Partida Rol por web

Una carcajada de buen humor escapa de los labios de la chica con la respuesta de Shawn, que de seguro dejaría con sensación de estar sobrando a Chris. Amaba cuando ponía esa voz, tan juguetona como sexy. Aunque, ahora que había pasado lo que había pasado, le costaba no recordar la manera en que la había tomado y ver aquello como solo una broma amistosa entre ambos. Quizás hasta quería una segunda vuelta. Sí, definitivamente, con esa sonrisa una segunda vuelta estaba confirmada. Y no iba a quejarse, claramente. 

Estaba a punto de lamentarse por su puta suerte cuando Shawn la manda a doblar a la izquierda, lo que hace inmediatamente, incluso antes de que él le señale de que mierda se trataba. Cuando ve la antena sonríe. Un refugio en medio de la tormenta. Es difícil de ver, pero con el brillo y su guía turístico versión yermo estaba al otro lado. - Genial, irlandés, te ganaste un día de borrachera - le dice divertida para apresurarse a tomar refugio. Era LA oportunidad que tenían, de eso no cabía duda.

La carcajada de Tee es simple, directa y llena de todo lo que ella desborda cuando esta de buen humor. Puedo sentir como la adrenalina recorre su cuerpo, pero hay algo mas. Esta en el brillo de su mirada, en la sonrisa que se le queda tras las carcajadas y no puedo mas que mirarla y mirarla y estar seguro, de que por mi efectivamente le haria pasar por todo lo dicho... y por mucho mas. El recuerdo de lo ocurrido hace no mucho vuelve a mi mente, su cuerpo, su piel, sus labios, la sensaciones y los sentimientos encerrados por tanto tiempo y no puedo mas que relamerme, sutilmente, los labios recordando sobretodo su sabor. Fresco, ligeramente salado y con una profundidad unica y se en lo mas hondo de mi ser que quiero mas de ella... que no quiero dejar de saborearla hasta morir. Levanto la voz apra contestar a su carcajada. - Tu riete... riete y veas que te pasa al final. - Mi voz se vuelve algo mas gutural, solo un poco, algo que solo tu puedes notar... el placer inherente en su tono ante la posibilidad, la expectativa de volver a tomarte queda reflejada en el mismo.

En ese momento veo la antena y ella responde ipso facto a mis palabras. No es necesaria ni siquiera una orden simplemente digo algo y ella lo hace, hasta ese punto estamos compenetrados. No se pregunta, no se duda. Yo haria exactamente lo mismo si fuera al reves.

Ella habla y yo la miro con un humor mas que palpable en la mirada, pero mas aun en la sonrisa que le dedico. - ¿Por descubrir un refugio en mitad de una tormenta del arena de mil demonios y salvar ese bonito culo de que lo firan a tiros... y tu recompensa es un dia de borrachera? Creo recordar que yo doy mejores recompensas... - La frase termina con mi lengua fuera de mis labios en clave de humor.

De fondo se oyen los refunfuños de Chris pero nada realmente audible, ha decidido no meterse donde no le llaman. Los minutos pasan y pronto la antena da lugar a algo mas, una estructura aprcialmente enterrada en la arena o mejor dicho, casi completamente cubierta por esta. Es mas quien sea que ha hecho esto se ha dedicado a construir de tal forma que la arena se acumule alrededor impidiendo que pueda vere el lugar desde la distancia sino sabes donde esta. Un par de señales metalicas definen un posible camino y es justamente por ahi por donde te cuelas... mirando a ambos lados, esperando a ver que ocurre. La postura de Shawn cambia, con el rifle en la mano pero no en posicion hostil y atento a su alrededor, una postura que rapidamente adpatas tu misma a la espera de que los anfitriones aparezcan.

Nadie deja un lugar asi sin vigilancia... una verdad que pronto se hace realidad cuando unas sombras aparecen de entre las rafagas de aire de la tormenta a escasos metros de ti, justamente por tu lado, y empuñando sus armas. Sus capas estan completamente extendidas por el viento y sus armas te encañonan, Shawn parece estar atento al otro lado y a la aprte superior asi que aun no ha caido en la cuenta y Chris...a saber donde coño esta ese.
 

Aceleré, casi ciego. Nunca antes estuve tan cerca de una tormenta. No de estas dimensiones. No tan adentro de su culo. Había luchado con vendavales y decenas de tormentas de arena en mis viajes por el yermo, pero no así. La cabrona me quería. Notaba su aliento en el cogote y como me susurraba: “Eres mío, capullo. Ven con mami”.

