mes, sobre la carroña.

- ¿Tiene alguna señal esa figura, Shalt? ¿Alguna pista del secuestrador de niños? - Preguntó sin pensar mucho en delante de quien decía aquellas palabras.

- Cosa mala es la desaparición de niños, pues ellos son el futuro. - Habló hacia el,resto. - Si ya ha pasado antes, estamos ante un profesional, sin duda. Si no lo han cogido hasta ahora debe ser bastante escurridizo, pero entre todos le atraparemos. - En ese momento mira al enano. - Dragor, podrías hacerte pasar por niño y servir de anzuelo. Así podríamos atrapar al secuestrador... - Dejó su propuesta/plan en el aire pues era lo primero que se le ocurrió y quiso expresarlo, sin más.

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20/12/2017, 11:11
Dragor Melannyn

Tendré qué cortarme mi precioso pelo, incluído el facial, pero sí, me ofrezco por el trabajo. - aseguró Melannyn, como le llamaba su nuevo jefe Stan Nargead. - Aunque antes de ponerme manos a la obra con el disfraz tendría que avisar a mi familia de las minas sobre mi nuevo trabajo o enviar a alguien que se lo explique bien, aunque preferiblemente preferiría ir en persona, pero no sé si será posible por la imminencia de la faena, pues parece algo urgente... - espera a ver que deciden los altos cargos o alguna sugerencia del grupo.

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20/12/2017, 16:33
Director

Se trata de una figura tallada en un tipo de madera de color crema. No era resinosa ni manchaba y no desprendía olor alguno. Se trataba de una madera ligera y poco resistente, casi podría decirse que era quebradiza, pero fácil de trabajar con las herramientas bien afiladas. De todo aquella Shalt dedujo que podía tratarse de madera de algún tipo de conífera, siendo la más probable el abeto.

Un mapa mental se organizó en su cabeza. Era cierto que algunas coníferas crecían en el Valle del Oso, pero también lo hacían junto a la costa, concretamente sabía que el bosque de la Espesura, más allá del valle, al norte de Keatar y del río Keke era un bosque de abetos y otras coníferas.

A parte de que el trabajo realizado para sacar aquella pieza que representaba a un cervatillo, era sin duda uno excelente, fruto de los años de experiencia y las muchas repeticiones de la misma obra, poco o nada más podía sacar en conclusión de todo aquello y a simple vista.

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20/12/2017, 16:40
Stan Nargead

- ¡No, no, no! – El capitán se puso en pie evidentemente disgustado. - ¿Pero qué sandeces son esas? – Caminó unos pasos hasta situarse junto al enano. - ¡Serás todo lo pequeño que quieras, pero para nada pasarías por un niño! ¡Mira tus brazos, mira tú cabezota! ¡No, no y no! ¡Es un plan completamente descabellado!

Stan Nargead tocó sobre el hombro de Melannyn y luego sobre el de Roht. Sin duda eran reclutas con muchas ganas de agradas y de salvar el mundo. Jóvenes que derrochaban energía ya ganas, pero sin la experiencia que él albergaba. Poco a poco irían substituyendo esas ganas por raciocinio y templanza. Lo que realmente necesitaba un guardia junto quizás a una gran capacidad de frustración.

- Olvidad las instrucciones. – Dijo finalmente Stan. – El caso que nos atañe es de urgente necesidad. En ese caso estaremos todos de servicio hasta que sea resulto o en su caso archivado.

En ese momento y tras decir aquello último el capitán abrió los ojos de par en par y miró a Ripfang. Podía ser que fuera fruto del alcohol que corría por sus venas, pero desde luego no debería haber dicho que aquel caso podía acabar archivado, no delante del principal interesado en su resolución.

- Haremos todo lo que esté en nuestras manos, señor Ripfang. – Trató de reconfortar a aquel padre desesperado. Entonces alzó la mirada buscando la del Jrag. – Señor Ripfang, condúzcanos al último lugar donde fue vista su hija. ¿Hay algún testigo?

