Partida Rol por web

El tiempo parecia alargarse y quedar suspendido en el aire como si todo se ralentizara. Y así era, pues todos se movian despacio, incluido el hombre con el que habían experimentado. Todos iban con cautela, midiendo y conteniendose antes de saber más. Lo bueno de aquello es que si aún no los había atacado era por algo, pero ¿porque? ¿Estaba analizando sus puntos débiles antes de atacarlos o simplemente protegia su lugar como lo haría cualquier persona o animal?

Ania no podía hacer mucho más salvo seguir cerca de Azra y moverse un poco más. Solo lo justo para que él las mirase a ellas y no a Erik. Él y Kora tenían que rescatar a los chicos así que solo tenian que aguantar un poco más sin llegar a enfurecerlo.

Una mezcla de hastío e irritación se manifestó en el rostro de Keira cuando el pitido atravesó los tímpanos del pasillo: si el odio pudiera matar aquellos adolescentes habrían caído fulminados...

Nonononononononononono...

En respuesta a la reacción de la bestia, la joven se detuvo y permaneció inmóvil sin apartar los ojos de ella. No comprendía del todo su comportamiento ni sus gestos como seguramente lo estaba haciendo la amazona, pero sí entendía el lenguaje gestual... Así que se quedó quieta a la espera de que el híbrido de lobo se moderara. - Tranquilo... Tranquilo... - Aún no había cargado contra ninguno, por lo que deducía que sólo estaba mandando avisos... Seguramente porque no identificaba el olor de ninguno de ellos como una amenaza. Venían de fuera.

Sin embargo no la tranquilizaba en absoluto el hecho de que prestase más atención a Erik. No estaba segura de si aquello era bueno o malo, pero ayudó a que la chica le siguiera con extrema precaución, pegando su espalda a la pared sin perder de vista al experimento, escuchando cómo el médico se dirigía a los chicos...

Nosotros no olemos como ellos...

Parpadeó, inquieta, dedicándole un fugaz vistazo a Tanner...

- No abras esa puerta. - Musitó. Y su voz jugaba a su favor, pues Keira ahora hilaba las palabras en un susurro suave y pausado para no alterar a la criatura... - Él no está aquí por casualidad... Sabe que están ahí y va a abalanzarse contra ellos en cuanto se abra.

Tragó saliva, esforzándose por controlar tanto la respiración como el leve temblor que la recorría. Su mirada se afiló sin desviar su atención del híbrido mientras que su mente jugaba con la idea de que éste estaba tan acojonado como lo estaban ellos... Y por un momento se preguntó si él era la mayor amenaza sobre la mesa. No sabría explicarlo, pero algo no encajaba... Así que hizo memoria de la información que les había proporcionado "Marlen" momentos antes: ellos habían entrado a por un enemigo que... no estaba allí. ¡No estaban ni relativamente cerca, joder!

- Escuchad... - Y por dios agudizad bien el oído... - Era consciente de que decir aquello en voz alta era arriesgado: pero la muchacha no era telepática y temía que nadie más se había dado cuenta. - No hay ni un puto rastro de quienes se supone que han entrado en el refugio... Ni caníbales... Ni armas... Ni cadáveres... Nada... - Entendía que aquello era enorme y que existía la posibilidad de haber sorteado el peligro: pero no tan cerca de los adolescentes. - Joder, ¿es que no véis que algo no cuadra...? Esa chica... - Negó sutilmente, girándose hacia Erik para encontrarse con sus ojos. - No ha dicho la verdad. O al menos no toda la verdad...

¿Los habían mandado a esconderse precisamente a un laboratorio de quimeras...? ¡¡Ostias, había que ser muy hijo de puta para hacer eso!! ¡Era la zona más peligrosa del jodido Vault! ¿Dónde mierda estaban el resto de civiles? ¿Dónde estaban los salvajes? Prácticamente todos los cuerpos vestían con bata o con equipos especiales, y la causa de la muerte era la misma: aquella criatura que tenían delante... ¡Allí no había "caníbales"! ¿Por qué advertirles sobre ellos y no sobre la bestia...? Marlen... Había dudado de ella desde el principio... ¿Y si su instinto no le estaba fallando? ¿Y si la "hija de Luka" no era quien decía ser? ¿Y si estaba siendo coaccionada...? ¿Y si no eran más que un cebo? ¿Y si...?