La cortina de arena es todo mi horizonte. Tan solo puedo pisar a fondo el pedal del acelerador, sujetar con firmeza el volante y rezar para que el trasto aguante y esa puta la cabrona no me pille. ¿Lo habrán conseguido los demás? Seguro que sí. Están ahí delante. Alek es un magnífico conductor, y esa zorra de Teela parecía manejarse bien con el buggie. Y Óscar, bueno, joder, tiene la cabeza muy dura. Preocúpate por tu culo ahora.

El rugido del motor apenas se escuchaba devorado por el fragor de la tormenta. Menudo trasto que se habían agenciado los carroñeros. Mala suerte, chicos, ahora es mío. Me lo he ganado a sangre y fuego. Mierda, qué predecible ese comentario. Vamos Isaías, céntrate en salvar tu pellejo.

Quería llegar a las granjas. Las granjas también se habrían jodido con la tormenta. Eso nos beneficiaba. Podríamos tomarnos un respiro, lamer las heridas y enfocar de nuevo el trabajo cuando la tormenta remitiese o se largara de una puta vez. Lo sensato sería dirigirse al refugio. Es lo que deben haber hecho los otros. Supongo. Alek está loco, pero creo que pensaría con la cabeza y no la polla en esta ocasión. Su coche estaba jodido y Eagle inconsciente. Mierda. Le dije a Teela que se dirigiera a los extremos de la tormenta. Pero esa tía imagino que al final hará lo que le salga del coño.

Di un giro suave al volante hacia la izquierda. Conteniendo los nervios, apretando los dientes y medio cagado por lo que se me venía encima. Nos vemos en el refugio. O en el infierno. Aunque el infierno lo mismo es como el antro de Moxxy comparado con esto.

Estaba mareado por el golpe y la visión aún no enfocaba bien. Aquello me dolería unos días!!! Seguro…!!!!  Pero no podía sentarme y cerrar los ojos. El silbido rugiente del viento dejaba claro que la tormenta estaba casi encima y aquello no era bueno. Así que apreté los dientes, notando como todo mi ser se quejaba ante aquel sobre esfuerzo y me cambié de sitio escuchando por lo bajo como aquel bastardo no dejaba de murmurar cosas por lo bajo. Maldito cabrón!!! Se suponía que era le mejor conductor y un poco más y me mataba…

Seguir a aquella chalada era una puta locura con aquella visibilidad, pero pequeños retazos de luz me permitieron seguirla de forma errática. Un destello por aquí, un brillo apagado por allá… En uno de los giros me coloqué lateralmente a la tormenta haciendo que casi volcáramos. Aquello hizo soltar una serie de improperios a Alek que no hicieron más que aumentar mi cabreo y mi dolor de cabeza. Levanté el dedo ídice a modo de respuesta, lo que me llevó otra sarta de insultos…

Sonreí mientras seguía aquella última señal de la zumbada. Y pensé en el capullo de Isaias. ¿Qué diantres le había picado? ¿Acaso me estaba vendiendo? No confiaba del todo en él. Allí, en el yermo, la vida de uno valía solo unas pocas chapas… y aunque él y yo éramos algo parecido a amigos no podá evitar pensar que me pudiese dejar tirado. Auqneu para ello no me habría metido en una puta tormenta de arena. Aquel puto loco estaba como una cabra pero si había hecho aquello era por que algo en aquella maldita cabeza había pensado que podía servir. Y si no le salía bien….Joder!!! Pues que no se hubiese bajado del maldito jeep.

Con aquella decisión en mente, aferré el volante con decisión y avancé rápido en la tormenta para alcanzar a la loca que iba delante y de la que hacía rato no sabía nada.

Los movimientos de Alek te dificultan aun mas la vision mientras su culo no hace mas que ir de un lado a otro, incluso en un mmento dado mientras el coche es arrastrado debido a la fuerza del viento, ves como sus piernas pierden el contacto con el vehiculo para luego caer pesadamente sobre el capo del coche. La fuerza del golpe llega hasta ti clara y sin impedimentos aun con el rugiente viento que te rodea. La arena ya se cuela por todos lados, provocando que tu dolor de cabeza aumente debido a la fuera del viento y la cantidad de arena que se cuela por los orificios y agujeros del coche. Sientes como si estuvieran pasando una lija por tu carne con cada nueva embestida del viento y te das cuenta de la locura que esta haciendo Alek apra manteneros vivos... pero claro, si es asi aqui como sera mas adentro.

