Partida Rol por web

Cuando llegué hasta donde estaba el tipo herido me quedé por unos segundos petrificado ante la magnitud de las heridas. Su brazo colgaba inerte de su brazo solo sujeto por girones sanguinolentos de carne quemada. La sangre manaba a raudales de la herida pero a pesar de todo mantenía su arma preparada. Cuando escuchó mi voz no pareció relajarse mientras le intentaba parar la hemorragia de alguna forma. Mientras trabajaba a toda prisa esperaba que de un momento a otro me disparase, pero en lugar de ello, susurró una sola palabra en el maldito comunicador de su hombro.

¿Tormenta? ¿TORMENTA? Pedazo de hijo de puta desagradecido que tendría que haberte reventado la puta cabeza antes de intentar hablar contigo…. Pensé durante unos segundos,  parado en la propia maniobra de curación intentando respirar pausadamente. Aquel malnacido acababa de delatarme. Decidí seguir con la farsa. Pero mis propias palabras me sonaban huecas. Aún así, aquel gesto pareció hacer mella en el soldado que se moría. Sus palabras suenan a epitafio de tumba. Con un último suspiro coloca en mi pecho su mano, y mientras se la sujeto en su último estertor, notó que en la mano, hay una medalla y un sobre. Joder!!! Cuando noto como escapa su último suspiro, escucho un ruido de pasos apresurados. Mierda!!! Eché un último vistazo por si podía cogerle algo de munición o una granada de forma apresurada. (Ya me dirás el que…).

Miré las escaleras y la puerta casi cerrada… Decidí que la mejor opción era correr escaleras arriba, pero al dar los primeros pasos, un latigazo de dolor recorrió mi pierna herida. Si comenzaba a subir las escaleras me cogerían seguro, así que solo quedaba la opción de la puerta. Estaba más cerca y parecía la única opción viable. Así que sin pensármelo más salí en una apresurada carrera intentando no hacer demasiado ruido y evitando dejar rastros de sangre que delataran mi dirección.

Rusty sopesa la situación. Muchas opciones no tenían. Quizás la mejor opción era la puerta oculta y apelar a la buena estrella, con suerte pasarían de largo. Entonces aquel personaje que apenas conocía comienza a disparar. Tan pronto como inicia le sujeta el brazo.
- ¡Eh campeón! - le aprieta con fuerza el brazo - ahorra munición, un sólo tiro certero es suficiente, no hace falta desperdiciar y formar jaleo, que el tener un arma no hace un hombre, aprende de los que saben.
Se acerca a la puerta pequeña y comienza a inspeccionarla tocándola suavemente con la mano siniestra.
- Creo que pocas opciones nos quedan - responde de golpe girándose hacia los demás - ¿Tú que piensas Tolin? - se vuelve hacia él - salgamos por aquí y recemos para que nadie se percate.

Apenas habían logrado ponerse a salvo (por el momento) de la lluvia de balas y las andanadas, ni que decir de los mutantes, pero eso no significaba que podían mantenerse inmóviles mucho tiempo, seguía habiendo una batalla librándose sobre sus cabezas y lo que menos podían hacer era quedarse mucho tiempo en un sitio, aunque lo necesitaban para que pudiera pararles los sangrados.
Asentí lo que todos decían cuando señalaban que la puerta oculta era la mejor opción *por lo menos, si hay alguien esperando, lo mas seguro es que fueran pocos y puedan abatirlos rápido*. -Entonces cárgate las luces mientras cubro por donde entramos- digo mientras me acerco levemente a la grieta, por si se escuchara que alguien planeaba realizar la misma maniobra que ellos -no sea cosa que nos den una sorpresa por la espalda-.

Una decision dificil de tomar

La puerta se antoja la unica salida factible, moviendote lo mas rapido posible y con una de las manos apretando la herida para evitar dejar un rastro claro de sangre, sales al exterior, ante ti una callejon con dos salidas obvias y la pared de delante con varios agujeros por donde cabrias perfectamente. Una luz asoma cerca de una de las dos salidas, asi que sin pensartelo te lanzas a traves de uno de los agujeros lo mas silenciosamente posible. Caes sobre algo ligeramente mullido y ruedas para llegar al suelo... al mirar atras ves un cadaver en estado de descomposicion.