Nadie estaba atento a la retaguardia; ¿quizás Zack...? - ¿Dónde coño estás, Zack...? - La atención de los cuatro estaba puesta en un único foco, así que estaban completamente expuestos a cualquier factor externo... ¿Habían más como él en los alrededores? Ya no sabía qué creer... Ya no se creía nada de lo que aquella chica les dijera. Ni tampoco del chico... 

El chico... El chico ni siquiera...

Frunció levemente el ceño... Y al momento siguiente el temor que se reflejaba en sus ojos claros se intensificó de súbito.

- Apártate del cristal, Erik. - Esta vez no sonó a petición: se lo estaba rogando.

Es una trampa... ¿Es una trampa?

Un escalofrío recorrió toda su columna vertebral, su piel se erizo y no pudo evitar emitir un ligero gruñido tras las palabras de la joven, pues éstas hacían que todas sus sospechas se intensificaran y de nuevo, era muy probable que tuviera razón... Ella ya lo había dicho, que iban a una trampa, incluso antes de entrar en aquella tumba subterránea... 

Su mano se aferró al cuchillo, colocándose en una postura mucho más agresiva y defensiva pero no hacia la criatura, sino con su entorno. Quizás, quizás si le demostraban a él que podían ayudarse mutuamente y tendrían un aliado pero... Eso era si él no estaba de parte de los auténticos enemigos, aquellos que aún no habían visto pero seguro que ellos estaban viéndolos a ellos... Y esos supuestos chicos, esas supuestas víctimas... Erik era demasiado ingenuo para este mundo... 

La guerrera se mantuvo en su posición, preparándose por si quienes esperaban dentro decidían atacar. Porque algo le decía que no eran un muchacho y una muchacha indefensas... Ahí había más, mucho más y Erik les había vuelto a meter en una jodida tumba... Y de nuevo, nadie la había escuchado a ella... 

Tomó su arma, colocándola de forma que en cuanto vislumbrara el más mínimo signo de peligro o ataque, saltar a por su presa para buscar cortar algún tendón o músculo que complicara el movimiento, especialmente buscaría ir a por las piernas. Pues si lograba cortar la zona interna del muslo sería más fácil que se desangrara... 

El silencio que siguio a las palabras de Erik, la falta de ese zumbido molesto y la quitud que se habia instaraudo en la escena ayudaron a que la criatura se destensara o al menos, pareciese menos agresiva a vuestros ojos. Eso si, sus pasos, a cuatro patas le colocaron en linea recta con la nueva posicion de Erik y Kora, permitiendo buscar un flanco protegido o al menos, levemente menos expuesto a la posicion de Azra. Ania deberia moverse para encontrar su lugar, pero el aparatoso entramado del laboratorio no daba muchas opciones.

El silencio por parte de los chavales se mantenia, pero podia verse que habia movimiento detras de ese pequeño cristal que permitia ver tanto hacia dentro de la zona de seguridad como hacia a fuera.

Por contra Zack no parecia estar cerca o al menos, no a simple vista, de eso no habia duda. Se escuchaban suaves movimientos aqui y alla, muchos de los cuales podian parecer los propios del laboratorio, como ocurria con el armario refrigerado u otro aparato del mismo laboratorio que aun funcionaba.

Las palabras de Kora fueron como un mazazo inesperado que añadieron más incertidumbre a todo aquello. ¿Tenía razón? Azra alteró su centro de atención y eso hizo que al igual que antes, la rubia la imitara. La intranquilidad le mordia el pecho. No era la tensión de como cuando se toparon con el hombre, era.... desazón como cuando entraron en la ratonera de metal.

El hombre se había relajado y eso le dejaba algo de margen para hacer lo que quería hacer. Tampoco tenia espacio para avanzar así que.... Tocó con suavidad el brazo de la amazona sabiendo que ni Erik ni Kora podían verla e hizo un gesto hacia atrás, hacia la zona donde estaba el manzano y el refrigerador. Comenzó a recular despacio. Tenia que averiguar que cojones estaba pasando allí, aunque una idea se habia ya filtrado en su cabeza.

Avanzó de medio lado para no perderla de vista del todo y a la vez ver algo de hacia donde se dirigia sigilosa....

