Partida Rol por web

Una puerta se abrió tras la servoarmadura. Ésta última apenas dejaba ver la figura de Kora a sus espaldas, que no había llegado a salir del todo al pasillo. Encañonaba al enemigo con sus armas tras asegurarse de que el lado derecho estaba despejado.

¡¡¡Papá!!! ¿Dónde...? ¿Cómo...?

Tremendamente intimidada y asustada, la muchacha sintió el impulso de gritar en busca de su padre, pero el instinto la detuvo al quedar tan cerca de su posible verdugo. La maquinaria atrajo su atención, e hizo un esfuerzo por descifrarla en busca de un punto débil, sin ningún éxito... El miedo y la impresión que le infundían aquella cosa complicaban mucho esa tarea.

Pero no podía huir. En su lugar desvió el punto de mira a la cabeza de aquel analfabeto cuando la voz de Zack se alzó por el corredor, provocando que cambiara rápidamente de diana. Fue entonces cuando la joven abrió fuego contra las juntas de sus hombros, priorizando el lado derecho...

Las palabras de Zack dejaban claro que sabia perfectamente a que se estaban enfrentando.  

Mas al asomarse, rapidamente tuvo que tirarse hacia atras para evitar ser cocinado vivo por una amplia llamarada que mancho de negro la pared y el techo, haciendo crepitar el lugar mientras la pintura y algun otro material parecia disolverse rapidamente bajo las altas temperaturas, pero sin prender. 

Mientras tanto el cuchillo de Azra habia alcanzado al tipo de la escopeta, tumbandolo y dejandolo en el momento gruñendo de dolor. Un disparo de escopeta que estallo contra la pared donde se escondian Zack y Erik, pero uno hecho mas para asustar que otra cosa, puesto que apenas golpeo la misma pared y muchos de los perdigones se perdieron al final de la estancia. 

Un nuevo barrido de balas estallo contra la puerta donde se escondian las dos mujeres, mientras el unico enemigo en pie buscaba cobertura, para evitar ser alcanzado, con su rifle hablando de sus intenciones. 

Un par de disparos de Zack en su direccion, solo para evitar un acercamiento directo a todos vosotros y de paso reducir los disparos, asi como las opciones de seguir conteniendo a las dos guerreras rubias mas alla de la puerta. 

Un instante. Una opcion… de las que se estaban quedando sin. 

La situacion se volvia mas complicada mientras el sonido metalico e hidraulico seguia acercandose hasta que se escucharon unos disparos golpeando contra metal y un gruñido de frustracion seguido de varios insultos e improperios desde el pasillo. El lanzallamas encendido, pero ahora la llama venia desde abajo, atravesando el suelo y moviendose como una serpiente, sin autentico control. 

No por ello menos peligrosa, sino al reves, puesto que era francamente complicado asomarse sin resultar herido. 

La voz de Zack se escucho lo suficiente para que entendierais lo que estaba pasando. – Keira debe haber golpeado los cables… no tiene control sobre el lanzallamas. Hay que abatirlo ahora… antes de que la cosa empeore. 

Disparaste y apuntaste bien. Las balas golpearon con fuerza y una tras otra destrozaron los cables que estaban a la vista. 

La secuencia fue bastante extraña de ver, como si una parte de un cuerpo perdiera toda vida. El brazo perdio enganche y cayo, no quedandose colgando al lado, pero si en un angulo bajo con el disparador del lanzallamas conectado. Las llamas comenzaron a mvoerse cual una serpiente por el suelo, en direccion a donde se escondian Zack y Erik. Estaban a resguardo pero mientras eso se moviera… seguirian en peligro. 

Entonces notaste como con el brazo aun apuntando hacia tus amigos, la cintura y una de las piernas comenzaron a girarse, mientras el brazo que estaba entero sacaba algo de la cintura. 

Malditah perra… - Sus ojos quedaron fijos en los tuyos. El odio, la rabia y la falta de humanidad, mientras notabas que se relamia al verte. Notaste dolor, esfuerzo y ganas de venganza. – Voy a reventarte... 