Te levantas como puedes e inspeccionas el lugar, moviendote lentamente mientras oyes como detras tuyo se arma una buena en cuanto encuentran el estropicio que has dejado con sus hombres. Varias voces se alzan mientras tu sigues tu camino lenta pero inexorablemente hasta que uno de tus pies provoca un crujido en el suelo, miras y ves una madera pacialmente rota por tu peso y debido a su alto nivel de descomposicion. Lanzas un leve suspiro y te relajas un leve segundo, mas que suficiente para que notes el cañon de un arma en tu sien. Intentas mover tu mano para coger el arma cuando una voz suena desde el otro lado de la habitacion. - Eso no seria muy inteligente, al menos tres de mis hombres te tienen encañonado. - Una leve tos suena delante tuyo, al final de unas escaleras. -  y mujeres. - La voz del hombre suena divertida esta vez.

Por el rabillo del ojo ves como una figura sale de entre las sombras. - Unicamente por lo que has hecho ahi atras con ese hombre, es la razon de que sigas vivo. Y ahora contestame. ¿Que haceis aqui? ¿Y quien os ha enviado?

Del fuego a las brasas I

Raghar ayuda a Andriel a acercarse a la puerta y despues debido a la peticion del grupo, guarda su arma y rompe las luces mas cercanas con una piedra. Entre Rusty y Tolin ayudan a entrar a Andriel en el espacion que se  encuentra tras la puerta de madera, el ultimo en entrar es Raqghar y la cierra como puede, la verdad es que entre la escassa iluminacion y la posicion con respecto al derrumbamiento, la puerta es casi invisible.

Andriel enciende una pequeña linterna y podeis ver una habitacion bastante grande llena de cajas y estanterias, todas ellas vacias. En cuanto avanzais unos metros, toda la zona se sacude fuertemente, el griterio aumenta y suponeis que los humanos de antes han entrado a saco por el hueco que habeis dejado atras... intentais cubriros con las cajas y Rusty coloca su mano sobre el foco de luz de Andriel. Pasa cerca de un minuto cuando de pronto, todo el griterio de antes se vuelve a revolucionar y el inconfundible tableteo del arma pesada se hace eco en vuestra posicion, eso y los gritos ninhumanos de esas bestias gigantes. No sosi capaces de entender lo que dicen pero parece ser que la escaramuza empieza a convertirse en una btalla en toda regla... el ruido de los fusiles, unos superpuestos sobre otros, es como un eco de fondo para el resto de armas mas pesadas... veis como el techo empieza s oltar polvo debido a la tremenda cantidad de fuego que se esta usando, a intervalos irregulares veis destellos de fuego entre las rendijas de la puerta.

La voz de Raghar se oye ligeramente. - Joder... lanzallamas, RPG, armas pesadas... exactamente donde narices nos hemos metido. Se suponia que esta ciudad estaba desierta. - Valkyria responde con pocas ganas... - Desierta tus cojones. - Rusty interrumpe la chachara. - Eso es indiferente con semejante cantidad de efectivos, acabaran dandose cuenta de que estamos aqui... hay que buscar una salida. - Andriel se rie hasta que le dan ganas de vomitar de nuevo, semiapoyada en una de las cajas del fondo, se resbala debido al impetu de las nauseas y cae al suelo... sus pistolas golpean contra el suelo con un tono metalico. Os quedais helados mientras ella intenta recomponerse.

Valkyria se levanta e inspecciona el lugar, sus manos pronto encuentran la trampilla. Os acercais todos y la levantais con cuidado... ante vosotros se encuentra una plancha redonda con una inscripcion " Alcantarillado publico". La rubia sonrie de mala gana. - Tiene que ser una broma... ¿las cloacas? - La emocion de una salida se os contagia rapidamente a todos menos a la rubia, al mirarla veis que esta palida. . - Yo paso de meterme ahi dentro... prefiero pelear contra esos cabrones antes que entrar en esos tuneles. Estan infestado de "zombies" - Tollin la mira y pone los ojos en blanco. - En serio... tu has visto lo que hay ahi fuera, ahi abajo sabemos lo que hay, zombies... tenemos armas, ellos no las usan y la salida no puede estar muy lejos, ya estabamos a medio camino hasta el otro lado. - Sin esperar a nada mas entre Tollin y Rusty levantan la trampilla y bajais lentamente con las linternas encendidad.

