Partida Rol por web

De hojas y de hobbit estofado

Capítulo 5: Prisionero de los trasgos

Cargando editor
06/04/2022, 11:55
Director

Fredegar desapareció por el túnel que devolvía a la despensa sin apenas levantar sonido, solo un asentimiento con la cabeza y el suave discurrir de sus pies por la roca, más sigiloso que un gato. Iría a calmar a su amigo Dinodas, quien parecía haber desesperado y estar tirando de la cadena para liberarse, o alguna cosa similar. Entre tanto, Welf y Miriel continuaron por el camino que habían seguido Vanwa y Ainar para unirse a ellos y continuar explorando los túneles trasgos. 

El pasaje tomaba una ligera curva a la derecha y luego desembocaba en una pequeña sala de la que llegaba un calor tremendo. En el lugar encontraron herramientas y materiales de herrería, aunque la calidad de los mismos era bastante pobre, y una pequeña forja candente junto a la que había un yunque y una mesa de trabajo bastante desordenada. Allí era el lugar donde las criaturas forjaban y reparaban sus cuchillos y las puntas de sus flechas. Al lado contrario de la estancia había una apertura por la que continuaban las cuevas y donde el aire estaba mucho más viciado, si es que aquello era posible. A su izquierda había otro pasaje desde el que llegaba la misma algarabía y jaleo que habían escuchado desde el otro lado, solo que bastante más atenuada, por lo que supusieron que aquel lugar también comunicaba con el salón en el que los trasgos estarían celebrando su festín. De Vanwa y Ainar, en cambio, no había rastro alguno. 

 

Cargando editor
06/04/2022, 12:26
Ainar hijo de Ai

Ainar preparó todo y tomó las herramientas que más fuerte vio. No era fácil, y tenía hasta la voz de su padre criticando todo eso en su cabeza. Pero había que probarlo, no podían perder tiempo ni la oportunidad.

Con un aparente cincel y un martillo medio flojo, comenzó a intentar armar una muesca en uno de los eslabones que percibió, "a ojo de buen cubero", como el más débil. Era difícil porque se notaba que esas cadenas no eran forja de esos asquerosos orcos. Nunca podrían llegar a hacer semejante obra de arte en hierro. "No tienen la paciencia ni el alma" diría su padre.

Vanwa desapareció y Ainar se encomendó a los dioses. Golpeó una vez, golpeó otra... y el cacho de metal que estaba utilzando se dobló de tal forma que casi termina lastimando realmente la pierna del hobbit.

-Perdón... estoy haciendo lo mejor que puedo con toda esta bazofia...- dijo el enano, que se arremangó y buscó otra "herramienta".

Tuvo que usar otras dos, hasta que el eslabón parecía tener suficiente muesca para ceder ante una buena palanca. Miró hacia las herramientas, y ya no le quedaban "útiles". Pero recordó el regalo-broma que le había dado su padre antes de partir: "un atizador siempre es necesario, sea para el fuego por la noche oscura, o si te quedas sin armas... o si quieres hacer palanca para escapar de algún calabozo. Un enano siempre tiene que tener cómo prender un fuego para su forja."

Y era buen hierro, el mejor no le cabía duda alguna.

-¡Mira! Ya estás cerca de la libertad...- le dijo con una sonrisa de oreja a oreja, no sólo por el logro, si no también por la presencia de su padre en ese momento.

Hizo palanca, y con un ruido sordo, la cadena se partió. Inmediatamente miró a Dinodas, y con un tirón la cadena había sido dividida en dos.

-¿Hay algo que necesite de aquí?- preguntó, caminando ya hacia el pasillo para buscar con la mirada a alguno de los demás.

- Tiradas (1)

Notas de juego

¡Bravo! Y sin tener que gastar Esperanza ;D

No etiqueto a ninguno más, pero si ves que es necesario, agregalos nomás :)

Editado por el DJ: hago participe a Vanwa de tu éxito, que todavía andará ahí cerca.

Cargando editor
06/04/2022, 14:18
Fredegar Ganapie

Antes de que Vanwa saliera de la despensa con la bandeja cargada de platos de guiso de la tía Prímula, y mientras Ainar aporreaba con el cochambroso martillo de los trasgos unos más que deficientes cinceles, Fredegar apareció por el túnel sigiloso como un conejo y sintió un alivio tremendo al ver que el ruido que había escuchado por el pasillo era el repiqueteo de los golpes del enano. Y entonces justo el enano logró partir un eslabón de la cadena y el pie del mediano quedó liberado. Todavía arrastrando un trozo bastante considerable de cadena y con el grillete atado al tobillo, pero libre de su presidio al fin y al cabo. 