No entendias realmente el idioma, pero lo entendiste claramente. La inflexion en las palabras. El tono. Era imposible no entenderlo. 

Una pistola recargada y antigua asomo entonces en su otra mano y te apunto… el disparo no te dio. Golpeo justo detras de ti. Notaste como paso a tu lado, sin mas, impactando justo sobre la pared.  

La sonrisa del tipo seguia ahi, aunque habia fallado. 

Te crees que soy gilipollas o que? – El tono dejaba claro que sabia que estaba jodido pero no por ello dejaria de hacerlo a su manera. 

Una leve conmocion dentro mientras notabais movimiento por una de las ventanas, aun asi el cristal parecia lo bastante duro para aguantar una bala. 

Un par de golpes y un cuerpo cayendo seco al suelo. 

Quedaos quietecitos malditos cabrones u os reviento a todos. Uno a uno si hace falta.  

No captabais del todo que ocurria alli dentro, pero la situacion empezaba a ponerse mas tensa, eso estaba claro. Las palabras de Leia sin duda parecian haber encendido algo en el resto de los rehenes. 

Malditos hijos de puta... - El tono iba hacia dentro, pero entonces cambio y estaba claro que se dirijia a vosotras. - Ehhh perra que estabas diciendo? Bajad vuestra arma, yo suelto al chico y me dejais largarme… paso de morir en un sitio de mierda como este, por mi parte pueden morirse todos esos capullos de la cruz… 

Se asomo muy levemente, imposible poder dispararle, menos con una bala. Una sonrisa sadica. 

Soltamos ambos las armas y me dejais largarme. Trato? – Volvio a desaparecer dentro. Au nasi estaba claro que era un tipo grande y musculoso. 

Au nasi se notaba tension y falta de conviccion en que esto saliera bien si seguia asi, una cosa estaba clara queria vivir. 

Nada como dar en el blanco.

Ver aquel armazón infernal flaquear le suministró un importante chute de dopamina y determinación a la sureña, que pronto dibujó una mueca de horror al comprobar cómo ahora las llamas serpenteaban sin ningún control. - ¡¡Oh, mierda!! - Retrocedió un par de pasos, amedrentada frente a la primera servoarmadura que veían sus ojos, cuando su oponente se volvió hacia ella... - ¿Qué arma...? - ...e hizo un amago por protegerse del disparo, logrando eludirlo.

¡¡Ha fallado!!

Aún así el tipo sonreía, lo que la llevó a girarse hacia donde había impactado el proyectil...

Eso no es una... (...) ooOOOSSTIA, J-

- ¡¡¡JOD-DÉRR!!! - Lo de "reventarla" había sido literal. Kora se impulsó con el antebrazo de inmediato hacia el exterior, casi tropezando con un macetero cuando echó a correr en la dirección opuesta*, ampliando la distancia con su enemigo. - ¡¡¡LLEVA UN LANZA-EXPLOSIVOS!!! - Gritó a la carrera, alzando el arma derecha para dispararle de nuevo.

Un gruñido salvaje fue la respuesta que recibió Ania mientras los ojos de la amazona miraban en dirección a llamas.

- Esos desgraciados están aquí... Tengo cuentas pendientes con ellos... - Golpeó una de las paredes con uno de sus puños - ¡Joder! Putos estúpidos inconscientes que no hacen caso... Así les va. - Dijo mientras miraba a Erik y a Zack pues para la rubia Erik había vuelto a poner al grupo en una nueva situación de peligro, algo que no resultaba una novedad para ella. 

- ¡No tenemos armas a distancia ni explosivos! ¿Cómo coño queréis que lo abatamos? Y si vamos al cuerpo a cuerpo estando a esta distancia nos hacen un colador... 

Apenas tenían opciones pues su situación no era la mejor así que Azra miró alrededor para ver cuál era la mejor cobertura para ir acercándose al tirador hasta poder estar lo suficientemente cerca como para lanzar sobre a él a rajarle el cuello. 

Tomó la cara de la amazona entre sus manos - Las resolveremos luego. Yo te ayudaré. Pero te queremos viva - luego la soltó, pues era su decisión

La cosa se complicaba. Y mucho. El calor de aquellas llamas se aunaba a la sensación de sofoco y agobio, al olor de sudor, sangre y chamusquina.