​Espero para ser el último en bajar por la escalera, intentando colocar una de las cajas encima de la trampilla y la trampilla nuevamente como tapa de las cloacas. Al llegar abajo saqué mi pistola y mi linterna, intentando enfocar el suelo de la cloaca y a los alrededores por la poca distancia a la que llegaba mi luz. 
De todo lo que había pasado y lo rápido que había sucedido, aquello parecía lo mejor, aunque quizás lo que se presentaba como un golpe de suerte podía bien ser otra maldición. Estábamos en las cloacas, apestando a mierda, pero vivos, en mejor o peor condiciones, pero vivos. No se podía decir lo mismo de las criaturas con las que quizás nos toparíamos por el camino.                                        

- Bien, parece que por atrás nos metemos de nuevo en las trincheras y además hay puertas que nos pueden barrar el paso. Creo que la única opción es seguir adelante. ¿No creen? Los que estén en condiciones de luchar deberían ir uno adelante y otro atrás. Los demás en el centro. ¿Les parece?

Las cloacas no eran precisamente el mejor lugar para tratar la heridas de mis compañeros, pero no parecía que tendrían un momento más calmado que ese para hacer una revisión rápida, además era eso o arriesgarse a que alguno se desplome en medio de las alcantarillas. A medida que íbamos bajando, intentaba observar y escuchar el entorno, por si tuviésemos algún zombie cerca.
-La idea me parece bien, aunque primero debería medio tratarte a ti, la sangre podría atraer algún no muerto- contesto mientras reviso cuanto me quedaba de equipo (como munición y vendas), hasta ahora llevaba sangrando por demasiado tiempo, y si no paraba las hemorragias lo más probable es que cayera inconsciente, tampoco me gustaba el aspecto de los demás, pero podían ir tirando hasta encontrar un lugar más seguro

Aquel apestado mundo era un maldito tiovivo; pese a mantener la.fachada era harto evidente que mi cuerpo, y mi cabeza sobretodo, necesitaba un descanso que parecia que nunca iba a llegar.
Me arrastre tras el resto hacia la pierta oculta, apenas unos minutos antes que en el lugar donde antes habiamos estado se desencadenara un nuevo infierno. Aquello era una guerra a gran escala y al demonio quienes dijeran lo contrario
Me apoye contra una pared, conteniendo una nueva arcada antes de dejarme caer al suelo para reposar, revelando un sonido caracteristico que nos hizo descubrir una entrada a ... las cloacas
Al menos ahi abajo no nos dispararan dije mucho menos convencida de lo que aparentaba Sea como sea yo no me quedo a la espera de un nuevo baile con esos seres añadi antes de empezar a bajar haciendo caso omiso a la advertencia sobres los zombis. Al menos a ellos se les podia matar con relativa facilidad comparados con las moles que casi nos matan
Silencio ahora, hablemos solo lo indispensable y en voz baja. Si aparece algun podrido mejor matarlo con armas de cuerpo a cuerpo... No quiero tener sobre nosotros a una maldita jauria de esos bichos sugeri mientras desenfundaba ambos cuchillos y esperaba a que todos estubieran abajo para empezar a avanzar

Del fuego a las brasas II

En cuanto pisasteis el suelo de las cloacas, el olor fetido del mismo os invade con fuerza incluso haciendo que os mareeis un poco, no parece haber una gran cantidad de oxigeno ahi abajo, entre eso y la mierda acumulada que os llega ligeramente por debajo de las rodillas no ayuda mucho. Tolin saca algunas de sus vendas para parar la hemorragia de su pierna, siendo esa la peor herida con tratamiendo que tiene el grupo a primera vista.

Mirais a ambos lados antes de seguir la ruta que deberia llevaros hasta el parque lleno de vehiculos, Andriel habla claro y alto... nada de disparos aqui dentro, no estais en condiciones de enfrentaros a una manda como antes y sus palabras parecen venir a tiempo pues al girar la esquina, la luz de vuestras linternas ilumina a un grupo de cuatro zombies que parecen estar comiendo algo. El tunel ante vosotros parece perderse en la oscuridad, a unos doscientos metros de vosotros a vuestra izquierda pegados contra la pared del tunel, los zombies. Suspirais resignados hasta que Raghar os hace señas y veis algo a la derecha, parece como una entrada a algun sitio y encima en la direccion que necesitais... parece caido del cielo sino fuera porque teneis que pasar por delante de esos cabrones.

