Partida Rol por web

Rusty corría como un descosido. Aquel pequeño pasillo era un mal lugar para pelear. No corría porque tuviera miedo sino por precaución. La mierda dificultaba el avance y las sabandijas pronto les daría alcance pues están más acostumbrados en moverse entre la porquería. Comprendió que no podían seguir así, se detuvo.

- No podemos seguir así. Hay que encontrar un sitio donde podamos encargarnos de esos hijos de puta sin estar pensando en que coño nos apuñalara por la espalda.

Avanzaron de nuevo para encontrarse con una estancia. Se detuvo y se dio la vuelta sacando su arma deseando de que apareciera al primer hijos de puta que les perseguía.

- Malditos cabrones a qué esperáis, aquí estoy.

La respuesta no se hizo esperar, sonrió y apuntó, pero Dante lo detuvo, señaló las tuberías de gas y asintió. Guardó su arma justo en el momento que era atacado con un cuchillo. Reaccionó con su habitual pericia en combate cuerpo a cuerpo. Arrebató el cuchillo del hijo puta y se lo clavó en el abdomen. El desgraciado chilló cuando Rusty giró el cuchillo clavado 90º.

- Ja ja ¡quién es el siguiente! - exclama excitado por la sangre sacando su cuchillo.

Todavía tuvo que enterrar su arma hasta el mango para girarlo antes de extraerlos desgarrando tripas por doquier. Rusty realmente disfrutaba de la batalla. No había nada mejor que un buen combate antes de comer.

La campo de batalla ya se habia decidido, unicamente dos caminos viables para alcanzar vuestro objetivo y ambos pasaban por matar a esa jodida mole de carne enferma y acero que arrastraba a una humana como si fuera un perro. Esta ultima no parecia muy convencida y peleaba cada tiron y movimiento del grandote, ralentizandolo, obligandole a tener que tirar de la cadena y enfadandolo aun mas... no sabiais si era una tactica desesperada por conseguir algo o simplemente alguine que no tenia ganas de verse inmerso en esta pelea. Mas de una veintena de esos cabrones os rodeaban cuando de pronto a la unica descerebrada del grupo se le ocurre cargar contra la puta mole... no es que fuera a llegar sin mas pero por como se paseaba debia pensarse que esto era algun puto desfile del "Bate del Mañana, por cada cabeza descuentos del 5%" o algo similar.

La estrategia de la mas loca queda secundada por Dante y Andriel que se colocan tras ella cubriendo huecos y aumentando las opciones de salir con vida de alli. Catorce individuos se mueven con la bestia mientras los otros seis intentan rodearos por atras, Khan y Rusty se quedan alli para detenerlos. Cargais cuando de pronto un chasquido metalico os llama la atencion y luego otro y otro... las bestias que atacan a vuestros dos compañeros de atras llevan rudimentarias armas de fuego... mas parecidas a ballestas que otra cosa. Aunque gracias a los dioses han fallado todos sus disparos. Ligeia se adelanta sonriendo moviendo el bate de un lado a otro cuando de pronto siente un dolor inesperado en el muslo... una varilla de metal esta profundamente clavada en su muslo. El dolor aunque soportable no deja de estar ahi, enfadandola... mas cuando intenta moverse se da cuenta de que cada vez que pisa le duele... no demasiado pero sin duda correr va a ser una verdadera molestia. Y entonces llegan vuestros enemigos, mientras el grandote sigue peleandose con su esclava o lo que coño sea.

No es que sean mejores que vosotros, simplemente son demasiados. Andriel le destroza un brazo a uno para despues clavarle la cuchilla a otro en el abdomen. La sangre corre por todos lados cuando una patada en la pierna le hace caer casi de rodillas, se mueve rapida. Rueda y golpea de nuevo, la cuchilla entra hasta el fondo y colapsa un pulmon pero la criatura se abalanza sobre ella. Los puños de Dante se interponen y machacan su craneo sin ninguna misericordia. Una de las bestias se lanza sobre la espalda del grandullon y este forcejea con ella mientras otra intenta apuñalarlo. Andriel saca sus cuchillas pero uno de sus "cadaveres" le coge de la pierna, ese instante, esa mirada le da la oportunidad a una de esas ratas de alcantarilla de darle un buen puñetazo que la hace retorceder. Al levantar la mirada tiene a dos de esos cabrones delante mientras otro no deja de molestarla desde el suelo. Un cuchillo, dos puños y un puto moribundo.

Ligeia esta a su bola, aun con la mirada clavada en ese trozo de metal que sobresale de su muslo. Mueve el bate casi como por inercia, reventando otra cabeza y llenando el lugar con el sonido tan desagradable de una cabeza explotando como un melon maduro, el contragiro sin embargo golpea en el pecho de otro, clavando las puas con contundencia pero no matandolo, solo dejandolo moribundo. Las manos de este cogen los brazos de Li y justo en ese momento alguien le hace un puto placaje. Indignada porque no se dejan matar Li ve como uno de esos cabrones de dientes podridos se coloca encima de ella, con la intencion de comersela alli mismo como si fuera un puto buffet libre.

Mientras tanto en el otro lado Rusty se prepara para su parte. El primero llega de pleno contra el, adelanta la pierna, estampandola contra su pecho, deteniendolo lo justo para poder acuchillarle directamente el cuelo. Un movimiento rapido, seguro y directo. El segundo parece que sabe de cuchillos, ambos se mueven uno contra el otro hasta que Rusty ve un hueco en sus defensas y se lanza a por el. Mas su tercer enemigo aparece del lugar mas insospechado, del agujero central y se lanza contra el como si esto fuera un puto torneo de lucha libre. El mercenario se da la vuelta interceptandolo por los pelos cuando esos dientes se cierran a escasos centimentros de el, coloca el cuerpo entre el y su enemigo y es este ultimo quien acuchilla a su colega... mas el empujon, el peso hace que Rusty caiga al suelo golpeandose contra la barandilla y quedando con dos cuerpos encima que intentan hacerle caer a ese pozo sin fondo de mierda hedionda. Khan por su parte parece estar hasta disfrutando, ha partido a uno por la mitad y ahora se divierte con los otros dos, lanzado golpes hasta que escucha el chillido de Ligeia y de un solo golpe literalmente destripa a uno de ellos. El ultimo se le queda mirando asi como a sus compañeros mientras una sonrisa sadica sale de entre sus labios.

Un ruido procedente del mismo camino que habeis usado va aumentando... un sonido que deja claro que viene refuerzos... Khan mira a la bestia que solamente evita al grandullon como puede, recibiendo cortes y golpes pero ninguno fatal... mientras espera la llegada de sus amigos.

