Partida Rol por web

Señor, esto no tiene ningun sentido, dispararon en todas las direcciones.
Lanzo un puñado de casquillos a sus pies.
Pero no veo ni huellas ni sangre, dudo que unos guerrilleros puedan hacer esto, ¿Tal vez Spetnazz...?
...si, no se me ocurre ninguna otra fuerza militar aparte de la americana capaz de tender esta emboscada.
Observo la placa detenidamente.
Se que no es mi trabajo pensar, pero puede que financien a la guerrilla, ya sabe, un golpe de estado comunista, como el de Fidel.
Pienselo, ¿Guerrilleros con armas guiadas por calor?
y ahora esto...
Le lanzo la chapa esta vez lo suficiente alto como para que la coja.
¿Alguno conoce a un tal Jim Hopper?

Hawkings ha estado registrando la zona, recogiendo casquillos de bala del suelo y una placa identificativa bajo los cadáveres que lanza a su jefe. Dutch recoge la placa con agilidad. Claro que conocía a Jim Hopper. Era un boina verde de Fort Bragg con el que había coincidido en varias ocasiones.

Y a ti también te suena, por supuesto. Es el grupo de boinas verdes que la CIA desplegó en la zona para localizar a tus hombres cuando el helicóptero fue derribado por la guerrilla usando armamento ruso.

Me quedo extrañado y con un gesto pensativo al oír las palabras de Hawkins, unos soldados veteranos y profesionales no podían caer tan fácilmente, disparando a todas las direcciones. Tampoco había rastro de huellas ni de sangre, la emboscada tenía que haber sido perfecta... Trago saliva, había algo más detrás de todo esto, algo peligroso.

Hago un gesto de negación cuando escucho el nombre del soldado.

 Ni idea- dice Cooper- creo que seguir aquí es perder el tiempo. Debemos movernos y continuar- dice mientras observa a Dutch- ¿tu que dices, jefe?

-Sí debemos movernos. Pero cuidado, estos hombres eran soldados americanos, Hopper era bueno en su trabajo, lo conocía... y mira como ha acabado.

Dutch hizo señas con la mano, para que continuaran. Y volvió a mirar fijamente a Dillon.

-Supongo que sigues sin saber qué pinta el ejército aquí, ¿no?

Eran soldados americanos por dios...
Saco mi cuchillo de combate y hago que los cuerpos caigan al suelo.
Esta mision no me gusta un pelo...

- Vamos a tener que andar con mil ojos - digo, mirando por los alrededores por si hubiera alguien observándonos o esperando a tendernos una emboscada

Miro un momento el monton de carroña que fueron unos boinas verdes y me santiguo rápidamente, es lo único que podemos hacer por ellos, aparte de vengarles, tal vez

-vamos, ya habeis oido al Coronel, en marcha- hago que los demas empiecen a caminar y me coloco en la retaguardia vigilando de vez en cuando a nuestra espalda

"los cabrones que hicieron esto ya deben estar bien lejos, debieron pillarlos durmiendo o algo asi" es ridiculo pensar que puedan haber sorprendido durmiendo a unos boinas verdes en territorio enemigo, pero es la única explicación que encuentro

Hago caso a Dutch y comienzo a caminar aunque vigilo a mi alrededor, después de lo que acabamos de ver hay que ser precavido y tener los ojos bien abiertos. Ese amigo de Dutch no me acaba de inspirar mucha confianza...

Cita:

-No lo sé, Dutch. Esto es inhumano -digo observando los cuerpos colgados. Suspiro de alivio cuando Hawkins corta la liana y los despojos caen al suelo entre la maleza-. Nadie me dijo que hubiese una operación en esta zona. No deberían haber estado aquí.