Ah, menos mal que sois vosotros —dijo el mediano—, Welf y Miriel han ido a ver si... ¡Por las zanahorias del huerto de mi padre! ¡Dinodas, estás libre!

Cargando editor
06/04/2022, 17:13
Vanwa

El elfo se sorprendió por la rapidez con la que el enano rompió aquella cadena. La había visto muy gruesa y recia. Desde luego aquel enano era digno de su nombre.

- Sois el temor de los trasgos y las cadenas, maese Ainar.- Dijo Vanwa, dejando las bandejas que tan primorosamente estaba sirviendo y dando una amistosa palmada en el hombro del enano.

Apareció entonces el otro periannath por los pasillos, silencioso como un ratón. Y portaba malas noticias.

- ¿Han ido a ver si...?- Se impacientó. Era perentorio encontrar a sus compañeros para salir de allí muy, muy rápido.- En lugar de quedarte aquí mirando y jurando por las zanahorias de tu padre ve y avisa a Miriel y Welf. Han de venir ya. Antes de que lleguen más trasgos.

Él decidió de todas formas dejar las bandejas de comida. Debían de salir de allí y los enemigos podían llegar por dos lugares. El de Miriel y Wlef estaba cubierto... Al menos de momento. Pero el de la forja no.

- Voy a dejar esto de todas maneras. Id recogiendo todo, señor Dinodas. Nos vamos en cuanto estemos todos.- Le dijo.- Y vos gran Ainar, bueno, no voy a deciros qué hacer pero si oís gritos de alguno de los pasillos es seguro que vuestro brazo y vuestra hacha podrán hacer gran servicio, como siempre.

Notas de juego

Qué grande es el enano!! Tanto te decapita un trasgo como te abre unas cadenas con un alfiler.

Cargando editor
08/04/2022, 08:14
Miriel

Miriel pasó rápidamente su mirada por las herramientas que había en aquella tosca forja. No quería dedicarle más que unos breves minutos antes de continuar su búsqueda de Ainar y Vanwa, pero confiaba en sus agudos ojos para encontrar alguna herramienta que pudiera servirles para liberar a Dinodas a su regreso si no conseguían la llave.

No estaba segura de que en la desnuda piedra pudiera encontrar el rastro de Ainar y Vanwa, pero con la cantidad de mugre que acumulaban los trasgos era posible que hubiera algún indicio. Su instinto le decía que se habían adentrado donde el aire estaba viciado, que no habrían intentado acercarse al salón principal. Si tenía que elegir a ciegas, sería hacía el aire viciado.

Notas de juego

Invoco Buena Vista para descubrir alguna herramienta que más tarde pudiera servirnos para forzar la cerradura de la cadena de Dinodas o romperla, y si es posible encontrar algún indicio de la dirección en la que fueron Vanwa y Ainar. Si tengo que elegir entre encontrar la herramienta o el rastro, elijo el rastro.

Si no encuentro su rastro, elijo seguir avanzando hacia el aire viciado.

Cargando editor
08/04/2022, 12:52
Welf Ramaverde

¿No habrá tenido la misma idea Ainar y será él quien haga ese ruido?

Esperó a que Miriel buscara por la zona vigilando el túnel de salida por donde se oía la algarabía. Habían supuesto que los trasgos venían por la zona donde estaban los guardias pero quizá este camino fuera más corto... desconfiado agarró con fuerza el hacha e intentó escuchar por si alguien se acercaba contando en el poco cuidado que parecían tener al moverse por sus túneles.

 

 

Cargando editor
08/04/2022, 13:28
Fredegar Ganapie

¡A ver si os encontraban! —Respondió a la pregunta de Vanwa. —¡Pero voy a buscarlos ya mismo!

Y diciendo aquello el mediano se dio media vuelta y salió corriendo por el túnel por el que había llegado mientras Vanwa dejaba la bandeja rebosante de rebosantes platos de guiso. 

Cargando editor
08/04/2022, 13:30
Dinodas Brandigamo

El mediano apenas se podía creer que estaba libre. Todavía tenía el grillete entorno al tobillo, pero aquella rígida y resistente cadena ya no le ataba más a aquel apestoso y horrible lugar. Su primer instinto, como era natural, fue el de poner tierra de por medio y salir pitando de allí, pero lo contuvo lo suficiente para girarse hacia sus rescatadores y darles mil veces gracias. 