Anexo

Desde tu posicion, tirando de la cadena lo justo para molestar y no cabrear exceptuando en ciertas ocasiones, ves como el grupo de lo que coño sean se separa. El hierro se clava en tu cuello, moleta, tira y raspa sobre tu piel que aun no es delicada no esta acsotumbrada a un trato de ese tipo. Has sido escalva mucho tiempo pero siempre has estado por encima de la media... ahora sin embargo arrastrada por este ser de pesadilla, ya no tienes claro que pueda pasar. Tus manos se cierran con fuerza sobre el cuchillo que posees, no es mucho... apenas un filo que de milagro no te abre a ti la piel, pero es una opcion... una posibilidad si esos locos estupidos del otro lado son capaces de hacer algo mas.

Mas todos esos pensamientos quedan en segundo plano al verles carrgar como idiotas, o al menos como idiotas que siguen a una loca... tienen que ser gilipollas o les falta poco. Cerca de una veintena de carroñeros y ellos deciden ir a saco... sin sentido. Por un lado quedan dos sueltos que no pelean juntos solo estan en el mismo sitio y eso queda claro. El del hacha no parece ser de los que juegan en equipo y el otro por algun motivo ha decidido jugarsela por su cuenta... aunque claro viendo a la loca ir directa hacia ti y tu animal con armadura no tienes claro que pensar.

Sin duda, sus opciones de sobrevivir son pocas... mas aun, sino usan el cerebro para nada.

Era la primera vez en su vida que llevaba una soga de acero al cuello en mitad de una batalla. Una cosa es que durante un combate tu vida no le importe una mierda a tu dueño, algo normal, y otra cosa es que te lo ponga más difícil que a los demás. Ella podía decir muchas cosas del Coleccionista pero putadas de ese calibre no le había hecho -o su mente las había borrado- mientras que la mole gilipollas en el poco tiempo que llevaba en ese nauseabundo lugar no dejaba de ponerle trabas...

Pero ahora el cabrón seboso se estaba pasando de la raya. No sólo limitaba su espacio, es que tiraba y tiraba obligándola a levantarse una y otra vez para intentar alejarse de la tipa que venía directa a estamparle un bate en la boca... ¿el muy cabrón pretendía ponérsela en bandeja? Kiabi no se lo iba a poner fácil, ni a él ni a la tipa que se dirijía hacia ella, sólo veía una lógica posible, el jefazo se había cansado de ella y quería que muriese sin que el Coleccionista se mosquease con él. Que pareciese un desafortunado accidente.

Ese intento directo y abierto contra ella lo colocaba ipso facto en su lista personal, que por cierto ya empezaba a estar bastante concurrida.

Sus movimientos cambiaron, ya no eran huyendo de la mujer, sino provocando giros y tirones que lo obligaban a él a rotar sobre si mismo, en un intento de que los brazos quedasen atrapados por las cadenas, se lo ponía más fácil al que se enfrentaba al señor aunque sabía que iba a estar más expuesta en breve. Se acabaron los disimulos, ella iría de frente no como el súbdito de su dueño oficial. Ya que estaban en mitad de una pelea, era el mejor momento de declararle la guerra al saco de grasa. Si iba a caer, no iba a caer sola...

¿Qué puede haber mejor que morir matando a uno de tu lista?

Me sigue Andriel y su amigo, mientras yo me lanzo a lo loco contra poco más de una decena de cosas podridas. Voy a batear, y a marcar otro Gol, cuando algo me hace caer de rodillas al suelo, una flecha de metal me atraviesa el muslo derecho. Gruño, como una fiera herida, luego me echo a reír, joder, duele. Me levanto, y vuelvo a gruñir a cada paso, uno tras otro, el dolor está ahí, si me la saco empezaré a chorrear sangre y no pienso ser un reguero, aún no, tengo que batear.

Miro la flecha metálica, mientras Andriel y Dante se mueven a mi alrededor, cubriéndome de alguna manera, mi garganta no deja de gruñir enfadada, hasta que vuelvo a sujetar mi bate con ambas manos.

- ¡Joder! ¡Puta! – grito, destrozándole el cráneo al primero que pillo, no sé si ha sido él, pero me la suda - ¡Gol! ¡Gol!

Sigo bateando la masa gris, ya está muerto, pero el muslo me duele horrores, necesito destroz… Grito, cayendo al suelo, la flecha se mueve desgarrando mi muslo, y yo suelto alaridos como un animal, no son vocales, ni consonantes, son guturales sonidos de cabreo y de dolor, no con la esperanza de que alguien me ayude, sino con la rabia del imprevisto, de la sorpresa que supone que uno de eso se te eche encima.

- ¿Sabes? Mi maromo es muy celoso, te destripará cuando vea que me quieres morder los morros - farfullo, entre risas y gruñidos.

Pongo mi bate entre su garganta y mi cuerpo, sujetándolo por lo pinchos, y clavándome alguno en la mano, intento quitármelo de encima y matarlo, y así sucesivamente xD

Sus intentos iban a ir encaminados simplemente a putear lo que se merecía el jefazo toca ovarios, intentando que no pudiese defenderse de los ataques de los demás, haciendo que diese la espalda a sus oponentes, si no lo hacía, ella estária más cerca de la espalda de él, lo que aprovecharía para cortar las cuerdas y liberarse. No se iba a poner cerca de sus brazos ni su parte delantera, por lo menos hasta que no estuviese libre, no.

La situación alocada a la que nos había abocado aquella tarda se había recrudecido, tal y como era de esperar, viéndonos rodeados prácticamente al primer paso. Aquí y allá las cuchillas bailaban en mis manos entonando un funesto réquiem para quienes osaban acercarse, pero pese a todo poco a poco nos íbamos ralentizando... e incluso habían disparado a Ligeia.

El avance se detuvo, abruptamente, cuando sobre la bateadora tarado se lanzó uno de aquellos seres, haciéndola forcejear por su vida, mientras yo aun notaba el asqueroso sabor de la sangre que me había salpicado de mi última víctima; aquel momento de observación me cuesta un golpe en la pierna que me hace trastabillar pero, aplicando la máxima de nunca quedarme quieta, aprovecho la inercia y ruedo mientras lanzo un golpe lateral rajando al enemigo.

Ya en pie de nuevo un puñetazo me hace retroceder y escupir sangre, no sin antes perder uno de los cuchillos incrustado en el pecho de uno de aquellos seres... uno de los dos que me observa mientras un tercero en el suelo me intenta apresar.

La situación es crítica, en especial porque aquellos cabrones han empezado a lanzar andanadas con sus pistolas-ballestas que, pese a errar todos sus dardos, es solo cuestión de tiempo que acabe decantando la balanza de su lado

Yo también sé jugar a eso- gruño por lo bajo

Un golpe seco, potente, para amputar la mano del ser que me intenta retener mientras me muevo hacia él a la par que desenfundo una de las pistolas. El enorme calibre del arma sin duda va a provocar una deflagración con el gas que nos rodea... a menos que el estallido de pólvora se vea obturado

Sin pensarlo agarro al amputado y, sin miramientos, tiro de él para alzarlo a modo de escudo... disparando a través de él para acabar con sus congéneres, y con él mismo, y evitar de ese modo que el fogonazo haga arder el gas... el cuerpo va a quedar pulverizado... y los detinatarios de los disparos más de lo mismo. Se acabó el andar con chiquilladas.