El dolor en la pierna era insoportable. Y notaba como el cerco se estrechaba alrededor mío, aunque aún no era capaz de ver que o quien era lo que me estaba persiguiendo. El sabor amargo por la muerte de aquel tipo de la armadura me perseguía como una voz en el inconsciente. Por que coño no se había muerto y ya está!!! ¿Por que tenían que disparar antes de preguntar? Y encima me había delatado justo antes de morir… Maldito hijo de puta!!!

Sujetándome la pierna corrí por la puerta. Pero el panorama que se me abrió no era mucho mñás alentador qe el anterior. Vsarias salidas. Una claramente bloqueada por algo que se acercaba a juzgar por la luz que comenzaba a aumentar de intensidad. La pared del frente me pareció la mejor opción así que corrí hacia allí. Tras saltar por el agujero, noté un golpe en la pierna herida que me hizo cerrar los dientes con fuerza, pero al menos el resto había caído sobre algo blando. Casi prefrría haber caído sobre los cascotes al comprobar que mi improvisado colchón eran los restos en descomposición de un muerto. Joder!!! Ahora la peste me delataría más que otra cosa!!!

Avancé despacio y semi agachado alejándome poco a poco del lugar donde había dejado al muerto. De pronto un tablón crujió. Apenas un segundo, pero en la quietud del momento sonó como una gran explosión. Me quedé donde estaba, respirando lentamente, esperando algo. Pero no pasaba nada así que dejé escapar el aire… solo para notar el cañón de una pistola en mi sien.

Casi sin pensarlo mi mano se desplazó para coger un arma pero una voz dura y sin ningún titubeo me dio a entender que aquello no era una buena idea. Al parecer habían más apuntándome, incluida una mujer, así que decidí que lo mejor era hacerle caso de momento.

Pude ver una sombra moviéndose en mi periferia. No pude ver bien quien era pues no me atrevía a moverme bruscamente, así que tras escuchar su pregunta, decidí que no perdía nada por contestar la puñetera verdad:

- Llegue a la ciudad por pura casualidad!!! – decidí obviar lo de los demás. - Y sin saber como me he metido de lleno en esa guerra que tenéis con esas bestias desarrolladas. Yo solo quería pasar con mi vehículo. Nos dirigíamos a Parody desde las ruinas de Nueva York con un cargamento de armas, pero al parecer había más gente enterada de nuestro itinerario… - Tras dejar pasar unos segundos en los cuales sopesé si me iban a matar allí mismo o no añadí. – Mucho murieron en el accidente. Los otros fuimos escapando por las ruinas escapando de hordas de zombis y de gigantes armados hasta los dientes. Me separé del grupo y ahora aquí estoy… Solo quiero irme!!! No quiero problemas con vosotros seaís quienes seaís… auque he de admitir que un poco de ayuda no vendría mal… Si es necesario puedo ayudar!!! 

Raghar observó su herida en la pierna e hizo un gesto al "doctor" para que le echara un vistazo. Luego guardo su pistola y sacó el cuchillo, la idea de enfrentarse a navajazos con esos bichos no era muy alentadora pero tenían razón, un disparo podía provocar que llegaran más, muchos más...

Parecía que no tenían otra opción que deshacerse de aquellos monstruos para seguir adelante. La falta de oxigeno que notaban era algo preocupante también ya que no sabían cual era la causa.

- ¿Alguien tiene una idea? Nos vendría muy bien un plan, notáis la falta de oxígeno, ¿verdad? Normalmente la salida debería tener oxigeno... -comentó en susurros a sus compañeros-

- Ayudar... - La voz de la mujer muestra mas que desprecio, es como si estuviera hablando con una cucaracha y puedes notarlo en cada silaba que emite. - En serio crees que alguien como tu nos puede ayudar... ¿te crees con ese derecho? - Sus ultimas palabras destilan veneno y sabes que unicamente sigues con vida porque el fantasma que dirige a estos asesinos no ha ordenado otra cosa.