Aun con ese pensamiento le das al acelerador todo lo que parece aconsejable para seguir peleando con la tormenta y alcanzar a la loca de Tee. Tan enfrascado estas en eso y en estar seguro de que Alek nosale volando que cuando de pronto un vehiculo aparece frente a ti, frenas bruscamente... provocando primero que el vehiculo se cale en ese momento y que Alek acabe cayendo por encima del capo y golpeandose contra la parte de atras del otro coche. La unica idea en tu cabeza es cagarte en sus putos muertos cuando ves como aparecen dos tipos armados por tu lado y a la altura de donde deberia estar el conductor del otro coche... no parecen amistosos pero por lo que parece aun no han disparado, aunque las armas estan en posicion. Miras a tu alrededor y lo unico que ves es un promontorio enorme cubierto de arena y de donde sobresalen trozos de algun tipo de estructura.

No tienes ni puta idea como lo habeis conseguido pero ahi estais... en el puto refugio, solo falta ver si os dejan entrar.

Arena y mas arena. Tu pie en el acelerador y el puto vehiculo que cada dos por tres da bandazos en la direccion opuesta a la que tu quieres ir. Esa puta rueda es un problema si, uno grande pero en comparacion con toda la mierda que te esta lloviendo casi parece un leve rasguño en la uña del dedo pequeño, molesto si, mortal ni de cerca. Tus brazos se pegan con fuerza al volante, llevandote este al limite de tu resistencia debido a la fuerza de la tormenta, notas los musculos cargados y ardiendo pero eso no te quita las ganas de seguir pegado al volante. Es eso o dejar que la tormenta te engulla y tus cojones y el rostro de West dicen que eso no pasara.

Te pones mejor las gafas y te subes el pañuelo todo lo que puedes, notas la arena filtrandose por cada puto agujero y casi arrancandote la piel alli donde no tienes nada para cubrirla. Pronto pequeños regueros de ssangre se desplazan por tus brazos hasta llegar a tus guantes. Notas como te falta la respiracion y como cada vez que respiras mas y mas arena parece intentar colarse dentro de ti.

En el enesimo giro para corregir la direccion, notas como el coche pierde contacto con el suelo durante unos segundos que se te hacen interminables, hasta que cae con fuerza al suelo. El impacto hace que todo tu cuerpo tiemble al darte cuenta de la locura que fue intentar coger este coche y salir en medio de la tormenta... con las manos cogiendose al volante a sabiendas de que te va la vida en ello, vuelves a acelerar esperando ver algo que no aparece frente a ti.

De pronto con aun mas fuerza de lo que pensabas posible ves como el coche se eleva y se queda ahi, durante algo mas de un minuto dando vueltas sobre un eje que no ves, cuando algo aparece frente a ti y chocas de frente contra un monticulo enorme de arena. Parte del coche queda tapado durante un instante por la arena, dandote un breve e inesperado respiro antes de que el coche vuelva a su posicion, con las cuatro ruedas en el suelo y de nuevo notes a esa amante peligrosa y severa que es la arena. Arrancas, si, eso lo que haces, moviendote por el costado de lo que sea contra lo que has chocado. Nada frente a ti, nada a tus espaldas y estas seguro de que la direccion que sea hace mucho que la has perdido de vista, incluso estas seguro de que no estas yendo en la direccion que toca ni por asomo. Incluso con las gafas ves como poco a poco tu limite de vision se ve mermado por la oscuridad que trae estar dentro de la tormenta, eso junto al dolor hace que algo dentro de ti estalle... esa parte de ti que te ha hecho seguir vivo hasta ahora... esa aprte de ti que no se rinde ante nada y siempre pone un poco mas de ti sobre la mesa de apuestas.

Bueno, antes me fue bien. La fortuna es caprichosa. Hago las tiradas. ¿Tengo que poner turno o espero al resultado?

Me vino a la mente Clarisse. Su rostro enmarcado en arena y fuego, sus cabellos negros alborotados por el viento. Y sus ojos, esa mirada profunda que me dejaba sin aliento. Ahora, tú, Clarisse, ¿por qué?