Oh, os lo agradezco mucho, maese enano. Que fortuna la mía que hayáis venido a rescatarme. Ay, muchas gracias. Estoy en deuda con ustedes —Dinodas ofreció su diminuta mano a Ainar para que se la estrechara. Luego carraspeó su garganta y mirando hacia la salida se dirigió de nuevo a ellos—. No me gustaría mostrarme impaciente o desagradecido pero... ¿Vamos a estar mucho más tiempo aquí? 

Cargando editor
08/04/2022, 13:34
Fredegar Ganapie

La respuesta a la pregunta de Welf llegó corriendo por el pasaje que habían dejado a sus espaldas, aunque lo hizo con tanto sigilo que no se dieron cuenta de su presencia allí hasta que no escucharon su voz alterada y sus atropelladas palabras. 

—¡Welf! ¡Miriel! ¡Ainar ha conseguido liberar a Dinodas! ¡Está libre! —exclamó el mediano dando saltos de alegría y haciendo un esfuerzo por contener su voz y no ponerse a gritar. Y haciendo gestos con las manos les invitó a seguirle de vuelta a la despensa. 

Miriel no vio que hubiera herramientas destacables en aquel lugar. La calidad de las obras de los trasgos era muy nefasta, y supuso con las noticias que les trasladaba Fredegar que las herramientas más decentes ya las habría tomado Ainar para liberar a Dinodas. Aunque se sorprendió de que lo hubiera logrado, ya que la cadena que ataba al mediano era de muy buena calidad y aquellas herramientas dejaban mucho que desear. Ainar debía ser un herrero muy talentoso, además de un guerrero muy capaz. 

Cargando editor
10/04/2022, 20:59
Miriel

¡Claro! Tenía toda la lógica. Asintió a las palabras del mediano conteniendo la alegría.

- Vamos rápido, antes de que los trasgos vengan a por la comida u oigan el ruido de los golpes. – anunció apresurándose de vuelta a las cocinas con Welf y Fredegar aún procurando no hacer ruido y atenta por si veía trasgos ir a las cocinas por la intersección. Cada segundo contaba.

Cargando editor
11/04/2022, 09:48
Dinodas Brandigamo

Fredegar, Miriel y Welf regresaron apenas un par de minutos después de que el mediano se fuera en su búsqueda. En la despensa, Vanwa y Ainar aguardaban su regreso para partir de inmediato con un Dinodas por fin liberado y feliz como en un día radiante de primavera. Todavía tenía el grillete aferrado al tobillo, y arrastraba un trozo considerable de la cadena, pero Ainar había logrado partirla y liberarlo. Ya habría tiempo más adelante, y muy lejos de allí, para deshacerse de ella de una vez por todas. Pero por ahora era suficiente para poder huir. 

Si ya estamos todos —dijo Dinodas tras saludar efusivamente a los recién llegados—, yo me iría de aquí cuanto antes. No apostaría porque esas criaturas aguanten el hambre mucho más tiempo.

Cargando editor
11/04/2022, 10:12
Vanwa

- Sí,- Asintió a la propuesta de Dinodas.- tras este feliz reencuentro, lo mejor será irse volando de aquí, que aún no hemos salido de aquí y la salida está lejos y esas odiosas criaturas conocen el camino mucho mejor que nosotros. Hasta que no veamos la luz de las estrellas no estaremos seguros.- Comentó.

No había tiempo que perder.

Cargando editor
11/04/2022, 10:24
Welf Ramaverde

Welf se quedó rezagado, necesitaban la visión de Vanwa y Miriel, y el conocimiento de las cuevas de Ainar para salir cuanto antes de aquí. Además tenía miedo de que Dondinas se quedara rezagado al cargar con ese trozo de cadena que le dificultaba el movimiento.

Una vez que empezaran a moverse estaba preparado para recoger a cualquiera de los medianos en sus brazos y correr como si les persiguiera una tribu de trasgo.... cosa que muy pronto pasaría.

Cargando editor
11/04/2022, 11:15
Ainar hijo de Ai

Ainar, sin perder más tiempo, levantó a Dinodas y se lo cargó sobre sus hombros. Para él no era mucho más que tener más comida en su mochila, o como tener uno de esos incómodos cascos de combate. Podía resistir una marcha con él... al menos los trechos que lo permitían, porque no estaba seguro de poder cruzar haciendo equilibrio, o peligros aún más pronunciados.