Hecho aquello, y si no se acerca nadie más, rajaré el cuello del ser que atormenta a Ligeia con un gesto fluido, casi ausente, antes de ir a ayudar a Dante y su "mochila"

Deja de hacerle arrumacos a ese... me vas a poner celosa- le diría con sorna antes de ir a caer sobre el cadáver (o eso esperaba) del que tenía mi segundo cuchillo fijado en el pecho - Es hora de moverse y acabar con esto... como lleguen más de esos cabrones estamos jodidos- avisé al escuchar el sonido inconfundible de más de aquellos seres

¡Tú, gordo cabrón, te voy a abrir en canal!- dije señalando al amorfo ser que intentaba huir con la prisionera... sin poder todavía ubicar de donde la tenía vista

Rusty hacía lo que él denominaba "ejercicios de práctica" contra los indeseados. Despachó a sus enemigos con maestría. Disfrutaba de esas "sesiones de entrenamiento". La sangre se mezclaba con la mierda y suciedad de las cloacas. Su cuchillo se movía con celeridad y volaba. Despacha a sus tres primeras víctimas y se dispone a enfrentarse con el resto emitiendo una sonrisa macabra y sádica.

- ¿Queréis más?

Se dispone a recibir al resto, su cuchillo estaba en su diestra mientras que se enjugaba la frente con la siniestra. Se colocó en posición de defensa a la espera de sus siguientes víctimas. Khan a su lado luchaba como una fiera y se pudo permitir unos segundos para observar a los dos salvajes féminas, parecía que repartían sangre, como disfrutan las muy putas. Volvió su atención a sus contrincantes, la concentración era crucial y un paso en falso podía suponer la diferencia entre la vida y la muerte, y la vida no daba segundas oportunidades.

- ¡Venga cacho mierdas! ¿a qué esperáis?

Un ruido proviene de los túneles. Un eco advierte de la presencia de refuerzos. Rusty no se preocupó, eran suficientes para despachar a esos cabrones. No había ningún problema él se encargaría de mandar a más de uno al infierno.

El aliento de esa bestia, putrefacto y mucho peor de lo que pudieras haber olido en tu vida, llega hasta ti mientras unos dientes negros y enfermos se cierran con fuerza cerca de tu rostro. El bate esta entre los dos, uno de sus clavos atraveisa tu mano mientras los demas parecen atravesar el cuero que protege el pecho de tu enemigo pero este no se de tiene, no para de moverse y moverse intentando alcanzarte. No parece entender que le dices y mientras tu pelo azul se llena de la mugre del lugar tu rodilla asciende hasta sus huevos, haciendolos estallar por la cara que pone esa jodida rata. Ver el dolor reflejado en su rostro es casi orgasmico y moviendo con fuerza tus manos tiras de el a un lado, justo a tiempo de ver llegar a otro... arrancas el bate de tu mano lo dejas caer a un lado, para aplastar al cabron que parecia querer follarte en medio de todo el combate, y te giras para recibir al nuevo concursante de esta locura tuya del "Gol".

Dante desde su posicion consigue quitarse de encima al cabron que cree que es un jodido caballo, el cuerpo de este sale por encima de el para acabar de cabeza contra el suelo. Momento en que su bota aplasta la traquea sin ninguna consideracion. Su mirada asciende para ver a los demas enemigos que se acercan, luego pasa a mirar al demonio de pelo rubio que destroza todo lo que se le acerca. Primero le rebana la mano a su babosa amante, casi sin mirar. La mano de la criatura cae al suelo entre los agonicos chillidos de la bestia, que se mira el muñon sin entender muy bien que ocurre. La mano de Andriel se cierra sobre el cuello de la criatura. La levanta del suelo, alzandola con dificultad, pero lo suficiente para apoyar el cañon de una de sus pistolas y empezar a disparar mientras el cuerpo evita que la explosion de polvora haga arder el lugar. Una situacion desesperada, una solucion aun mas insolita y suicida. Un disparo, otro y otro... el cuerpo del amputado acaba hecho pedazos al cuarto tiro mientras tres de vuestros enemigos reciben los disparos. El primero recibe el tiro en la barriga, el segundo acaba haciendo estallar la cabeza de uno de ellos y los otros dos golpean la pierna y el brazo de uno de esos cabrones que se dirigia hacia vosotros. Tras ese ultimo tiro el cuerpo ha quedado hecho realmente pedazos, siendo apenas quiñapos lo que queda en manos de Andriel... disparar una desert a esa distancia, es algo muy intimo... y sin casi cuerpo que usar de barrera es mejor no jugarsela a mas.

Desde el suelo Li esta preparada, con su bate listo ve como el primer concursante recibe un balazo de lleno en la cabeza, tu mirada se dirige a la rubia antes de vovler a fijarse en tu objetivo, el grandullon... pero rapidamente otros dos cabrones se ponen delante. Uno de ellos esta malherido y es presa facil. Te levantas con esa sonrisa tuya, maniaca, y te lanzas contra ellos. Tu pierna te falla, pero el primer golpe tira al suelo a uno de ellos, el que recibio los dos tiros de Andriel, mientras el otro intenta apuñalarte sin conseguirlo. Aun asi una patada desde el suelo, en la pierna mala, te hace sentir el dolor de la herida y casi te hace caer al suelo... momento en que tu otro adversario te da un puñetazo limpio en pleno rostro y despues otro. Parece que los balazos de Andriel solo le rozaron... y el hijoputa sigue muy vivo. Tu bate asciende para chocar de golpe contra el brazo del carroñero, el cual esta lo bastante cerca para que solo la madera le haya dado en el brazo, evitando los pinchos, mientras busca la manera de golpearte con una sonrisa maniaca en la cara. Tu pierna se alza, clavandose con fuerza sobre su pie, tu cabeza sale disparada estrellandose tu frente contra su casa y haciendolo retroceder lo suficiente mientras saboreas la sangre en tu boca.

Vista la carniceria que has montado, dejas caer el cuerpo destrozado... con tu cañon aun humeante y lleno de sangre en tu mano. Dante parece ocupado con un par de nuevas novias, una de las cuales parece haber conseguido apuñalarle levemente en el brazo... cuando oyes el chasquido de las pistolas-ballesta. Ninguna parece darte hasta que el ultimo chasquido golpea en tu mano, atravesando la palma y obligandote a dejar caer tu preciosa pistola al suelo. Miras tu mano antes de mirar a tus enemigos. Dos con Dante, dos con la loca del bate y uno que va a por ti... sin olvidar a la cosa gigante y amorfa. La cual cabe decir que no solo no esta combatiendo, sino que parece tener algun tipo de problema con la prisionera que lleva encadenada... aun asi pronto dejas de poder centrarte en ello mientras una rata con una larga y poco agradable cuchilla se coloca frente a ti y te hace ponerte en movimiento para evitar sus rapidas cuchilladas. Notas que este cabron es diferente a los demas, mas rapido, las eficiente en sus movimientos y menos suicida. El cree jugar con ventaja, se mueve como si fuera mas rapido que tu... cosa que rapidamente le enseñas que no es cierta. Un par de fintas y tu codo se estampa contra su rostro, tu cuchilla vuela contra su pecho pero se encuentra con el filo de su arma mientras este salta hacia atras, poniendo distancia entre ambos. Las miradas de ambos fijas en su contrincante, el es mas fuerte... tu mas rapida. Pronto se lanza contra ti, hace una finta y otra y de pronto su cuchillo pasa a escasos centimetros de tu costado... un movimiento directo que has visto con claridad.