Para que no me rindiese. O para decirme que pronto estaría a su lado. “Has sido malo, muy malo, muchacho. Has cambiado mis tetas por otras. Te pasarás la eternidad mirando mi culo sin poder tocarlo.” Clarisse, maldita loca. “Venga, idiota, me fui, y debías vivir. Debes hacerlo. Por eso te elegí, por eso fuiste mi hombre”.

Desvariaba. Tal vez efecto de la tremenda caída. Algo dentro de mi cerebro seguro que se quebró, los tornillos saltaron y una parte de mis sesos bailan detrás de mis ojos. No puedo escuchar ni mis propios pensamientos, el zumbido y bramido de la tormenta lo domina todo. Mi horizonte es un mar color crema sucio.

Sin embargo sigo acelerando. No hay nada delante que me lo impida, no me voy a empotrar con muro alguno. Arena y yermo, nada más. Y muerte, delante y atrás. No podía ser de otro modo. Voy a morir donde nací. Bah, no en el mismo sitio exactamente, pero sí en circunstancias parecidas. Mis huesos se pelaran y calentarán al sol durante siglos.

Qué dramático.

Me quedaré sin reventarles el culo a los putos chinos. No volveré a follar con West. No podré cortarle la garganta a la zorra de HellsBitch.

Nah. No pienso palmarla hoy. Un volantazo a la derecha, ahora. Bien. Y todo recto. Algo me dice que es por ahí.

Y si no, que abran las puertas del infierno, que voy sin frenos y a toda leche.

La tormenta ya nos había alcanzado y los granos de arena golpeaban el todoterreno provocando un ruido ensordecedor. Para colmo, los baches se sucedían a una velocidad vertiginosa y ya sin visibilidad no podía evitarlos, lo que provocaba que el pobre Alek botara sobre el capo del coche lo que desataba aún más su furia y me hacía sufrir por una caída que en aquellos momentos no sería para nada beneficiosa. Para colmo, aquel continuo petardeo de la arena sobre el coche hacía que aumentase mi dolor de cabeza. Lo único bueno de todo aquel ruido era que no escuchaba la sarta de palabrotas que de seguro estaría soltando Alek.

La aparición de otro vehículo me cogió por sorpresa. Apreté ambos pies sobre el freno derrapando alocadamente hasta golpear contra la parte trasera del vehículo parado. Aquello ya fue demasiado y el pobre Alek salió disparado hasta golpearse y quedar tendido en el suelo entre ambos vehículos.

- Pero que….!!! – me quedé a la mitad de la frase.

Un par de tipos armados aparecieron. Iban armados y aunque su aspecto no era amigable no habían disparado aún lo que era algo bueno…de momento. Observé que por detrás se veía lo que debía de ser una estructura. El puto refugio!!!.

- Chicos…No queremos problemas!!! Solo guarecernos de esta puta tormenta. Además…¿por casualidad no habréis visto a una tia con pinta de loca verdad? Seguramente iría con otros dos tipos….

¿Otra insinuación? Si es que será cabrón, seguro que le excita que estemos al borde de la muerte - piensa al verlo relamerse y escuchar su amenaza latente que dejaba tan marcada la posibilidad de volver a ser poseída por él, y de sentir su cadera golpearla mientras lo envolvía con sus piernas. Que pérdida de tiempo había sido el no intentar nada con él antes. Ahora que sabía que podían tener sexo sin compromisos, y se explicaba por qué las mujeres caían rendidas a sus pies. Simplemente, era demasiado bueno en lo que hacía, lo suficiente para querer repetir la experiencia una y otra, y otra vez. 

Mientras maneja Shawn le responde, volviendo a arrancarle una risa - Este bonito culo se puede salvar solo, cariño, muchas gracias. - dice por picarlo, pues bien sabía que estaría muerta mil veces sin él - Además, tu recompensa es la bendición de mi presencia, guapo - le guiña un ojo, divertida, sin hacer mucho caso a lo que sea que esté refunfuñando Chris en el asiento trasero. 

Siguiendo el único camino posible para su gusto, se metió con el buggy para protegerse, confiando en la protección de Shawn para revisar el refugio. Ciertamente era raro que no hubiese nadie alrededor, y tan pronto detiene el vehículo, nota cuan real era esa afirmación. - Shawn...- murmura en un tono que el hombre reconocería de inmediato, uno que retrataba el peligro de la situación y lo llamaba a prestar atención. Inmediatamente, tomó su ballesta y apuntó a los que los rodeaban. Irse de allí no era una posibilidad, pero no iba a dejar que la fusilaran sin poner resistencia. 