Mientras aún estaba delante de Azra volvió a alzar la voz - Tenemos el código para salir pero hay que ATENDERLO primero - puso gran enfásis en aquella palabra para que Erik comprendiera lo vital de aquello, porque su hija parecia estar en peligro y temia que volviera por ella.

Se apartó ligeramente para dejar asomarse a su hermana de nuevo mientras ella desenfundaba su katana. Miró preocupada donde estaba su billete de salida y se agazapó delante de él

- Si puedes mandarme a uno de esos desgraciados para acá. Intentaré ensartarlo desde abajo - No estaba lejos de la puerta y se había fijado en sus protecciones para hacerse al menos una idea donde debería atacar. Solo tenia que concentrarse, dejar que las vibraciones del suelo metálico le "hablaran" y que su oido no le fallara con tanto ruido de fondo como había

Kiabi se volvió a girar a su compañera, poniendose el dedo índice en el oído, preguntándole con la mirada si había oído esa voz de hombre que daba datos útiles sobre los chungos. Para ella eran malas noticias, porque pensaba usar su cuchillo conforme saliera por la puerta el capullo con el que estaba negociando, pero tenía claro que iba a hacer caso a lo que había escuchado.

De primeras, decidió no contestar a qué pensaba del que estaba dentro de la puerta, por prudente. Ese tipo de cuestiones no llevan a conversaciones relajadas y fructíferas. Kiabi tenía insultos para aquel engendro para tres o cuatro día, calculando así a lo rápido.

Se alegró de que los de dentro estuvieran intentando presionarlo por su lado también, porque únicamente hablando desde fuera sería mucho más lento. Aunque no le hizo gracia suponer que acababa de matar a otra persona.

Venga joder, - su voz parecía exasperada - espero que no seas tan lento para todo – La verdad es que comportarse como si fuera una chulita y una déspota se le daba bastante bien. Seguramente por lo necesario que era que saliera bien. Habia visto y sufrido tantas veces ese comportamiento, que le resultaba hasta sencillo. Era como si hubiera subido un escalón en el escalafón humano. Ella que siempre había estado en el más bajo: el de los esclavos que lo soportaban absolutamente todo sin rechistar - No tengo todo el puto día para esto.

Se cubrió todo lo que pudo esperando a que cumpliera lo que había dicho, y miro a Ivy, que pasaba a ser protagonista absoluta de lo que iba a pasar. Su gesto era preocupado, estaban en un momento clave para poder salir de allí. Y tenía claro que quería hacerlo con su compañera vivita y coleando.

Mierda…

Las cosas se complicaba, y Kora estaba en peligro, pero nada ganaría en un ataque suicida.

Piensa…

Miró a Zack después de que este hablara, negando con la cabeza salir por su zona es imposible señaló con el dedo al tipo de la escopeta que acababa de abatir Azra, aunque todavía seguía siendo un problema… cubreme, yo las cubriré a ellas propuso a Zack, si lograba controlar esa parte, lo tendrían mejor para enfrentarse al tipo de la armadura.

!Os cubrimos! Grito a Azra y Ania mientras intercambiaba una mirada complice con el hombre, levantó la mano, contando con los dedos hasta tres, y al llegar a este número, salió de su cobertura confiando en que Zack se ocupara del tipo de suelo mientras el disparaba en dirección al lugar donde se encontraba el del rifle intentando dar tiempo a las dos mujeres a que pudiera llegar hasta él.

!Ahora!

Ella sabe cuidarse… sólo necesito un minutos más…

Esperaba que el lanzallamas siguiera descontrolado durante un ratito más.

Un minimo de coherencia. No parecia posible pero con las palabras de Erik, directas y claras y la decision de las dos guerreras rubias... lo improbable ocurrio, aunque tuviera un precio.

Erik se asomo, descargando su pistola sobre la cobertura del hombre con el rifle. Un momento unico para que el enemigo en el suelo, apuntase con su escopeta contra el. El cuerpo del medico encañonado y justo entonces Zack se asomo por lo bajo, pistola en mano y disparo una unica vez.