Tras unos momentos de pensamientos caoticos y dudas. Ania despareció de la vista de casi todos, menos de la de Azra, al recular despacio y sigilosa por el pasillo en el que de momento estaban solas la amazona y ella, ya que Erik y Kora habían avanzado hacia el otro pasillo

Azra negó con la cabeza ante el gesto de Ania, no era buena idea ni separarse ni dejar de prestar atención o preocuparse por aquella criatura. Pero tenía que creer que Ania era fuerte y si ella creía que separarse e irse sola a aquel lugar era lo adecuado, ella misma. Seguramente Zack estaría rebuscando para vender materiales u objetos, si era una especie de saqueador o chatarrero tendría su lógica. Además, aunque no se fiara demasiado de él, se fiaba menos del lugar en el que se habían metido, pues cada vez olía más a trampa...

La guerrera miró en dirección a Erik y la chica, luego miró a la criatura y por último hacia la zona de en penumbras pues quizás el peligro podría ocultarse en donde nadie había mirado, usando aquellos sonidos a los que se dirigía Ania como una tapadera. No era la primera vez que había visto aquello, que había caído en algo así... 

Poco a poco fue moviéndose hasta volver a quedar entre la criatura, Erik y la chica, moviéndose muy lentamente para  buscar intentar acercarse al pasillo que había frente a ella, pudiendo tener así a la criatura rodeada por tres bandas, aunque quizás él conocía otros lugares por donde moverse para emboscarles... 

Un sonido os alcanzo. Un sonido metalico muy amortiguado como si estuviera acolchado con piel o similares, pero sin duda era un sonido metalico. Por la altura diriais que alguien se habia chocado sutilmente con algo*, aunque era tan sutil que podia pasar desapercibido.

El problema era de donde venia... la penumbra por la que habia aparecido hacia nada la criatura.

La bestia de repente se agacho un poco, reduciendo su posicion de agresividad o violencia notablemente. Su cabeza se movio en un ligero balanceo para quedarse mas en una posicion casi horizontal mientras sus ojos se fijaban en la penumbra de la que hacia nada habia salido.

Una figura asomo de entre las sombras de ese lugar donde estaban fijos los ojos de la bestia. Justo en el limite de las sombras y aun asi permitiendo que vierais su porte lo justo. Algo mas de metro ochenta, elevandose sobre vosotros y mirandoos con unos ojos azules grisaceos como el color de una tormenta electrica que avanza sin compasion por donde deja caer su mirada. La mirada era inquisitiva y curiosa, pero cargada de un peligro diferente al de la bestia, mas inteligente, mas calculado.

Sus ojos acabaron cayendo sobre Azra que era la que estaba mas cerca, una sonrisa parcial mientras las aletas de su nariz se abrian, aspirando el aroma que le llegaba. Una sonrisa ironica, ladeada hacia el lado izquierdo de su rostro, mostrando parte de unos dientes parcialmente amarillos sobre los que sobresalia un colmillo bien afilado.

Un paso, que sono sobre el suelo muy sutilmente, dejando claro que sabia moverse en silencio si lo deseaba... y ahora en medio de ese mundo de color azul. Una nueva figura aparecia, casi por completo frente a vosotros. El olor era fuerte, mas alla de los ropajes, podia notarse un sudor denso y fuerte, que no desagradaba.

Ancho de espaldas. Cubierto en su mayoria por pieles y cuero. Sobre las cuales sobresalian por su tono mas azulado en ese lugar, las hombreras y antebrazos asi como parte del pecho, pues estos parecian cubiertos por sutiles placas de metal levemente adornadas. Una camisa que terminaba en un corte abierto que mostraba un trozo de torso musculado y sobre todo con vello entre canoso y oscuro.

Una gran mano subio hasta un rostro donde una poblada barba se mostraba, eso unido a su pelo largo le da un aspecto asalvajado dificil de pasar por alto. Esa sonrisa ironica aun ahi mientras os miraba y tras pasar la mirada por cada uno de vosotros desviar levemente la mirada a la bestia. Un gesto suave y la tranquilidad de la criatura se evaporo, volviendo a una posicion no agresiva pero si atenta, por si era necesaria la violencia.

La otra estaba en el cinto, de donde pendia un mango, aunque el arma quedaba oculta por las ropas y las sombras del lugar.

Una voz grave y levemente cascada salio de entre mis labios. - Vaya... y yo que pensaba que la puerta estaba cerrada... - El tono era levemente divertido, si una cosa estaba clara es que no os tenia miedo.

Los pasos que diste hacia donde se suponia que estaba Zack provocaron que no te diera tiempo a reaccionar en forma alguna a la presencia que apareceria segundos mas tarde, aunque fueras consciente de ella. A lo suno podrias advertir de ello, si es que eso era relevante dada la situacion de tension en la que os encontrabais.