Diste un volantazo, tu instinto, tu suerte o el aliento de la misma muerte en tu cogote te dijo que cogieras esa direccion. Una cualquiera de entre todas las que te abria el yermo devastado que tenias delante. La estructura de tu izquierda, no se movia de ahi, es mas te obligaba a dar vueltas y algun que otro rodeo ante escombros que estabas seguro no poder sortear con el coche en ese estado... pero eso era bueno. Si habia escombros tal vez hubiera algo mas, pero eso era lo unico bueno. Tu cabeza empezaba a resentirse, tu cuerpo tambien. No es que llevaras una eternidad dentro de la tormenta pero incluso un tipo duro como tu deberia empezar a estar cansado.

La vista dolorida por pelear con las gafas y la arena que tapaba tu vision cada dos por tres, los brazos y parte de la cara lijada de mala manera y con chorretones de sangre que se hacian mas grandes cuanto mas tiempo pasabas ahi dentro. La direccion y la maldita rueda derecha te obligaban a hacer mas fuerza de la necesaria para poder mantener la mierda de buggy en el sitio... y todo eso unido al cansancio mental empezaba a hacerte mella. Por enesima vez te bajaste el pañuelo y escupiste un salivazo lleno de arena. Tus fosas nasales tambien estaban llenas de esa mierda, obligandote a tomar respiraciones cortas aun con el jodido pañuelo. La vista se te va un par de veces, el coche es zarandeado de un lado a otro como si estuvieras con West sobre su cama en una de esas posiciones que mas de una vez te dejan dolorido, la chica es una acrobata pero tu no tanto y ahora mismo te sientes de la misma manera con coche incluido.

Un golpe de refilon te hace girar hacia la izquierda, ves otro escombro grande y giras a la derecha mientras aceleras y de pronto el mundo pierde sentido para ti. Notas la ingravidez de la caida, apenas unos segundos durante los cuales no sabes si ya es hora de morir y dejar que te consuman o simplemente otro golpe mas. El impacto te quita el resuello, el coche gira sin control pero sin llegar a dar vueltas de campana hasta que golpeas de lado contra un trozo de hormigon enorme, casi totalmente cubierto por la arena. Te cuesta abrir los ojos y notas algo de sangre en la boca, mas cuando lo consigues ves enfrente tuya una estructura bien oculta tras el mar de arena y unas puertas abiertas... el refugio. Intentas sonreir mientras el mundo se vuelve oscuridad a tu alrededor.

Sus palabras le hacen sonreir y hasta una leve carcajada se escucha por un momento. - Lo tendre en cuenta para la proxima vez que me toque vendarlo por tus locuras. - Le guiño un ojo, recordando la ultima vez y sus quejas que podian oirse por todo el loca, quejas fingidas claro esta... Tee es dura, dura de cojones pero eso no quita que le guste jugar. Luego hago cara de confuso. - En serio... vaya y yo que pensaba que era al reves. - Te saco la lengua mientras me toco un poco la ropa como apra parecer aun mas duro, en un claro gesto comico, antes de volver a escudriñar el horizonte. Sera puñetera... pero sino lo fuera no seria ella y no estaria tan jodidamente enamorado. Maldita Tee. Cuando de pronto la voz de Tee se vuelve mas tensa, mientras tu mano se acerca a la ballesta y veo aparecer a los dos tipos armados pero que no parecen mas que estar de guardia.

Rapidamente me coloco sobre ti, literalmente, mi mano evita que cojas la ballesta y mi cuerpo se coloca entre tu persona y el volante, casi asomandose por tu ventanilla. Tu olor me alcanza, me gusta, me excita pero no es el momento de eso. Me quito el pañuelo mientras busco donde poner las manos para tener estabilidad. Una en el volante, otra en tu muslo. Muestro mi cara y sonrio. - Ehhh no hay necesidad de armas. Solo queremos refugio... - Me giro, clavo mis ojos en ti y ves algo que no entiendes, durante un solo instante, antes de girarme y mirar a los dos guardias. - Soy Shawn, decidle a Ronald que estoy aqui... y por el amor de todas las putas de Parody, dejadnos entrar el dia ya ha sido bastante malo.

Un golpe, uno tremendo golpea el coche de Tee cuando Oscar es incapaz de frenar a tiempo y estampa su coche contra el de la loca mujer. Eso sin incluir el segundo impacto, al lanzar a Alek como si fuera un intento de home run, por encima de su motor y acabar el pobre encima del coche de Tee, en una postura que refleja a las claras su dolor. Mas aun por encima de eso la mirada que te echa a ti, Oscar, es digna del manual del gangster... amigos o no estas seguro de que te va a dar de ostias.

