Partida Rol por web

Quien tampoco podía moverse, era el ogro que iba con ellos. Se trataba de una criatura horrenda a la par que enorme, pero aunque logró no quedar demasiado atascado entre aquella hebras, algo digno de estudio dado a su gran tamaño, tampoco parecía estar pudiendo avanzar a través de las mismas. Algo que a su vez, también sonaba extraño, pues sin duda se le veía una criatura fuerte.

- ¡Hunk zâr ut, pûl snul! - Decía éste también con evidente enfado.

Para quien no era un misterio el mensaje que aquellos dos seres les trataban de transmitir, era para el mago.

- ¡Me comeré vuestras entrañas frías! - Decía iracundo en el idioma de los trasgos el trasgo que parecía liderar la partida.

- ¡Vuestros hijos enteros caben en mi boca! - Decía el ogro.

Aunque aquellos mensajes no revelaban realmente nada muy importante para nadie.

Yoon-Shun había cargado un virote en su ballesta mientras esperaba que aquellas criaturas se manifestaran. Ahora que estaban atrapadas, no valía la pena gastar sus conjuros con ellos. Sin embargo, uno de aquellos seres había logrado escapar de la tela de araña. La niña, armada con su ballesta ligera, se movió de forma grácil por el campo de batalla buscando una posición óptima para disparar. Apuntó y erró en su disparo.

- ¡Uno ha salido de la telaraña! - Avisó a sus compañeros tras su fallo.

Algunos de los trasgos seguían luchando por no quedar adheridos a la tela de araña. No obstante, no algunos de ellos, los más lentos, no estaban teniendo la misma suerte que los que habían sido más rápidos a la hora de reaccionar a aquel conjuro. Otros dos pieles verdes quedaron atrapados entre las pegajosas hebras de aquella tela.

A la vista de que ninguno estaba retrocediendo, gruñí y decidí cambiar de estrategia. No me estaba gustando nada lo que estaba viendo, porque estábamos desaprovechando el momento a cambio de asegurar una buena posición defensiva, así que si ese no iba a ser el caso, atacaría.

Miré a los demás con reproche, pero rápidamente, me giré y comencé a correr hacia el trasgo que estaba libre. Por un lado, mientras yo estuviese allí, con ellos, los demás podrían retirarse si al final así lo decidían; por otro, debía aprovechar que la tela estaba todavía activa y que no podían atacarnos a todos.

-¡Yo iré por él! -les grité a mis compañeros, mientras dejaba que mis piernas me llevasen hasta él y preparaba mi arma para asestar el mejor golpe que pudiera. 

Aprovechando que Yoon empujó a Aenifer, inicié la carrera y me lancé con todo lo que tenía. Ni siquiera me preocupé por que estuviera cerca de arroyarla, sino que simplemente, corrí con el hacha en alto hasta que llegué al trasgo y entonces, asesté el golpe con todas mis fuerzas.

No podía perder el tiempo en tonterías si quería aprovechar que aún estaban atrapados en la red y que podíamos cogerlos desprevenidos.

Con calma y frialdad, Tarkhan contempló el combate como si fuera un tablero de go. Leyó las intenciones de sus aliados y sus enemigos, y lanzó un hechizo que recolocó a Valyevan y Aenifer en una posición más adecuada para una estrategia óptima.

—Lo único que os vais a comer serán vuestras palabras— dijo utilizando el gutural idioma de aquellas criaturas.

Tarkhan lanza Transposición Benigna para intercambiar las posición de Valy y Aenifer tal y como planeamos.

Con calma y frialdad, Tarkhan contempló el combate como si fuera un tablero de go. Leyó las intenciones de sus aliados y sus enemigos, y lanzó un hechizo que recolocó a Valyevan y Aenifer en una posición más adecuada para una estrategia óptima.

—¡At karz ash ub âmb thagz lub kragt!— dijo utilizando el gutural idioma de aquellas criaturas.

