Partida Rol por web

Sin ademán de sorpresa alguno, coge el documento y lo levanta un palmo de la mesa. Lo ojea con detenimiento varias veces antes de doblarlo y guardarlo en su bolsillo.

Viendo que la camarera se aproxima a su mesa, termina con el fondo del vaso y se acerca hacia ella. -Por favor, no os preocupéis.- Contesta algo seco a ésta mientras coloca su vaso, ahora vacío, en la bandeja de la camarera y toma asiento frente a su humeante plato y su inesperada y espumosa cerveza.- De modo que están forzando un acercamiento.- Pensó.-Bueno... justo ahora que me ha llegado la comida.- Medita unos instantes, dando un par de bocados a la cena para matar ligeramente el hambre. Piensa en el viaje, en los años viviendo a la intemperie, en el pergamino, en el viejo, en los que están en la mesa junto a la suya, en Lea...

Se levanta con calma. Y cogiendo su vaso se dirige hacia la mesa vecina.-¡Buenas noches, Caballeros!, ¡Señorita!.- Exclama en tono sereno con su voz grave, acompañando sus palabras con sendas reverencias.-Mi nombre es Hugh Triond. ¿Me gustaría saber a quién tengo el honor de agradecer la invitación a esta refrescante cerveza?.

Cuando Hugh se acercó a la mesa Aiden levantó la copa indicando que se trataba de su invitación. 

-A mi amigo aquí presente - señaló a Jagg - le parecía que prestaba usted mucha atención a nuestra conversación. No es que nos moleste ¿verdad? - preguntó de manera retorica a sus acompañantes, y sin esperar respuesta continuó hablando -  no estábamos guardando ningún tipo de discreción... pero viendo lo que nos ha traido aquí a nosotros, viendo que ha llegado usted a la vez, y viendo lo que parece estar ocurriendo aquí... me inclino a pensar que no nos prestaba atención por simple pasatiempo, sino que de algún modo lo que decíamos le importaba... - hizo una pausa -  Así que... usted ya conoce nuestra historia. ¿Cual es la suya? 

—Recolectar las cosas que se le caen a la gente según se ve—comentó Alexandra como si hablase del tiempo en cuanto Aiden habló de pasatiempos. Luego simplemente ignoró su propia frase y miró a ambos lados con curiosidad como si estuviese buscando algo. Tras varios segundos de no encontrarlo se encogió de hombros y añadió: A todo esto, ¿se puede saber dónde diablos estáis viendo vosotros señoritas en este sitio? Ya habéis mentado unas cuantas y yo aún no he visto ni una.

El enano enarcó una ceja y levantó la mano como gesto de saludo. Su morro parecía no poder despegarse de la última jarra, ya casi vacía. Su mirada comenzaba a estar vidriosa y sacudía la cabeza de vez en cuando, dejando caer parte de la espuma de la barba.

-Argh, ya no aguanto como antes la cerveza mala - se quejó -. Creo que ésta será la última.

Me giro hacia Alexandra y le comento con toda franqueza.- Pues...Bueno, imagino que al referirse a "una señorita" deben estar indicandote a ti ¿no?.- Luego continúo en voz más baja.- Aunque bien mirado, mucho tipo de señorita tampoco es que de...

Cuando Hugh se presenta, asiento con la cabeza ante las palabras de Aiden y miro al recién llegado.- Así es, este grupo se ha formado por un interés compartido. Evidentemente, cuando os habéis decidido a venir a nuestra mesa es porque algo similar os afecta a vos también ¿me equivoco?.- Concluyo mientras me cruzo de brazos.

Espero que la mujer no se tome a mal el comentario. Menos mal que ha llegado el Hugh este, a ver si distrae su atención...

Uno a uno, va prestando atención a las respuestas o comentarios que los miembros del grupo dan tras su presentación. Mirando ocasionalmente hacia el resto de los presentes con el fin de no causar una mala impresión. El futuro de Lea puede depender de la ayuda que logre recaudar esta noche.

En primer lugar, os pido disculpas.- Dice cambiando su tono por uno más afable, mientras mira de nuevo hacia Alex. -El hecho de vuestra juventud y presencia aquí a estas horas, me ha llevado a pensar que aun estaríais soltera.- Inclinando la cabeza en señal de cortesía. -¡Ruego disculpéis la torpeza, mi señora!.