Oscar ve a los dos individuos armados e intenta hacerles entender que no buscan problemas, o eso creeis porque la verdad es que con la tormenta, por mucho que grita apenas ois unos sonidos sin sentido desde donde estais. Tee se asoma por la ventanilla como puede, para dejarle claro a Oscar que estan ahi y en cierta manera eso ayuda a que la cabeza de Oscar se relaje. El dolor es grande, pero al menos parece que ya esta con parte del grupo, ahora solo queda esperar a que aparezca el grandisimo cabron de Isaias.

Los dos guardias parecen reaccionar a lo que se suponga que estan diciendo desde el otro vehiculo, asi que Oscar decide quedarse quieto al ver que las armas ya no estan siquiera en las manos, aun asi su rifle no anda lejos. Los dos tipos parecen discutir entre si antes de asentir, uno vuelve a meterse entre las arenas mientras el otro se coloca delante de Tee y avanza en direccion a lo que parece una simple duna mas. De pronto el lugar se abre como si fuera una concha marina, levantandose lentamente y solo lo justo para que pasen los vehiculos.

Acelerais, lentamente y como podeis, para meteros tras las puertas, cuando de pronto un coche sale literalmente volando por delante vuestro. El golpe contra la arena es brutal pero tras eso gira sobre la misma debido a la potencia y acaba estampandose contra uno de los escombros de hormigon. Hay un hombre dentro pero no parece capaz de moverse...

La mirada de los hombres ante las palabras de Shawn sin duda es de sorpresa. Hablan entre ellos, hasta que uno le da un golpe al otro y asiente. Se acerca a vosotros un poco y se quita las gafas, es una mujer, os mira a los dos antes de ponerselas de nuevo y avanzar delante vuestro en direccion al camino sin salida. Pero la mirada, esa mirada te deja con curiosidad, no habia maldad en ella... mas bien un leve toque de hurmo ante una remota posibilidad.

El caos generado por el nuevo vehiculo es sin duda de ordago. El guardia que se habia metido entre las arenas vuelve a apuntaros mientras el que estaba mas delante se gira y se acerca al vehiculo. Sigue mirando de un lado a otro como si esperase mas problemas, pero sea lo que sea que le hayan dicho Tee y Shawn funciona lo suficiente. La mujer se mete dentro del coche como si estuviera tomandole el pulso a alguien, espera unos segundos antes de volver a salir del vehiculo y hace unos gestos a la puerta. Una bestia motorizada asoma por la compuerta que se os ha abierto, se acerca hasta donde esta el coche que tiene que ser de Isaias y con un gancho tira de el hasta meterlo tras las puertas. Cruzando los dedos porque no sea una trampa seguis al guardia dentro del lugar, casi completamente a oscuras cuando las puertas se cierran.

Los segundos pasan y la situacion no cambia, la oscuridad os envuelve casi por completo. Podeis veros a vosotros, y los otros dos coches, mientras esperais que Isaias siga con vida... porque al primer intento de salir del coche se os ha dejado claro con un disparo en la arena que ni de coña. De pronto muy lentamente las puertas internas se abre, no es que sean muy duras pero habrian resistido el intento de apsar a traves de ellas con los vehiculos. Ante vosotros se abre un lugar increible, mas aun a sabiendas de que estais bajo la arena. Cruzais con los vehiculos y os obligan a aparcar practicamente tras la puerta.

La gente del lugar os mira, os estudia, mientras de las diferentes pasarelas algunos os apuntan, otros os miran y el resto simplemente sigue con sus vidas. Es una comunidad, una no muy grande pero lo suficiente para sobrevivir incluso aqui fuera. Vosotros que habeis recorrido el Yermo de cabo a rabo sabeis perfectamente donde estais, es una de esas estructuras enormes que pueblan las zonas cercanas a la costa, con formas extrañas, extrañamente aerodinamicas en un lado pero las otras parecen estar hechas para caminar sobre ellas. La idea mas absurda y la que mas aceptacion tiene entre los vuestros es que su unica funcion era la de navegar por encima del agua... un agua que tal vez antes no fuera de un tono verdoso ni fuera radioactiva... pero como todo, son rumores, leyendas sobre lo que puede ser.