Por contra te dio tiempo a ver al hombre de la cresta moviendose entre los armarios alrededor del arbol de cuyas ramas colgaban rojas manzanas. Parecia estar abriendo los cajones y cogiendo cosas, no es que fuera completamente selectivo pero estaba claro que tenia una idea de que coger y de que no.

En el momento en que tus ojos se fijaron en el, notaste como se detenia y se giraba parcialmente para clavar tus ojos en ti. Estaba claro que no estaba tan ausente como para no ser consciente de lo que ocurria a su alrededor. Estaba pendiente de vosotros, no os habia dejado tirados pero sin duda, como ocurria con la mayoria de vosotros tenia sus propios objetivos mas alla del grupo.

Una sonrisa parcial que se convirtio en leve tension, cuando parecio notar la misma presencia que tu notabas. El cajon se cerro y notaste como se movia en preparacion de un posible combate.

El olor del desconocido no era desagradable, ni mucho menos, era... jodidamente familiar. No, no era tu padre, pero sin duda... era alguien como tu. La cercania provocaba que ahora fueras consciente de ello, alli donde el olor de la bestia tenia sutiles diferencias, las del hombre sin duda marcaban claramente que poseia sangre salvaje.

El olor de la bestia habia evitado que pudieras notar el del hombre, pues el de la criatura era sin duda mucho mas potente.

Desconocemos demasiado sobre las circunstancias, tienes razón concedió a la nerviosa joven y podría habernos mentido aquello no pareció preocuparlo pero también podría no haberlo hecho y eso para él era argumento suficiente. Estaba sopesando las opciones, quería sacar de allí a las personas que había tras esa puerta, pero Keira podía tener razón, y que aquella criatura los atacara en cuanto abrieran, a ellos los estaba respetando, al menos de momento, pero quizás a los chicos no… se sobresaltó cuando una nueva figura entró en la escena.

No lo había visto venir, y estuvo a punto de reaccionar apuntándole, pero el hecho de que la criatura se hubiera relajado hizo que se contuviera, aunque no tuvo del todo claro si eso era bueno o malo. Lo que si era obvio era que tenía control sobre ella, al menos parcial.

¿Dónde esta el dichoso Zack?

Hola saludó con calma el médico, prefería tratar con alguien que pudiera hablar me llamo Erik se presentó de manera instintiva como supongo que sabrás han atacado el pueblo no le pegaba que esa persona estuviera detrás de los ataques, aunque tampoco podía descartarlo estábamos fuera y por casualidad oímos a los de dentro señaló con el mentón la puerta y nos pidieron ayuda intentaba dejar claro que no estaban en ningún bando los códigos para abrir la puerta estaban fuera se encogió de hombros, la verdad es que había resultado sencillo abrirla.

Ahora le tocaba explicarse al recién llegado, parecía confiado, eso era bueno, mejor así que nervioso, Erik intentaba mostrarse a medio camino entre la tranquilidad y la tensión, y que en realidad era como se sentía, el miedo hacía tiempo que lo había abandonado.

La tensión de sus músculos se liberó al sentir aquella presencia, una que no había detectado ni visto, una presencia que la había sorprendido y eso solamente podría haber significado una cosa, la muerte...

En cuanto fue consciente de aquella presencia su mano se movió rauda hasta colocar su cuchillo en posición defensiva ante su pecho, tal y como el Maestro le había enseñado mientras no pudo evitar emitir un gruñido de aviso, aunque estaba cabreada y furiosa con ella misma, la habían sorprendido y eso era malo, muy malo...

Las aletas de su nariz también se abrieron, olfateando el aire y a aquella figura, ladeando su cabeza casi de la misma forma, analizándolo y mirándolo con atención, curiosidad y un absoluto estado de alerta por si debía defenderse o defender a alguien de los que allí estaban...

Pero entonces la voz de Erik la sobresaltó y de nuevo negó con la cabeza resignada y defraudada. Aquel hombre no parecía tener las ideas claras y ahora había dejado sin vigilancia a quienes supuestamente quería rescatar de aquella habitación y, si era una trampa, los habían acorralado... Se recordó a sí misma no volver a trabajar con aquel hombre... 

Su cabeza regresó a la figura, mirándola con intensidad.

- ¿Quién eres? Tu... No quedó nadie... 

