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D&D 5E - "Torres del Fuerte-Umbría" KDD GUADALAJARA 2025

Información turística - El Valle Gris

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01/02/2025, 13:12
Director

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01/02/2025, 13:13
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Poblado por encima de sus posibilidades, de calles estrechas y embarradas sin empedrar, las casas de madera gris ceniza característica del valle se apiñan unas contra otras, en el interior de la muralla, apretándose como ovejas hacia el rebaño cuando viene el lobo.

Diferentes motivos os trajeron hasta Dunksvruck, este pequeño enclave comercial y principal burgo amurallado de Gryswood, El valle gris, en la región de Rumenia.

A orillas del lago Spiegel, Dunksvruck es el poblado fortificado más grande de las Tierra bajas, donde se concentra para su venta y exportación fluvial la mayoría de productos de las tierras fértiles. Circundada por vastos bosques y campos de remolachas, Gryswood se extiende al pié del accidente montañoso de proporciones majestuosas de la sierra Bocadragón; o Draakslagis, en su antigua lengua local.

Una capital de provincia (no por ello menos provinciana) en el límite del mundo, que nunca llegó a ser independiente del todo.


  
Al igual que sucede por toda Rumenia, toda ella salpicada de pequeñas poblaciones a menudo aisladas, como charcos de lodo a lo largo de sus carreteras; numerosas y diminutas aldeas pueblan la extensión de las tierras bajas, alejados entre sí por enormes parcelas de cultivo; todos ellos similares, de madera gris y poco ornamento, casitas de tejado a dos aguas, como versiones diminutas de la capital que solo vistas de lejos parecen un poco más saludables para vivir.

La mayoría de estos pueblos están rudimentariamente fortificados, fruto de las constantes rencillas entre los caudillos locales asentados en las Tierras Altas para extender su dominio. Enclavados en riscos estratégicos en las montañas de “Bocadragón” los caudillos luchan por controlar la mayor parte del territorio posible de las tierras fértiles del valle bajo, cuando no están unidos en batalla contra los exóticos imperios que en ocasiones se desbordan desde las tierras del oeste hacia esta cuenca apartada en el límite del mundo, por capitalizar estas tierras duras para la vida, pero enormemente fértiles para el cultivo de nabos.

Por toda la zona baja del valle se afanan las mismas caras taciturnas, moldeadas por la servidumbre y la guerra. Granjeros bajos de estatura y anchos de hombros, con prominentes mostachos que -ya sean hombres o mujeres- trabajan duramente sin dar ninguna señal de haber conocido alguna vez algo parecido a la alegría en su vida. La azada en la mano y las pantorrillas llenas de barro. Sonreír está considerado como una mueca agresiva.

En Dunksvruck más o menos lo mismo, pero más insalobre. Un poco mas de alcohol y un poco menos de col hervida. En estos pueblos las caras serias y taciturnas se tornan en furibundas sin aparente motivo y con pasmosa facilidad.

Pero no todo es malo en el valle. Una década y media de paz ha traído un periodo de cierta calma a la zona, revitalizando la región, que ha empezado a desarrollar una incipiente clase comerciante. Los caudillos actuales han hecho un pacto de fronteras, todavía débil, pero que ha dado algo de estabilidad a la región y permite un poco de movilidad a sus habitantes, entre los diferentes dominios del los caudillos. Los caminos son vigilados por soldados profesionales a cambio de cobrar a las transeúntes, pero sobre todo a los mercaderes, tasas impositivas para la vigilancia y el mantenimiento de los caminos a través de los territorios. El pago no es pequeño, pero mantener a raya los peligros que desde siempre han acechado desde el bosque, dicen que lo justifica. Lo cierto es que numerosas leyendas sobre criaturas monstruosas y sobrenaturales han existido siempre en el imaginario del valle. Y los que se atreven a salir de sus casas, a comerciar, todavía son pocos.

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02/02/2025, 15:29
Director

Trébano Trapisondo, "Ojomantecas"

Un mediano de cierta edad, de rostro curtido y expresión amable, que se gana la vida como buhonero comprando y vendiendo mercancías con su viejo carromato de madera, de pueblo en pueblo.

Enjuto de carnes, prácticamente ciego de ojos y de orujo, es un tipo bastante hablador y charlatán para los estándares del valle gris, capaz de venderle niebla a un gryswoodiano. De poco más de una vara de altura y rozando los veinte kilos de peso, no es el típico mediano lozano y saludable, aunque tiene algo de ese carisma innato que le hace caer en gracia a la gente, a pesar de su fama de vendedor de crecepelo.

Tras un invierno particularmente duro haciendo acopio de mercancías en su carro de trastos, está preparándose para hacer una ruta comercial a las Tierras altas. La edad, eso si, y las duras condiciones climáticas en los últimos años le han obligado a buscar un poco de ayuda para hacer su travesía...