Por lo que veis, el vehiculo si es que realmente lo es* esta bocaabajo, usando toda la parte aerodinamica como un escudo o un techo sobre el que vivir en medio de la arena. Las diferentes pasarelas estan siendo usadas para refugio, cocina o lo que cada uno de los habitantes quiera. Mas una comunidad de este tamaño tiene que tener un lider, de eso no cabe duda y sin duda estan bien provistos aunque no se os pueda ocurrir como puede ser eso. Cuando vuestras botas pisan el suelo os sorprendeis de que aunque hay una fina capa de arena, en cuanto moveis los pies podeis ver hormigon bajo vuestros pies... sorpresa, confusion. Sea como sea el unico que parece moverse sin problemas es el puto irlandes, el cual recibe el saludo de uno de los guardias.

No supe si aquellas puertas abiertas eran la entrada al infierno. Quizá. Se me nublaba la vista, me sentía mareado; los oídos me zumbaban y un pitido insistente atravesaba mis sesos hechos gelatina pastosa, puré, o compota de mierda revuelta. Eché la cabeza a un lado y escupí. Rojo, sangre, un gargajo asqueroso. Luego otro.

Me quité los anclajes. Solté el cinturón. Quizá tenía alguna costilla rota; o solo moratones del impacto. ¿Qué había sucedido? Y yo que cojones se. Moví las piernas para salir fuera del trasto, apoyándome en los hierros de la estructura. Joder, el buggie aguantó. Ha sido una buena adquisición. Y es mío. Que se jodan los carroñeros.

Delirios. Una vez de pie me tambalee. Quise avanzar hacia las puertas, y ya no recuerdo más.

Supongo que me derrumbe cuan largo era.

Oh. Joder. Esto sí que ha sido una fiesta. Alcé el dedo corazón en dirección a la tormenta. Y me esfumé en la inconsciencia. Capullo.

El golpe contra el vehículo había sido fuerte y Alek, a juzgar por como me miraba desde su precaria posición, estaba claro que estaba cabreado. Aún así, habían cosas que me preocupaban aún más que lo que pudiese decir aquel cabrón gruñón. Como por ejemplo los dos tipos que me apuntaban y que a pesar de gritarles no parecán escucharme.

La verdad es que el ruido del viento de la tormenta a nuestro alrededor era ensordecedor. Aún así respiré aliviado al ver aparecer la cabeza de Tee por la ventanilla del coche al que había embestido. Levanté la mano a modo de saludo y me quedé a la espera de lo que pudiese suceder. Los dos guardias parecía que estaban ocupados con Tee y ya ni siquiera apuntaban, aún as´acerqué mi arma y me aseguré de que estaba cargada, intentando portegerla de lo peor de la tormenta.

Finalmente, una porción de duna se levantó de forma sorprendente, dejando a la vista una entrada por la que me hicieron indicaciones de que debía de entrar. Avancé lentamente mientras Alek se sentaba a mi lado…

- Que tal Alek!!! ¿Dolor de cabeza o de culo? Antes de que digas o hagas nada… Estamos en paces tio!!! Conducir con esta tormenta era casi imposible… o sea que no me vengas con chorradas!!

Ya iba Alek a comenzar a despotricar cuando apareció otro vehículo volando literalmente por encima nuestro hasta estamparse contra un lateral de hormigón. Observé el cuerpo de un individuo al volante, pero con la tormenta de arena a nuestro alrededor era imposible saber a ciencia cierta si sería Isaías u otro tipo. Para colmo, aquella aparición apoteósica hizo que el recelo apareciese de nuevo en los guardias, los cuales volvieron a apuntarnos. Entramos finalmente dentro, pero con la tensión palpable en el ambiente. Aún así, Tee parecía tener la situación controlada pues no tardó en hablar con un par de tipos que con una especie de grua recogieron el coche volcado y tiraron de él hasta meterlo en el interior.

Una vez pasó esto, la portilla se cerró como si fuese la boca de un enorme animal. Intenté bajar del coche para socorrer al que esperaba que fuese el capullo de Isaias, pero el estampido de un disparo a escasos centímetros de mi pie, dejó claro que aquello no era una buena idea.

- Me cago en la puta!!! – dije entrando de nuevo en el todo terreno.