Una suave risa llega a tus oidos. - Es suficiente. - Una sombra aparece delante tuyo aunque no eres capaz de ver al hombre. - Asi que habeis llegado por casualidad... si lo que cuentas es cierto, le habeis robado buena mercancia al Tuerto y él no va a estar contento, os perseguira hasta el segundo infierno si hace falta. Y si os dirigiais a Parody es que el Canibal esta mas loco de lo que pensaba, aun no tiene fuerza para atacar directamente al Tuerto... aun no. - Vuelve a moverse fuera de tu radio de vision. - Saber que ocurre en Parody seria interesante... no es facil llegar alli sin mas y tanto tu como los tuyos teneis pinta de sobrevivir a lo que os echen.

- Señor... - La voz de la mujer interrumpe y es interrumpida al mismo tiempo. - Si, ha matado a dos de los nuestros, pero como ha dicho esto es una guerra y debemos mirar mas alla. - Con un gesto te ayudan a levantarte y ante ti aparece un rostro duro con una mirada que hace que se te hiele la sangre. - Vas a ayudarnos... seas quien seas, quiero informacion de Parody. Se que te crees muy duro y que debes de serlo tambien, pero eso me importa mas bien poco. Si traicionas el trato que voy a proponerte, te matare y no sera rapido te lo aseguro. Ahora explicame ¿por qué casi todo tu grupo se ha internado en las trincheras?

Mierda. Fue todo lo que me vino a la cabeza nada más bajar y notar el fétido y cargado ambiente que había allí, pero la palabra volvió a repiquetear en mi mente nada más ver lo que teníamos delante dándose un festín con los restos de algún infeliz. 

No podíamos confiar en que no nos descubrieran, mucho menos pasar por su lado sin ser vistos, pero por probar... aunque era asqueroso lo que tenía en mente

Hay que camuflarse... y no hablo de pintaros la cara con hollín -dije señalando con el índice a la porquería que nos llegaba a una altura más que respetable - Habrá que darse un chapuzón, no sabemos que olfato tienen esos seres pero desde luego ir llenos de mierda no se lo pondrá más fácil

Sin mediar palabra me agacho con delicadeza para no hacer excesivo ruido con el chapoteo y me sumerjo, por completo, en el lodazal apestoso que nos cubre buena parte de las piernas haciendo un esfuerzo supremo para no sufrir una arcada. Desde luego aquello no ser lo mejor para las heridas pero prefiero arriesgarme a una infección que a ser devorada

Ahora, llena de despojos y otros fluidos que prefiero no analizar, me coloco a cuatro patas dentro del agua y, con una daga en cada mano, empiezo a medio nadar, medio arrastrarme hacia la supuesta salida. Si hay alguna opción de pasar desapercibidos en sin duda aquella...

La situación se tensaba por momentos, y al parecer mis comentarios, por no hablar de mis acciones no hacían excesiva gracia a la mujer del grupo. Joder!!! Todas las malditas mujeres de aquel mundo estaban como regaderas. Aún recordaba una novela que encontré de los tiempos antiguos. En ella siempre había mujeres dóciles, despechadas y sumisas, pero eran todas gráciles como mariposas. Las de shora esstaban hechas del mejor acero.

Para cuando el que parecía el jefe salió de la penumbra y se me enfrentó, casi no pude levantarme. Unos brazos fuertes y seguros salierona mi encuentro y me ayudaron a levantarme mientras la mirada escrutadora y dura del jefe me analizaba. Su voz era igual que su expresión. Al final solo quería información, como todo el mundo, con la única diferencia que el destaba en posición de solicitarla sin necesidad de trucarla por nada.

- La verdad es que no se que tipo de información espera de mi… Soy un mercenario!!! Me vendo al mejor postor, aunque nunca he intentado hacer daño a nadie para ello, al menos de forma directa. Se que darle armas a Caníbal no es una buena opción. Pero si él quiere una guerra con el Tuerto que la tenga. No es de mi incumbencia!! Pero las chapas del contrato eran tentadoras. De todas formas las armas no llegarán. Fuimos asaltados a unas cuantas manzanas de aquí. Y los camiones resultaron inutilizados. Luego tuvimos que huir. Demasiados muertos andantes primero, y luego esos enormes gigantes. ¿Que quiere que le diga? Esos de las trincheras no son mis amigos, pero venían conmigo. En la lucha con uno de los mutantes resulté separado del grupo. Supongo que ellos buscan lo mismo que yo… Salir de este agujero de mierda y de esta guerra que no sabemos ni de que va. En el Yermo al menos tienes una posibilidad si lo sabes llevar bien...

