Partida Rol por web

El clérigo sólo tuvo tiempo de girarse antes de que el hacha de Lurzca se incrustara en su hombro izquierdo y le rasgara el torso partiéndolo por la mitad. La mestiza, de nuevo había demostrado que era una mujer demoledora en el combate cuerpo a cuerpo y que no se andaba con chiquillas.

El cuerpo del sacerdote cayó al río y comenzó a hundirse. La mestiza escupió al río y se dio media vuelta. Empapada de sangre y vísceras, comenzó a caminar hacia el lugar donde había dejado a Thyga. Había cumplido su objetivo, proteger a la Infanta de todo mal y ni le importó lo que pudiera hacer o dejar de hacer el encapuchado que se encontraba luchando por su vida en el fondo del río, aunque lo cierto fue que se ahogó.

- ¿Todos bien? - Preguntó Lurzca. - No perdamos más tiempo. Ya interrogaremos por el camino a ese rufián... 

Alderic le sonrió al chico y le indicó que avanzara en dirección a los caballos - Adelantaos si quereis avanzar pero no entréis a la ciudad, el os dirá quien los ha contratado - dijo respondiendo a Lurzca mientras avanzaba por el camino - Yo tengo que enterrar a Tasha y quiero verificar las pertenencias de la cabecilla, con suerte tendrá algo que nos ayude a probar la identidad de quien haya enviado a estos mercenarios a por Thyga.

Cuando estuvo a la altura del cuerpo de quien fuera su amante le dedicó una mirada triste - Perdón - susurró - Te he vuelto a fallar. - levantó la vista y miró a sus compañeros - Murron, ocúpate de que nuestro invitado esté cómodo. 

Dicho esto tomó la cabeza de Tasha, la puso sobre su cuerpo y tras levantarlo se dirigió hacia los árboles más cercanos.