Un solo proyectil que golpeo en el pecho del hombre tumbandolo en el suelo.

Tiempo suficiente o eso creyeron.

Ania se movio, salto por encima de su cobertura, katana en mano y fue directa a por el hombre que desde el suelo, se movia aun con la escopeta cogida, dando visos de estar muy vivo. Un rapido movimiento y la katana bajaba rauda hacia su destino, cuando el hombre no dudo en sacar un arma de su cintura y efectuvar un unico disparo que atraveso el muslo de la asesina de parte a parte, antes de que la afilada hoja cercenara su vida.

Azra se movio por el otro lado, rauda y sigilosa, pero dada la cobertura que le ofrecia Erik, el hombre acabo entendiendo lo que ocurria, se giro para recibir a la amazona. Su arma choco en un primer momento con el rifle, un golpe y el arma cayo al suelo, justo antes de que el cuchillo atravesara de parte a parte su pulmon, provocando que un boqueo sangriento cayera sobre el rostro de la guerrera. Un giro de muñeca, agravo la herida, pero por eso mismo, el cuchillo del hombre encontro el flanco desprotegido, consiguiendo alcanzar a la amazona. El cuchillo atraveso las telas y se quedo clavado en el costado, mientras el cuerpo del hombre caia, con el rostro manchado de sangre mientras gorgoteaba buscando aire.

Todo sucedio en un unico instante... solo unos pocos segundos y entonces una tremenda explosion resono viniendo del pasillo donde habian dejado a Keira.

Estaba clara la presion de la actual situacion. Ivy te miro y asintio, permitiendo que la cubrieras con tu cuerpo para que no se viera el rifle de asalto. Ambas teniais muy claro lo que iba a suceder y por la forma en que la mirada de la mujer se endurecio pudiste entender que lo de otra posible victima tampoco le hacia gracia.

Las palabras llevaron a un acuerdo, que no pensabais cumplir.

El cuerpo del hombre asomo, mirandote a ti primero, para luego buscar a Ivy, apenas vislumbrado parte de ella antes de que tu sintieras el rebufo de aire entre tu brazo y tu costado. El aire caliente, de la percusion de un proyectil. La cabeza del hombre estallo de nariz hacia arriba, estampando el cuerpo del mismo contra la pared del interior del habitaculo.

Un suspiro denso mientras notabas el cuerpo de Ivy moverse. - Perdona, era el mejor lugar para que no sospechase.

Una sonrisa cansada, pero victoriosa mientras te señalaba con la cabeza en direccion a donde los rehenes estaban.

Apenas os dio a moveros cuando todo el lugar retumbo con el sonido de una potente explosion, que provenia del pasillo mas alejado... al poco algo parecio salir sacudiendose por alli. Confundida, apra acabar cayendo al suelo.

¡¡¡LLEVA UN LANZA-EXPLOSIVOS!!!  - Una voz femenida grito esto, haciendo que retumbase, la procedencia era del pasillo del final.

Una sonrisa y tu mente proceso lo necesario para entender que era lo que tenia justo a su lado.

Corriste. Quizas no fueras la mejor oteadora de este mundo, pero correr habias aprendido desde pequeña. Te moviste, te golpeaste con un macetero, lo saltaste y seguiste corriendo, disparando a ciegas hacia atras, escuchando un gruñido de fastidio ante tu perseverancia. Quizas incluso uno de dolor, pero no pudiste llegar a procesarlo cuando sentiste tu cuerpo lanzado como una marioneta sin cuerdas.

La fuerza de la explosion te estampoc ontra la pared, lanzandote de tal forma que no fue un impacto directo, sino de costado, haciendote rebotar contra la superficie vertical y avanzar por el aire con el mismo impacto hasta que la inevitable gravedad reclamo lo que era suyo y tu cuerpo acabo cayendo contra el suelo.

Con el aire arrancado de tus pulmones. Tu brazo izquierdo doliendo lo que no estaba escrito y con sangre en los labios, mientras notabas como algo estaba roto dentro de ti. Escuchaste una voz dentro de esa locura cargada de humo en estos momentos. Abrir los ojos dolia, pero sabias que el estaba vivo.

