Partida Rol por web

Hola. Se te acerca al rato, en ese momento sientes no tedio ni resistencia como la primera vez que te habló. Sabes, creo que tu discurso fue un exito, ¿te imaginaste que así sería?

Comenzaste a caminar entre la multitud u olor a alcohol estremeció tus pulmones. Estaban sirviendo licor, mucho, más que en la parte de arriba del bar, ibas caminando orillado preguntándote ¿qué demonios haces aquí?, no entendías, parecía como sí la circunstancia fuera superior a tu voluntad. Tú bastón toca el piso con precaución y de repente mientras te guías con una mano por la pared, notas que hay un espacio, es decir, una habitación.
Es raro, ya habías estado en esta parte del bar y nunca habías sentido una habitación, pero si, hay un espacio.
Siguiendo tus instintos te das vuelta, y el sonido se vuelve mudo. No escuchas ni siquiera tus propios pasos, eso es muy raro. Te alarmas, tratas de devolverte, pero donde había una puerta ahora hay una pared.  Estas encerrado.

La música se torna ruidosa a todos los presentes, a todos lindas mujeres les dan botellas de un licor a gusto. Lo cual nota que se ha gastado mucho dinero en esta reunión.

Ma Fernanda escucha las palabras del hombre al cual acompaña, el cual ha pedido una botella del licor más caro. Dean (quien se ha quedado quieto) trata de mirar la multitud, mientras lo han integrado a una mesa, del hombre con barba. Sin embargo parece no encontrar lo que busca. Alejandro conversa con una de las mujeres que ha hecho el discurso inicial y todo parece una reunión normal.

Algunos se han levantado a beber de pie, otros bailan, otros hablan en voz alta en el lugar, pero un grito de una de lass asistentes les hace a todos voltear la mirada. El la mujer enorme, la mas gorda y pesada, se esta riendo de manera escandaloza y desagradable.

Tomo el bastón con fuerza. No sé que era esto pero sin duda no era algo normal. Por primera vez en mi vida me quedaba sin audición. Tomé el bastón por el borde y lo pasé rapidamente a mi alrededor, midiendo mi espacio personal. Estaba pegado a la pared y el baston pasaba de un lado a otro de la pared, muy rápido, haciendo un semicírculo de espacio personal.

Estaba sudando, mi corazón empezaba a latir rapidamente; la única ventaja que tenía contra el mundo se había desvanecido y lo único que me quedaba era esperar no tener a alguien intentando matarme. Esto era un error, un gran error...

La fiesta a comenzado... JAJAJAAJJ LA  FIESTA A COMENZADO... TODOS,   todos vamos a disfrutar de esta noche.... la noche sagrada JAJAJAJAJA.

A VER TODOS!,  A DISFRUTAR

La  obesa se ha levantado y ha mirado a todos con emoción, moviendo las manos casi de manera ridicula. Lo que dice, poco y nada tiene sentido, parece algo que dijera alguién que esta borracho.

Al principio todos la miran sin entender, pero luego la gente comienza a reirse, la música suena mas duro, las mujeres que repartian el licor   bailan seductoramente al rededor de los sindicalistas. Es una situación MUY rara, parece que, la mujer hubiera prendido la fiesta de emoción pura.

TODOS de repente sienten esa gran alegría. Los tres (Ma fernanda, Dean y  Alejandro) comienzan a sentirse sin razón aparente emocionados, felices, freneticos y eso demostrara lo que pase a continuación.

La música que se escuchaba en el lugar ya no esta. Es más tienes la sensación de que has salido del bar y que te encuentras en otra parte.

No temas Anakin. Por fin escuchas. No temas...

Alejandro sigue el ritmo de la música mientras habla con Josefina .-Ja, ja, ja. Bueno. No me imaginaba que estuvieran tan receptivos. Pero al final las cosas han salido bien para todos. ¿No?-. Pone su vaso por delante para brindar con la mujer

Oh claro que sí. Dice ella con mucho interés, ¿sabes desde que te vi supe que estaba ante un verdadero luchador.  Dice de forma muy amigable,  me gustaría saber algo, sólo es curiosidad.

Hace una pausa.

He notado que eres un hombre con ideologias, ¿qué estarías dispuesto a sacrificar por cumplir todo lo que anhelas?

.-Bastante. Pero soy un hombre casado. Eso es algo que trato de no olvidar cuando estoy a punto de meterme en lios-. Dice no muy en serio

-Claro que quiero el trabajo. Haré lo que sea para conseguirlo -dijo Fernanda. El tono utilizado indicaba que sí, que haría cualquier cosa para conseguirlo. Agustín le parecía atractivo y no le disgustaba en absoluto la idea de acostarse con él. Pero mientras acariciaba estos pensamientos, una gorda tremendamente obesa se puso a cantar, a reír y a gritar. Fernanda puso una mueca de espanto. Era grotesca. ¿Cómo permitían que se uniese a una fiesta tan importante como aquella? ¿Por qué estaba tan contenta después de que se escuchase lo que habían oído?