El equipo se puso nuevamente en marcha tras el rastro de los rehenes. Sin embargo, ahora algo les observaba. Algo que, alertado por la llegada de Billy, se ocultaba entre los árboles invisible a los ojos normales. Utilizaba visión termográfica, lo cual era muy útil entre los árboles y la maleza que apenas proyectaban calor. Las siluetas de los hombres de Dutch destacaban en tonalidades verdes, naranjas y rojas y la criatura les observaba de cerca, intrigada por los recién llegados.

Entonces Dutch se detuvo. El mayor juraría que había visto algo moverse entre unas ramas, pero cuando miró con más atención descubrió que no era nada. Sólo estaba nervioso después del descubrimiento de los cadáveres desollados. La criatura también se detuvo. Se había acercado demasiado y uno de los hombres creía haberle visto. El ser no se inquietó. Sabía que su camuflaje era impecable e impenetrable y además su armadura era muy gruesa. Curiosa, siguió los pasos del grupo para averiguar a dónde se dirigían.

Una hora más tarde, el grupo llegó a su objetivo. Colina abajo se abría un claro donde se hallaba un pequeño número de chozas. Habían encontrado el campamento de la guerrilla.

Me arrodillo y quito el seguro de mi arma a la espera de la orden para desplegarse y la formacion para ello.
Por fin llegamos, odio cruzar la selva, no me gusta pensar que me pueden estar observando, que en cualquier lugar puede haber una meboscada, prefiero atacar a ser atacado.

Siendo uno de los encargados en cubrir a mis compañeros, la sensación de que nos observan no ayuda nada, noto una presencia, unos ojos que siguen nuestros pasos con atención. Por eso, cada veinte o treinta pasos que damos miro de reojo hacia los árboles, para quedar aliviado, aun así la sensación no se marcha. Ya al encontrar el campamento de la guerrilla, mis temores se marchan, completar la misión y volver, es la primera vez que me gustaría acabar pronto el trabajo...

Escondido entre la maleza, espero la orden de Dutch mientras le quito el seguro a mi rifle de asalto.

Al ver las chozas me agazapo y miro hacia Dutch.

- ¿Unas chozas en mitad de la selva? - murmuro

 Supongo que será el campamento de los guerrilleros- contesto mientras miro hacia el mismo, buscando los centinelas que deberían custodiar el lugar- ¿cuantos creéis que podrán haber?

Hago un recuento rápìdo del número de chozas y vehículos, con eso podremos calcular mas o menos el número de enemigos, luego busco alguna choza vigilada, donde seguramente tendrán a los prisioneros

El camino ha sido duro para el Mayor. Primero estaba la sensación de que la misión encierra cosas que desconoce. Después está la horrible visión del boina verde y sus compañeros, asesinados damasiado brutalmente como para no mosquearse. Y por último, la extraña sensación de sentirse observado, hasta tuvo que pararse alguna vez porque creyó atisbar algo.

Al final llegaron al campamento rebelde, el motivo de su presencia allí. Se agachó, quitó el seguro de su arma y pidió los prismáticos. Era mejor observar el terreno antes de entrar. Y más en una misión de rescate.

El Mayor pidió sus prismáticos antes de acercarse arrastrándose por el lecho de hojas hasta un grueso tronco de árbol desde donde se podía divisar el emplazamiento de la guerrilla. Lo componían un grupo de chozas en semicírculo alrededor del claro. En el perímetro exterior había una caseta de guardia con el techo rodeado de sacos. Dos hombres subidos a lo alto vigilaban desde allí.

En otra de las construcciones, media docena de guerrilleros se encontraban comiendo. El ambiente era relajado y distendido, de la gente que se sabe segura y confiada en un entorno que conocían como la palma de su mano. Dutch tomó nota del emplazamiento de todos los enemigos que podía ver hasta que unos gritos atrajeron su atención.

En la entrada de uno de los toscos edificios, un hombre robusto armado con una pistola tenía agarrado del pelo a otro. Después de preguntarle algo que no pudo entender, lo hizo caer de rodillas antes de ponerle la pistola en la sien y apretar el gatillo. La detonación sorda envió al prisionero al suelo en una nube de sangre.