Miré con desconsuelo al vehículo aún volcado donde un tipo continuaba moviéndose. Igual era Isaias y se estaba desangrando, mientas aquellos mamones discutían sobre que hacer. En vistas de que no podía hacer nada, me dediqué a mirar a mi alrededor. Me sorprendí al comprobar que estábamos en el interior de lo que antiguamente se utilizaba para surcar el mar… El mar!!! Menuda palabra!!! Era inimaginable algo así en un lugar como el Yermo.

Finalmente nos dejaron salir, notando que aquel vehículo estaba al revés de como normalmente debería de estar. Y bajo nuestros pies, y a pesar de una capa de arena, se notaba el hormigón… Que cosa más extraña!!! Miré a uno de los guardias y le hice señas para llamar su atención.

- Si no te importa, me gustaría ayudar al tipo del coche siniestrado. Creo que es el cabezahueca de mi amigo y quisiera comprobar que está bien…

Si no me decían nada en contra iría hacia el coche. Si no me dejan me acercaré hasta donde está Tee para pedirle que interfiera con aquella gente y me deje ir a ver a Isaías, ya que ella parece sentirse mejor en aquel entorno.

Viendo que Shawn se echaba sobre ella y le impedía tomar la ballesta de golpe, se echa un poco hacia atrás. Obviamente, no se había esperado esa reacción cuando le había advertido de personas armadas cerca de ellos, y aunque no iba a cuestionarlo, más le valía explicarse rápidamente si no quería que la ballesta terminara apuntando a su cabeza por arriesgar la vida de ambos. Aunque, claro, ambos sabían que nunca jalaría el gatillo. 

Se fija en su sonrisa, y la mano que toca su muslo para apoyarse está lejos de hacerla sentir incómoda. En realidad, no imaginaba una sola situación en que algún contacto con él le molestara realmente, y es que eran tan cercanos y confiaba tanto en él, que era fácil tranquilizarse y confiar en sus buenas intenciones. Sin embargo, su mirada la desconcierta bastante, pues no entiende, a diferencia de lo usual, que intenta comunicarle con los ojos. 

Entonces algo golpea su coche, algo que al voltearse bruscamente Tee nota que se trata del buggy de Oscar y de un cuerpo cayendo sobre su vehículo. El de Alek, para ser más precisa. Sonríe, negando con la cabeza, para luego sacar la cabeza por la ventanilla y saludar con la misma sonrisa a Oscar. Uno había llegado, faltaba uno por llegar. 

¿Ronald? Este conoce a todo el Yermo y más allá, ¿no? - alza una ceja mientras Shawn pide que los dejen pasar. Claramente había un Ronald, porque la gente pareció reaccionar a las palabras del irlandés - ¿Y a esta que le pasa? - se pregunta a sí misma frunciendo el ceño cuando una mujer que hacía guardia la mira a ella y al borracho a su lado de manera extraña antes de irse.

Cuando la compuerta que los va a dejar pasar se abre, Tee acelera, golpeando a Shawn con un manotazo para que se quite de encima y la deje manejar. Pero antes de poder avanzar demasiado, un coche se cruza volando por delante, girando en la arena, y chocando contra los escombros - ¿Isaías? - le pregunta al irlandés. - Vaya cabrón de cuidado. Logró llegar. De verdad logró llegar. - piensa con una sonrisa divertida de admiración mientras sigue al vehículo que tira del de Isaías. 

Al ver que Oscar intenta bajarse y es bienvenido con disparos, ella se queda dentro, bastante molesta por la cantidad de gente que los observa y los apunta. Demasiado expuesta a un montón de desconocidos. No le gustaba la idea, ni un poco. Y menos le gustaba el que hubiese una estructura enorme que solo alimentaba la mente de fanáticos poco prácticos con historias de tiempos mejores. Aunque, había que admitir, que la idea de tanta agua pura como para poder manejar algo así de grande sobre ella era increíble de por sí. 

Vale, tú empieza a explicar desde ya - le dice a Shawn mientras se baja del coche, viendo que Oscar parece querer acercarse a Isaías. Desde dónde está, le hace una señal de que le avise si necesita algo, y luego se acerca al irlandés para susurrarle algo, aunque por su expresión, lejos estaba de ser un chiste o algo bonito.

¿Quien es esa mujer y qué fueron esas miradas? No me digas que nada, que no me bajarías la ballesta por nada. Y supongo que no esperas que ese saludo del guardia se me pasara por alto, ¿no, guapo? - pregunta en un tono que no queda claro si son celos, confusión o pura indignación por la ignorancia en que estaba sumergida.