-Maese Dinodas, creo que podremos avanzar más rápido y mejor si usted no va marcando el camino con la cadena, y usted viajará mejor- y le dio una palmada en el muslo que tenía junto a su cabeza -Agárrese fuerte...-

Le había dado la mano, sonriente, momentos antes, pero ahora que recordaba más nítidamente lo que se les avecinaba, dudaba de si le tendría que haber dado la mano. Fue la emoción del momento, pero aún tenían que salir con vida. Allí le daría un abrazo de enano...

Notas de juego

Invoco mi Rasgo Resistente para poder llevarlo a Dinodas los trechos donde no sea más que eso lo necesario para avanzar más rápido :D

Cargando editor
11/04/2022, 14:30
Miriel

- Es casi un milagro lo que habéis logrado aquí, maese Ainar - Miriel sonrió satisfecha, aunque cansada por el esfuerzo acumulado para haber llegado hasta aquí. Sin embargo, aún no podían descansar. Debían salir de aquellos fétidos túneles antes de que los trasgos los alcanzaran y hasta que el sol no brillara sobre sus cabezas no podrían realmente descansar un poco sin miedo a que los trasgos saltasen sobre ellos. Aún entonces no podrían bajar su guardia pues podrían perseguirlos al caer la nueva noche.

- No perdamos un instante más – corroboró dispuesta a abrir la marcha donde sus ojos penetrantes hicieran falta y a ser quien se asegurara que no pisaban alguna piedra suelta que no vieran al llegar a este inmundo lugar.

Se alegró una vez más de que Ainar estuviera con ellos, pues ella habría sido incapaz de cargar con el mediano, menos ahora que apenas era capaz de cargar con su equipo.

Notas de juego

4 horas desde el post del máster y soy el último en actualizar. Que no se diga que no tenemos ganas de largarnos de aquí! :D

Cargando editor
13/04/2022, 15:11
Dodinas Brandigamo

¡Uoooop! —Exclamó el sorprendido mediano al ser alzado y cargado sobre los hombros del enano como si fuera un saco de patatas—. ¡Pero oiga! ¡Le agradezco el detalle de liberarme pero puedo caminar por mi propia cuenta!

Cargando editor
13/04/2022, 15:54
Director

Salir de los túneles de los trasgos fue mucho más fácil que entrar. Solo tenían que seguir su olfato en busca del aire más fresco y menos viciado y seguir a Ainar, que tenía una orientación magnífica bajo tierra. Contaban con la ventaja de que los trasgos aún tardarían en descubrir que su cocinero había escapado y que les faltaban unos cuantos guardias, y con que el alcohol del que estaban dando buena cuenta y el cargado guiso de la tía Prímula les tendría algo atontados. Por lo que era probable que cuando se pusieran a buscar al mediano, ellos ya estarían lejos de allí. 

Aún así, atravesar las extensas grietas subterráneas les llevó unas cuantas horas de viaje. Cuando al fin emergieron a la superficie el sol brillaba alto en el cielo, lo que les hizo suponer que debían haber estado todo un día allí dentro. Era difícil de calcular el tiempo en el interior de aquellas cuevas sin la referencia que proporcionaban el sol y las estrellas del firmamento. Remontaron la ladera de la montaña por la que habían bajado a toda prisa tras los raptores de Dinodas y llegaron de vuelta al Fuerte Circular, donde los muchachos de Bree supervivientes no habían permanecido ociosos: recogieron a los ponis dispersos, repararon los carros y cargaron en ellos los suministros que pudieron recuperar. La alegría del reencuentro fue casi tan grande como el alivio de poder abandonar ese lugar antes de que nuevos peligros se cernieran sobre ellos. Tanto Bill como Tom felicitaron a los miembros del grupo por su hazaña y les informaron que habían dado un digno entierro a Andy e Igwar, marcando el lugar donde yacían sus restos para informar a los beórnidas y que pudiera recuperar los restos de ambos más adelante.

Una vez todos reunidos, la caravana pudo partir de nuevo. El camino iba directamente en dirección este, y ya lo conocían, por lo que les resultó fácil de recorrer, especialmente ahora que ya no tenían que subir la montaña. Pero todavía les quedaba un largo trecho hasta estar de vuelta en la posada. 

Cargando editor
13/04/2022, 22:15
Miriel

Al pasar de regreso por el saliente donde habían dejado las cuerdas para pasar, Miriel esperó a ser la última con el fin de desatar las cuerdas y llevarlas de vuelta; no pensaba dejarles facilidades a los trasgos para que los siguieran. Con que uno de ellos cayera por no tener esos asideros extra ya merecería la pena.