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22/12/2017, 16:30
Shalt Goldfind

Shalt chasqueó la lengua mientras inspeccionaba la figurilla.

-Está tallada en madera dulce, de conífera... abeto probablemente...

Achinando los ojos las pupilas se desviaron hacia la derecha, mientras trataba de concretar aquella información para los allí presentes

-Abetos crecen en el Valle del Oso, pero también lo hacen junto a la costa... se rascó la barba -El bosque de la Espesura, más allá del valle, al norte de Keatar y del río Keke también es un bosque de abetos y otras coníferas.

Volvió a dejar la estatuilla sobre la mesa por si algún otro quería verla.

-En cuanto a la manufactura, es bastante habil. Se nota que no es la primera que hace...

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22/12/2017, 17:54
Roht «Martillo Invencible»

- Pues dudo que nuestro secuestrador se esconda en la costa. ¿A dónde iba a escapar, al mar? ¿Con lo fría que está el agua? - Dijo Roht al escuchar las palabras de aquel hombre que examinó la figurita de madera.

Por otro lado, el bosque si parecía un escondite bastante mejor para el posible secuestrador. Era más difícil de dar con el rastro de alguien en un bosque, en el frío y gélido clima norteño.

- Bueno, señor Ripfang. Llévenos a donde encontró la estatuilla y, una vez allí, veremos si encontramos algo que nos sirva para empezar a atar cabos.

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23/12/2017, 08:12
Beoric Hidad

- Lo dejo en sus manos señor, Nargead. – Dijo el Jrag antes de marcharse. – Sé que darán todo lo mejor de ustedes para resolver este asunto. Manténgame informado de cualquier dato relevante.

El capitán asintió con la cabeza ante las palabras del señor feudal de aquel Nav. Tras un saludo militar devuelto por Beoric Hidad, éste se dio media vuelta encarando la puerta. No obstante, antes de partir miró a Ripp una vez más y se acercó hasta su posición posando su mano derecha sobre su hombro.

- Todo se resolverá, hijo. – Le dijo con tono solemne. – Encontraremos a la niña, ten fe en la Cierva Dorada*. Cuida de todos sus hijos.

Notas de juego

*La Cierva Dorada es una deidad local, protectora de los bosques y la naturaleza. Podría decirse que en ésta cultura politeísta es la fe más extendida de entre los habitantes del reino. 

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23/12/2017, 08:13
Stan Nargead

Una vez se hubo marchado el Jrag, Stan decidió dar una serie de instrucciones cortas y concisas tras dar un buen sorbo de su botella de vino. Por alguna razón creía que una vez se le confrontaba ante una problemática, tenía autorizado la ingesta de alcohol. Decía que le ayudaba a concretarse, aunque ni él mismo se lo creía.

- Id al lugar donde sucedieron los hechos. – Dijo Stan. – Yo iré a hacer mis propias averiguaciones. Vadrud se quedará aquí, en la oficina. Por si algo sucede. – Entonces miró a Shalt. – De los tres, tú eres aunque por poco el más veterano. Eres el responsable, toma tú las decisiones importantes.

Tras aquellas palabras, el capitán de aquella decrépita guardia se marchó provisto de las últimas gotas de su botella de vino. La versión oficial era que marchaba en busca de indicios, pero todos sabían que lo que realmente iba a hacer no era otra cosa que seguir emborrachándose en su casa, la taberna o simplemente a dormir la mona en cualquier sitio que le otorgara un mínimo de intimidad.

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23/12/2017, 08:14
Director

La casa de Branda y Hroki Ripfang no se encontraba muy lejos de la oficina del alguacil. Aunque ciertamente nada estaba demasiado lejos de nada en aquella pequeña aldea. Nada más salir de la oficina se puso a nevar, algo normal en aquella época del año. No obstante, debían darse prisa si querían obtener algún tipo de pista, pues cualquier marca o indicio que pudiera quedar en el escenario del crimen, pronto quedaría tapada por un fino manto blanco.