Estaba cansado. La herida de la pierna me dolía con intensidad y el hecho de no haber descansado nada en muchas horas, ni haber comido nada estaban haciendo mella en mi cuerpo. No sabía cual iba a ser mi destino. No ganaba nada mintiendo y me daba igual que decisiese matara a Caníbal y al maldito Tuerto. Miré los vehículos al otro lado… Parecían lstos para salir, pero en mi estado cualquier intento de huida habría sido impedido de inmediato. Solo podía hacer que esperar que no me mataran y encontrar una buena oportunidad para escapar.

- Señor... ¿Que es exactamente lo que necesita de mi? Acabaríamos mucho antes si va al grano… - Añadí cansando, notando un nuevo latigazo de dolor que me hizo casi caer de rodillas sino fuera por que me sujetaban con fuerza.

El lugar apestaba y se veía como una cloaca, de hecho lo era, y con las heridas que tenían hasta el momento no era precisamente el lugar idóneo para pasar mucho tiempo, por lo que deberían buscar la dirección mas corta a la superficie. hora el problema no eran soldados y súper mutantes, ahora lo eran los zombies que podían atacarlos en cualquier momento, por lo que había que tener alguna estrategia para pasarlos de largo, y aunque la idea de Andriel no era mala, en el estado de sus cuerpos era casi más peligroso hundirse en aquellas aguas que en enfrentar a los no muertos de frente. Mientras me ocupo de atender a Raghar para vendarlo, me formulé una idea, era algo limitada, pero podría funcionar. -No creo que todos podamos sumergirnos en el agua, no con las heridas que tenemos, aunque podríamos usar vendas usadas como señuelo en caso de necesitar distraer algún muerto con el olor a sangre-

Sobre las brasas.

Avanzais en direccion al corredor, medio sumergidos en mierda para evitar la posibilidad de que os vean si por casualidad se gira alguno de ellos. Apartais trozos de inmundicia que ni siquiera quereis pensar en lo que es o era. trozos de hueso, metal y madera campana  sus anchas en esa infecta piscina. Los metros pasan lentos y angustiosos a la espera de cualquier sonido bueno o malo que os revele que ocurrira. Pasais de largo del grupo de zombis sin levantar sospecha alguna, un suspiro sale de vuestras bocas mientras enfilais en direccion al pasillo que esperais os lleve al campo de vehiculos.

Paso a paso, la esquina del corredor esta mas cerca cuando de pronto Tolin golpea algo hueco y metalico con el codo... un sonido hueco se alza, muy leve, pero suficiente para que el silencio se haga a vuestro alrededor. El sudor frio recorre vuestras espaldas mientras notais como los zombis se han movido de sitio... es Andriel, la que al darse cuenta de lo que ocurre, coge lo primero que tiene a mano y lo lanza lo mas lejos posible... la calavera se hace añicos no muy lejos de vosotros... las criaturas salen disparadas en direccion al nuevo sonido. El cuarteto se queda espectante mientras olfatea el lugar del impacto de la calavera y vosotros veis como se mueven alrededor del punto donde lanzo Andriel el objeto. Los segundos se hacen eternos hasta convertirse en minutos y tras lo que parece una eternidad, las criatruas se alejan de vosotros. Entrais en el corredor, que solo permite el paso de uno en uno, y avanzais en la unica direccion posible...

Tras unos doscientos metros, el corredor se ensancha y alza su nivel sacandoos de la basura en la que os movais antes. Seguis oliendo asquerosamente mal pero al menos vuestras heridas ya estan fuera de la porqueria con lo que Tolin se adelanta y las limpia lo mejor que puede, es en ese momento cuando Raghar hace un gesto que os pone en tension. Se señala la nariz y os quedais mriandole como si fuera idiota hasta que vuelve a hacer el gesto... es un aroma, muy sutil... a carne descompuesta, por algun motivo entre ese olor y un gruñido gutural y bajo hace que vuestras manos vayan a vuestras armas. Avanzais hasta dar con lo que parece un cubil de algun tipo de depredador, huesos de diferentes tamaños decoran el suelo aqui y alla y al fondo... se filtra algo de luz, al mirar veis una salida, otra tapa que puede llevaros hasta la superficie.