Para su propia sorpresa, Fernanda se sintió enardecida por las palabras de la gorda. La adrenalina le cosquilleaba las venas a su paso y una sensación de euforia hizo que empezase a dar palmas y a bailar. Bailar, bailar, eso era todo lo que deseaba. Bailar y estar alegre. Parecía que se hubiese metido una raya de coca, pero no recordaba haberlo hecho. Todo lo que quería era moverse al son de la música y reír de puro contento.

La mujer sonrie con ironía. ¿casado?...¿de qué lios se refiere? dice de manera seductora cuando se te acerca. ¿tú mujer no te deja salir a jugar?

De repente cuando la goda grita, la vez, esta cerca, la hermosa mujer acaba de centarse al lado del hombre de barba. Tu no lo puedes creer es identica a... a tu madre.

.-Lios...Algún que otro malentendido con los antidisturbios-. Rie orgulloso .-Hace un tiempo que no juego con nadie-. Dice mirandola con ojos golosos mientras lleva una mano a su cintura

Dean se había quedado totalmente fascinado con lo que allí ocurría jamas había experimentado nada similar. Para empezar a el la gente le importaba entre poco y nada, pero todo esos discursos sobre la situación de la gente, diablos si le habían llegado a lo mas profundo.

Tal era la situación, hasta tal punto trataba de comprender en su psique el por que de pronto había cambiado de parecer, que se había quedado totalmente ensimismado en sus propios pensamientos. Hasta que la grotesca risotada de la obesa mujer le hizo perder la concentración, pero curiosamente disparo la adrenalina de su cuerpo.

Una sensación que habitualmente tan solo experimentaba cuando se encontraba cazando a solas en el bosque y estaba a punto de dar muerte a su presa. Se levanto, embriagado por la situación, dispuesto a quemar esa energía extra como fuese, pero sus ojos se clavaron en la única mujer que realmente deseaba ver y estaba justo al lado.

Se acerco a ella emocionado, con un par de zancadas largas estaba a su lado.

-¡Tu! -Dijo para captar su atención- Te conozco... O al menos creo que te conozco... ¿Tu me mandaste la carta?

La mujer te mira por un instante. No observas emoción sólo curiosidad. A pesar de la reaccion general de todos de euforia ella parce muy tranquila.

Suspira. Sientate. Te mira a los ojos. Disculpa, no se exactamente de que me hablas. La voz es identica a la de tu madre. Vi la carta que mostraste... pero dado que me buscas quiero hablar contigo...¿quién dices te escribió esta carta?

Su reacción te confunde, por una parte sientes que tienes una coneccion con ella, por otra parte te sientes loco al sentir esto de una aparente desconocida.

El hombre toma asiento, aunque aun se le podía ver claramente motivado por el ambiente en general, aunque en su rostro se podía apreciar que le fastidiaba un poco no saber por que de pronto se sentía así, era como perder el control de su propio cuerpo.

Observo a la mujer de arriba a abajo, no cabía duda de que era idéntica a las fotos que tenia de su madre, si no fuera por que la estaba viendo diría que era algo imposible. Se aclaro la garganta antes de comenzar a hablar.

-Bueno, me mandaron una carta firmada por mi madre a la que yo consideraba desaparecida. Dicha carta me citaba en este lugar y de pronto estas tu que eres idéntica a ella.

Ella te mira a los ojos y luego saca una carcajada. ¿entonces dices que yo soy tu madre? JAJA..  dice al prender un cigarrillo... ¿crees que una mujer tan joven puede ser tu madre?.... oh chico, no se lo que fumas, pero te diré debes dejarlo.

Aun sentía la euforia en su interior, no obstante se obligo a si mismo a permanecer serio, aunque una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro.

-Querida, mi nombre es Dean Cythraul y hay dos cosas en esta vida que no me gustan. Una es que me llamen chico y la otra que pongan en mis labios palabras que no he dicho y usted acaba de hacer las dos. -Era un reproche con todas las de la ley.- Habría que estar demente para pensar tal cosa, pero sin duda coincidirá que es una casualidad muy grande, y resulta que las casualidades me mosquean bastante. Y aun me mosquea mas que intenten jugar con el nombre de mi fallecida madre... No se si me esta entendiendo.

Ella te mira, y te sonríe, así que buscas a la que se supone que es nuestra madre... yo creo que.
Pero en ese momento las cosas se tornas raras, una gran nube negra invade el lugar y lo último que observas es la cara de la mujer sonriendo. Luego sientes un golpe muy fuerte en la nuca, y todo se torna muy extraño.

Tras escuchar la voz del extraño, sientes como si algo muy frio te envolviera y todo se torna frio, muy frio, por primera vez en  tu vida ves una luz enorme, una luz extraña que se hunde nuevamente en la oscuridad, sientes que no puedes respirar, y de repente, como en un sueño sientes que cruzar el lugar y te expandes.