Partida Rol por web

La presentación no fue tan mala después de todo, al menos no era un grupo completo de autómatas, aunque por poco. Esperaba haber causado una buena impresión, aunque intentaría ganárselos un poco más durante la mañana siguiente.

Tras haber salido un instante a hablar en privado con Kanatash, Decker volvió al interior para despedirse del grupo no sin requerir antes de marcharse la atención de la atractiva muchacha. Ante la interrogativa del enano, Jackie respondió con una amable y cálida sonrisa mientra se dirigía a la salida. Se detuvo en el umbral para dejar pasar primero a Decker, aprovechando el momento para decir una última cosa a los aventureros.

-Ha sido un placer-

Musitó mientras hacía un leve gesto de cortesía.

-Volveremos a vernos al Alba, ahora os merecéis un buen descanso, ¿cierto?-

Dijo sonriendo al enano al finalizar la frase, con un guiño de complicidad desapareció tras la puerta un instante antes de volver a asomar la cabeza súbitamente tras haber recordado algo.

- ¡Ah! ¡Y poneos algo bonito!-

Volvió a desaparecer con la misma rapidez, no quería hacer esperar a Decker.

Durante el trayecto a casa, Jacqueline no pudo evitar preguntar al enano sobre lo que había escuchado por accidente, la curiosidad era un temible rival para ella desde que tenía uso de razón.

-Decker, decidme...¿qué es un ilícido?- 

La muchacha inició la conversación con esa pregunta en un tono susurrante que denotaba la curiosidad y culpabilidad de una inocente chiquilla que había escuchado algo que quizás no debía y era consciente de ello. Tras la primera vinieron otras preguntas y tras esas otras más, llevó la conversación hasta la taberna esperando sacar cosas en claro. Le preguntó por los viajeros, quienes eran y qué sabía de ellos, sobre los forjados, nunca le habían gustado mucho así que procuraba no tratar con ellos; también preguntó sobre "el enano" muerto, esperaba que no fuera ningún ser querido y si fuera así trataría de consolarle por su pérdida, preguntó sobre la diadema, sobre Kanatash y sobre los psíquicos.

Hija, otra vez escuchando un ilicido es una criatura malvada, psionica y capaz de abrir el craneo en dos de una persona con sus tentaculos- hace una pausa y continua con la descripcion de la criatura.

y despues te empieza a explicar algo de su sociedad (cosas que mayoritariamente te suena a chino)

Me quedé extrañado con la presentación de la mujer. en fin, lo mejor seria descansar y recuperarnos de las magulladuras. 

TRas salir Decker y Jackie de la sala, me despedí de mis compañeros hasta la mañana siguiente. Me fui a descansar y me quité la armadura para poder hacerlo comodamente.

Decker y la nueva se fueron juntos mientras Kanatash decia que se iba a dormir, me preguntaba que significa dormir exactamente, sabia que lo hacian para recargar energias o algo por el estilo pero seguia sin entenderlo del todo. Lo mas extraño fue lo que dijo la mujer, "ponernos algo bonito"... mire mi cuerpo de adamantita, la armadura integral que llevaba como piel y las demas cosas. A que se referia con lo de ponernos algo bonito, no me habia quedado claro pero suponia que debia ser algo relativo al humor humano, un concepto que me resultaba aun mas dificil de comprender o entender que lo de dormir.

Sin ni siquiera contestar a Kanatash, segui con mi inspeccion dele scudo y de mis armas, siempre habia que mantenerlas en buen estado y yo tenia un buen surtido de ellas.