No tardaron ni cinco minutos en llegar junto a la casita de la familia Ripfang. Se trataba como la mayoría, de una pequeña casita de madera, situada en la parte de la aldea donde vivían más gente y de forma más hacinada. No era una zona problemática ni mucho menos, ninguna zona era problemática en aquel feudo, pero si era cierto que en aquel barrio, si se le podía llamar así, era donde vivía la casta más humilde de Nav Hidad.

Se trataba de una zona algo deprimida, principalmente desde que el trabajo en las minas se acabó. En esos días, muchos de los habitantes de aquella zona de pequeñas casas vivían compartiendo habitaciones. En algunos casos incluso, varias familias enteras, moraban en poco más de una casucha de cincuenta metros. No era el caso de Branda y Hroki, pues junto a su amada hija Siria, tenían el lujo de morar en una pequeña casita con patio trasero, la cual no tenían que compartir con nadie.

Nada más llegar a las cercanías de aquel domicilio, una joven extremadamente bella, de cabello color del trigo y oscuros y llorosos ojos almendrados salió corriendo en dirección  Ripfang abrazándose a él y comenzando a llorar de manera ostensible. Ella era Branda, todos o casi todos la conocían. Aquel pueblo era pequeño y no destacaba precisamente por la belleza de sus mujeres, con la única excepción quizás de Branda, la hija del difunto panadero que le legó aquella pequeña casa de madera.

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25/12/2017, 07:58
Shalt Goldfind

-Señor Ripfang, cuéntenos de la forma más detallada que pueda todo lo que pueda aportarnos en relación a la desaparición, Cuando la vió por última vez, como iba vestida, si vio o esuchó alguna cosa fuera de lo común en los últimos días por los alrededores de su morada...

Se acuclilló en un punto arbitrario para observar más de cerca el suelo antes de que acabase cubierto de nueve. Tomó un puñado y lo tamizó entre sus dedos.

-Antes ha comentado que su hija estaba fuera de la casa haciendo unos recados, ¿verdad?

 

Cubriéndose la boca con índice y pulgar adoptó una pose pensativa

-Dragor y Roth, sería interesante que habásemos con los vecinos más cercanos, por si alguno puede aportar algo de interés.-sentenció

 

 

 

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25/12/2017, 10:11
Dragor Melannyn

Sí cierto, tendríamos que preguntar a sus conocidos. ¿Tenía algun amigo en especial? ¿Alguien a quién se lo contase todo?

¿Qué hábitos tenia? ¿A qué hora fue la última vez que fue vista? - inquirió el enano.

Tendríamos que montar una patrulla de búsqueda y rastreo de la zona, quizás aún podríamos encontrar huellas antes de que se ponga a nevar... - sugirió Dragor.

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25/12/2017, 14:47
Roht «Martillo Invencible»

El humano que les acompañaba parecía saber bien lo que se hacía. Tan pronto se puso a dar órdenes, mostrando su altanería, que Roht le miró con mala cara, por debajo de su yelmo, por supuesto. No le gustaba que le diesen órdenes tipos que estaban a su mismo nivel. Además, ¿Quién se había creído que era? Solo era un humano debilucho, como la mayoría de aquella pequeña aldea. Fuera como fuera, Martillo Invencible, volvió a echarse a Última Sombra al hombro, suspiró y dió unos pasos, alejándose y llamando al enano.

- Está bien, vamos Dragor, dejemos que Shalt se ocupe de esto. Iremos a preguntar a los vecinos y necesito de tu ayuda. - Comentó al enano para que le ayudase a preguntar.

Pese a todo, Roht era consciente de que no se le daba bien la diplomacia y sus sentidos no eran los más agudos del lugar, fue por eso por lo que decidió moverse y solicitar que el enano del grupo le acompañase. El llamaría menos la atención de aquellas gentes.

- Será mejor que yo llame a la puerta de los vecinos pero que seas tu quien pregunte. No quiero inoportunarlos debido a mi aspecto. La gente suele asustarse un poco cuando ve mi armadura y mi altura... Corpulencia.... - Dijo a su compañero.