Mientras todo eso ocurre, la prisionera, ajena a la mayoria del combate ha decidido que es hora de cambiar su situacion. Sus giros y quiebros obligan a que el grandullon tenga que fijarse en ella, cosa que no le hace ninguna gracia al carroñero que intenta tirar de la cadena, pero Kiabi es mas rapida y los eslabones de metal golpean el rostro de la criatura, haciendole soltar un gruñido que poco tiene de dolor y mucho de enfado. Sus ojos se clavan en ti mientras tu sigues con tu juego, el intenta centrarse en ti, mas tu aun limitada por la cadena no dejas de emoverte, atras, adelante y alrededor... tanto que haces trastabillar a la bestia. Crees haber ganado un precioso tiempo cuando de pronto uno de sus pies golpea con fuerza el suelo para recobrar el equilibrio, un sonido metalico que casi duele. Es apenas un par de segundos, pero tu mano ya esta sobre tu cuchillo y con un rapido movimiento colocas la cuchilla en el cinturon de cuero de la bestia, justo cuando la misma coge la cadena y la usa como si fuera un latigo. Notas tu cuerpo salir despedido por la absurda fuerza de la criatura, hay apenas un momento de tension cuando el cuchillo se queda clavado en el sitio y de pronto gracias a la fuerza de la bestia el cinturon se rompe... aunque tu pierdes el cuchillo en el proceso. Tu cuerpo sale literalmente volando hasta estrellarse contra la pared de hormigon. La respiracion sale de tus pulmones por el impacto mientras notas como tu vista esta algo tocada, aun asi eres capaz de ver la cara de sorpresa de la criatura, seguido de un grito de furia que reverbera en la estancia como un puto trueno, al ver que aunque la cadena sigue en su sitiopero tu ya no estas enganchada a el... y entonces realmente notas la furia asesina que le embarga. Con el problema de que ahora estas medio atontada y sin arma... aunque libre.

El combate termina, estas algo cansado no demasiado. Tu respiracion esta acompasada cuando el ultimo de esos cabrones muere, tu eficiencia es realmente brutal... pero cuando ves a Khan entiendes porque pelea solo. Es un animal, un salvaje, su manejo del hacha no se adhiere a ningun tipo de metodologia, es puro instinto y conocimiento del arma... eso y el hecho de que cada balanceo deja miembros repartidos por el lugar. Tu has sido eficiente, el cuchillo clavado en los lugares precisos, el simplemente ha convertido a tres putos carroñeros en mas de veinte trozos repartidos por el lugar sin ningun tipo de orden. Os mirais durante un instante, no ves nada en sus ojos aparte de salvajismo, apenas un leve reconocimiento de que no eres un enemigo... pero es eso apenas un leve brillo. Lo que te deja claro que sino fuera por eso, ahora mismo estarias matandote con el. El ruido se hace mayor tal y como las bestias llegan pero estas son diferentes, no parecen simples alimañas, van armados y hasta tienen protecciones. Recibes al primero de los siete, vuestros cuchillos se cruza, usas su impulso en su contra y acaba golpeandose contra la barandilla, te giras un instante pra darle el golpe de gracia cuando uno de ellos pega un brutal salto con ambas piernas por delante... consigues poner tus brazos pero el impacto te lanza varios metros hacia atras, caes y ruedas hasta quedar con una rodilla en el suelo. Levantas la mirada, tres de esos cabrones, de esos que ya no parecen tanto simples bestias sino animales adiestrados se acercan a por ti. Un cuchillo largo, un experto en artes marciales y una cachiporra... todos ellos serios, casi como si no vieras diversion en esto... casi como si solo fueran maquinas entrenadas para ello. Para matar... exactamente como tu.

Allí, en mitad de ninguna parte, pegada a esa pared, Kiabi era casi ajena a lo que pasaba a su alrededor, centrada y sola en su guerra particular, en su batalla, sin aliados, sin nada que perder y por fin, sin la soga al cuello... pero todavía con otras cadenas mucho más fuertes y pesadas, invisibles y resistentes....

Era una clara cuestión de estatus.

Ella no tenía tanto nivel como la bestia grasienta, pero sí más que los que estaban muriendo como chinches frente a los extraños, con lo que su palabra valdría más que la de cualquiera de aquellos cuando el asunto se liquidase y tuviesen que explicar que había pasado ante El Coleccionista, eso suponiendo que quedase vivo alguno para decir que había sido ella la que se lo había ventilado.... Si le había permitido el asesinato del otro, su esperanza era que la del saco de mierda con patas también, que estaba mucho más justificado....

Previsora mientras no estuviese en uno de esos momentos de locura, ya se veía más viva que dos minutos antes, como si estár separada del capullo le multiplicase las esperanzas de salir con vida, y que lo próximo jodido de lidiar fuese al Coleccionista cuando se enterase de su nueva gracia asesinando a su chusma otra vez.

Así que no cambió de interés/iniciativa/intención: sacó un cuchillo de su bolsa -Mierda podrida que queda sólo otro más- de menor tamaño que el que había salido volando por los aires, y se lo lanzó a su enemigo particular con cuidado y precisión, hasta tranquila, pues por el momento no era el objetivo a asesinar de nadie de su alrededor.

Kiabi sabía a dónde tenía que apuntar para conseguir putearlo de gordo, había intentando curar heridas de ese tipo desde lo que parecían haber sido mil años, y lo había conseguido las justitas. Sacó el último de los cuchillos de la bolsa, por si acaso.

Si no lo consigo, por lo menos lo dejaré bastante jodido.

- Joder, a ver si te lavas un poco los piños, hostia – murmuro, respirando todos los miasmas que este podrido me suelta en la cara – a ver… un mom…. – encuentro el punto exacto y doy un rodillazo, un gemido de placer casis exual sale de mi garganta cuando esa cosa suelta un alarido de dolor – seguro que nos los necesitas, y dame las gracias, mi chorbo te las habría arrancado – río mientras me lo quito de encima, empuño de nuevo mi bate y me preparo para el siguiente zumbado.

Y uno llega pero la rubia se encarga de reventarle la cabeza.

- ¡Otro Gol! - grito, volviendo a centrar mi mirada en la cosa esa enorme.