Se vira hacia Gogri, sin saber bien que decir. Los enanos siempre le han parecido un pueblo muy particular y fácilmente irritables. -Mala cosa ver a un enano rechazar más cerveza, según tengo entendido. Ha de ser francamente mala.

Una vez ha forzado un poco los comentarios para romper el hielo, se dirige a Hank y Aiden. -Tenéis toda la razón.- Afirma mirando hacia Hank. -Perdonad mi falta de educación en ese sentido.- Gira la vista hacia Aiden. -Si me permitís traer mis cosas y tomar asiento, compartiré encantado mi historia con vosotros. Aunque ya podáis intuir como acaba.- Termina con un tono mezcla de tristeza y frustración.

A Alexandra le dio un ataque de risa.

Iba a contestarle a Hank, realmente quería contestarle a Hank, pero no pudo. Sólo le dio tiempo a mirarle y a señalarse con estupefacción antes de que le diera el ataque.

—¡Xelaver! ¿Has oído eso?—rió doblándose sobre si misma mientras pateaba el suelo con el talón—. Me ha llamado "señorita". ¡A mí!

Entonces Hugh se disculpó por creer que estaba soltera y las carcajadas aumentaron tanto de volumen que tuvo que taparse la boca para acallarlas de golpe y que no se la oyera.

—¡Lo siento, lo siento! De verdad que no me estoy burlando, pero... por las barbas de Tyr, abrid los ojos y miradme bien—jadeó con la voz amortiguada—. ¿A caso tengo pinta de  estar cas... ay, dioses. No puede haberlo dicho en serio. ¡Es lo más gracioso que he oído en dekhanas!

Otro nuevo acceso de risa le obligó a apretar la mano contra la boca para auto-silenciarse mientras levantaba la otra en un gesto que debía ser de disculpa.

Xelaver volvió a suspirar.

—Tú llámala Alex, ¿de acuerdo? Ni señorita, ni mi señora. Alex a secas.

Jagg pegó un último trago a su cerveza. Había estado observando atentamente la escena, y en especial a su colega enano. "Este par de hermanitos son unos pelmas", concluyó.

- Bienvenido a nuestro afable grupo, Sr.Hugh -saluda con una sonrisa-. Veo que es arquero. Siéntese con nosotros. Tiene mis respetos sólo por eso. Aquí dentro -dice dando un golpecito a su bolsa con el pie- llevo yo también una preciosidad. Me pregunto se me dejaría observar su arco. Me deleito con la artesanía de los arcos.

La risa de Gogri se unió a la de Alexandra, una especie de eco retumbante del tono de la mujer.

-¡Tabaco! ¡Ah, sabía que olvidaba algo - exclamó el enano de repente -. Buena tragedia es que una pipa de Tor Dokkai se rompa en un mal paso durante mi viaje, pero sin tabaco para llenarla, ninguna comida es completamente buena. Preguntaré a ver si aquí se vende un tabaco decente, y una pipa sin taras. Disculpadme la ausencia.

Con la mirada fija en la barra, Gogri se alejó un instante del grupo para responder a la llamada de la costumbre gastronómica. El tabaco de la cena.

El posadero pareció sorprendido por la petición de Gogri, no parecía que hubiera mucha demanda de esos productos por allí. Aún así le pidió unos minutos y el enano pudo ver cómo un chaval que no tendría más de doce años salía corriendo de la parte de atrás de la cocina.

El chico, pecoso y delgado como un junco, no tardó ni cinco minutos en volver con un pequeño hatillo. Cuando llegó a la barra el posadero se dirigió de nuevo al guerrero.

-"Esto es lo que he podido conseguir por aqui, maese enano, no es un producto demasiado típico de la zona. 1 moneda de plata, incluída la pipa, si le place." - y le pasó una pipa de artesanía correcta aunque sencilla y una buena bolsa de tabaco. No parecía demasiado bueno, el olor era agradable pero demasiado tenue; de lo que no había duda es que estaba bien secado, quizá demasiado. Obviamente en aquel sitio no tenían mano para la "delicatessen" fumadora.