Tarkhan lanza Transposición Benigna para intercambiar las posición de Valy y Aenifer tal y como planeamos.

El conjuro de Tarkhan permitió que Valyëvan pudiera cargar sobre el único de aquellos trasgos que había logrado escapar hasta el momento de la trampa mágica de la telaraña. El resultado fue abrumados. El hacha partió a aquel ser por la mitad de arriba abajo y de forma literal. Sangre, vísceras y demás interioridades volaron por los aires quedando impregnadas en las paredes, el suelo y el techo de la caverna y cubriendo a la bárbara con éstas.

Los demás trasgos seguían sin poder moverse demasiado en el interior de aquella zona atestada de pegajosas hebras, aunque casi les convenía más quedarse en el interior de las mismas dada la suerte que habían corrido los dos infelices que habían osado exponerse al combate cuerpo a cuerpo.

Podiamos huir!!!!

Todos los demas monstruos estaban atrapados asi que corri hasta donde estaba Yoon para ponerme entre ella y aquellas bestias.

- No vuelvas a exponerte! Le ordene a Yoon. - Pero lo hiciste bien, dije al final felicitandola mientras acariciaba su cabello de manera maternal.

- Vamonos de aqui. VALY!!!!!!!

Me quede apuntando hacia aquellas bestias por si alguna trataba de alcanzar a mi amiga y ofrecerle cobertura para que pudiera regresar con nosotros y salir de alli.

Aenifer decidió que abandonar el combate y salir corriendo mientras cargaba con la niña era lo más correcto en esos momentos. Huir de la batalla parecía algo lógico, al menos a priori, pues ahora el enemigo estaba atrapado y no parecía poder seguir. Sin embargo, encontró en la niña una resistencia a marcharse inesperada.

- ¡No podemos irnos ahora! - Le dijo alterada. - ¡Saben que estamos aquí y si no acabamos con ellos ahora que los tenemos a merced, nos seguirán, buscarán refuerzos y ya no tendremos conjuros con los que protegernos de ellos!

Yoon-Shun no parecía querer moverse de allí. Era una niña muy combativa y aunque no tuviera muchos recursos en combate, estada dispuesta a utilizarlos por el bien futuro del grupo. Mientras tanto, los trasgos atrapados en la telaraña, trataban de despegarse de sus hebras y de avanzar hacia el exterior de la trampa mágica.

La fortaleza de aquella niña me dejaba atonita aunque tal vez me recordaba la niña que alguna vez yo fui. Para irnos necesitaba el consenso de todos y no iba a dejar a mi amiga sola asi que manteniendo a Yoon detras de mi dispare hacia la criatura que estaba mas cerca de Valy.

- Estas cuevas tienen muchos tuneles y podemos agarrarlos por sorpresa mas adelante, pero sea como sea, no te expongas!!! Ordene a Yoon.

Faltaba ver que decedian los demas, pero estaba segura que Belbara iba a pelear y el mago no nos dejaria tampoco asi que tal vez era mejor acabar con todos de una vez, eso evitaria los refuerzos y tal vez podriamos obtener algo mas de informacion. Lo que si estaba claro, era que si los tuneles llevaban a la fortaleza enana, estas ya debian estar profanadas por todos esos trasgos y nuestra mision se convertiria en una mision de limpieza.

Belbara salió de la roca haciéndose visible para todos, y recobrando el sentido de la vista, todo sea dicho.

Tardó unos segundos en ordenar en su mente lo que allí sucedía. Estaba de acuerdo con la pequeña, debían aprovechar para diezmar al enemigo ahora que estaba atrapado. Eliminarlo incluso de ser posible.

Se acercó un poco a dónde estaban las telarañas reteniendo al grupo de indeseables. Parecía que Belbara trataba de calcular como y dónde, y después murmuró una letanía que comenzaba en un susurro y terminaba con voz fuerte e impetuosa a la par que sus brazos se extendían hacia el enemigo, las palmas de las manos abiertas y enfocándo a las alimañas, sus ojos fieros clavados en los pieles verdes. Y de pronto, Zuuumbbrrr, algo salió disparado de sus manos, algo invisible pero potente, ensordecedor para los pobres y deseables.