De Khan ni me preocupo, seguro que se animal anda destrozándolos a todos con la fuerza de sus manos desnudas, y encima se está divirtiendo, si ahora me vuelvo y lo miro terminaré poniéndome cachonda y… no, no es plan.

Voy a echar a correr hacia la esclava de la masa de mierda enrome, cuando otros dos se me cruzan en el camino ¡Joder! Y todo va tan rápido que solo puedo sentir el dolor de los puñetazos, el dolor en mi pierna y la eufórica rabia que este despierta en mis movimientos, cuando más dolor me causan estos dos podridos, más fuerte me río, y más rabiosa y rápida soy. Escupo mi sangre en el suelo, y bateo hasta quitármelos de encima y correr hacia la chica, que ahora está en el suelo. Me cae bien, el ColosoCacoso la ha estampado contra una puta pared, se ha liberado del yugo, y aunque seguro está aturdida, luchará lo que haga falta ¡Y yo no quiero dejar que lo haga sola!

El escudo ¿humano? resulta tan efectivo como deberia para liberarme de las amenazas mas inmediatas pero esos puercos empiezan a disparar sus ballestas logrando que emita un grito ahogado de dolor cuando una de las saetas me atraviesa una mano. Contengo la maldicion solo por pura rabia... hacia mucho que nada ni nadie me causaba semejante dolor y todo por "trabajar" en equipo.
Miro alrededor viendo que alli cada cual lucha a la suya, sin apoyarse en nadie que no sea el mismo... y para colmo los recien llegados parecen mucho mas agiles y diestros que los muertos.
Miro de me medio lado a mi oponente... y le guiño un ojo un segundo antes de dar un salto atras y hacer el gesto de lanzarle el cuchillo al cuerpo, desviandolo hacia el suelo, hacia la pierna, justo antes de soltarlo...
Seguira el señuelo, o como minimo intentara apartarse, lo que me dara tiempo a desenfundar mk otra pistola
Si vamos a morir hagamoslo con mucho ruido digo momentos antes de apretar el gatillo apuntando hacia el pecho de mi enemigo y de echarme al suelo boca abajo, sumergiendome literalmente en la mierda, para evitar la deflagracion subsiguiente
(No sera en este antro de mierda donde caiga...si hay que jugar sola lo hare pero con toda la baraja pense dolorida y cansada de hacer de mama protectora cuando era evidente que nadie queria que lo hiciera, yo la primera

Rusty sonriendo como un maníaco se lanza como un kamizake cuchillo en mano. Siente placer cuando escucha y siente como el afilado filo del puñal va cortando piel y algo más. Arrea una patada a uno de ellos para clavar el cuchillo en la cabeza de otros repugnantes criaturas.  Dante también hace lo propio pero Rusty lo ignora y trata de disfrutar por la refriega sin un ápice de compasión. La sangre baña su cuerpo y sus ojos desencajados son todavía más aterradores y amenazantes. Las venas de su cuello y de sus sienes están hinchados y parecen reventar en cualquier momento, el esfuerzo es casi inhumano. Cuando termina de despachar al último de los enemigos comienza a respirar con grandes bocanadas, le falta el aliento. las féminas dementes han despachado a su parte de la comitiva.

- ¿Habéis tenido suficiente por hoy? - ríe como un demente - Creo que no ha hecho más que empezar.

Pero parece que todo no ha acabado y comienzan a llegar refuerzos.

- Chicas parece que viene el postre ¿dispuestas a seguir derramando sangre?

Hasta ellos aparecen siete carroñeros más, la fiesta no ha terminado. Rusty se pregunta como es posible que todavía acudan más víctimas de la furia de los cinco. EL encuentro promete ser divertido y comienza a adelantarse para aguantar la embestida.

La escasa cohesion de este equipo acabo rompiendose por completo. Cada uno tiraba hacia su lado o mejor dicho hacia su propia supervivencia. Ya no habia amigos ni compañeros de equipo, unico y puro instinto de yo primero y que les jodan a los demas. Con la situacion de esa manera Andriel se lanzo hacia atras, su cuchillo volo por los aires unicamente para encontrar la defensa de su contrario alta y preparada. El cuchillo cayo al suelo mientras el individuo clavaba sus ojos en la rubia para acto seguido ver la psitola que le apuntaba... con suficiencia rio a sabiendas de lo que es provocaria. El gatillo fue apretado, la polvora estallo y las balas surcaron el corto espacio hasta alojarse en la cabeza de la rata de cloaca. Sus sesos se esparcieron por el lugar mientras la rubia se tiraba como podia a la mierda que rondaba con la esperanza de que la deflagracion no la matara*.

Mientras eso ocurria, Li rompia un par de huevos para acto seguido romperle el craneo con su bate, ya lista y dispuesta a todo se abria camino en direccion a la bolsa grasienta de casi dos metros que acosaba a la esclava. Y antes de darse cuenta alli estaba, justo enfrete de ella o mejor dicho de espaldas porque toda su atencion estaba fija en la otra mujer. Con una sonrisa completamente desquiciada se lanzo al combate, solo para darse cuenta de que su bate se estrellaba contra la proteccion del hombro de la bestia. La cual parcialmente aturdida habia dado varios pasos hacia atras. Momento en el que los ojos de ambas mujeres, escualo y esclava se cruzaron.

La cuchilla de Kiabi alcanzo el punto vital, lo rasgo y provoco una amplia herida pero la bestia habia sobrevivido a ataques de ese estilo. El cuchillo aunque en el sitio exacto no alcanzo la profundidad necesaria, por lo que la herida mortal se convirtio en una herida profunda y sangrante que cabre sobremanera a la bestia. Por el dolor se echo hacia tras justo para recibir el batazo de la loca de Li. Cruzando sus miradas ambas entendieron que debian hacer... y sin perder tiempo se lanzaron a un acoso y derribo contra el colosal jefe de ratas.

Al igual que las demas tenian sus diferentes combates, Rusty veia como tres de esas cabronas se lanzaban contra el. SOnriendo y gritando las espero. La primera paso de largo, un reves y ambas armas se encontraron. Su pierna empujo a la criatrau a un lado antes de contraatcar contra la segunda provocandole un feo corte en el brazo y en ese momento mientras su atencion estaba puesta en el segundo. El tercero de esos cabrones salto. Rusty lo vio por el rabillo del ojo, practicamente a camara lenta. Viendo como una mas que probable muerte se acercaba a el y Khan estaba rodeado por los otros cuatro... aun asi no fue miedo lo que sintio.