Te arrastraste, usaste la pared para girar la esquina, pero la cabeza dolia a rabiar y veias borroso. Diste un par de pasos y cuando ya habias salido del angulo de disparo de un arma convencional, notaste tus rodillas quejarse y antes de darte cuenta estabas de nuevo en el suelo.

Todo daba vueltas, pero tu no te rendias, nunca te rendias. Asi que ate arrastraste hasta poder ver fuerza de la bola de humo. Al fondo... dos mujeres. Una rubia y una morena. Al mismo fondo del pasillo.

Los ojos inyectados en sangre, una sonrisa cargada de malicia y deseos de venganza mientras el dolor por sentir como la hoja de aquel cuchillo la atravesaba provocaba que sus labios se tiñeran con su propia sangre, convirtiendo su expresión en una más salvaje y cruel aún, dejando ver que la guerrera amazona era una depredadora y que la agresividad y la sangre eran sus formas de vida, unas formas alejadas de la civilización. 

Sabía que no debía extraer el cuchillo a la ligera, que debía comprobar que no hubiera perforado una zona peligrosa pero también sabía que ir con el arma clavaba sería molesto y peligroso, por lo que quizás debería taponar la herida sin sacar el arma...

Entonces es escuchó la explosión y Azra gruñó con desagrado, siempre que se reunían con aquel grupo terminaban peor de lo que estaban, lo que le indicaba que no eran de fiar y que no sabían hacer bien su trabajo. 

- ¡Debemos salir de aquí ya! Quien quiera quedarse atrás él mismo pero no pienso cargar con más pesos muertos. - Miró a Ania con frialdad, sin mostrar ni un ápice de piedad o preocupación por ella. Si era una superviviente viviría, sino aceptaría su muerte y lo haría peleando, o así debía ser - No tenemos tiempo para preocuparnos por una persona - Parecía como si el capullo de Erik esperase por alguien y si era así tenía delito que lo hiciera precisamente ahora, especialmente cuando sus manos estaban manchadas con la sangre de tantos otros que habían caído por su incompetencia - Larguémonos de aquí... ¡YA! No pienso dejar que me maten unos explosivos porque no sepáis como coño hacer las cosas bien. 

Humo...

Punzadas...

Ardor y escombros...

El zumbido en los oídos se manifestó conforme los ojos de la joven se abrieron poco a poco, contemplando cómo el mundo danzaba ahora desdibujado, vertiginoso y confuso frente a ella.

Ver le dolía. Y no podía soportar mantener los párpados abiertos en medio de aquella locura sensorial: tenía la sensación de seguir flotando en el aire como una cometa extraviada, a pesar de estar tendida entre cascotes.

Apretó los puños y los dientes. Todo daba vueltas. Su cabeza amenazaba con estallar...

- Aaggghh... - Escondió el rostro entre sus brazos, magullada y dolorida, antes de "escalar" hacia adelante, intentando alejarse de la humareda. Porque tampoco podía respirar. Buscó llenar sus pulmones de aire, pero éste estaba saturado, lo que provocó que al toser el dolor se expandiera por su cuerpo como una mancha de aceite, retorciéndola sobre la misma superficie que la había recibido al caer.

Algo no iba bien... Estaba rota por dentro. ¿Quizás también lo estaba por fuera...?

No podía saberlo, y sintió miedo... No entendía... ¿Dónde estaba exactamente? ¿Por qué su lengua sabía a metal...? Estaba sola... ¿En qué dirección...?

Aturdida, se dejó guiar por su instinto y avanzó por el corredor para terminar incorporándose, regresando al suelo con aterradora inmediatez y facilidad...

- Uuugghhjjj... - Gruñó entre dientes, sufriendo un nuevo ataque de tos, llevándose una mano a su brazo malherido... - Me duele... Me duele... - El dolor se deslizaba por sus mejillas en forma de lágrimas cuando su lamento se tornó en jadeo, y a pesar de las heridas Kora continuó arrastrándose a gatas con la ayuda de unas manos temblorosas y endebles, enguantadas en cuero recién desgarrado...