Decker y Jack llegan temprano, bueno lo suficiente temprano comparando la hora a la que se acostaron anoche. Os llevan por el barrio bajo hasta llegar a una zona más o menos a la altura de la superficie donde cogéis un ascensor mágicamente creado para llevaros de un estrato de la ciudad a otro. Cuando salís Decker se despide de ustedes y Jack os lleva hacia a un parque donde una estatua colosal de hierro domina toda la zona, el parque está lleno de vegetación y de árboles, algunos estanques artificiales ondean tentadoramente y el ruido de la ciudad queda amortiguado mágicamente. Desde allí os enseña las distintas zonas de la meseta central superior, la cima de platino se ve el ajetreo en sus tiendas, restaurantes y sus hoteles, os comenta que ahí vive los comerciante de clase alta, al lado está el distrito financiero de Korra-thiven, aunque a pesar de las distancia veis guardias armados en casi toda lo que parece tiendas y balcones, más allá está el otro distrito financiero Korranath, que esta aun aquí parece que hasta los guardias son de alta clase, además se ve a la distancia el gran templo de Kol Korran que se alza en el mismo centro de la ciudad. Luego os muestra la torre de mithril que os comenta que es una zona residencial de clase alta, luego os muestra las Torre máximas que la zona burocrática, que os comenta que será donde este en esos momento Decker. Después de pasar cerca de mediodía en la zona de los parques os lleva a uno de los restaurante de la cima de platino, donde dice que Decker se reunirá con ustedes.

Ya habia visitado la ciudad varias veces antes, pero siempre por mi cuenta y nunca me habian llevado a ver las maravilas de Sharn. Las cosas que nos mostraba Jackie eran fantasticas y estaba bien pasar un dia tranquilo tras la aventura del dia anterior. 

El restaurante al que nos llevó parecia carisimo y dudaba si iba bien vestido para la ocasión, pero iba junto a dos forjados y una cambiante monje, por lo que tal vez seria quien menos desentonase alli. 

- Gracias por el tour, Jackie. Sharn enamora a cualquiera, verdad? - Le comenté durante alguno de los paseos. - Te dijo Decker que queria de nosotros hoy?

Asi que esta ciudad tienes zonas verdes grandes, verdaderamente era algo que no me esperaba, aunque un bosque creado con magia no se hasta que punto es natural.

Otra cosa curiosa es que según más subes más ricos son los habitantes, se ve que el impulso de los ricos de separarse de los pobres es muy fuerte, asi que creo que los que están comiendo en este restaurante tan fino nos van a mirar raro:

- Decker va a querer algo difícil si está dispuesto a invitarnos en un sitio como este.

La hembra humana nos hizo de guia turistico por la ciudad, un lugar que predominaba por la riqueza de la parte alta de la misma con la pobreza vista en la parte mas inferior, lo que es mas, no entendia la mayoria de las construcciones. En cualquier guerra o combate eran mas un impedimento para la misma, que ser utiles de alguna manera... aun asi era capaz de entender la belleza de la torre de Mithril, el resto de la ciudad simplemente languidecia en comparacion con ella a mis ojos. Entendia el metal...

Los bosques magicos eran como la mayoria de las cosas aqui, inutiles, unicamente una necesidad de tener algo bonito cerca en lugar de util... la manera de hablar de Kanatash con Jackie me indico que igual el la veia de manera diferente a nosotros, pero las relaciones humanas no son de mi interes en ninguno de sus aspectos, asi que me dedique a estudiar el lugar desde el punto de vista de una maquina creada para la guerra. El final del paseo era uno de esos sitios donde los humanos se reunen para que otros les hagan la comida... otra ineficiencia mas de su organismo, por el tipo de decoracion en comparacion con los otros sitios que habia visto el lugar debia ser caro o al menos su funcion era impresionar, tal vez a los humanos les ocurriera asi pero no a mi. Aun asi recorde a tiempo los siempre constantes recordatorios de Kernel y no hice comentario alguno.

Un hombre ricamente vestido de gala se acerca a ustedes y despues de hace un saludo cortes dice:

¿Que es lo que desean los señores?- Al ver a los forjados y las pintas de los demas- Las herrerias estan en la zona industrial.

Un hombre con una vestimenta de lo mas rara se acerca a nosotros echandonos una mirada calculadora, para despues de echarme un vistazo comentar algo sobre una herreria... no entiendo la broma hasta que caigo en que soy metal, el humano ha intentado hacer un mal chiste o un comentario grosero, no lo tengo claro... pero algo me dice que no ha sido a buenas.