Estuvieran como estuvieran en sus respectivos combates... un sonido resono como una gran campana funebre. Una y otra vez, hasta tres veces. El ruido, el eco de un calibre 45, al ser disparado repetidas veces... y tras eso... unicamente un breve silencio. El instante previo a una tempestad de fuego, calor y fuerza que asolo la sala como si fuera un maldito horno industrial. Sentisteis el calor en vuestros cuerpos. La fuerza del impacto os lanzo volando por los aires, vuestros cuerpos se estamparon contra las paredes y aunque no quisierais llegasteis a oir los gritos de los menos afortunados que cayeron al profundo y abisal recolector cuyo fondo no deseabais conocer. Tras la fuerza del impacto, el calor abraso vuestras pieles y os arranco el aire de los pulmones. Boqueasteis, intentasteis respirar un aire que no habia pues el fuego lo habia consumido... la escasez de oxigeno os obligo a patalear, a buscar donde hubiera oxigeno mientras notabais todo vuestro cuerpo arder por las quemaduras y la falta de oxigeno. Caisteis al suelo, creyendo que vuestros pulmones explotarian pero entonces como venido de un milagro el fuego paso... y el aire volvio a ser respirable en parte. Permitiendo que vuestros pulmones se llenaran de el y que el dolor menguara en parte**.

¡Eh! Yo estoy intentando llegar a la chica y cargarme al gordo, a mí mi supervivencia me la suda mucho y aquí una voz en off me suelta que cada uno intenta sobrevivir él mismo. Joder, entonces yo estaría intentando largarme de aquí ¿A que sí Poe? Y no dirigiéndome hacia el tipo más guapo del lugar. ¡Putah bida!

Bateo me abro camino entre sangre y cráneos, hasta el gordo grandote.

- Un poquito de ensalada hombre, que estás hecho un saco de manteca – murmuro, mirando la espalda de la cosa.

No hay tiempo que perder, empuño mi bate y me lanzo a la espalda de esa cosa, dando de lleno en su chapa, en ese momento miro a Leia, sus ojos negros e cruzan con los míos, y la veo aprovechar el momento para clavar el cuchillo en el pecho del gordo. No hay palabras, ni gritos, no hay nada más, entre las dos podemos darle pasaporte, sí o sí. Beto, al grito de Gol, con todas mis fuerzas, rugiendo como un animal, cuando escucho el calibre de Andriel, ese eco… ¡Puta vidaaaaaa!

Y el fuego llega, y la asfixia; a mí me pilla cogiendo al grandullón, por el cuello, medio volcada sobre su cuerpo, intentando batear el cuchillo y clavarlo hasta el fondo de su pecho. ¡El culo me arde! ¡Maldita rubia del demonio! ¡Jodeeeeeeeeeeeeer!

Gritaría pero no puedo, me ahogo, las medias se me han quemado, me arde desde la cintura hasta la planta de los malditos pies. Gateo como puedo, intentando ver algo, pero el repentino fuego en medio de la penumbra no me deja dilucidar nada, menos mal que no me ha pillado la cara, porque ya lo que me faltaba joder.

- ¿Leia? – murmuro, como puedo, buscando a la morena del cuchillo - ¿Estás por aquí? Que alguien me diga si hemos matado al anoréxico, yo no veo un carajo.

Entonces pienso en Kahn, gateando como puedo, tapándome la cara y el pelo, abro los ojos ¡Khan! ¡Khan! ¡Mierda!

- ¡Leñador! ¿Dónde cojones estás? ¡Y tú rubia! ¡Te morderé cuando te encuentre! ¡Coño!

Qué mala hostia me ha entrado de repente.

Sus ojos se cerraron cuando comprobó que no había hecho tanto daño al tipo como esperaba, unos segundos de concentracion en los que el dolor por el impacto anterior llegó a sus nervios, quizás tarde por estar bloqueado por la adrenalina. Se tambaleó y esperó mientras una de las extranjeras se afanaba en terminar lo que ella había empezado. Desde luego le venía bien, cuantas más heridas que no fuesen de ella misma, más fácil de encubrir su participación en el asesinato del gordaco.

Fue la primera vez que fue consciente de la voz de la -¿Cuánto llevaba sin ver una normal?- chica, y casi se desconcentró para -¿Cuánto llevaba sin hacerlo?- sonréir,.... ¿ensalada? ¡Ja! La bateadora oficial en la siniestra reunión tenía suerte de no llevar allí lo suficiente como para saber la dieta que seguía la bestia parda deforme.

Se disponía a rematar, con el último cuchillo que tenía cuando todo se fue, literalmente, a la mierda, no es que perdiera el equilibrió, es que volvía a -¿Cúando había aprendido? - volar por los aires.

Cayendo, además, demasiado cerca del recolector para mi gusto...

Durante unos instantes notó como se ahogaba, el exponencial calor en la piel de sus piernas, el costado bastante dolorido por el impacto.... pero, con sus años de experiencia sabía que lo realmente preocupante era que no sabía que hacer, no tenía a donde ir, no sabía a donde ir... de repente ya no le parecía tan buena idea haberse liado a palos con el jefe del que dependía su protección, su vida que coño.

¿Huir? ¿Existe algún sitio suficientemente seguro para que no me encuentre El Coleccionista?.... Definitivamente he tragado demasiado humo si me estoy planteando realmente -¿Cuándo se había vuelto loca del todo?- hacerlo.

Estaba en mitad del caos reinante, pero el que tenía en su cabeza no se quedaba atrás, Irse sería como firmar su sentencia de muerte, aunque quedarse le parecía igual de lúgubre... escuchó de fondo de nuevo la voz de la joven, y contestó seriamente, profesional, como le habían enseñado, como si fuese otro jefe más al que asesorar -Tápate la boca al hablar, para no tragar humo caliente, eso si que te puede joder.

Ella estaba aplicándose dicha medicina con su brazo izquierdo, la muchacha de pelo azul seguramente también pero Kiabi eso no lo podía saber. Se encontraba hasta bien, gracias a la amortiguación que realizaba su amiga adrenalina. Se dispuso a seguir la voz, el cuchillo todavía en su mano, a ver como escapaban y si encontraban una salida los que habían empezado siendo del bando contrario.

Las aglomeraciones nunca habian sido lo mio, en especial si el tumulto estaba formado por seres como aquellos que solo querian trocearte...si añadiamos el hecho de que er la unica que habia optado por dejae de lado el individualismo solo para toparme con que hacia la idiota...el resultado era mas que predecible
Se me habian hinchado las narices y lo habia mandado todo a tomar viento de la mejor manera que sabia, es decir, sacarme las castañas del fuego y el resto que se apañara con su suerte
Con aquel pensamiento en la cabeza desate el poder de retumbante de mi arma, volandole la cabeza a aquella horrenda criatura y tirandome boca abajo y hacia atras sobre el lodo con el mismo movimiento fluido. La explosion de gases no se hizo esperar y pronto note como el fogonazo lamia mi espalda, ahora practicamente sumergida en mierda, mientras un descomunal presion me empujaba con un peso asfixiante
Una sensacion de aplastamiento, como si una losa de cemento me estuviera aplastando, me hizo gruñir bajo la superficie de desechos, tragando un buen sorbo de aquel mejunge nauseabundo al verme alli fijada por la presion
Ha casi esperaba morir alli ahogada en porqueria cuando me pude alzar, tosiendo y escupiendo, con los ojos llorosos e irritados, mientras intentaba recuperar el aliento
Mire, entre arcadas, a mi alrededor en busca de posibles enemigos y de mis armas viendo como al menos aquellos que me acompañaban habian sobrevivido a la deflagracion; seguro que ahora teniamos una relacion mas fogosa, pense al ver a Dante recuperandose mientras yo hacia lo propio centrando la vista
Mis prioridades serian recuperar mis armas, o tomar las de los caidos en su defecto, localizar y eliminar posibles enemigos supervivientesy luego preocuparme por el resto
Si querian jugar al lllanero solitario podia aportar la experiencia de una vida completa de aquella guisa, y siendo mujer, que no era poco...