Keira se acomodó cuidadosamente el machete en uno de sus cintos aprovechando la distracción de Azra al posicionarse frente a ellos. Una vez lo tuvo asegurado empuñó una segunda pistola con la zurda. No podía evitarlo: los filos no eran lo suyo, y tanto Ania como Azra daban la impresión de saber manejarse sin problemas cuerpo a cuerpo.

Un sonido casi imperceptible hizo que elevara sutilmente el arma derecha hacia la penumbra, encañonando en dirección al suelo. - Hay alguien. - Fue un movimiento fluído que ejecutó con suavidad para, mayormente, alertar a quienes la tuvieran en su campo de visión. Su ritmo cardíaco había vuelto a dispararse de golpe, provocando que sus pupilas se contrajeran en busca de algo que aún no se había hecho visible ante sus ojos pero que sin duda quedaba al cobijo de la oscuridad... hasta que decidió abandonarla.

Mierda...

La chica tragó saliva, bajando la pistola unos centímetros. Y su mirada felina se afiló aún más para estudiar los rasgos de la figura... Las pieles que vestía aquella nueva pieza en el tablero lograron confundirla por un momento, aunque no tardó mucho en ser consciente de que su indumentaria no casaba con ninguno de los bandos que en teoría se encontraban en el Vault. Podría ser cualquiera. Pero la experiencia le advertía que pocas veces era un aliado... Un aliado que parecía haber encontrado en el híbrido, pues todo indicaba que el desconocido ejercía cierta influencia sobre él.

Ha estado aquí todo este tiempo... Justo aquí... ¿Por qué?

Un fugaz vistazo hacia la puerta que los separaba de Marlen antes de presenciar la intervención de Erik. Su pacifismo logró reblandecerla por dentro, como si sus palabras removieran algo que había permanecido inerte durante demasiado tiempo... - ...Kora. Atenta. - No podía permitirse ninguna distracción ahora, así que osciló su atención entre el individuo y la sala de seguridad. Inmóvil y en silencio, pero en estado de máxima alerta. Poco importaba que la temperatura hubiera descendido notablemente durante su paso por los laboratorios: la poca piel que dejaba expuesta ahora lucía perlada por el sudor.

Únicamente frunció el ceño tras escuchar a Azra... Que "no quedara nadie" sólo era una mera suposición. No había manera de intuir siquiera el número de personas que quedaban con vida dentro de aquella ratonera de metal, o cuántos bandos habían accedido a ella durante las últimas horas. La realidad era que no tenían ninguna certeza sobre nada... Mucho menos sobre aquella sala que Keira controlaba de reojo, vigilando que nada los sorprendiera desde la nueva retaguardia.

Sus rodillas estaban ligeramente dobladas, su cuerpo aún de medio lado, como si estuviera atendiendo a ambos lados de sus costados, a ambos lados del pasillo donde estaba... Sus azules ojos se clavaron en Zack. En parte rabiosos, en parte impotentes... El darse cuenta que él había sido más inteligente la cabreaba. Que hubiera aparecido aquel otro tipo cuando había abandonado el costado de su hermana la cabreaba más aún y añadía la impotencia a la ecuación.

Se balanceó con suavidad, de alante hacia atrás. Lo hacia de forma ritmica, practicamente de forma incosciente, como si su cuerpo estuviera intentando decidir que dirección tomar.

_{- ¿Que has cogido? -} sus rasgos se suavizaron dejando claro que no era pregunta agresiva. Además, hablaba en quedos susurros para no entorpecer la conversación que estaba surgiendo entre Erik y el desconocido  _{- Yo también lo necesito.. -} su mirada se desvió hacia el manzano dejando claro que es lo que pensaba ella que había cogido. _{- Tu me ayudas.. yo te ayudo -} y no hablaba solamente de allí dentro. Si no una vez fuera de aquel refugio, si es que conseguían salir.

Antes de que el respondiera se volvió hacia Azra. Veía su espalda. Veía a aquel hombre que había surgido de la penumbra* Se quedó de momento quieta, a la expectativa. Sobre todo del hombre que parecia más un animal que una persona.

Ania habló en quedos susurros con quien estaba al otro lado de su pasillo, en la zona de donde habían venido ellos. No quería interrumpir la conversación que parecia haberse iniciado con aquel desconocido. Luego se volvió en dirección a Azra, de la que veía su espalda y se mantuvo expectante por si tenia que intervenir.

No estaba segura de si aquel tipo vestido de pieles podia verla o no, pero tampoco importaba mucho. En esos momentos se centraba en el hombre que parecia más un animal que una persona.