Armado con su determinación, el que parecía ser el líder o al menos la voz cantante de aquel grupo de trasgoides, avanzó entre las hebras de la telaraña hasta lograr abandonar la zona afectada por aquella poderosa magia. Armado con una terrible gran hacha, se posicionó justo delante de Valyëvan dispuesto a plantarle cara y a acabar con ella al menos despieste.

- ¡Natz krat uka âmb dak nartz fluka! - Gritó enfurercido aquel trasgo enorme.

El ogro también logró avanzar sin demasiadas dificultades hasta salir de la trampa mágica que suponía aquella telaraña. Una vez libre de movimientos y sin enemigos por delante, una extraña y maliciosa sonrisa se formó en su rostro. Estaba convencido de que ahora llegaba el turno de cambiar las tornas, aunque, a decir verdad, seguían en inferioridad numérica.

Yoon-Shun vio como una clara amenaza se cernía ahora sobre ellos. Un inmenso ogro acababa de salir del área del conjuro que su maestro había lanzado. Sabía que aquellos seres eran formidablemente fuertes, bastaba ver su tamaño, por lo que decidió restarle algo de su fuerza. 

La pequeña arcana de concentró y señaló con el dedo hacia aquel ser. 

- ¡Et vita infimora eses! - Conjuró y un rayo salió de su mano alcanzando a aquel ser de forma directa.

Algunos de los trasgos quedaron aturdidos por el sonido de aquella explosión causada por Belbara, aunque sorprendentemente, la mayoría logró mantener la iniciativa intacta. Lo que no consiguieron fue liberarse de aquella telaraña, que se había convertido para ellos en una auténtica pesadilla.

- ¡Te daré por culo y tendré un bastardo! - Gritó enfurercido aquel trasgo enorme.

Tras acabar con el trasgo que había conseguido salir en primer lugar de la tela, me quité el asqueroso cuerpo, sus restos más bien, de encima, y me concentré en el siguiente.

Otro trasgo había conseguido atravesar la red y nada más salir, me soltó un buen puñado de palabras sin sentido. Me dio la sensación, no obstante, que tenía cierta madera de líder. Quizás lo fuera, incluso, aunque no es que eso tuviera ninguna importancia.

A lo lejos, mientras eso sucedía, vi como el ogro también conseguía abrirse paso, pero mucho me temía que no podría ir hacia él hasta que no me quitara de delante al que tenía allí.

-Gritar más no hará que seas menos feo -le dije, lanzando un grito de guerra y asestándole a continuación un par de buenos golpes -. ¡AAAAAAAAAH!

—¡Yoon, atrás! —le pidió a su aprendiz, que se había quedado muy expuesta.

El mago extrajo a continuación un un pellizco de manteca, y lo depositó en la palma de su mano.

—Está claro que no tienes ni idea de cómo se tiene un hijo —respondió Tarkhan en su idioma.

Hizo unos pases mágicos con la mano y señaló en dirección al ogro, creando un charco resbaladizo delante y debajo de él.

Grasa en un cuadrado de F5 a G6. Ogro debe hacer una TS Ref CD 16 o caer al suelo. El resto de putadas que le hace al ogro las tienes en su descripción.

—¡Yoon, atrás! —le pidió a su aprendiz, que se había quedado muy expuesta.

El mago extrajo a continuación un un pellizco de manteca, y lo depositó en la palma de su mano.

—¡Nah ármk tu zug nyarg una drak najh áka traju! —respondió Tarkhan en su idioma.

Hizo unos pases mágicos con la mano y señaló en dirección al ogro, creando un charco resbaladizo delante y debajo de él.

Grasa en un cuadrado de F5 a G6. Ogro debe hacer una TS Ref CD 16 o caer al suelo. El resto de putadas que le hace al ogro las tienes en su descripción.