 

Al volver a respirar aire fresco y sentir el calor de los rayos del sol su corazón se regocijó, sus músculos recobraron fuerzas y su ánimo se levantó. Pronto, poco después, la realidad del cansancio acumulado en la aventura regresó a ella, pero esos minutos en que se sintió plena y viva hasta el máximo fueron maravillosos.

Luchó por mantener el ritmo de sus compañeros sin queja alguna, a pesar de que el resuello le faltaba cada poco. Al llegar al Fuerte Circular se mantuvo un poco en segunda línea precisamente para poder recuperarse. Bill y Tom habían hecho un gran trabajo, así se lo hizo saber con su voz suave como murmullo de agua. Sin embargo, no había tiempo que perder. No se volvería a sentir a salvo hasta que dejaran la Carroca atrás y estuvieran de regreso en las tierras de los beornidas.

Notas de juego

Si hace falta que haga alguna tirada de Percepción para mantenerme alerta invoco el rasgo de Buena Vista para superarla.

Cargando editor
14/04/2022, 10:03
Vanwa

Solo cuando sintió el aire fresco y el sol en su rostro se permitió un suspiro de alivio... Y con ello volvieron las molestias por la herida del trasgo malicioso en su costado.

Esperaba tener que correr con los trasgos pegados a su cogote y el descubrir que no había sido así le pareció un gran augurio. Hasta se permitió una alegre canción, como el gorjeo del pájaro cantor cuando amaina la tempestad y asoma el sol entre las nubes.

Asintió a lo que les explicaron los supervivientes de la caravana y los apremió a irse, como también hizo notar con discreción Miriel. Se la veía abatida, cansada. Lo entendía. Aquellos sucios subterráneos orcos no eran como los túneles de Thranduil, desde luego.

- Hemos de partir con premura.- Dijo el elfo.- El sol está alto, pero cuando caiga la noche es posible que los orcos vuelvan a salir de su escondrijo. Saben que aún queda parte de la caravana por saquear. Más nos vale estar lejos de estas montañas para cuando muera el día.- No añadió nada sobre el blandito postre que se había escapado y que quizás el líder orco deseaba probar. Los periannath eran caros de ver y era posible que el cabecilla orco no se qusiera perder degustar tan raro manjar. Aunque fuera por orgullo de líder. No sería bueno para su imagen que se le hubiera escapado el postre bajo sus mismas narices.

Y tras el anuncio funesto, sonrió y se quitó la armadura de cuero de su padre y se tumbó en uno de los carros, con una mueca de dolor cuando se recostó.- Ahora, si me permiten, voy a descansar un rato. Un ratito solo. Lo prometo.- Apenas había tenido tiempo para cubrirse con un trapo limpio la herida y poco o nada sabía de heridas, mas que con el teimpo se curan, así que eso iba a hacer. Darle tiempo. Y los primeros nacidos no tenían problema con eso.

En las primeras horas no iban a necesitar de su ayuda y consejo. Y estaría mejor y más fresco más tarde. Podría hablar con las abejas, los árboles y las sendas mismas. Les ayudarían para evitar los caminos usados por orcos y las abejas le hablarían de las colmenas de Beorn. No hay animal más sociable y que se oriente mejor que las abejas. ¿Para qué iba apreocuparse Vanwa por esas cosas cuando se puede preguntar a otros más expertos en esas cosas?

 

Cargando editor
15/04/2022, 19:06
Director

Aprovecharon el día para poner la mayor distancia posible con aquel lugar, temiendo todavía que en cualquier momento una horda de trasgos furiosa saliera tras ellos con las lanzas en ristre, pero por fortuna no fue así. En las catacumbas bajo las montañas la fiesta continuaba, y para cuando quisieran darse cuenta de la desaparición de su prisionero y de unos cuantos de sus guardias, el grupo ya estaría lejos de allí. Los trasgos nunca llegarían a desentrañar la misteriosa fuga de Dinodas, y de cómo había logrado quebrar la cadena de tan magnífica calidad y burlar a los guardias. Aunque puede que de esto último echaran la culpa al vino. 

La caravana y su pequeña y cansada escolta descendieron el camino que les acercaba a los pies de las montañas, recorriendo todas las sinuosidades del sendero que ya conocían bien. Al caer la noche de aquel día, descansaron en el lugar donde el grupo había descansado dos noches antes, en el repecho de la ladera que ofrecía cierta cobertura. Al día siguiente, bien temprano, retomaron la marcha para dejar atrás las siniestras ruinas de la antigua ciudad y continuar su camino, cada vez un poco más cerca de la falda de la montaña, y cada vez un poco más cerca de la protección de las tierras beórnidas. 

Notas de juego

Cambio de escena: Epílogo.