Rusty sonrió mientras esperaba a sus tres atacantes. Una sonrisa rompió en sus labios. Escupió su propia sangre que se escapaba por la comisura de los labios. Hizo un gesto con la mano para que se acercaran.

- Vamos nenaza , ¿quieres que te de por el culo? - increpa al primero.

No se hace esperar, las tres amenazas avanzan y Rusty hace lo suyo. Su primer atacante pasó de largo mientras las otras dos trataban de sorprenderlo. Sintió un tajo en su brazo pero Rusty lo ignoró y su ofensiva no se hizo esperar. Luchó como una fiera y sajó cuchillo en mano mientras golpeaba la mandíbula de sus enemigos y propinaba patadas que reventaría costillas sin lugar a duda por la fuerza del impacto, era una auténtica máquina de matar.

Entonces algo pasó. Sonaron detonaciones, tres para ser exacto.

- Pero...¿quién carajo está disparan..

No dio tiempo a acabar de hablar. Sintió como una explosión cegaba sus oídos y sintió un calor abrasador en su espalda y como un ciclón salió despido impactando contra la pared contraria. Un terrible golpe lo dejó sin sentido. La espalda le ardía y sangraba profundamente por la sien. Un súbito mareo nubló su vista, temió que iba a desmayarse.

Os levantais lentamente, cada uno con sus dolores recorriendo su cuerpo, quemaduras, golpes y alguna que otra conmocion. Notais como el mundo a vuestro alrededor esta lleno de un humo espeso en la parte mas superior, la mas cercana al techo y que poco a poco va desapareciendo por culpa de alguna via de aire... aun asi el olor del lugar os impacta con fuerza. Carne quemada y huevos podridos, es un combinacion bastante mala... y sin duda podeis dar gracias a esas armaduras tan bonitas que os regalo Moxxy o sin duda ahora mismo estariais bastante mas chamuscados.

El espectaculo a vuestro alrededor es como haberos metido en una puta parrila de gas y haber dejado la carne demasiado tiempo alli. Las ratas de alcantarilla estas chamuscadas por doquier, los pocos que aun se mueven sin duda no tardaran en morir por las quemaduras que tienen... pero sin duda es diferent en cada caso.

(Andriel) Te levantas lentamente con ese sabor asqueroso en la boca y la asfixia aun dentro de ti en menor medida, ves como Dante ya esta en pie, ha usado a uno de eso cabrones de escudo en cuanto te ha visto disparar pero te das cuenta de que hay algo mas. Sus ropas estan casi intactas y el hasta cierto punto tambien, nadie se salva de una cosa asi con tan pocas heridas y sin estar chamuscado pero en su caso parece que si. Te extraña y cuando el te ve mirandole te sonrie, mientras deja caer un cuerpo completamente calcinado a un lado para levantarse como si nada y acercarse hasta ti. No se lo has pedido pero le da igual y con fuerza te levanta y te mantiene a su lado al ver que tambaleas en un primer momento. Notas su olor, notas el olor de algo que se ha quemado en el pero hay algo mas, es su ropa, cuando te coge y la tienes mas cerca te das cuenta de que aunque ha perdido algo de su brillo y parece tener alguna quemadura esta casi intacta y al tocarla te das cuenta de por que... es ignifuga. Le miras a los ojos y el te devuelve la mirada, hablando sin hablar... su trabajo son los explosivos, es de cabeza que tendra algo apra protegerse de situaciones como la que has creado. Sin saber si matarlo o darle un bofeton decides mirar a tu alrededor para ver que has perdido una de tus pistolas... o al menos no la ves por ninguna parte. Entonces su voz te alcanza, apenas parece un susurro aunque sabes que se suele ahcer oir bastante bien. - Estas loca, lo sabias... muy loca. - No parece una recriminacion ni mucho menos, es mas parece que a Dante le ha gustado lo que has hecho... al fin y al cabo es un chalado de los explosivos.

(Rusty) La pared no ha sido para nada blandita justamente, tu espalda duele, magullada, dolorida como hace mucho que no la sentias. Por si fuera poco en cuanto consiges levantarte y quitarte de encima a uno de esos cabrones que ahora parece carbon, notas como algo cae por tu mejilla, al pasar dos dedos por ella y ponertelos delante ves que es sangre. Un mareo te viene en ese momento, sabes perfectamente que no e spor ver la sangre sino por el impacto... la cabeza. Te apoyas contra el suelo con las manos mientras durante unos segundos todo parece dar vueltas. Intentas reaccionar pero aparte de quedarte sentado poco mas puedes hacer, buscas tu cuchillo pero no sabes donde esta, un puto milagro no habertelo clavado durante la pelea y la explosion. Apoyas lentamente la cabeza contra el hormigon y miras a un lado con cuidado, notando como la oscuridad va y viene hasta que tus ojos se posan en Khan. La bestia con las hachas esta sentado encima de uno de esos cabrones, su Pelo tiene ahora un toque negruzco y ves como en algun lado ha llegado hasta el cuerpo cabelludo, nada de importancia pero eso junto a los regueros de sangre que recorren su costado y su espalda dan fe de que aunque vivo no ha salido justamente indemne. Sus ojos se mueven, fijandose en ti y te das cuenta de que aunque tu mantienes tu locura atada con una fuerte cadena, el prefiere dejarla salir a pasear suelta... y ahora mismo no parece tener ninguna correa. Su mano baja hasta el cadaver y con su cuchilla corta un pedazo de ese cabron asado para despues lanzarlo por ahi, repite la operacion una y otra vez... como un mantra, como un intento de calmarse y no seguir destrozando cosas.

(Li) Volar, eso es todo lo que recuerdas eso y un dolor lacerante y ardiente en tu culo. El cabron del anorexico se cubrio en parte contigo, de ahi que ahora luzcas tan guapa con tus posaderas al aire y sientas un mas que fuert escozor en ellas. Es mas estas segura de que aparte del dolor algo mas cae por ellas, tus dedos tocan suavemente y al sentir el dolor las retiras inmediatamente. Tus yemas estan manchadas de sangre, asi que gruñes aun mas de lo normal mientras gateas buscando a Leia hasta que la escuchas hablar, sus palabras son claras aunque tu no entiendes muy bien para que querrias taparte la boca, si te la tapas no puedes batear. Es mas ¿donde esta tu bate?... cagandote en todo miras a tu alrededor en busca del mismo y ves una forma destrozada apoyada contra una de las apredes con un palo bastante reconocible acoplado a uno de sus hombros. Una sonrisa aviesa cruza tu rostro mientras sigues esperando contestacion de Khan... una que no llega pero algo te dice que no debes procuparte por el. Te arrastras, como puedes mientras toses algo debido a lo cargado del ambiente, en direccion a tu preciado trozo de madera mientras de fondo escuchas como alguien habla, es una voz de hombre pero no llegas a entender lo que dice.