"Nuevos mejorees amigos" I

Despues del discuros que has dado y de tu pregunta formulada al aire, el lugar se queda en silencio. Notas como el jefe de este grupo esta decidiendo el siguiente paso a dar y eso, incluye que hacer con tu vida. La voz de un hombre se alza, es seca y ronca. - Que lo intente, si sobrevive, sabremos que es apto sino... bueno el yermo esta lleno de los cadaveres de los que "solo" lo intentaron. - No te gustan su tono pero aun menos el significado de sus palabras.El jefe hace un gesto y notas una aguja en tu cuello, intentas resistirte pero te tiene bien cogido. Despues de terminar la inyeccion, te sueltan y caes al suelo lo que hace que tu herida te provoque aun mas dolor. Una figura mas menuda de un metro sesenta como maximo aparece y se acerca a ti, coge un cuchillo y lo acerca a tu pierna para clavarlo solo unos milimetros y rasgar la tela alrededor de la herida. Con mas bien pocos miramientos, te examina y asiente antes de limpiar la herida y verificar que no has trozos de la bala dentro... saca una jeringuilla y te la clava al lado de la herida. - Es un antibiotico, impedira que se infecte.

Levantas la mirada y antes de que puedas preguntar por el otro pinchazo el jefe habla. - Es un seguro, dependiendo de tu resitencia fisica tienes entre siete y ocho dias antes de que se manifiesten los primeros sintomas, no llegaras con vida a los catorce dias a menos que recibas el antidoto. En Parody hay una tienda de antiguallas, pregunta por Samantha. Dile que " la espada siempre golpea dos veces"... si consigues llegar con vida, ella te dara el antidoto y te dira que mas tienes que hacer. - Notas como se acerca a ti. Su aliento da directo en tu cara, huele a tabaco.- Quiero que entiendas lo siguiente, estamos apostando por ti... y eso no lo hacemos muy a menudo. Si fallas, te cazaremos como la rata que eres... y te aseguro que podemos ser mucho peores que la panda de alimañas con las que normalmente te rodeas. - Sin nada mas que decir, desaparece de la casa y de tu vision. Una mujer baja por la escalera, la misma que te estaba encañonando. De pelo negro y curtida, es una belleza con una mirada asesina y armada hasta los dientes. - Pregunta lo que quieras ahora, despues mas te vale estar callado. - Por su tono tienes claro que mas vale que tus preguntas sean inteligentes y a ser posible ninguna, pero aun asi parece que cree que puedes necesitarlo. Es una sensacion extraña la que te da.

Parecía que habíamos dejado atrás a los zombies pero se planteaba un nuevo problema. Estábamos en lo que parecía una guarida de alguna bestia inmunda con la que no queríamos toparnos, nada indicaba que estuviera por allí en ese momento, excepto por un rugido sordo y estremecedor. Caffran trató lo mejor que pudo mis heridas, por lo menos ya no sangraban tan profusamente, pero el olor a sangre puede ser perceptible por según qué animal a pesar de que el olor a mierda y carne en descomposición lo pudiera enmascarar mínimamente.

Raghar era el primero de la comitiva, en sus manos llevaba la linterna y la pistola, preparado ante cualquier asalto repentino que pudiera llegar. Sacó una vara luminiscente de su mochila y la mostró a los compañeros, esperando su aprobación para romperla y que diera luz y luego lanzarla en medio de aquella estancia y obtener una mejor vista del lugar. Sabía que era el único que estaba sangrando por el momento y no le gustaría ser carne de cañón para la bestia que rondaba por allí. Tampoco hacía mucho tiempo que iba con aquellos mercenarios y dudaba de su fidelidad si vieran la posibilidad de sobrevivir a costa de su vida.

-Deberíamos cubrir todos los flancos.- susurra, intentando disimular su miedo, haciendo una cruz con los dedos. 

Su intención era que los cuatro se pusieran espalda contra espalda, es decir, uno mirando hacia delante, otro hacia atrás, derecha e izquierda. Así, aunque estuvieran obligados a avanzar despacio quizás tuvieran alguna oportunidad de ver por dónde aparecía la alimaña en el probable caso que hiciera acto de presencia.