Me pego al individuo para acercar mi rostro hasta el suyo emitiendo un gutural y grave gruñido. - Fui creado en una Forja, no en una herreria... vuelve a decir algo por el estilo y te desmiembro aqui mismo.

Jack iba siempre ojo avizor tratando de identificar a los que pudiera conocer de algo, recordar sus nombres, sus caras, sus contactos así como procurando en todo momento comportarse con la máxima etiqueta y protocolo. Al llegar al restaurante intentó determinar si conocía el nombre del camarero, de algún familiar suyo, del jefe del restaurante o del camarero anterior.

a ese camarero no, pero el metre que normalmente esta si, ya que te han invitado a comer, alguna vez que otra, se llama Jhames, un tipo alto de pelo castaño y ojos grises. Si has visto algun que otro conocido por el camino

Jackie había decidido enseñarles la parte más bonita de la ciudad, podía haberles llevado a cualquier otra pero no quería que se llevaran una primera impresión equivocada de ella, al menos no de esas impresiones que dan los que se conocen los barrios bajos.

Tras la visita guiada, la muchacha los llevó hasta el punto de encuentro que le había comentado Decker, un restaurante. Lo cierto es que no había comido allí antes, esperaba que fuera uno de los modestos o tendría que volver a convencer a alguien de lo de fregar los platos.

Tanto cacharro junto ya le daba qué pensar, muy bien había ido la visita durante el trayecto como para no esperarse que causaran algún tipo de problema y así fue como pasó. Uno de ellos, el más reservado, decidió expresar lo primero que le vino a su metálica cabeza ante la primera toma de contacto con las gentes del lugar.

Por suerte, a la pequeña Jackie se le daban bien estas cuestiones e intentaría salir del paso con la mayor gracia que le fuera posible dadas las circunstancias. Con una gran sonrisa en la cara estableció contacto físico con el camarero colocando una mano sobre su pecho de forma casi accidental, esperando quitarle un poco de hierro al asunto.

-Bueno, bueno…parece que mi amigo Jhames ha contratado nuevo personal desde la última visita ¿eh?-

Finge una risa bastante natural que esconde tras el dorso de su mano.

-Disculpe a mi amigo, seguro que ha habido un malentendido y nos ha confundido con aventureros en busca de bienes y servicios de otra calaña sin intención de ofender, ¿no es así?-

Con un ágil movimiento de muñeca, la muchacha dejó deslizarse entre los dedos del camarero unas monedas muy discretamente.

-Traiga una botella de vino para mis amigos y si le parece, la recomendación de la casa para la comida de hoy.-

Se detiene un instante para mirar al pequeño grupo, asiente y vuelve a dirigirse al camarero.

-Para cuatro y quizás necesitaríamos disponer de otro asiento. Envíele saludos a Jhames y pregúntele por el Señor Decker, dígale que va de parte de Jackie, muchas gracias.-

Disculpe ustedes son los de la reserva del señor Decker, sigamen, perdonen la brusquedad pero esperabamos alguien mejor vestidos.- dice el camarero mientra os acompaña hacia una mesa, se ve que en ella hay sillas recias y fuerte, almenos dos de ellas, las mesas por al lado que habeis pasados estaban decoradas con lo que parecia hielo magico, ya que no se veia ni apice de descongelacion en ellas. A los pocos minutos de sentaros los camareros os traen la carta y algo para picar.

Me pareció fascinante el modo en que Mephist se controló para no espachurrar al camarero contra el suelo como si tal cosa. Y luego Jackie trató de sacarnos de un apuro, pero al mencionar a Decker cambió su actitud y nos llevo a un reservado. "Ya sabia que tenia que venir mas elegante... Tal vez vaya de compras cuando tenga tiempo." 

Mientras picaba algo de lo que trajeron, miraba la carta tratando de decidir que comer. Todo tenia nombres extraños y no sabias muy bien lo que ibas a comer. Me decidí por la sorpresa de marisco. Me gustaba el marisco y no tenia ni idea de que habria. Seria una sorpresa.