(Kiabi)La pelea habia sido de todo menos normal, tu sabias usar tu cuchillo y sabias un poco de como moverte, esquivar y apuñalar pero tu compañera es, como un torbellino de caos, donde solo importa el instinto y la fuera bruta. Casi te hace gracia darte cuenta de que se esta peleando contra algo tan grande sin darle demasiada importancia cuando tu mundo se vuelve del reves. El golpe ha encontrado tus brazos de frente, asi que los notas ligeramente magullados pero al menos tu cabeza no se ha llevado un sopapo de ordago. Notas las piernas ardiendo, quemadas, no hace falta ser un genio de la medicina para ello y al moverte notas el dolor lacerante que las atraviesa. Intentas alcanzar la voz, la misma que segun aprece se aleja lentamente de ti, tus piernas te obligan a ir lenta, cada paso, cada roce entre los muslos o con la ropa te hace rechinar los dientes pero sigues adelante, siguiendo la retahila de gruñidos que deja la loca del bate tras de si. Estas segura de que no t ha hecho caso y de que sigue sin taparse la boca... pero tras toda la mierda que ha ocurrido a saber de que es capaz esa psicopata. Tras unos segundos que aprecen interminables estas segura de ver las posaderas de la misma y delante de ella un gigante de carne del que sobresale un palo reconocible como el bate de la mujer... no estas segura de porque, pero todo esto te da mala espina.

(Rusty y Andriel)

Estais a lo vuestro de una u otra forma intentando recomponeros de las heridas y golpes recibidos cuando un grito de rabia, dolor y furia atraviesa el lugar como si fuera una maremoto. Obligandoos a detner vuestras actividades y mriar en una sola direccion, una que por ahora tanto Andriel como Rusty son incapaces de ver pues el humo aun no les permite tener vision de la misma. Aun asi, queda claro que no augura nada bueno y sentis que aunque habeis matado a todos... aun no ha terminado esto, alguien sigue vivo y no hace falta ser un adivino para saber que esa puta bestia sigue de alguna incomprensible forma vivo. Veis como entre el humo hay mas de una forma... una enorme sin duda y otra... que solo puede ser la de una maniaca que conoceis muy bien.

(Kiabi y Li)

La loca del pelo azul se sube por encima del cuerpo requemado de la bestia que hasta hace poco te llevaba atada. Ves como la armadura rechina y cae algo de piel requemada cuando usa algunas partes del mismo apra alzarse como puede desde su postura a gatas hasta un sitio donde poder extraer su bate. La fuerza de la mujer sin duda es envidiable y pronto esta en posicion de extraer el bate... con el humo disipandose ves el culo de la misma herido y ensangrentado ademas de quemado pero tambien como el resto de su cuerpo ha quedado impregnado por completo de la piel, la sangre y demas fluidos que cubren el cuerpo de ese cabron.... pero sin importarle nada de eso ahi esta ella, semierguida dispuesta a recuperar su arma. La escena te parece del todo fuera de lugar mientras no puedes evitar mirar a la bestia caida, las manos de Li se clavan en el bate y empiezan a tirar y tirar... al segundo ves como el empieza a reaccionar, ves como el muy hijoputa sigue vivo... AUN.

Desde tu posicion elevada, con el bate entre tus manos, las cuales estan llenas de pelo, piel y otras porquerias que llevaba ese cabron pegadas al cuerpo tiras del bate. Quieres tu arma, te sientes casi como participe de una leyenda mientras tus manos se agarran a tu armae intentan extraerla de esa roca formada por musculos, huesos y demas mierdasen las que ahora prefieres no pensar. Al segundo tiron notas que algo se mueve y sonries y chillas de alegria mientras te das cuenta de que Leia te esta diciendo algo. Te detienes un momento y la miras como si estuviera loca... no hace mas que señalar al cadaver pero no sabes que esta diciendo... vuelves a tirar y entonces lo notas. Primero como las puas del bate salen de la carne requemada poco a poco, eso te hac sonreir de nuevo, pero de pronto una cabeza quemada y donde falta un ojo se gira y te mir antes de lanzar un aullido de rabia y dolor que casi te hace quedarte sorda. El impacto sonico junto con tu precaria situacion te hace caer de culo desde los casi dos metros donde estabas. Tus posaderas acaban amortiguando el golpe pero el dolor que te recorre hace que te salten unas lagrimas mientras te das cuenta de que el bate esta en tus manos... pero una poderosa sombra parece levantarse lentamente frente a ti.

Los efectos de la detonación, así como del semiahogamiento que he padecido, empiezan a disiparse lentamente de mi cuerpo aunque no así del ambiente, que ahora está completamente opacado por una densa nube de humo y un penetrante olor a quemado; aquí y allá los restos de lo que antaño fueran nuestros enemigos están diseminados por el roñoso suelo cual jardín putrefacto.

A mi lado, mientras intento reubicarme, aparece Dante con una medio sonrisa y aspecto de no haber sido lamido por las llamas en lo más mínimo. Lo miro sorprendida pero pronto la sorpresa se torna comprensión al ver el tipo de tejido del que están hechas sus ropas; un arranque de rabia me hace cogerle de la pechera de la camisa y hacer que se acerque hasta mi, a escasos centímetros el uno del otro. Sus palabras sobre mi locura me hacen decidirme y estamparle un fuerte beso, pasional, casi salvaje, en los labios antes de separarlo con un brusco tirón. Si las cosas habían empezado así no quería imaginar como podría acabar... y antes del fin tenía intención de vivir un poco la vida

Si no se tiene un punto de locura este mundo te devora- le digo como coletilla antes de girarme y buscar mis armas, esgrimiendo una maldición al descubrir que una de mis armas ha desaparecido

Pero el cabreo se torna en silenciosa sopresa, casi desesperación, al ver la mole nauseabunda alzarse entre la neblina como un coloso, aparentemente ileso y presto para hacernos pagar la intrusión. Miro a Dante, y a Rusty pese al lamentable aspecto que presenta y dar la impresión de que va a caer en cualquier momento

Parece que el baile aun no ha acabado... y encima solo queda como pareja el más feo de todos- digo torciendo el gesto y desenfundando el segundo cuchillo, antes de coger el otro clavado en el suelo* - Vosotros distraedlo y evitad que os aplaste... yo me acercaré por la espalda y le cortaré la garganta a ese cabrón