-¡Vendido! - rió el enano, lanzando una de plata al chaval -. Es solo para aclarar la garganta, muchacho, no espero que me haga berrear de gusto.

Gogri sonrió al muchacho, una mueca extraña que produjo una deformación en el patrón de su espesa barba.

-Ahora, por mi parte, durmamos. Yo me quedaré frente al fuego disfrutando de la pipa. Por la mañana, a la hora que hemos convenido, nos reuniremos. ¿Es así?

-La misma maldita tragedia que nos tiene a todos aquí... - comentó dirigiendose hacia Hugh - No os preocupeis por la educación, creo que no es el momento de que a todos nos preocupe eso demasiado. 

Se detuvo un momento para echar un trago, y levantar una ceja con cierta incredulidad ante el entusiasmo del enano por el tabaco que acababa de conseguir. 

-Bueno... - continuó devolviendo su atención al recién llegado - Supongo que habreis escuchado nuestra conversación ¿no? Si es así ya sabreis que unos cuantos hemos decidido unirnos para tratar de resolver este misterio juntos. Mañana trataremos con algo más de profundidad lo que vamos a hacer... Si lo deseas, eres bienvenido. - se detuvo otra vez, pensativo - En circunstancias normales sería algo más selectivo a la hora de ofrecer un sitio en la busqueda, pero veo en tu voz, igual que en la de todos los demás antes, que tus intenciones son sinceras, y en este caso eso me basta... Solo una cosa más. ¿Ese papel que cogiste antes...? 

¿Alex, eh? Entendido.-Afirma mirando primero de reojo a la hilarante muchacha y luego a su hermano, con una contenida sonrisa fruto de la sorpresa.

Tras escuchar las palabras de Aiden, toma un momento para acercar su mochila, la cena y unirse a la mesa.

Antes de tomar asiento, aunque algo inquieto por la particular petición, descuelga su arco de la espalda. -Aquí tenéis, amigo.- Tiende el arco a Jagg, confiando en que aún porta su acero al cinturón en caso de trifulca. -No es el mejor arco, pero probablemente yo tampoco soy el mejor arquero. Me conformo con que no haya roto en los muchos años que lleva conmigo.

Como decía anteriormente... -Continúa tras tomar asiento.- Os pido disculpas por espiaros mientras hablabais. Oí a algunos hablar de las desapariciones y quería saber si vuestras intenciones serían similares a las mías antes de acercarme. En mi caso se trata de mi hermana y...  -Durante unos minutos relata con breves señas lo acontecido, mostrando así su empatía hacia el resto. Así que me encuentro más que dispuesto a unirme a vosotros con el fin de localizar al que se halla detrás de éstas desapariciones.- Sentencia tras su alegato.

Respecto al papel que decís... -Dice llevándose cautelosamente la mano bajo la capa. -No es más que la llamada de atención del caballero que se encontraba en aquella mesa.- Saca el pergamino con cuidado para no inquietar a nadie. -Parece que él también tiene alguien a quien buscar.- Y despliega el pergamino sobre la mesa ante la atenta mirada de más de uno que aguardaba expectante.

La curiosidad me puede más que la cortesía y curioseo el papel que muestra Hugh. No puedo disimular el asombro al leerlo.- ¡Vaaaya!- comento, y emito un corto silbido.- Ese anciano ha estado ocupado. Y no se puede negar que tiene buena mano para el dibujo.- Releo la nota y continúo.- Parece que pretende ser un integrante más de nuestro recién formado grupo. Si es cierto que lleva varios años investigando las desapariciones, su ayuda puede ser inestimable. Sería interesante que se nos uniera.- Luego me giro hacia Hugh y lo miro con franqueza mientras le sirvo algo más de vino.- Como tampoco veo inconveniente por mi parte de que os unais a nosotros. Vuestra historia es trágica, al igual que la del resto. Esperemos entre todos lograr un desenlace feliz a este misterio.

Previniendo una posible jaqueca, aparto mi copa a un lado y me desperezo.- Por Eurmal, que estoy agotado. Si no deseais comentar algo más, seguramente me retire a dormir. Parece que mañana al alba tenemos una reunión todos cerca de los baños...