...Hasta que alcanzó a vislumbrar aquellos borrones al final del pasillo, que pronto se definirían con formas de mujer... ¿Pero quiénes...? Querían sonarle... Las había visto antes...

Las había visto antes.

¿Quiénes eran...? ¿Qué hacían allí...? ¿La estarían apuntando...?

¿Dónde...?

¿Y si la estaban apuntando...? ¿Y si iban a rematarla...?

El temor a morir allí la llevó a luchar por ponerse nuevamente en pie. A demostrar que aún podía defenderse. Pero no lo conseguía: aunque se ayudara de la pared sus rodillas cedían con cada intento, desplomándola sobre el terreno que, sin querer, teñía de rojo. Estaba demasiado débil y desorientada para poder hacerle frente a nada... Ni a nadie.

En un último intento desesperado se tanteó a sí misma en busca de lo único que podía defenderla: sus armas. Ambas desaparecidas en combate... O eso creyó hasta dar con aquel objeto emborronado que descansaba cerca de ella...

Contra todo pronóstico, se coordinaron de manera excelente y consiguieron cambiar, al menos de manera momentánea, las tornas del combate… hasta que llegó la explosión que hizo que se le encogiera el corazón, que su mente retrocediera demasiados años atrás y su instinto le amenazara con apoderarse de su cuerpo… pero ya no era aquel hombre…

Miró a Azra, ignorando sus palabras sin sentido, hacía tiempo que había desistido de intentar entenderla, y lo había intentado, con todas sus fuerzas. No lo iba a dejar acercarse a ayudarle, lo tenía claro, así que desvió la mirada hacia la Ania, el disparo había atravesado el muslo, pero no sangraba lo suficiente como para que se hubiera dañado la arteria femoral, por lo que su vida no corría un peligro inminente, aunque obviamente no pensaba dejarla allí sin ayudarla.

Enseguida estoy contigo se había acercado a ella, sacó su botiquín, pero la mujer enseguida se percató de que el médico estaba preparado un arma, pues había cogido una de las gasas, la empapaba en alcohol, y la metía en una botella que tenía pinta de ser “para días complicados” con un poco de suerte arderá dijo a la chica con una sonrisa que pretendía infundir confianza…

Desde su posición no podría lanzarlo, pero si se movía hasta al pasillo, conseguiría el ángulo suficiente para acertar al fuego.

Era consciente de que Zack había ido a ayudar a Kora que esté viva… no puedo pensar en eso ahora, tiene que estarlo tenía que templar sus nervios, para llegar a esta a ella y ponerla a salvo sin que nadie más arriesgara su vida, necesitaban que el tipo de la armadura cayera. Cada movimiento le arrancaba un pequeño gruñido de dolor, era consciente de que él también estaba herido, pero era el último de la lista.

Cuando Kiabi vio aquella cabeza explotar, a la misma vez que notaba una quemazón en el costado, sonrió, volviendo el rostro a su compañera – No es nada. Bien hecho Ivy. - Le asintió con rotundidad. Sincera al alabar el certero tiro que había realizado.

Iba camino de la sala, a decirles en bajito que era momento de moverse para salir, cuando el suelo tembló a sus pies y el resultado fue caer con rodillas y manos. Levantó la cabeza a toda velocidad, horrorizada por lo que acababa de pasar, y después, de escuchar..

Rápido..., ¡¡¡FUERA!!!… ¡detrás de mí!

Se incorporó en un momento, buscando a Ivy con la mirada y señalando la salida hacia la puerta, para que encaminaran sus pasos para allí. Tras comprobar que le hacían caso, comenzó a hacer el camino la primera, desde luego que parecía una suicida en potencia, aunque intentando resguardarse lo más posible.

Buscaba la cara del chico que no le había disparado nada más verla, esperando sinceramente que actuara de la misma manera - ¡No disparéis! ¡¡Somos los rehenes!

Entre morir sepultada y arriesgarse a un disparo, en el último momento había decidido que prefería lo segundo. Ya tendría tiempo de saber si se había equivocado o no...