- Jackie, tienes idea de cuando llegará Decker? - Le pregunté a nuestra hermosa guia.

La verdad es que queria aplastar a aquel insecto pero Kernel habia sido claro, en la ciudad a menos que te ataquen fisicamente no mates, a los humanos les gusta jugar con las palabras y son muy buenos en ello. EN ese momento vi en accion a la hembra humana y entendi las palabras de Kernel, no entendia porque necesitabana hablar tanto pero puesto que el hombre se habia echado atras, decidid dejarlo ahi. Decker no tardaria en aparecer y los objetivos o misiones que nos daba, ahora mismo eran todo lo que tenia... emiti otro gruñido mas leve y segui al resto a la "reserva".

Al ver la mesa me di cuenta de que Decker habia caido en que las sillas normales no aguantarian nuestro peso. Una vez sentados Kanatash se lanzo a por las piezas de comida y a leer la carta. Sin embargo la pregunta que hizo me tenia intrigado asi que me quede mirando a Jackie, a la espera de conocer la respuesta.

Tras resolver el malentendido, el camarero se limitó a hacer su trabajo llevándolos al reservado donde les tomaría el pedido mientras esperaban a Decker, que no tenía ni idea de cuándo llegaría.

Mientras tomaban asiento, la joven suspiró profundamente denotando cierto alivio y relajándose en su sitio después de pedir una copa de vino para Kanatash, Khala y Decker; para ella también, de hecho tenía en mente pedirse dos, o tres, o una botella.

-Menos mal...por un momento pensé que íbamos a ser pasto de la guardia...-

Lanzó una mirada de reproche a Mephist mientras ojeaba la carta y pedía lo más barato de la lista, sea lo que fuere. Cuando Kanatash se dirigió a ella, cambió el gesto y una cálida sonrisa se dibujó en su cara.

-Debería estar al llegar, por la cuenta que le trae...la cuenta, ¿lo pillas? ¡Hahaha! Ha...-

Tenía que hacer el chiste, le quemaba en la punta de la lengua y lo soltó tal cual le vino. Con cara de incertidumbre mientras reía su propia broma prosiguió hablando.

-Sí, lo sé...bueno, ¿qué tal? ¿a qué os dedicáis?-

Jack intentaba entablar una conversación insustancial en lo que hacía tiempo hasta que Decker apareciera.

Nuestra nueva acompañante nos enseñó la ciudad, y su presencia se hizo notar. Cuando llegamos al lugar acordado, un humano nos ofendió claramente; vi la reacción de Mephist ante las palabras del... camarero, muy moderada para lo que en él acostumbra, lo cual en esta zona de la ciudad parecía más adecuado que un baño de sangre. Los seres de carne tenían unas maneras de comunicarse de lo más variopintas, con lo que ellos llaman 'bromas' y dobles sentidos que no tienen sentido alguno, pero parecía que ayudaban a hacer fluir una conversación. Creo que me perdí la parte en la que se explicaba por qué era eso necesario, pero aun así, aprendí que las costumbres por raras que sean deben respetarse.

-Fuimos... creados para la guerra, ahora... sobrevivimos -dije en tono neutro, respondiendo a la pequeña humana. Sobrevivir en este mundo tras la concesión de nuestra libertad había probado ser más un problema de encontrar motivaciones en las que ocupar nuestro tiempo, ya que no teníamos las necesidades físicas que limitan a un ser natural.

Jackie trataba de hacerse la graciosa, pero sus bromas no tenian demasiada gracia por el momento. aun asi me reí un poco forzado. 

- Yo quiero ayudar a liberar a mi gente alla en Adar. Pero mi familia me dijo que antes de poder hacer nada por ellos, tratara de ver mundo y aprender todo lo que pudiese. Los Inspirados son crueles y malvados, y nosotros, los Kalashtar queremos tratar de liberarnos de su influencia. Pero eso ya lo sabe todo el mundo... 

Me sumí en un tenso silencio tras mis palabras, pues recordaba las ultimas veces que habia estado con mi familia y los echaba de menos. Comí un poco mas, y esperé.